Draco y Hermione están en la habitación de Draco, ordenando y revisando las cintas de vídeo. Draco está embelesado viendo un vídeo en el que aparece Cho.

-¡Oh, Dios! Es perfecta-decía Draco.

-¿Perfecta? Draco, me decepcionas-le dijo Hermione a Draco.

-Vamos, mira sus ojos, su pelo.

-Bueno, a la chica no le faltan atractivos físicos, pero no tiene nada original que la haga perfecta.

-Vale, tranquila.

-Su cara no tiene misterio, no dice nada, tiene el aspecto sano de la clase media alta newyorkina bien alimentada. Se lee todo su futuro en su cara.

-¿Seguro?-le pregunta Draco.

-Sí. Gracias a que tendrá unos resultados por encima de la media la admitirán en alguna pequeña universidad de Nueva Inglaterra. Se licenciará en Historia del Arte, volverá a Manhattan para casarse con un broker que conoció un sábado en una reunión para ver la final de la copa. Al año se irán a las afueras de Connecticut, restaurarán una granja y criarán a tres niños neuróticos.

-Has estado dándole vueltas a eso.

-Para nada, es evidente.

-Bueno Nostradamus, yo prefiero dejar que Cho me sorprenda.

-Tú mismo, sólo intento ahorrarte un poco de tiempo-le dijo Hermione.

-¿Me acercas esa cinta de ahí? Oye, acepto sugerencias para el regalo de aniversario de mis padres, no sé que hacer. ¿Qué se les puede regalar a dos personas que llevan juntas los últimos 20 años?

-Unas vacaciones por separado-bromea Hermione.

Draco pone la cinta que le ha dado Hermione y ambos se quedan sorprendidos al ver las escenas que se grabaron en el capítulo anterior de Harry y Yolanda haciendolo.

-Uhh, Draco sé que están cambiando tus influencias cinematográficas pero no sabía que estuvieras en la fase Rustin Myer.

-Yo no he filmado eso-le responde Draco igual de sorprendido que Hermione.

-Hemos encontrado el mejor regalo de aniversario. ¿Qué es esto?

-No lo sé, lo juro, yo no lo he rodado... oh, olvidé apagar la cámara cuando nos escondimos.

-Pues... tiene cierta calidad.

-Se puede ver.

-... sí

-Esa mujer me resulta familiar-dice Draco intentando recordar.

-A mí también, si le retiramos el pelo de la cara...

-Y la ponemos tras una mesa de instituto...

-Casi podría ser...-continua Hermione.

-¡La Srta. Yolanda!-dicen al mismo tiempo los dos.

Draco, Cho, Hermione y Harry están sentados en una mesa del restaurante de Hermione.

-Y ahí está, en la cinta, haciéndoselo con un tipo-decía Draco a todos.

-¿La Srta. Honda? ¿La Srta. Honda de literatura?-les pregunta Cho.

-Así es, la misma-dice Draco.

-Espera, de que estás hablando, ¿has grabado a Yolanda?-pregunta Harry preocupado.

-Sí-responde Draco.

-Oh, lo siento Harry, creías que estaba reservándose para ti, pero...-dijo Hermione intentando consolarlo.

-Estaba rodando en las ruinas con Cho, nos dejamos la cámara encendida cuando huimos, y el resto es pornografía fina.

-Eso, eso es muy extraño. No se puede distinguir quien es el tipo, ¿no?-pregunta Harry.

-Es el típico plano del hombro, no se le ve la cara-dijo Draco.

-Si, si estás pensando en localizarle, busca a un tipo de pelo castaño y cuello musculoso-dijo Hermione intentando describirlo, sin saber que se refiere a Harry.

-Vale Draco, creo que debería echarle un vistazo a esa grabación-dice Harry.

-Claro, te prepararemos un pase privado-bromea Draco.

-Para que puedas machacártela tranquilo-le dice Hermione a Harry.

-Es realmente interesante como conviertes tu represión sexual en humor-dice Harry.

-Bueno, me voy antes de que mi abuela denuncie mi desaparición.

-Te acompaño. Hasta luego chicos-le dice Draco a Cho.

-Draco no te olvides, quiero ver la cinta-dijo Harry antes de que Draco se marchara.

-Pervertido-dice Hermione.

-Mojigata-le responde Harry.

Draco y Cho, caminan cogidos de la mano hasta la casa de Cho.

-Harry habla mucho, pero toda su experiencia se limita a fanfarronadas-dijo Draco.

-Ya sabes lo que se dice, quien más habla es quien peor lo hace.

-Yo casi no hablo de eso.

-Lo sé, por eso sigo contigo-dijo Cho, están a punto de besarse cuando Cho ve a su abuela asomándose por la ventana-oye Draco, ahora no es el mejor momento para esto.

-Ya, no estamos solos.

-Es casi un menasse a trois. Considéralo así Draco, la represión hace crecer más y más el deseo. La próxima vez que no veamos nos daremos un beso titánico.

-Si sobrevivo a la espera-dijo Draco.

-No es una espera, es un hecho anticipado-dijo Cho que se aleja de Draco, decide que le da igual y vuelve para besarle-Al cuerno-mientras se besan la abuela de Cho mira sorprendida por la ventana.

Adentro en la casa de Cho su abuela está esperando a que Cho llegue.

-¿Haces esas cosas para molestarme, Cho?-le pregunta su abuela cuando esta entra a la casa.

-Sólo ha sido un beso abuela.

-Ah, sólo un beso, recuerdo un montón de problemas en Nueva York que empezaron con sólo un beso.

-No hay nadie que tenga una definición de problema tan amplia como tú.

-¿Y por qué crees que te enviaron tus padres aquí, hija?-le pregunta su abuela.

-Recuérdamelo otra vez, no he escuchado la lista de mis pecados desde hace unos 15 minutos.

-No hago esto para torturarte Cho, intento que no vuelvas a perder el buen camino.

-Sabes abuela, estoy harta de esto, de la manera en que nos hablamos, de estas conversaciones dando vueltas y vueltas alrededor del mismo tema diciendo una y otra vez las mismas cosas. Así que vamos a acabar con esto, lo que has visto entre Draco y yo, abuela, era sólo un beso-dijo Cho mientras sale de la cocina enfadada.

-Sólo un beso-repite su abuela.

Casa de los Malfoy. Lucius y Narcissa están hablando en el salón cuando Draco aparece.

-¿Cómo es que no te has dado cuenta antes?-le pregunta Lucius a Narcissa.

-No la había visto, de verdad, te lo juro-responde esta.

-¿En serio? Después de 20 años de matrimonio.

-No, todavía no, los hacemos el lunes.

-¡Eh, Draco! Escucha esto. Tu madre me ha dicho hace un momento que no se había fijado en mi cicatriz de la barbilla, ¿qué te parece?

-¿La que te hiciste en un accidente con la moto hace 10 años?-le pregunta Draco a su padre.

-Sí, gracias Draco, gracias, muchas gracias. Lo ves, mi hijo se conoce mejor mi cara que tú. Deberías llegar más temprano a casa, a la luz del día para variar-dijo Lucius que se acerca a Narcissa y ésta le coge por la camisa y le besa.

-No los molestare por mí, ya me voy-dijo Draco mientras se marchaba a su habitación pero al llegar a ella se encuentra con Harry que está buscando entre las cintas de vídeo de Draco-Harry, Harry, ¿qué haces?

-La cinta-responde este.

-¿Qué cinta? ¿La de la Srta. Yolanda?

-La cinta. Sí, la cinta de Yolanda.

-¡Para! No desordenes mis tomas. Dije que te la enseñaría, ¿no podías esperar?

-No, creo que no-responde Harry.

-Ya sé que te gustaba mucho, pero cálmate tampoco es para tanto. Es ésta, ¡cabra loca!

-Draco...

-¿Sí?

-Quizás no he sido sincero contigo últimamente, no es que te haya mentido, pero no te lo he contado todo.

-Adelante.

-Bueno, yo no tengo tanto conocimiento de mí mismo como tú, pero sé perfectamente como me ven los demás. Piensan que no consigo a la chica, que hablo de conseguirla pero que nunca me la llevo, cuando mucha gente habla así de ti, terminas creyéndotelo.

-Creo que me he perdido Harry.

-Esta vez he conseguido a la chica.

-¿Qué?-pregunta Draco sorprendido.

-Sí, ley de compensación, intervención divina, llámalo como quieras, pero la he conseguido.

-¿A quién? Oye, Harry, ¿a quién has conseguido?

-Amigo, no sé cómo contarte esto, pero el chavo de pelo castaño y cuello musculoso, el chavo que está con Yolanda... soy, soy yo.

-No...

-Sí, esta vez no hablo por hablar, aunque ojalá fuera así porque se me ocurren cerca de 40 razones por las que esta cinta arruinaría mi vida. Y la vergüenza es una de ellas porque a ningún chavo deberían pillarlo la primera vez en vídeo.

-¿Estás loco? Eh... no existen palabras para expresar como me siento.

-Pero ella me gusta Draco, en serio y no se trata sólo de sexo, de verdad. Quizás no haya muchas posibilidades y sea raro que esto llegue a funcionar, pero...

-¿Raro? Podría usar esa palabra, sí.

-Sí. Esto va a sonarte un poco extraño pero... en la cinta me... en fin, ¿te parece que lo hice bien? ¿Cómo lo hice? ¿di la talla, amigo?

-Sí, lo hiciste bien. Desde mi punto de vista, sí, diste la talla.

-Genial, gracias y guárdame el secreto.

-Vale-dice Draco mientras Harry sale de la habitación mientras Draco suspira.

Draco y Hermione caminan por la calle hasta llegar a una tienda, van a buscar un regalo para el aniversario de los padres de Draco.

-Cómprales unos candelabros bonitos, un marco para fotos, algo de artesanía-decía Hermione.

-¿Tú crees que les gustaría algo de eso?-le pregunta Draco.

-Draco, tus padres son blancos, acomodados y de mediana edad, se mueren por la artesanía.

-Tendrías que verles, es vergonzoso. Andan todo el día tonteando y haciendo el amor en el comedor. Reconozco que tengo envidia de mis padres y de su vida sexual.

-Eso por qué, ¿la rubita aún no ha caído? Pensaba que a estas alturas ya...

-Eres muy romántica, eh Hermione.

-Creo que no vas a llegar a ningún sitio como no te libres de la malvada abuelita-dijo Hermione mientras Draco ve a su madre y a Bob en la tienda y se acerca a ellos.

-¿Mamá?

-Me gusta más la otra-dijo Narcissa que aún no ha visto a Draco.

-¿Sí?-le pregunta Bob.

-Sí, más que ésta.

-¿Mamá?-vuelve a decir Draco.

-¡Draco!... ¡Hola!... ¡Hermione!... ¿qué estáis haciendo? Vaya, que sorpresa, ¿qué los ha traído por aquí?

-Hemos venido a hacer unas compras-le responde Draco a su madre.

-Oh, perdón, Draco éste es...-dijo Narcissa señalando a Bob.

-Bob Callinsworth.

-Sí, a las seis y a las once-bromea Draco.

-Sí-responde Bob.

-Y Hermione-dice Narcissa.

-Hola.

-Un placer-dice Hermione.

-Tu madre estaba ayudándome a resolver un pequeño problema de vestuario, según los ondeos les gusto a los espectadores pero no pueden aguantar mis chaquetas de sport. Me alegro de haberte conocido por fin Draco, tu madre me ha hablado mucho de tu película y me he convertido en admirador tuyo. Me encantaría verla cuando la acabes.

-Claro, vale, sí-dice Draco.

-Bob, deberíamos volver ya, nos esperan en el estudio-dijo Narcissa.

-Ah, sí, tienes razón, cuídense, ha sido un placer conoceros.

-Nos vemos luego.

-Adiós mamá.

-Adiós Hermione.

-La primera vez que vi a Bob en televisión me pareció un idiota, pero no sé, en persona no me parece tan mal, ¿qué opinas?-pregunto Draco a Hermione.

-Que acertaste la primera vez-le responde Hermione.

En la casa de Cho su abuela está en la cocina cuando aparece Cho.

-¿Puedo preguntarte?-pregunta la abuela.

-Tus temores son fundados, voy a ver a Draco... y nunca te lo había pedido antes, pero preferiría que me dijeras lo que estás pensando en vez de mirarme de esa manera, abuela.

-Ese muchacho sólo pretende una cosa de ti.

-No, no, eso no, Draco no es así, es muy curioso, sincero, romántico...

-¿Y qué pasa con esa chica? Se pasa el día entrando por la ventana de su cuarto, no quiero ni imaginarlo.

-Draco y Hermione sólo son amigos, y claro, puede que haya esa tensión sexual que es típica entre chico y chica que han sido amigos mucho tiempo, pero eso es todo. Y en cuanto a Draco y a mí, abuela, ayer presenciaste lo único que ha pasado hasta ahora.

-Entonces, ¿puedo suponer que sientes algo por él?

-Sí, puedes.

-Bien, eso no se puede evitar. Yo sólo espero que no cometas los errores que como las dos sabemos muy bien se suelen cometer a tu edad.

-Oye, siempre tienes que ganar el asalto final, ¿no?

-Cho, me exasperas, no todo lo que te digo es por criticarte.

-No, ya lo sé, a veces sólo para juzgarme.

La Srta. Honda está sentada en la mesa de un Café al aire libre, que está en frente del videoclub, desde donde viene Harry a hablar con ella.

-Hola Yolanda-dice Harry.

-¡Hola! Vaya, que sorpresa.

-Sí, te he visto aquí sentada y quería saludarte.

-Me alegra que lo hagas-dijo Yolanda.

-Ah, ¿qué lees?-le pregunta Harry.

-El programa de lecturas para el curso. Intento elegir un libro para nuestra clase. ¿Alguna sugerencia?

-¿Qué tal algo con un poco de acción esta vez?

-¿Acción?-pregunta Yolanda sin entender.

-Sí, sexo. De que tiene miedo la Junta, somos prácticamente adultos, podemos asimilar el asunto, una novela picante no va a matarnos.

-Harry, todos los libros que vas a leer en este curso tienen sexo y los que leíste el año pasado también.

-Sí, pero no se trata de sexo real, advierten contra el sexo, dan sólo moralejas. No bromeo, es verdad, cada vez que en eso libros alguien practica el sexo le pasa algo malo. Romeo y Julieta tienen relaciones y luego van y se suicidan. La letra Escarlata, Ester Prinn lo hace y se convierte en una marginada de por vida. El... el griego este, hombre...

-Edipo-termina la frase Yolanda.

-Sí, ese, el chavo se acuesta con una y cuando se entera de que es su madre se le va la almendra y va y se saca los ojos. Así no es la vida real. Corrígeme si me equivoco, pero de vez en cuando pasa que dos personas hacen el amor, disfrutan y después todo va la mar de bien.

-¿Tú crees que eso es posible?-pregunta Yolanda mientras Harry le coge la mano y se la acaricia y ella la retira al ver que están en un lugar público..

Draco y Cho están viendo las escenas grabadas de la película de Draco, en su habitación.

-¿Stephen?-pregunta Cho en la película en eso aparece el monstruo de la película y el personaje de Cho comienza a gritar, Draco para la película en ese momento.

-Muy bien, tu opinión, y se totalmente sincera-dice Draco, Cho se levanta de donde estaba sentada junto a Draco y se sienta en la cama.

-Pues es...

-Pero, pero antes de que la digas, tienes que saber que tu opinión significa mucho para mí, y que si no te gusta me voy a hundir en un pozo muy profundo.

-Sin contar con mi patético grito, creo que es muy buena. Muy prometedora, seguro que va a resultar genial.

-¿Genial?-pregunta Draco.

-Más que genial.

-Me queda acabar la sonorización. Mañana voy a la emisora de mi madre. Me dejan el equipo sin muchos problemas, así que... bueno, ¿te gustaría acompañarme?

-Sí, suena muy bien-le responde Cho.

-¿Sí? ¿En serio?

-¿Por qué te sorprendes cuando digo que quiero pasar el tiempo contigo?-pregunto Cho interesada.

-No lo sé, será mi escepticismo natural.

-Pues pasa de él. No todo en la vida tiene que ser tan complicado-dijo Cho y Draco se levanta y se sienta junto a ella.

-En las películas antiguas, cuando dos personajes aparecían en la cama, uno de ellos debía tener un pie en el suelo. Nunca he entendido esa censura porque si los personajes son listos, aún así pueden hacer casi de todo-dijo Draco mientras la besa y abraza, empieza a echarla sobre la cama, pero en ese momento Cho le frena.

-Draco, Draco... tenemos mucho tiempo para demostrar que los censores se equivocaban, no sólo hoy. ¿De acuerdo?

-Vale.

Draco y Cho están en el estudio de grabación para terminar la película.

-Aaaa...-Cho intenta grabar el grito de la película.

-Muy bien genial, ¿lo vemos con las imágenes?-pregunto Draco

-Claro, sí. ¿Has visto a tu madre esta mañana?-pregunto un hombre que estaba ayudando a Draco.

-No, iré a verla luego.

-Ya, aquí está-dijo el hombre.

-Va la buena, con más terror y menos ira-le dijo Draco a Cho.

-Sí, más terror, menos ira. Aaaa... lo... lo siento Draco... yo...-dijo Cho

-Vale, vamos a descansar-dijo Draco.

Draco está sacando una bebida de la máquina para Cho en el pasillo de la emisora.

-Perdona si soy demasiado perfeccionista con esto, es que no puedo evitarlo-le decía Draco a Cho.

-No, me gustan los hombres con criterio.

-Vaya, ¿así como yo?

-Algo así. ¡Ah, Draco! Ahí está tu madre-dice Cho mientras Draco va a llamarla cuando ve que Bob y su madre empiezan a besarse.

-Vámonos-le decía Narcissa a Bob, ninguno de los dos se ha dado cuenta que Draco estaba viéndolos, Draco se queda sorprendido y paralizado.

Cho y Draco están sentados en un banco en el muelle. Draco sigue sin reaccionar.

-Oye, sé que ahora tienes la cabeza hecha un lío y no sé, tal vez, una de las cosas que se te ocurren es pensar lo injusto que es este momento en el que necesitas hablar con alguien y estás junto a casi una extraña, pero siempre tenemos algo que decirnos el uno al otro, aunque nuestras conversaciones sean un poco en broma, ya sabes divertidas y dulces, pero algo superficiales. Lo que intento decirte es que si quieres hablar con alguien de esto, hablar en serio, aunque no lo hayamos hecho nunca, me gustaría que contaras conmigo Draco-le decía Cho a Draco, el la mira, y se queda pensativo.

Draco está tocando la puerta de la casa de Hermione, y es ella quien abre la puerta.

-Necesito hablar contigo.

-Claro.

Draco y Hermione están sentados en un asiento que hay fuera de la casa de Hermione.

-Tendría que contárselo a mi padre, "papá, la mujer con la que vas a celebrar los 20 años de feliz matrimonio se acuesta con Bob". Parece ser que su olor a "aqua-velvet" era irresistible.

-Los dos sabemos que no es una buena idea Draco.

-¡Dios! Siempre he bromeado con que tenían una aventura, pero no hablaba en serio, ¿has visto la tasa de adulterio en esta ciudad? Tus padres, mis padres. Vivimos casi en una postal de Norman Rockwell, en casas con vallas blancas y vistas al río y en el fondo... ¿lo sabrá la gente?

-Siempre lo sabe todo.

-Nosotros no, ¿verdad? Hermione, yo no tenía ni idea, ¿y tú?-pregunto Draco mientras Hermione se queda callada y le retira la mirada-lo sabías, ¿Cómo... cómo no me has dicho nada?

-¿Para qué? ¿para que me odiaras por contártelo, sabes que habría ocurrido eso. Además, creía que ya te habías dado cuenta.

-¿Qué?

-Eres un chavo muy observador cuando quieres. Supongo que estarás de acuerdo en que ahora estás en babia.

-¿De qué estás hablando?-pregunto Draco confundido

-Te doy una pista, pelo negro, sujetador de la talla 90...

-Oh, esto no es una discusión sobre Cho, Hermione me has mentido-dijo Draco enojado.

-No sabía cómo...

-¿Qué pasa? ¿Cho te supone una amenaza?-le pregunta Draco a Hermione enojado.

-No me supone una amenaza, es que me aburre.

-Te aburre, y me has mentido para acabar con tu aburrimiento.

-Intentaba portarme como una amiga.

-No Hermione, lo que has hecho no es propio de una amiga, lo que has hecho y espero que te quede claro es destrozar nuestra amistad.

-No Draco, intentaba decírtelo, y no sabía como hacerlo.

-Te faltan las palabras Hermione, si no sabes que decir tranquila, tus actos son muy elocuentes. ¡Adiós! ¡Hasta luego! ¡Que te vaya bien la vida!-dijo Draco mientras se va dejando sola a Hermione.

Se ve como Harry llega en bicicleta hasta el videoclub, y al bajarse ve a Yolanda y al Sr. Gold sentados en la cafetería de enfrente, y ve como hablan y se divierten juntos. A Harry no le hace gracia verlos juntos.

La madre llega a casa y se encuentra con Draco.

-Ah, Hola Draco-lo saluda.

-Hola.

-No te vi ayer en la emisora, pensé que pasarías a saludarme.

-Se liaron algo las cosas.

-Sentí no verte.

-Ya-le responde Draco enojado.

-Cariño, ¿te preocupa algo?

-No, estoy bien.

-Ah, claro, pues yo no me lo creo, jamás se te ha dado bien disimular esa mirada de preocupación cuando algo te molesta. Déjame adivinar... una de las muchas mujeres que hay en tu vida te está volviendo loco.

-Sí, algo parecido.

Draco llama a la puerta de casa de Cho y su abuela abre la puerta.

-Sí, ¿en qué puedo ayudarte?-pregunto la abuela.

-Pues en dos cosas. Primero, sé que no le caigo bien, que piensa que soy un loco por el sexo que quiere corromper a su nieta pero quiero decirle que no es el caso se lo aseguro.

-¿Qué es lo segundo?-pregunta la abuela.

-Que vengo a buscar a Cho.

-¡Cho!

Draco y Cho están en el exterior, Cho está sentada sobre una mesa de mármol mientras Draco da vueltas a su alrededor alterado.

-Puede que sea yo, que tenga ideas anticuadas sobre la fidelidad, que evidentemente he heredado sólo de mi padre. Oh, lo siento, ¿te aburro con esto?-pregunto Draco.

-No.

-Yo empiezo a aburrirme de mí mismo-dijo Draco mientras empiezan a pasar por ahí.

-No, claro que no Draco. Me alegro de que me cuentes esto, me sentí un poco herida cuando no quisiste decirme ni palabra y estaba segura que irías corriendo a hablar con Hermione.

-No volveré a cometer ese error. Hazme un favor Cho, prométeme que siempre serás franca conmigo.

-Vale.

-No es un comentario pasajero. Siempre he creído que los secretos destruyen, hieren, matan, dañan y quiero conservar lo nuestro, ¿vale? Nada de secretos entre nosotros. Nunca.

-Sí, sí bueno, si pero no crees que en algunas situaciones la gente prefiere no saber ciertas cosas-dijo Cho preocupada.

-No, incluso, si mi madre ya no está enamorada de mi padre debería habérselo dicho, en vez de engañarle...

-No me refiero a tus padres. Oye, nunca te has preguntado porque me vine hace 2 meses a vivir aquí de repente.

-Porque tu abuelo está enfermo y tu abuela necesita ayuda-le respondió Draco como si fuera lógico.

-Mi abuela ha sido enfermera durante 40 años, lo mejor que puedo hacer para ayudar es no estorbar.

-Entonces... ¿por qué viniste aquí?-pregunto Draco.

-Bien... sinceridad ¿eh?-dijo Cho.

-Sí

-Bueno, mis, mis padres no me enviaron aquí para ayudar a mi abuela, lo hicieron porque los tópicos sobre los adolescentes de la gran ciudad son ciertos.

-¿Qué tópicos?-pregunto Draco.

-Vamos, ya los conoces, crecen muy deprisa, llegan tarde a casa, salen con la gente equivocada, conocen el sexo antes.

-¿Y tus padres querían apartarte de esa gente?-pregunto Draco interesado.

-No, yo era esa clase de gente.

-¿En lo del sexo también?

-Sí-respondió Cho.

-Tenías novio, ¿no?

-Sí, pero no sólo lo hacia con él-dijo Cho sorprendiendo cada vez mas a Draco.

-Entendido, entonces imagino que debería olvidar todo eso de que eres virgen.

-Oye, quizás estoy siendo completamente autodestructiva porque me gustas y no sé si es el momento adecuado, pero lo cierto es que tú lo has pedido y tienes razón, deberíamos ser sinceros, tienes que saber con quien sales. Estás bien, verdad.

-Sí, bueno por el tono que usabas, creí que iba a ser mucho peor.

-Ya... ¿Draco?

-¿Qué?

-¿Me das la mano?

-Sí, claro-le responde Draco, aunque le da la mano, pero se le nota que está incómodo y enfadado.

Draco camina por los pasillos del instituto cuando Cho lo ve y le llama la atención.

-¡Eh! Te he echado de menos esta mañana-dijo Cho.

-Vine temprano, por la película y eso.

-Estaba pensando en saltarme las prácticas de periodismo para ir al cine-dijo Cho.

-Suena genial, pero voy retrasado con los deberes y me nota media no se lo puede permitir.

-Entonces te vendrá bien un descanso.

-De acuerdo, sí, te llamaré.

-¿Sí?-pregunta Cho algo preocupada.

-Sí, claro, sí.

-Draco, lo que te estuve contando ayer es...

-Cho, ahora tengo que irme pero hablaremos luego.

-Sí, luego.

Harry entra en la clase donde está Yolanda sola borrando la pizarra.

-La pregunta del día, ¿crees que si alguien tiene una aventura con varias personas debe contárselo a todas las partes en conflicto?

-¿Una encuesta informal, Harry?

-No. Estamos de acuerdo en que eso es importante con el SIDA y otras enfermedades, por no mencionar las implicaciones morales.

-Claro, tienes razón. Si tienes relaciones con alguien más me gustaría saberlo-dice Yolanda.

-¿Yo? No, no, no, no me devuelvas la pelota.

-¿De que pelota hablas?-pregunta Yolanda.

-De ese asunto.

-Pero, pero, ¿de cuál?

-Te gusta él o te gusto yo.

-Eres desconcertante cuando hablas como alguien de tu edad-dijo Yolanda.

-Ayer los vi comiendo juntos y ahora mismo estaban riendo en el pasillo y le acariciabas el brazo. ¿Con quién te vas a quedar? ¿Conmigo o con el Sr. Gold?

-Oye, no sabía que te preocupaba tanto Harry porque detesto que me obliguen a elegir, lo cierto es que Benji y yo tenemos mucho en común, nos gusta hablar de libros, y de autores, los dos adoramos la ópera, por no mencionar nuestros problemas con los hombres.

-¿Problemas con los hombres?-pregunta Harry confundido.

-Parece ser que a pesar de tu concienzuda investigación no te has dado cuenta de que yo no soy precisamente su tipo.

-Ah, ¿no?

-Al menos que creas que me parezco a Mel Gibson.

-¿El Sr. Gold es gay?-pregunta Harry mas sorprendido que antes.

-Shhh... no lo proclames.

-Entonces no lo entiendo, ayer en el Café cuando intente tocarte...

-¿Qué por qué estando en un lugar público donde estudiantes, o colegas, o padres podían vernos no te deje hacerlo? Harry, si te sientes confuso, si intentas darle algún sentido a lo que nos ha pasado, puedo decirte que yo también.

-¿Sí? ¿De verdad?

-Sí, de verdad.

Draco está recogiendo sus libros de su taquilla cuando Cho se acerca hasta donde está él.

-¡Hola! Me debes el 90 de una conversación-dijo Cho.

-Sí, supongo.

-Puede que sea por mi patética inseguridad, pero quería dejar en el pasado lo de anoche y asegurarme de que lo llevas bien.

-Lo llevo bien.

-¿De verdad?-pregunta Cho no muy convencida.

-Sí, además Cho es tu pasado, es algo inevitable, si me fastidiara no podría hacer nada al respecto.

-Puedes decírmelo.

-¿Decirte qué, Cho? Quieres que te diga algo y no sé que es.

-Deja que te eche una mano. Puedes contarme porque me estás evitando y que hay detrás de esa mirada, si es repulsión, celos o reproche porque sé que no me habías mirado así antes. Dime que te sientes incómodo, que necesitas un tiempo de separación porque te parece que no me conoces y que quizás nunca me has conocido y ahora voy a ponértelo fácil Draco, sólo dime si se me ha olvidado algo-dijo Cho, Draco la mira y no dice nada-no, creo que no.

Draco y Harry están en el videoclub.

-¿A ti te importaría?-le pregunta Draco a Harry.

-¿Por qué iba a importarme?-le responde con otra pregunta Harry.

-Porque no es virgen, porque se ha acostado con otros tipos.

-Oye, esto es lo que no entiendo para nada de ti, si la mujer que me vuelve loco viniera a mí y me confesara de repente que en realidad no es virgen... es que no ves lo que está haciendo por ti.

-No.

-No lo ves.

-Que no, amigo.

-Te esta enviando una señal Draco, te dice, oye entiendo que estés nervioso por lo de hacer el primer movimiento porque eres de esos románticos que ponen a las mujeres en un pedestal pero yo, voy a hacerte el mejor regalo que cualquier mujer deseable puede darle a un chico sin experiencia...

-¿Una señal?-pregunta Draco.

-Exacto, te está diciendo que lo desea tanto como tú, que la necesidad física es mutua.

-No se trata de sexo Harry, ¿y el romanticismo que, amigo? No tienes ni idea de lo que estoy hablando.

-Sí, la tengo-le dice Harry.

-No, porque lo que iba a decir antes de este sermón sobre el mundo según Harry, es que esto no tiene que ver con ninguna señal sino con una sola cosa.

-Sí, con que estás muerto de miedo. Escucha, Draco, la Cho Chang que te has inventado en tu fértil imaginación no existe del todo, te enteras, en tus películas puede ser lo que tu quieras, pero en la vida real hay que tirar los guiones.

-Eso parece.

-Mira, lo único que te digo es que te diviertas, la vida está llena de regalos inesperados.

-Sí, aunque prefiero seguir sin esas vueltas del argumento. La novia virginal...

-Que no es lo que se dice una virgen-le dice Harry.

-Y el futuro artista del instituto...

-Tiene una aventura con su profesora.

-También esta la pareja felizmente casada que celebra su 20 aniversario y que no es tan feliz como pensábamos.

-Sí, eso es un marrón. ¿Has hablado ya con tu madre?-pregunta Harry interesado.

-No, cambio de planes.

-Dijiste que hablarías con ella.

-Hablaré con mi padre.

La casa de los Malfoy. El padre de Draco se está arreglando la corbata, cuando llega Draco y apaga la música para poder hablar con él.

-¡Hola! No te he oído llegar-le dice su padre.

-No me extraña. Así que esta es la gran noche, ¿eh?

-¿Tienes idea de lo largo que son 20 años?-pregunta su padre a Draco.

-No.

-Y eso sin contar los 4 que estuvimos saliendo.

-Tengo que decirte algo-dice Draco seriamente.

-Nuestros amigos de la universidad van casi todos por su segundo matrimonio, nos casamos todos alrededor de los 20, un poco jóvenes para lo que se lleva ahora...

-Es posible que no sea la mejor ocasión para hablarte de esto-sigue diciendo Draco pero su padre lo ignora.

- ... pero después de 20 años diría lo mismo que dije entonces, no imagino la vida sin ella.

-Oye-dice Draco desesperado.

-¿Qué?-pregunta su padre.

-Debo contarte algo.

-Parece grave, ¿qué pasa?

-Sé que no es el mejor momento para decírtelo, pero...-empieza Draco pero su madre aparece en la habitación, se está poniendo los pendientes.

-Hola Draco. Estaré lista enseguida.

-Vale, cariño-le responde su esposo, Narcissa se acerca a Lucius y le besa para después salir de la habitación.

-Umm, Ah... Draco, venga, te escucho.

-Feliz aniversario, disfrútalo.

Cho llega al restaurante donde Hermione está haciendo las cuentas de la caja.

-Hola-dice Cho.

-Lo siento, vamos a cerrar.

-Espero que sobrevivas al susto, vengo a verte. Necesito un consejo.

-¿Y en qué me consideras una experta?-pregunta Hermione a Cho.

-En Draco Malfoy.

-Oye, estoy ocupada con las cuentas y el cierre, podríamos dejarlo para otra ocasión...

-Le he dicho que no soy virgen.

-Creo que tengo un minuto-le vuelve a decir Hermione ahora interesada en el tema.

Hermione y Cho están ahora sentadas en una mesa.

-Parecía decepcionado conmigo y por supuesto me enfade, y ahora no sé en que punto estamos.

-Bueno, te hablaré de Draco, tiene muchos recursos para su edad pero no es lo que se dice maduro. Vamos, que es el clásico hijo único, se enfada cuando algo no le sale como él quiere, lo ve todo blanco o negro, lo demás le desconcierta.

-Ya.

-En cuanto a mujeres ha habido papas con más experiencia, era un renacuajo hasta el verano pasado. Decir que tiene una vida sexual pobre es el eufemismo del siglo, es peor que eso, no existe. No envidio la tarea que tienes por delante.

-No intentas asustarme, ¿verdad?-le pregunta Cho.

-No, intento decirte que puede que los hombres que acaban siendo buenos fueran también unos peleles a los 15 años.

-¿Y qué harías tú?-le pregunta Cho a Hermione.

-Mmm, lo mismo que tú, sentirme herida, enfadada, confundida, pedir consejo a la gente, tal vez a quien no debía y esperar.

-¿A qué?-pregunta Cho.

-A que creciera, madurara, todo.

-¿Y cuánto tardará?

-No me preguntes a mí, puede que yo fuera estúpida y le esperara siempre-dijo Hermione.

-¿Te molesta la compañía?-pregunta Cho, mientras Hermione baja la cabeza y no dice nada.

Harry y Yolanda están tumbados en la cama de la habitación de Yolanda, Harry lee una revista mientras Yolanda escribe algo.

-¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Cuántos años tienes Yolanda? ¿Unos 35?

-Más o menos.

-Has estado con otros hombres, ¿verdad?

-Con varios, sí.

-¿Muchos?-pregunta Harry interesado.

-No muchos que me importaran.

-¿Y con cuantos de esos?

-¿Qué me importaran? ¿Quieres un número? Bueno, veamos, uno en el instituto, otro en la universidad y desde entonces yo diría que ha habido tres, pero nadie desde hace unos años.

-Ah... bien, genial, gracias.

-Harry.

-Sí.

-El del instituto, no fue en mis años de estudiante-dice Yolanda mientras Harry sonríe, entendiendo que se refiere a él.

Cho está junto a la cama de su abuelo, le tiene cogido de la mano, y empieza a hablarle.

-Hemos tenido otra semana muy atareada en Oxford, las últimas personas que yo creía que se pondrían de acuerdo en algo, lo han hecho, los dos, la abuela y Draco reconocen que soy una fulana. Entre tú y yo abuelo, no sé que es tan importante dentro de un par de años el 50 de la gente de mi edad conocerá el sexo y dentro de 5 años el 100 y a nadie le importará lo que hice, pero ahora mismo es una desgracia y es una mancha. Quien sabe puede que no se mire tan mal a las chicas de 15 años con pasado oscuro cuando tú despiertes.

Es de noche y hay luna llena, Draco está sentado en un banco en las ruinas cuando Hermione viene a hablar con él.

-¿Pasando el rato con los amigos?-pregunto Hermione.

-Sí, por eso no te he invitado.

-Baja el arma, vengo en son de paz. Vas a fastidiarlo.

-¿El qué?-pregunto Draco.

-Lo de Cho, ha venido a verme, le he dicho "Tranquila, volverá".

-Gracias, muy amable.

-Y que en realidad lo que te ocurre es que estás enfadado por lo de tu madre y tu padre.

-Enfadado con el mundo Hermione, soy un adolescente.

-Ahh, por cierto, me he hecho amiga de la rubita, así que si tienes mensajes que trasmitirle, dímelo y...

-Oye Hermione, te doy las gracias por lo que hayas hecho, pero no quiero hablar de eso ahora... contigo.

-Vamos, pierdes la oportunidad de hablar de la chica de tus sueños, ¿no es lo que se hace con los amigos?-pregunto Hermione.

-Así es, pero dudo que tú y yo lo seamos.

-Bien, que curioso, han cambiado las tornas.

-No es sólo por lo de ayer, es por la semana pasada, el mes pasado y por lo que pasa últimamente entre nosotros. No nos llevamos tan bien como antes.

-¿Y nuestra amistad? ¿Crees que ya no somos amigos?-pregunta Hermione enojada.

-Ni idea. No lo sé, somos más, somos menos, yo... yo sólo sé que nada es como antes. Todo ha cambiado.

-Se llama evolución social Draco, lo que es fuerte crece y lo que no termina tras las vitrinas en las vitrinas de ciencia de los museos.

-¿Tú y yo vamos camino del museo?-pregunto Draco.

-No tengo ni idea. Te enfadas conmigo con mucha facilidad.

-Tú me criticas demasiado-dijo Draco y ambos se ríen-en algún universo alternativo debimos estar casados 50 años.

-Seguro que fue una boda preciosa.

-La mejor.

-Vinieron nuestros amantes.

-Sí, Cho estaba a mi lado, claro.

-Y al final de la noche, llegó la pregunta, a quién llevarse a casa, a la amante o a la esposa.

-Um, un dilema-dijo Draco mientras seguían bromeando.

-Pero fascinante, estabas frente a frente con el dilema considerando tu elección, tus ojos se movían despacio de ella a mí, y otra vez hacia ella.

-Y luego hacia a ti

-Si, pero yo estaba con un tipo rico en el bar.

-Hasta que don dinero se propasó y tuve que ir a rescatarte.

-¿En serio?-pregunto Hermione y Draco asiente con la cabeza-no recuerdo esa parte.

-Yo sí, del todo como si fuera hoy. Sí, tuve que ir a rescatarte.

-¿Estuviste a la altura? ¿Dejaste de lado el análisis racional de la situación y de tus actos? Dime, ¿nos salvamos el uno al otro esa noche?-Hermione se queda mirándolo y Draco se queda pensativo.

-Todo está algo borroso en ese punto, no lo recuerdo muy bien, no sé decirte.

-Bueno, cuando por fin lo recuerdes, quiero que me digas lo que ocurrió.

-Serás la primera en saberlo-dijo Draco.

-Vale. Buenas noches Draco. Estoy cansada de esta doble charla-Hermione está a punto de irse cuando se vuelve hacia Draco-Draco.

-Sí

-No importa que pasara en la boda, seguro que disfruté contigo la vida hasta el final.

-Sí-dijo Draco cuando Hermione se ha ido-yo también.