Disclamer: Estos personajes pertenecen a la autoradel manga, así que no me los apropio ni un pokito, aunque ya he dicho que no me improtaria apropiarme una noche de Kyo, Hatori o Shigure… muajajaja.
DEDICATORIAS: A toda esa maravillosa gente que me ha dejado rewiews:
LisseHyde
Tane
Hana Faiya Fujimi
Anita-asakura
Aska ishida
ooPachaoo
Mabe-chan
Akyzuki
Karix
Cereza-kirara
CAPITULO 3: Entre las lágrimas y la vigilia…
T- ¿Qué querías Kyo-kun?
¿Por qué no le chillaba¿Por qué no le echaba de su cuarto? O mejor dicho¿por qué le había dejado pasar amablemente? Debería estar tan furiosa como para no querer ni verle frente a ella. Al fin y al cabo, él fue el que la hizo caer, el que la dejó en manos de Yuki, Shigure y Hatori, y no volvió a dar señales de vida ni para disculparse.
K- Yo…- el nekko estaba extremadamente nervioso, no paraba de pasarse la mano por la nuca y había dejado de mirar a Tohru para mirar hacia la pared.-…quería…disculparme y saber porque…porque llorabas.-
Entre lágrimas, la muchacha sonrió ligeramente. Pasara lo que pasara, por mucho que el carácter de ese nekko pareciera peor de lo normal, él se preocupaba por ella. Ahora, solo quería tranquilizarle, alejar de él esos demonios internos que amenazaban con enterrarle en la más profunda oscuridad.
T- Gomen nasai. No quería que Kyo-kun se preocupara por mí.
K- Soy…soy yo quien tiene que…pedir perdón. – diciendo esto cayó de rodillas (n/a: igual que en el capitulo 19 del anime, cuando Tohru enferma y él va a llevarle la comida.)
T- ¿Por qué tendrías que disculparte? Tú no hiciste nada, Kyo-kun. Yo soy la torpe.- dijo tremendamente avergonzada.-
K- ¿POR QUÉ SIEMPRE TIENES QUE CULPARTE DE TODO¡¡¡¿¿POR QUÉ NO TE ENFADAS CONMIGO COMO HACE TODO EL MUNDO¿¿por qué me tratas como si fuera una persona normal?.- preguntó bajando la voz en esa última pregunta.-
Entre la sorpresa y la ternura, ella trató de acercarse un poco a él, pero en seguida, su pierna le lanzó señales dolorosas recordándole el porque de estar en la cama. Reposo absoluto, esas fueron las palabras de Hatori.
No pudo evitar que dos lágrimas se escaparan de sus ojos ante la sensación de intenso dolor, y en su rostro se dibujó una expresión similar.
K- ¿Estás bien¡¡Eres tonta! No deberías moverte.- Aunque sus palabras parecieran duras, había algo en el tono dulce de su voz que la hacía saber que era preocupación lo que sentía ahora.
Despacio, sin darse cuenta apenas de lo que estaba haciendo, él se sentó en la cama, mirando su pierna como quien observa un jarrón que momentos antes hubiera roto sin querer.
K- ¿Te duele mucho?- otra vez, ahí estaba, el matiz inocente de su voz, ese algo que le convertía en un niño frente a sus ojos.
T- Solo un poco, más cuando me muevo, pero no es nada. En unas semanas estaré como nueva.
La muchacha, cada vez más sonrojada, acercaba su mano a la de él, que reposaba sobre la colcha de la cama. Quería cogerle de la mano, y hacer que se diera cuenta que no tenía culpa de nada y que si ella le trataba como una persona normal, es porque era una persona normal. La persona más maravillosa que hubiera conocido nunca.
Por fin, alcanzó su objetivo, puso delicadamente su mano sobre la de él y ambos se sonrojaron como los adolescentes que eran. Tohru le miró con cariño y le sonrió, tratando de derretir un poco esa barrera que él montaba a su alrededor. Ese chico duro, cabezota y frío era algo muy diferente al que ella sabía que existía.
K- ¿Qué…?
T- He estado preocupada por ti.- comenzó extremadamente avergonzada y sonrojada.- Shigure-kun no sabía donde estabas y…
K- No estaba en ningún sitio concreto.
T- …pero…
K- ¡He dicho que no estuve en ningún sitio!
De repente, el ruido de una puerta que se abre, les sorprendió a ambos, encontrándose frente a frente con un Yuki muy preocupado.
Y- Honda-san¿estás bien? Oí gritos y … debí suponer que este baka nekko estaría molestándote.
T- Kyo-kun no estaba…
K- ¿Quién te dio permiso para meterte en lo que no te importa!
Y- Todo lo que tenga que ver con Honda-san, me importa. Ella necesita descansar, y tú molestas a cualquiera.-
K- ¡No eres más que un entrometido y un estúpido!
Y- ¡Largate de aquí antes de que me cabree de verdad y te de una paliza!
K- No podrías conmigo, no eres más que una nenaza.
Y- Eso lo dice alguien que no puede ponerme la mano encima sin que le rompa las costillas.- contestó con superioridad, lo cual hizo que el nekko enfureciera.
K- ¡Esta vez no tendré piedad!
T- ¡BASTA!- gritó mientras lloraba.- Basta…por favor…no os peleéis por mí…
Rápidamente, Shigure subió hasta la habitación de la joven, para tratar de mediar en la pelea que desde hace un rato se oía. Abrió la puerta y encontró a Tohru llorando desconsoladamente y a Yuki y Kyo mirándola con gesto culpable.
S- ¿Qué está pasando aquí?
Y- Él…
S- En realidad, no quiero oírlo.-le interrumpió.- Ambos sabíais que Tohru-kun necesita reposo absoluto, de modo que no pienso tolerar que vengáis aquí a pelearos. Si queréis mataros, de acuerdo, pero hacerlo en la calle.
T- Yo…no quería…causar más… problemas.- dijo aún sollozando.-
S- Tranquila, Tohru-kun. La culpa es de estos dos jovencitos mal educados. Tú solo preocúpate de descansar, y vosotros dos, id abajo ahora mismo.
Cabizbajos, ambos muchachos obedecieron a su primo y dejaron solos a la joven y a Shigure. Él se acercó hasta ella e hizo que se volviera a tumbar.
S- Ya sabes que estos dos siempre son así, no te preocupes demasiado.
La muchacha se extrañó de verle tan serio y responsable, normalmente, siempre solucionaba todo con bromas y chistes, pero debía estar realmente preocupado por esta situación.
S- Después de todo… -se fue caminando hacia la puerta.- … no permitiré que molesten a mi esposa.- saliendo ya por la puerta, se giró para guiñarle un ojo y se fue.
Ahí estaba el Shigure de siempre. La muchacha se tumbó y se dejó llevar por los efectos del calmante que aún circulaba por su sangre.
La noche estaba ya muy avanzada, todos en la casa de los Sohma dormían apaciblemente, pero de pronto los sueños dulces y tranquilos de la jovencita, se vieron opacados por una pesadilla que recién comenzaba a formarse.
Su madre estaba en esa cama de hospital, cubierta de tubos que la ayudaban a respirar y con sueros y medicamentos entrando en su cuerpo, pero el medico ya había dicho que los daños eran irreversibles. Moriría, en menos de unos días, si es que no eran horas.
Ella estaba en esa habitación, oscura y fría, podía ver la cama de su madre iluminada por la luz de la ventana… en realidad, era lo único que podía ver, todo lo demás era absoluta oscuridad. Trató de caminar hacia ella, para poder cogerle la mano como último consuelo.
Corría y corría, pero no se podía mover de su sitio. Oía un tenue susurro de su madre llamándola, pero no podía hacer nada… por más que gritaba, por más que intentaba moverse de ahí, nada, no lo conseguía. Notaba como su madre la iba dejando, como abandonaba este mundo dejándola terriblemente sola, pero ella ni siquiera conseguía darle una última muestra de afecto.
T- ¡Mamá!- gritaba entre lágrimas.- ¡No me dejes sola¡¡No tengo a nadie más que me quiera¡¡Nadie!.- seguía llorando cada vez más inconsolable.- ¡Nadie!
De repente, sin saber de donde venía, notó una calidez conocida abrazándola… susurrándole que todo estaba bien, que no estaba sola, que si había gente que la quería.
Abrió los ojos poco a poco, tan pesadamente que apenas notaba como sus ojos se acostumbraban a la escasa luz de su cuarto. Aún seguía escuchando esa voz, ahora pidiéndole casi a modo de suplica que despertara, tan dulcemente…
Cuando por fin tuvo los ojos totalmente abiertos, ajustó un poco la mirada y rápidamente la imagen la golpeó como un recuerdo que jamás olvidaría.
T- ¿Kyo-kun?
El chico estaba sentado en la cama, abrazándola tan fuerte que en cualquier momentos ella explotaría en pequeños pedazos que luego él debería volver a juntar.
K- Tranquila, solo era una pesadilla…-
Le extraño verle así, oírle así…ese no era el Kyo que ella conocía. Sabía que en algún rincón era este el gatito tierno y asustado que se escondía, pero nunca pensó que mostraría esa parte de él tan abiertamente.
Las emociones eran demasiadas, ese sueño, quisiera o no, la había perturbado completamente. Era su punto débil, el sentirse sola en el mundo, sin su madre, recordar la angustia que sentía mientras su madre moría en aquel hospital. Rompió a llorar, tan desgarradamente como podía, sacando todo eso que nunca se permitió sacar, la angustia que la consumía día a día mientras tapaba su dolor con dulces sonrisas y amables palabras.
No solo los Sohma tenían una cara oculta, ella también, pero solo el nekko parecía notarlo. Tal vez por eso conectaron tan bien desde un principio, tal vez porque eran dos almas tristes ocultando sus males en lo más profundo de su cuerpo, tal vez, y solo tal vez, por eso se querían de esa manera que nunca decían.
Amor.
Bonita palabra, pero para ellos, parecía no estar destinada a ocurrir. Pero… ¿estaba abrazándola¡¡¿Cómo podía estar abrazándola¿Y la maldición?
Entonces se dio cuenta… un sueño dentro de un sueño… algo que tal vez nunca estaría destinado a ocurrir, pero fuera como fuera, se sentía como si fuera real, y eso era lo único que importaba. Robarle unos segundos de felicidad a su viaje por los mundos de Morfeo, disfrutar de los imposibles que la vida real no le quería dar.
T- Ashiteru, Kyo-kun.- dijo entre sueños mientras se acomodaba aún más entre sus sábanas, sin saber, que una figura conocida observaba sus sueños y escuchaba esas palabras saliendo de sus labios entreabiertos.
CONTINUARA…
Espero que les esté gustando… Arigato gozaimasu por los rewiews… sois todos muy muy amables conmigo. TT … sé que he tardado mucho en publicar este capitulo, gomen nasai, pero he estado muy ocupada. Trataré de publicar muy muy pronto el siguiente y espero que ultimo capitulo. Un beso! Ah! Y por favor, dejadme mas rewiews, me haceis muy feliz o.
