Título: Bow to the Inevitable – Sometiéndose a lo inevitable
Autora: Adelina www . astronomytower . org/authorLinks/Adelina/
Traducción: Youko Gingitsune
Betaed: MiauNeko
Personajes: Lucius, Draco, Narcissa, Molly, Ron
Categoría: Gen
Rating: G.
Era: Pre-Hogwarts (Draco tiene dos años)
Derechos: Estos personajes no me pertenecen, son de JK Rowling.
Dedicado a todos los fans de Draco en canon.
Lucius Malfoy estaba a punto de salir de su estudio, ir a esconderse a unos de los túneles subterráneos más oscuro de su casa, gritar toda su ira y frustración a las paredes silentes, y nunca salir de nuevo; al diablo con su esposa, su trabajo y sus responsabilidades. Era difícil creer cuánto era capaz de afectar un niño de dos años y medio que apenas le alcanzaba las rodillas a Lucius, a un hombre de veintiocho años que siempre se había sentido complacido con su salud y compostura, hasta que el pequeño monstruo había crecido lo suficiente para empezar a caminar y a seguirlo a todas partes.
Aunque Draco era todavía demasiado joven para bombardear a Lucius con infernales preguntas sobre por qué el cielo era azul, o por qué las pinturas hablaban, o por qué no le estaba permitido entrar en la biblioteca; no quería decir que el niño fuera mudo. Lo que no podía expresar con palabras lo comunicaba con gritos, lamentos o gimoteos, y eso estaba volviendo loco a Lucius. El niño nunca parecía estar satisfecho con lo que se le daba, a pesar de que ni Lucius ni Narcisa habían escatimado un centavo si de comprarle lo que quería se trataba. Una vez, habiendo estado de visita en la casa de Severus Snape, Lucius había visto la pintura de un hombre gordo con la boca totalmente abierta, en la cual un par de personas que lucían raquíticas estaban vaciando todo su dinero. Mientras la miraba, la figura del hombre gordo había comenzado a cambiar en su mente hasta que se vio a sí mismo y a Narcisa en los roles de esa gente, y a su hijo como el insaciable tirano. Ni siquiera cuando se enteró de que el artista había sido un muggle francés que había muerto hace muchas, muchas década atrás, la impresión que Lucius había obtenido de aquella pintura pudo borrarse… había retratado muy bien la actual situación de la familia Malfoy.
Draco comenzó a lloriquear de nuevo, jalando de las túnicas de su padre. Lucius se aguantó las ganas de patearlo y se dejó llevar por pensamientos de cómo habría sido todo si sólo Narcisa no hubiera salido embarazada a pocos meses de haberse casado.
Ni ella ni Lucius habían planeado tener un hijo tan pronto. Después de regresar de su larga luna de miel, Narcisa había aceptado un trabajo que le habían ofrecido en el Ministerio. Enterarse del embarazo había forzado a Narcisa a cambiar sus planes con respecto al trabajo… algo que había lamentado hasta el día en que Draco nació. Lucius había pasado meses mirando a su esposa fruncir el ceño a su siempre creciente vientre, y había sentido algo de satisfacción al saber que no era el único que tenía sentimientos encontrados con respecto a convertirse en padre.
"Será un niño y nacerá en agosto." Le había informado Narcisa una noche.
No estando seguro de cómo se suponía debía reaccionar, Lucius no había dicho nada.
"Tenemos que escogerle un nombre" había continuado ella.
"Erm… qué tal Theodosius" Lucius masculló al fin, escogiendo el primer nombre que se le vino a la cabeza.
"Yo voy a escogerle el nombre" le había dicho Narcisa con resolución, frunciéndole el ceño. "Vivimos en el siglo veinte, y no quiero que mi hijo porte un nombre tan anticuado. Voy a pensar en algo moderno, elegante y respetuoso al mismo tiempo. No te preocupes" agregó al ver la expresión de Lucius"nada de nombres comunes. Nunca llamaría a mi hijo Bill o peor, Ronald, como esos simplones de los Weasley hicieron… y han estado haciendo por un largo tiempo, al parecer."
El sexto hijo de Arthur Weasley había nacido hacía una semana… Lucius lo había visto en los anuncios de matrimonios y nacimientos en El Profeta. Desafortunadamente para él, todo cambió el instante en el que la enfermera puso el bulto, que se retorcía y gritaba, en los brazos de Narcisa, y ella posó la vista sobre la pequeña carita roja. Desde ese día Narcisa había decidido que el bebé era la criatura más maravillosa, hermosa, adorable y encantadora del mundo. Lucius no había podido hacer nada, sólo pudo observar mientras su de otra manera inteligente, sensata y razonable esposa arrullaba al bebé y le hacía ridículas muecas para tranquilizarlo. Cuando ella alzó la cabeza, Lucius había quedado horrorizado al ver la expresión de adoración en su rostro, aun cuando el niño no había dejado de llorar y lucía como un polluelo mojado con cabello rubio erizado en lugar de plumas.
"No quieres sostenerlo" Le había preguntado ella, dándole una mirada mordaz, que básicamente no le dejaba escapatoria.
Lucius forzó su boca en una sonrisa anormal - sabía que no era recomendable contradecir a una mujer que había pasado las últimas catorce horas dando a luz a un niño – y dejó que la enfermera colocara a su hijo en sus brazos. El bebé, que había estado chillando desde que vino al mundo, parecía haber sido mortalmente ofendido al ser sostenido por su padre. El chillido se había convertido en gritos ensordecedores que incluso habrían hecho a Severus Snape romper en llanto. Al mismo tiempo, el bebé había comenzado a patear y a retorcerse en los brazos de Lucius, causando que el confundido hombre perdiera el equilibrio y casi lo soltara.
A pesar de estar exhausta, Narcisa había saltado de su cama y arrebatado al bebé de los brazos de su esposo, lanzándole una mirada que ella sólo reservaba para muggles.
"Estás loco" le siseó con vehemencia. "Quieres traumarlo de por vida"
Para su sorpresa, los gritos del niño cesaron, convirtiéndose en un lloriqueo, y él dejó de resistirse en el momento en que regresó a los brazos de su madre. La letal mirada de Narcisa había congelado a Lucius en su sitio.
"Pero…" había tartamudeado. "Me odia! No quiere que lo cargue"
"Claro que no! Qué esperabas si lo cogiste como si fuera un sucio gatito que encontraste en la calle! No puedo creerlo! No llores, Draco, mami te va a cantar una canción de cuna…"
"Draco" Se preguntó Lucius. Obviamente Narcisa se había decidido por ese nombre. Después, mientras firmaba el certificado de nacimiento, pensó que se había alegrado de ver que Theodosius había sido escogido como el segundo nombre del niño.
TBC
Nota de la traductora: Este fic es originalmente un oneshot, pero como me gustó tanto y decidí traducirlo cada vez que tuviera tiempo, lo estoy haciendo en pequeñas partes -)
