Regreso actualizando este magnífico fic. Me alegra de la respuesta q he recibido al ver q les esta gustando esta historia. Al final la terminaran amando, jaja. En fin quisiera aclarar dos puntos importantes antes de conestar los reviews:
1)YO NO ESCRIBÍ ESTE FIC por lo tanto no me gustaría q me den el crédito de algo q no es mío
2)El fic se desarolla durante el quitno año de Harry. Cuando Patricia escribió este fic lo escribio mucho nates de que saliera el quinto libro (en el 2000). Por lo tanto...SIRIUS ESTA VIVO!
Ahora contesto los reviews:
Lety.- Actualizaré lo más pronto y rápido posible!
Wolfgang-Snape.- Definitivamente fue una muy buena decisión publicar el fic. Es uno de los fic los cuales estan muy claros y creo q ni tiene ningun error! Espero q seas la primera en dejarme el review del segundo capítulo!
Galilea.- Si llego a conocer a Patricia algún día se lo dire! Actualizaré muy muy pronto. Besos!
Calipso.- Yo leí este fic creo q cuando iba en segundo de secundaria, ahora voy igual en primero de prepa, como pasa el tiempo! No te preocupes la pondré completa para q más personas la puedan leer. La iba a imprimir hace tiempo pero mejor tenerla en linea para cuando la quiera leer.
Leonita.- Exactamente, ves a Snape con los ojos de Faith. Gracias a esta historia me aficioné a los fics de HP. No se cual es el fic q lo cuenta desde otra prespectiva, creo q me tendrás q decir para leerlo. Besos!
Sabi.- Jaja, no pararé para hacerte adicta a este fic, jaja. Si llego a conocer a Patricia se lo transmitiré!
amsp14.- Verás q el resto esta mucho mejor!
Ahora si disfruten este capítulo. Hasta la próxima!
Lady Kenobi
El Diario de Faith
Capítulo 2
El profesor Dumbledore me lo ha confirmado, no son rumores, es una realidad: quien-ya-sabes ha vuelto. Me platicó todo lo sucedido durante el curso anterior y la forma como Harry se enfrentó al señor tenebroso. Al escuchar toda la historia, no pude menos que llorar por el dolor de un niño, y también por su valor y su entrega. Dumbledore me aseguró que mientras todos continuemos manteniéndonos firmes, ni a Harry ni a ningún alumno o profesor, podrá pasarle nada (¿Por qué mencionó a los profesores?).
Me indicó que todos los profesores debemos actuar con seguridad, estar siempre atentos, no dejar a los alumnos solos por los pasillos... Además, tendremos reuniones periódicas para irnos turnando las tareas de vigilancia y apoyo. Deberemos actuar lo más normal posible, sin abandonar las medidas extremas de seguridad que se han tomado.
Llegados a este punto, le pregunté si alguien mas fuera de Hogwarts, estaba cooperando con estos esfuerzos. Realmente quería tener noticias de Sirius y de Dana, Laura y Remus no habían podido decirme mucho. Me respondió únicamente que el profesor Lupin estaba en contacto constante con él. (¿Qué acaso el único hombre no misterioso del Colegio es Hagrid?)
Me preguntó sobre mis planes de estudio para el curso y me pidió que, sin alarmar innecesariamente a los alumnos, los capacite muy bien para descubrir a quienes han tomado pociones multijugos (eso mejor debería encargárselo a Snape), entrenarlos muy duro para no ser dominados por los "imperius", repasar absolutamente todo lo aprendido con el profesor Lupin y con el que se suponía era "ojo loco Moody" (que aún no entiendo para que les enseño tanto, si sus oscuras intenciones eran las que ya sabemos), además de cómo detectar animagos, etc., etc. (¿Por qué me da la impresión de que todo mi trabajo deberá hacerse en colaboración con otros profesores?).
Con este asunto de vigilar todo el Colegio, he tenido que andar mucho por los pasillos. No es algo que me moleste, el Castillo es hermoso. Pareciera que cada vez que paso, estoy en un lugar diferente. Las personas retratadas en los cuadros cambian todo el tiempo, platican entre ellos, salen y entran con la seguridad de que cada lienzo es un hogar. Y así es como siento ya este espacio, tan basto y a la vez tan minúsculo. Hogwarts es un universo donde cada estrella, cada cometa, cada explosión estelar, dan sentido a la existencia y a la vida. Como el Universo mismo, tiene secretos guardados, que solamente se revelan a unos cuantos, y tiene también eventos portentosos que admiran a cualquiera que sea capaz de separar sus ojos de la tierra y elevar su mirada para encontrar en el infinito, respuestas a preguntas que a veces no han sido formuladas.
No podían faltar los "agujeros negros", esos pozos sin entrada ni salida en los que puede extraviarse un sol. Y el agujero negro de este universo no puede ser otro que el Profesor Snape.
¡Dios! Cada vez que ese hombre se acerca, todo se vuelve silencio, hasta los personajes de los oleos del pasillo enmudecen. Es como si la energía que nos mueve desapareciera ante el magnetismo que irradia de él. La luz misma parece huir y esconderse en las rendijas cuando él habla. Y yo no puedo sustraerme a ese efecto, no logro evitar que me cause escalofríos y tartamudeos, y aunque trato de demostrar seguridad en mi misma, él logra resquebrajarla con esa voz que me provoca nervios. Además, tiene la endemoniada costumbre de acercarse siempre sigiloso, y cuando menos te lo esperas ¡está detrás de ti! Peeves se burla de mi, ya que cada vez que el profesor de pociones me hace eso y me habla sorpresivamente al oído, casi en un susurro, me obliga a acercarme más a él para poder escucharlo.
Fue una de esas ocasiones cuando percibí su olor. Yo me había imaginado que, con esa facha, olería terrible, pero no. Su olor es una mezcla entre tierra húmeda, hierbas y humo. Es un aroma extraño, pero no repulsivo. Me recuerda los bosques donde debió haber vivido Merlín, con sus árboles altos, añosos y de cortezas duras como la piedra; con la tierra bañada por el húmedo rocío de los días lluviosos y sus cabañas donde arde el fuego de la mejor leña.
Es curioso que su olor me haga pensar en esto, ya que los árboles, la leña y la tierra húmeda me encantan, mientras que el profesor Snape me produce una sensación de absoluta frialdad. Además, siempre he preferido el sol, su luz y su calor, que me hacen pensar en la vida.
Hoy estuve hablando con el Profesor Dumbledore. Me contó que Snape es originario de Albión, e inmediatamente comprendí la razón de las sensaciones que me provoca su aroma. Albión es un hermoso país en el que abundan las hadas, los goblins y los pixies. Está ubicado en la costa suroeste y tiene enormes acantilados blancos (de ahí su nombre), hermosos bosques y fabulosas riquezas, debido a las cuales ha sido objeto de muchos ataques. Antiguamente fue habitado por tribus salvajes formadas por una raza de gigantes, cuyo rey era Gogmagog. Bruto el Troyano conquistó dichas tierras, y sus descendientes, caracterizados por su fuerza y valor, fueron llamados Bretones, una espléndida raza de caballeros. Cuenta con maravillosos castillos, desde los que gobierna una clase dominante que protege a los menos afortunados. Son famosos sus herreros, que hacen espadas mágicas (probablemente Excalibur salió de Albión). En la actualidad, la familia Pendragón, que sucedió a los Bretones originales, gobierna la región por medio de fuerza, magia y astucia. Severus Snape proviene de esta familia.
Dumbledore me preguntó la razón de mi interés por el profesor Snape. Le comenté que me produce sensaciones extrañas, "no es que le tenga miedo"- dije, "pero mirarlo a los ojos es como mirar a un hipogrifo".
-lo mismo dijo Harry Potter
- pues aún no entiendo porque usted confía tanto en él
- esa es una respuesta que usted sola obtendrá.
Después de esta plática, me encerré durante un rato en mi despacho, para leer y pensar, pero no pude dejar de dar vueltas en mi cabeza al extraño profesor Snape (¿por qué, no me lo explico, si lo único que me inspira es rechazo). El sol de la tarde me daba de lleno en la espalda y me acerqué a la ventana. Snape salía del bosque prohibido, me puse a observarlo inventándome mil motivos para explicarme a mi misma la razón de por qué él andaría en ese lugar. Cuando reaccioné, me miraba fijamente desde abajo; traté de disimular mi turbación y no retiré mi vista de golpe, antes bien, le sostuve la mirada un momento antes de voltear hacia otro lado. Creo que no logré engañarlo, pues tengo la horrible sensación de que Snape puede leer los pensamientos.
Es fin de semana. El verano acabará pronto y los árboles empiezan a perder su color verde brillante. El sauce boxeador me recuerda a un guerrero cansado, que palidece después de un largo combate.
Por la mañana, hubo entrenamiento de quidditch del equipo de Griffindor. Harry es realmente soberbio sobre su escoba. En las gradas, encontré a Ron Weasley y Hermione Granger (que por cierto, se pusieron un poco nerviosos al notar mi presencia). Me comentaron que Harry es el mejor buscador que ha tenido el Colegio en 100 años y me platicaron de algunos de sus mejores momentos. No se de qué manera, pero terminamos hablando del profesor Snape cuando me dijeron que en su primer curso, en el partido contra Slytherin, Snape había insistido en ser el árbitro con el fin de proteger a Harry del profesor Quirrel. Eso si que fue una sorpresa ¿Snape cuidando de Harry? Nunca lo puede imaginar, ni en mis sueños mas extraños.
Al acabar el entrenamiento, Harry se unió a nosotros y decidimos hacer una visita a Hagrid. Nos recibió amablemente en su cabaña y nos invitó a tomar el té, que los chicos rechazaron (al probarlo supe la razón).
Me quedé tan extrañada por lo que me platicaron de Snape que no podía dejar de preguntarme sobre los misterios que encierra.
El profesor Dumbledore confía en él, eso es sin duda alguna, un buen motivo para no temerle. Pero es tan... oscuro. Si, esa es la palabra. No es tenebroso, es oscuro. La noche misma nos puede gustar o nos puede asustar. Puede traer consigo la certeza de un nuevo día, lleno de cosas buenas; o nos puede llenar de dudas. Puede esconder seres fantásticos, temibles o amables. Pero ante todo, nos invita a reflexionar y nos hace enfrentarnos con nuestros propios secretos y pensamientos...
Divagaba yo en eso, de pie junto a la ventana, cuando volví a ver al profesor Snape saliendo del bosque prohibido (que no lo está para los profesores). Y pensé en voz alta
¿qué busca entre los árboles?
Hagrid y los chicos se acercaron a la ventana y alcanzaron a verlo ya cerca del Castillo. Hagrid nos dijo que le habían estado robando huevos de gallina y que cuando Snape se enteró, empezaron sus incursiones al bosque, pero que hasta ahora solo había encontrado algunos cascarones. Hagrid cree que simplemente los está robando un mapache y que Snape le da demasiada importancia al asunto.
Yo no comenté nada, pero advertí una mirada de inteligencia en los ojos de Hermione.
¿Huevos de gallina robados? Eso es tan intrigante como las visitas de Snape al bosque. No pude seguir preguntándomelo ya que, en la clase de hoy, algunos alumnos comentaron que han estado teniendo muchas pesadillas. Curiosamente, las tienen sobre todo aquellos alumnos mas conflictivos (casi todos en Slytherin han pasado noches terribles). Revisé mi chimenea y no encontré nada, pedí a la profesora McGonagall y a la profesora Sprout que revisaran las de sus respectivas casas y tampoco encontraron nada. Lo mismo con Ravenclaw. Solo me quedaba Slytherin.
Quise hacer con el profesor Snape lo mismo que él hace conmigo. Cuando salía del comedor, después de la cena, me acerqué a él por detrás – Profesor Snape, le dije pegada a su cuello con voz apenas perceptible. El siguió caminando ¿no me habrá oído ni sentido? Casi corrí para alcanzarlo y lo intenté de nuevo – Profesor Snape¿él? Continuó su camino.
¡Demonios! Me quedé parada donde estaba y le grité¡profesor Snape¡profesor Snape!
Al fin volteó, se quedó quieto y me vi obligada a caminar hacia él, ya que no hizo ni el mas mínimo intento por acercarse.
- Profesor Snape- dudé y luego le dije de corrido – quieropedirlequereviselaschimeneasenlasalacomúnylashabitacionesdesucasa.
Me miró con burla en los ojos, sin decir nada, y tuve que explicarle lo de las pesadillas, que las jefas de Gryffindor y Hufflepuf ya habían revisado sus respectivas casas y que no habían encontrado nada.
¿y que quiere encontrar?
- Mire profesor, los alumnos que han tenido malos sueños, son en su mayoría de Slytherin, por lo que creo que en sus chimeneas pueden estar habitando algunos bodachs, que les encanta aterrorizar a los muchachos por las noches, y sabemos que los bodach tienen preferencia por aquellos que no se distinguen precisamente por sus buenos sentimientos
¿está queriendo decirme que en Slytherin hay personas malvadas?
- No profesor, pero todos sabemos que en Sly...
Sus ojos me taladraban, traté de conservar el aplomo pero no pude continuar ¿qué mas daba lo que pensara? Lo importante era revisar esas chimeneas.
- pues si usted no quiere revisarlas, profesor, le agradeceré que me acompañe para hacerlo yo misma.
Snape se rió de mi atrevimiento. Yo se que es imposible ingresar a las casas de los alumnos a menos que seas el jefe de alguna de ellas, pero dije eso para retarlo, para obligarlo a hacer lo que yo quería. Volvió a guardar silencio (¡como me desespera!), y yo lo interpreté como una invitación a continuar. Le pedí que llevara sal y si encontraba las huellas de los bodach, bastaría con una pizca en el fuego, para ahuyentarlos.
¿Y cree que yo traigo sal conmigo todo el tiempo¿O que voy a ir a las cocinas por ella?
Le entregué un pequeño frasco con la sal, lo tomó sin decir nada, y sin despedirse, se dirigió a las mazmorras. Aguardé su regreso escondida tras una armadura. Salió seguido por el Barón Sanguinario que le decía – lo felicito profesor, los muchachos dejarán de gritar por la noche.
Un punto a mi favor, profesor Severus Snape.
Este fin de semana habrá visita a Hogsmeade. Quiero comprarle a Hagrid un gallo, ese asunto de los huevos robados no me gusta nada y un gallo, o una comadreja, son lo mejor que podemos tener en el colegio.
He seguido pensando en el asunto de los huevos robados, no me puedo quitar de la cabeza los motivos por los que han sido sustraídos y llevados al bosque. Sospecho que Snape piensa lo mismo que yo.
¿Por qué demonios pienso tanto en Severus Snape?
Con ninguna otra profesora se porta tan grosero como conmigo. Yo se que la profesora McGonagall es la subdirectora del Colegio y le debe respeto por esta razón. Pero yo soy personal docente también, como Sprout, como Trelawney, como la señora Hooch, y merezco el mismo respeto que ellas ¿Qué se cree el profesorcito¿Qué a mi me puede tratar como a los alumnos¿Qué me va a asustar con sus bromas de poner veneno o suero de la verdad en mi copa? No tengo nada que ocultar, si lo pusiera, de lo único que se enteraría es de que lo detesto...
¿Sería capaz de ponerlo? Cualquiera podría enterarse de mis sospechas.
Han seguido desapareciendo huevos. No le he dicho nada al profesor Dumbledore, hasta no estar segura. Urge comprar ese gallo.
La visita a Hogsmeade fue mucho más interesante de lo que pensaba. Aunque yo fui como parte de los profesores que cuidaríamos de los alumnos, resulta que recibí información sorprendente.
Todos los chicos compraron golosinas como para todo el año (la señora Pomfrey ha tenido que quitar muchas indigestiones hoy), los gemelos Weasley se surtieron de artículos de broma en Zonko (seguro traerán algo que me puedan prestar para asustar a Snape)
Después de caminar muchísimo bajo el sol recorriendo todas las tiendas, entré con Hermione, Ron y Harry a "Las tres escobas". Pedimos muestras bebidas y buscamos una mesa. Encontramos una cerca de la ventana (cosa muy extraña ya que el lugar estaba repleto) y nos sentamos a descansar un poco antes de ir a comprar el gallo para Hagrid.
Hermione me preguntó con suspicacia ¿Para Hagrid? (Creo que esta jovencita es mucho, pero mucho mas inteligente de lo que aparenta, y eso ya es decir..)
Estuvimos platicando animadamente cuando vimos pasar por la calle al Profesor Snape. A mi no me pareció nada extraño, pero los chicos me dijeron que él jamás va a las visitas a Hogsmeade. Les dije que seguramente había recibido la indicación de ir, de parte del profesor Dumbledore, para contar con un adulto mas que cuidara de los alumnos. Cosa perfectamente comprensible dadas las circunstancias, ahora que todo mundo vive temeroso del-que-no-debe-ser-nombrado.
Replicaron que, aparte de Harry, el mas temeroso debería ser el propio Snape. Pregunté la razón y recibí un diluvio de respuestas.
El año pasado, tanto a Karkarov, como a Severus Snape, les ardió la marca tenebrosa del brazo, señal de que quien-tu-sabes los estaba llamando. Ambos habían sido mortífagos, pero habían retornado al lado bueno. Cuando sus marcas fueron tan evidentes que no se podía ocultar el hecho, Karkarov huyó, no se sabe a donde. Pero Snape se conservó al lado de Dumbledore, lo que lo hace un blanco inevitable de la venganza del señor tenebroso.
Además, Snape dejó de ser un motífago y confesó todo mucho antes de la muerte de los padres de Harry y de la desaparición del innombrable. Eso significa que no renunció al poder oscuro por miedo a ser delatado y terminar en Azkaban, sino que sus motivos para traicionar a Lord Voldemort fueron otros, ninguno de ellos relacionado con la cobardía.
¡Pero fue un mortífago- insistía Ron.
¿Recuerdan lo que nos dijo el profesor Dumbledore cuando murió Cedric? Pidió que lo recordemos cuando tengamos que optar entre lo que está bien y lo que es cómodo.- dijo Hermione.
- Pues no es cómodo tomar clase con él- replicó Ron
- Ni encontrárselo por los pasillos- dije yo.
Harry habló, como para si mismo – Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho mas que nuestras habilidades.
Al preguntarle, Harry nos platicó que en segundo curso, Dumbledore le había respondido eso cuando le contó que el sombrero seleccionador estuvo a punto de mandarlo a Slytherin, pero que había quedado en Gryffinfor solo porque él así lo pidió.
- Y cuando escapó Pettigrew, Snape insistió en que habíamos sido víctimas de un hechizo confundidor. Y eso nos libraba de un castigo, o de ser expulsados, debido a nuestra incursión en la casa de los gritos. Recuerden que ahí estaba Cornelius Fudge- dijo Hermione.
- Además, no olviden que también en segundo curso, Snape trató de evitar que nos culparan por lo de la señora Norris, diciendo que simplemente nosotros tres nos podíamos haber encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno- dijo Harry.
Nos quedamos pensativos. El panorama me mostraba un Snape que además de ser insoportable, odioso, intratable, intolerante e injusto, de vez en cuando dejaba escapar destellos de un espíritu muy diferente al que mostraba al mundo.
De nuevo me quedé perdida en mis reflexiones. El sol no tardaría en ocultarse y debíamos darnos prisa. Por la ventana, las sombras eran ya muy largas y de pronto, me percaté de que afuera se encontraba de nuevo el profesor Snape, viendo, como siempre sin parpadear, hacia el interior de "Las tres escobas". Esta vez no le sostuve la mirada, nos pusimos de pie, nos despedimos de la señora Rosmerta y salimos. El ya no estaba ahí.
