El Diario de Faith

Capítulo 8


Ni una palabra. Han pasado dos días desde que se la entregué y no me ha dicho nada. Hoy, en el gran comedor, el profesor Dumbledore me preguntó por él, yo no tenía respuesta. Hagrid, en toda su ingenuidad, contestó que Severus ha estado visitando el bosque por las noches.


Esperaba alguna explicación, unas cuantas palabras para comprender por qué ahora las noches las pasa en el bosque y no conmigo. Quisiera creer que entre nosotros todo sigue igual, que sus ausencias obedecen a razones del trabajo. Trato de aferrarme a alguna señal que me indique que nada ha cambiado, pero es en vano.

Lo que más me duele es que a él no parece importarle lo que siento. No parecen importarle mis lágrimas ni mis miedos, ni mi corazón lastimado por su lejanía, por sus palabras duras y por sus ojos que ya no me miran como antes.

Quisiera sacudirlo, hacerlo reaccionar, hacerle ver que me hiere, que me lastima ¿No le importa¿No significa nada para él dañarme así?


No se cuantas noches llevo esperando que se acabe este silencio, esta soledad. Aguardando su presencia.

¿Qué es lo que te está alejando de mi de esta manera¿Qué es?

Me asaltan dudas terribles ¿Estará bajo un imperius¿Alguien lo está tentando con el lado oscuro?

Creo que ya no tengo mas lágrimas. Todo ha cambiado, es un hecho que ya no soy para él lo que era antes. No se que es lo que lo ha apartado tanto de mi. Y una punzada en mi cerebro y en mi corazón me atormenta.


Ayer no pude más. Traté de recobrar al Severus del que me enamoré, al Severus que me amaba. Me arreglé como la noche de Halloween y fui a su despacho. Me recibió en silencio, estaba solo, y sin palabras, me invitó a pasar. Lo interrogué, le exigí una explicación, una respuesta. Me miró con dolor y luego volteó hacia otro lado.

¿Estas viendo a otra verdad?

Después de una eternidad asintió.

¿La amas?

No pudo mirarme a los ojos. Su silencio me dio la respuesta. Tardé en reaccionar, cuando lo hice, descubrí ese tipo de dolor que dicen que no te deja llorar. Sentí en el centro del pecho un hueco por el que podía pasar el aire, ahí, donde debía de haber tenido el corazón. No pude pensar, no pude hablar, no pude hacer nada.

¿Estás bien-me preguntó. Entonces cayó sobre mi todo el peso de la realidad. Severus, mi Severus había dejado de amarme. Mis manos golpearon su pecho, me negaba a aceptarlo, me abrazó y lloré todas las lágrimas que quedaban en mi.

¿Por qué? – pregunté

No lo se

¿No lo sabes? Pero sí sabes que prefieres su compañía a la mía ¿no? Sí sabes que tus horas con ella son más felices, sí sabes que mi entrega ya no te basta, sí sabes que ya no te lleno...

Me miró con una tristeza infinita.

¿No te importa lastimarme así¿No te importan las horas, los días y las noches pasados juntos¿No te importan los sueños que compartimos¿Acaso vas a llevarla a ella a Albión?

En ese preciso momento me di cuenta de la magnitud de las cosas. Los planes que hizo para ambos, sus miradas, sus caricias, sus misterios, sus pocas risas, todo iba a ser para otra.

¿Por qué? – pregunté de nuevo ¿Qué te hizo falta?

No se. Es tan fresca, sin problemas, sin conflictos. No pregunta, no exige nada. Disfruta mi compañía sin esperar mas de mi, no me cuestiona, no espera respuestas, no piensa en el futuro, no se llena de miedos por lo que pueda pasar...

O sea que es una mujer sin sueños, sin cerebro, vacía...

Por favor... respétala

¿Y acaso él me respetó a mi¿Respetó mi entrega¿Mi amor, mis sentimientos? Le grité todo eso y más. El sólo me observaba en silencio, no quiso pelear, justificarse, nada. Solo me escuchó. Cuando ya no tuve nada más que decir, salí de la mazmorra (ese ya no sería mas mi refugio, sería de ella) pero alcancé a escuchar su voz diciendo – quiero que estés bien-.


¿Estar bien¿Cómo puedo estar bien¿Cómo puede pensar siquiera que estaré bien? Siento que el silencio me invade, me siento perdida, vacía. Es un esfuerzo inimaginable levantarme en las mañanas para las clases. Ir al gran comedor y verlo, sabiendo que más tarde se reunirá con ella. Siento un frío mortal que lo rodea todo, y una oscuridad impenetrable que me cubre, que me ahoga. Hasta la Dama Gris me mira con pena y Peeves se abstiene de jugarme malas pasadas.

El profesor Dumbledore habla y habla durante las comidas, tratando de evitar que se hagan silencios incómodos, incluso, invitó a la Profesora Trelawney a unirse a nosotros en la mesa. Los alumnos callan, cumplen con sus tareas y se esfuerzan por no causar problemas y no hacer escándalos en mi clase.


Albus Dumbledore me ha invitado a su despacho. Como era de esperarse, el tema era yo misma, mi estado de ánimo, mi depresión. Me pidió que no pierda mi amor por la vida, mi fe en las personas, que no permita que desaparezcan mi sonrisa y la luz de mis ojos (de mis grandes ojos de ciervo, decía Severus).

Llora todo lo que quieras, y cuando te hayas desahogado, cuando ya no tengas más lágrimas que nublen tu mirada, podrás descubrir muchas otras cosas bellas y buenas a tu alrededor- me dijo.

No dudo que estén ahí – respondí – pero ahora siento que en mí no hay nada bueno ni bello. Siento que todo lo que yo era, lo que yo valía, no es nada. No pude, o no supe, mantenerlo enamorado.

Faith, recuerda que el valor intrínseco de las cosas, y de las personas, no radica en el precio que los demás pagan por ellas; sino en lo que guardan dentro de si. La flor es bella por si misma, aunque los ojos que la miran sean ciegos.

Fawkes entonó un canto dulcísimo. Salí de ahí con menos tristeza, tratando de recuperar la fe, tratando de creer en mi misma de nuevo.


Poco a poco me voy recuperando. Lo veo y ya no siento ese dolor paralizante de los primeros días. Creo que podré sobrevivir.


Veo a Severus casi todos los días, a veces me saluda secamente, otras, me rehuye. Es como ver una pared en medio de tu camino. No sonríe , no habla, sus ojos negros son mas duros que nunca, ya no chispean, ya no me dicen nada. Los alumnos lo evitan pues ha estado especialmente duro, y ha quitado tantos puntos, que algunos hasta perdieron la cuenta. Me comentó Hagrid que sigue saliendo por las noches, pero yo no lo veo feliz.

Realmente no tengo la certeza de que lo que él tenía conmigo fuera su concepto de felicidad, sin embargo, lo mas duro es que ya no me importa. O por lo menos, creo que ya no me importa.

A lo largo de estos días, he levantado poco a poco los restos de mi espíritu destrozado. He reconstruido mi autoestima deshecha, he empezado a sanar, a alejarme del dolor, a no permitir que me dañe su presencia, ni su ausencia.

Las noches, que se habían vuelto eternas sin él, vuelven a tener sentido. Esas horas de oscuridad, hechas para reflexionar, nos anuncian siempre un nuevo día, un día mas para vivir, para trabajar, para renovar la confianza.


Hoy al fin volví a mi rutina normal y leí el Profeta a la hora del desayuno. Habían continuado los saqueos en diferentes cementerios ( y yo no me había enterado) y ayer se dio un nuevo caso.

Esta vez, abrieron una tumba anónima y robaron parte del cadáver momificado. Era una escena impresionante, la tumba abierta, el ataúd destrozado, las ratas que invadieron la fosa y los restos del cuerpo cuidadosamente colocados a un lado. Faltaba un brazo completo.

¿Quién está haciendo esto¿Para qué? Es obvio que buscaban un cuerpo en específico, pues de otro modo, hubieran destazado el de la primera tumba que abrieron. Sin embargo, decidieron llevarse el brazo de un desconocido ¿Quién sería¿Para qué lo quieren?

Hermione Granger se acercó a mi y me pidió mi ejemplar del profeta.


Hagrid vino a buscarme, traía consigo un ejemplar de "criaturas mágicas..." y me juró, inocente y emocionado, que en el bosque está habitando una ninfa. El entendimiento me llegó de golpe, pero me dije a mi misma "ya no te importa ¿recuerdas Faith?". Me mostró la página donde, además de la explicación general sobre la seductora belleza de las ninfas, dice que algunas de ellas, tentadas por el mal, cambian su dulce voz semejante al sonido de la brisa o al suave murmullo de un arroyo, por canciones repletas de lujuria. Se cree que estas ninfas sirven a Lillith, la oscura diosa de la noche que pierde a los hombres para saciar sus instintos.

Ya no me importa, ya no me importa, ya no me importa.

Me lo he repetido tantas veces, que estoy acabando por creerlo.


Espero q les haya gustado este triste capítulo, snif, snif. Ahora contesto los reviews. Nos vemos muy pronto!

Wolfgang-Snape: Si, de aquí en adelante la historia es muy muy triste. Q bueno q le hayas tomado mucho cariño a Faith! Snape: q demonios te pasa! Besos!

amsp14: Estoy de acuerdo, la mejor manera de comunicarse para solucionar a veces los problemas son las cartas. No te preocupes, el basilisco no hará daño alguno a Snape, Faith o al colegio. Como ves, el viaje no se podrá realizar en esos momentos, aunq pienso q sería romántico, jaja. Saludos!

Lady Kenobi