Mrs. Ironía

Capitulo III


"¡Llegamos Herms!"

Entró corriendo a la habitación un lindo muchacho pelirrojo de tierna apariencia, cargaba muchos dulces en sus brazos… Luego apareció el famoso chico de redondas gafas y hermosos ojos…

"¡Mira todo lo que te trajimos!" Dijo el niño dejando las golosinas a los pies de la cama de la chica.

"¡Están en la habitación de las chicas!"

"No te preocupes… nos acordamos todo el día de ti y nos recibes así…"

"Disculpen chicos… pero, ¡muchas gracias por sus regalos!"

"¡Vamos a cenar Hermione!" El pelirrojo tomó de la mano a la castaña y salieron de la pieza seguidos de Harry.

"…No sabes… lo mucho que pensé en ti Herms"

"¿Ron?... que extraño estas… parece que las golosinas te hicieron mal…"

"¡Ay! Hermione… ¿acaso no me puedo preocupar?"

A los pocos segundos sus mejillas se encontraban del mismo color de su cabello, al verlo así, la Gryffindor se extraño mucho, al tiempo que recordaba muchas cosas… ¿Por qué nunca se enamoro de Ronald Weasley?... 'el es muy lindo conmigo'.

El pasillo de la escuela estaba muy lleno… se notaba que ya todos habían regresado, todos estaban riendo, se veían alegres enseñando los curiosos objetos comprados…

Los amigos iban corriendo rápido para poder cenar…

"¡Chicos la comida no se va a acabar!" Trataba de calmarlos su querida amiga.

"Lo se Herms… pero tengo mucha hambre, con Harry comimos dulces, pero eso no alimenta ¿Sabes?"

"Necesitamos alimentarnos bien para crecer sanos y fuertes" Decía riéndose el muchacho de las gafas…

Dieron la vuelta al pasillo riendo a carcajadas y fue cuando el chico de cabellos oscuros choco con un rubio Slytherin…

"¡Que demonios te pasa San Potter?! ¿Acaso tus lentes ya no te sirven? ¿Te quedaste ciego?". Fue entonces cuando le llamo la atención como se encontraban Ron y Hermione.

"¡El ciego eres tu Malfoy! ¿Acaso no ves por donde caminas?"

"No molestes de nuevo Malfoy… ¿O quieres que te de una golpiza?" Se incorporo el molesto pelirrojo quien aun tenía la mano a la castaña… "¡OH perdón! Por tu cara parece que alguien ya te dio una paliza… así no pierdo mi tiempo"

"Te gustan los pobretones Granger…" Dijo el chico sin prestar atención a lo que Ron le decía… esto provoco que la Gryffindor soltara enseguida la mano de su amigo. "…no tengo tiempo para perdedores"

"… Draco…" Dijo casi en un susurro la muchacha mientras volteaba para observar a un desvalido Slytherin.

"Vamos… a ese lo idiota jamás se le quitara" Hablo Weasley tomando de la mano a una silenciosa chica…

Entonces se dirigieron al Gran Comedor…

Estuvo callada durante toda la cena, de vez en cuando dirigía fugaces miradas a la mesa de la serpiente tratando de buscar a un chico que no había ido a cenar… se sentía mal… ella no manejaba el destino…¿Cómo podía estar tan bien con ese alguien especial en la mañana… y en la tarde estar enojados por una tontera?...

Ron era su amigo, desde que ingresaron a la escuela. Ella siempre decía que sus amigos serian siempre amigos, nada mas… no novio, no amante, no enamorado… solo amigo. Tenia conocimiento que a su pelirrojo acompañante le gustaba tomarla de la mano, abrazarla… 'solo porque es atento'. Malfoy no tenía porque molestarse por las atenciones de Ron… 'es un tonto'.

"Te gustan los pobretones Granger…"

"¿Cómo puede ser tan… ESTUPIDO?"

"¡Ja, ja, ja! Lo mismo pensé Herms… si Longbotton negaba y negaba… pero el pobre es muy tonto y…"

"¿Ah?... ¿De que hablan?"


Realmente todo lo que puede pasar en la vida es impreciso, había tenido una hermosa mañana, la mejor que ha podido recordar, y ahora, horas después, termina siendo su peor día… había intercambiado desagradables frases con la castaña… 'Todo por culpa de Weasley y la estúpida pelea con Zabbini'…

Madame Ponfrey le recomendaba que se quedara recostado en su habitación, ya que el rubio le decía que sentía un punzante dolor en su costado… seria mejor así, no quería ver a nadie…


Era increíble como los pasillos del castillo se hacían interminables cuando las personas iban corriendo a clases, atrasadas…

Se había quedado dormida, estaba muy cansada… después de pasar tan extraño fin de semana, había decidido la noche anterior quedarse despierta hasta terminas todos sus deberes de la semana, para tener los días libres.

No quería pensar en nada relacionado con aquel chico de ojos grises, le hacia daño, se notaba que estaba molesto con ella… '¿Pero quien se cree? No debería sentirme así… si el...'

En un abrir y cerrar de ojos se encontraba en el suelo con todos sus libros desparramados por todo el suelo, había tropezado con alguien, y el golpe le había dolido…

"Granger… ten cuidado..." Le dijo Draco a la chica, pero recordando lo que había pasado, quiso cambiar enseguida de actitud. "… parece que San Potter te ha pegado la miopía…"

"¿Me puedes decir que te pasa?" pregunto la Gryffindor mientras recogía sola todos sus libros…

"Nada"

"¿Cómo que nada?... No eres el mismo de hace dos días… parece que te afecta mucho quedarte solo en el castillo… te haces el simpático con los demás cuando no tienes quien te siga en tus bromas… ahora no eres capaz de ni ayudarme a recoger los libros… ¿Quién demonios crees que eres para tratarme así?"

"Para eso tienes a Weasley ¿no?... tu noviecito…" Dijo al aire dándole la espalda a Hermione para dirigirse a Pociones… "He gastado mucho de mi precioso tiempo pensando en esto… y me doy cuenta que… como te aburriste de Potter… vas donde Weasley para pasar un buen rato… eres como todas las víboras que hay en esta escuela"

La muchacha se sorprendió ante el comentario… fue como si le hubieran dado un fuerte golpe en el estomago… realmente parecía como si aquel día había hablado con un doble amable de Draco Malfoy…

"¡Eres un estúpido!" Comenzó a gritarle la castaña con cristalinos ojos… "¡ESTUPIDO!... ¡estas así porque sabes que no me fijaría en un ESTUPIDO como tu! ¡Ron es mejor que tu!"

"¡No me vuelvas a insultar así Granger!" El muchacho se había volteado rápidamente cuando se dio cuenta que la situación iba de mal en peor… "¡¿Crees que me fijaría en una Sangre Sucia como tu?!"

"¡Debes estar fijándote en mi porque no le pondrías tanta atención a lo que hago o dejo de hacer!" Ahora sentía efectivamente como su cabeza iba a explotar. "¡No te importa!"

"¡Claro que me importa!... parece que realmente estas ciega… ¡¿No te das cuenta lo que me pasa?!"

Todo realmente pasaba muy rápido en la vida, no sabia con certeza que cosa había sido primero… si la gran bofetada que había recibido de la chica con quien estaba manteniendo una fuerte discusión, o si el reto-detención que les había dado McGonnagall por 'Gritar en los pasillos'.


Continúa...