Primero: Una disculpa a todos por no poder actualizar lo más antes posible. Con examenes trabajos, etc... apenas estoy volviendo a mi ritmo cotidiano de vida. Mil disculpas.

Segundo: Publicaré la otra historia de Patricia, pero eso sucederá cuando termine este fic. No les diré cuantos capítulos faltan ni cuando se publique se los diré así que ALERTA PERMANENTE!

Tercero: Ahora les contestaré sus reviews de los capítulos 9 y 10.

Cuarto: Disfruten estas pequeñas vacaciones!

Galilea (Cap.9 ).- Sabes, este fic a cualquiera haría llorar. Bueno no te puedo decir si al final Faith y Snape quedan juntos pues aunque la autora este casada con su Snape no significa que se queden juntos ¿o si?. Sobre si Snape se lo merecía, SI se lo merecía. Sobre la treta con Voldemort y la ninfa pues no te puedo decir mucho pero por ahí va el asunto. Besos!

amsp14(Cap.9).- Que bueno que ese capítulo te haya gustado mucho. Sobre la historia, cuando termine este fic, publicaré el otro! Es verdad lo que dices sobre como esta estructurada, me sorprende mucho ya que no cualquiera lo puede conseguir. Quien lo consigue, su historia es un exito. Sobre lo triste que se pone la historia, mejorará.

MakySev24(Cap.9).- siento de decirte que hasta donde yo se, no es una de las autoras de Trevor es Snape, tendría que ver. Que bueno que te ha gustado la historia. Besos!

Edysev(Cap.9).- perdóname a mi por no actualizar lo antes posible, sabes deberíamos hacer algo para que no nos dejen mucha tarea. Esta vez he publicado un capítulo largo, espero que te guste. Estoy de acuerdo con lo que me dijiste de que no todo lo maravilloso dura demasiado. Besos!

Sabi( Cap.9).- pues sigue leyendo y sabrás si Faith se dejará reconquistar por nuestro Snape. Yo sinceramente no le perdonaría, jaja. En fin besos!

Misa-Andreina-Snape(Cap.4,5 y 10).- Nunca me habías escrito, me eres nueva, pero me alegro que gente nueva como tu, lea el fic y se vuelvan seguidores al fic. Publicaré lo más pronto. A nadie le ha gustado que Faith haga sufrir a Severus pero que se puede hacer. Besos!

Andrea (Cap.10).- Estoy de acuerdo con que Severus es un poco cursi, si lo fuera todo el dia ¡OH MY GOD! me daría el tiro. Leeré el fic de VeresnaUssep con el riesgo de caer en depresión, jaja, me das todos los datos para poder leerlo? No me importa que este en ingles (para eso me la pase 8 años o más de mi vida estudiando inlges¿no?) Es verdad lo que dices sobre encontrar buenos fics en español, pero hay varios dignos de mencionar (para los que les interese chequen mi sección de favoritos) . Besos!

Sabi (Cap.10).- Jaja, lo que me dijiste sobre Faith, Snape y tú muy bueno, jajaja. Le seguiré dando duro y con animos para actualizar, jeje. Besos!

amsp14(Cap.10).- Hay Ana María, como dices la historia es muy verdadera y como una historia verdadera, hay personas que no terminan bien. Creo que a varias les gusta Faith, pero otras casi se la linchan por no perdonar a Severus.

Lady Kenobi


El Diario de Faith

Capítulo 11

Ha pasado casi una semana y hasta ahora vuelvo a escribir. ¡Dios! No se por donde empezar.

Hoy por la mañana, entre brumas en mi cabeza, escuché a la señora Pomfrey diciendo a alguien – no puede pasar. Era Severus, que llegó a mi lado y tomó mi mano entre las suyas, entonces abrí los ojos, me encontraba en la enfermería. Fue mirarlo y derrumbarme, recordé todo lo que había pasado (¿cuándo?).

Lloré como una niña, cuando logré calmarme y hablar con algo de coherencia, le conté todo.

Esa noche, después de que Severus salió de mi despacho, tomé mi capa y me dirigí al bosque. En el camino me encontré con Hagrid, que estaba terminando de arreglar el campo de quidditch.

Me interné entre los árboles, caminé mucho tiempo, no se cuánto, y estuve atenta a cualquier ruido. Lo último que quería era encontrarme con el basilisco.

No encontré a los centauros en el bosque. Estaba resignada y decidida a volver cuando escuché pasos. Alguien me seguía, no había duda de ello. Sin voltear a mirar, corrí, pero aquello me alcanzó con rapidez. Una mano me arrebató la varita, y otra me rodeo por el cuello. Traté de soltarme del repugnante abrazo, pero me fue imposible. Con el forcejeo, aquello y yo caímos al suelo. Mi atacante era mucho mas fuerte que yo, me golpeó en la cara y rompió mi túnica. Entonces pude ver su rostro. Era un hombre desconocido, marcado con horribles cicatrices. Sentí su aliento muy cerca de mí, una voz gutural me dijo "mas te vale permanecer tranquila". Decidida a salir viva de ahí, me concentré en grabar en mi memoria su cara, como si hubiera vivido con él toda mi vida. Se dio cuenta de que yo lo observaba, y luego todo fue oscuridad.

Al platicarle todo esto a Severus, pude reconocer en sus ojos el verdadero odio. Acarició mi pelo, besó mis manos, mi cara.

¿Cómo llegué aquí?

Había pasado mucho tiempo desde que te encontraste con Hagrid, y como no te había visto regresar, y no vio ninguna luz en tu ventana, decidió buscarte. Se hizo acompañar por Fangél fue quien te encontró. Hagrid vio tu varita tirada no lejos de ti, estabas sola e inconsciente. El te tomó en brazos y te trajo hasta aquí. Únicamente le avisó a Dumbledore. Pero esta mañana, Potter y sus amigos le preguntaron por ti ya que no diste tu clase, supieron que estabas aquí y vinieron a verte. A mi me lo dijo Draco Malfoy, pero ignoro cómo se enteró.

Ya no quiero pensar Severus, ya no quiero, tengo miedo.

Besó mis lágrimas, me abrazó dulce y largamente.

Espérame unos minutos

No te vayas por favor

Enseguida regreso, aquí estás bien.

Antes de salir, se dirigió a la señora Pomfrey.

No permita que nadie, excepto el profesor Dumbledore o yo, entre a este lugar ¿entendió? Nadie.


Regresó poco tiempo después. Yo tenía miedo de cerrar los ojos, temía volver a ver esa horrible cara, temía oír otra vez aquella risa siniestra.

Quiero pedirte algo – le dije.

Lo que quieras Faith

Bórrame la memoria

Me sonrió con tristeza. Acercó su mano a mi mejilla lastimada y entonces me di cuenta que estaba sangrando. Sus nudillos era una masa amorfa, prueba de que sus puños habían golpeado algo, o a alguien, hasta sangrar.

¿Qué tienes?

No es nada

Golpeaste una pared ¿verdad?

Se culpó de lo ocurrido, me dijo que si él no me hubiera abandonado, nada de esto habría pasado. Dijo que era responsabilidad suya, que él debía de haber estado conmigo, que era él quien debía de haber ido al bosque, que él tendría que haber puesto mas empeño y tendría que haber escuchado mis angustias. Que si hubiera atendido mis miedos y mis ansias por el futuro, yo no hubiera tenido que ir a buscar las respuestas...

Calla Severus, por favor. El hubiera no existe. Nada lo que estás diciendo tiene caso ahora. Ha sucedido y eso no cambia. La culpa no es tuya, no es tu responsabilidad. No quiero que vuelvas a decir eso nunca¡nunca¿me entiendes?

Por primera vez en mi vida, lo vi llorar. Se abrazó a mi y me dijo – te amo tanto.

Nos quedamos un rato en silencio. Cuando se puso de pie le pedí – no te vayas.

Sacó de su bolsillo un pequeño frasco con un líquido color púrpura y me dijo antes de hacer que me lo bebiera por entero.

Toma, es una poción para dormir sin soñar.

Cerré los ojos, pero antes, le pedí que permaneciera conmigo hasta que me quedara dormida.


A la mañana siguiente, al despertar, no recordaba nada. Abrí los ojos y el sol me reconfortó. Al ver el sitio en que me encontraba, volvieron a mi memoria todos los recuerdos. Pero una sola cosa tenía importancia en mi corazón¿Dondé está Severus? Una margarita sobre mi almohada me dijo que él había estado ahí esa mañana y no pude evitar una apagada sonrisa.

Le pedí un espejo a la señora Pomfrey y me observé con detenimiento. Casi no me reconocí. Esa cara amoratada no era la mía, tampoco esos labios lastimados y secos, ni ese cabello revuelto. Lo peor eran los ojos; no eran los ojos que yo conocía. Parecían muertos, sin brillo. Entonces lloré, lloré desconsoladamente por mi confianza derrotada, por mi vida ultrajada, por mi alma herida. Lloré por la niña asustada que no entendía lo que le había pasado, por la mujer aterrorizada que comprendía la terrible experiencia, por toda la gente que vive con miedo, sabiendo que a la vuelta de cualquier esquina, se esconden cosas terribles. El espejo me devolvió mi mirada como de ciervo asustado y me desplomé en la almohada, que quedó empapada con mis lágrimas. Así me encontró Severus.

No llores mas Faith, no llores.

Como si me hubiera dicho exactamente lo contrario, volvió a desbordarse el torrente imparable del miedo, del terror, del pánico. Severus me abrazó con una ternura infinita, me dejó llorar hasta que mis ojos se secaron.

Fue el hombre verde

¿Quién?

El hombre verde, el espíritu maligno de la campiña inglesa. Ronan no quería decirme nada, pero Firenze si habló. Me dijo que hace algunos días, la noche en que destruyeron el campo de quidditch, había escuchado al hombre verde hablando con alguien a quien no pudo ver. Y comentaron que pronto iban a tener la oportunidad de llevarlo a cabo.

¿De qué estas hablando Severus?

No me explicó nada más. Después comprendí que él había vuelto al bosque, para buscar al ser me atacó.


El profesor Dumbledore también me visitó en la enfermería. Después de pedir a la señora Pomfrey que nos dejara solos, me dio un caramelo y me interrogó. Dijo que Severus ya le había contado todo lo que yo relaté, pero que necesitaba saber si vi a alguien mas, o si el que me atacó dijo alguna otra cosa. Me preguntó que si estaría dispuesta a someterme al suero de la verdad, no porque dudara de mí, sino porque podría haber detalles que subconscientemente prefiriera olvidar.

Le dije que estaba dispuesta y mandó llamar a Severus. Le pidió que llevara la poción. Su rostro permaneció impasible y obedeció.

Pedí a Dumbledore que Severus no estuviera presente mientras me encontrara bajo los efectos del veritaserum. Sin preguntas, mostrándome que sabe mucho mas de lo que todos imaginamos, el profesor Dumbledore aceptó.

Cuando Severus volvió con la pócima y Dumbledore le pidió que esperara afuera, me miró buscando algún motivo para quedarse, yo solo asentí en silencio y él se retiro diciendo

Estaré cerca.


Recuerdo que volví a abrir los ojos y ahí estaban tanto Severus como Dumbledore. El suero de la verdad no arrojó mas luz sobre lo sucedido, pero descubrí en ambos una preocupación que no había visto antes.

Apareció la capa de Harry – dijo Dumbledore.

(Si Severus casi no habla, menos lo hace en presencia del Director)

Mientras Hagrid estaba reparando el campo de quidditch, tropezó con algo. Cuando sintió el golpe, buscó a tientas y descubrió entre la tierra la capa invisible de Harry, cubriendo una gran piedra. Supo inmediatamente que era la misma capa que Harry había usado innumerables veces en sus correrías por el colegio. La entregó a su dueño y éste, sabiendo lo que eso representaba, buscó de inmediato al profesor Dumbledore, pero al no encontrarlo, no le quedo mas opción que decírselo a Severus.

El y Dumbledore están seguros de que la noche que destruyeron el campo de quidditch, lo que hicieron fue llevarse el hueso en que Barty Crouch había convertido el cadáver de su padre.

Ahora tenemos una respuesta, pero ¿Para qué lo quieren¿Quién?


Me llevó varios días escribir todo lo sucedido desde que fui a buscar a los centauros hasta ahora. He tratado de hacer mi vida lo mas normal posible, pero el miedo se ha instalado en mi, a veces me paraliza. Es tan difícil sobrevivir después de lo ocurrido.

Severus está a mi lado todo el tiempo que le es posible. No me deja salir sola a los jardines. Su compañía me da la fuerza y el valor de que yo carezco.

La otra tarde, habíamos ido a caminar un poco bajo el sol. Quise regresar antes de que oscureciera cuando un soplo de viento agitó las ramas de los árboles. Me sobresalté sin poder evitarlo.

No soy una compañía entretenida ¿verdad?

Me abrazó y me recostó en su pecho. Después de unos pocos minutos me solté de sus brazos y le dije – no quiero que malinterpretes esto. No hace falta que me acompañes, que estés conmigo a cada paso que doy. No quiero que pienses que te he aceptado de vuelta en mi vida. No tengas falsas expectativas...

Calla Faith, yo lo se. Estoy muy conciente de eso. Se perfectamente que tú perdonas, pero no olvidas.


He perdido la cuenta de los días transcurridos. En el Colegio las cosas aparentan ser normales, pero en el corazón de todos, está siempre presente la duda, la incertidumbre.

Severus es mi sombra, me acompaña a cada paso, o se asegura de que alguien lo haga. No permite que el terror me paralice, trata de forzarme a sonreír, a pensar, a confiar. De un modo suave, pero firme, me ha obligado a enfrentar mi miedo; y me sonríe con dulzura cuando descubre que la antigua Faith aún se encuentra aquí, agazapada detrás del pánico que vive en mi mirada.

No me da tregua, no me da oportunidad de derrumbarme. Me cuida como si yo fuera una ligera mota de polvo que puede perderse en el aire para siempre, o como si fuera la mas frágil pompa de jabón a punto de estallar. Me mira a los ojos buscando no se qué, y no dice nada. A veces observa al infinito y se pierde, no se si dentro de si mismo, o en algún lugar y un tiempo que yo no conozco. Pero siempre está ahí para mi, como un rayo de luz que penetra hasta en las noches mas negras y acompaña mis pasos dondequiera que voy.

Severus es mi guardián, mi ángel, mi día y mis noches. Mi sueño y mi vigilia, mi agua y mi sed, mi alimento, mi aliento, mi sostén y mi fuerza.


Esta tarde me encontraba deprimida, susceptible, cansada.

Estoy harta Severus, estoy cansada de pensar, de tener miedo, de vivir los días en medio del temor, de la inseguridad. Estoy cansada de preguntarme cosas, de voltear hacia atrás cada vez que escucho algo, de tratar de adivinar qué sigue, qué va a pasar. Ya no quiero preocuparme por nada, quisiera ser como una niña, inocente, pura, llena de entusiasmo, de sueños, de ilusiones, de confianza... Quisiera recobrar la fe, vivir cada día sin temer que sea el último, disfrutar del sol, del aire, del sonido del agua. Asombrarme de las cosas pequeñas, voltear al cielo y formular un deseo a las estrellas, creyendo que me será concedido. Quisiera reír, bailar, correr libre, sin ataduras, sin estos lazos que me paralizan y me impiden creer, que me dominan y me mantienen amordazada, encadenada a la tierra y que no me dejan montarme en un rayo de la luna y escapar...

Volví a llorar, me refugié en su pecho y trate de no pensar más.

Descansa Faith, ya no atormentes mas, deja que yo me ocupe, deja que sea yo el que lucha, deja que yo te cuide, que yo pelee todas tus batallas.

La primavera es una explosión de color, de aromas, de sonidos. Para probarme a mi misma, salí sola al atardecer. Me sentí viva de nuevo. El sol, pintaba las nubes de rosa, de naranja, de un rojo furioso. Las sombras proyectadas por el castillo empezaron a cubrir el lago y el bosque. En la cabaña de Hagrid, el humo que salía por la chimenea trataba de perseguir a las últimas aves que se retiraban a sus nidos, pero la brisa cálida se lo llevaba de la mano a visitar a la primera estrella en el oriente. Las hojas de los árboles susurraban, platicando no se que historias de otros tiempos, de héroes y dragones, de amores apasionados y del aliento que hace renacer la vida en cada cuerpo. La luna quiso sonreírme y un polvo de estrellas me anunció que cada criatura es indispensable en el universo. Y me sentí cuidada, protegida, amada por algo mucho mas grande y mas fuerte que aquello que alcanzaba a ver con mis ojos. Me entregué a esa dulzura, a ese consuelo infinito de saberme parte importante y querida de un todo.

¡Faith¡Faith!

Era Severus buscándome, venía desde la entrada del Colegio con la angustia pintada en su rostro.

Estoy bien. Estoy maravillosamente bien.

El supo por mi sonrisa y por mi mirada que no le estaba mintiendo. Sus ojos brillaron, la preocupación desapareció de su cara y me abrazó. Fue la primera vez que nos dimos un abrazo así, un abrazo donde compartimos una infinita sensación de paz, de alivio, de alegría. Fuimos poseedores de ese secreto que solo se muestra a los que se sienten satisfechos, plenos, en armonía consigo mismos y con el mundo. Ese secreto que hace que tu alma, tu ser entero, se entreguen a la vida, sin dudas, con la certeza de que todo ocupa su lugar correspondiente y de que el universo fue creado para ti.

Me acompañó hasta mi habitación, besó mi pelo y se fue.


Puse en mi cabello la margarita que encontré esta mañana tras mi puerta. Así, Severus ha estado conmigo todo el día, lo llevé a desayunar, a dar clases, a la biblioteca, a comer, a visitar a Hagrid...
Queremos dar una clase juntos. Como las Artes oscuras hacen uso de venenos y pociones prohibidas, se nos está ocurriendo preparar algo para reunir su clase y la mía con el fin de mostrar a los alumnos los efectos que causan los diferentes venenos, sus antídotos, y la manera de detectar aquellos que se pueden distinguir por los síntomas visibles que producen.
Hemos estado preparando la clase durante muchas tardes, pasamos horas en la biblioteca, en mi despacho, en su mazmorra. Fue ahí justo donde ayer, mientras trabajábamos, extendí mi brazo para alcanzar un bezoar de su anaquel, pero lo hice sin fijarme y casi lo golpeo en la cara; además de que la mía quedó muy cerca de la suya. Volteó con rapidez y depositó en mis labios un pequeño beso.

¿por qué lo hiciste? – pregunté molesta.

Porque si. Y te advierto que cada vez que vuelvas a atravesarte así, por enfrente de mi, voy a volver a hacerlo.

¡uy Profesor Snape, que miedo!

Tomó su varita, que había dejado sobre la mesa, al lado de la mía. Fue más rápido que yo y me lanzó un rictusempra que me tuvo riendo sin parar durante unos buenos 10 minutos.

Finite incantatem- dijo al fin y pude ponerme de pie.

Lo sucedido me hizo pensar ¿Será que da como un hecho que yo he vuelto a ver en él al hombre que amaba?

Hablé con él ahí mismo. Le dije que no tengo en la vida mas compañero que él, que se que es mi amigo incondicional, pero que tal vez fuera mejor no pasar juntos tanto tiempo, que no quiero lastimarlo, que no quiero que piense que todo podrá ser como antes, porque una relación entre nosotros ya no puede ser posible.

Ya lo se, me dijo, y nada más.

Hoy en la mañana, nuestra clase fue todo un éxito.


Severus está herido.

Anoche, después de acompañarme como siempre hasta mi puerta, fue a buscar a la profesora Sprout. Necesitaba no se que cosa para algún ungüento. Cuando regresaba, un pequeño gorra roja lo atacó, le clavó sus afiladas garras de águila en una pierna y empapó su sombrero en la sangre que brotaba de la vena abierta. Cuando la tela del sombrero no podía absorber más, se fue dejando a Severus lastimado, que se aplicó un torniquete y acudió a la enfermería.

La señora Pomfrey lavó con cuidado la herida y la cubrió con un paño limpio. Cojeando, Severus fue al despacho de Dumbledore para contarle lo sucedido.

Yo me pregunto ¿qué importancia puede tener un gorra roja como para tener que contárselo al profesor Dumbledore?


Algo está pasando y no logro adivinar qué es. Severus ha pasado mucho tiempo en el despacho de Dumbledore. Y no solo una vez, ya son varios días. Ayer mismo, me dijo de pronto – te mandaron saludos Sirius Black y Remus Lupin.

¿

No dijo nada más.


Ron Weasley me preguntó esta mañana si yo sabía que le sucede a Snape.

¿Por qué Ron?

Está muy extraño. No puedo explicar porqué o en qué. Pero todos nos hemos dado cuenta que no es el mismo de siempre.

Intenta explicármelo.

Pues mire, sigue siendo muy duro, sus clases son un verdadero tormento, como siempre, pero... como que ya no nos resta puntos por pretextos inventados por él. Antes, por ejemplo, voltear a ver el caldero de un compañero le bastaba para quitarnos 5 ó 10 puntos, ahora, sencillamente te dice que pongas atención a tu propia pócima y ya.

Es que tienes asuntos importantes que le preocupan.

Es por quién-usted-sabe ¿verdad?

No lo se Ron, no lo se.


Hoy se lo pregunté. Le dije que por favor no me tratara como a una chiquilla y confiara en mí, que nada podría asustarme, que estaba lista para lo que fuera.

Y tú Faith ¿no confías en mi?

A ciegas, pero quiero saber que está pasando.

No quiero decírtelo

¿No quieres¿o no puedes?

No quiero. Cuando haya algo tangible, algo que represente un peligro real para ti o para quien sea, lo sabrás. Por ahora, es mejor que lo dejes así

Al menos no hizo lo de antes, dejarme con solo las dos letras de su palabra favorita: "no". Pero en resumidas cuentas, no me dijo nada.

Hoy ya no se si enojarme o reírme. Severus es así, y nada lo va a hacer cambiar.


Hermione Granger vino a buscarme. Ha pasado muchísimas horas en la biblioteca buscando información, ha revisado cientos de periódicos muggles, y al fin lo encontró.

Con los datos reunidos sobre nuestro Director, y lo que le ha comentado Carmen, Hermione estuvo dándole mil vueltas al asunto y logró entenderlo.

Es Grindelwald.

¿De qué estás hablando Hermione?

Me lo explicó en detalle. Cuando Albus Dumbledore venció al mago tenebroso Grindelwald, sus restos fueron enviados al Ministerio de aquel entonces, para ser destruidos. Sin embargo, un grupo druida, perteneciente a la mas antigua sociedad celta, presentó una solicitud para llevar el cuerpo a un cementerio, porque según sus creencias, el mal debía volver a las entrañas de la tierra, donde se convertiría al fin en polvo. Cartas fueron y vinieron, entrevistas, visitas... Dieron la autorización, con la condición de que fuera enterrado anónimamente, sin nada que lo distinguiera. El lugar elegido, fue un sitio cercano a Stonehenge, repleto de círculos de poder. Quizá fue la energía emanada del cosmos, quizá la tierra rica en sales minerales, pero el hecho es que el cuerpo no se convirtió en polvo, sino que se momificó, de cierta forma naturalmente, y hoy, alguien lo ha desenterrado para cortarle un brazo.

¿Para que puede alguien querer un brazo de Grindelwald? Cada vez me temo más que tras todo esto se encuentre el-que-no-debe-nombrarse. Y estoy segura también que Severus, el profesor Dumbledore, y hasta Remus y Sirius, saben algo.

¿Por qué no me dicen nada¿Por qué?


Fui a la lechucería para mandarle una carta a Dana, en la que le cuento la actitud reservada y sospechosa de Severus.

Ojalá ella sepa algo, no puedo con esta zozobra, a pesar de que Severus me haya asegurado que me dirá todo llegado el momento.