La habitación de Draco, Hermione y Draco están sentados en la cama en su noche de cine, la película que estaban viendo se ha terminado y Draco corta el vídeo.

-Muy bien, buena película. Muchas gracias, tengo que irme.

-Tranquila, ¿qué prisa tienes?-le pregunta Draco a Hermione.

-Siento aguarte la fiesta, pero Dennis sale ya de cuentas y necesita más ayuda en casa.

-Vamos. Oscar puede ocuparse de lo que haga falta. Además, sólo hemos visto una película y siempre vemos varias en las noches de cine.

-Siempre hay una primera vez-dice Hermione, vemos a Cho que está a la izquierda de Draco sentada en una silla y que no había visto.

-Ah, una noche con muchas novedades.

-Cho, ¿a qué te refieres?-le pregunta Hermione.

-Oye, es más que evidente, aunque hemos hecho todo lo posible por ignorarlo, se nota que he interrumpido una reunión muy personal y está claro que mi presencia los hace sentir incómodos, así que... Hermione tú quédate a ver otra película, me, me voy yo.

-No tienes por que hacer eso-dice Draco.

-No, no importa. Además, tú y yo hemos decidido tomárnoslo con más calma. Unas horas sin vernos no van a matarnos. Y la abuela está en pie de guerra, en cuanto vea que se marcha Hermione, empezará a desconfiar de que nosotros nos quedemos solos. Así que me voy.

-Oye, no te vayas por mi culpa, no quisiera fastidiarle la noche a nadie-dice Hermione.

-No, no es por tu culpa, no te lo tomes como algo personal.

-Solucionado, siguiente cuestión, ¿qué vamos a ver? Ah...-empezó a decir Draco.

-Eso no es una solución. Hermione, si nos quedamos las dos nos vamos a sentir tan incómodas como hasta ahora.

-Pero, a ver si me aclaro. La noche de cine se ha reducido a lo siguiente tú-dice Draco señalando a Cho-no te quedas si ella se va porque tu abuela no lo permitiría y no te quedas si ella se queda porque es violento.

-Sí-dice Cho.

-Y tú-señala ahora a Hermione-no te quedas si ella se va porque sentirías que la has echado y no te quedas si ella se queda porque te fastidiaría la noche de cine.

-Aprobado-dice Hermione.

-Como esta es mi casa y yo no puedo ir a ningún sitio, según mis cálculos sólo veo una opción-dice Draco.

-Adiós Draco-dice Hermione y Cho al mismo tiempo.

-Un momento-dice Draco.

-Hasta mañana-dice Hermione.

-Duerme bien-le dice Cho.

Hermione se va por la ventana y Cho por la puerta de la habitación, Draco se queda solo.

-Es sólo cine, ¿por qué es tan complicado?-se pregunta Draco.

Casa de los Granger, Dennis está sentada leyendo un libro, Oscar llega y le da los buenos días.

-Buenos días, cariño-le da un beso es la frente-¿Qué tal estamos esta mañana?

-Bueno, si te sientes con ganas de vomitar, hinchado e irritable, creo que nos sentimos exactamente igual.

-Míralo por el lado bueno, cumples el día 22, en menos de una semana habrá terminado todo.

-¿Una semana? Que no dure una semana más. Es inhumano, no duermo, tengo las piernas como globos, me está matando la espalda y tengo náuseas 23 horas al día. El periodo de gestación de los murciélagos es de 2 meses. Dos meses, eso es justo, razonable. ¿Por qué yo no puedo parir un murciélago?-pregunto Dennis.

-Porque estamos, casi seguros, de que eres humana-dice bromeando Hermione.

-¿Aún vives aquí?-pregunta Dennis a su hermana.

-Desgraciadamente. ¿Cuándo tienes la entrevista?-pregunta Hermione a Oscar.

-Después del trabajo. En el restaurante francés de Hyannis-le responde Oscar.

-Si no te gusta estar aquí Hermione, nadie va a impedir que te vayas. En muchos estados ya te considerarían adulta-dice Dennis.

-Que gracia, porque a ti no.

-¿Oscar?

-Vamos, Hermione, tu hermana no se siente muy bien hoy. Se un poco más tolerante con ella, ¿vale? Oye, sé que la matriarca se ha pasado últimamente pero dentro de nada tendrá al bebé y te prometo que volverá a ser la de siempre.

-Eso es lo que me preocupa-dice Hermione.

La habitación de Cho. Su abuela está recogiendo la ropa de la cama, cuando ve un calendario en el que hay el dibujo de un desnudo.

-En nombre del cielo, ¿qué es esto?-dice asustada su abuela.

-Un calendario, abuela.

-Un calendario indecente.

-No, un calendario de arte. Y antes de que te enfades, que sepas que estas fotografías están en las mejores galerías del mundo.

-No me importa donde estén, en mi casa no miramos hombres desnudos.

-Pero le rezamos a uno-dice Cho jugando.

-Oh, no te atrevas a compararlo, niña. ¡Ay, Dios mío, Cho! ¿Qué? ¿Qué ha pasado contigo? ¿La chiquilla que yo conocía, que llevaba a la catequesis cuando venía a visitarme en verano y que sentía respeto por la Iglesia y por sus enseñanzas?

-Que ha considerado todas las posibilidades de la existencia de un origen divino y no las encuentra convincentes. Y que aunque respeta a todos los que optan por creer en un ser superior, ella no lo cree. Simplemente ha crecido abuela.

-Puede ser o puede que sólo crea que ha crecido.

Harry y Yolanda están junto al coche de ella, en la entrada del instituto.

-Salgamos este fin de semana, solos tú y yo-le dice Harry a Yolanda.

-Eso es lo que hacemos siempre.

-No, no salimos, nos encerramos. Primero, inventamos excusas para que pueda pasarme por tu casa el viernes, luego cerramos puertas y echamos persianas para que nadie del pueblo pueda vernos juntos. Sé que tienes problemas para reconocer que tenemos una relación, pero admite que hay algo entre nosotros.

-Sí, hay algo, es verdad-dice Yolanda.

-Vale, pues comportémonos como corresponde, saliendo fuera, en público, juntos, como una verdadera pareja.

-Harry, eso es precioso, pero poco práctico.

-No tiene por que ser en Oxforda, podemos irnos hasta Providence, ¿de acuerdo? Cenamos, vamos al cine, allí nadie nos conoce, seremos como cualquier otra pareja típica que disfruta del sábado noche. Bueno, ¿qué dices? ¿Saldrá conmigo Srta. Honda?-Yolanda sonríe.

Draco y Harry están en los lavabos del instituto, Harry le está hablando a Draco de su relación con Yolanda.

-¿Te ha dicho que irá a Providence contigo?-le pregunta Draco.

-Bueno, no ha dicho que sí, pero tampoco que no. Sólo me ha dicho, me gustaría Harry, pero no puedo. Oye, según mis planes, ella estará en el bote en cuanto consiga el carnet de conducir-dice Harry mientras mira entre los lavabos para asegurarse que están solos.

-¿Qué haces?-le pregunta Draco.

-Hay que tener todas las precauciones posibles con esta información.

-Te compadezco, todo el tiempo intentando sacar a la Srta. Honda del dormitorio.

-Oye, esta relación no se limita al sexo, aunque por suerte lo hay a raudales-dice Harry mientras la campana de clases suena.

-Me voy, no quiero que tu novia crea que le doy plantón. Ten mucho cuidado con esto, amigo.

-No te preocupes.

Cuando ellos se van, se ve que había un chico en unos de los lavabos, subido encima de baño y fumando, él ha estado escuchando toda la conversación de Draco y Harry.

Cho camina por el exterior del instituto cuando Draco se une a ella.

-No ha sido fácil pero voy a tener un descanso de las penas maritales de mis padres. Lucius y Narccisa se van a una terapia de pareja y este fin de semana la mansión Malfoy es mía, así que...

-Eso está bien, pero...

-¿Cómo que bien? Esperaba algo un poco más ilícito que eso-dice Draco.

-Oye, circula un rumor extraño sobre Harry por el instituto, ¿lo has oído?-le pregunta Cho.

-¿Cuál? ¿Qué por fin a entregado algún trabajo a tiempo?

-No precisamente y no se trata sólo de Harry, también de la Srta. Honda.

-¿Qué pasa con ellos?-pregunta Draco preocupado.

-Digamos que para ser profesora y alumno su relación es más cercana de lo normal, tan cercana que está considerada ilegal en 35 estados.

-Habrá que cortar eso de raíz, ¿quién te lo ha contado?

-Mejor pregunta quien no me lo ha contado. Lo comentan todos, es público.

-Hay que encontrar a Harry-dice Draco, sale corriendo hacia el edificio.

-Espera Draco. ¿Es cierto? ¡Draco!

-Te lo dije un día, no te puedo mentir, así que hazme un favor, olvida que me lo has preguntado.

Draco y Cho están en el pasillo del instituto cuando Hermione se une a ellos.

-Chicos, no os van a creer lo que he oído-dice Hermione.

-Algo me dice que sí-dice Draco. Ven a Harry que está al final del pasillo, Draco le grita para llamarle la atención-¡Ehhh!-pero antes de que Harry llegue hasta ellos, una chica le dice lo que está pasando en el oído, Harry y Draco se miran preocupados.

Harry y Draco están en el cuarto de mantenimiento del instituto.

-Hermione me ha dicho que según ha oído, Kenny Leaverton estaba fumando en los servicios. Lo oyó todo-le dice Draco a Harry.

-Ya, bueno. Eso encaja. Mi vida iba demasiado bien, alguien tenía que fastidiarla.

-Vamos, Harry, no es tan malo.

-De verdad que aprecio tus esfuerzos Draco, pero te aseguro que sí es tan malo, seamos sinceros, es peor, es un cataclismo. Este es uno de esos raro hitos que parten tu vida en dos, en lo que pasó hasta ese momento y en lo que viene después. Mi único consuelo es la débil esperanza de que esto no alcance a Yolanda. Así que si me dejas solo un momento, me gustaría inclinar la cabeza sobre el pecho y compadecerme a mí mismo, de verdad, te lo agradecería mucho.

-Oye Harry, desde luego esto no es bueno, pero todavía está en tus manos controlarlo.

-No es el momento para un sermón a lo Obe- Wan.

-No, escúchame. Ahora mismo la única cosa peor que un rumor es un rumor que se alimenta, si sales por esa puerta con la cabeza gacha y cantando el pobre de mí, admitirás que es verdad. Pero si entras en las aulas como si esa fuera la cosa más ridícula que has oído en tu vida, puede que todo esto termine y quede olvidado a sexta hora.

-Eso, eso puedo hacerlo. Puedo estar tranquilo, despreocupado...-dice Harry.

-Sí.

-Una sonrisa, un guiño, un paseo tranquilo por los pasillos, como si no hubiera pasado nada, como si me diera igual.

-Sí.

-Claro que sí.

Harry sale del cuarto y empieza a andar por el pasillo, todo el mundo le mira y empieza a cuchichear a su paso, él intenta parecer despreocupado y alegre, mientras Draco le mira desde atrás, pero cuando llega a la esquina, su rostro cambia de expresión, suspira y se echa la mano a la cabeza.

Yolanda está dando clase de literatura.

-Romeo y Julieta, quizás representen el ejemplo más claro de análisis del tema del fruto prohibido que estudiaremos este año.

-No, ya no-dice un chico de la clase y el resto de la clase se ríe, en ese momento llega Harry apresuradamente.

-Sr. Potter, llega tarde-dice Yolanda.

-Acabaría muy cansado anoche-dice otro chico la clase se vuelve a reír, el primer chico que ha hablado que está detrás de Harry le pregunta.

-Resuelve una apuesta, ¿son de silicona?-pregunta.

-Basta de comentarios Sr. Twitchel, hablaremos después de clase.

-¿Me lo promete?-dice el chico emocionado.

-Muy bien, tranquilos. Por dónde íbamos...

-El fruto prohibido-dice un chico la clase vuelve a reír y Yolanda mira a Harry.

Harry está sentado en un banco al lado del puerto, Hermione llega y se sienta con él.

-Hola, ligón.

-Puedes seguir tu camino, no me lo voy a tomar mal-dijo Harry.

-Oye, aunque no lo parezca no vengo a burlarme de ti. No sé si el rumor es cierto, exagerado o si es una extravagante maniobra para parecer más atractivo a las chicas pero, quiero decirte que entiendo lo que debes estar pasando...

-No, yo dudo que sepas lo que estoy pasando-dice Harry riendo.

-Déjame ver. Te miran por los pasillos y en clase, eso está claro, y hablan a tus espaldas, unos y desconocidos pronuncian tu nombre y en poco tiempo eres víctima de una paranoia sea verdad o no, tú piensas que todo el mundo habla de ti. Imagínate si hubieras hecho algo peor.

-¿Cómo qué?-pregunta Harry.

-Como vivir con tu hermana soltera y embarazada y su novio negro, mientras tu padre cumple condena por traficar. Piénsalo Harry, la verdad es que tenemos algo en común, somos tema de chismorreo para estos mojigatos. Y por desgracia para ti, ahora eres la mejor historia.

-Genial, ¿y qué puedo hacer?-pregunta Harry.

-Lo mismo que yo hice, rezar para que aparezca una historia mejor.

Cho y Draco caminan hasta casa.

-La abuela se enfrenta a mis opiniones, haciendo como si no existieran, lo cual por supuesto me enfurece, entonces empiezo a hablar de manera más emocional que racional, y me pongo brusca, a la defensiva, dándole más de una razón para que no considere mis puntos de vista. Estamos encerradas en un horrible círculo vicioso.

-Pero tendrás que hacer algo, no puedes pasarte los tres años de instituto ignorándola.

-Tú crees, vaya ese era el plan A-dice Cho mientras su abuela está esperándola en la puerta-um, ahí está, como un reloj, siempre vigilando mi modo de vida libertino. Ah, nos vemos esta noche.

-Vale-Cho entra en casa, mientras Draco se va.

-La cena es a las seis, lávate las manos y a la mesa, por favor-le dice la abuela.

-Claro.

Dennis está intentando arrancar el coche, pero una rueda está atascada en el barro. Hermione llega entonces.

-Dennis, Dennis.

-Hermione, como me alegro de verte.

-¿Qué te pasa? ¿Ocurre algo?-pregunta Hermione preocupada.

-No, en realidad no es nada. Iba de camino a la clínica. He tenido un pequeño contratiempo.

-¿La clínica? ¿Pero tenías cita hoy?

-No la tengo, mi próxima cita es el 22 cuando salgo de cuentas, pero creo que a ver que cambiar los planes.

-¿Por qué?-pregunta Hermione.

-Porque creo que me he puesto de parto-Dennis comienza a tener dolores.

-Oh, Dios mío. Hay que mover la furgoneta.

-Está todo controlado, pero necesito una ambulancia y nuestro teléfono no funciona lo que se dice muy bien en esto momento.

-¿No?-pregunta Hermione.

-No.

-Dios.

-Lo que significa que el teléfono más próximo es el de Draco. Necesito que me lleves allí volando.

-La casa donde vive Draco es la más cercana, pero no es lo más conveniente, sólo hay una... manera de poder llegar.

Se ve a Hermione y Dennis en la barca cruzando el río, Hermione está remando.

-No te preocupes Dennis, llegaremos.

-Al ritmo que vas Hermione, creo que pronto vamos a ser tres. Vamos dame eso-Dennis coge los remos y se pone en el lado de Hermione y Hermione en el de Dennis-Dios, remas como una niña, sabes. Creí que eras una remera consumada.

-Sí, y yo creía que tu ibas a parir la próxima semana en un hospital.

-Ohh-se queja de dolor Dennis.

-Dios mío, Dennis. El bote está haciendo agua.

-No es el bote Hermione.

-Entonces, ¿qué es?-pregunta Hermione mientras Dennis sigue con los dolores.

Draco está en su habitación llamando por teléfono a Harry, Hermione llega corriendo a pedirle ayuda.

-¿Harry, no está? Dígale que me llame en cuanto llegue. Gracias.

-¡Draco!

-Hermione, me alegro de verte, estoy preocupado por Harry, no consigo encontrarle.

-No hay tiempo para charlas. Dennis va a tener el bebé.

-Genial, enhorabuena-dice Draco contento.

-En tu jardín.

-¿Qué?

Hermione, Dennis y Draco están ahora en el salón. Draco está llamando por teléfono al hospital para pedir una ambulancia.

-Vale. Bien, bien. Entiendo. Si por favor, espero.

-¿Qué dice?-pregunta Dennis.

-Buenas noticias, hay una ambulancia, malas noticias, está atascada en Duxsbury.

-¿Duxsbury? Eso está a una hora de aquí.

-Un accidente de tráfico, un parto no es la máxima prioridad hoy, pero van a decirme cuanto tardará.

-Un hospital con una sola ambulancia y ni un médico en 5º kilómetros, otros de los encantos de vivir en medio de ninguna parte-dice Dennis.

-Sí, sigo aquí. ¿Cuánto?-pregunta Draco.

-¿Dónde está Oscar? ¿Le has encontrado?-pregunta Dennis a Hermione.

-No, he llamado a la heladería y ya había salido para Hyannis.

-Van a mandar la ambulancia lo más rápido que puedan pero no pueden asegurarnos nada, eso es todo-dice Draco, Dennis le pide el teléfono a Draco y empieza a hablar ella.

-Escúcheme funcionario de mierda, le habla la futura madre, tal vez no sea la clase de contribuyente que merezca atención rápida ante un caso así, pero tengo un zapato lleno de líquido amniótico, mi pelvis baila la rumba y corro peligro de muerte si me atienden en el parto dos adolescentes. Así que deje de poner excusas, ya está usted moviendo su maldito culo y trayendo una ambulancia antes de que mi feto se licencie-Dennis cuelga el teléfono cabreada.

-Impresionante. Ya se habrán puesto en camino-dice Hermione.

Harry está en la puerta de la casa de Yolanda esperándola.

-No vamos a tener esta conversación-dice Yolanda.

-¿Qué conversación?-pregunta Harry.

-Esa en la que intentas consolarme y pedirme disculpas, esa en la que me explicas que tú no eres culpable de haber abierto tu bocaza.

-No, no lo soy. Sólo se lo dije a Draco, no sabía que Leaverton estuviera en el servicio.

-Había un límite muy claro dentro de esta relación, Harry. No era el sexo, ni la relación íntima, sólo una, no podías hablar de ella. Ni contárselo a tus amigos, ni fanfarronear con tus compañeros...

-Yo no...

-Aunque ahora me pregunto si la discreción es un concepto demasiado adulto para ti.

-Espera, escucha Yolanda. Yo sólo quiero que consideres mi versión de la historia, oye, no es lo que tú piensas.

-No dirás nada que no haya oído en la sala de profesores. Oh, sí, es verdad, ya estamos en boca del personal docente, por lo tanto es sólo cuestión de tiempo que se enteren en administración y luego el consejo escolar y tal vez si tenemos suerte el fiscal del distrito.

-Yolanda, lo siento, yo no...

-Harry, esta mañana creo que tú sugeriste que hiciéramos las cosas que hacen las parejas, se me ocurre algo que encaja perfectamente, vamos a romper.

El salón de casa de los Malfoy. Dennis cada vez tiene contracciones más fuertes.

-¿Dónde está la maldita ambulancia?-pregunta Dennis desesperada.

-Ya viene Dennis, ya viene-dice Draco, Hermione coge a Draco del brazo y lo retira del lado de Dennis para hablar con él.

-No podemos contar con Oscar, ¿qué vamos a hacer? No estamos preparados para atender un parto ni siquiera lo hemos dado en la clase de biología.

-Tiene que haber alguien en el pueblo que sepa resolver esta situación, ¿no?-pregunta Draco, Hermione se queda pensando y da con una respuesta que no le gusta para nada.

Cho está en su habitación estudiando, abre el cajón de la mesa y encuentra una Biblia. Cho baja hasta la cocina con la Biblia en la mano para hablar con su abuela.

-¿Qué es esto?-pregunta Cho.

-La edición King James del antiguo testamento. Los que más me gustan son los últimos capítulos.

-¿Sabes lo que me gustaría a mi abuela? Que respetaras mi intimidad y mi derecho a tener mis propias ideas.

-Ahhh-dice simplemente la abuela.

-Oye, ya sé que ser atea es una de las cosas peores que podrían ocurrirle a una nieta tuya, pero no te lo tomes como algo personal, y no sólo no tengo fe en Dios, tampoco tengo fe en el hombre desde hace días.

Hermione toca la puerta de la casa de la abuela y ella abre la puerta.

-Oiga, sé que no le caigo bien y que odia a mi familia, sé que tiene 80 razones por las que Dennis y Oscar le parecen pecadores, pero ahora mismo, mi hermana está ahí al lado en casa de Draco a punto de dar a luz y de esas 80 razones no se me ocurre ninguna de la que el bebé sea responsable, así que si recuerda que como enfermera juró ayudar a los necesitados, se lo agradecería.

Harry está caminando cuando su hermano llega con el coche de policía y para el coche justo donde está él.

-Genial-dice Harry.

-Bueno, escucha esto. Estaba en Carlton cortándome el pelo cuando un hombre a mi lado empezó a hablar de un rumor que circula por todo en instituto sobre un muchacho que se acuesta con una profesora, entonces pensé, bueno, si de por medio hay sexo no puede ser mi hermano Harry. Luego el hombre dijo que parecía que el chico se lo había inventado todo, que todo era un cuento y entonces me dije a mí mismo... Bingo.

-Oye, eso, eso es fascinante Daniel.

-Y lo único en lo que podía pensar, me daban náuseas pensándolo, era en la pobre y dulce Yolanda, debe de estar destrozada. Vamos, Harry porque no me dices a que viene todo esto, eh, ¿cuál ha sido el motivo, aburrimiento? O sólo... ¿querer llamar la atención?

-En realidad sabes que ha sido, creí que venía bien que la gente se enterara que al menos una persona de nuestra familia tiene relaciones heterosexuales y oye Koji, sólo por curiosidad, se te ocurrió tal vez por un momento defenderme o apoyarme en esa conversación o en nuestra familia están prohibidas esas cosas.

-Oh, eso es muy bueno, Harry, sí. Seguro que los miembros del consejo escolar se sentirán tan conmovidos como yo. Ah, no lo sabías, parece que tus mentiras han llegado al final de la cadena, el inspector Steven ha convocado una reunión del consejo para discutir los cargos a presentar contra la Srta. Honda, seguro que requerirán tu presencia. Que curioso, eh Harry, pero algunas personas de aquí se creen lo que cuentas, te toman en serio.

-Tú no desgraciadamente.

El salón de los Malfoy. Draco está convenciendo a Dennis para que le deje grabar el parto en vídeo.

-Mira, ahora mismo, Oscar va de camino a un restaurante francés al otro lado del condado y lo único que el nacimiento de su primer hijo sea un recuerdo inconsistente es este instrumento. ¿Lo harás por Oscar?-pregunta Draco a Dennis.

-De acuerdo, pero yo hago el montaje final.

-Hecho-Draco empieza a grabar y Hermione llega con la compañía de la abuela y Cho.

-Dennis, he traído ayuda.

-Por favor, no me digas que has hecho lo que creo que has hecho.

-Conflicto, perfecto-dice Draco grabando.

-¿Con qué frecuencia tienes contracciones?-pregunta la abuela.

-Hermione-dice Dennis.

-¿Qué? Es enfermera, puede ayudarte-dice Hermione.

-También es una racista que odia todo lo que se refiere a mí, a mi novio y a nuestro futuro hijo.

-Va todo bien-dice Cho.

-Sólo es un parto casero imprevisto, no hay de que preocuparse-dice la abuela.

-¿Usted cree? Pues yo no estaría tan segura-dice Dennis.

-Chicas, retirad esa mesa de ahí. El pulso es fuerte, la temperatura está bien, chicas llevemos a Dennis a aquel sillón, venir a ayudarme.

-Vale, ya está, ya está-dice Cho.

-Con cuidado, calma, calma. Eso es, eso es, tranquila, tranquila.

-Esto no me gusta nada-dice Dennis.

-Sr. Malfoy, haz algo útil y trae unas toallas y sábanas limpias, por favor.

-Sí-le dice Draco.

-Eso es, calma, calma, tranquila, mantén la respiración, respira con calma, eso es. Cojines-Hermione hace caso y va en a por varios cojines.

-¡Ohhh! ¡ohhh!-dice Dennis

-Gracias, Hermione-dice la abuela-Bien... bien... ahora, voy a proponerte un trato. Este va a ser un gran día para ti. Y como tu enfermera, puede que sientas una abrumadora gratitud hacia mí cuando todo haya terminado, pero te prometo que no me aprovecharé de tu debilidad post-parto y resistiré cualquier impulso de compartir esa experiencia si me haces un pequeño favor a cambio.

-Vale, ¿cuál?-pregunta Dennis.

-¡Cierra el pico! ¿y esas toallas?-dice la abuela.

Harry llega al ayuntamiento de Oxford. Harry sube las escaleras y allí se encuentra con Yolanda que está sentada con alguien más.

-Yolanda escucha...

-¿Sr. Potter?-dice la persona que estaba al lado de Yolanda-No nos conocemos, soy Mónica López, la abogada de la Srta. Honda.

-¿Abogada?-pregunta Harry.

-Atendiendo al consejo legal. Ha decidido no discutir el caso con usted.

-¿Caso? ¿Qué caso? ¿De qué está hablando? Yolanda, yo...

-Sr. Potter, le ruego que por favor evite comunicarse directamente y que cuando desee hablar con ella en el futuro se ponga primero en contacto conmigo, yo le trasmitiré la información pertinente, ¿ha quedado claro?

-Sí... ¿Mónica?

-Sí, Sr. Potter.

-Dígale a su cliente que lo siento.

Draco está grabando el parto y se da cuenta de que Hermione no está bien, la graba y le hace un primer plano.

-Ha tenido la última contracción a los 60 segundos exactamente-dice Cho.

-Bien, estás completamente dilatada, querida. Ha llegado el momento de empujar.

-¿Empujar, qué?-pregunta Dennis.

-Al bebé, querida-dice la abuela, Draco se acerca a Hermione y se sienta con ella.

-Todo saldrá bien, Hermione.

-Sí, lo sé.

El consejo escolar esta reunido en el ayuntamiento para preguntarle a Yolanda.

-Se ha convocado esta reunión y le hemos pedido que viniera ante nosotros esta tarde, Srta. Honda, porque nos hemos encontrado frente a un rumor repetido. Un rumor muy inquietante que sin duda habrá oído.

-Sí, lo he oído-responde Yolanda.

-Entonces, déjeme ir al grano Srta. Honda. Harry Potter es su estudiante, uno de sus estudiantes de clase de literatura.

-Sí, lo es.

-Ha habido acusaciones a cerca de una relación sexual entre usted y el Sr. Potter. Por favor, perdone mi ingenuidad al preguntar, Srta. Honda. ¿Son ciertas estas acusaciones?

-Bueno, verá...-empieza a decir Yolanda.

-No, no lo son-interrumpe Harry.

-Sr. Potter tiene que esperar hasta que le citemos.

-Oiga, no, no es que quiera interrumpir, pero si me conceden un momento podrán irse a casa a cenar.

-Bien, Sr. Potter, ¿qué es lo que desea decir?

-Ya sé que el origen de todos estos rumores me señala a mí y supongo que eso tiene sentido porque... míreme, soy un mal estudiante que se sienta en la clase de la Srta. Honda cada día soñando siempre con lo mismo, deseando desesperadamente ser más interesante, más sofisticado y como 15 años mayor, porque entonces y sólo entonces tendría la posibilidad de que ella dejara de mirare como a uno más de sus alumnos y sólo entonces ese rumor podría ser cierto. Bueno, no me entiendan mal, me siento muy halagado de la seriedad con la que se han tomado esas acusaciones pero, yo más bien las atribuiría a la imaginación adolescente. Espero que ustedes hagan lo mismo.

-Corríjame si me equivoco Sr. Potter, pero para que conste, ¿está diciendo que niega las acusaciones mencionadas?

-Sí, para que conste señor, para que lo ponga donde quiera. La Srta. Honda es mi profesora y para desilusión mía... absolutamente nada más-dice Harry.

La casa de los Malfoy. Dennis sigue de parto, Hermione la mira sentada en el sofá, está asustada, preocupada e inquieta. Draco lo está grabando todo. Dennis está gritando de dolor.

-Sí, eso es. Eso es. Sigue Dennis. Lo estás haciendo muy bien.

-Abuela, tengo que hablar contigo. Mira, hay muchísima sangre-dice Cho.

-¿Qué? ¿Ha dicho sangre?-pregunta Dennis.

-¡Shhh! Tranquilízate-dice la abuela.

-Tiene miedo de decirme que algo va mal. Si algo va mal quiero saberlo.

-No te preocupes no va nada mal. Te lo aseguro, lo que Cho ignora es que la sangre es algo normal en cualquier parto. Vamos, lo último que debemos permitir es que te preocupes ¡Cho, una sábana limpia, ahora!

-Lo estoy haciendo bien, ¿verdad?-pregunta Dennis.

-Lo estás haciendo genial, todo va muy bien, no estaría filmando si no fuera así, estoy haciendo una película-dice Draco mientras Hermione no lo aguanta más y sale del salón.

-Abuela, está perdiendo mucha sangre, no entiendo mucho de esto pero sé lo que significa tanta sangre. Abuela.

-Sí, de acuerdo, hay más sangre de lo normal, pero no hay evidencias de desgarro en el cuello del útero o desprendimiento de placenta...

-En, en cristiano, abuela.

-De acuerdo, en cristiano. Necesito tu ayuda Cho, necesito que dejes de lado tu actitud y tus dudas y que me ayudes a sacar al bebé antes de que Dios no lo quiera pierda más sangre y empeore la situación. ¿Crees que podrás hacerlo, Cho? ¿Crees que podrás depositar un poco de fe en mí? Porque si puedes, te aseguro que no habrá mejor momento para hacerlo que éste.

La abuela y Cho vuelven al lado de Dennis que cada vez tiene más dolores y está más cansada.

-Muy bien Dennis, respira y empuja, respira y empuja.

-Dios, tiene muchos dolores-dice Cho.

-Lo está haciendo muy bien.

Hermione está sentada fuera de casa, con el rostro triste, cabizbaja y pensativa, Draco sale de casa y se sienta junto a ella.

-¡Eh! Verás la cara de mi madre cuando le diga lo que ha pasado en el salón. No le va a pasar nada a Dennis, Hermione. La abuela suele ser terrible pero cuando se trata de emergencias médicas es muy eficaz.

-Lo sé, Draco-dice Hermione y suspira-para tu información, no estoy aquí fuera porque esté preocupada por lo que ocurra, me preocupa pero...

-¿Qué te pasa?-pregunta Draco.

-No es nada. Estoy, estoy bien, es una estupidez.

-No, no es una estupidez Hermione. Puede que a veces no estemos de acuerdo, pero nunca dices estupideces.

-Una pregunta Draco, dime, ¿a quién te recuerda Dennis?

-Esa es fácil, a tu madre.

-A veces es sólo un parecido fugaz pero hay otras en las que Dennis dice o hace algo y es como si mamá no hubiera muerto. Cuando se puso enferma le daban quimioterapia, tenía dolores horribles, yo volvía a casa y me sentaba a su lado, no había oído nunca unos gritos así, yo rezaba a todo poder superior para no volver a oír nunca más esos gritos, alguien me debió de escuchar, un día dejé de oírlos.

-Hasta hoy-dice Draco.

-Sí.

-Cuando tu madre estaba sufriendo tanto, ¿por qué te sentabas a su lado?

-Vamos, Draco. Ella me necesitaba, nunca me lo dijo pero yo sabía que me necesitaba.

-¿Qué te hace pensar que Dennis no te necesita?-pregunta Draco.

Yolanda sale de la sala del consejo aliviada y Daniel sale detrás de ella.

-Yolanda-dice Daniel.

-Ah. Hola.

-Sé como debes de sentirte con Harry ahora mismo con los problemas que te ha causado. Pero no soportaría que pensaras que toda la familia Potter está cortada por el mismo patrón. Ese chico ha supuesto una pesadilla para todos desde niños. Problemas por aquí, jaleos por allá.

-Pues deberías de estar orgulloso-dice Yolanda.

-¿Por qué? No te sigo Yolanda.

-Por como ha evolucionado, de un niño revoltoso a un joven sensible, inteligente y amable. Y Daniel, Srta. Honda.

Se ve como Yolanda sube a su coche y se va mientras Harry la ve desde lejos.

El salón de los Malfoy, Dennis sigue de parto, Dennis cada vez está más agotada y con menos fuerza.

-Eso es, empuja. El bebé empieza a asomarse.

-Dios mío, ya le veo la cabeza-dice Cho emocionada.

-Eso es, casi hemos terminado. Un poquito más. Eso es un empujoncito más, casi has terminado-dice la abuela.

-Vamos Dennis, uno más, puedes hacerlo.

-No lo sé. Estoy muy cansada-dice Dennis.

-Querida, puedes y lo harás.

Hermione vuelve al salón y se sienta junto a Dennis, Dennis la mira y Hermione le da la mano. Draco está grabando y Dennis saca las pocas fuerzas que tiene para continuar empujando.

-¡Ya sale! Es niño-dijo Cho.

-¿Sí? ¿Y está bien?-pregunto Dennis.

-Mucho mejor que bien. Está sano, es precioso. Y es todo tuyo-dice la abuela. Todos están emocionados y felices.

Harry camina hasta casa de Yolanda, ella está sentada en el porche bebiendo una copa de vino tinto.

-¿Podemos hablar o tengo que llamar a un abogado?-pregunta Harry.

-Hola, Harry. Si has venido para disculparte otra vez no hace falta. Te agradezco profundamente lo que has hecho.

-Bueno, en realidad tenía la esperanza de que aquello de querer romper fuera sólo producto del calor del momento, porque Yolanda esto no va a volver a pasar. De ahora en adelante, no voy a decirle nada a nadie, ni a Draco ni a nadie. Te aseguro que no va a volver a ocurrir.

-Claro que no, no voy a permitirlo.

-Vale, bien. Yo tampoco.

-A lo mejor no me he expresado con claridad. No volverá a haber habladurías porque no habrá tema del que hablar. Me marcho de Oxford. Lo cierto es que ya he enviado la renuncia al director Geiger y debería estar en casa de mi hermana, mañana por la noche.

-No has perdido el tiempo, ¿eh?

-Sabías que este día era inevitable.

-Oh, no estoy de acuerdo contigo Srta. Honda, ni en un millón de años se me habría ocurrido.

-Me refiero a que el final era inevitable. Tal vez cuando te graduaras o tal vez cuando yo encontrara a alguien de mi edad, o tú encontraras a alguien de la tuya. Pero tú sabías que nuestra relación y todo lo que pasaba entre nosotros tenía el tiempo contado. Entiéndelo Harry, me importas mucho, mucho más de lo que nunca habría imaginado y deseado-Yolanda se levanta-pero, tengo 36 años y quiero tener niños antes de que sea tarde, bueno quiero ser su madre no su novia. Oye, no por ser mayor que tú y parecer más madura voy a saber qué decir ante estas situación mejor que tú, así que por favor, digámonos adiós ya, antes de ponerme trascendente, sentirme herida y ser demasiado sincera-Harry le coge la mano.

-¿Un beso de despedida?-pregunto Harry.

-Oh, no lo sé, creo recordar que todo este lío comenzó con un beso.

-Bueno, creo que resistiré a uno más.

-Yo no sé si podré. Ven-Yolanda le abraza y le besa la frente acariciándole la cara.

-De acuerdo. Espero que lo pases-dice Harry.

-Y tú en el instituto-dice Yolanda, Harry se va dejándola allí, Yolanda mira como él se va.

La casa de la abuela y Cho. La abuela está en la cocina escribiendo algo cuando llega Cho.

-Buenas noches.

-Oh, buenas noches, Cho.

-Un día largo, ¿eh?-pregunta Cho.

-Un buen día-dice la abuela, Cho empieza a irse, pero su abuela la llama-¡Oh, Cho! Que no nos digamos ciertas cosas la una a la otra, no significa que no las sintamos. Cho, después de lo que has vivido hoy aún puedes decirme sinceramente que no crees en Dios.

-Oh, bueno no sé si creo en Dios, pero creo que empiezo a confiar en el ser humano.

La casa de los Granger. Dennis, Oscar y el bebé están sentado en el sillón. Cuando Hermione entra en la habitación.

-Eh, Hermione, ven aquí-dice Dennis, Hermione se sienta con ellos y Dennis le da el bebé en brazos-Así. Tiene los ojos de mamá, ¿has visto?

-Sí, me di cuenta en seguido-dice Hermione.

Harry pasea por la playa de noche, va a lo lejos la casa de Yolanda y a ella en la ventana con la luz encendida, Yolanda apaga la luz.

-Adiós Yolanda-dice Harry y se da la vuelta y sigue caminando por la playa.