Legacy 13

… Juez:

"La creadora" esas palabras resonaron en su mente. ¿Cómo era posible que aquella mujer fuera la causante de todo? Confiaba en ella, la estimaba incluso. Ella no sería capaz de hacerla pasar por todo aquel sufrimiento. No. La creadora tenia que ser alguien más. Alguien malvado, alguien que la aborreciera. Solo así ella podría justificar aquel sentimiento en su corazón, aquel que crecía con fuerza alarmante. Rencor. Si, rencor por hacerla sufrir, por quitarle lo que más quería. Solo si la creadora la odiaba a ella, tendría la libertad de gritarle, hacerle daño, reclamar el egoísmo y frialdad con que la trato. Como un títere, un ser que solo respondiera a su voluntad. Pero no era así. Ni siquiera se le daba esa oportunidad. Y lo sabía bien pues la creadora estaba frente ella. Sonriéndole con debilidad, como una disculpa secreta.

Tomoyo: ¿Por qué?- Ni siquiera sabía si quería saberlo, pero la pregunta broto de sus labios.

Kaho: era necesario… -Solo eso. Aun así la frase estaba cargada de tristeza.

Tomoyo: ¿Necesario? ¡¿Eso es todo! – Sin darse cuenta había empezado a gritar. No le importaba si le conocía, o si le estimaba. Solo deseaba gritar. –Me quito a las personas que mas amaba, orillo a mis amigos a arriesgar su vida y ni siquiera tuvo el valor de decírmelo a la cara. Lo oculto todo, ¿Por qué no detuvo a mi madre? ¿Por qué orillarla al suicidio? ¿Acaso disfruto todo esto, ¿soy solo eso? ¿Un juego enfermizo que quiso probar?- Continuo gritando, vaciando su alma, tratando de encontrar alivio en sus ofensas. Pero Kaho no respondió, se quedo inmóvil, sin interrumpir, recibiendo los reclamos e insultos, pues era sabia y sabía que solo aquella catarsis ayudaría a la joven a seguir adelante. Finalmente se canso de gritar, se quedo quieta, con lágrimas en los ojos. Solo esperando. Pues estaba segura que si la mujer frente a ella había intentaba excusarse de alguna manera, la que fuera. No podría soportarlo.

Kaho: Si he de ser franca… solo me arrepiento de no haber tenido el valor para hacerte ver tu destino mucho antes de lo que tu madre decidió.–Aquellas palabras la dejaron un poco sorprendida, espera cualquier cosa, una excusa tonta, una disculpa sin fuerza. Pero no aquello. – Debes escuchar, Solo así lograras entenderlo, solo así encontraras algo de paz. Y también… entenderás finalmente la importancia de tu destino.

Tomoyo: ¡No me interesa saberlo!-De nuevo aquella palabra "Destino". Tantos se excusaban con ella, que ya le parecía una mentira creada para protegerse de los reclamos de gente como ella. De gente que ha sufrido por causa del mismo. -¡Me esfuerzo y la gente muere! No puedo proteger a nadie, no tengo la fuerza para hacerlo… debería… simplemente debería dejarme morir- El dolor que le provoco el impacto de la mano de Mizuki en su mejilla la hizo callar, se volvió a verla, era la primera vez que parecía molesta.

Kaho: ¿Cómo te atreves a rendirte tan fácilmente? –La tristeza que le pareció percibir hacia unos instantes era de nuevo latente - Todos te han protegido, han estado a tu lado e incluso han sacrificado sus vidas por ti y ¿así es como les pagas? Con unas cuantas lágrimas y una furia incontenible. Comprendo tu dolor. Debes creerlo- y le creía pues en los ojos de la creadora existía aquella tristeza que solo poseen aquellos que han sufrido a causa de la palabra "destino". –pero esto ya no se trata solo de ti… desde el primer momento, debiste estar sola. Debiste encontrar y capturar las cartas sin ayuda. Pero nadie te abandono, estuvieron de tu lado en todo momento. Tu madre, el oráculo… ellos dieron su vida por ti, por que confiaban en ti y en tu maravillosa habilidad para darles felicidad. – Tomoyo escucho en silencio, sin darse cuenta nuevas lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos – se que es difícil- acaricio con ternura la cabeza de la joven y le sonrió con dulzura –pero por favor, se fuerte… solo una vez mas. – La heredera la miro por unos segundos. Todo enojo había desaparecido siendo reemplazado por una profundo tristeza… y curiosidad. Quería entender. Debía saber el por que entre tantas opciones en el mundo ella había sido elegida para llevar a cabo aquella difícil tarea. Asintió con lentitud, y Kaho prosiguió.

Kaho: Al principio… en aquella vida que pase al lado de Clow, deseba tanto convertirme en algo útil para el… era solo una niña, alguien prescindidle, desechable. Por eso me esforcé, aprendí, seguí sus indicaciones y fortalecí mi poder, logre incluso poseer un poco de control sobre mis visiones, invocarlas en ocasiones, pero sobre todo entenderlas. Y fui feliz, pues lo había hecho todo para aquella persona que amaba. Fue cuando los sueños comenzaron.- Mizuki se acerco a ella y tomo sus manos entre las suyas, Tomoyo sintió el frió del metal en ellas, su antigua maestra había colocado algo en sus manos, forzándola a detenerlo con las propias. Como si nada hubiera pasado prosiguió- Pensé que era una pesadilla recurrente, me negaba a creer que el destino de esta tierra fuera el ser destruida por la oscuridad. Quería morir, desparecer, solo así ahuyentaría aquellas horribles visiones que irrumpían en mis pensamientos, el control que había pensado tener de mis visiones se desvaneció y pensé que pronto moriría. No había razón para seguir con esta vida si el destino de todo era ser devorado por la oscuridad.- Bajo la mirada, parecía avergonzada- Pero entonces los vi. aun en las sombras, en la muerte, en la devastación de esta tierra, los vi. Tres seres capaces de enfrentarse a la oscuridad, de hacerla retroceder. Se oponían a ella, luchaban por recuperar la luz… y al final eran derrotados por el mal. – se detuvo un momento y por un instante Tomoyo observo en sus ojos cristalinos una tristeza tan profunda como la suya- Aun así aquellos seres me dieron esperanza. Esperanza que yo pensé estaba perdida para siempre. Eso me dio fuerza, me alentó a recuperarme y contar a Clow de mis visiones. Tal como yo. El no deseaba que ese destino se cumpliera, deseaba que la luz de esos seres brillara para siempre y por eso dedicamos nuestra vida a entrenar. Pues deseábamos ser fuertes para enfrentar al futuro. A su lado fui capaz de Fortalecer mi poder. Así mismo me ayudo a darle forma y crear mis cartas, aquellas que me seguirían hasta mi siguiente vida. Junto con las creadas por Clow, ambos nos convertiríamos en apoyo, la segunda línea defensora de esta tierra… pero no funciono. Mis sueños cambiaron de nuevo… Esta vez para mostrarme futuros terribles, donde la oscuridad nos tragaba a nosotros incluso antes de llegar a ayudar a los seres de luz. Fue cuando lo pensó. "Entreguemos nuestros poderes a esos seres" Las cartas ya habían sido creadas, solo tendríamos que encontrar la forma de hacérselas llegar. Los busque. Durante años solo me dedique a encontrar la verdadera identidad de los seres de luz, al final, pude localizar a uno. Aquel que representaba al amor. Sabíamos que era imposible entregar la responsabilidad de las dos juegos de cartas a una sola mujer (El futuro estaba siendo afectado demasiado) así que solo le haríamos llegar las creadas por Clow. Pues eran las mas fuertes. - se detuvo un momento, como si esperara algo. Cerro sus ojos y murmuro "aun tenemos tiempo", sonrió una vez a Tomoyo y aclaro su garganta para proseguir. - Pensé que mis cartas, mi legado se perdería para siempre. Pero mientras leía la vida de la joven destinada a convertirse en una de las defensoras de la tierra la encontré. Una jovencita cuyo poder mágico, era compatible al mío. Una criatura que en todo momento se mantenía al lado de aquella destinada a salvar este planeta, esto más que nada me animo a entregarle mis cartas.- No necesito decirlo, hubiera sido tonto el preguntar a quien se refería.

Tomoyo: ¿y que te detuvo a quedártelas tu? ¿Por qué ceder la responsabilidad? –Tenía que preguntar. Entendía hasta cierto punto el por que, el que Sakura tuviera las cartas de Clow fuera tan importante. ¿Pero que papel jugaba ella?.

Kaho: "La materia no se crea ni se destruye… solo se transforma"- De nuevo se detuvo, esta vez contemplo a Tomoyo por un segundo antes de añadir- Lo mismo podría aplicarse a la magia. Así mismo mi magia se transformo… fui castigada, hice un uso indebido de mis habilidades. Pocos son los que son elegidos para tener control total del tiempo. Y aun estos seres no están autorizados para inmiscuirse en la historia, son protectores, guardianes de las puertas del tiempo. Si bien mis visiones me advertían sobre el futuro y me preparaban para enfrentar al mismo, no estaba capacitada para interferir de ninguna forma. Aun así… quise ayudar, y por eso sería castigada. Y lo sabía. Aun si renacía mis poderes no me seguirían. Por eso te busque. No tendría suficiente poder para controlar a mis cartas, pero tu sí. Debo admitirlo. En un principio no te reconocí, ¿Cómo hacerlo? nunca te había visto, solo eras una esencia, un ser que se mantenía en todo momento al lado de la maestra de cartas. Una con aura de luna. Cuando llegue a Tomoeda pensé que te reconocería por medio de las cartas pero… al no encontrarlas decidí mantenerme cerca de Sakura y así llegar hasta ti. Me tomo tiempo, pero cuando finalmente te reconocí me sentí aterrada… tu no conocías tu destino. Eras ajena a los planes que con tanto cuidado diseñe. Acudí hasta la única persona que podría explicarme la razón de tu ignorancia ante el camino que se te había predispuesto. Sonomi Daidouji. Cuando me confeso el hechizo que había impuesto sobre ti toda esperanza se perdió… aun si tus poderes te fueran devueltos en ese instante ya no podrías alcanzar la cazadora de cartas. Estaba muy lejos de ti y pronto sería inalcanzable. Así que pensamos en una ultima salida. Una que consistía en el sacrificio de su vida… y la mía. – No tuvo tiempo de preguntar si mentía, pues Mizuki arrastro sus manos junto a las propias, volvió su vista hacia abajo, pero el rayo de sol que se reflejo en la hoja de la daga que Kaho la había obligado sostener cegó sus ojos. Solo unos segundos, quizás unos minutos incluso pudieron ser horas. No lo sabía con seguridad pues su mente parecía haberse llenado de oscuridad. Oscuridad que la cegaba, que la protegía del terror que encontraría en el mundo real. No abrió sus ojos pues sabía lo que le esperaba. Algo húmedo golpeo su rostro, algo tibio y suave que corría por su mejilla. Aun así mantuvo sus ojos firmemente cerrados, atrapo aquella lágrima ajena entre sus dedos y dirijo los mismos frentes a ella. Por un segundo se mantuvo así, temblando ligeramente y con sus dedos frente a ella, congelada por el miedo a que sus pensamientos fueran reales. Finalmente abrió los ojos y observo la única gota de sangre que la había alcanzado. Una infinita tristeza la invadió. "El sacrificio de su vida… y la mía" las palabras resonaron en su mente, un eco lejano y triste.

-no- murmuro. Era entupido, lo sabía. Una plegaría constituida de una única palabra. Pero ¿Qué mas podría decir? Especialmente cuando sabía a la perfección lo que su maestra de la infancia se había hecho a sí misma arrastrándola consigo. Sus piernas de nuevo le fallaron, pero no experimento aquella punzada en el corazón. (Y dudaba sentir de nuevo algo parecido) cayo al suelo, hincada al lado de Kaho Mizuki, cuya vida había escapado de su cuerpo hacia ya unos segundos (quizás mas… no era capaz de saberlo con seguridad) utilizando la herida que aquella daga de plata había hecho como túnel de escape. Imágenes llenaron su mente, ni siquiera eran recuerdos, si no fragmentos creados por su imaginación, que le mostraban la daga perforando el pecho de la mujer. Una daga empujada por sus propias manos obligadas a llevar a cabo esta tarea por las manos de la misma Mizuki. Quería llorar, gritar, golpear. Pero no podía. Sus sentimientos parecían encapsulados dentro de ella. Atrapados por siempre para evitarle más sufrimiento.

-Tomoyo- una voz le llamaba, una que ella conocía. Pero no se volvió. Hubiera sido una locura hacerlo (incluso mas que el escucharla) pues la dueña de aquella voz estaba tirada frente a ella, sus ojos sin vida observándola, su pecho cubierto de sangre.

-Tomoyo-De nueva cuenta aquella voz le llamaba, si hubiera podido habría gritado. Pero su voz parecía también atrapada dentro de su ser.

-Por favor… no tenemos mucho tiempo, Tomoyo- La voz denotaba un poco de impaciencia. Incluso parecía asustada. ¿De que? No estaba segura. –Se que tienes miedo… se que no sabes como manejar esta situación, pero por favor tienes que escucharme.- Esta vez si pudo ver a la dueña de la voz, pues la mujer se había cansado de esperar a que se volviera y había flotado hasta ella obligándole a encararla. Le pareció aun más hermosa en esta nueva forma. La luz del atardecer le confería un toque de color dorado al aperlado y transparente cuerpo de Kaho Mizuki. –Es importante que lo sepas… solo así lograras enfrentarte al juez, es fuerte, demasiado. Pero se que lo lograras, debes lograrlo.- un dejo de desesperación se reflejaba en su voz, le parecía que lloraba, pero eso era imposible. Los espíritus no podían llorar o sufrir, no podían sentir nada. Excepto la fría muerte ¿Cierto?

Tomoyo: ¿Juez?- finalmente logro encontrar su voz escondida dentro de si, solo era un murmullo, un recuerdo de lo que solía ser. Pero ahí estaba.

-Si, el juez, la ultima prueba. Justo como Clow, después de todo fui su aprendiz, su única seguidora.-explicaba con rapidez, desesperación. Algo de lo que nunca pareció sufrir en vida.- Cuando decidimos entregar nuestras cartas, nuestras más preciadas posesiones pensamos que el dueño debería probarse así mismo. Más de demostrar que son aptos para manejar nuestro poder, es una prueba para que el nuevo dueño descubra sus habilidades ocultas, y entienda que si las cartas llegaron hasta sus manos es por que el mismo se las gano. No son solo un legado, son una prueba de su valor y poder. Pero justo ahora tu no podrás vencer al juez. Es por eso que decidí seguir este camino. Yo fui la que te obligo a caminar esta ruta seré yo la que te ayude a superar los obstáculos que se te presenten. Te entregare mi poder, toda mi esencia mágica, toda la fuerza que alguna vez poseí.

Tomoyo: pero… tus poderes tu dijiste que-

-Así es. En esta vida mis poderes mágicos fueron suprimidos, por eso necesitaba convertirme en algo mas. Abandonar mi vida, transformarme. Solo así sería capaz de entregarte toda mi magia- el espíritu le sonreía, tratando de animarla, de hacerle ver que si había elegido la muerte era solo para ayudarla y no para hacerla sufrir. Lentamente floto hasta ella abrazándola. Contrario a lo que pensaba el cuerpo de Kaho era sólido y calido. Delgados hilos aperlados se desprendieron de esta, chocando contra el cuerpo de Tomoyo, inundando su ser. Podía sentirlo, la esencia mágica de Mizuki le llenaba. Y mientras lo hacia el espíritu se desvanecía. Solo duro poco tiempo, suficiente para hacerla sentir fuerte de nuevo. Liberando sus atrapados sentimientos. Permitiéndole llorar de nuevo. Esta vez por la perdida de una mujer, una maestra, una amiga.

Quería ser fuerte, quería seguir adelante, sonreír tal y como Oracle se lo había pedido, pero no podía. Las lagrimas brotaban de sus ojos sin control, lloraba por los que había perdido, por aquellos que habían dado su vida por ella. Lloraba pues sabía que solo así se mantendría cuerda, el dolor, el inmenso dolor que existía en su corazón la orillaría a la locura y solo las lágrimas le salvarían. Se quedo ahí, junto al cuerpo de Kaho Mizuki, sus ojos muertos la observaban quizás con infinita tristeza, aunque Tomoyo no podía evitar el pensar que aquello era solo su imaginación. No se atrevía a mirar al joven de cabellos ocres que había dejado atrás como un cascaron sin vida Oracle. Sabía que no podría soportar esa mirada triste (imaginaria o no) de los ojos de aquella persona que, alguna vez. En lo que parecía ser una vida pasada, le había enseñado tanto.

La luna llevaba varios minutos en lo alto del cielo cuando escucho los ligeros pasos de alguien que se acercaba hasta ella, pasos lentos y seguros. Pasos femeninos, pues solo una mujer caminaría con tal cuidado.

-Finalmente te encontré- Sakura parecía sonreírle desde otro universo, uno que no conocía el dolor que perturbaba el alma, uno donde ella quería estar por siempre, para nunca mas derramar lagrimas. –Espere tanto tiempo por ti… tanto tiempo para preguntarte muchas cosas y finalmente te encontré- Tomoyo miro confundida a su amiga, aquellas palabras no se dirigían a ella, incluso parecía que Sakura ni siquiera había notado su presencia. Toda su atención se concentraba en el cuerpo sin vida de la creadora. –Veo que no estaba equivocada… tu también fuiste una victima de esta niña- su mirada se desvió hacia el cadáver del que alguna vez fue el cuerpo de Oracle. -¿Cuántos mas sufrirán por ella?- murmuro al oído de Kaho, al tiempo que cerraba los ojos del cuerpo con ternura –Mi querida creadora, por siempre tu serás mi ama. Yo soy la única que se la verdad, soy la única en la que puedes confiar. Comprendo a la perfección tu sufrimiento, tu dolor. Solo querías la felicidad, solo deseabas ver un mundo lleno de luz. Los humanos… ellos fueron los que te negaron la felicidad, todos ellos te traicionaron. Incluso Clow, aquel al que amaste más que a nada se puso del lado de esta niña… y ella te pago con la muerte, la infelicidad, la traición. Ese es el camino de los humanos… - se detuvo un momento, sus palabras habían llenado de miedo a Tomoyo, pero el verdadero terror se apodero de ella cuando vio sus ojos, unos que habían perdido todo rastro esmeralda, toda amabilidad y cariño. Eran unos ojos dorados. –Heredera… ¿estas lista? Esta es la ultima prueba, debes derrotarme, matarme si es preciso. Pues yo si te matare. Las manos de la elegida por Clow fueron a su vez las elegidas para acabar con tu vida, debes probarme que eres apta para vivir. Que mereces seguir adelante. –una rosada carta voló a manos de Sakura donde se transformo en una hermosa y delgada espada la cual apunto directo al corazón de Tomoyo- ¿Por qué no te acercas? Para que podamos hablar- una sonrisa, una brisa llena de magia, una gota de sangre seguida por muchas más y un grito que rompió la oscuridad.

OOOOOOO

El ascensor se detuvo en el piso 25 y Eriol Hiragizawa descendió del mismo. Estaba cansado, un agotamiento mas haya del desgaste físico. Una ligera punzada de dolor en el corazón y la desaparición de la energía mágica de Kaho Mizuki le advirtieron que la última prueba estaba a punto de comenzar. Camino sin prisa los pocos metros que le separaban de su departamento y se detuvo ante la puerta unos minutos mas. Esa noche tendría que despedirse de alguien más.

-Eriol, que bueno que has regresado- Nakuru corría hacia el, tras de ella las puertas del elevador se cerraban –He estado tan preocupada… he tenido que salir a fumar un cigarrillo. Ya sabes que a Spi le molesta que lo haga frente a el.- Miro unos segundos al joven, y en sus ojos encontró la tristeza que tanto temía. -¿Ha comenzado ya? ¿Quieres que vaya?- El mago negó con la cabeza, no le apetecía tener esa charla con ella… al menos no por ahora.

-Aún debe superar al juez… cuando me entere que era ella la heredera… si hubiera sido una desconocida, una completa extraña. Quizás no estaría tan preocupado-

Nakuru: Pero no lo es… no podemos cambiar su destino… no ahora. Solo podemos…

Eriol: confiar. Lo se, pero también se que enfrentarse a alguien como Sakura no será fácil, ni siquiera cuando eran niñas lo hubiera sido. Pero ahora… es inalcanzable, su poder es tan grande, no creo que Tomoyo sea capaz. No creo que nadie hubiera sido capaz. La prueba de Kaho, es cruel.

Nakuru: ella hizo lo que creyó era conveniente. Algunos preferirían la muerte a olvidar aquel sentimiento especial por la persona que mas quieres en este mundo. Así mismo estoy segura que al crear la prueba, ella no pensó en el sufrimiento de la gente que rodeaba a su heredera. Si no en el sufrimiento de la heredera misma. Si al fallar la prueba le hubiese quitado las cartas, o sus poderes mágicos ¿crees que la heredera… Tomoyo podría llevar una vida fácil? Solo por un minuto… imagina su dolor, su infinita tristeza, cuando el día de la batalla final llegara. La heredera tendría que quedarse al margen, viendo morir a los que ama, sabiendo que no puede serle útil a nadie, ni siquiera a ella misma. Alice… fue una mujer inteligente, ella decidió que la muerte era un destino mas apacible que el eterno sufrimiento al ver todo lo que amas desaparecer.– Eriol observo a su guardiana por un largo tiempo, tan solo imaginando el tiempo que paso tratando de comprender la verdadera esencia de la prueba de Kaho.

Eriol: entremos- dijo finalmente mientras introducía una tarjeta que servía como llave a un orificio sobre el pomo de la puerta- y esperemos. Solo eso podemos hacer.

OOOOOOO

La espada corto el aire y fallo por centímetros ¿Lo habrá hecho a propósito? Se pregunto Tomoyo mientras observaba aterrada a Sakura. No podía moverse, era como un conejo atrapado por las luces de un auto. Y como tal, se quedaría inmóvil esperando su muerte. La tibia sangre que corría desde su hombro proveniente de la poco profunda herida provocada por la primera estocada del juez descendía por su brazo, manchando sus ropas, y el suelo, donde grandes gotas carmesí se confundían con la sangre proveniente del cuerpo sin vida de Kaho. Ahora estaba sentada, exactamente en el mismo lugar donde había estado desde que Sakura había llegado, gritando de terror cada vez que observaba la espada cortar el aire y fallarle. Y estaba segura, que la mujer solo jugaba con ella. Pues había probado que podía herirle cuando quisiera.

-¡Vamos! Te estoy dando una oportunidad- Sakura hablaba con aquella voz desconocida, una que parecía divertida ante los gritos de Tomoyo.

-No… no luchare contra ti- Fue como despertar de un sueño, uno en el que había olvidado debido al terror que tenía la capacidad de hablar – ¡No lastimare a Sakura! –Trato de sonar firme, valiente, convencida. Pero sabía que no lo había logrado pues el ceño del juez no cambio en lo más minino.

-Incluso la dueña de las cartas de Clow tendrá que sufrir por tu causa. Niña cobarde.- La delgada hoja de la espada se había situado justo sobre corazón, aún así Tomoyo permaneció inmóvil.

Tomoyo: Sakura… por favor, despierta- Rogó Buscando los ojos de la mujer, segura de que si los observaba encontraría la mirada esmeralda de su amiga, pero solo encontró el dorado iris del juez.

Sakura: de nada te servirá… ella no puede escucharte- El oro en sus ojos brillo con mas intensidad –Nunca fuiste apta para tenernos. Todos lo sabían, por eso te protegieron a todo momento, por eso no te dejaron sola. Que penosa existencia debes de llevar. Una donde tu fragilidad es comprendida por todos los que tocan tu vida –sonrió por un instante, una sonrisa que helo la sangre de Tomoyo - No te preocupes… te prometo que todo estará bien- La frialdad en las palabras le hizo retroceder un poco, pero no lo suficiente para evitar el ataque. La espada volvió a cortar el aire, esta vez dirigiéndose al pecho de la heredera, cerró los ojos y se pregunto si cuando la espada atravesara finalmente su corazón le dolería tanto como cuando lo hizo al ver que Oracle se desvanecía.

-Dios de los vientos, obedece mi llamado - Pudo sentir un aura mágica, una que le rodeaba. Abrió los ojos y se encontró con una burbuja, una creada por viento. Reconocía aquella técnica, volvió su mirada y se encontró con Shaoran Li. Nunca lo había visto tan molesto. Entre los pergaminos que llevaba entre sus manos reconoció una rosada carta.

Sakura: A… vaya, lograste desatarte- parecía un poco sorprendía, aun así sonreía.- La magia de las cartas de Clow es bastante deficiente.

-Soy su descendiente, su poder es menos efectivo contra mi- Se acercaba al Juez, una espada en su mano derecha, pergaminos en su izquierda y la rosada carta que arrojo con desdén a Sakura.

Sakura: Shaoran… ¿Por qué eres tan cruel?- unas cuantas lagrimas adornaron sus dorados ojos- ¿Por qué me tratas de esa manera tan fría?-

Shaoran: ¡Deja de hacer eso! ¡Deja de fingir que eres ella!- Esta vez parecía verdaderamente furioso – ¡Abandona su cuerpo!-

Sakura: Sabes que no puedo hacerlo- Su voz había adquirido un tono indiferente y las lagrimas habían desaparecido –Además… no puedes culparme por intentarlo, después de todo. Funciono la primera vez.- Shaoran miro con enfado a la mujer, se sentía como un estupido ¿Cómo no había reconocido la esencia de la luna en Sakura, ¿Cómo la había llevado hasta Daidouji? Incluso había pasado por alto aquel brillo dorado en los ojos de su novia. No fue si no hasta que llegaron a la entrada del templo que pudo notar que una carta le controlaba. Pero fue muy tarde. El juez había usado a "Wood" para atarlo, y luego escapar. -¿Realmente piensas atacarme?-

Shaoran: Tu no eres Sakura- Por primera vez su voz denotaba otra emoción que la ira. Miedo, y "Judge" lo noto.

Sakura: A pero mi querido Shaoran, si lo soy. Quizás su mente, sea otra, pero sigo siendo Sakura. Y una vez que haya cumplido con mi trabajo- dirigió una mirada a Tomoyo- desapareceré para siempre.

Shaoran: ¡No puedo permitir que dañes a Daidouji! Ella nunca me lo perdonaría.

Sakura: ¿Pero si te perdonaría que destruyeras su cuerpo? Veras mi muy estimado Shaoran. Los he observado, yo fui la primera carta en salir de aquel largo letargo. Antes de que mis hermanas se escaparan del libro, yo fui liberada, pues mi propósito era poner a prueba las habilidades de la heredera. Pero cuando desperté, ella no estaba ahí. Su madre había roto las reglas, había mantenido el libro consigo y como no había presencia mágica a la cual seguir, tuve que ir al lado de Sonomi y cumplir mi trabajo… Poner a prueba las habilidades de aquella que tenía el libro. Una completa decepción debo agregar- Tomoyo sintió un nudo en la garganta. Había sido Sakura manipulada por el Juez quien había acabado la vida de su madre. – Antes de morir, esa mujer libero a mis hermanas, a sabiendas de que mientras las cartas no estuvieran reunidas yo no tendría el poder para juzgar a la verdadera heredera. Así que me vi obligada a esperar. Esperar dentro de este cuerpo, impidiendo que cualquier otra carta se apoderara de el –Un escalofrió recorrió la espalda de Shaoran. La imagen de Sakura rescatando una Moon card en los alrededores de la escuela y el ataque de la misma hacia ella. En aquel momento pensó que la debilidad de la carta había le impedido apoderarse del cuerpo de su novia. Pero ahora comprendía que debió tratarse de Judge quien la ahuyento –Durante ese tiempo tuve la oportunidad de observarlos. Eres fuerte descendiente de Clow, pero este cuerpo también lo es. Y en estos momentos el se encuentra bajo mi completo control. Si me atacas yo haré lo mismo. Y no pienses ni por un momento que un hechizo tan patético como este me detendrá – sus ojos se posaron sobre la burbuja de aire que aun rodeaba a Tomoyo- Si peleas contra mi ten por seguro que necesitaras algo mucho mas fuerte. Al final sin importar el resultado el cuerpo de esta niña quedara dañado… incluso destruido. Así que ¿Qué harás? Mi querido Shaoran.- Li se mantuvo inmóvil por unos segundos pues sabía que la mujer tenía razón. Sakura era muy fuerte… demasiado. Si se proponía a pelear contra ella no podía esperar que todo se resolviera fácilmente, lentamente bajo su espada, mientras contemplaba a Tomoyo. De alguna forma debía rescatarla y ayudarla a vencer a Sakura sin lastimarla. –Buen chico- Dijo mientras una rosada carta volaba hasta la punta de su espada –"Thunder"-murmuro liberando su energía hacia la carta, la cual libero una corriente de energía que golpeo de lleno al chino, rodeando su cuerpo, quemando su piel. Finalmente el joven se desplomo en el suelo y la energía eléctrica ceso. –No podemos arriesgarnos de nuevo ¿verdad?- se había vuelto hacia Tomoyo y le sonreía de nuevo. La esfera protectora de Li se desvaneció junto con la conciencia del mismo.

Tomoyo: Acaba con esto- dijo débilmente mientras observaba al chino en el suelo. Sabía que no tenía oportunidad. No deseaba dañar a Sakura y si Li no había logrado liberarla del hechizo de "Judge" entonces nada lo haría. No le quedaba más que permitir que el Juez hiciera su trabajo.

Sakura: Vaya que eres una niña débil- lentamente se acerco hasta ella – Tantos se han sacrificado por ti, y todo terminara sin que hagas un ligero intento. Supongo que es lo mejor… así nadie mas tendrá que salir lastimado. Excepto claro, tu. –Tomoyo no respondió, solo se quedo ahí con la cabeza gacha, recordando a aquellos que le habían ayudado. Su madre, Oracle, Sakura, Eriol, Li… y Kaho. Ahora lo recordaba con claridad, aquel día que había atrapado a la carta "Spear", una voz que le había dado ánimos, una voz familiar. La voz de Mizuki. – Todo terminara pronto- La espada corto el aire y descendió con rapidez, pero fue detenida, esta vez por un bastón azul eléctrico. Uno que tenía una gema plateada en la punta. –Vaya… eso si fue una sorpresa- Parecía divertida y un poco sorprendida.

Tomoyo: He reconsiderado… - sostenía el bastón frente si, utilizando toda su fuerza para impedir que la espada del juez atravesara su cuello. Aquellas alabaras seguían haciendo eco en su mente "Tantos se han sacrificado por ti, y todo terminara sin que hagas un ligero intento". No. Lo intentaría, aunque fuera imposible, aunque todo estuviera en su contra lo intentaría. Y lo haría sin lastimar a Sakura. - Tenías razón ¿Sabes? Muchas personas se han sacrificado, y es por ellos que no me dejare morir, luchare.

Sakura: Encantador ¿Cuánto tiempo crees que soportaras?

Tomoyo: El que sea necesario. ¡"Wind"!- fue en lo primero que pudo pensar, su grito invoco a la carta hasta la punta del cristal, que brillo con una luz violeta liberando el poder la misma, el cual golpeo a Judge apartándola de ella y arrojándola a unos cuantos metros de distancia.

Sakura: Bien hecho- Se había puesto de pie y sacudió el polvo de sus ropas – "Firey"- Dijo mientras sus ojos dorados destellaban. Un pilar de fuego ataco a la heredera, pero lo evito elevándose del suelo utilizando unas hermosas y moradas alas de mariposa invocadas con la carta "Wings" –Tomoyo, niña traviesa. Baja de ahí- De nuevo hablaba con esa voz peligrosamente dulce. Levanto sus manos en dirección a la chica y el fuego le imito, levantándose y persiguiendo a la heredera, quien volaba tratando de esquivarlo.

Tomoyo: "Water"- grito al fin, pues comprendió que no podría evitarlo por mucho tiempo. Un chorro de agua salio disparado de la carta al momento en que esta toco el cristal en la punta de su bastón, dirigiéndose directamente al pilar de fuego que le seguía. Chocando contra el mismo. Por unos segundos se mantuvieron así, luchando por superar al otro y justo cuando le pareció ver al agua ganar terreno el fuego este se dividió en 2, evadiendo el agua y dirigiéndose con velocidad a ella. Grito presa del pánico y observo a los pilares rodeándola y golpeando su espalda, justo en el punto donde nacían sus alas, las cuales ardieron en llamas. Perdiendo su poder y haciéndola caer pesadamente un par de metros al suelo.

Sakura: Divertido ¿No crees?- se mantenía alejada aun así vio una sonrisa en sus labios- ¿Segura que quieres continuar?- Tomoyo no respondió, estaba cansada de su mirada, esa que la hacia sentir pequeña, sin valor. – Bien… por que esta vez. Ira en serio-todo rastro de sonrisa se borro de su rostro, la espada entre sus manos reflejo la luz de la luna por un segundo, aquel que paso justo antes de se lanzara de nueva cuenta contra ella.

OOOOOO

Observaba, solo eso podía hacer. Justo como en su sueño. Debió saberlo entonces, había sido una premonición. O quizás Judge quería mostrarle el destino de Tomoyo. No lo sabía con seguridad. De nada servían los gritos, las lágrimas, los ruegos por que se detuviera. Ya lo había intentado todo. Ni siquiera podía invocar el poder de sus alas. Quizás… se quedaría ahí para siempre. Lo cierto era, que si aquella carta mataba a Tomoyo no querría salir nunca de ahí.

Observo también a Shaoran y sintió una oleada de gratitud cuando lo vio enfrentársele, el le derrotaría, el evitaría que le hiciera daño a Tomoyo. Pero no fue así. El juez lo engaño, se aprovecho de su corazón y lo había derrotado.

Cerró sus ojos, no quería verlo más, Tomoyo no estaba dispuesta a pelar, sin importar cuanto le gritara desde la prisión de su propio cuerpo no parecía escucharla y finalmente el juez estaba listo para terminar su trabajo. Así que mantuvo sus ojos cerrados, completamente segura de cuando los abriera vería el cuerpo sin vida de su amiga, pero no fue así. Luchaba, en verdad se oponía a Judge. Sonrió, finalmente Tomoyo se defendía… pero ¿Por cuánto tiempo? Ella había dicho que el que fuera necesario, pudo escucharla… pero ¿que significaba eso? Exactamente ¿que esperaba que sucediera? y aun si algo la salvaba aquella noche, ¿sería una solución permanente?. Lo dudaba pues sabía que el juez no se detendría ante nada para cumplir con su trabajo. Y sabía que ella no podía detenerlo. ¿Acaso estaba condenada?

Fue cuando lo sintió una oleada de poder de luna. Una esencia mágica tan luminosa, cuya sola presencia desaparecía las preocupaciones de su ser. La oscuridad desapareció tragada por el luminoso ser, una joven de largos cabellos rubios. Un angel. Justo como ella. Y cuyas palabras la llenaron de esperanza.

OOOOOO

Pudo ver al juez corriendo en su dirección, si no hacia algo seguramente todo acabaría con aquel ataque. Desesperada paso sus ojos en derredor, en busca de algo que le ayudara a detenerlo. Su vista se poso sobre la superpie oscura del pequeño estanque, aquel donde había entrado antes en un desesperado intento por llegar hasta Oracle. –Eso servirá- murmuro. Volvió su vista de nuevo Sakura estaba a punto de alcanzarla, primero debería entretenerla. Mentalmente llamo a una de sus cartas, no tenía tiempo para concentrarse en una tarea en particular, debía confiar el poder de esta. –"Earth"- dijo mientras hacia fluir su energía a la carta. Esta brillo por un instante y después libero su esencia. Estalagmitas surgieron del suelo interponiéndose entre Sakura y ella. –Eso no la detendrá por mucho tiempo- pensó al tiempo que observaba al Juez detenerse debido a aquellas estacas. –Debo darme prisa- se levanto y corrió hacia el estanque, tras de ella escucho la invocación de "jump" seguido de un salto. –Me alcanzara… por dios me alcanzara- unos cuantos metros, solo un par, quizás si saltaba lo lograría. Siguió corriendo, no debía detenerse por nada. Sintió una mano que rozaba sus cabellos mecidos por el viento, pero no le importo, corrió y justo cuando creyó desfallecer, estaba junto a la oscura superficie de aquel estanque, salto y se hundió en sus aguas. Alejándose de su perseguidor.

Sakura: ¿En verdad crees que no te seguiré dentro del lago?-estaba molesta, casi la había tenido entre sus manos. Pero ya no escaparía, de eso estaba segura, no había forma de escapar. Ella misma se había derrotado. – Te seguiría hasta el infierno. –su aura mágica creció, y una carta voló hasta sus manos. –"Arrow"- leyó en voz baja, ante lo cual una decena de flechar rosadas surgieron sobre la superficie oscura –Fue divertido, lastima que se haya terminado… - Observo la luna reflejada en el espejo que formaban las aguas -¿Pero que…?- Las aguas habían empezado a girar con violencia, extrañada se acerco un poco mas, algo estaba mal. Muy tarde lo comprendió. De lejos le llego un susurro, una delgada voz que atravesó las aguas.

-"Water"-

El tornado de agua salio de su prisión en la tierra, liberando su fuerza contra el juez, atrapándola. El remolino giro sobre su eje, negándose a detenerse. Tomoyo surgió de las aguas, llevada por sus delicadas alas de mariposa, entre sus manos llevaba su bastón, la piedra en la puntaba brillaba intensamente, permitiendo así que el poder de la morada carta con la que hacia contacto siguiera fluyendo.

Tomoyo: Ríndete- sabía que no tenía escapatoria, aquella corriente de aguara reforzada por las aguas de la laguna era poderosa, lo suficiente para atraparla. Tendría que rendirse pues el aire en sus pulmones se agotaría.

-No estés tan segura de ti misma- La voz del juez llego clara aun a trabes de las aguas. Le tomo un segundo darse cuenta del por que, ahí en el centro del remolino flotaba una burbuja de aire, una creada por la carta viento. –Shaoran Li me dio la idea. Debo admitirlo fue una buena estrategia. Lograste tomarme por sorpresa, incluso rompiste mi unión con "Arrow". Pero eso no será suficiente para derrotarme.-

Tomoyo: ¡¿Y que mas puedes hacer! Aun dentro de esa burbuja estas atrapada en mi magia.

Sakura: aaa pero pequeña, tu energía no soportara. Eres débil, recuerdalo. Haz usado mucha magia el día de hoy. Y este hechizo si bien es poderoso, también es desgastante. De no ser por el poder que le robaste a mi creadora no estuvieras parada ahora mismo. Sin embargo…- Sus ojos dorados brillaron intensamente- no pienso esperar ni un segundo mas, "Freeze"- sus palabras liberaron a pez de plata que brillo con intensidad antes de dejar fluir una capa de hielo que congelo el remolino en poco tiempo. Dentro de la congelada prisión Sakura sonrió de nuevo.

Tomoyo: ¿eso es todo? Creo que no te has dado cuenta de que tu misma has complicado tu situación- gotas de sudor resbalaban por su frente y una parte de ella se sintió aliviada de no tener que mantener su magia fluyendo a la carta "Water".

Sakura: ahí es donde te equivocas. A diferencia del agua, el hielo es algo que puedo tocar… y si puedo tocarlo, también puedo destruirlo. "Power"- Un aura rosada la cubrió momentáneamente, Tomoyo observo impresionada al juez. No podría lograrlo, ni siquiera con la carta "Power" era imposible… tenía que serlo. Pero no fue así, Sakura golpeo con fuerza la pared de hielo más cercana haciéndola añicos. La delicada estructura de hielo se hizo pedazos, trozos de hielo afilados como dagas volaron en todas direcciones. Tomoyo grito presa del terror y una sola carta morada voló de entre sus ropas, sin importarle nada mas dejo su energía fluir a la misma y se sintió alivia cuando vio una espesa capa de metal que había surgido de esta para protegerla.

Tomoyo: Gracias- murmuro aliviada, aquella carta era la que Sakura había "capturado" cuando había dejado escapar por primera vez aquellas hermosas alas angelicales y aquel extraordinario poder. Un escalofrió le recorrió al pensar que aquel momento estaba luchando contra el mismo. O quizás aun no… pero si el juez decidía invocarlo… nada la salvaría.

Sakura: La suerte nunca te abandona- el juez estaba frente a ella, sus ojos dorados brillaban mas que nunca –Me sorprendes realmente, has logrado…- pero se detuvo. Por primera vez Tomoyo vio otra cosa en el oro de sus ojos. Miedo. -¡No! ¡tu no puedes hacer eso!- de nuevo se dio cuenta de que no hablaba con ella, su rostro reflejaba ira. Una emoción que nunca había visto adornar la cara de su amiga. -…Tomoyo…- fue solo un segundo, un murmullo que salio de los labios de la mujer, uno que intento atrapar entre sus dedos cubriendo su boca con ambas manos. Uno que pareció borrar la ira de ella y reemplazarla con temor. Y la heredera sabía por que, aquel susurro, débil, lejano y cansado. Había sido entonado con la voz de Sakura. La verdadera Sakura.

Tomoyo: ¡Sakura!- le llamo con desesperación. Si por un segundo había logrado tener control sobre su cuerpo debía ayudarla a regresar. Lentamente se acerco hasta ella,

Sakura: ¡NO!- el grito libero una ráfaga de energía que le hizo caer. –Aun no es tiempo… aun no me ha vencido.- parecía histérica, golpeaba su pecho con fuerza y sus ojos dorados estaban llenos de lagrimas… lagrimas que la heredera supuso no le pertenecían a ella si no a Sakura. –¡Aléjate! Espere demasiado tiempo, ¡no me detendrás ahora!- parecía cansada y débil, aun así una carta voló hasta sus manos, donde activo su poder. Media decena de flechas rosadas rodearon a Tomoyo. –No escaparas… incluso si esa niña pretende arrojarme fuera de su cuerpo. No escaparas- Las flechas fueron liberadas, de nueva cuenta la heredera grito aterrada, estaba muy cansada, demasiado. No tenía fuerza para invocar de nuevo aquella pared de metal, pues la última vez que lo había hecho sus piernas habían temblado tanto que temió que se vencieran bajo el peso de su propio cuerpo. Cerró los ojos con fuerza y espero. Pero nada paso, aun escuchaba las maldiciones del juez que luchaba por el control de Sakura y cuando abrió los ojos y comprobó que todas las flechas se habían desvanecido. Su mirada se desvió hacia su amiga quien mantenía una mano levantada hacia ella y en sus ojos había aquel inigualable brillo esmeralda.

Tomoyo: ¡Sakura!- Grito llena de alegría, pues sabía que finalmente había terminado aquella dura prueba. Pero toda felicidad desapareció cuando un flash de luz dorada se apodero de los ojos de esta. –Por dios… sigue ahí ¿no es así?- Sakura asintió con dificultad, toda su energía estaba concentrada en evitar que el juez se apoderara de nueva cuenta de ella.

Sakura: …No… no te permitiré que le hagas daño.- sus manos estaban en ambos lados de su cabeza, la cual parecía a punto de estallarle del dolor. –Déjanos tranquilas- Sus ojos se tornaron color oro, por un momento toda la lucha contra si misma termino. Se quedo ahí, quieta, observando a Tomoyo con aquellos impresionantes ojos. Una espada surgió de una rosada carta y justo cuando la heredera había perdido toda esperanza. Un par de hermosas alas angelicales surgieron de la espalda de su amiga. La espada cayo al suelo, donde volvió a su antigua forma. Sakura cayo de rodillas al tiempo que espirales de delgados hilos morados se desprendían de su cuerpo. Uniéndose en un solo punto sobre ella.

Tomoyo: Sa… ¿Sakura? – estaba segura que era ella, pero su corazón seguía lleno de temor, pues sobre la mujer un rectángulo de luz violeta había aparecido, no necesitaba leer su nombre ni ver el dibujo que seguramente aparecerían en aquella superficie. No le cabía duda de que diría "Judge" -¡Ten cuidado!- grito rompiendo aquella profunda paz en la que habían caído por unos segundos. La carta había empezado a girar sobre su eje convirtiéndose en una esfera de luz que estaba dispuesta a chocar contra Sakura.

Sakura: Shield- Dijo llamando a un escudo que apareció sobre ella, protegiéndola de caer presa del juez de nuevo. Pero la esfera no se detuvo choco de nuevo contra el escudo de luz rosada, para después volar lejos de ellas. Aparentemente huyendo. –Shaoran- murmuro. Al tiempo que se levantaba y corría siguiendo a la esfera seguida por Tomoyo. No podía explicarlo, solo lo sabía. Aquella carta iría tras el joven chino. –Tienes que sellarlo, es la única manera de detenerlo.- le dijo mientras corrían. Unos cuantos metros mas haya la esfera se había detenido justo sobre Li. Tomoyo asintió. Aun corriendo susurro las palabras que utilizaba para sellar a las cartas. El cristal en la punta de su bastón brillo y delgados hilos de plata se desprendieron del mismo atrapando a la esfera morada entre ellos.

Tomoyo!No esta funcionando¡- Se había detenido y concentraba toda su energía en su bastón, pero nada sucedía. La esfera de luz seguía en el mismo lugar y los listones de plata no parecían ser suficientemente fuertes como para obligarla a retroceder. Lentamente la esfera avanzaba hacia su objetivo, desesperada volvió a murmurar el hechizo, esta vez poniendo mas fuerza en la invocación del mismo. Cayo de rodillas, se sentía infinitamente cansada. Estaba a punto de rendirse cuando sintió la calidez de una mano sobre su hombro, una que le lleno de energía. Se volvió, solo un segundo. Ruby Moon le sonreía con dulzura. Ignoraba por que estaba ahí. Y también por que el contacto con ella le llenaba de energía. Pero en su interior agradeció su presencia. Incremento la fuerza de su hechizo, esta vez segura de que lograría atrapar a la esquiva carta. La esfera poco a poco retrocedió. Tomoyo noto como es que esta luchaba por escapar, pero no estaba dispuesta a permitírselo. Un último esfuerzo y la esfera morada toco la punta del cristal. Por un momento todo se lleno de luz. Una preciosa luz añil. Y después cayó al suelo agotada. A su lado una carta.

"Judge"

OOOOOO

-Hola mama- Había ido por primera vez a aquella tumba sin la compañía de Sakura. Nunca antes había tenido el valor de hacerlo. –Lamento no haber venido antes… pero teníamos que ocuparnos de ciertas cosas. Hace dos días cremamos a la señorita Mizuki… no estoy segura si Eriol quería realmente eso pero… creo que fue lo mejor. Ella hubiera querido que sus restos fueran esparcidos en el templo. No te preocupes, le di un buen lugar. También a Oracle. –Se había sentado junto a la tumba. No le importo mojarse la ropa con el roció atrapado en el pasto. Frente a la tumba Había depositado un ramo de Glicinias. –Me alegra que todo haya terminado… aunque no estoy segura si lo hice bien. Di mi mejor esfuerzo mama.- sus ojos se llenaron de lagrimas. –se que eso es lo que querías… lo que todos querían. Pero… me hubiera gustado… me hubiera gustado que todo fuera diferente. – Atrapo la única lagrima que había escapado de sus ojos y sonrió ligeramente- Me hubiera gustado que ninguno de ustedes se fuera.- se mantuvo el silencio por unos instantes, solo escuchando al viento que mecía los árboles, se protegió la cara del frió invernal. –Eriol volverá mañana a Inglaterra… La señorita Akizuki… quiero decir Nakuru me lo dijo. Se siente un poco triste ¿sabes? Le pedí que volviera con el si eso la hacia feliz pero no quiso. Ya debes de saberlo creo, ella fue creada para Alice. Cuando Eriol renació en este mundo la creo para encontrar a la señorita Mizuki, y cuando lo hizo se la entrego. Pero ella pensó que sería mejor que la "heredera" se quedara con ella. Es un poco triste ¿no crees?- con cuidado quito las hojas muertas que habían quedado atrapadas por el pasto frente a la tumba.

-Sakura esta un poco mejor… últimamente ha logrado controlar más y más aquel extraño poder. Creo que aun le da un poco de miedo salir de casa… pero estoy segura que pronto volverá a la normalidad. ¿Sabes? Li también se ha recuperado, sus heridas no fueron de gravedad. Aunque creo que se siente culpable por no detener a "Judge" no te preocupes, ya le he dicho que pienso que hizo lo correcto. Creo que le tomara algo de tiempo sentirse cómodo a mi alrededor. Aunque eso tampoco importa mucho, lo que en verdad es importante es que todos están bien, creí que te gustaría saberlo… yo también… estoy un poco mejor. –De nuevo silencio. Pero esta vez lo disfrutaba, se dejo envolver por el. Aquel momento le parecía perfecto.

-Te extraño mama… te extraño.-

FIN

Notas del autor:

.. Sip… un final raro, pero supongo que va acorde con el resto del fic. Bien antes que nada les agradezco por leer el fic. Fue un camino muy largo y si me lo preguntan desesperante. Así que realmente les agradezco por leerme hasta el final.

Ahora una cosa, pudieron notar que deje varias cosas en el aire… estas serán respondidas en el fic continuación de este: Angels. Será un Croosover entre otras series, así que si les quedo algún pendiente. Despreocúpense pues será resuelto en la continuación.

Gracias de nuevo. XD Libertad! Hermosa libertad! este fic realmente me dio muchos problemas.