30 de Mayo de 2003
Este fic es mío, pero los personajes empleados en él son propiedad de las Clamp, de su manga Card Captor Sakura.
Este fic se sitúa en un mundo paralelo (por así llamarlo). Las Cards y sus guardianes aparecerán. Shaoran y Sakura no se conocen. Eriol tampoco conoce a Sakura. Bueno, ya irán descubriendo los detalles a medida que lean el fic.
Ejem... ejem... después de varias reflexiones y de hablar con algunas personas. Me he dado cuenta de que este fic se me ha ido totalmente de las manos XD, en el sentido ^\\\\\\-//////^ de las relaciones entre... ejem... porque será que me siento algo incómoda ^^UUU, pues eso... entre la relación S+S. Aquí va mi mini advertencia:
'Recomiendo a aquellos que sean hiper sensibles :P o que tengan algo en contra de las relaciones entre parejas que vaya más allá de besos, que dejen de leer este fic. De momento no hay nada de lo que me arrepienta, así que no me hagáis sentir como una corruptora de menores (yo tampoco llego a la mayoría de edad pero tengo una mente madura y seria. Ya me gustaría a mí ser así XD). En todo caso, de momento no hay escenas excesivamente comprometidas, pero dejo la advertencia para gente superhipermegamaxi sensible XD'
WARNING. Todos los amantes del S+S, absténganse de leer el principio de este capítulo, aviso, aviso, si os gusta el S+S, mejor no leáis el principio de este capítulo, me mataréis después de leerlo, os lo aseguro XP.
- "Conversaciones"
"Pensamientos"
Sueños o recuerdos
~*~*~*~ Cambios de escenario
Una Flor En La Oscuridad
Capítulo 9: Amar es sufrir
By: Kassy99
La mañana pasó tranquila, todos habían vuelto sanos y a salvo, nada importante había sucedido ya que al fin y al cabo el líder del Clan Dragón había resultado ileso de todo mal, o por lo menos sí convida de él. Sakura se había instalado en la habitación de Tomoyo, por alguna razón, que no quiso dar ni a Meiling ni a su prima, decidió que no podía aguantar ni un minuto más el dormir en la misma cama que ese hombre. Aunque la razón era muy sencilla, cuando estaba junto a él era simplemente incapaz de cerrar los ojos sin sentirse perturbada por su presencia, ya no era solo el contacto con él, sino su presencia delante de ella. Se sentía devorada y eso la perturbaba de tal manera hasta el punto de no poder conciliar el sueño. Aún así no pudo dormir en cuanto llegó a la mansión, cuando antes se encontraba tan fatigada. Había pasado toda la noche en vela y la mañana no había sido mejor, después del incidente con los asesinos y la explosión que le siguió, tuvieron una mañana tan movida que llegaron a la mansión pasado el mediodía. Ahora era recién entrada la tarde, sobre las cuatro llegando a las cinco.
Por otra parte Wu Pao se separó de ellos volviendo donde pertenecía. Ausentarse demasiado tiempo de sus obligaciones podría causarle problemas y malentendidos al Clan Dragón, como la especulación de un supuesto secuestro, lo cual no sería beneficioso para el Clan. Aunque no se marchó sin una adecuada despedida de su prima Meiling, lo cual dejó enfurecida a la mujer toda la tarde, nadie se atrevió a acercarse a ella temerosos por sus preciosas vidas.
Eriol desapareció nada más llegar a la mansión, sonrió a los presentes con una sonrisa misteriosa, asistió a la despedida de Wu Pao y se evaporó entre la confusión, como un buen fantasma. Shaoran no se molestó en preocuparse a donde había ido, ya que según él, Eriol era un 'maldito excéntrico' o también conocido como 'el rey de los misterios' también era reconocido por nombres menos agradables pero en ese tema era mejor no profundizar demasiado. Simplemente digamos que nuestro joven amigos de gafas desapareció como un gran mago de hechicería.
Shaoran después de descubrir que Sakura se negaba a compartir sus aposentos con él se retiró con un simple 'no importa donde quieras esconderte, o cuanto te alejes de mí, solo es cuestión de tiempo para que vuelvas a mi lado, solo cuestión de tiempo' algo que no dejó tranquila a Sakura nada en absoluto, pero el hecho de que no la hubiera forzado a que se quedara con él era un alivio, pequeño, pero un alivio.
En cuanto a Fiona y Marco... ellos tuvieron que hacer uso de su apartamento en la ciudad, dado que su mansión estaba destrozada.
- "De verdad te agradezco mucho toda tu ayuda, por ti mi hermana está viva y en buen estado, nunca sabré como compensarte"- Decía el hombre con gran alegría y gratitud.
Estaban aún dentro de la propiedad del italiano, a las espaldas de este estaba su derruida y calcinada mansión, a su lado estaba su hermana y el joven Tobias. Detrás de ellos se encontraban alguno de sus guardaespaldas. Al frente estaban Sakura, Tomoyo, Meiling, Eriol, Shaoran y Wu Pao, con unos coches esperándolos detrás de ellos. Aún había algunos oficiales merodeando por la zona.
- "No tiene porque agredecerme. Solo hice lo que debía hacer, no podía permitir que su hermana muriera de esa manera"- Dijo Sakura con una sonrisa.
- "De verdad que te agradezco tu ayuda, tenía tanto miedo, pero tú me ayudaste, no solo con tus manos y tus plantas sino además con tu apoyo moral y tu fe en que todo saldría bien"- Dijo la hermana de Marco profundamente agradecida. Un hombre vestido de negro se acercó a Shaoran y le susurró algo al oído, este asintió y les avisó que debían partir- "Por eso quiero que sepas que si algún día necesitas de mi ayuda no dudes en acudir a mí"- Sakura le agradeció con un gesto de cabeza.
- "Ahora solo espero que te cuides y que tengas cuidado, aunque creo que ya hay quien te cuidará y te mimará bien"- La joven sonrió al viento, pero solo a algunos se les escapó la insinuación. Tomoyo rió pícaramente y miró al joven que acompañaba a Fiona, que cuando sintió la mirada de la prima de Sakura sintió como los colores subían por su rostro. Wu Pao, Eriol y Meiling ya marchaban para los coches, Shaoran se quedó hasta que Tomoyo le insistió a Sakura que debían marcharse ya. La joven asintió, pero antes de partir le pidió a su amiga que le acercara a Tobias y así hizo esta. La japonesa hizo que el joven se inclinara hacia ella y le susurró algo en el oído, nadie lo escuchó, el joven permaneció callado hasta que al final sonrió, Sakura le cogió de la mano apretándola con fuerza mientras le regalaba una última sonrisa, para finalmente separarse y despedirse de sus recientes amistades. Cabía destacar la cara de intriga que todos tenían por saber que era lo que la joven le había dicho para que estuviera tanto tiempo susurrándole cosas, también había que destacar lo poco que le agradó al líder del Clan Dragón la proximidad de la joven con el italiano ni esa confiada intimidad que los rodeaba. Sakura entró en el coche después de lanzar una última despedida- "Adiós. Espero que la próxima vez que nos encontremos no sean en circunstancias tan agitadas"- Fiona se despidió al igual que su hermano.
Sakura se quedó aún tumbada sobre la cama, reflexiva, razonando y perseverando en un tema que no se marchaba de su cabeza. Estaba tan sumida en sus propias cavilaciones que no notó que su amiga la había estado llamando desde hacia un buen rato.
- "¿Qué?"- Respondió al fin la joven de ojos esmeraldas.
- "Te estaba llamando pero estabas tan pensativa que no me has escuchado, ¿verdad?"- Le dijo su amiga sentada delante de un tocador.
- "Sí, perdona si no te he escuchado, ¿qué me estabas diciendo?"- Dijo con los ojos abiertos, perdidos en el techo.
- "Te estaba preguntando qué fue lo que le dijiste al chico de antes, ese... Tobias"- Dijo Tomoyo mientras se oían el sonido de un teclado.
- "Que tuviera cuidado"- Respondió Sakura mirando a la nada, entonces fue cuando el sonido paró y Tomoyo se giró a ver el rostro de su prima, con la intriga firmada en su rostro.
- "¿Qué tuviera cuidado? ¿Hay algo que deba saber Sakura?"- Le preguntó mientras su mirada se volvía interesada.
- "¿Y yo Tomoyo? ¿Me ocultas algo?"- Las dos amigas sonrieron mal intencionadas, todos estos años de convivencia las habían hecho grandes expertas de una sobre la otra.
- "Touché, pero respóndeme tú primero, después de todo yo he sido la primera en preguntar"- Dijo dándose la vuelta totalmente y mirando a su amiga, se inclinó hacia delante y apoyó sus brazos sobre sus piernas mientras miraba la figura de su amiga.
- "A ti no quiero ocultarte nada o mejor dicho no puedo ocultarte nada"- Sakura se giró a un lado y quedó mirando hacia Tomoyo, su amiga vio que la joven invidente estaba pensando en algo, en algo importante.
- "¿Qué es lo que ronda por esa cabecita?"- Sakura cerró los ojos y suspiró, volviéndose a girar y quedar boca arriba.
- "Me preocupa todo esto"- Dejó escapar entre suspiros.
- "¿Qué es todo esto?"- Sakura se llevó las manos a la cara y dejó escapar otro suspiro.
- "Muchas cosas Tomoyo, muchas cosas..."- Hizo una pausa, cogió aire y apartó las manos para que su mirada volviera a perderse en la nada- "Le dije a Tobias que cuidara de Fiona, que aunque todo hubiese aparentemente acabado, aún había muchas cosas que resolver, que la protegiera y que contactara conmigo ante cualquier problema"
- "¿Cómo cuales?"- La joven echó un vistazo a la pantalla del ordenador y después volvió a mirar a su amiga.
- "Pues es muy evidente Tomoyo"- Dijo una vocecita desde el techo, Tomoyo vio una cosa peluda flotando en el aire.
- "Kero... ¿dónde te habías metido?"- Preguntó la joven de cabellos oscuros viendo como el guardián descendía sobre su regazo.
- "Pues para variar... se quedó dormido"- Dijo Sakura desde la cama- "Cuando entrasteis al cuarto le dije a Kero que se escondiera en el bolsillo de la chaqueta y después de eso se quedó dormido. No deberías hacer los bolsillos tan confortables Tomoyo, mira lo que sucede después"- Al guardián le salió una vena y Sakura giró la cabeza para sacarle la lengua adivinando la expresión de su rostro.
- "Bueno... que haya paz... dejemos eso, ya ha pasado y lo importante es que Kero está bien y tú también"- Dijo con una gota en la cabeza al ver las chispas que lanzaba Kero.
- "De todas maneras si Kero se hubiera quedado dentro de la casa no le hubiera pasado nada, es un ser mágico y el simple fuego no le hubiera matado, por no decir que su símbolo es el sol así que lo más lógico sería que hubiera podido controlar el fuego de su alrededor"- A Kero y a Tomoyo les salieron unas grandes gotas, a veces la lógica aplastante de Sakura y su tono de reprimenda parecía el de una madre sermoneando a su hijo.
- "Bueno, vayamos al tema que nos atañe, ¿qué es tan evidente Kero?"- El guardián miró a la persona sobre la que estaba sentado y cruzó sus patitas y sus bracitos.
- "El simple hecho de que la joven halla sido envenenada cuando podrían haberlo hecho con el hermano, por no decir de molestarse en envenenarla con un veneno muy poco conocido, lo cual nos lleva a una persona experta en el tema y lo cual nos lleva a la gran pregunta: ¿cuál eran las razones de tanta minuciosidad por la hermana del líder del clan italiano?"- Tomoyo y Sakura quedaron calladas y pensativas. No había respuestas para ninguna de sus preguntas.
- "Y otras preguntas serían: ¿Quiénes eran? ¿Cuál será el siguiente clan? ¿Qué propósitos tienen con todo esto?"- Preguntó Sakura en voz alta.
- "¿Por qué dices que volverán a atacar?"- Tomoyo sentía el temor de que se hubieran envuelto en un problema grande, demasiado grande para ellas.
- "No estoy segura, pero no se hubieran molestado en eliminar nuestra existencia si no hubieran decido seguir actuando, sin nuestras presencias volverían a actuar sin llamar la atención y sin que relacionaran futuros casos con el de la mansión. Además de que tengo la sospecha de que eran 3 personas en la casa, lo cual no impediría a la superviviente avisar a sus superiores"
- "¿3?"- Preguntó la joven algo confusa.
- "Cuando te encontraste con Meiling me dijiste que se encontró con un reguero de cadáveres, lo cual nos llevó a la conclusión de que eran 2 personas, porque alguien a su vez desde el otro lado de la casa me estaba atacando a mi"- Tomoyo afirmó con la cabeza para sí misma- "Pero la persona que me atacó salió lesionada, le di un golpe seco en el codo que por lo menos tuvo que rompérselo. Después alguien llegó al cuarto de Fiona, ¿viste si se movía con lentitud o daba síntomas de que tuviera el codo roto?"- Tomoyo permaneció callada y entrecerró la mirada.
- "No. Ese hombre movía muy bien los brazos, pero pudo ser el hombre que atacó a Meiling y a Eriol"- Antes de que Sakura pudiera contestarla fue Tomoyo quien desechó la idea- "No, porque ese tipo era el que estaba al otro lado de la casa matando a los guardias, eso dijeron ellos, así que..."
- "Tenemos una tercera persona con el codo roto rondando por las calles de Hong Kong"- Kero se levantó del regazo de Tomoyo y fue a la cama donde estaba su ama y se sentó en la almohada.
- "Sakurita... Tú que fuiste la aprendiz de Evangeline, ¿sabrías quién podría crear más Tánatos?"- Sakura quedó con las manos sobre su vientre, con los dedos entrecruzados y los ojos cerrados.
- "Me temo que no son muchas personas, pero lo que más temo es que a parte de mi no hay nadie que pueda controlar con precisión la realización, la dosificación o la curación de ese veneno. Aparte de Evangeline existían otras 3 personas en el mundo que fueran unos maestros, no conozco el nombre de ninguno de los 3, al igual que Evangeline y yo, trabajaban bajo pseudónimos. Sabes bien que Evangeline no era su auténtico nombre. Estas 3 personas respondían al pseudónimo de: Night, el ladrón; Luzbel, el demonio y Astrea, la Justicia o la Diosa. Pero estas tres personas están desaparecidas o muertas"- Dijo levantándose de la cama, sus cabellos caían sobre sus hombros y su pijama estaba algo arrugado por su pesada mañana.
- "¿Y Angeline y tú? ¿cómo sois conocidas?"- Era la primera vez que le podía sonsacar a Sakura información de Evangeline, cuando esta estaba viva e incluso después de su muerte, su prima se mantuvo muy secretiva sobre este tema.
- "Evangeline, El Ángel y yo soy conocida como la Aprendiz, La Flor de Ángel, exactamente a Evangeline se la conocía como El Ángel del Destino y a mí como su Flor"- Respondió sin pensarlo mucho, con naturalidad.
- "Entonces solo había cinco personas en el mundo que podrían haber envenenado a Fiona, pero si contamos que tú no has sido y que Evangeline murió solo nos quedan esas tres personas"- Meditó Tomoyo para sí misma.
- "En realidad, como he dicho antes, teóricamente no pudo ser ninguno, Luzbel murió, no sé las causas exactas, Astrea desapareció y de Night se sabe muy poco, no se puede asegurar ni siquiera de su existencia"- Tomoyo echó otro vistazo a la pantalla y vio como una ventana se había abierto al fin.
- "Ya esta conectada"- Dijo dándose la vuelta y tecleando.
- "¿Con quién chateas Tomoyo?"- Preguntó la joven pasando a su turno de interrogatorio.
- "Como nos desaparecimos de Tokyo tan repentinamente, pensé en que ya iba siendo hora de comunicarnos con ella, además así puedo pedirle que nos ayude con un par de cosas"- Dijo a la vez que tecleaba con rapidez.
- "Pero si utilizas la línea de teléfono interceptarán tu conexión y no puedes utilizar un satélite porque no tienes los materiales necesarios"- Dijo Sakura saliendo de la cama y acercándose a su amiga, guiándose por el sonido del teclado.
- "Por eso cuando ayer me pediste que comprara unas cosas aproveché para coger otras, ahora mismo he conectado el portátil que me ha dejado Meiling a un aparato que interviene la línea y que la desvía dándoles información falsa de lo que estoy haciendo realmente y del lugar al que me estoy comunicando"- Sakura no pudo evitar mostrar una risita maliciosa.
- "Eres increíble, cuando se trata de aparatos eléctricos no hay quien se te resista. ¿Y qué le estás pidiendo?"
- "Ahora mismo estoy pidiéndole información sobre varias personas, jajaja"- Se rió Tomoyo a lo que apareció en su pantalla.
- "¿Qué pasa?"- Preguntó Sakura extrañada.
- "Que está preguntando: '¿en que lío os habéis metido?'"- Respondió Kero que había volado al lado de Tomoyo mirando la pantalla.
- "Será mejor que no lo sepa, morirá infartada como descubra donde estamos"- Dijo Sakura- "Y no quiero pensar en la reacción de la tía Sonomi. ¡Ah! Pregúntale si..."
- "Ya se lo he preguntado, ahora me responde"- Respondió antes de que Sakura dijera nada.
- "¿Me lees la mente?"- Su prima solo sonrió al comentario.
- "Ya llega la respuesta: 'Sí, tu madre está bien, se recupera poco a poco y sí, habló con alguien hace unas semanas... un extranjero'"- Sakura y Tomoyo pensaron lo mismo a la misma vez.
- "Marco"- Dijeron al unísono.
- "Entonces fue así como descubrió lo de Sakurita ¿no?"- Dijo el pequeño peluche mientras seguía mirando la pantalla.
- "Era de esperar"- Sakura se apoyó en el tocador- "La tía Sonomi es la única que sabe de lo nuestro y además es la única que conocemos que esté en el hospital central de Tokyo, no era difícil echar cuentas"- Sakura dejó caer su cabeza y se llevó dos dedos a la frente- "La tía se deja conmover fácilmente cuando la cuentan historias tan tristes como la de Marco"- Dejó salir un suspiro resignándose, pero Tomoyo se puso seria.
- "Te equivocas, ante todo, esta tú seguridad Sakura, si dijo algo, probablemente fue al reconocer los síntomas de Fiona, al oír que la chica tenía esa extraña enfermedad seguro que no dudó ni un segundo en decirle a Marco sobre tu existencia"- Sakura apretó el puño.
- "Lo sé, la verdad es que no puedo enfadarme con la tía Sonomi, dile a Saiko de mi parte que se cuide"- Sakura se levantó y marchó a la ducha intentando huir de un antiguo tormento que al parecer seguía persiguiéndola.
- "¿Crees que está bien?"- Preguntó Kero preocupado por su ama.
- "No, pero lo estará... Sakura es fuerte, podrá afrontarlo"- Tomoyo siguió chateando con la mujer que respondía al nombre de Saiko. La conversación siguió con normalidad hasta que una frase llamó la atención de la japonesa.
'Los clanes se están movilizando. Tened cuidado'
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Una figura de un hombre hecha de papel estaba situada al fondo de una gran sala. La figura estaba suspendida en el aire esperando a ser disparada por una persona al otro lado, su amenazante mirada y su posición no la asustaban pues no podía sentir miedo. Al otro lado, con una gran distancia separándoles, se situaba un hombre con los brazos rectos en posición horizontal, el cuerpo erguido y las piernas algo separadas. Sobre la cabeza llevaba unos cascos que tapaban sus orejas y que impedían que el sonido de los disparos le ensordeciera. El hombre tenía la mirada fija en un punto del muñeco de papel que llevaba marcado en su pecho una diana. Sus ojos parecían clavarse en la pobre figura inanimada que si fuera porque no podía sentir hubiera salido corriendo cual animal apabullado. Shaoran Li se sentía frustrado, no sabía la razón, pero aquella tarde había despertado muy molesto, mucho más de lo que solía estar en sus momentos 'malos' momentos, tras minutos de reflexión en su cuarto decidió bajar a practicar su puntería y desconectar del mundo real por un tiempo. Pero todo fue en vano, ya que tras casi una hora en ese cuarto, lo único que había conseguido era darle una vez a la figura, dejando solo un agujero que lo atravesaba. Finalmente se rindió ante su fallido intento de sacarse de la cabeza eso que le perturbaba. Bajó el arma y lo dejó en la mesa de tiro, en cambio los cascos los bajó de su cabeza para dejarlos colgando de su cuello. Apoyó sus manos sobre la mesa y dejó que su cabeza cayera como si llevara una pesada carga sobre ella. En realidad si sabía la razón de su tan mal humor, solo había una sola razón, la única que le había hecho sentirse así desde que había entrado en su vida. Fue una consecución de cosas lo que le hizo estallar así esa tarde al despertar, la primera fue ese acercamiento entre el joven italiano y ella al despedirse, segundo fue su rechazo a permanecer con él por las noches y tercero, el tercero era lo que más le alteraba y era el deseo frustrado, esa era la razón que más le alteraba, la frustración de no haber puesto ni un dedo sobre ella desde que la había conocido, podría soportar lo demás, podría superarlo de alguna manera si solo pudiera tomarla como el quería desde que la conoció, pero las circunstancias y la misma implicada se lo estaban poniendo muy difícil, tanto... que no sabía por cuanto más aguantaría su voluntad, que lentamente se resquebrajaba como un delicado cristal. Sumido en su mundo de frustración no notó el inesperado tacto de unos brazos rodeándole la cintura.
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Wei se encontraba en la entrada, donde acababa de recibir la llegada de un invitado, iba a preparar unas bebidas para su señor y el invitado. Cuando este entró en la cocina una doncella salió a limpiar algunos de los objetos que decoraban la casa y justo en ese momento vio como bajaba una de las nuevas hospedadas en la casa Li.
- "¡Oh! Buenas tardes señorita"- Saludó con cortesía a la joven.
- "Buenas tardes. ¿Me podría decir donde se encuentra el joven de la casa?"- Preguntó con amabilidad.
- "El joven está en la sala de tiro"- La joven sonrió con nerviosismo mientras una gota caía por su cabeza.
- "No quiero molestarla... ¿pero podría decirme dónde está ese lugar?"- La doncella se rió ante la cortesía de la joven. Era una joven muy humilde y muy inocente, parecía que estuviera tratando con una niña, una clase de mujer que no se veía por esa casa muy a menudo o más acertadamente sería decir nunca.
- "No se preocupe, yo la acompañaré muy gustosa, así no se perderá en esta gran mansión"- La joven había bajado las escaleras en ese momento y la doncella la indicó donde tenían que ir. Las dos estuvieron andando durante un tiempo, tuvieron que bajar una escalera porque el lugar se encontraba en el subsuelo, era lógico, así el sonido de las balas no perturbaría la casa- "Señorita, es aquí"- La doncella la dejó delante de la puerta de entrada y la joven hizo una reverencia en agradecimiento, la doncella volvió a reír por lo bajo y se marchó. La joven buscó el pomo de la puerta para entrar al cuarto, abrió la puerta no muy ampliamente ya que antes de poder hacerlo escuchó unas voces procedentes de su interior.
- "Últimamente me has dejado abandonada, ya no vienes a verme y por si fuera poco ayer faltaste a nuestra cita"- La voz de la joven le era familiar, pero no sabía exactamente a quién pertenecía y donde lo había escuchado antes.
- "Tenía asuntos más importantes que tratar"- Dijo otra voz con seriedad. Era la voz de Shaoran.
- "¿Más importantes que yo?"- Sakura escuchó como el tono de la joven parecía el de una gatita melosa, estaba my claro que estaba coqueteando con Shaoran, no hacia falta tener vista para poder notar eso. Lo que Sakura no sabía es que la joven estaba abrazando a Shaoran por la espalda apoyando su cabeza en ella. El joven se dio la vuelta y la mujer apoyó sus manos sobre su pecho mientras le miraba con ojos inocentes y sonrisa triste de niña pequeña.
- "No mezcles las cosas Lara, los negocios y tú sois dos cosas muy distintas"- La mujer estaba levantando lentamente su brazo izquierdo hasta llegar a su hombro.
- "Mmmm... pero eso no responde a mi pregunta. Dime, Xiaolang... ¿me has echado de menos?"- Shaoran se había apoyado sobre la mesa, casi sentado en ella y ahora se estaba dejando seducir por la mujer que estaba acariciándole y le susurraba con suave voz.
- "Sí"- La mujer sonrió lasciva y satisfactoriamente por aquella respuesta mientras con la otra mano iba desabrochándole los botones de arriba de la camisa.
- "Entonces... demuéstramelo"- La mujer introdujo la mano dentro de la camisa y empezó a acariciar el pecho del hombre. Shaoran no se resistió a sus encantos y obedeció a la mujer, con sus brazos rodeó la cintura de la mujer y acercó su rostro al de ella. Ella cerró los ojos y esperó al contacto de sus cálidos labios. Shaoran miró el rostro de la mujer que esperaba su respuesta y se acercó a ella mientras sus ojos seguían abiertos. Los dos se sumergieron en un profundo e intenso beso. La mujer fue desabrochando la camisa hasta desabotonarla totalmente dejando ver su pecho desnudo. Sakura se retrajo de entrar al lugar y quedó de pie pegada a la pared, mientras que escuchaba los gemidos y susurros de Lara. Sus piernas empezaron a flaquear y sin saber como su cuerpo se deslizó hasta caer sobre el suelo. Su corazón pareció pararse por un instante y su respiración pareció cortarse. El sonido que Sakura hizo al caer no pasó desapercibido para Shaoran que en seguida interrumpió lo que estaban haciendo.
- "¿Quién anda allí?"- Sakura estaba sumida en tal shock que no oyó la voz de Shaoran, el joven apartó a Lara que se encontró algo molesta por la interrupción y se dirigió a la puerta que se encontraba semi abierta. Cuando alcanzó el pomo de la puerta, esta se abrió con rapidez para hallar a su fiel mayordomo Wei con una bandeja de té en una mano y la otra sujeta al pomo de la puerta.
- "Joven Xiaolang. Pensé que les apetecería algo de tomar a la señorita Fox y a usted"- La llegada del mayordomo explicó el ruido del exterior, Shaoran le miró con fijeza y Wei le indicó con la mirada el estado de su camisa- "Perdone si interrumpo joven Shaoran"- Shaoran le quitó la bandeja y le indicó que saliera. Wei salió del cuarto cerrando la puerta tras de sí y su rostro se transformó a uno apenado cuando vio a una pequeña figura sentada al lado de la puerta. Se acercó a la joven que se encontraba derrotada en el suelo- "Señorita Sakura, ¿se encuentra bien?"- La joven no respondió, permaneció callada y con la mirada en blanco- "Venga... subamos... con un poco de té de los que preparo se sentirá mejor"- Cogió a la joven de los hombros y la levantó, la joven parecía andar con normalidad, pero su ritmo era tan lento y desanimado que parecía que estuviera vagando en sueños. Con dificultad logró llevar a la joven al vestíbulo para llevarla a la cocina y en esos mismos instantes el timbre de la puerta volvió a sonar. Una doncella acudió a la llamada y tras solo unos segundos apareció por la puerta una mujer muy bella de pelo largo oscuro, vestida con clase pero informal. La doncella dejó a la mujer en el vestíbulo para dirigirse a avisar a su señor, pero no hizo falta, cuando la joven vio a Wei, se dirigió directamente a él.
- "Cuanto tiempo sin verte Wei"- Saludó la mujer con una sonrisa.
- "Es bueno volver a verla señorita Dolphin"- La joven le agradeció su amabilidad pero su atención se desvió al ver lo pálida que estaba la muchacha que lo acompañaba.
- "Dios mío, ¿qué le pasa a esta chica? Está pálida como el papel"- La mujer se acercó a la chica y la miró a la cara. Sakura tenía la mirada perdida, vacía... parecía muerta- "La llevaré al pequeño cuarto de estar, tú trae una taza de esos tés que preparas"- El hombre dudó por un instante pero aceptó. Victoria cogió a Sakura de los hombros y la llevó a uno de los cuartos cercanos, ahí la sentó en un sofá y ella se sentó a su lado quitándose la chaqueta y dejándola colgada en el respaldo de un sillón- "Pequeña... ¿qué te ha pasado? Estás tan pálida... es como si hubieras visto un fantasma"- La joven estaba tan abstraída que no notaba el sonido de la voz de la mujer. En ese momento no oía nada más que los sonidos de ese cuarto, como esa mujer llamaba a Shaoran, podía imaginar como él la tocaba, como la tocaba a ella, con esas mismas manos, con esos mismos labios, como la miraba como la miraba a ella. De repente Sakura pareció despertar de su pesadilla y sus ojos empezaron a tornarse negros de tristeza, pero... las lágrimas no caían. Su respiración se volvió agitada y su cuerpo empezó a temblar- "Pequeña... ¿pero que te pasa?"- Sin darse cuenta de lo que hacía, la joven Tomonoki se abrazó a la desconocida y hundió su rostro en su regazo- "Pequeña..."- La mujer sintió tanta dolor el ver su sufrimiento, era como ver a una niña indefensa. Aún sin conocerla acarició la cabeza de la joven intentando consolarla. Wei entró en el lugar para ver a una desconsolada Sakura. Victoria levantó al cabeza y vio el semblante apenado del hombre que se acercó a dejar unas tazas de té.
- "Con esto se sentirá mejor señorita Sakura"- Dijo en japonés el anciano hombre. La desconsolada niña no pareció reaccionar, siguió abrazada a la mujer, apretando con fuerza sus puños sobre la tela de la ropa de la desconocida.
- "Déjalo Wei, yo me ocuparé de que se tome un par de tazas, no te preocupes"- Intentó tranquilizar al hombre con una sonrisa gentil.
- "Señorita Dolphin tenga cuidado al darle la taza a la joven Sakura. Es invidente"- La mujer quedó algo sorprendida pero le sonrió y le movió la cabeza en tono de saber como tratar a la joven, le volvió a sonreír para que no se preocupara más, dándole a entender que ella se encargaría de la pequeña. Aún así el hombre se marchó preocupado.
- "Bueno... Sakura, muéstrame ese rostro tuyo y bebe una taza de té de Wei, no querrás que se preocupe por ti"- Dijo en japonés al haber oído antes a Wei hablar a la chica en ese idioma. Sakura quedó un momento quieta en esa posición y después levantó la cabeza lentamente, pero siempre con la mirada baja, con el cabello tapando su rostro- "No escondas esa preciosa cara. Mírame"- La mujer llevó su mano a la barbilla de la joven y cuando vio su rostro no vio rastro de lágrimas, había pensado que la joven estaba llorando, pero no había ni rastro de una sola lágrima- "Vamos, toma... una taza de té"- Se sintió algo sorprendida. Pensó que por lo menos en ese estado estaría llorando totalmente desconsolada pero... no. Alcanzó una taza y con cuidado la puso sobre las manos de Sakura.
- "Gracias"- Murmuró al fin Sakura, pero con debilidad.
- "¿Así que realmente es japonesa?"- Pensó curiosa. Entonces siguió habló en japonés- "Y dime... ¿podrías decirme la razón de tu pena?"- La mujer apartó los mechones revueltos del rostro de la joven. No entendía porque pero le daban ganas de protegerla, parecía tan... indefensa. Sakura no respondió, así que la mujer decidió interrogarla un poco más- "¿Tu familia?"- La chica no respondió- "¿La salud?"- Sakura parecía mirar la taza- "¿Quizá problemas del corazón?"- Vio como la taza que sujetaba tembló y entonces supo el problema de la chica- "Si son problemas del corazón, entonces no soy la más adecuada para ayudarte"- Dijo irónica, pero no logró arrancarle una sonrisa a la chica- "Dime que te pasa pequeña... sé que no me conoces, pero que mejor que una desconocida para contarle tus problemas"- Sakura levantó la cabeza y por un momento pareció pensarlo, finalmente dejó la taza sobre la mesa y quedó sentada con la espalda tensa y las manos apretando sus pantalones.
- "Mi problema no es el amor, sino al contrario, no tenerlo"- La mujer no comprendió lo que Sakura decía- "Es tal el dolor de no sentir nada, de saber que solo eres un objeto... como las demás..."- Entonces en ese preciso instante la mujer sintió como el pulso se le aceleraba.
- "No puede ser..."- La mujer sintió como su sangre hervía- "Tú... no puede ser..."- La mujer se tensó un momento y pensó fríamente el asunto- "Que estúpido de mi parte, estando en casa de Li no me podía esperar otra cosa"- Se acercó a Sakura- "Pequeña.. dime... ¿de dónde eres?"- Sakura se sintió extrañada al cambio de tema.
- "De Tokyo"- Contestó sin echarle más importancia.
- "¿Y tú familia? ¿Vive en Japón?"- Siguió preguntando.
- "No, vivo con mi prima y... ella está aquí conmigo"- La conversación se tornaba cada vez más extraña.
- "¿Y de qué vivís? ¿Herencia? ¿Negocios?"- La insistencia de Victoria empezó a asustar a Sakura.
- "No, de los trabajos que tenemos mi prima y yo"- Aunque sin saber como, esto había distraído la atención de Sakura, momentáneamente.
- "¿Y cuántos años tienes?"
- "Ve... veinte"- De repente la mujer que estaba a su lado se levantó y salió del cuarto dando un golpe en la puerta. Sakura pudo oír murmurar a la mujer antes de salir.
- "Maldito canalla"- Sakura no pudo entender el motivo de las preguntas pero dejó de darle importancia al recordar lo que antes había escuchado.
- "¿Me has echado de menos?"
- "Sí"
- "No, no, no, no ,no. Por favor, parad ya, no, no..."- La joven se agarró la cabeza y se tumbó sobre el sofá, intentando que pararan los ecos de esas voces.
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Victoria salió enfurecida y se dirigió a una de las doncellas reclamándole que le dijera donde estaba su señor, la mujer le dijo con temor donde podía encontrarle y la mujer salió como un tornado hacia el lugar. No tardó demasiado en llegar y cuando entró al lugar pudo ver una escena conocida. Fox estaba sobre Shaoran besándole apasionadamente mientras este estaba apoyado sobre la mesa de tiro. El hombre tenía la camisa colgando sobre sus codos dejando ver su pecho y sus hombros, Lara llevaba la ropa abierta y la falda subida con las manos de Shaoran sobre sus muslos. La mujer se acercó a los dos y con su brazo cogió a su 'amiga' y la separó de Li.
- "¡¡Pero qué...!!"- Gritó al repentino empujón. La mujer se giró a ver indignada a la persona que se había atrevido a interrumpir su disfrute personal, cuando vio a Victoria. Solo pudo sonreír malintencionada- "Oh... Vicky"
- "Lara..."- Su mirada pasó inspeccionando el cuerpo de la joven, se encontraba con las ropas descolocadas, la minifalda subida, la camisa abierta y el sujetador desabrochado. Después inspeccionó a Li y vio que él aún conservaba los pantalones intactos- "Aún lleva los pantalones encima, mejor. Sino es que juro que..."- Le miró a los ojos y le lanzó una mirada recriminatoria- "Li"- El joven solo saludó con la cabeza.
- "¿Querías algo Vicky? Si no... puedes marcharte, Xiaolang y yo estamos en medio de algo muy importante"- Victoria le lanzó una mirada asesina, cogió su chaqueta del suelo y se la tiró.
- "Sí. Necesito hablar con él, A SOLAS, lo que no te incluye a ti"- La joven pasó a su lado altiva y fue a darle a Shaoran un beso de despedida.
- "Nos vemos después Xiaolang"- Cuando la mujer se iba a marchar Shaoran la cogió del brazo y la detuvo, su mirada era seria.
- "Lara, no me llames Xiaolang, no tienes ese derecho"- La joven se indignó, no solo por no dejarla que le llamase por su nombre sino por decirlo delante de Victoria, eso era una gran humillación. La mujer salió bufando. Cuando ya se marchó, Victoria se dio la vuelta y lo primero que hizo fue darle una cachetada a Li.
- "¡Maldito cretino!"- Shaoran se levantó y la cogió de la mano.
- "¿Quién te has creído para pegarme?"- Dijo amenazante.
- "Acabo de conocer a 'Sakura', si es que sabes su nombre"- Con un golpe se zafó de su brazo- "Sabía que eras un jodido mujeriego, pero solo te acostabas con mujeres con status social, no con niñas sin familia y encima es ciega"- El hombre ignoró el comentario de Victoria y se dispuso a salir del cuarto, no dispuesto a soportar su histeria- "Tú no te vas de aquí hasta que haya terminado"- El joven se dio la vuelta y la miró con expresión fría- "¡Pero en que estás pensando! ¡¿No tenías bastante con jugar con actrices, cantantes, hijas de empresarios, modelos o niñitas mimadas que tuviste que irte nada menos que a Japón a escoger a una pobre criatura indefensa para tus maquiavélicas intenciones?! ¡Jamás pensé que fueses tan cínico!"- El hombre vio la indignación y la furia de la mujer.
- "¿Celosa?"- Preguntó con sarcasmo.
- "No me vengas con gilipolleces Li. Es solo una niña. ¡Por dios! ¡Aunque tiene veinte años, se ve bien claro su poca experiencia en la vida!. Siempre he sabido que eras un cabrón con las mujeres, pero esas mujeres sabían bien lo que hacían al meterse en tu cama. Joder... ellas mismas eran unas arpías"- Dijo enfurecida a rabiar.
- "¿Eso quiere decir que tú también eras una arpía?"- La mujer le miró con desprecio.
- "Yo también lo era. Como todas esas mujeres con las que te has acostado, pero yo pedía más de ti y no supiste dármelo y con eso aprendí algo muy importante. No voy a negar que incluso llegué a ser como Lara, pero ahora todo es distinto, las cosas han cambiado. Pero de lo que ahora hablamos es de una chica, de esa chica, que has traído de Japón y que no sabe donde se ha metido. Solo estás jugando con ella, déjala en paz, no se merece que juegues con ella. No le destroces la vida a una pobre chica"- Dijo esto último casi en una súplica.
- "Tú no me das órdenes, Victoria. Yo hago lo que me place y lo que haga con Sakura no es asunto ni tuyo ni de nadie"- Dijo con su siempre tono helante.
- "Pero si es asunto de ella, recuerda que ella también tiene sentimientos. A ella no puedes manejarla como a un objeto como a las demás, ella no reaccionara tan fríamente como ellas, ella..."- Shaoran avanzó un paso con movimiento sinuoso y amenazante que detuvo las palabras que salían de los labios de la mujer.
- "Ella es diferente a las demás, está aquí porque he querido, está en esta casa bajo mi protección y mi cuidado"- Respondió al ataque de ella, lo cual la dejo muda- "Sakura no es como ninguna otra mujer, no tiene comparación con ninguna otra"- Ahora no sabía si estar preocupada o sentir admiración por esa chica. Esa clase de palabras no salían de la boca de Shaoran Li con tanta facilidad.
- "Entonces déjame darte un solo consejo. Cambia"- El hombre entrecerró más su austera mirada- "Tus palabras expresan eso, pero tus acciones te contradicen, si en realidad no estás jugando con ella será mejor que te cuides en lo que haces"- La mujer pasó de largo al joven Li y salió de la sala de tiro. Subió las escaleras y en cuando ya estaba a mitad de camino oyó como unos pasos la seguían. Llegó al vestíbulo y a mitad de él, Shaoran la cogió de la muñeca, la giró sobre sus pies, rodeó su cintura con un brazo y la besó. La mujer reaccionó al beso como cualquiera otra mujer ferviente de pasión. Los dos se separaron y cuando estuvieron alejados, ella le sonrió y lanzó su mano a su faz, cruzándole la cara por segunda vez, cambiando esa sonrisa por una mirada llena de indignación y furia- "Tampoco se te ocurra jugar conmigo"- Shaoran mostró una risa satisfactoria, mientras se tocaba la mejilla. Fue entonces cuando notaron que tenían espectadores, Eriol estaba aplaudiendo mientras bajaba las escaleras con Meiling a su lado.
- "Un espectáculo digno de los mejores teatros"- Sonreía el inglés.
- "Buenas tardes, Meiling, Eriol"- Eriol se acercó a Dolphin, lo cogió de la mano y la besó a modo de saludo, la mujer levantó una ceja y miró a Meiling la cual la miró con resignación.
- "Es un placer tener a tal belleza en esta casa"- Dijo aún cogiendo la mano de la modelo.
- "Si no me sueltas la mano, no respondo de lo que pueda hacer la otra"- Eriol soltó la mano pero esperando unos segundos, tentando a su suerte, que parecía estar siempre de su lado. Aún así no quería probar una suerte similar a la de Li.
- "Pierdes facultades Eriol"- Dijo Meiling acercándose a su primo- "En cambio veo que la derecha de Victoria va ganando fuerza"- Meiling sonrió a la recién llegada.
- "No, es que le he dado dos golpes"- Meiling miró curiosa a su primo con una mirada que decía ¿qué habrás hecho?.
- "¿A qué se debe tu visita?"- Preguntó Eriol a la modelo.
- "Se celebra un desfile en la ciudad y pensé en invitar a Meiling a que fuera, pero me encontré con una sorpresa... muy inesperada"- Dijo mirando a Shaoran.
- "Las sorpresas siempre son inesperadas Victoria"- Alegó Eriol.
- "Pero no tanto como esta"- La mujer se dio la vuelta y marchó a un cuarto- "Meiling ven conmigo y hablemos con más tranquilidad, sin hombres de por medio"- La joven la siguió pero mirando a su primo preguntándole que la pasaba y él solo le indicó que la siguiera. Meiling fue tras Victoria y entraron en uno de los pequeños cuartos de estar. Allí vio una figura tendida en el sofá. Inmediatamente pudo descubrir que era Sakura.
- "¡Sakura!"- Exclamó yendo a su lado- "¿Qué la ha pasado?"- Preguntó a Victoria que se encontraba sentada en el sillón donde había dejado su chaqueta.
- "¿Qué pasa? Eso deberías de preguntarle a tu primito, mira que jugar con esta pobre chica... es que no acabo de creerlo. Divertirse a costa de ella solo para después destrozar su vida"- Dijo mirando a la chica que ahora estaba sentada apoyando su cabeza en el hombro de Meiling.
- "¿Entonces ya sabes su relación con Xiaolang?"- La mujer cabeceó- "Sé que esto te parecerá una locura pero Xiaolang la aprecia de verdad"- Dijo con sinceridad, en ese momento Victoria ya no pudo contenerse más y cogió lo único que podría tranquilizarla en esos momentos, un cigarrillo.
- "¿A sí? Por eso me encontré a tu primito y a Lara juntos y no hablando precisamente"- A Meiling le hirvió la sangre a la sola mención de esa mujer y lo demostró con un acentuado ceño. Menos mal que estaban hablando en chino y Sakura no las entendía.
- "Esa..."- No le salían las palabras.
- "No, perdona, tu primito es el causante de esto. Si él quisiera podría dejar a esa mujer con facilidad, al simple sonido del chasquido de sus dedos"- Fumaba mientras no paraba de crucificar al líder de los dragones en su mente.
- "Bueno... Xiaolang no es un santo... pero..."- Aunque no quisiera admitirlo su primo tenía gran parte de culpa.
- "Nada de excusas, para eso siempre se necesitan dos, no uno Meiling, dos... y tu primito no es que este del todo disgustado"- Se veía su enfado, ya que desde el principio se había referido a Shaoran con 'tu primito'.
- "Sí, de acuerdo, pero... ¿qué le ha pasado a Sakura?"- Preguntó con voz fina y delgada.
- "No lo sé, pero si fue lo que yo vi, no me extrañaría que estuviera conmocionada, aunque siendo ciega... oh... también puede haberlos oído"- Dijo dejando el cigarrillo a medio fumar, lo apagó en el platito de la taza de té y se quedó callada.
- "¿'Haberlos oído'? Es decir que los pilló... madre mía... pero igualmente... sin verlo..."- Las dos mujeres solo especulaban, pero no andaban muy fallidas.
- "Aún así... créeme si te digo que es mentira eso de 'ojos que no ven corazón que no siente', a veces la imaginación llega a ser peor de lo que uno puede pensar. Te lo digo porque los dos no llegaron al 'final' de lo que estaban metidos y ella puede haber imaginado... pfff... mil cosas"- En eso si tenía razón Victoria, pensando en todo eso, miró a la joven y una idea se le pasó por la mente- "¡Ah! Tengo una idea"- Dijo Victoria repentinamente- "Sakura..."- Ahora habló en japonés- "¿Quieres cenar esta noche conmigo?"- Dijo con toda la naturalidad el mundo. Sakura apartó la cabeza del hombro de Meiling y dirigió su cabeza hacia donde procedía el sonido de la mujer.
- "¿Cómo?"- Preguntó extrañada.
- "Perdona... sé que no me conoces y que ni siquiera me he presentado, pero es que he invitado a Meiling a venir a cenar esta noche a un lugar fabuloso, ¿quieres venir?"- Meiling no supo a que se refería pero le siguió el juego.
- "Es verdad, ven con Tomoyo, una noche de mujeres, solas las 4"- Victoria le preguntó quien era Tomoyo y Meiling le explicó que era la prima de Sakura.
- "No sé"- Se sentó sobre el sofá algo más compuesta.
- "Es un lugar con buen ambiente y tienen música en directo, muy buena por cierto, y que decir de la comida... Acabo de llegar a la ciudad y estaba deseosa de volver a ese restaurante, pero como no me gusta comer sola vine a invitar a Meiling y como eres amiga de Meiling mejor, además cuantos más, más diversión"- Dijo algo acelerada. Sakura quedó silenciosa pero aceptó con un movimiento de cabeza. Victoria le guiñó un ojo a Meiling, por lo menos así la distraerían un poco- "Sakura... puedo llamarte así ¿no?"- La joven asintió- "Sea lo que haya hecho ese hombre, no merece que te apenes por ello, escucha mis palabras, pequeña. No vale la pena sufrir si no te ves capaz de enfrentarlo y superarlo. La vida te depara aún muchas sorpresas y si ahora no te ves con fuerza para afrontarlo no sigas aferrándote a él, tendrás más oportunidades en la vida, aún eres joven"
- "Victoria..."- Murmuró Meiling sin creer en el consejo que la mujer le estaba dando a la joven de ojos verdes.
- "Es verdad lo que digo Meiling"- Volvió su atención de nuevo a Sakura- "Recuérdalo bien, la vida es esfuerzo y el amor sufrimiento, no esperes amar sin sufrir, si no el destino te preparará un duro golpe que no sabrás asumir. Solo hay 3 cosas por las que luchar, tú vida, tú alma y tú corazón, todo lo demás no tiene relevancia, tú misma eres como quieres ser, nada más ni nada menos. Tú eres la que escoge el camino que dirija tú vida"- Las palabras fueron duras, pero no equivocadas. Sakura vio en esa mujer el mismo tono de voz que Tomoyo empleaba con ella cuando la advertía sobre Shaoran, era como si quisieran que se alejase de él, aunque no acababa de entender porque. Tal vez por lo sucedido esa tarde, pero no era eso, no solo eso. Victoria cogió otro cigarrillo y salió del cuarto. Meiling la vio salir preocupada.
- "Voy a ver que hace, no te muevas Sakura"- Meiling se separó del lado de la japonesa y fue tras Victoria, Sakura no pudo esperar sentada y quiso preguntarle que más escondían sus palabras así que decidió seguirlas. Con las manos por delante llegó hasta la puerta y la abrió un poco, pero las voces de las dos mujeres la detuvo. Parecía que esa tarde se había vuelto muy propensa a escuchar detrás de las puertas- "Victoria, no deberías de decirle esas cosas a Sakura si no vas a serle franca no la mientas"
- "No he dicho nada fuera de lugar ni mucho menos la he mentido, he sido muy sincera"- Dijo con el pitillo entre los dedos mientras tenía la mano que sostenía el cigarrillo apoyada sobre la otra, sin cruzarse totalmente de brazos.
- "No eres objetiva en este asunto y lo sabes"- Le dijo advirtiéndola.
- "Sé que no soy objetiva, pero no me creas como Foxy, yo no sería capaz de hacerle ningún mal a esa chica y menos a Xiaolang. Lo sabes bien Meiling"- La mujer miró con sinceridad a los ojos de la prima de Li.
- "Creía que ya habrías olvidado, pero veo que aún vives del recuerdo"- Le dijo cogiendo su mano cuando iba a llevarse el cigarrillo a los labios de nuevo. Cogió el cigarrillo y lo apagó tirándolo al suelo y apagándolo con el pie- "Es un vicio horrible y lo único que hace es denotar tu nerviosismo y enfado, por no decir la frustración que esta dibujada por toda tu cara"- Dijo seria y serena.
- "¿Y cómo quieres que esté, Meiling?"- Sin darse cuenta empezó a hablar en inglés, era su lengua natal ya que no era de Hong Kong, su padre era chino y su madre era irlandesa- "¿Cómo quieres que esté sabiendo que la persona que más amo es un maldito mujeriego que no tiene compasión por ninguna mujer? ¿Qué quieres que sienta cuando veo que Xiaolang está con Foxy y con esa chiquilla ingenua? ¿qué juega con una niña? ¡¿Y que para colmo juega con mis sentimientos sabiendo lo que mi corazón siente por él?!"- Dijo con la voz desgarrada y dolida- "¿Que te crees que he sentido cuando me ha besado? ¿cuando me ha tocado? Me he sentido como un animal indefenso, como una criatura muy pequeña con la que juega a su antojo. Ese era un sentimiento que no quería recordar, que no quería sentir y que por ello terminé con nuestra relación"- Sakura no podía ocultar su asombro cuando escuchó las palabras de la joven. Sin que Victoria notara el cambio, Meiling decidió seguirla el ritmo de la conversación y hablarla en inglés también, ya que sería absurdo en esos momentos el preocuparse por esa minucias.
- "Sabes que al principio no fuiste de mi simpatía, además fuiste la primera que comenzó todo esto y la que le pasó ese vicio horrendo a Xiaolang y que por suerte dejó después"- Meiling la miraba con seriedad y sin escatimar en verdades- "Pero cuando te enfrentaste a él supe que no eras como creía, pensé que como a las que vinieron después, te conformarías con la posición que tenías en su vida a cambio de posición, dinero y algo de placer, pero cuando te enfrentaste a Xiaolang y le dijiste como te sentías, ya sabías que eso sería el final, supiste el momento en que decidiste enfrentarle, que tu relación quedaba finalizada ahí, desde ese día te respeté como persona"- La joven Dolphin se llevó la mano a la boca y la entrecerró la pena con furia y tristeza. Apartó la mano para seguir hablando con su amiga.
- "Lo sabía, sí, pero aún esperaba que no fuera verdad, que vendría suplicándome que volviera con él, pero solo era una ilusión que yo misma cree de un hombre que no era realmente él. Caí como una tonta en las trampas del amor cuando solo era sexo para él, solo algo físico, una necesidad instintiva, mientras que yo me dejé ahogar por su pasión y su calor, pero un calor solo corporal, su corazón siempre ha sido frío, siempre inalcanzable"- La mujer bajó la mirada dejando caer los cabellos sobre su hombro ocultando su mirada- "Pero ahora ya no me duele el no tener su corazón, ya no sufro por él"
- "¿Estás segura?"- Preguntó con la duda en su voz.
- "Sí. Ahora ya he aceptado la verdad"- Contestó con voz quebrada.
- "¿Y cuál verdad es esa?"- Meiling estaba intrigada por saber que era eso que la había hecho cambiar de opinión.
- "No puedo aferrarme a una ilusión, a un bello sueño que solo he vivido yo. La realidad a la que me tengo que enfrentar no es otra que al del destino mismo... Xiaolang y yo de debíamos estar juntos porque a él ya le esperaba una persona, alguien especial, como a mi me esperará alguien"- La mujer se llevó la mano a los cabellos y se los echó atrás. Miró de soslayo a la china y la sonrió.
- "Pues eso espero porque yo llevo esperando a alguien desde hace mucho tiempo"- Repuso Meiling poniendo las manos sobre sus caderas. Sakura estuvo ciega, totalmente ciega, pero ahora se daba cuenta del hombre que era Shaoran, un hombre caprichoso con las mujeres, un hombre que disfrutaba de su compañía y de su calor, ya que su corazón carecía de esa calidez. Si hasta entonces ninguna mujer pudo deshielar ese corazón, Sakura no iba a ser menos que ellas, después de todo... ¿quién era ella? Una niña inocente sin encanto ni sensualidad, solo una chica corriente, nadie especial, no destacaba en belleza, no era más inteligente que otras, no había nada que la hiciera mejor, que la alzara a la altura de Shaoran.
- "Aunque..."-Meiling volvió a mirarla- "Siempre tendré el privilegio de haber sido la primera"- Meiling la miró con una sonrisa compasiva.
- "Y la que más ha durado si quieres que te sea sincera"- Y no mentía, fue la primera y la mujer que más tiempo estuvo con Shaoran.
¿Cuándo fue que se conocieron? ¡Ah, sí! El día del funeral del señor Li, en el velatorio cuando todos fueron a dar el pésame a la familia. Shaoran tenía 15 años y aún siendo tan joven no aparentaba su edad, cualquiera podría echarle un par de años más, la gran mayoría pensaba que el joven ya era mayor de edad. Por aquel entonces Victoria tenía 19 años, una joven rebelde y descarada, como toda la juventud a su edad, se rebelaba siempre a su padre y las peleas eran continuas.
Ese día tuvo que ir al velatorio obligada por su padre, se puso un vestido negro y acompañó a su padre en su coche. Cuando acabó la conmemoración al nombre del jefe del Clan Li el hombre y su hija se acercaron a dar el pésame a la mujer del difunto, la familia como era costumbre vestía de blanco ante todo ese ambiente oscuro de muerte, un gran contraste que hizo que la joven Dolphin se fijara en el joven. Lo primero que pudo ver en su rostro era un hombre, un hombre austero y silencioso, alguien que se guarda las palabras así como los sentimientos. Cuando llegaron a dar el pésame a la familia Victoria se acercó al chico y él, que había estado mirando en todo momento el infinito, se percató de que estaba siendo observado. Su reacción fue simple, devolverle la mirada a la joven. Los dos se miraron durante el tiempo en que el padre de ella daba sus condolencias y en el que la señora Li agradecía su apoyo a la familia, cuando su padre llegó a su lado y puso su mano detrás de su espalda para marcharse, Victoria seguía la mirada del joven, el cual tampoco había apartado su mirada hasta que desapareció detrás de las personas que estaban detrás de ella. No sabría que poco después se volverían a encontrar.
No pudo olvidar esa intensa mirada, tan fría y distante pero que a su vez parecía solitaria y necesitada de calidez, una mirada penetrante y sincera. Su mente se nublaba con los ojos de ese hombre que la seguía incluso en sus pesadillas siendo su salvación. Unos meses después del funeral se inauguró un local nuevo, un local que pronto adquirió la fama de ser el mejor, donde la magia de la música te hacia vibrar. Ese local estaba bajo el poder del Clan Dragón, como casi todo local de la zona de diversión de Hong Kong. Victoria había ido al local con unas amigas y entrada la medianoche el actual cabeza de Clan había ido al local, había entrado acompañado de otro hombre de ojos azules y gafas y varios guardias, aún siendo menor de edad entró sin problemas, a nadie dentro del local le importó ese pequeño detalle.
Todos se dirigieron a una habitación privada, una habitación VIP. Victoria guiada por su curiosidad y su deseo de volver a hundirse en esa mirada siguió al grupo de personas que se hacia paso, separándose de sus amigas. Finalmente llegó a su destino y como si la esperara giró la cabeza, la miró y la tendió la mano, la cual no pudo rechazar. Después de esa noche se convirtió en la primera mujer que estaría en brazos del más codiciado soltero de Hong Kong, Xiaolang Li. Jamás hablaron de su extraña forma de conocerse, de comenzar esa relación , simplemente se convirtieron en amantes.
Ella no era un ser inmaculado, ya había estado con otros hombres, pero él si era inexperto, aunque fue audaz y hábil para ser su primera vez, pudo notar su dudas al tocar su cuerpo, al acariciar su piel. sin embargo todo eso cambiaría de la noche a la mañana, ese ser de mirada solitaria se convirtió en un monstruo sediento, pedía más y quería más y por ello... consiguió más, no satisfecho con una, empezó a salir con otra, cada vez más sediento de algo que ninguna de ellas supo darle. Al final no pudo más y con todo ello se separó de él. Un ser superior a ella, que siempre miraba más allá del cielo y que nunca pisaba la tierra, un ser que ella descubrió y que con ella aprendió a satisfacer los deseos de una mujer, pero no actuaba por caridad. Aprendió a tocar a una mujer y hacerla vibrar pero no sin nada a cambio. Sin que esta se enterara, se convertía en un objeto con el que jugaba y disfrutaba hasta que hallaba uno nuevo o simplemente hasta que se cansaba del viejo. Él las daba placer, dinero y una posición social, él a cambio jugaba con ellas como simples muñequitas y algunas veces mantenía negocios con los padres, hermanos o maridos de estas. El día que le abandonó pudo verlo en sus ojos, pudo ver el goce que sentía cuando estaba con una mujer y lo vacío que se hallaba al terminar, vacío y sediento de nuevo, sediento de algo que ni él mismo sabía que era.
- "Creía que con Foxy llevaba un año y medio"- Dijo mientras aún recordaba aquel día que le dejó. Había entrado en su cuarto para encontrarle sobre una mujer, los dos disfrutando del calor del momento, en el mismo instante en que ella entró él la había sentido y mientras estaba en brazos de otra mujer había sido tan cínico que volvió la cabeza para mirarla, desde que entró al cuarto hasta que terminó no desvió la mirada. Cuando terminó se acercó a ella y la besó con fuerza. Ella se había apartado de él de un empujón y le había escupido. Después de una gran discusión ella le dejó. En realidad no fue por lo que vio lo que le dejó sino por lo que no había visto desde que se conocieron, por lo que jamás le pudo dar. La situación de ese día solo había sido la llave a su liberación y su dolor.
- "Oye, tú estuviste con él casi 3 años, Foxy no durará mucho más de un par de meses más"- Dijo con sonrisa satisfactoria.
- "¿Por qué?"- Dijo centrando su curiosidad sobre el comentario de Meiling.
- "Se está volviendo muy exigente y eso a mi primito no le gusta nada. Es demasiado controladora, ya sabía yo que no iba a tardar en ordenarle a Xiaolang"- La china dibujó una sonrisa de tal goce que no cabía en sí misma.
- "Conozco a Lara y no es de las que se rinden, seguirá con él hasta que consiga lo que quiere"- Fue entonces cuando notaron los pasos de dos hombres.
- "¿Y qué quiere de mi?"- Oyeron decir en chino. Las dos mujeres se voltearon para mirar a Eriol junto a Shaoran. Victoria le miró con una sonrisa de diablillo al saber lo que le irritaba al hombre que alguien quisiera 'eso' de él ¿Quién dijo que la venganza no era deliciosa?. Meiling también tenía esa misma expresión en su rostro.
- "¿Y qué piensas que quiere? Echarte el lazo por supuesto"- Shaoran mantenía su rostro de póker, ese comentario no le influía en absoluto ya que tenía bien claras sus ideas. No se casaría y si lo tuviera que hacer no sería con las clases de mujeres con las que solía estar.
- "¿Y a ti Victoria? He oído que te casas"- Dijo Eriol con tono monótono.
- "Sí, con el hijo del magnate petrolero Quan"- La mirada de Victoria no se apartó del rostro del joven Li el cual había hablado.
- "Buen partido, no me había enterado de vuestro compromiso, aunque últimamente andamos más atareados de lo normal"- Añadió Meiling pensando en los últimos acontecimientos ocurridos en esos días.
- "Es algo acordado hace ya tiempo, ahora acaban de anunciarlo. Hong Quan y yo nos conocimos en un desfile de Paris y después nuestros padres acordaron esta unión"- Hasta entonces la conversión fluía con normalidad, pero el ruido procedente de un cuarto les hizo desviar su atención. Meiling fue a la habitación y allí halló a Sakura en el suelo, había tropezado con la alfombra y ahora estaba tumbada en el suelo. La fue a ayudar a levantarse y para cuando ya estuvo de pie habían llegado todos al cuarto. Shaoran se acercó a Sakura para ver como estaba pero en el mismo instante que sus manos la tocaron ella las rechazó apartándolas con rudeza.
- "¡No me toques!"- Dijo con voz herida y furiosa. Shaoran estaba perplejo, sin palabras, pero con su rostro de una pieza, sin signos de asombro. No entendía ese rechazo, se volvió a acercar y esta vez la mujer le empujó con fuerza- "¡He dicho que no me toques! ¡no quiero que te me acerques, no quiero que estés cerca de mi, no quiero que respires en mi misma habitación!"- La chica de ojos verdes se alejó unos pasos hasta tocar el sofá. Oyendo los gritos desde las escaleras, Tomoyo se dirigió hacia donde procedía el alboroto.
- "¿Qué pasa aquí?"- Preguntó a los que tenía delante, Tomoyo podía ver la espalda de Eriol y la de una mujer, se voltearon y vio la cara de Eriol con una expresión distinta a la normal. Se hizo paso entre los dos y vio que Sakura se encontraba al lado del sofá mirando al suelo mientras que con las manos tocaba el respaldo. Shaoran estaba delante de ella y Meiling a su lado- "¿Sakura?"
- "Tomoyo... Tomoyo, quiero irme... quiero marcharme de aquí... quiero volver a casa... Tomoyo..."- El extraño comportamiento de Sakura era incomprensible para los hombres y Tomoyo pero Meiling y Victoria creían comprender lo que le pasaba a Sakura, aunque no estaban acertadas, no en su totalidad. Ellas pensaban que la causa era Foxy, pero no era solo eso lo que la impulsó a escapar de ese lugar.
- "Sakura... shhhh... tranquilízate"- Le dijo mientras la abrazaba- "Enfría esos nervios Sakura, piensa y no te dejes llevar por tus impulsos"- La reprimenda fue algo dura pero dicha con cariño. La joven se separó de Tomoyo y respiró hasta quedarse algo más relajada. Todos se quedaron algo incrédulos, las simples palabras de Tomoyo la calmaron, era como si su prima fuera su catalizador, esa influencia sobre la joven invidente era algo increíble, debían de estar realmente unidas.
- "Necesito descansar"- Dijo con una débil sonrisa.
- "Será lo mejor"- Tomoyo puso su mano detrás de su espalda y la otra sobre su mano para guiarla a su cuarto, Shaoran intentó acercarse a ella pero Tomoyo le avisó con la mirada de que no se acercara a ella. Por alguna razón supo en seguida que él era el motivo del estado de Sakura.
- "Tomoyo... estoy cansada..."- Susurró casi inaudible.
- "No te preocupes, todo será diferente cuando hayas descansado"- Las dos mujeres desaparecieron por la puerta, Meiling salió detrás de ellas, por si necesitaban algo. Ya solos los tres en la sala solo hubo un incómodo silencio. Eriol sonreía como de costumbre y Victoria miraba a Shaoran intrigada, mientras que el joven se miraba la mano, como si hubiera algo realmente importante en ella.
- "Xiaolang"- Eriol le llamó sacándole de su concentración- "Aún tenemos que tratar unos temas"- Dijo mirando a la joven Dolphin.
- "Por mi no os preocupéis, iré a..."- Pero antes de excusarse Shaoran la miró y seguidamente la preguntó.
- "¿Sabes algo de lo que ha sucedido?"- Ahora tenía la mano que había estado mirando cerrada en un puño, mientras que su frialdad pasaba de su mirada al de la muchacha.
- "Tú deberías saberlo mejor que nadie, yo no soy quien para saber o no lo que le pase a la chiquilla"- Fue a coger su abrigo cuando Shaoran atravesó el trecho del sofá al sillón y puso su manos sobre el abrigo sin que ella pudiera cogerlo y marcharse.
- "Dime lo que sepas"- Como era ya habitual sus preguntas no sonaban como tal, sino como mandatos, ¿cómo lo hacía para nunca preguntar nada y en cambio mandar de forma tan efectiva?.
- "Creo que ya te lo dije, puedes apreciar a esa chica todo lo que quieras, pero tus actos no concuerdan con tus palabras"- El hombre entrecerró la mirada levemente dando un toque amenazante que indicaba su perdida de paciencia- "La chiquilla puede ser ciega, pero no es tonta ni tampoco sorda"- La mujer tiró de su chaqueta y se la llevó, antes de salir de la sala miró al joven y con la mirada fría añadió- "Dile a Lara que la próxima vez que quiera un revolcón contigo sea más discreta, se la oye a un kilómetro de distancia"- Eriol dejó escapar una risita divertida y Shaoran le miró advirtiéndole la poca gracia que le hacia a él. La mujer se marchó dejando solos a los dos hombres.
- "La verdad es que deberías de tener más cuidado con Fox"- Dijo Eriol señalándose el cuello, Shaoran se tocó la parte que Eriol señalaba, se acercó a un espejo colgado en la sala y vio que en su cuello estaba la marca de un chupetón. Eriol solo rió al ver como una sombra se posaba en los ojos de Shaoran. De todas las cosas del mundo, lo que más odiaba era que una mujer le hiciera un chupetón. ¿Por qué odiaba eso? Era muy simple, porque eso significaba que una mujer le había marcado, como si fuera la pertenencia de alguien y eso no le gustaba en absoluto, él no era pertenencia de ninguna mujer y menos de Lara Fox.
- "Maldita mujer..."- Murmuró tapándose el cuello. Eriol se sentó en el sofá y miró como el hombre se aseguraba de tapar bien la marca.
- "Veo que aún sigues odiando que las mujeres te dejen esas 'marcas'"- Dijo inclinándose hacia delante para acentuar con su cuerpo su burla, lo cual fue recibido por una mirada amenazante.
- "Te advierto que no vayas por ese camino"- Shaoran se apartó del espejo, se acercó al sillón y se sentó en él.
- "Entonces tu querida Sakura ha descubierto al fin el monstruo implacable que eres con las mujeres"- Eriol podría haberse sentido afortunado de que en ese momento Shaoran no hubiera querido ahogarle (de nuevo) ya que el hombre se preocupó por el hecho de que Eriol tuviera razón (como siempre para su pesar), seguramente Sakura oyó lo que pasó esa mañana con Fox, no podía interpretar de otra manera lo que Victoria quiso decir.
- "No pienso volver a repetirme Eriol... no vayas por ese camino"- Shaoran tenía la cara apoyada en su brazo mientras sus dedos tapaban sus labios y su barbilla.
- "Y te he hecho caso, no he seguido con Lara y he ido por otro camino... Sakura"- Shaoran hubiera deseado borrarle esa sonrisa de un golpe tajante, pero sus atenciones siguieron en esa chica de ojos esmeraldas- "Bueno... centrándonos donde nos corresponde, tenemos que discutir el tema de estos extraños movimientos, por no decir del asunto de los asesinos en la mansión Giovanni y los extraños casos que se van acumulando en la policía"
- "¿Qué sabemos de los clanes?"- Preguntó mirándole un instante y después echarse hacia atrás apoyándose en el respaldo.
- "Por el momento sabemos que los clanes más importantes del mundo se han situado en Hong Kong y todos están movilizándose por Asia. Se han dado registros de ataques en Filipinas, Korea y Japón, no son ataques importantes, al parecer, entran y salen sin provocar muertos"- Informó Eriol. al parecer eso fue lo que estuvo haciendo esa tarde al desaparecer, recabar información.
- "¿Cuales son esos clanes?"- Eriol abrió una carpeta azul que había traído consigo, esparció varios papeles y cogió un par de hojas.
- "La información nos indica que de los clanes de aquí de Hong Kong se están movilizando tanto Serpientes como Tigres"- Shaoran levantó una ceja al oír esos nombres- "Al parecer tendremos que hablar con tu querido primito Wu Pao o Xengu como quieras llamarle"- Shaoran no emitió sonido y Eriol siguió con su informe- "Adam Fox por su parte tiene vigilados los clanes como le pediste, también me ha dicho que los Lions de América se movilizan por la zona preguntando por leyendas de la región"
- "¿Qué clases de leyendas?"- Preguntó a su amigo.
- "La clase de leyendas que tus padres solían contarnos"- Entonces Shaoran se sentó recto en el sillón- "Creo haber llamado tu atención al fin"- Dijo con mofa.
- "¿Y los demás clanes?"- Ignoró el comentario del inglés.
- "Los Piratas y los Fénix no se han movilizado mucho, los Fénix ya de por si tienen problemas con la invasión que están sufriendo por estas investigaciones, aunque ellos también se han dedicado a investigar por su parte. Los Piratas parecen estar en Hong Kong por otros motivos aún sin esclarecer"- Eriol cogió otro papel y se lo pasó a su jefe- "Y esto es algo preocupante... la policía ha mantenido a la prensa al margen del asunto muy bien, pero no podrán contener esta bomba durante mucho tiempo más"- Shaoran leyó con atención el papel y levantó la cara para encontrarse con unas fotos que Eriol tenía sujetas en su mano. Las cogió y las empezó a mirar.
- "¿Has conseguido sacarle algo a los informadores de la calle?"- Miraba las fotos con detenimiento.
- "No, ninguno sabe decirnos nada. Es lógico teniendo en cuenta las consecuencias que les traería"
- "¿Qué tal van los desaparecidos?"- Eriol buscó otro documento y se lo alcanzó a Shaoran.
- "Todos son personas sin hogar o sin nadie que después les eche en falta, lo mismo que antes, pero esta vez se han arriesgado algo más y ha llegado a haber desaparecidos de familias de posiciones medias, pero en conjunto sigue sin haber pruebas de que sean algo más que desapariciones ya que estas personas son gente conflictiva que tiende a desaparecer en ocasiones, por lo que la importancia de su desaparición se reduce"- Dijo mientras con su dedo índice se colocaba las gafas.
- "¿Quién ha reabierto el caso?"- Shaoran dejó los papeles en la mesa y miró a Eriol.
- "Lo abrió nuestra querida detective, pero no lo lleva ella, sino un compañero, algo inepto si me dejas decirlo. De momento no han enlazado estas desapariciones, o por lo menos no el detective a cargo del caso"- Dijo con una sonrisilla en los labios.
- "No me digas que ella está investigando por su cuenta..."- La sonrisa de Eriol no podía ser más clara, esa era otra de las pocas mujeres que realmente le entretenían. ¿Y qué era lo que le divertía de ella? Pues su gran cualidad o en el caso de lo que Shaoran pensaba, un gran defecto, su insistencia. En la vida de Shaoran había 5 mujeres que le irritaban, perdón, 6 mujeres que le irritaban y entre ellas no incluía a la detective, que la consideraba una plaga que siempre tenía que introducirse en sus asuntos y salir de ellos dejando un 'gran' recuerdo de su visita. Realmente Eriol se divertía mucho, las mujeres que le rodeaban eran verdaderamente un encanto del entretenimiento, claro, entretenimiento para Eriol- "¿Y ha enlazado los casos?"- Eriol volvió a responder con una sonrisa- "Esa mujer es una entrometida muy astuta, de momento no importa la relación que tenga con el caso, no tendrá el tiempo necesario para descubrir gran cosa"- Eriol afirmó- "Y mantén a Meiling lo más alejada posible de este asunto, no quiero que se entere de nada de lo que pase o vaya a pasar"- Dijo levantándose del asiento- "En cuanto al asunto en la mansión Giovanni... investiga más sobre el CD encontrado, que analicen la voz, la imagen, todo lo que se pueda sacar de él y quiero que sean vigilados los Giovanni, no me gustaría que les fuera a ocurrir nada y que después se nos relacione a imprevisibles 'enfrentamientos sorpresa'"- Eriol tomó nota de todo lo pedido, ordenó los papeles de la mesa y los metió en la carpeta- "El clan Giovanni no ha realizado ningún movimiento sospechoso como los demás clanes ¿verdad?"- Eriol afirmó- "Entonces realmente vinieron solo para curar a la hermana del líder del Clan"- Esto último lo murmuró para sí mismo. Eriol se marchó a un gesto de Shaoran.
- "¡Ah! Xiaolang permíteme que te de un consejo..."- Shaoran levantó la vista hacia el inglés con una ceja débilmente levantada. Eriol levantó la mano y cerró su palma en un puño- "No intentes abarcar más joyas de las que puedas sostener con tu mano, si no..."- Abrió el puño enseñando su blanca palma- "... Se te podría escapar una pequeña pero brillante y valiosa joya"- El hombre de gafas y ojos azules sonrió una última vez y se marchó- "Créeme, la perderás si crees poder abarcar todo su esplendor en tu puño mientras abarcas otras joyas más"- Una pequeña risita de Eriol llego a oídos de Li, que solo pudo mostrar una de sus miradas frías y asesinas. Shaoran se volvió a mirar el sofá donde Sakura estuvo de pie con una triste expresión en su semblante, en su mente solo podían repetirse un sola frase.
- "¡No me toques!"
Su voz fina y frágil como el cristal parecía rota por el dolor y la expresión de sus ojos era melancólica y desgraciada, ¿acaso era él el causante de sus desgracias? Shaoran miró la palma de su mano y su mirada se fijó en las infinitas líneas que la cruzaban. Líneas trazadas con un futuro predeterminado, un futuro que tuvo que asumir a los 15 años, siendo un simple adolescente. Hasta ahora jamás se habría planteado el hecho de haber hecho algo mal o incorrecto, todo lo que hacía estaba justificado, era su método de supervivencia en ese mundo, jamás había hecho algo que otros no hubieran hecho ya. Y quizá ahí residía su error, pensar en su mundo cuando ella pertenecía a otro, un mundo de tranquilidad y sosiego. Ella era demasiado frágil para estar con él, era demasiado pura para corromperla, era demasiado ingenua para mostrarle la realidad, pero... aún así, aún así le era indiferente. El joven líder de clan cerró su puño con fuerza, con determinación en sus ojos. Si era necesario la mancharía con la oscuridad de su mundo, si era necesario la corrompería hasta reducirla a la nada, esa era su forma de actuar y su forma de ser, haría todo lo necesario para hacerlo, lo haría todo a cambio de poseerla, de hacerla entera y exclusivamente suya, aunque le odiara por ello incluso después de la muerte, aunque su espíritu le acechara por el resto de sus días... la haría suya, la convertiría en un fantasma, en un fantasma unido a él por el resto de la eternidad, porque así lo deseaba él y así se cumplirían las cosas... como él quería.
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Sakura se encontraba en la cama mirando a la infinidad, buscando luz en su oscuridad, buscando un rastro de luz que la guiara a un lugar mejor, a un lugar donde su corazón no se sintiera agitado y donde sus miedos fueran eliminados. Tomoyo estaba sentada a su lado mirando la expresión de su rostro. Era como si hubiera abandonado ese mundo y ahora estuviera haciendo un viaje, un viaje a un lugar muy lejano a ese mundo, un viaje donde la había abandonado. Kero estaba apoyado sobre el hombro de Sakura con una triste expresión, era su guardián y sabía que a su ama le pasaba algo, después de todo existía un vínculo especial entre ellos, un vínculo mágico que le hacia percibir los extraños estados de ánimo que últimamente habían invadido a su señora. Jamás sintió a su señora más perdida ni confundida y a su vez sentía pavor, pavor por algo que él desconocía o simplemente no entendía.
Se oyeron un par de golpes en la puerta y Tomoyo vio como la cabeza de Meiling asomaba por ella. La chica sacó una mano y le indicó que fuera hasta donde ella se encontraba. Tomoyo observó a Sakura antes de separarse de ella y se dirigió a la puerta, Kero observó como la prima de su ama salía por la puerta, estuvo varios minutos fuera y tras ello apareció otra mujer. Kero se separó de Sakura y se quedó quieto, imitando a un pequeño peluche. La mujer cerró la puerta con delicadeza y entró al cuarto viendo el diminuto cuerpo de la niña sobre la cama. Realmente no comprendía en que pensaba ese hombre, ¿cómo se le ocurría jugar así con una niña? ¿es que ahora no le satisfacían las mujeres y empezó a utilizar a niñas indefensas? ¿En qué clase de depravado se había convertido?
- "¿Te encuentras bien chiquilla?"- La mujer se sentó en la cama junto a Sakura y esta se tensó cuando escuchó su voz- "Pequeña no te encuentres desanimada por él"- Sakura se dio media vuelta enseñándole su espalda, la mujer dejó escapar un suspiro- "Aún eres una niña para poder entender la mente de ese hombre, estarás confundida por todo lo que habrás oído hoy en ese cuarto, pero déjame decirte que no merece la pena que te sientas así por él, no intentes comprenderle, no sufras por entenderle porque él es como es, tampoco te sientas mal por sufrir de esta manera por su forma de actuar, no lo hagas, será inútil..."- Sakura seguía en silencio. La mujer se quedó callada con una mirada tierna y de compasión. Tras lo que pareció varios minutos Sakura se dio la vuelta y la mujer pudo ver el rostro de la chica. Era extraño, creía que estaría llorando, pero hasta entonces no derramó ni una sola lágrima. Ni una sola lágrima en toda la tarde.
- "¿Es así cómo se sintió usted cuando vio como era realmente Shaoran?"- La mujer se sorprendió ante la pregunta, la verdad es que no esperaba que la chica le preguntara eso, ni siquiera sabía que ella supiera su antigua relación con Shaoran- "¿Por eso le dejó?"- La mujer se quedó sin palabras ante las preguntas de la chica, debía decirle la verdad o por el contrario...- "Soy ciega, pero no sorda, la escuché hablar con Meiling y aunque no entendí lo que dijeron al principio después hubo un cambio brusco en su tono y que la enfureció y por eso empezó a hablar en inglés su lengua natal ¿verdad? Por eso sé sobre su relación con Shaoran"- La mujer se quedó algo perpleja pero asimiló la información aportada por la chica. Cualquiera hubiera dicho que era ciega teniendo tales dotes de percepción.
- "Yo..."- La mujer se levantó de la cama y empezó a caminar de un lado a otro llevándose la mano a la nuca- "Yo era..."- Sakura se levantó de la cama y se sentó como si observara como se movía la mujer.
- "No hace falta que se explique conmigo, Shaoran es libre de hacer lo que quiera con quién quiera... jamás... hemos tenido ningún tipo de relación, simplemente... soy una invitada"- La mujer se paró en seco en medio del cuarto.
- "¿Ningún tipo de relación?"- Su perplejidad no podía ser más grande- "Todavía... ¿no la ha tocado?"- Los pensamientos de Dolphin no podían salir de su asombro- "¿Shaoran Li y una mujer sin ningún tipo de relación sexual? No me lo creo"- Sakura se quedó extrañada ante el repentino silencio de la mujer.
- "¿Señorita?"- La mujer despertó de su sueño y miró a la chica delante de ella- "No estoy apenada por lo sucedido esta tarde, solo me ha mostrado la realidad de la persona que es él. Sé que es muy tonto de mi parte pero no estoy apenada por verle con otra mujer, o en mi caso oírle"- La sonrisa triste de la japonesa le hizo sentir un palpito en su corazón, daba tanta lástima- "Yo jamás pretendía nada con él, solo estoy aquí porque era su voluntad, porque él lo quiso así. Sé que le gusta tratar a las mujeres como objetos, como juguetes de entretenimiento, pero aún así..."- La joven se llevó la mano la pecho y se apretó la ropa- "Esperaba algo... no sé el que... pero esperaba algo..."
- "Pequeña de él no puedes esperar nada más que no sea una cama caliente y unos minutos de placer carnal, nada más"- Las duras y sinceras palabras de la mujer ya no afectaban a Sakura, ya no.
- "Sé que él solo busca un placer personal, pero... sus caricias, sus palabras, su cuerpo, su voz eran como si buscaran algo de mí, por eso esperaba algo de él..."
- "¿Qué quieres decir chiquilla?"- La mujer se cruzó de brazos y observó detenidamente a Sakura, ¿había sido capaz de percibir lo mismo que ella? ¿esa extraña búsqueda de Shaoran?
- "Cada vez que me buscaba era como si buscara algo en mí, cada vez que me tocaba lo hacía con tanta fuerza y pasión que me desbordaban. Pero... sus palabras, cálidas y posesivas eran fieras y me pedían algo, no sé por qué pero siento que busca algo en mi, siempre me obliga y me exige que sea suya, me promete que seré suya, aunque no lo desee, aunque le odie por el resto de mis días. No sé explicarlo pero viene a mi y me agarra con fuerza como si me exigiera algo, como si me exigiera que le entregara algo, no solo mi cuerpo..."- Las palabras de Sakura le sonaban a Victoria como una ilusión adolescente de una noche de verano- "Por eso... esperaba algo de él, no sé el que, pero esta tarde vi que todo eran fantasías mías, que trata así a todas las mujeres, que no soy especial. Que sus besos no son diferentes conmigo, que para el soy una más, eso es lo que me duele. Si me hubiera jurado que yo era única, me hubiera importado muy poco que tuviera un harem de mil mujeres, me hubiera traído sin cuidado con cuantas otras mujeres se hubiera acostado porque yo era especial, porque conmigo se sentía diferente y podía ser diferente, pero... no es así, le importa muy poco lo que siento o... como sean mis sentimientos, no me trata de diferente manera, después de todo no tengo tampoco tengo ninguna cualidad especial"- La mujer vio como hablaba con desesperación y tristeza, ¿tan ingenua era ella?
- "¿Crees que hubieras confiado en sus palabras cuando pueden ser solo mentiras?"- Sakura apoyó las manos en la cama delante de ella y la enfrentó con fuerza en sus palabras.
- "No meras palabras sino promesas del corazón, una sola promesa, una sola palabra jurándome que yo soy alguien diferente para él, lo hubiera sabido, hubiera sabido que me decía la verdad, pero en cambio las palabras que he escuchado hasta ahora son solo para mandar a su juguete a que le plazca, esas palabras... esas palabras son solo puras mentiras, como los hilos que manejan una marioneta, sus palabras son los hilos y nosotras solo somos marionetas, lo que hacemos y sentimos no es real sino producto de sus hermosas mentiras. No quiero que me ofrezca nada, no quiero que me complazca con una vida perfecta... no, lo que yo quiero de él es que me mire a mi, que me mire a mi y que solo me vea a mi, no quiero nada más de él"- Sakura sintió como su pecho se encogía impidiéndola respirar y como su cabeza se sentía pesada, de repente su cuerpo empezó a sentirse muy pesado y cayó inerte sobre el colchón.
- "¿Chiquilla? ¡Meiling! ¡Meiling! Pequeña... despierta..."- La mujer se acercó a la chica y le dio la vuelta dejándola boca arriba, mientras hacia esto pudo sentir como su piel ardía, tomó el pulso de la joven y pudo percibir lo agitado que se encontraba. Meiling y Tomoyo entraron al cuarto al sentir los gritos de la mujer.
- "¿Qué ha pasado? ¿Por qué gritas?"- Preguntó la prima de Li entrando al cuarto. Tomoyo no pudo evitar que se le escapase un gemido cuando vio a su prima inconsciente sobre la cama.
- "Sakura... Sakura... ¿qué la ha pasado?"- Inquirió por respuestas.
- "Estábamos hablando y se desmayó"- Meiling se quedó parada detrás de Tomoyo, pero inmediatamente se dirigió al teléfono y marcó unos números. esperó un momento hasta que al otro lado la contestaron.
- "¿Está el Doctor Wong?"- Preguntó a la persona al otro lado del auricular- "Dígale que soy Meiling Li, que venga inmediatamente, es algo urgente"- Y sin más palabras colgó el aparato- "Es el médico de la familia, llegará enseguida, voy abajo a esperarle"- Meiling abandonó el cuarto dejando la puerta abierta tras de sí. Ya en el vestíbulo se quedó parada esperando por el doctor, no pasaron 10 minutos cuando se oyó el timbre de la casa. Shaoran que hasta entonces estaba encerrado en el cuarto de estar salió en el momento en que Meiling recibía al doctor.
- "¿Doctor Wong?"- Las dos personas vieron acercarse al hombre, el doctor les saludó y les sonrió.
- "Buenas tardes Li"- Saludó un hombre ya en sus casi 60 y de cabello blanco, un bigote debajo de su nariz y un semblante pacífico y tranquilo.
- "¿Qué hace aquí?"- Preguntó Shaoran curioso al ver en su mansión al doctor.
- "Eso me gustaría saber a mí"- En ese momento fue Meiling la que intervino con gesto apresurado y rostro preocupado.
- "Sakura se desmayó hace un rato y parece que tiene algo de fiebre"- Y antes de poder añadir nada más el joven líder de clan los dejó allí para subir las escaleras y dirigirse al cuarto de Tomoyo. Se apresuró hacia el cuarto, que desde el pasillo se distinguía de las demás, pues la puerta estaba abierta. Entró al cuarto intempestuosamente y vio a dos mujeres al lado de Sakura, su vista no alcanzó a ver a ninguna de las dos mujeres ya que solo pudo ver el cuerpo inconsciente de ella, la única persona que sus ojos podían ver.
- "¿Sakura?"- El hombre se acercó a pasos agigantados a la cama, se arrodilló a su borde para apoyar los brazos sobre el colchón y observó a la joven con los ojos cerrados- "Decidme que ha pasado"- Dijo sin mirar a las dos mujeres. Su tono como era de esperar fue autoritario.
- "Estábamos hablando y se desmayó de repente"- Dijo Victoria. El doctor y Meiling llegaron también en ese momento. El hombre se acercó a la cama y dejó su bolsa al pie de ella.
- "Li, apartate para que pueda examinar a la joven"- Shaoran se separó no sin un poco de resistencia. Se levantó para quedar detrás del doctor. El hombre examinó sus constantes vitales: las pupilas de sus ojos, la presión, el pulso y la temperatura de su cuerpo- "¿Come bien esta chica?"- Preguntó a los jóvenes detrás de él.
- "Pues no sé..."- Meiling se dio la vuelta y le preguntó a Tomoyo en japonés- "¿Sakura come bien?"
- "Desde que llegamos a Hong Kong no ha comido mucho, tampoco duerme bien"- Informó a Meiling.
- "Doctor Wong, Sakura no ha comido mucho y al parecer no ha dormido bien"- Le informó al doctor.
- "¿De cuánto tiempo hablamos?"- Siguió interrogando.
- "Unos días, no llega ni a una semana"- Dijo la joven pensativa.
- "¿Algún shock emocional? ¿algo que la pueda haber alterado?"- Preguntó de nuevo a Meiling ya que era ella la que le respondía. Las dos mujeres miraron discretamente a Shaoran, que estuvo consciente de las miradas.
- "La verdad es que ha sufrido un gran cambio, Sakura es japonesa y no esta habituada a Hong Kong ni a la vida en esta casa"- El doctor supo comprender lo que Meiling le quiso decir con eso.
- "Al parecer esta joven a parte de estar algo desnutrida y cansada, sufre un gran agotamiento emocional, seguramente a 'ese' cambio de ambientes, aunque podría decir que ha estado sufriendo una gran presión emocional si ha llegado a estos extremos en tan poco tiempo. La fiebre es debida a la infección de un virus que habrá podido penetrar en su cuerpo debido a la baja de defensas que ha sufrido a causa de todo ese cansancio físico y mental. Algo que no se pueda curar con un poco de comida, descanso y mucha tranquilidad"- Las dos mujeres volvieron a mirar al líder del clan. Ese último requisito sería muy difícil de cumplir en esa casa. El doctor sacó una jeringuilla y después de llenarla de un líquido inyectó a la joven de ojos de jade- "Con esto descansará durante la noche"- El hombre guardó la jeringuilla en su bolsa y se giró a los presentes.
- "Entonces no es nada grave..."- Respiró aliviada Meiling, ante este gesto Tomoyo pudo sentir algo de alivio.
- "¿Está bien?"- Meiling afirmó contenta.
- "Solo necesita descansar, comer y algo de tranquilidad"- Informó a la prima de Sakura.
- "Veo complicado eso"- Dijo alto y claramente. Las otras dos mujeres que estaban en el cuarto miraron la reacción de Shaoran que ignoró el comentario- "Quizá podría descansar mejor si volviera a casa..."- Seguía ignorándola- "... en Japón, más exactamente en Tokyo, un lugar donde si podrá descansar... muy tranquilamente. Sin la molestia de ciertas personas"- Meiling sabía que Tomoyo no era de las personas que se guardaban las cosas, eso era lo que había hecho hasta el momento, decirle a Shaoran claramente lo que pensaba de toda esa situación y lo que opinaba de él, quizá con algo de discreción en algunas ocasiones, pero nunca trató de esconder lo que pensaba o sentía sobre él y todo esto era peligroso, ya que no paraba de insultar su persona con esa actitud.
- "No se preocupe doctor Wong, no será perturbada en ningún momento, descansará y comerá como debe"- Tomoyo sintió rabia al ver como el joven la ignoraba y hablaba con el doctor.
- "Bueno, en todo caso le dejo esta receta que le bajará la fiebre y unas vitaminas, en un par de días volveré a ver a la joven"- El hombre se puso unas gafas de lentes pequeñas y sacó de su bolsa una libreta, se metió la mano dentro de la chaqueta y sacó un boli del bolsillo de su camisa, el cual utilizó para escribir en la libreta, arrancó varios papeles y se los dio a Shaoran- "Espero que no sufra ningún tipo de perturbación, no todos los malestares de esta vida se deben a malestares físicos, sino también a malestares emocionales, tanto su salud física como emocional son importantes"- Shaoran cabeceó de acuerdo a lo que le decía- "Tu padre jamás me dio tantos problemas como tú"- Dijo poniendo su mano en el hombro del joven- "Como has crecido desde la última vez que te vi"- El hombre le dio una palmaditas en el hombro y salió detrás de Meiling que le acompañó a la salida. En el cuarto solo quedaron 3 personas, donde dos de ellas miraban fijamente a una. Nadie dijo nada en ese frío silencio hasta que el observado se dignó a hablar.
- "Mirar a la gente fijamente es una falta de respeto"- Tomoyo acentuó su ceño y dejó escapar una especie de gruñido, mientras que la otra mujer levantó una ceja y su mirada se volvía más implacable.
- "¿Y jugar con niñas? ¿qué es? ¿ser un buen samaritano?"- Tomoyo miró a la mujer que tenía al lado con curiosidad, no sabía quien era, pero si era una mujer y era conocida de Shaoran... no hacia falta saber mucho más.
- "Sakura no es una niña..."- Dijo Tomoyo interviniendo en la conversación.
- "Perdona... no lo dije con intención de ofenderla, pero... Li entiende lo que quiero decir con ello"- Las dos mujeres volvieron a clavar sus miradas en el hombre, que en ningún momento se sintió intimidado.
- "Perdonad que no tenga tiempo de jugar con vosotras... si me perdonáis..."- Shaoran le dio la espalda a las dos mujeres y se agachó para pasar sus manos bajo las piernas y la espalda de la joven inconsciente. Inmediatamente Tomoyo lanzó una queja y se acercó al hombre.
- "¿Qué haces? Debe descansar ¡Suéltala!"- El hombre no movió ni un músculo de su rostro y prosiguió hasta salir del cuarto, con las dos mujeres detrás de él.
- "¡Li! ¡Esta chica tiene razón suelta a la chiquilla!"- Con todo el ruido que estaban armando las dos mujeres no pudieron evitar llamar la atención de los demás habitantes de la casa, fue por ello que Eriol salió de su cuarto para inspeccionar el motivo del alboroto.
- "¿Qué pasa aquí?"- El hombre se cruzó con Li y Sakura en sus brazos, fue entonces cuando vio en la mirada de Shaoran un extraño brillo, no sabía porque pero parecía algo ¿triste? Cuando vio a las dos mujeres detrás de él se puso en medio del pasillo y les bloqueó el paso- "Alto ahí"- Dijo sujetando a una del brazo y la otra de la cintura- "No sé que pasa aquí pero será mejor que dejéis a Shaoran con lo que tenga que hacer"- Dijo con su sonrisita.
- "¿Estás loco? ¿y dejarle que empeore a Sakura? Si es él el motivo de su malestar"- Dijo Tomoyo intentando soltarse del hombre, al que no le importaba nada tener en sus brazos a la belleza japonesa.
- "Así que Sakura está enferma... pues entonces será mejor que no la molestéis"- Con gran habilidad giró a Victoria rodeándola con su brazo mientras que con el otro empujaba a Tomoyo, que ya estaba siendo rodeada por la cintura.
- "Pero... Eriol..."- Victoria no encontraba palabras para lo que estaba sucediendo.
- "Si está enferma no hay mejor lugar para que descanse que en su habitación, después de todo es la habitación más alejada de las demás, por lo que el ruido no la molestará, esta en una zona bien aclimatada y quien mejor para cuidarla que Shaoran, después de todo en cuanto a mujeres se trata él es un maestro"- Las dos mujeres no pudieron resistirse, Eriol podía parecer una persona muy pacífica y quizá por ello algo débil en apariencia, pero realmente era una persona muy fuerte, aun con las heridas de su batalla, el día anterior.
- "Por eso no quiero, porque se quedará sola con él"- Dijo Tomoyo refunfuñando como una niña pequeña.
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- "¿Qué tal ha ido esta noche?"- Dijo un hombre con los dos pies sobre la mesa mientras que en su mano sostenía un cigarrillo.
- "Todo va muy bien, ninguna complicación hasta el momento. Dentro de una semana podremos organizar otra sesión"- Contestó otro hombre sentado al otro lado de la mesa con una copa en sus manos.
- "¿En la tercera con los últimos recogidos?"- Preguntó el tipo del cigarrillo mientras bajaba los pies de la mesa y apagaba el cigarrillo en un cenicero de cristal.
- "Sí. Llama a todos los apostadores y que tengan preparadas sus carteras"- En ese momento entró en el local abandonado otro hombre, que llevaba un brazo escayolado para dejarlo inmovilizado... un problema en el codo.
- "Espera"- Dijo el hombre del brazo escayolado. Los dos hombres le miraron y se levantaron de sus sillas.
- "Señor Railius"- Dijo nervioso el hombre del cigarrillo- "No esperábamos verle aquí"- Dijo intentando recobrar la compostura.
- "Lo sé, pero he tenido que venir por órdenes de los superiores"- Los dos hombres se tensaron cuando este se acercó a ellos.
- "¿Y cuál es el motivo de que nos complazca con su presencia?"- Dijo sumiso como un perrito faldero el hombre que antes disfrutaba de su copa. El hombre del brazo escayolado no pudo evitar echarle una mirada de puro asco.
- "No me vengas con estupideces, no eres de mi agrado ni yo del tuyo así que no seas hipócrita. Vengo a solicitar un nuevo jugador para la semana que viene"- Dijo con tono autoritario. El hombre se acercó a ellos y con su brazo sano le dio un golpe en la cara seguido de una patada en el estómago y le tiró al suelo.
- "¡Dominic!"- Gritó el otro hombre pero se detuvo de hacer cualquier cosa al ver la mirada de desprecio del hombre que ahora estaba pisando la cabeza de su amigo.
- "No quiero que haya ningún error, esta persona es muy importante, los superiores no aceptarán ningún fallo, sino suplicarás para que te vuelva a hacer lo que ahora mismo estás sufriendo para no sufrir la cólera de los superiores"- El hombre apretó más su pie contra la cabeza- "¿Me has oído?"
- "Sí"- El hombre apartó el pie y se acercó al que estaba de pie, metió su mano en un bolsillo de la chaqueta y sacó una fotografía.
- "Debe de estar la semana que viene y no salir hasta que su corazón deje de latir, la información que necesitáis está detrás de la fotografía"- Y tal como vino se marchó.
- "Maldito capullo"- Dijo el hombre escupiendo sangre de sus labios y levantándose del suelo.
- "Dominic... esta foto..."- El hombre se levantó del suelo y fue hacia el otro para arrebatarle la fotografía con furia, cuando vio el rostro de la persona en la foto mostró una sonrisa viciosa.
- "Esto si que es casualidad. Llévate los hombres que hagan falta, quiero que sea rápido, sería peligroso que nos vieran secuestrar a esta persona, podría causarnos problemas..."- El hombre obedeció inmediatamente y partió del lugar- "No nos gustaría volver a tener problemas con ellos"- Murmuró mientras marchaba al otro lado de la barra buscando algo de hielo
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La noche ya había caído sobre la ciudad de Hong Kong. Se podía ver el maravilloso cielo que formaba la ciudad, con sus luces resplandecientes como las estrellas. La gente salía y se divertía sin miedos ni temores. Todo era vicio y diversión en las calles cuando la noche caía sobre la ciudad. La gente paseaba de bar en bar y de local en local buscando una alegría efímera que al día siguiente olvidarían.
Sexo, dinero, drogas, todo era aceptado mientras uno pudiera permitírselo. Todos eran unos malditos que buscaban su perdición en el pecado, que buscaban quemar su alma si eso les traía placer al cuerpo. Un mundo en caos y corrupción donde ya no existían los valores humanos ni la verdad.
Shaoran se encontraba sentado en la baranda de su balcón observando más allá de lo que su vista alcanzaba a ver. Vestía con un pijama, algo que no solía utilizar con normalidad, era un pijama negro con bordados blancos. El pijama constaba de unos pantalones y una camisa de mangas cortas, la cual llevaba abierta mostrando el pecho.
El joven líder de Clan miraba las lejanas luces de la ciudad mientras respiraba el aire que llegaba a él. Era un lugar tranquilo, demasiado tranquilo. Aunque fuera un hombre frío por naturaleza, no era paciente y esa tranquilidad le perturbaba. Su mirada seguía clavada en esa ciudad pecaminosa y solo podía ver un pequeño lugar, un diminuto lugar viciado y podrido por el mal.
Era líder de Clan desde sus 15 años y siempre se había mostrado indiferente ante eso, pero un día su visión del mundo cambio cuando alguien le preguntó algo que jamás olvidaría.
- "Vas a ser líder de Clan... ¿Con qué finalidad vas a guiar el Clan?"- El chico había mirado a ese hombre con estupefacción, nadie jamás le había preguntado eso.
Y esa noche quedó pensativo, pensaba la finalidad con la que guiaría ese clan. Al no poder dormir había salido al balcón y había visto lo pequeña que era la ciudad. Entonces comprendió su finalidad. Descubrió el poder que alcanzaría sobre esa ciudad y sobre la vida de esas personas. Descubrió que se convertiría en alguien poderoso, en alguien que controlaría y no alguien controlado. Tras la muerte de su padre ya no tendría que seguir órdenes o cumplir con las personas, solo tendría que ordenar y lo que fuera sería suyo. Sería poderoso y tal vez por haberse percatado de ello... deseo más. Más poder, más control, un control que le llevara a tomar poder de todo el mundo. De poder controlar las vidas de todas las personas. Eso fue lo que le llevó a convertirse en el mejor líder de Clan en Asia entre los demás en ese momento. Controlar todos los demás clanes y el mundo entero, ese era su objetivo. Así nada escaparía de sus manos, sería dueño y señor de todo y de todos, así ya nadie le tendría que obligar a aprender y a ser una imagen idéntica a su padre, sería mejor que él.
Quedó en el balcón un par de minutos más hasta que decidió entrar. En el interior del cuarto pudo ver como el plácido cuerpo de Sakura dormía tranquilamente. La joven reposaba bajo las sábanas con un suave respirar y sus ojos cerrados mirando hacia el balcón. Shaoran se había quedado quieto viendo la figura que se marcaba debajo de las sábanas. Era una mujer delgada pero no en exceso, su piel era pálida y recibía cierto brillo de la luna que lucía en su esplendor. El cuerpo de Sakura había sido, desde que la conoció, objeto de deseo en sus más dulces sueños. Poder tocar su piel, hacer que temblara por su roce, hacerla sentir lo que ningún otro hombre había hecho, torturarla con sus besos y encadenarla junto a él en su lecho, hacerla rogar y suplicar por él, tanto en cuerpo como en alma, todo ese deseo reprimido estaba siendo poco a poco irremediablemente incontenible y aunque durante noches y días la había deseado, aquella tarde cuando Lara había llegado coqueta y suplicante por él no pudo resistirse, necesitaba tocar a Sakura, pero fantasear con ella por no tenerla le estaba volviendo loco y Lara fue una vía de escape que no pudo rechazar. Mientras esa tarde la tocaba a ella su mente no podía evitar más que evocar imágenes de Sakura de como sería su cuerpo, de que manera se insinuarían sus curvas, de que modo sentiría el calor y el sabor de su piel, de como se agitaría cada músculo al roce de sus dedos, solo podía imaginarla a ella mientras tocaba a Lara y aunque no fuera la diosa de sus sueños era algo más fuerte que él.
Ahora que la volvía a tener en su cama, dormida delante de él le hacía difícil el dormir. Ante su mente nublada por la lujuria había despertado en la noche y había entrado en la ducha para rociarse de agua fría, después había salido al balcón para despejar su mente pero ahora que volvía a entrar le era imposible apartar sus ojos. Sus sábanas de seda marcaban el fino camino de las curvas de la figura femenina, desde el pecho hasta los pies podía ver como las curvas subían y bajaban sinuosas y atrayentes. El pelo de la bella durmiente estaba extendido a su espalda mientras que unos mechones rebeldes se quedaban cerca del rostro. Sus brazos se encontraban delante de su cuerpo con las manos cerca de la cara. La respiración era acompasada y sus pulmones se expandían y contraían moviendo su pecho. Era tan grande la tentación que... Shaoran como buen humano que era, no la pudo evitar.
Sus pies se movieron sin que él mismo lo notara hasta alcanzar la cama, su cuerpo se inclinó hacia delante y sus manos se apoyaron sobre el colchón mientras que sus piernas se apoyaban también. Quedó delante de ella, sentado, sin saber el porqué, esperando alguna reacción, mas ella dormía inocente y segura. Su mano se movió hacia el cuerpo de la mujer y llegó hasta donde la sábana dejaba de cubrirla, bajó su mano lentamente de su hombro hacia la sábana y sin mucho esfuerzo la fue bajando, su mano rozaba la tela del camisón que había mandado a sus sirvientas ponerle a Sakura, era un camisón verde intensamente claro, de un color suave como ella.
Su mano bajaba mientras sentía el tacto de esa tela que era la única barrera que le impedía poseer lo que sería suyo, sentía como las curvas se formaban bajo su mano y como esa mano pecaminosa se deslizaba con delicia y delicadeza. Pasó por sus caderas y lentamente bajó por los muslos para llegar a sus piernas y por fin bajarlos por los tobillos para dejar descubiertos sus pequeños pies. Ya terminado el viaje pudo ver su destino, el cuerpo de Sakura se veía delicioso, como un plato dulce pero a la vez picante, un plato único dispuesto a ser degustado. Y tal como había bajado ahora volvía a subir, subía rozando solo sus dedos y subían solo tocando su piel introduciéndose por debajo del camisón, pero en ese momento la joven se movió y su mano se separó de su musa.
La joven quedó boca arriba con una mano en su lateral y la otra sobre su cintura, su cabeza quedó ligeramente inclinada hacia un lado y sus cabellos tapaban parte de su cuello. Su mano voló hacia su cuello para apartar los cabellos que tapaban la línea que marcaba el hueso que se encontraba sobre sus pechos y bajo su cuello, la línea que sus clavículas formaban, tan deseable como un dulce. El joven se inclinó hacia delante para acercar su lengua a ese hermoso dulce. Lo cató como un buen vino, con paciencia y sabiduría y subió hasta llegar a su hombro donde pasó a su cuello delgado y fino, como el de un cisne.
Su cuerpo empezó a acomodarse hasta quedar algo más cómodo, cerca al de Sakura. Sus manos estaban a los lados de su rostro mientras que sus piernas se disponían una entre las piernas de Sakura y la otra en el exterior. Su mano izquierda se volvió a aventurar en el desconocido cuerpo de Sakura y empezó a continuar lo que antes había dejado. Sus movimientos sabios y expertos prosiguieron llevados por el intenso deseo que ella le provocaba. Su mano se paró cuando se encontró con la lencería que la cubría el lugar donde la convertiría en su mujer. Sus labios besaban su cuello sin descansar hasta que se sintieron sedientos de más, se separó de ella para respirar y vio ante él el rostro despreocupado de la joven. Vio sus labios ligeramente separados y acercó los suyos para saciar esa sed que le quemaba por dentro, unió su piel con la de ella en un beso el cual intensificó introduciendo su lengua y danzando con la de ella, la cual inesperadamente reaccionó. Shaoran abrió los ojos y vio que los de ella seguían cerrados... ¿estaría soñando con él? ¿o quizá con otro amante? Ese pensamiento le perturbó increíblemente y su beso se volvió más agresivo, más salvaje y aunque fue muy rudo de su parte hacer esta maniobra, la joven no se quedó atrás y le sorprendió con una misma intensidad. Se separó de ella sorprendido de la aceptación de ella tanto como su maestría en el beso. La primera vez que había bebido de esos labios supo que era inexperta y algo torpe, pero a cada beso se volvía más audaz y también exigía más pasión, la cual no rechazaba. Sin saber como su mano había subido hasta sus caderas subiendo con ellos el camisón y mostrando la parte inferior del cuerpo de la muchacha. La chica estaba aún algo caliente de la ligera fiebre de esa tarde, tan cálido se sentía al tocarla que ya no podía parar, o eso creía él hasta que un murmuro le hizo recobrar el sentido.
- "¿Por qué... no me miras... Shaoran? ¿Por qué... no soy... la única a la que... miras? Yo... te deseo..."- El hombre se separó de ella con rapidez y se sentó a los pies de la cama. No podía tomarla de esa manera, no podía tomarla así, ella era especial y debía entenderlo, debía entender que sus besos eran solo para ella, que sus ojos eran solo para observarla a ella y que si no era ella no deseaba volver a ver, si tuviera que hacerlo se los arrancaría para ser ella la última belleza que vieran en este mundo. Necesitaba tomarla, debía robar su inocencia para ser él el dueño de ella, debía hacerlo a la fuerza, robándola, pero no podía hacerlo si con ello no la hacía ver que era ella lo único que deseaba, no su cuerpo, no sus palabras, ni tampoco sus súplicas, sino su alma y su corazón. Necesita de ella porque se había convertido en el aire que respiraba para vivir, le era tan necesaria como el agua que tomaba para vivir, eso era ella, su vida y si su vida no latía por él como él latía por ella, robarla no tendría sentido.
- "Creo que necesito otra ducha fría..."- Sonrió para sí mismo. Era gracioso verse así. Un hombre que clamaba por una mujer que no podía comprender la magnitud de ese deseo, que no entendía que aunque ella lo rechazase, él ya no podría vivir pues estaba preso de su hechizo. El joven se levantó de la cama y volvió a cubrir a la joven que continuaba durmiendo con calma, le dio un beso en la frente y marchó al baño para que el agua fría apagase la llama encendida en su interior, por segunda vez en la noche.
N. de A.: VIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ejem! Tras este efusivo grito de alegría, paso a comunicarles que oficialmente y a partir de ahora me encuentro de vacaciones, sí, para mi pena y alegría, soy toda suya durante.... 2 meses, un poco más, pero más o menos... ahora todo dependerá de si me apetece o no escribir muajajajajaja ^^UUU. Después de esto.... ¿que tal el cap de hoy??? falto de acción??? falto de S+S?? (déjenme que lo dude) Q les pareció Victoria Dolphin???? es una de las 'otras' de nuestro Shaoran pero no podemos compararla con Foxy ¬¬. Y a todo esto... SHAORAN!!!! Cómo te atreves a besar a otra que no sea Sakura?????!!!!! Creo que ya se lo comenté a alguien, quiero hacer del personaje de Shaoran lo más malo posible ]:) e incluso que lo odien, muajajajaja (aunque lo veo imposible si después le pinto así, como la final del fic).
Una curiosidad de este cap fue que cuando terminé de escribir la última escena mi rostro quedó así o\\\\\\//////o. En serio!!! Me iba a dar de todo!!! No me veo capaz de hacer un lemon U.U, si ya me da de todo escribir estas cosas imáginense lo q me pasará con un lemon @.@, pero voy evolucionando, tanto yo como los personajes, cada vez hago las escenas más subidas (mi corazón no lo soportará por mucho más XD).
Y quisiera dedicar este cap a varias personas XD: A Haru, porque me dio una idea sin que ella lo supiera XD, a Mary, que también me dio una idea sin que ella lo supiera (curioso, ¿eh?). A Martha, a Manami-chan y a Sakkuri por su apoyo!!!!!!!!!!!!!!!!!!! GRACIAS CHICAS!!!!. Sakkuri ahí espero q te quedes contenta XD, si quieres algo más pídelo y algún día lo recibirás XP.
Ah!! Para los que no lo sepan, me he metido en otra historia (sip, lo sé, me van a matar), pero no es mía, es traducción, de la misma autora del fic q ahora estoy traduciendo, The Power of Two Hearts, es decir, El Poder de Dos Corazones. Tiene pocos caps y no son tan largos como los de El Poder de Dos Corazones q tiene como 30 y tantos págs por cap (en uno llego a más de 40 págs), por eso me he metido en la historia (no está finalizada). Pásense y lean la historia (entiéndanme, el original, no la traducción, que esta vez es en portugués, algo sencillo de leer a mi parecer). Se las recomiendo:
The Power of Two Hearts (sin finalizar)-- 26 caps en inglés, 12 en español, tb hay traducción en portugués, pero la autora lo ha dejado por falta de tiempo (no dejado, dejado, sino más bien parado, se ha centrado en la historia en inglés y en Kokoro no Hon)
Kokoro No Hon (sin finalizar)-- 6 caps en portugués, 4 en inglés, 1 Cap en español publicado (por mi :P)
Ahora un notición para los fans de Sakura: Las Clamp acaban de sacar un nuevo manga en la revista Shonen Magazine, ¿y quienes son los protagonistas? Nada más ni nada menos que Sakura y Shaoran, sí, Sakura y Shaoran en versión shonen, a estás alturas ya lo deben saber, pero aún así me da emoción contar esta noticia, quizá por ella me retrasé algo con el fic, ya que he estado haciendo de investigadora de este manga XD.
Dudas, preguntas, sugerencias, etc a eternal_phoenix_light@yahoo.es
Zai Jian.
