Hola a todos llevo ya mucho tiempo sin estar en esta web, tiempo, asuntos personales, entre otras cosas me han tenido consumida, he vuelto con este nuevo Fic, también quiero dejar claro que no he dejado, ni voy a dejar tirado los otros fics por los que muchos me han pedido que los continúe , así que voy a comenzar a darle caña a esos fics, que llevan mucho tiempo esperando su continuación, de momento quiero dejar este fic aquí y espero que lo disfruten, así como yo al escribirlos, quiero añadir que Hazbin Hotel y sus personajes no son de mi pertenencia, son de Vivienne Medrano (Vivziepop), con excepción de personajes y nombres inventados y añadidos, ahora si, disfruten de este fic.
La Parca del Wendigo
* Capítulo 1.- Alojamiento:
Charlotte Magne, hija de una familia acaudala, su padre dueño de una gran cadena de hoteles y su madre ex cantante de ópera, acababa de cumplir 19 años y decidió que quería dejar el hogar familiar para construir y atrapar su destino, su sueño era ser cantante y bailarina, pero eso era algo que su padre no aprobaba del todo y su madre consideraba que lo mejor era que no se preocupara por esas cosas que podrían ser sólo un hobby y debería dedicarse al igual que otras jovencitas de su edad y de buena familia en casarse, siempre ha vivido sobreprotegida, no es que no agradeciera el amor de su familia, pero ya era demasiado insostenible para ella y comenzó a ser más asfixiante, cuando hasta hace dos semanas llegó una gran cantidad de flores dedicados a ella por parte de su ex novio Seviathan, con lo que sus padres la animaron a retomar su noviazgo y desposarlo.
Deseaba que la tierra, o cualquier deidad del universo se apiadara de su existencia y la arrastre a algún lugar remoto y desconocido, había dejado a ese patán y no por menos, se sintió ofendida, humillada, dolida y no quería ni imaginarse una vida a su lado, cuándo ella le confió sus sueños, se burló con tan estruendo que incluso se convirtió en la comidilla en su círculo social, hasta le llegó a decir que era una fantástica broma, pero al ver en el rostro de Charlie que iba en serio , sólo atinó a decir, "Por favor palomita, no te atrevas a humillarme delante de todos por un delirio, a esas cosas solo se apunta gente desesperada y con talento", fue lo único que necesitó para decidir que esa relación no tenía futuro, él nunca apoyaría sus proyectos y ahora sabía que debía enrumbarse, pero sus padres no se lo iban a poner tan fácilmente, así que hace una semana decidió llegar a un acuerdo razonable con ellos.
Se iría a la academia de Artes y Danza de Lafayette, al ser una institución tan respetable cursaría los 3 años de carrera, finalizados esos 3 años si no había conseguido llenar las expectativas de sus padres o hacerse un nombre de prestigio, volvería a casa y se casaría con quién ellos consideren adecuado para ella sin ningún rechistar, pero necesitan que le dieran esa oportunidad antes de cualquier unión marital, después de pensarlo detenidamente consideraron que no era un mal trato, el único inconveniente era que la academia no era internado, así que se vieron con la duda de ¿Dónde viviría durante su estancia académica?, para Charlotte eso no era un problema ya estaba preparada e informada por si sus padres aprobaban su viaje, y no dejarles fundamentos ni la oportunidad de prohibírselo, en Nueva Orleans suelen haber residencias alquiladas a estudiantes, existía una muy recomendada que es solo para chicas "la posada de la Señorita Mimzy" la distancia es de 2 horas entre el hospedaje y la academia, mientras se los explicaba lo que decía embelesada de alegría, los tenía dónde quería y ya no existía escusa en el mundo para que le negaran la oportunidad, Charlotte pudo notar las miradas de resignación que compartieron sus padres, sabía bien lo que pensaban "Tú hija no va rendirse", "También es tú hija" y supo inmediatamente que su plan tuvo un éxito rotundo,así tomó un tren de Nueva York a Nueva Orleans, estaba feliz de haberlo conseguido, era un gran paso para ella, ya tenía la habitación esperándola en la que viviría durante sus clases, antes de su partida su padre le dio muy insistentemente, probablemente con el temor de que no se quedé sin dinero para alimentos o ropa durante el trayecto, lo que llegó sin darle mucha importancia.
Había llegado a Nueva Orleans después de dos días de viaje en tren y no pudo evitar reflejar una gran sonrisa, todo tan lleno de gente, jazz en las calles, tranvías, autos y carruajes pasando por el suelo empedrado, era sencillamente genial, ya hasta estaba divagando en su imaginación "había terminado la carrera, sus padres orgullosos y llenándola de flores porque era una estrella nacional", en esos momentos no tenía ninguna intención de ponerle los ojos a alguien, ni mucho menos casarse, sabía bien lo que quería y lo haría, ahora era libre de realizar su sueño, no pudo evitar emocionarse que dio un brinco eufórico de alegría no muy digno de una dama, pero le dio igual y sin querer golpeo a un muchacho dejándolo tendido en el suelo.
-¡Ey! No hace falta atacar a la gente por un beignets - dijo el chico desde el suelo, produciendo un gran rubor en la chica ya que sin querer se quedó con el beignets en las manos - verás corazón solo valen 35 centavos y ahí tienes al vendedor, atácalo a él - señalando al vendedor, provocando más vergüenza en la chica que se acercó a ayudarlo a incorporarse.
-Lo siento muchísimo, no fue mi intención, toma mira no le pasó nada a tu beignets - Ofreciendo el buñuelo como si de un sacrificio de paz se tratara y el chico lo recibió - Charlie… - tendiéndole la mano.
-Te has confundido de persona corazón soy Anthony y si esa es tú forma para ligar con los hombres déjame decirte que estás muy oxidada… - él era alto y tenía un ojo de cada color, azul y marrón, se acomodó el pelo rubio de forma sensual - y yo tengo otras preferencias corazoncito - la chica chica que ya estaba muy acalorada por la vergüenza deseaba enterrar la cabeza.
-¡NO! No… no, soy Charlie, lo siento… - Provocando la carcajada del muchacho.
-Oh… madre mía… - fingiendo indignación - ya estaba agradeciendo el interés y cediendo a tus encantos jajaja… - a modo dramático y estrechando la mano de la chica- Y bien Charlie ¿Qué haces por aquí a parte de asaltar beignets? - la chica presentía que esa será una anécdota que Anthony jamás olvidará.
-Verás, acabo de llegar y busco la dirección de los hospedajes de "la señorita Mimzy" y… - siendo interrumpida por el chico.
-Ah ... ¿Eres bailarina, cantante, actriz?, Que coincidencia, yo también voy a la academia de Artes y Danza… seré la próxima estrella que Luisiana verá nacer… - gesticulando - ahora mismo estaba regresando al hospedaje ven conmigo - cogiéndola del brazo, recogió algunas maletas de la chica y comenzó a arrastrarla - seremos buenos amigos ya puedo verlo corazoncito, por cierto puedes llamarme Ángel, es solo para los amigos - susurrando, levantando las cejas y arrastrando sensualmente la última palabra - y tú mi pequeña "muñequita" ya eres mi amiga - sonriendo.
- ¿Te hospedas donde la Señorita Mimzy? - mientras era arrastrada y el chico le dijo con la cabeza - ¿creía que era un hospedaje para señoritas?
-Meh… - escogiéndose de hombros - es largo de contar… primor - llevándola por diferentes calles - no soy precisamente un príncipe azul sabes, no me van mucho los… jijiji… se podría decir que no le di muchas opciones a la casera… - haciendo que la chica se sorprendiera ante su comentario.
Se sintió como si hubiera caído en un vendaval, aquel chico la tenía fuertemente aferrada del brazo y no veía que pudiera huir sin las maletas que él tenía en su poder, aunque agradecía la carisma y gentileza de aquel tan lleno de confianza, se detuvieron en el complejo de residencias y Anthony sacó una llave y entraron a recepción.
-¡Señorita Mimzy…! ¡Ha llegado tú nueva inquilina…! - gritaba el chico, de recepción salió una mujer regordeta comiéndose un sándwich y la miró sin mucho interés
- Imposible - respondió, dejando a Charlotte confundida y más al ver que la mujer se volvió a meter en su oficina.
-Eh… oiga… que significa imposible, llamé y alquilé una habitación, busque bien, C. Magne… - señalando el libro que tenía en recepción.
-Imposible - volvió a repetir la mujer - ante ayer me llamarón para cancelar el alquiler a nombre de C. Magne y ayer se lo di a otra chica - dejando estupefacta a la rubia.
-¡Hizo que...! pero ¿Quién llamó a cancelar ?, ¿Dónde me voy a quedar? - observando como la mujer se encogía de hombros - ¿Qué voy a hacer? - la mujer la miró y respondió.
-Lo canceló una mujer llamada Lilith Magne - dejando más sorprendida a la chica.
-Mamá… - susurró - pensaría que al verme sola y sin techo volvería inmediatamente, eso es un juego sucio - ahora entiendo por qué papá - siendo despertada de sus pensamientos por la señorita Mimzy.
-Mira preciosa no tengo más habitaciones disponibles y tú reserva anulada y entregada a otra persona, no se puede hacer nada, puedes buscarte otro hospedaje en otra parte o largarte a casa, tú verás, a mí me trae sin cuidado - volviendo a entrar a su oficina, pero se llevaba una botella de whisky consigo, Anthony parecía tan sorprendido como Charlotte.
-Qué mal asunto guapa... - observando a la chica que estaba de piedra y murmuraba "¿dónde voy a encontrar un hospedaje a estas alturas", "¿encontraré vacante?" se iba apagando poco a poco y seguía pensando "tal vez lo mejor es volver a casa" haciendo que el chico sintiera lastima por ella - Oye! - despertando a la chica de su pelea interna y pelea, él se acercó a ella y le susurró - no te rindas tan fácilmente, puede que sepa de un lugar y digo sólo eso porque me caes bien, pero por parte no quiero decirlo porque me caes bien - dejando a la chica muy confundida - okey lo voy a decir, puede que haya un lugar dónde puedas hospedarte - observando que se le iluminaban los ojos a la chica - pero si vives ahí existe la posibilidad de que dejemos de ser amigos .
- ¿Por qué? - respondió muy confundida y el chico le hizo la señal de que bajara la voz y dijo a la señorita Mimzy, salieron de la residencia y volvió a mirar al chico con curiosidad - ¿entonces… hay alguna vacante que conozcas? - poniendo ojos de cachorrito abandonado.
-¡Oh mierda!, Eso que haces es horrible, una tortura ¿te funciona?, Pero que putas pregunto, está claro que sí… Owo, vale no hay necesidad de torturas emocionales… - evitando ver a la chica a los ojos - a las afueras de la ciudad hay una casa, no alquilan habitaciones, pero tiene varias habitaciones, lo difícil es que el dueño acceda a que vivas ahí a cambió de pagarle la renta - observando su reloj - hoy es sábado ya esta hora estará machacando a Pentious en el bar - cogiendo las maletas - vamos corazoncito, hay que darse cuenta de prisa si quieres conseguir un hospedaje de último minuto - comenzó a correr con la chica a rastras.
- ¿Porqué…? - con voz agitada ya que llevaba un rato siendo arrastrada por Anthony - ¿no querías que lo oyera la señorita Mimzy? ¿Y cómo estás tan seguro que conseguiré un hospedaje con el dueño? - deteniéndose porque Anthony se detuvo y la miró fijamente.
-Meh… Esos dos tienen una historia creo y si le haces mención alguna en la cara a Mimzy tendrás a una señora histérica tratando de golpearte - encogiéndose de hombros - simplemente supongo que no se llevan muy bien - señalando un bar - bien, este es el plan ...
-Oye ... oye espera - moviendo los brazos en señales de alto - me vas a colar en la casa de un hombre, un tipo que no conozco y encima dices que vive a las afueras… ¿Qué tal si me ataca? ¿Cómo pido ayuda? - Anthony se encogió de hombros - ¿Cómo sabes que tiene habitaciones libres?
-Posiblemente te ataque - Charlie lo miraba incrédula - lo mejor es hacerse el muerto jajaja… y si gritas - sonriéndoles con complicidad - yo te diría que ahorres tus cuerdas vocales… cielito…. - arrastrando la frase - nadie te oirá… - Charlie estaba comenzando a temblar - Meh... hace cinco meses viví ahí dos semanas, fue una auténtica pesadilla, Alastor… - Charlie lo miró interrogante - Así se llama el dueño, cuando llegué no tenía a donde ir y vendía beignets para sobrevivir y pagar la matrícula de la academia, Alastor me tiró dos cajas de mi mercancía, se disculpó y me dijo que me lo compensaría, total una cosa llevó a la otra y terminé ocupando una habitación solo por un pequeño tiempo hasta que pueda pagarme una habitación en alguna residencia, estuve dos días en su casa y quería largarme, tenía normas para todo, creía que me volvía loco, la gota que colmó el vaso fue cuando un día llegó con un cerdito para la cena y quería que yo lo hiciera, ¿te lo puedes creer ?, ya no aguanté más… recogí mis cosas y me largué, ah y me llevé el cerdo, ahora tengo mascota... - riendo con satisfacción.
- ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? - con la mandíbula desencajada - no sabes si puede intentar hacerme cosas raras, soy una dama… - ahora si creía haberlo visto todo, el chico había soltado una gran carcajada - ¡Que es tan gracioso!
-Lo que acabas de decir, es muy gracioso, si temes perder la conservación de tu pureza, pierde cuidado el "señor aguafiestas" es una persona conservadora y dudo que si quiera sepa que en el mundo existen los géneros… - continuando con su risa .
- ¿Te has parado a pensar que ese pequeño detalle puede ser la razón perfecta para no alquilarme una habitación…? - respondió Anthony le.
-Ah… bueno eso es posible - refutó Charlotte.
-Además ¿Qué edad tiene ese hombre?, - Anthony haciendo un gesto de memoria.
-Um… tiene 26 años… - Charlotte sintió que comenzó a tener migraña.
- ¿Qué costumbres tiene? - Respondió Anthony con simpleza.
-Es muy rarito… - Charlotte hizo un mohín.
-Ni siquiera creo que tengamos algo en común para iniciar una conversación - Anthony rascándose la cabeza.
-Ahora que lo pienso ambos me asaltaron lo beignets, ya ahí lo tienes, ya tenéis algo en común… - sonriendo con suficiencia.
- ¿Tú crees en verdad que me va a abrir las puertas de su casa porque sí? - en un intento desesperado porque entre en razón.
-Habrá que trabajárselo guapa - guiñándole un ojo - dejando a la chica en shock, escucharon como una persona salía del bar - ahí viene… - dijo en un susurro y luego llamó al hombre que se ponía el abrigo - ¡Ey...! Al… ¿Cuánto tiempo guapo? - sonriendo maliciosamente, mientras el mencionado se giró y lo miraba con una ceja arqueada - ¿puedo hablar contigo fresita…? - guiñándole un ojo y aquel hombre respondió.
- ¿Has venido a devolverme el cerdo, mi estimado? - acomodándose las gafas y devolviendo una sonrisa igual de maliciosa, provocando un puchero del chico y respondió.
-La custodia de Fat Nuggets no es regateable! - haciendo que el otro suelte una risa entre dientes.
-En ese caso no tenemos nada de qué hablar, querido - acomodando su abrigo se giró para retirarse y el chico le detuvo el paso, haciendo que este arquee una ceja - Debe de ser muy importante como para exponer tú vida en semejante peligro mi estimado - soltando otra risita por lo bajo, Anthony sintió los pelos de la nuca erizarse al darse cuenta de lo que había hecho.
- Bien por donde empiezo - rascando su cabeza - necesito una habitación y tú tienes varias disponibles - dándose con que Alastor lo miraba con escepticismo - ¿Qué!
-Por donde empiezo, querido, las dos semanas que estuviste en mi casa, fueron las semanas más tortuosas de mi vida, no seguías las normas y no conforme con ello te llevaste mi cena - ahora con las manos en la cintura - con eso he decidido que los invitados son solo eso, personas de paso que están en mi casa por un par de horas para luego volver a sus patéticas rutinas y vidas privadas, he recuperado la tranquilidad que me quitaste y una cena - tomó sus gafas y dispuso a limpiarlas con el pañuelo - Sumado a eso, me quedé a recoger, ordenar y limpiar la habitación que desalojaste, no sabes la gran cantidad de productos y guantes que tuve que utilizar para esterilizarlo y dejarlo como estaba.
-Oh no seas exagerado - resoplando - tampoco lo dejé echo una pocilga - Alastor soltó una risa y manteniendo su sonrisa.
-Jajaja… Querido, de echo hubiera agradecido profundamente la pocilga a los restos de fluidos corporales tuyos y de tus "invitados" por toda la habitación… - haciendo que el chico rasque su mentón como tratando de recordar algún detalle olvidado - así que las puertas están cerradas… - sonriendo.
-Pero no es para mí Al… - sujetando a Charlotte y poniéndola en frente del mencionado a modo de escudo - Por favor… es para ella - a modo dramático - se ha quedado sin alojamiento por un error de reserva y no tiene a dónde ir … - Charlie se sintió en una posición muy incómoda al darse que iba a entrar a vivir con malas referencias, más cuando sintió que aquel hombre alto la examinaba desde la sombra con detenimiento ladeando la cabeza desde su posición - ella no te molestará, ni siquiera te darás cuenta de que existe en tú casa, va a ir a la academia de Lafayette, ¿Qué dices?
-Digo… - acomodándose las gafas - ¿no sería mucho más fácil hacer como que no existe en mi casa, no estar en mi casa, mi estimado? - soltando una risa y satisfecho al ver el bloqueo mental que generó en Anthony - querida deberías buscar una mejor referencia - Charlie estaba avergonzada por aquella situación, pero quería cumplir sus sueños, su madre le jugó sucio para que regresara y pensó que ya era hora de interferir si realmente quería quedarse al menos por esa noche.
-Señor… por favor… acabo de llegar y no sé a dónde ir o en donde me quedaré, hace una hora que bajé del tren, sé que no es su problema, pero vengo desde nueva York y realmente necesito un descanso - suspirando - tengo dinero para el arrendamiento y alimento, aunque sean solo por dos días o hasta que encuentre un lugar y no causarle más molestias - estaba comenzando a sentir el peso del viaje, necesitaba una ducha y una cama, sus piernas comenzaban a fallarle y quería resistir todo lo posible de pie, estaba determinado a quedarse, levantó la mirada y se sorprendió al verlo mejor bajo las farolas, era un joven galante, guapo, alto, de pelo castaño y bien peinado, llevaba las manos a la espalda y no pudo evitar quedar presa a esos ojos tan hipnóticos que la observaban a través de esas gafas ovaladas, sintió el rubor calentando sus mejillas y con mucho esfuerzo consiguió apartar la mirada - le… le prometo y le doy mi palabra que no le causaré molestia.
-Sabes Al… - dijo Anthony con tono enfadado - creí que eras mejor persona, pero está bien, no quieres a nadie en tu madriguera de lobo solitario… ya pensaremos en algo - pensando que hacer - ah… claro… puedo llevarte al apartamento de Niffty, no tendrá problema en que te…. - se quedó a mitad de palabra cuando notó gotas golpeando su cara, había comenzado a llover - Mierda, no traje paraguas… ah… ya recordé porqué estaba de regreso a la residencia - observando a Charlie que se estaba empapando y tenía cara de resignación ante lo que les faltaba - ¿quizás…?
-Quizás sea tiempo de volver a casa y olvidarme de esta locura - estaba cabizbaja, hasta que notó que la lluvia ya no la golpeaba y levantó la mirada, era él, había abierto un paraguas sobre sus cabezas y se sintió conmovida por su gesto - ¿Señor…? - siendo interrumpida por él.
-Qué clase de caballero sería si dejará a una dama en mitad de la calle con la que está cayendo? - sonriendo - por cierto, no te recomiendo ir al apartamento de Niffty a menos que quieras ser el testigo más próximo de múltiples copulaciones y gemidos desagradables… jajaja… - La chica solo atinó a ruborizarse ante tan descarado comentario y vio que él hacía una reverencia y extendió su mano - Alastor, un verdadero placer en conocerte dulzura, ¿puedo tener el honor de saber el nombre de tan magnifique créature? - eso sí era algo que la había bloqueado mentalmente, conoció hombres caballerosos, pero nunca había visto a uno ser extremadamente caballeroso y más en una situación como esa y le extendió la mano para que él pudiera besarla.
-Charlie Lovejoy… un placer - observando como aquel hombre besaba su mano de la forma más natural y delicada posible, como si su mano estaba echa de porcelana y sintiendo como sus mejillas volvían a calentarse - lamento que nos han tenido que presentar en estas condiciones… señor… - apartando la mirada de él al verlo incorporarse.
-Oh no lo lamentes tanto dulzura, ya sabes lo que dicen, cuando amainan las tormentas, siempre sale el arcoíris - mantener su sonrisa y lanzó una mirada a Anthony - aunque también tienen sus excepciones y toca recoger los escombros - soltando una risa entre dientes - bien Charlotte, no echaremos raíces por mucho tiempo que estemos aquí… - extendió su brazo para guiarla - tengo el coche aquí atrás, ¿ese es todo el equipaje que traes? - viendo como la chica asentía - ¡parfait…! Anthony échame una mano con las maletas…
-Meh… no sé… estoy comenzando a arrepentirme en dejarla contigo… - observando como Alastor mantenía su sonrisa - ni si quiera has tenido el detalle de compartir el paraguas conmigo también…
-Jajaja… Mi afeminado amigo… un poco de lluvia en ti es una buena ocasión para que te des cuenta que no solo fluidos corporales ajenos pueden mojarte la cara y sentir agrado de ello, puedes aprovechar esta oportunidad para meditar y disfrutar - observando al chico lanzarle una sonrisa maliciosa y se imaginaba lo que estaba pensando.
-Al…. Estoy muy mojado… si pudiéramos ir a tú casa y calentarnos…. Quizás… - dándose que el mencionado le lanzaba una mirada con una cejada levantada manteniendo un rostro impasible y su característica sonrisa, siempre le fue muy difícil saber lo que piensa, jamás ha podido sacarlo de su zona de confort, nunca una emoción, siempre tan neutral y eso a veces lo ponía de los nervios al punto de hacerlo sentir enfermo - sabes que puedo chupártela… - guiñándole un ojo buscando reacción descontrolada de él, Charlotte no se creía lo que oía y pensó que ambos tenían alguna "relación humorística de poco agrado para ella ".
-¡Ja! No… - entregándole a Charlie el paraguas y se giró a recoger sus maletas - sígueme cariño… - caminando a la parte de atrás del bar, pero fue Anthony él que respondió.
-A donde tú quieras llevarme fresita… - Recibiendo una mirada tranquila del mencionado, sintió escalofríos y lo señalo con ambos dedos a modo de pistola y mantener una distancia prudente, Alastor nunca mostró ser un tipo de hombre violento, pero las dos semanas que estuvo en su casa descubrió que no era tan buena idea seguir jugando con su suerte - mensaje recibido cariño… - dio tres pasos atrás - será mejor que regrese a la residencia si no quiero pillar una gripe, ya nos veremos Charlie, no te preocupes que tienes un testigo de tu último paradero - mirando a Alastor y arrastrando las palabas en un doble sentido - por favor se gentil…
- ¡Pierde cuidado mi estimado, lo seré y trata de no tropezar con el cerdo…! - sonrió con satisfacción al notar por el rabillo del ojo que el chico tenía las mejillas rojas e hizo un mohín y gritó.
- ¡¿Vas a seguir con eso hasta que te mueras, Al…?! - Alastor seguía caminando con las maletas en mano se giró y dijo.
-No mi afeminado amigo - con voz seria - sólo hasta que tú te mueras… - observando la reacción de estupor que dejó en Anthony, por un momento creyó que la noche terminaría monótona, pero ahora podía irse a casa habiendo disfrutado de tal escena, ver el rostro perturbado del chico lo dejó agradablemente satisfecho.
Bueno hasta aquí este capitulo, espero les haya gustado, hasta el próximo capitulo y un beso a todos los que apoyaron mis otros fics.
