Epílogo
Recuerdo de un Amor Perdido
2…Recordándote…
He vivido los últimos años de mi vida con una fuerte punzada en el corazón que al parecer no me deja ser feliz.
Todo empezó al salir del colegio, cuando dejé ir lo mejor que tenía…el amor de una chica que no supe valorar.
Tenía miedo, miedo de amar como nunca había amado, pero aquel miedo la alejó de mí dejándome solo de nuevo, simplemente con el sabor de un último beso, la sensación de un último roce, su aroma y nada mas que recuerdos…todo eso esta impregnado en mí a pesar de que ha pasado el tiempo; ya son tres años, diferentes situaciones y muchas chicas pero ninguna como ella…aquella mujer que me robó el corazón, y que ha logrado estar dentro de mí desde el primer beso.
Me robó el corazón sin saberlo y sin yo darme cuenta. No tuve el valor de decirlo y mucho menos demostrarlo...hasta que ya era tarde, se había ido a pesar del gran amor que le juré y que ella rechazó, dejándome sin fuerzas para correr detrás de ella.
Sin duda lo habría hecho, pero algo dentro de mí no me dejó…el maldito orgullo que me metió en esta situación y que no me ayuda a salir de ella.
Así fue como este amor comenzó, con el orgullo; al principio yo sólo buscaba jugar, divertirme con alguien, y cuando inició aquel juego no pude parar y cada vez que intentaba detenerme y dejarla, sentía la necesidad de seguir, necesitaba verla, besarla, sentirla…
El miedo aumentó cuando me encontré preocupado por ella porque sufrió un desmayo a medio curso, me daba cuenta de que algo pasaba dentro de mí, y todo empeoró cuando me gritó con toda la rabia que había en su ser…que esperaba un hijo mío, cosa que no le creí y la abandoné.
O al menos eso intenté, porque aún así me aprovechaba de su ingenuidad y vulnerabilidad y la buscaba cada vez que podía, aunque fuera solo para verla y tenerla un momento cerca de mí.
Después de eso y aunque nunca lo imaginé, era de esperarse. Ella intento matarse con una poción desconocida que la dejó inconsciente, fue hasta entonces que comprendí que la amaba y me odié por haber sido tan cruel con ella. La cuidé, con una atención que yo nunca recibí pero que estaba dispuesto a darle a la mujer que amo. Me quedé a su lado día y noche, cada minuto que pasaba temía más perderla, estuvo a punto de morir, pero simplemente después de tanto dolor salió con una extraña frialdad que tan solo con su mirada me reprochaba todo el dolor que le había yo causado.
Aquella frialdad me sorprendía y al mismo tiempo me detenía en mis intentos de decir algo hiriente contra ella, quería dejarla, odiarla como antes pero su mirada tan extraña me lo impedía.
Y en realidad siempre fue así…
Ella, con una mirada me decía todo, me incitaba a seguir pero al mismo tiempo me rogaba que no lo hiciera y me detenía cuando sentía que iba demasiado lejos, así era antes de todo, una mirada dulce.
No había conocido a una mujer tan extraordinaria como ella, que con un solo movimiento sabe decir lo que quiere. Nunca fue muy segura, pero su timidez, su inseguridad, su miedo y cierta fragilidad, me conmovían y hacían que deseara abrazarla y protegerla como a un ser indefenso.
Pero después de aquella poción, cada vez que ella me miraba, sus ojos irradiaban una seguridad y fuerza interior que hasta entonces ella no había tenido y yo me sentía un extraño en este mundo de sueños y amor que lo único que no sabía hacer era soñar y amar, pero he aprendido…sueño con verla de nuevo y poder decirle lo mucho que la amo…solo espero que aún no sea demasiado tarde.
Hasta ahora he sentido algo que no había sentido jamás, temo no encontrarla nunca y no poder decirle lo que siento aunque sea solo una vez más. Deseo encontrarla y no descansaré hasta hacerlo.
Ella me enseño a luchar por lo que quiero…y la encontraré de nuevo…
…Hermione Granger me enseñó a mí, Draco Malfoy, a amar…
