Y sigue la historia! Cada vez se pone mejor. En fin, anuncio que el 14 de febrero publicaré dos capítulos para celebrar este día muy especial, jaja. Igual aviso que actualizare todas mis fics ese día si no...me daré de topes con la pared. Disfuten el capítulo y los veo hasta el 14!
Wolfgang Snape.- Cuando lo leí por primera vez yo tambipen me sorprendí de la demostración de amor de nuestro pofesor, jaja. Yo no me lo esperaba. Si puedo contactar a Patricia le dire todos los comentarios acumulados. Disfruta este capítulo! Besos!
galilea.- Es un beso muy, muy especial.Hay muchas pistas enla historia sobre los huevos y vas a ver que una cosasaca otra...
amsp14.- Nada de dudas para Faith, jaja aunque verás su reacción en los siguientes capítulos, principalmente este. Este si es un Snape verdadero, el Snape que yo quisiera tener, jaja. Disfruta el capítulo y besos!
edysev.- Estoy de acuerdo contigo pues esta es una historia que pasa en la vida real, toca el tema de Harry Potter pero es más bien la historia la que es importante, tanto que cuando la lees hasta te puedes olvidar que el fic es de HP. Si, a mi me tomo días y días en terminarlo de leer, muy largo pero para lo que nos deja al final, te quedas sin palabras. Creo que terminé amando a Snape cuando termine de leerlo (y eso q me chocaba, jaja) Gracias por la felicitación, fue una decisión correctisima y buena, la mejor que he hecho hasta ahorita. Lamentablemente no tengo contacto con la autora, si no le mandaría mi felicitación y la de todas las personas que dejan un review a la historia. Seguiré buscando y buscando hasta que la localize. Besos!
Lady Kenobi
El Diario de Faith
Capítulo 4
Esta mañana, mientras me dirigía al salón de clase, Peeves estuvo haciendo alboroto mientras declamaba por los pasillos. Solo desapareció cuando el Barón Sanguinario lo hizo callar. Me dio la impresión de que los personajes de los cuadros cuchicheaban mas de lo acostumbrado al verme pasar (¿Será mi conciencia?) No he visto a Snape desde el sábado, hoy es lunes y afortunadamente tenemos toda una larga semana de trabajo. No se que voy a hacer o a decir cuando nos encontremos ¿Qué se hace después de haber aceptado y correspondido un beso así¿Cómo se debe comportar uno¿Le exijo una explicación y una disculpa¿De que se debe disculpar¿De haberme hecho temblar¿De haberme provocado una corriente eléctrica que iba de pies a cabeza¿O debo tratarlo como siempre?
Pasé toda la clase tratando de concentrarme sin lograrlo. Me perdí en mis pensamientos después de mandar al pobre Longbottom un tarantallegra, hasta que Hermione gritó finite incantatem, y con un gracioso movimiento de su varita impidió que Neville siguiera saltando.
Harry me ha preguntado qué me sucede, piensa que estoy preocupada por algo relacionado con el-que-no-debe-nombrarse. Esto me hizo recordar que no he preguntado a Hagrid si siguen desapareciendo los huevos.
¿Qué me pasa¿Por qué mi loca cabeza no deja de girar en torno de ese beso en el baile? Probablemente, Snape lo hizo para obligarme a callar, se que a veces hablo demasiado. Pero ¿por qué apareció esa margarita detras de mi puerta¿Por qué me besó¿Por qué¿Y por qué demonios tengo ganas de que me vuelva a besar así? Sus brazos y sus manos me dominaron, su mirada me hizo guardar silencio mientras me atravesaba con sus ojos (¿qué decían esos ojos tan negros?), su boca... ¡Dios! Me hizo temblar... Fue una mezcla extraña de suavidad y rudeza, fue tímida y ansiosa, fue...
¡Ya Faith, ya! Seguramente eso beso no significo para él nada mas que una muestra de dominio sobre mi, y no volveré a permitírselo ¡no señor!
Es fin de semana de nuevo. No había visto a Snape hasta esta mañana, que estaba leyendo el periódico como todos los días mientras desayunaba. Al terminar y ponerme de pié, vi que salía del gran comedor. Supongo que iba a entrar, pero al verme ahí se arrepintió. Como yo tampoco se que decirle, di tiempo a que se fuera y luego salí.
Mas tarde, iba yo hacia la cabaña de Hagrid, pero no tuve que llegar hasta allá ya que lo encontré por el camino. Iba sonriente y feliz, y me comentó que esta semana no se robaron un solo huevo.
¿Estas seguro- pregunté. Y me respondió que venía del bosque. Había llevado a Fang para buscar al animal que se ha robado los huevos, creyendo aún que se trata de un mapache. Me dijo que iría a buscar al Profesor Snape para decírselo, ya que éste había insistido tanto en volver el asunto mas importante de lo que era.
No fue necesario buscarloél nos encontró a nosotros. Agradecí que Hagrid estuviera ahí, pues yo sola no hubiera sabido que decirle a Snape. Hagrid le contó con alegría que se habían acabado los hurtos en el gallinero, que seguramente el mapache, o había muerto, o ya estaba dormido y se disponía a pasar la estación hibernando. Cualquiera de estas razones, según Hagrid, explicaba el hecho de que Fang no hubiera encontrado al animal.
- Es que no es un mapache, es una serpiente, se me salió sin pensar. Snape intervino antes de que Hagrid me preguntara algo y lo despidió secamente.
Me quedé sin saber que hacer ni que decir. El rompió el silencio ¿tú crees que ya haya hecho un nido?
Hasta ese momento me di cuenta de que había abandonado el modo ceremonioso de hablarme y de que me trataba de "tú". Pero eso era lo que menos importaba.
¿Para qué si no, querría una serpiente llevarse al bosque un huevo de gallina? Si hace el nido y empolla el tiempo suficiente, tendremos un nuevo basilisco en Hogwarts.
- Por eso compraste el gallo, todos saben que el canto del gallo puede matar a un basilisco, pero pocos pensaron en ello cuando lo trajiste. Eres muy predecible Faith, es fácil saber lo que piensas.
¡Con razón siempre he tenido la sensación de que me puede leer la mente! Y me llamó por mi nombre. ¿Por qué¿Por qué¿Y por qué siempre tengo que estarme preguntando cosas relacionadas con él¿Por qué?
¿Te vas a quedar ahí parada todo el día?
Su pregunta me sacó del curso de mis pensamientos, sin embargo, no supe qué responderle. Ante mis ojos se encontraba un nuevo Snape, uno que me había besado por la fuerza (bueno, al principio), uno que ahora me hablaba con familiaridad, uno que buscaba las mismas cosa que yo... Lo observaba tratando de descubrir a cual Snape tendría que responder¿al profesor insoportable¿al que me besó¿al que quiere saber lo que está sucediendo en el bosque?
- No tenemos todo el día ¿sabes? Así es que en lo que decides que me vas a contestar esta vez, mas vale que te muevas
- Pero..
¿Vienes o no?
Y se encaminó al bosque. De nuevo me hizo enojar su manera grosera de hablarme. Casi di la media vuelta, pero buscar el nido de la serpiente, si es que lo había hecho, se convirtió en la prioridad número uno.
Lo alcancé antes de llegar al límite de los árboles y nos internamos en silencio en el bosque. Las hojas en la tierra crujían bajo nuestras pisadas. El caminaba delante de mi.
- Podría ser más amable y cederme el paso – le dije.
- Si quieres ser la primera en encontrar algo desagradable, no me opongo- gruñó.
No me quedo mas remedio que seguirlo. Yo observaba su espalda, sus hombros, sus manos. Recordé la forma como me tomo de la cintura y el cabello y no pude evitar un estremecimiento. ¿Cómo era posible que primero me hubiera forzado de tal manera y ahora yo caminara detrás de él como si nada? A pesar de mi misma, tengo que reconocer que no me forzó tanto, y estaba muriendo por volver a experimentar las sensaciones que me provocó aquella noche.
Caminamos en silencio unos 20 ó 25 minutos, de pronto se detuvo y choque con él por ir perdida en mis recuerdos. Sentí como si me electrocutaran y me retiré inmediatamente de su cercanía (su peligrosa cercanía). El únicamente sonrió y me dijo – mira-. Era un pequeño claro entre los árboles en el que se podía notar en la tierra, la inconfundible marca de una serpiente que se ha arrastrado. Pero el resto del suelo estaba cubierto por hojas secas, lo que nos impedía revisar mas profundamente el terreno. Buscamos infructuosamente mas señales pero al cabo de un rato comprendimos que era mejor regresar. Observé detenidamente los árboles, el cielo, las sombras proyectadas por nuestros cuerpos en el terreno. El me veía divertido.
¿Vas a ponerte a hacer reflexiones sobre la muerte de las hojas Faith¿O sobre el olor del bosque y el canto de los pájaros?
- Ya sé, profesor, que la belleza de la naturaleza y el milagro de la vida reflejado en cada sonido, a usted le importan un pepino. Pero no, simplemente estaba grabando en mi memoria los detalles de este lugar para reiniciar la búsqueda en este mismo sitio ¿comprende?. De otro modo, podríamos ser víctimas de un leshii, y usted no parece ser la persona adecuada para atraparlo y ponerle los zapatos al revés, para evitar que nos observe, nos siga y nos confunda.
Los ojos negros brillaron iracundos y divertidos en su rostro impasible, pero únicamente dijo – vamos-.
Caminamos de nuevo sin decir nada; cada uno sumido en sus propias reflexiones. El sol aún estaba alto en el horizonte y el viento cantaba entre las ramas. Podría haber sido un momento hermoso, pero la presencia de Snape me alteraba. Al salir de la espesura, un airecillo frío agitó nuestras capas y voló mi sombrero. Me incliné para recogerlo-accio, dijo él y me quedé con las manos vacías mientras mi sombrero volaba a las suyas. Lo miré esperando que me lo diera y tras unos segundos sin que hiciera ningún ademán por devolvérmelo, se lo pedí.
¿Me da mi sombrero...? ...Por favor.
Dio un paso y me lo entregó en las manos. Antes de que me lo pudiera poner de nuevo, ya había tomado mi cara entre las suyas. Me vio a los ojos, a los labios (-me va a besar de nuevo, pensé), otra vez a los ojos y me dijo – tus ojos parecen los de un ciervo asustado-. Me besó en el pelo y se fue.
Me quedé unos minutos ahí tratando de serenarme. Cuando creí que mi respiración no delataría mi estado nervioso, me encaminé al castillo.
Domingo. El aire no ha dejado de agitar los árboles. El cielo se cubrió de nubes que amenazan tormenta. Me siento triste y no se por qué. He permanecido la mayor parte del día en mi despacho, he tratado de leer y no puedo. Tercamente, mis pensamientos van en su busca, pero tengo miedo de salir y encontrarlo. A él parece no causarle ninguna emoción lo sucedido. Pero... entonces ¿Por qué lo hizo? Debo dejar de preguntármelo, de nada sirve que piense en ello ya que yo no tengo la respuesta, y tampoco me atrevo a preguntárselo a él.
Acabo de darme cuenta que ayer no escribí su nombre, bastó con decir EL. ¿Qué pasa conmigo?
Vamos a media semana, se acercan los exámenes y tengo mucho trabajo, cosa que agradezco pues me ayuda a no pensar en el profesor Snape.
Hoy en la mañana lo vi en el gran comedor, desayunaba con la profesora McGonagall. Yo estaba con Harry, que me platicaba que le encantaría pasar las vacaciones de Navidad con
Sirius y Dana. El profesor Snape volteaba con insistencia hacia nosotros. Cuando la profesora McGonagall se retiró, mi corazón dio un vuelco al pensar que él se acercaría, pero no lo hizo. Salió del comedor sin saludarme siquiera.
No logro explicarme la tristeza que sentí. Ansiaba escuchar por lo menos un buenos días, pero pasó a nuestro lado sin voltear a vernos. Harry no notó mi desazón y siguió platicando entusiasmado, deseando que se le permita salir del colegio en esas dos semanas.
Mañana es sábado. Habrá partido de quidditch (Slytherin contra Hufflepuff) La profesora Sprout me ha dicho que ojalá apoye a su casa. ¿A que se deber�¿Piensa acaso que apoyaré a Slytherin? Una de las desventajas de no ser jefa de ninguna casa es que no tengo un equipo al cual apoyar. Si animo a uno u otro, puedo herir susceptibilidades o despertar suspicacias. Mejor no apoyo a nadie.
Claro que no me abstendré de ir, tengo que confesar que tengo ilusión por ver al profesor Snape, y miedo también.
Amanecí de mejor estado de ánimo. ¿Serán mis esperanzas de verlo? La mañana estaba nublada, se aproxima el invierno y el cielo nos lo anuncia.
Desayuné con algunos alumnos de Gryffindor (Los gemelos Weasley no paran de hacerme reír). Al acercarse la hora del partido, nos dirigimos en grupo hacia el campo. Al salir, sentí mucho mas frío del que yo creía y regresé por mi capa.
Volví al campo de quidditch, y antes de subir a las gradas donde me esperaban los Weasley con Hermione y Harry, apareció el profesor Snape, y me sonrojé sin poder evitarlo
No encuentro palabras para explicar la forma como me miró. Era una mirada divertida, pero no burlona, risueña podría decir. Era una mirada que me envolvía, sus ojos no me atravesaron como otras ocasiones, mejor dicho, era como si me cubrieran.
- Bue..buenos días, ... profesor Snape-
- Buenos días Faith.
Volteó hacia todos lados, y yo también, por pura imitación, sin saber qué buscaba. No había nadie. Cuando volví a verlo se acercó a mi, tomó mi rostro entre sus manos (eso ya me está gustando), las deslizó hasta mi pelo, lo aprisionó y me besó en los labios. Sentí que el mundo giraba, coloqué mis manos en sus hombrosél debe haber pensado que quería abrazarlo pues me besó mas ansiosamente. No existía nada, solo su boca en la mía, sus manos en mi pelo y mi corazón latiendo con furia. Se separó de mi sin soltar mi cabello y me dijo – no sabes como he ansiado esto, y se fue.
No se como pude subir hasta las gradas. Mi cerebro giraba, no noté cuando empezó el partido, solamente veía manchas de colores cruzando ante mi. Reaccioné cuando los gritos por una anotación me volvieron a la realidad. Enfrente se encontraban todos los alumnos de Slytherin, con sus túnicas verdes, saltando y gritando, y también estaba él, viéndome desde all�, y sonreía.
No se cómo acabó el partido, no me enteré. No recuerdo tampoco haber bajado las escaleras ni haberme despedido de los chicos. Solamente se que estuve caminado con Snape a la orilla del lago, seguramente estuve hablando sin parar, pues de pronto, me tomó de la mano y deteniéndose me dijo – por favor, calla-. No podía mirarlo de frente, mi vista paseo por la superficie del lago y se quedó perdida en algún punto del infinito.
- Faith...
Por fin me atreví a voltear a verlo, me abrazó y yo quedé recostada en su pecho, haciéndome mil preguntas y sin poder hablar. El rompió el silencio diciendo de nuevo mi nombre.
- Faith...
- Dígame profesor...
Se rió con ganas y me preguntó que por qué no lo llamaba por su nombre, me dijo que después de haberlo besado, lo menos que podía hacer era tratarlo menos ceremoniosamente. ¿Besarlo¿Yo- pregunté soltándome de sus brazos. Se rió de nuevo y dijo – si... así...-.
Ahora si puedo decir que nos besamos. Sin pudor, probé una vez mas el sabor de su boca, abracé su cuello y me perdí en la experiencia infinita de sus labios. El abrazó mi cintura, a pesar de todo, el rubor teñía mi rostro cuando me dijo – me encantan tus ojos enormes. Me extravié en la negrura de su mirada, era lo único que había en el mundo es ese momento, ese par de ojos que saben mirar con furia, con burla, con rabia, ese par de ojos que parecen que atraviesan el alma y leen los pensamientos, ese par de ojos que me veían de una manera desconocida.
- Me gustas mucho Faith.
Mi cerebro trabajaba a marchas forzadas ¿qué le digo¿qué le respondo¿qué hago?
- Ahora si enmudeces.
¡Oh Dios! Piensa Faith, piensa... ¿qué quiere que diga profesor Snape? (tonta, mil veces tonta).
- Nada, no hace falta... por ahora ¿nos vamos?
Yo hubiera querido quedarme ahí muchas, muchísimas horas. No se para qué, si no fui capaz de armar una sola frase inteligente, y ni modo que me lanzara a sus brazos ¿no?
Me acompañó hasta la puerta de mi privado, inclinó suavemente la cabeza, y se marchó.
