Gracias :D Me alegro mucho que les haya gustado.
No he podido ponerlo antes, pero aqui esta, el segundo capitulo (y ya nos queda sólo la mitad)
Espero que disfruten mucho de éste tambien :)
Besos miles
Pd: Gracias por los comentarios, los contestaré todos en el siguiente capitulo (que espero ponerlo el domingo o el lunes sin falta) Ciao

Capitulo 2 Cumpleaños

Más de tres años han pasado desde que te alejarás de mí, desde que decidiste enfrentarte a tu destino. Tres años y todavía la guerra no ha acabado. Tres años desde que luchas y luchas sin descanso, sin desfallecer y con la meta que te propusiste en el funeral de Dumbledore, cuando afrontaste enfrentarte a tu destino… algo que todavía haces decidido.

Y hoy, en la soledad de la casa, en el día de mi decimoctavo cumpleaños, no hay celebraciones ni fiestas, no hay alegrías ni risas: todo el mundo está fuera, luchando sin descanso. Yo también lo hubiera estado, yo también estaría enfrentándome a los mortifagos que atemorizan al mundo sino fuera por las heridas de las que tengo que recuperarme.
Fue la última vez que nos vimos, hace dos semanas¿recuerdas? Tú ibas con mi hermano y con Hermione, los tres con ese aire decidido de luchar que teníais en la estación, al volver a Londres después del funeral en Hogwarts. Yo iba con Neville y con Luna, los tres formamos un grupo muy poderoso de aprendices de aurores. Que ironías de la vida¿verdad? Tú y Ron queríais ser aurores, pero no terminasteis los estudios, nosotros tres lo hicimos y somos muy destacados en las clases. Pero, a pesar de todo, vosotros sois los magos que siempre aparecéis finalmente para ayudar en las peleas contra las hordas de Voldemort, como si supierais algo que nadie sabe.
Llegáis y os marcháis cuando comprobáis que podemos vencer tranquilamente.

Fue allí, en el último ataque, cuando una maldición me dio, una muy fuerte que me lanzó Bellatrix Black. Si no hubiera sido por ti, quizás ahora no estaría aquí, cumpliendo los dieciocho. Tú, al verme estrellarme contra la pared, inmediatamente ocupaste mi lugar en la batalla y lograste reducir a aquella mortifaga que había matado a Sirius. Tenias tantas ganas de enfrentarte a ella después de eso, que si no llega a ser porque nunca has matado, porque guardas la maldición asesina para Voldemort, quizás ella no estaría ahora encarcelada en Azkaban y si en una fría e inhóspita tumba para siempre.
Después de reducirla y paralizarla te alejaste de mí, como siempre, sin mirarme, pero pude ver como tus ojos, imperceptiblemente, echaban un vistazo atrás y un brillo de tristeza asomaba en ellos al verme y dejarme atrás de nuevo.
No quieres delatar tus sentimientos, por eso permaneces impasible conmigo, como si nunca nos hubiéramos conocido, como si nunca hubiéramos sido algo más que amigos.
Igual que en la boda de Bill y Fleur, igual que todas las veces en las que nos hemos juntado sin peleas de mortifagos por medio. No quieres hacerme daño, no quieres que me utilicen y seas tú el culpable de mi muerte.
Mi brazo me duele, pero lo que más es el corazón, que sigue con esa pena que empezó cuando me dejaste atrás. ¿Cuándo terminara todo esto¿Cuándo la alegría regresara a tu rostro¿Cuándo podremos estar juntos de nuevo?

Salgo al jardín. El sonido de una mecedora es el único ruido que se oye. Fleur está también aquí, en la casa, conmigo. Esta preocupada por Bill, que también lucha sin descanso en la guerra, y por el pequeño que mece en sus brazos, que amamanta y arrulla temerosa del futuro que puede tener si todo acaba mal.
Pronto será su bautizo, y una vez más te veré y no podré permanecer a tu lado como estábamos los últimos días en el colegio. Una vez más tendré que verte ausente y alejado de mí. Una vez más veré la tristeza que muestran tus ojos cuando me ven. Una vez más… no podremos estar juntos, no hasta que acabe todo.

Me arrodillo, y en la tierra dejada por la sequía que azota este ultimo año el país (se la razón que la causa, todos la sabemos, no es difícil de adivinar), en la tierra dibujo un gran pastel de cumpleaños. Para finalizar, dibujo dieciocho velas encima, y cerrando los ojos, imagino que las soplo y apago todas a la vez formulando un deseo, el mismo que los tres últimos años.
Antes de abrirlos se que no se ha realizado, como siempre.
Me levanto, mis rodillas manchadas de polvo y tierra.
Nunca perderé la esperanza de que, algún día no muy lejano, se cumpla ese deseo.
Una leve brisa empieza a soplar, haciendo desaparecer el dibujo del pastel que estaba a mis pies, haciendo desaparecer cualquier rastro de celebración.
Levantó la vista y miró al cielo por última vez antes de entrar en la casa, antes de seguir con lo que estaba haciendo dentro, antes de salir al exterior a celebrar mi cumpleaños.
Por eso no oigo los gritos de alegría.
Por eso no oigo los fuegos artificiales que celebran el fin de la guerra
Por eso no oigo unos pasos acercándose a la casa muy deprisa y llenos de euforia y alegría…
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