24 de Julio de 2003

Kassy aparece por el lado izquierdo de un escenario con un precioso kimono de color negro con un dibujo de un dragón blanco y con los cabellos recogidos sobre su cabeza en un peinado típico japonés, se para de frente de sus lectores y hace una reverencia.

Después de 10 caps y más de 130 reviews mi cara quedó así: O.o o.o O.O o.o o.O para al final acabar así U_U. En fin, mis cambios de humor son peores que los de una embarazada XD Bueno, he decidido poner en este cap un laaaaaaaaaaaargooooooooooo agradecimiento, aquí voy ;) :

SaKKuRi: Q puedo decirte que aún no te haya dicho??? XD Sufrir tu furia?? Mira como me río -- JAJAJA, ejem, q cómo se me ocurrió separarlos?? xD en tres palabras y en inglés, I don't know, jejeje XP. Gracias por ese elogio ;) pero ya sabes lo que opino de mis fics por lo que mejor no entro en quebraderos de cabeza con ese 'perfecto'. Y como no, al final ganaste la apuesta ¬¬, sigo pensando que algo de trampas me haces XD, seguro que has hecho propaganda por ahí ¬¬, una no se puede fiar del demonio XD.

Aruma: Jejejeje, yo también me reí mucho, créeme cuando digo que fue un placer poner esa escena XD. A lo de mente privilegiada, yo dudaría de ello, pues más que privilegia diría qu me faltan 2 o 3 tuercas, lo necesario para escribir estos fics y que no me metan en el loquero XD. Yo jamás hago sufrir XD, miradme aquí, en menos de un mes y ya os he traído otro cap ;). Y lo de matar a Li, vamos... yo misma me ofrezco voluntaria XD, mira que hombre me salió -.¬.

Hibari Zhang: Jejejejeje, mira!!! Me llegaron tus ánimos y los de los demás y ya tienen el cap XD. Yo tampoco desearía estar con Shaoran cuando despierte U_U, que miedo... y Meiling.... U_U me dio una pena ponerla en este apuro, pobrecita!!! U_U

Tomoe Himura: Me alegra q te haya gustado todo ^^. Las escenas S+S, debo decir que me encantan hacerlas ^\\\\.////^. A mi me encanta esa forma de ser de Shaoran pero si existiera en la vida real XD, mejor que no se me acerq. ¿A Sakura pasársele sentirse juguete? Déjame decirte una cosa: para eso tendrá que pasar: o mucho tiempo XD o que Shaoran cambie, tb hay otra posibilidad pero no creo que esa otra le guste a nadie, así q... Shaoran CAMBIA!!! XP. El Poder de Dos Corazones será el siguiente en actualizar ;), pero no aseguro que sea dentro de poco XD. Las 3 de la mañana????? XD yo me he quedado hasta las 6 de la mañana leyendo fics XDDDD, y no me he quedado desvelada porque si mi padre me ve despierta a esas horas me mata XD, así q antes de que se despierte me largo a dormir y santas pascuas. Después de todo soy un ángel 0:).

Mara: GRACIAS!!!! Si necesito más reviews tendré en cuenta tu oferta ^___^. Espero que te siga gustando el fic XD

Maron: Primero gracais por leer mis otros fics ^^. 5 horas leyendo los primeros 7 caps... O.o, ni yo leo tan rápido ·o·. Las relaciones color de rosa me encantan, hasta un punto, no quisiera morir por empache de azúcar :S. Las escenas... ^\\\\\\\.///////^ y en cuanto a la trama... sí, aún quedan cosas por desvelar, pero no las voy a decir ahora :P. no hace falta q me escribas un super review, solo con saber que te gusta me alegran el dia ^^. Gracias por el review ;)

Kori-chan: Me siento halagada de ser la primera a la que dejas un review ^^. Gracias. En cuanto q Shaoran sea adorable O.o o.O, yo lo definiría más como un casanova de manos largas xD.

HaRu NeKoi: No te me mueras de risa!!!! XD Respira y rie después, respira y rie ;). Talento no tengo XD, pero si mucha imaginación, hasta el punto de llegar casi al borde de la locura XD q miedo doy diozzz... Rodar???? Mientras se lee??? O.o O.O o.O, necesito que me expliques como se puede hacer eso XD. Recuerda que no me hago cargo de los gastos del loquero xD, avisa a tus padres de que los posibles efectos de leer mi fic no los pienso pagar XD, es más... si me reclamaran no tendría con que aagarles XD, si les vale mi alma vendida ya al diablo es lo único q me queda XD. Una explicación para como se enteró Sakura??? XD. Muy fácil, es más, lo dijo la misma Sakura, una oye cosas cuando está en la casa aburrida, aprendiendo el idioma, pregunta, empieza a hacerse amistades con el servicio y ellas desembuchan como loros cuando se trata de cotilleos XD. Nada mejor para el aburrimiento que unos cuantos chismes. Espero que eso te deje aclarada la duda.

Andrea: q puedo decir... Shaoran en este cap estará cabreado pero se contendrá algo más hasta capítulos más avanzados... esperemos que me salgan bien ~.^

Serena: A tus palabras solo puedo decir... ¿por qué debería de estar siempre junta la pareja? XD. Algún día debía de suceder, vamos... yo ya hubiera escapado de Shaoran hace medio milenio, no me gusta nada tantas manos largas XD, aunq me atrae el carácter de Sharoan no lo niego XP. Espero que te guste este cap!!!

Misa: Pues aquí tienes el fic y créeme... más pronto de lo que yo misma esperaba.

Masami-chan: Por fin alguien q se fija en Eriol!!!!! Pobre chico que me lo teníais marginado!!! Gracias por tus ánimos y que sigas disfrutando de mi fic ^^ hasta que ya no te guste (venazos que me entran)

Manami-chan: jejejejeje primero: Felicidades por tus vacaciones!!! q ya iba siendo hora XD. Segundo: Lo siento por no haberte avisado pero es q mi memoria ya no es lo que una vez pudo ser O.o, si me has entendido felicitaciones XD. El chupetón creo que lo pilló toda la mansión antes de Sakura XD. Vamos... pero apoyo a la chica, siendo ciega y habiéndoselo hecho cuando dormía, puede ser comprensible que no lo hubiera notado, después de todo nadie le comentó esa marca en el cuello XD. Shaoran una caja de sorpresas??? XD Vamos... yo creo que no, ya iba tardando en dejarle las marquitas XD. Esperemos que no te siga recordando al Shaoran de 'The taste of your life' porque Sakura tendría el riesgo de morir desangrada y aún no pienso matarla. Sip... aún... XD Tachan tachan!!! Música de suspense al fondo!!!. Foxy!!!! Vamos!!! Esa mujer me encanta, le da un poco de silicona al fic XD, quise decir vida, o más bien un toque de diversión XD. Shaoran subirse a las paredes??? Gritar??? No, hija, no, este hombre es de temple frío, el dia que llegue a gritar me quedaré así -- 0.0 Vacaciones??? Creo que noi conozco esa palabra, ahora mismo estoy estudiando para septiembre así que no mujer, esa palabra desapareció de mi diccionario hace como 3 años XD. A lo de engel si no te importa hacerlo a mi no me importa ^^, gracias, creo que el fic de KayJuli es fantástico y cuanta más gente lea la traducción, más gente se animará a leer el original ^^.

Karlak: Lo siento pero eso es información confidencial (se ve en la mesa de Kassy un archivo que pone en letras mayúsculas: TOP SECRET)

Angel*Miaka: (A Kassy le llegan los millones de felicitaciones e intenta sacar una mano de esa avalancha de felicitaciones) Socorro (Dice intentando salir de la avalancha. Kassy sale a flote gracias a la mano del demonio, lo cual la deja así O.o) ¿Tú aquí? (El demonio sonríe y se larga) Bueno... sigamos... Sakura puede ser muy inocente, pero... realmente es así??? Lo sabremos algún día (se oye de fondo la música de Expediente X) Pues aún tendrás tiempo de tirarte los pelos... aún queda fic para largo ^^ (De nuevo le caen la avalancha de las felicitaciones) Socorro!!! Mi espalda!!!.

Kaori Tsukiyume: Kaori!!!!! Jejeje. Gracias, gracias por este review, lo guardaré con mucho aprecio!!! (Kassy coge el review y lo guarda en un arca recubierto por una poderoso conjuro de protección) Ya está. Kaori, Kaori, Kaori, a estas alturas deberías saber que mi especialidad es provocar infartos XD. Un review poco imaginativo??? Vamos... ni mucho menos, cada review es único por sus ánimos, y aprecio cada uno de ellos por el gran apoyo a este fic ^^. Espero que no mueras antes de terminar el fic XD. Sayonara ;)

Shlane: Jamás se me ocurriría dejar un fic inacabado: JAMÁS!!!! Lo digo porque a mi me ha pasado eso... leer fics sin final y es una de las peores cosas que te puede hacer el escritor del fic!!! 0.0 Lo peor!!!

Cindy: Las escenas E+T están siendo muy pedidas y creo que he hecho algunas... no tan... ¿atrevidas? como las S+S, pero aún no tengo muy claro como plantearme esta pareja pues con sus carácteres es complicado juntarlos y que no acaben matándose XD. (Kassy deja la petición junto a la gran pila de peticiones 'pareja E+T')

Aleirbag Potter: ¿La segunda vez que lo lees? 0.0 Diozz... (Kassy se sonroja como un tomate) Gracias... (La chica busca un pañuelo con que cubrirse el sonrojo, pero hace mucho calor y abandona el intento) Pues llego a ser yo Sakura y por decirme que soy un objeto le he mandado al quinto infierno -.¬, hombres!!! XD. Pues el cap 11 aquí lo tienes, espero resolver ese trauma que parece que estoy provocando a mucha gente o.o. Jajajajajaja que se le caiga la silicona!!! jajajajaja, O.o me lo plantearé XD. Q Sakura se hace de rogar???? Vamos... no es tan sencillo como eso XD. Ya me gustaría que fuera tan fácil la cosa pero no todo es dejarse o no. Un un (Kassy afirma con la cabeza fervientemente).

Melissa: La pregunta del millón: ¿Shaoran realmente quiere a Sakura o solo la desea como objeto sexual? Quien me la sepa responder ganará un viaje a Cancún XD. Soy de tu misma opinión, se tiene merecido q Sakura le halla dejado, haber si se le bajan los humos por listo :P.

Sofia: Aquí esta como deseaban tantas personas ^^ espero q sea de tu agrado.

Azuka-Tsukino: Gracias por tu apoyo y el review (Kassy hace una reverencia)

Vrenda-san: Gracias!!! yo por lo personal no quiero seguir así, quiero mejorar porque aún me queda mucho por superar!!! Gracias!!!

Itzel: Curioso nick, me suena a estos pueblos mayas de la antigüedad O.o. Una famosa escritora??? Te juro q para eso tengo q ser mucho mejor escritora de lo que soy ahora, pero gracias por pensar que soy tan buena como para llegar a serlo^^. Pues haz lo que yo dado el momento en que te dejen sin uñas, comer chicle XD, aunq lo dejé porque me alteraba más los nervios T_T. Gracias por tu cumplido y espero q te siga gustando la historia.

S.a.K.u.R.a. y SaKuRa StaR: Sois la misma persona??? O.o, lo digo porque eso es lo que me dio a entender el review O.o. Si es así permíteme que te diga q es la primera vez q recibo 3 reviews de una misma persona 0.0, en un solo cap 0.0. De verdad que lo aprecio muchísimo!!!! Tanto por tu tiempo por escribirlos como tu paciencia por leer mi fic ^^. A todo esto... te he dejado la última porque DIOZ!!!! Responder a 3 reviews en un solo cap requiere de muchos agradecimientos ^^. Eres de México?? Entonces también manejarás el inglés, no?? Si es así te recomiendo el fic de KayJuli, está genial!!! Yo personalmente prefiero el español por algunas razones, me gusta el inglés en cuanto a la variedad de adjetivos, pero en cuanto a la formalidad de hablar prefiero el español (dejemos estos temas no te vaya a lavar el cerebro con tonterías). Tu opinión de mi forma de escribir la agradezco ^^. Me gusta detallar algunas cosas aunque creo que a veces me escasean detalles y otras veces me sobran ^^U. Eriol es simplemente Eriol XD, no íbamos a cambiarle con lo majo que es siendo tal y como es XD. Shaoran es un hombre que se conforma con esas 'gatitas de bajo mundo' como dices, pues solo busca placer. Foxy es como es, Foxy XD. Tomoyo me salió encantadora no??? XD. Sip, Meiling salió algo pacifista con Foxy pero no puede hacer anda pues está bajo las órdenes de Li, ya entenderás porque Mei nos salió tan pacifista con las mujercitas de Li XD. Kero... ays... creo q me rindo... Kero está ahí supuestamente para proteger a Sakura pero tiene la obligación de proteger el libro. Más adelante la gente comprenderá mejor T_T. Wu Pao, no tengo palabras para ese hombre XD, será q las manos largas es algo genético en los varones Li??? O.o Victoria... pobre Victoria... enamorarse de semejante tipo.

S.a.K.u.R.a. quieres que te cuente hasta que horas puedo dormir yo??? Puedo estar despierta hasta las 5 o 6 de la madrugada, sí, estudiando, leyendo, escuchando música y si es para salir con mis amigas llego hasta la mañana siguiente sin pegar ojo!!! Y mis padres... vamos... que ya me han dado por caso perdido :P Solo te voy a decir una cosa y para que me entiendas y comprendas: PUEDO LLEGAR A TARDARME UN MES MÍNIMO PARA UPTEAR!!!! Sip, pregunta, pregunta... no sé si lo sabrás pero llevo otros 2 fics y otras 2 traducciones y créeme que pocas personas se han dado cuenta que en el mes de junio he upteado fic por semana, que eso ya es un logro T_T, digo para mi. Siento mucho la espera y la tardanza pero espero que no te enfades, pero eso es lo que tardo y de verdad que ya me doy toda la prisa que puedo U_U. Gracias por tu comprensión.

Además muchas gracias a: Belen (gracias por darme esos reviews, que ya he visto que me has dejado varios ^^) Cami, Soo Yung, Muneta, Noki, Skibiry, Chise, MarthyCcs (Andas desaparecida chica O.o, dónde te has metido?), Mer, Sayuki, Renialt Shirou, Angelmt y muchísima gente más ^^. Gracias de verdad, muchísimas gracias.

Después de estos agradecimientos Kassy les deja con el fic:

MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTE FIC Y POR DARME SU APOYO!!! ESPERO QUE DISFRUTEN DE LO QUE AÚN LE QUEDA A ESTE FIC ^^!!!

Kassy les sonríe y se marcha hacia su derecha desapareciendo de escena.

Disclaimer: Este fic es mío, pero los personajes empleados en él son propiedad de las Clamp, de su manga Card Captor Sakura.

Este fic se sitúa en un mundo paralelo (por así llamarlo). Las Cards y sus guardianes aparecerán. Shaoran y Sakura no se conocen. Eriol tampoco conoce a Sakura. Bueno, ya irán descubriendo los detalles a medida que lean el fic.

*Este fic no es acto para gente inmadura, de sensibilidad excesiva o poco tolerante a las escenas de violencia o subidas de tono, por los futuros caps que vendrán, gracias.*

- "Conversaciones"

"Pensamientos"

Sueños o recuerdos

~*~*~*~ Cambios de escenario

Una Flor En La Oscuridad

Capítulo 11: A tres bandas

By: Kassy99

¿Quién dijo que la vida era un camino sencillo el cual seguir? No lo sé y la realidad es que ya no importa, pero quien dijese eso jamás tuvo en cuenta en su camino las piedras, el clima, las personas con las que te podrías cruzar y las decisiones que debías tomar llegada una bifurcación o si el camino que habías tomado estaba cortado y tenías que tomar todo. Quien dijo esas palabras jamás había tenido en cuenta las muchas y diferentes adversidades que había que superar para poder seguir ese camino... tan sencillo.

Sakura y Tomoyo entraron a un cuarto, pequeño, pero bien cuidado y ordenado, no tenía iluminación del exterior pues ya era de noche, pero aunque la hubiera no entraría mucha luz pues el cuarto estaba situado de tal manera que la ventana daba a otro almacén más alto que impedía la llegada de la luz del sol. Quien podría pensar que en ese almacén podría hallar un despacho tan bien pulido y ordenado, el orden se dibujaba por todos los rincones, representante de la tranquilidad y sobriedad de su dueño. La persona que las había acompañado al despacho salió dando un portazo detrás de las dos japonesas, sobresaltándolas. La sombra de la espalda del hombre podía verse detrás de la cortina que cubría el cristal de la puerta. Sus hombros y su espalda eran tan anchos que tapaba todo el cristal de la puerta. Los cristales de las ventanas también estaban cubiertos con sus cortinas de persiana y las dos mujeres quedaron de pie delante de alguien a quien no podían ver pues se encontraba con la silla girada, mostrando solo una enorme silla de brillante cuero marrón.

- "Siéntense por favor"- Se oyó una voz procedente de esa silla. Tomoyo avanzó con Sakura y las dos se sentaron en unos sillones que había delante de ellas. El cuarto estaba decorado con una gran cantidad de estanterías con numerosos libros - "No es muy habitual tener aquí visitas y si las tenemos suelen ser hombres, jamás mujeres"- Sakura y Tomoyo notaron el tono jocoso de esa persona, se estaba divirtiendo con su visita, no cabía duda- "Pero centrémonos en el motivo de su visita"- La silla se movía de un lado a otro pero esa persona no se daba la vuelta.

- "No hasta que se muestre ante nosotras"- Dijo Tomoyo con la mirada entrecerrada- "Me gusta mirar a la cara de la persona con la que hablo"- Hubo un pequeño silencio, no incomodo ni ofensivo sino expectante por una palabra o un movimiento.

- "Supongo que usted no es la que quiere hablar conmigo, pues tengo entendido que la que quiere preguntarme ciertas cuestiones es invidente"- Dijo con tono jactancioso.

- "Sí"- Contestó esta vez Sakura, Tomoyo la miró con reprobación, haciéndola saber que no jugara a su juego. Sakura podía notar que Tomoyo estaba, ciertamente, muy molesta con la educación de esa persona, pero ignoró toda advertencia de su amiga- "Pero tengo que darle la razón a mi amiga, me gustaría que me mirara a la cara o le molesta que sea ciega"- Esa persona no dijo nada. Tras unos minutos de otro silencio, que habían hecho a Sakura replantearse lo dicho, la persona se giró y apareció ante ellas una mujer de mirada confiada y sonrisa divertida.

- "Estará contenta ahora"- Sakura sonrió y la mujer se apoyó en su mesa con los brazos y apoyó su cabeza en sus manos.

- "Gracias por atendernos señorita Kindlay"- La joven tornó su rostro a uno serio y después volvió a sonreír.

- "Veo que está bien informada"- Se giró a un lado, estiró su mano tanteando el camino que recorrían sus dedos sobre la mesa y cogió un abrecartas de la mesa. Sus manos empezaron a jugar con él.

- "Sí. Me gusta dar pasos firmes sobre el camino que voy a recorrer"- Tomoyo permaneció callada en todo momento. Este era un asunto que Sakura había planeado y había decidido realizar y ella sería la que se arriesgaría en esta conversación.

- "Muy precavido de su parte"- La mujer la miraba de soslayo y la analizaba con cuidado.

- "El tema que vengo a tratar con usted es sobre ciertos negocios que maneja"- La mujer paró de jugar con el abrecartas y quedó atenta a la explicación de su recién llegada intrusa, la cual manejaba un fluido inglés- "Me gustaría saber si usted tiene conocimiento de esto"- Sakura metió su mano en el abrigo que llevaba puesto, otra creación de Tomoyo. Sacó un papel de su interior y se lo pasó a la mujer.

- "¿Por qué lo desea saber?"- Dijo tomando el papel y leyendo lo que estaba escrito en él.

- "Es un asunto personal que me gustaría resolver, no necesita saber más"- La mujer cogió el papel, lo puso sobre la mesa y tirando el cuchillo al aire hizo que cayera justo encima de la madera pulida de la mesa.

- "No puedo proporcionarle esa clase de información. Si no hay nada más que quiera, puede marcharse por donde vino, por esta ocasión las dejaré marchar impunes"- Pero antes de que la mujer pudiera hacer algo más Sakura se levantó de su sillón.

- "Creo que no"- Se apoyó en la mesa y la miró con decisión- "Es más... creo que me ayudará"- La mujer se giró para enfrentarla y la miró con detenimiento.

- "¿Tan segura está?"

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La noche había sido pacífica y tranquila. Tres mujeres habían desaparecido esa noche pero eso no era motivo de alarma en esa ciudad. Hoy en día muchas mujeres desaparecían en las calles de Hong Kong, algunas de ellas no volverían a ser vistas, otras muchas acabarían en algún contenedor de basura a la mañana siguiente, quizá con el cuello rajado, tal vez roto, pero no con muchas esperanzas de que volvieran a ver la luz del sol. En todo caso esas mujeres acababan así porque ellas misma buscaban ese destino. Eran mujeres de vida, mujeres que se buscaban la vida en las calles en busca de dinero fácil, de un mundo más sencillo vendiendo su cuerpo al mejor postor. Aunque las tres mujeres de las que hablamos no eran esa clase de mujeres, estas habían desaparecido y su desaparición revolvería la vida de un individuo de arriba abajo.

Esencia de flores, un dulce aroma, un aroma cálido y gentil que te podía llevar al cielo con un solo soplo. Era un olor tan embriagador que era imposible separarse de él. Necesitaba tocar ese aroma, sentirlo en sus dedos, sentirlo en sus labios, sentirlo en su lengua y saber la profundidad de su sabor, la intensidad de su gusto. Ese gusto tenía el nombre de una flor, una flor que había dejado el árbol y había sido arrastrada por el viento hacia un lugar desconocido e inhóspito... lejos de él.

- "Sakura..."- Shaoran sintió su cabeza pesada y algo dolorida. Sus ojos empezaron a abrirse con lentitud y lo primero que vio, tras unos minutos de figuras borrosas, fue el techo. Sintió que estaba recostado sobre la cama, o por lo menos era algo blando y acolchado, sintió que su cuerpo era como la piedra, rígido, imposible de doblar y mover aunque su dueño chillara por ello.

- "Veo que sigues vivo"- Shaoran oyó la voz y giró su cabeza con dificultad, buscando desde que lugar de su habitación procedía la voz. Reconoció la voz en su mente y hasta que su mirada no empezó a fijarse no supo si estaba aún en el mundo de los sueños o si en cambio había caído sobre la realidad. Sus ojos se adaptaron a la luz de la mañana y la figura que veía al lado del ventanal empezó a dejar de tener ese aura brillante, a causa del brillo del sol sobre él. Ante él pudo discernir la figura de un hombre.

- "Eso parece"- Dijo después de un rato de acomodación de su vista, intentando incorporarse sobre la cama, pero era inútil, su cuerpo parecía aún dormido, se negaba a obedecerlo, incluso su propio cuerpo se renegaba ante él- "¿Qué ha pasado?"- Dijo con un tono huraño, el tono que utilizaría una persona que se acababa de levantar con mal humor, pero Shaoran no era esa clase de persona por lo que había que descartar esa absurda idea.

- "¿Cuál de las malas noticias prefieres escuchar primero? ¿La opción A o la B?"- Shaoran entrecerró sus ojos.

- "Prefiero que dejes tus absurdos juegos y me ataques sin escrúpulos. Deja ya los rodeos"- Sintió como su cuerpo empezaba a reaccionar poco a poco pero su cabeza seguía dolorida ¿qué le habían suministrado? Por todos los infiernos...

- "Meiling ha desaparecido"- Shaoran, como si toda su fuerza hubiera vuelto a él de repente, se levantó con rapidez, lo que conllevó a un cierto mareo sobre su ya indispuesta cabeza, la rapidez de la subida no fue beneficiosa y tuvo que volver a sentarse sobre la cama, esta vez sobre el borde.

- "¿Cómo?"- Dijo llevándose la mano a la cabeza intentando que la habitación se parara.

- "Bueno... en realidad ha sido secuestrada"- Dijo acercándose a su jefe pues había permanecido al lado de la ventana el suficiente tiempo como para tostarse al sol. Como si supiera lo que le deparaba el futuro, Eriol decidió alejarse una distancia prudencial, por si a caso.

- "Será más beneficioso para tu salud que te explicases mejor"- Advirtió con sutileza.

- "Ayer en la noche, salieron dos personas al desfile de moda y llegó solo una"- En tan simple esquema sintetizó casi todo el asunto de Meiling. Shaoran acentuó la advertencia con su mirada ante la burla de Eriol, recién levantado y con un dolor de mil demonios en su cabeza, no... definitivamente no estaba de humor para las gracias del inglés- "Al parecer Meiling se marchó un momento al baño y después de un largo rato no volvió de él, jamás"- Hizo una pausa, se quedó observando a su jefe y seguidamente se acercó a la puerta. Abrió la puerta y allí habló con alguien, estuvo un momento hasta que esa persona se marchó y Eriol volvió al cuarto, con su sonrisa. Shaoran lo miraba indignado y cuando Eriol volvió se sentó en el sillón del cuarto, que estaba al lado de la puerta del balcón, con calma y parsimonia- "No se marchó ni se fugó ni nada que hubiera sido por su propia voluntad, eso te lo puedo asegurar. Nadie la vio salir, hay gente que la vio pasear por los pasillos del hotel y entrar en el cuarto de baño, pero no salir de él"- Shaoran se pasó la mano por sus cabellos e inclinó levemente su cuerpo hacia delante, recogiendo toda la información en su ya más calmada mente- "Su bolso y su arma estaban tirados en el suelo del baño, algunas pistas de una pelea. Quien quiera que la secuestrase fue o muy chapucero o simplemente no le importaba que nos enterásemos, yo personalmente me decantaría por lo segundo"- Dijo con su siempre alegre sonrisa.

- "¿Alguna pista más? Por ejemplo... ¿De quién se podría tratar?"- Eriol apoyó su codo a un lado del sillón y curvó su cuerpo dejando el peso caer hacia ese lado.

- "No hay pista alguna, pero no debemos apuntar muy lejos para saber quien fue, aunque déjame decirte que debe estar muy loco para hacer lo mismo dos veces, o tal vez muy confiado de que no actuaremos como la última vez"- Dijo con bastante calma y diversión en su voz.

- "¿Ya te has movilizado?"- Shaoran se sintió algo mejor pero su dolor de cabeza seguía siendo bastante molesto, parecía no dejar de persistir.

- "Sí y he hecho que se aceleren las investigaciones, por lo que he podido saber, la siguiente partida será dentro de dos días, como muy tarde en cuatro días"- Dijo ahora con un tono más serio, pero con su imborrable sonrisa.

- "Encárgate de todo, quiero que no haya el más mínimo error"- Eriol oyó unos golpes en la puerta y sin decir anda ninguno de los dos jóvenes, Wei entró por la puerta con una bandeja con té.

- "Todo estará dispuesto en su momento, pero ahora el que se ve indispuesto eres tú"- Dijo Eriol gracioso- "Ahora la segunda mala noticia..."- Dijo con un fingido tono pesaroso. Wei estaba serio, no le gustaba como Eriol se burlaba de su señor en esos momentos. Sus gracias eran divertidas, pero a su tiempo, el cual no era ese- "Tú delicada flor de primavera ha volado"- Shaoran se volvió a mecer con las manos el cabello, entrecerrando la mirada, tenía la mente algo embotada pero eso no significaba que hubiera olvidado lo sucedido la noche anterior en su despacho. Sabía perfectamente lo que había sucedido y no pudo evitar cerrar el puño en sus cabellos, sus labios prietos de ira- "Tu querida e indefensa flor voló hacia lo desconocido con mucha astucia. Aprovechando la buena fe de Wei, le dijo que se iba a reunir con Meiling después del desfile para cenar y le dijo que no te molestase, ya que estabas trabajando en algo muy importante"- Shaoran levantó la mirada y vio la cara sonriente y el tono gracioso de Eriol. Poco a poco empezaba a sentir como un extraño calor subía por su cuerpo. Sus ojos se convirtieron en hielo vívido. Un hielo ardiente de ira.

- "¿Qué sucedió después?"- Preguntó despacio a modo de advertencia. A ninguno de los dos hombres en el cuarto se le pasó ese detalle en su voz.

- "Señor..."- Wei intervino- "Llamé a uno de los coches a que llevara a las señoritas y las dejó en la puerta del hotel"- Shaoran se irguió con tono amenazante, como recuperado gracias a un milagro- "Me ha asegurado que las dejó en la entrada del hotel"- Dijo con falsa seguridad bajo la mirada de su señor.

- "Pero después llegó el aviso de Victoria de la desaparición de Meiling y descubrimos la triple desaparición"- No sabía porque pero a Eriol le sonó gracioso, 'triple desaparición', algo no muy corriente, si se podía decir- "Cuando fuimos a avisarte estabas dormido sobre la silla de tu despacho. Por si acaso comprobé que estabas vivo y para mi alivio aún tenías pulso"- Se mofó Eriol ante la situación. Shaoran se levantó y fue hacia Wei.

- "Señor un té para que se..."- Shaoran vio la bandeja y no pudo evitar recordar esas palabras. Esa aguda advertencia de la joven Tomonoki.

- "Descansa, mañana cuando despiertes sentirás un leve dolor de cabeza, pero con una infusión se te pasará el dolor. Hasta entonces duerme"

Se había burlado de él. Se había marchado como una fugitiva. Su sangre hervía como así latía su corazón, con rabia y furia. No soportaría ese ultraje, esa humillación, esa burla ni ese descaro. No toleraría esa clase de insubordinación. Se había escapado de él descaradamente, delante de sus ojos, en su propia casa, delante de sus hombres y con toda la tranquilidad del mundo. Levantó su mano y la bajó con fuerza tirando la bandeja al suelo, se giró hacia el mueble al lado de su cama y fue entonces cuando la sonrisa de Eriol se borró. Sabía lo que iba a hacer, sabía lo que iba a coger y sabía que eso no era buena señal, para nada en absoluto...

- "Wei será mejor que salgas"- El mayordomo vio la expresión del inglés y se marchó dejando las cosas como estaban. El té se desparramaba por la alfombra del joven, por suerte al ser una alfombra de colores oscuros la mancha pasaría algo desapercibida, pero no podía asegurarlo en esos momentos- "¿Qué vas a hacer Xiaolang?"- El hombre abrió un cajón del mueble y de su interior sacó dos revólveres.

- "¿Alguna pista de donde podrían haber ido?"- Dijo mientras sacaba los dos cargadores de las pistolas y posaba uno de ellos sobre la mesa. Sacó una pequeña cajetilla cargada de balas, no balas cualesquiera, sino balas especiales, lentamente empezó a recargar uno de los cargadores.

- "Se llevaron la bolsa de Sakura, el ordenador que Meiling les dejó y nada más, la ropa y todo lo demás está en su sitio"- Shaoran introdujo una bala en el cargador.

- "¿No hay nada que nos indique donde podrían haber marchado? ¡Maldita sea no son de Hong Kong! ¡No conocen el idioma! ¡No pueden haber ido muy lejos!"- Eriol le miró con algo de preocupación, por primera vez en su vida.

- "No hay nada que nos indique el lugar donde pueden haber ido a parar. Deberías calmarte"- Dijo serio al ver que el joven seguía cargando las balas. Las pistolas que se hallaban sobre la mesa eran especiales. Eran una pistolas de culata de plata, con el dibujo familiar grabadas en ella, el arma era enteramente negra a excepción de dos bandas que iban desde el gatillo hasta la culata y por el otro lado hasta el seguro del arma. Eran dos armas excepcionales, calibradas al milímetro y tan limpias que era imposible que se quedaran encasquilladas, eso era algo irreal.

- "¿Qué hora es?"- A Eriol no le hizo falta mirar su reloj pues había mirado con anterioridad la hora.

- "Son las 11 de la mañana"- Shaoran vio que todas las balas estaban dentro e introdujo el cargador por la culata de la pistola. El arma se veía magnífica, con la plata resaltando por los brillos del sol.

- "Entonces no hay tiempo que perder"- El hombre marchó a su armario y sacó la ropa que se iba a poner. Cuando Shaoran se quitó la camisa del pijama que le habían puesto la noche anterior, sus ojos volaron a su pecho, más exactamente en su parte izquierda, donde su corazón debía hallarse. Ante él pudo contemplar la famosa marca del Clan Dragón, el dragón de la muerte se dibujaba en su pecho, enrollándose alrededor de una espada. Un dragón tan negro que ni las sombras de la noche se podían comparar con su negrura. Shaoran no percibió ese detalle pues se cambiaba acelerado. Eriol en cambio sabía que esa aparición no era buena señal, pues esa marca solo aparecía cuando la ira del dragón era indomable, hasta que no aplacara su sed de sangre no se calmaría y eso implicaba una pequeña matanza, a no ser que pudiera calmarse, lo cual en esos momentos encontró imposible.

- "Deberías calmarte"- Shaoran se cambió con rapidez y sin torpeza alguna, cualquiera diría que el hombre sufría una enorme jaqueca en esos momentos.

- "Estoy sereno y tranquilo"- Dijo con tono helado. Eriol podía ver su fiereza, no era la misma que tenía el día que Marco se llevó a Sakura, era diferente, su ira era mayor y su furia era desgarradora. Era muy peligroso tratar con él en esos momentos, pero debía intentarlo al menos.

- "Pues no puedo ver esa tranquilidad. Así no lograrás nada"- Shaoran se había desvestido y vestido en tiempo récord. Ahora se giró a por las pistolas pero Eriol se interpuso en su camino.

- "Si que lograré muchas cosas. Quiero a la mitad de los hombres en busca de esas dos malditas mujeres y a la otra mitad en busca del otro desgraciado. Ahora apártate"- Eriol no se movió y Shaoran pudo ver la negativa en su rostro- "¿A caso te vas a negar a una orden mía?"- Dijo con tono siseante y tranquilo. Eriol se negó a moverse y en ese momento una chispa brotó de la mirada de Shaoran, llevó su mano a su cuello pero este lo evitó interceptándola con un golpe. Shaoran enarcó sus ojos todavía más y le atacó sin más piedad, Eriol le esquivaba los golpes pero no por nada Shaoran Li era el líder del Clan. Sus golpes, rápidos y fuertes alcanzaron el estómago de Eriol que se echó hacia atrás para absorber la fuerza del golpe y reducir el inminente dolor, con sus manos agarró el brazo de su oponente y este le cogió de la cabeza, donde sus manos se aferraron a sus pelos y le tiró hacia un lado, Eriol no se soltó pero si tuvo que moverse a un lado. Shaoran empujó del brazo atrapado y pudo escapar de esa prisión pudiendo agarrar de las costillas de Eriol y con la otra mano en su cuello hacerle volar por el cuarto hacia el otro lado, donde chocó contra el suelo. Eriol levantó la cabeza con el cuerpo dolorido y vio como Shaoran se acercaba a la mesilla, se llevó la mano a la espalda pero en el mismo instante que sacó el arma para apuntarle este ya alcanzado su pistola y le estaba apuntando con ella- "¿Te atreverás a matarme?"- Dijo con voz imperturbable como si no hubiera ocurrido ese percance y su corazón estuviera tranquilo y reposado.

- "Si me obligas a ello no dudes que te mataré"- Dijo con la voz también inalterada.

- "Te he preguntado si te atreverías a matarme, no que lo consiguieras"- Y avanzó a él hasta que quedó a su altura, Eriol se levantó y los dos se apuntaban al pecho- "Vamos... inténtalo"- Shaoran y Eriol mantuvieron sus miradas fijas, unos sobre el otro, hasta que un pacto silencioso hizo que los dos bajaran lentamente sus armas, pero sin descuidar su atención sobre el otro. Cuando parecía que ya habían bajado las armas Shaoran levantó su otra mano y le propinó a Eriol un puñetazo en su rostro, haciendo volar las gafas al suelo. El chino le dio una patada en una de las piernas y el joven se agachó sobre una rodilla. Shaoran levantó su arma hacia la cabeza de Eriol- "Dame una sola razón para que no te mate ahora mismo"- Eriol sonrió para sí mismo y levantó la cabeza. Shaoran le miró con sus duros e insensibles ojos. Le dio un último golpe que le tiró al suelo- "No habrá próxima vez, así que deja de jugar con la muerte"- Dijo con palabras ásperas y duras como la piedra. Eriol siguió sonriendo pero esta vez supo que por primera vez en la vida, había visto el brillo negro del otro mundo en los ojos de la muerte. Shaoran marchó al cuarto de baño y se despejó la cara con agua del lavabo. Salió listo y preparado, siempre con el arma en mano. Se acercó hacia la mesilla de nuevo y cogió el otro arma.

- "Sigo pensando que deberías calmarte"- volvió a aconsejar. Shaoran seguía mirando el arma en su mano, cogió el chaleco donde portaba sus armas y sustituyó las que estaban colgando en él por las que llevaba en mano.

- "Nadie juega conmigo y menos una mujer"- Shaoran se puso el chaleco y después la chaqueta- "Y mucho menos algo que es mio. Nadie escapa de mí sin sufrir después las consecuencias y tú Sakura lo vas a aprender de la peor manera posible"- Eriol le siguió de cerca, arreglando como pudo el desperfecto de sus ropas, también cogió sus gafas del suelo, que para su alivio habían salido milagrosamente ilesas. Eriol vio que aunque la furia le comía las entrañas se estaba dominando con mucha sangre fría, pero también sabía que tarde o temprano estallaría, estaba seguro que lo haría y cuando ese momento llegase... no quería ser la persona en quien descargara su furia.

- "Entonces se hará como dices"- Shaoran salió de su habitación y Eriol seguía temiendo lo peor, pues había cogido la pistola de plata, el tesoro del Clan, la pistola que llevaba en su culata el símbolo del Clan y el cual solo era empleado para casos extremos, una reliquia que se utilizaba solo para dejar bien alto el nombre del Clan, para hacer temblar a sus enemigos ante el poder de sus balas y la rapidez del que la portaba.

Shaoran ardía en deseos de atrapar a esa mujer. A esa mujer que se había atrevido a escapar de él y que para ello había utilizado un somnífero, lo había introducido en su té sin que lo notase, fue tan confiado de su inocencia y su buena fe que se dejó llevar como un niño. Su máscara de niña buena, su dulzura y su inocencia le habían cegado, pero en cuanto la tuviera en sus manos la enseñaría a no lanzar el guante [1] sin afrontar las consecuencias. Claro que la enseñaría, tan dulce y tierna que era en realidad era una mujer inteligente y que ocultaba una parte de ella que hasta entonces no había visto.

- "No soy quien crees que soy"

Ahora podía entender lo que ella quiso decir. Lo pudo ver ayer en la comida, cuando se defendió con fuerza, con orgullo, con decisión y un brillo en sus ojos. Esa mujer tal vez fuera en realidad inocente y pura pero había algo que no era lo que daba a ver, algo le decía que algo en su pasado la había convertido en la encantadora niña que parecía y que en realidad no era tan inocente como se mostraba ver y eso le atraía aún más pues sabía que ella tenía algo que le hechizaba, no sólo su forma dulce ni su belleza, no era mucho más bella que otras mujeres que había conocido, pero sabía que en ella guardaba algo encantador y enigmático que ansiaba por descubrir y lo haría, destaparía el ser que ella escondía y la tomaría como suya, la tomaría a la fuerza y ahora nada se lo impediría, porque ya no tenía en consideración nada que no fuera un pago por su ofensa, por su burla y se lo cobraría, por el mismo diablo juraba que se lo cobraría.

- "¿Quieres una respuesta? Pues hállala tu mismo"

- "Claro que la hallaré, que no te quepa duda de ello"- Dijo llegando al vestíbulo con aire peligroso y desafiante. Una extraña y fría sonrisa brillaba en sus labios. Ni la muerte podía provocar tanto miedo en esos momentos.

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Era un sitio húmedo y mugroso, todo estaba descuidado y sucio. Meiling fue empujada en todo momento hacia delante para que caminara. La joven estaba encadenada de pies y manos y le costaba caminar con los pies atrapados en esas cadenas. Sus pies descalzos, rozando el frío suelo, su vestido desaliñado, el cabello suelto y revuelto, su aspecto era pésimo pero no lo era tanto como su humor. Aún estando secuestrada y siendo más bien maltratada, conservaba el tono irónico en su voz.

- "Vamos chicos... espero que os paguen bien por hacer el trabajo sucio mientras Dominic está tranquilo sorbiendo una copa del mejor de los brandys"- Los hombres la empujaron una vez más con las cadenas para que siguiera caminando por ese pasillo sucio y maloliente. La joven había perdido sus zapatos en algún momento del secuestro, aún no muy segura de cuando y tampoco es que le importara mucho. Miraba a sus alrededores y solo veía muros de piedra, eran de piedra grande y estaba rodeada de cierta sustancia verde, posiblemente musgo, tal vez por la humedad del lugar, no estaba segura dada la escasez de luz- "¿Sabíais que la humedad del lugar me podría causar después unas consecuencias devastadoras a mi espalda? Seguramente un reumatismo llegada la edad..."- Pero fue interrumpida otra vez con otro empujón de las cadenas. Meiling borró su sonrisa graciosa y se tornó seria. Lo más prudente sería seguir callada, de momento sería lo más razonable. Después de lo que parecía un largo camino llegaron a un lugar amplio, muy grande y a la vista, aparentemente vacío.

- "Hemos llegado"- Uno de los dos hombres se marchó y Meiling le siguió con la mirada hasta que sintió las manos del otro sobre sus hombros. Desvió la mirada y frunció el entrecejo.

- "Es hora de que te acomodemos a tu nueva casa"- El hombre cogió las ropas de Meiling y empezó a rasgarlas, la joven se defendió pero encadenada no tenía muchas otras opciones para contrarrestar el ataque. En un momento su vestido, tan elegante y hermoso, quedó hecho jirones, la joven quedó en ropa interior pero el hombre se encargó de que ni eso tuviera puesto. Meiling miró con desprecio a ese bárbaro y vio como la miraba con lascivia, pero para su sorpresa no se acercó a ella, se marchó a un rincón y de allí sacó algo. Meiling miró para ver de que se trataba y cuando el hombre se giró se encontró con un chorro de agua que golpeó su cuerpo. La joven china se intentó cubrir como podía pero el hombre la mojaba sin piedad todo el cuerpo. El agua salía con fuerte presión y por eso podía ser bastante doloroso al impactar contra su piel, pero Meiling resistió con fuerza, además el agua no era fría sino helada. Cuando terminó de empaparla bien empapada, la joven temblaba de frío que hasta sus dientes castañeteaban. El hombre que se había marchado volvió y le tiró a Meiling una camiseta larga y ancha y unos pantalones.

- "No acostumbramos a tratar con mujeres, así que le quedará grande"- El hombre se acercó a ella y le quitó las esposas de la mano- "No intentes nada, aunque nos mataras no podrías salir de aquí"- Dijo mirando a la mujer bajo los mechones de pelo mojado que esta tenía pegados en la cara. Se arrodilló y le desencadenó los tobillos y en rápido movimiento ella le dio una patada en la cara que le tiró al suelo.

- "Quieta preciosa"- Dijo el otro hombre apuntándola con una pistola que había sacado al ver lo que hizo la chica.

- "Me dijisteis que no escapara, nadie me prohibió estirar las piernas"- El hombre se tocó la mandíbula y se levantó con ojos sombríos y amenazantes. Levantó su brazo y dio un fuerte bofetón en la cara de la chica, que no cayó al suelo, no era tan débil. Tornó su rostro con una sonrisa desafiante y empezó a ponerse la ropa. En poco tiempo estuvo vestida en una harapienta ropa grisacea. El hombre al que había golpeado la cogió del brazo y la llevó a un lugar en el centro de ese cuarto. En el centro de la oscura habitación de piedra se encontraba una jaula, como la que utilizan para enjaular pájaros, pero a un tamaño mayor, el adecuado para meter a una persona en él. El hombre empujó a Meiling a su interior y cerró la puerta con su candado. La mujer se acercó a los barrotes de la jaula viendo alejarse al hombre a un lado, cerca del otro lado del lugar por donde habían entrado y allí apretó un botón. Meiling se sobresaltó un poco al sentir como la jaula se elevaba a lo alto del lugar. No se había percatado, pero el techo del lugar era realmente alto. Lentamente y con algunos temblores, la mujer subió dentro de su jaula hasta llegar arriba. Cuando llegó al final de su trayectoria tuvo visión de algo espantoso, en lo alto de ese lugar colgaban lámparas de diáfana luz en las que podía ver a otras personas en otras jaulas.

- "Que disfrutes de tu estancia"- Rieron los dos hombres alejándose hasta llegar a la puerta y marcharse.

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Sakura se desperezó de la cama con lentitud mientras se movía entre las sábanas. La mujer sintió algo extraño, no sabía porque pero sentía que faltaba algo, era como un extraño vacío. La joven se estiró sobre la cama, ocupando con sus brazos el espacio entero, se sentía tan vacío. Sakura rodó hacia su derecha y puso sus manos delante de ella. Aunque estuvo durmiendo sola hace ya algunos días, no era lo mismo que sentía ahora, pues cuando dormía en la cama de Shaoran podía sentir su esencia impregnada en su cama, el aroma de su piel, el calor que desprendían sus sábanas y la suavidad con que la rozaban, como si fuera la propia mano de ese hombre. No, en esa cama no podía sentir esa parte de él que se quedaba en la oscuridad de la noche.

Sakura quedó tumbada con la mirada perdida, ¿se habría despertado ya? ¿qué pensaría hacer ahora que le había dejado? No sabía porque pero estaba segura de que Shaoran no se quedaría de brazos cruzados esperando a que volviera o desapareciera definitivamente. Quedó pensativa, estaba segura de que Shaoran se movería por toda la ciudad para buscarla, pero sería difícil, por no decir casi imposible. Sin tener el menor indicio de que estaba haciendo y donde había ido en una ciudad desconocida, como le era a ella Hong Kong no tendría mucho a lo que recurrir para encontrarla. De repente sonrió para sí misma, fue relativamente sencillo ponerle el somnífero en la taza de té cuando se lo sirvió y aún aumentó más su sonrisa al recordar los efectos que tenía la droga cuando el sujeto despertaba a la mañana siguiente, ese día tendría un enorme dolor de cabeza. Sakura volvió a rodar sobre la cama y volvió a quedar boca arriba, como si mirara el techo. Eso sería un buen castigo, aunque no la satisficiera del todo.

- "Es hora de despertar perezosa"- Dijo Tomoyo entrando al cuarto como un tropel. Era un cuarto limpio pero pequeño. Discreto, con los muebles necesarios, un armario empotrado, una cama grande, una televisión, un mueble al lado de la cama, una lámpara pequeña y nada más. Las paredes estaban empapeladas con un estampado llamativo y curioso de colores marrones y amarillos. Sakura se levantó de la cama quedando sentada y se frotó los ojos bostezando, estiró los brazos hacia arriba y después se relajó dejando caer los hombros- "No me vengas con teatro, sé bien que hace rato que estás despierta así que levántate"- Sakura entrecerró la mirada a su amiga malhumorada, volvió a una pose más despierta y suspiró, era un inconveniente que te conocieran tan bien. Sakura salió de la cama y caminando con soltura se dirigió al cuarto de baño donde se acercó al lavabo, primero se cepilló los dientes y después se refrescó la cara- "Aún no sé como pudiste convencerla para que nos dejase quedarnos en este lugar, pensaba que como poco nos iba a echar, si no pensaba matarnos claro"- Sakura notó el tono de reproche de Tomoyo, sabía que toda esta idea de salir de la casa de Shaoran en busca de algo le era de poco gusto, claro que quedarse en la mansión Li tampoco le gustaba, pero esto le gustaba menos.

- "No nos matará, estate segura de ello Tomoyo, ¿me pasas la toalla?"- Tomoyo cogió la toalla de los pies de la cama, donde estaba colgado y se lo pasó a Sakura.

- "Sigues sin decirme para que estamos aquí, no me gusta que me ocultes nada, así no puedo protegerte"- Dijo apoyándose en el marco de la puerta con los brazos cruzados, refunfuñando.

- "No hace falta que te preocupes tanto. Sé los riesgos que corremos y sé perfectamente que no nos pasará nada"- Sakura se secó la cara y se dirigió de nuevo al cuarto, mientras se hacía una coleta.

En el cuarto se cambió con la escasa ropa que habían tomado de la casa. Kero, el cual tenía la misión de proteger el libro, se había quedado en el cuarto de Tomoyo, de esa manera, con algo de comida, no sería visto y tampoco tendrían el inconveniente de esconderle allá donde fueran. Sakura se vistió con unos pantalones pirata de licra, elegantes pero cómodos, arriba llevaba una camiseta de tirantes, gris y de algodón que le llegaba justo a la medida de la cintura del pantalón. La chica se puso sus sandalias de poco tacón y acompañó a Tomoyo fuera.

Tomoyo vestía con falda larga lisa de color marrón claro y en la parte de arriba vestía con un chaleco del mismo color ceñido al cuerpo y cerrado con una cremallera. Las dos mujeres caminaron por un estrecho pasillo. Sakura había cogido su bastón por si lo tuviera que necesitar, lo tenía plegado y guardado en el bolsillo de la chaqueta larga sin mangas que había creado Tomoyo. Las dos llegaron delante de una habitación con un número delante. Aunque no lo pareciera ese lugar era donde la mujer del puerto vivía, un pequeño hotel o más similado a un motel. Llamaron a la puerta y delante de ellas apareció el gran hombre de dimensiones similares a la de un armario.

- "Pasen"- El hombre se hizo a un lado y dejó entrar a las dos mujeres. Cuando las dos hubieron entrado el hombre cerró la puerta y quedó delante de ella evitando que nada ni nadie entrara o saliera.

- "Espero que hallan pasado una buena noche"- Dijo la mujer apoyándose con una mano sobre la mesa.

- "Sí, gracias"- Respondió Sakura cortés.

- "Ahora dejemos todas estas tonterías y vayamos a lo que nos interesa"- La mujer miró a Jack, el hombre de la cicatriz mientras este miraba a las dos mujeres con mala cara, el hombre se guardó sus opiniones ante la orden de la mirada de su señora- "Ustedes me conocen pero yo aún no sé..."

- "Yo soy Sakura Tomonoki y ella es mi prima Tomoyo Tomonoki, señorita Kindlay"- La mujer se sintió conforme con su respuesta, por el momento.

- "Entonces... usted me dirá porque cree que la ayudaré, me tiene en vilo señorita Tomonoki"- Dijo con falsa expectación.

- "Es de buen conocedor el saber que nunca hay que hacer nada de lo que no estés segura"- Dijo Sakura con suma tranquilidad- "Y más si se tratan de negocios... ¿no es así?"- La mujer era de temperamento tranquilo y sereno, no era fácil de provocar ni tampoco de aterrorizar.

- "Espero que esto nos lleve a alguna parte señorita"- Sakura sonrió con animosidad para cambiar el tono a uno frío, distante y cauteloso.

- "Debo informarle que en uno de sus lucrativos negocios ha podido estar involucrada con una persona peligrosa"- La mujer dejó escapar una pequeña risa.

- "Permítame decirle que en este negocio tratamos con frecuencia con muchas personas de cierta peligrosidad, por si no se ha dado cuenta todavía nosotros..."- Pero fue cortada por Sakura.

- "Sé muy bien que trata con gente de dudosa reputación, peligrosa y sobre todo muy poco fiable, pero... en uno de esos negocios ha hecho algo que puede acarrearle ciertos y muy graves problemas con los miembros del Pacto, tanto como con su Consejo"- La mujer dejó de apoyarse para quedar erguida sobre la silla- "No sería conveniente que la líder del Clan de los Piratas se viera en algo turbio y después fuera acusada de traición delante del Consejo del Pacto o me equivoco... ¿Faith Kindlay?"- La mujer no mostró ni sorpresa ni alarma, simplemente permaneció callada. Tomoyo solo cerró los ojos con pesar, meterse en la boca de un clan era sumamente peligroso y jugar con sus fauces aseguraba una muerte inmediata.

- "Al parecer no me equivocaba cuando dije que me conocía señorita Tomonoki"- Sakura permaneció callada, la mujer tanteó a Tomoyo que seguía callada, con cada vez más conocimiento de su aproximación a la tabla para echarla a los tiburones.

- "Puedo decirle que a diferencia de usted me conciencio muy bien con quien trato"- Aunque Shaoran era la excepción que confirmaba la regla.

- "Ilumíneme con su información por favor, creo que voy a descubrir algo muy interesante"- Sakura le pidió a Tomoyo unos documentos que esta había traído consigo.

- "Hace poco trató con alguien, un mensajero, que quería pedirle una petición"- Le pasó unos papeles. Faith miró los documentos.

- "Tengo muchas peticiones señorita"- Abrió la carpeta negra en la que estaban las hojas blancas y dejó los papeles sobre la mesa.

- "Hace poco trató con cierto ruso que la pidió que transportara caviar. Esta mercancía llegó sana a puerto, sin retrasos y sin fallos"- Dijo Sakura, puntualizando sus palabras.

- "Sí, nunca fallamos y tampoco cometemos errores. En este negocio no se nos permite fallar"- Dijo con sutileza y moderando sus palabras. El hombre con el ojo cortado, Jack, siguió la conversación con atención.

- "Pero... esta persona no era del clan ruso"- Dijo Sakura con cuidado esperando tener una indicación de la información aceptada por la mujer.

- "¿A caso me cree estúpida? Lo que me está diciendo es imposible"- Faith se encontraba algo indignada pero aún conservaba la calma. Jack miraba a su jefa con cautela, también estaba desconcertado por lo que la joven había dicho.

- "Entonces mire la información que le he dado. Ahí verá que el hombre con el que ha tratado es Iván Kornakov, un mercenario"- Faith levantó la vista para mirar a Jack y este se acercó a ella, la mujer estuvo ojeando los papeles con cuidado intentando encontrar un indicio de que fueran falsos o se equivocaran en una sola letra, pero no pudo hallar nada. Jack también miraba los papeles por encima de la cabeza de Faith, cuando esta hubo terminado se dio la vuelta y se los ofreció a Jack, este los miró igualmente interesado y cuando terminó miró a la mujer con una mirada recelosa y después miró a las dos jóvenes que estaban sentadas con calma.

- "¿Podemos saber de donde han sacado esta información?"- Preguntó el hombre de ojo rajado. Tomoyo miró a Sakura, esperando su respuesta, esta dio un respiro y contestó.

- "Al igual que ustedes tengo mis fuentes, solo que estas no se dejan comprar ni coaccionar. Mis fuentes son fiables y jamás me han fallado, el trabajo que hacen es concienzudo y siempre es exacto, por eso sé que no me equivoco al darles estos documentos. Puedo decirles con toda seguridad que ese hombre con el que han tratado es un mercenario, no sé a órdenes de quien atiende, pero sé que este hombre ha tratado con ustedes con una mercancía muy peligrosa que no era lo que creen estaba en el interior del caviar"- Sakura se puso ceñuda y muy seria, tanto que quien la conociera pensaría que la habían cambiado por otra persona.

- "Entonces supongo que sabe de que era realmente la mercancía ya que tiene todos los datos aquí, hasta los albaranes del puerto. Realmente impresionante"- Sakura permaneció callada y serena, inmutable ante la presión que ejercía de la mujer delante de ella- "Pero como al parecer me han burlado, espero que usted me informe de lo que ha pasado, pues parece que este asunto tiene mayores repercusiones que una simple tomadura de pelo ¿no es así?"- Preguntó la mujer levantándose de su silla y sentándose en la mesa, con una pierna levantada y la otra en el suelo.

- "Como antes le advertí, esto puede tener consecuencias en la opinión de los miembros del Pacto, así como su Consejo. De momento podría tener problemas personales con un clan en concreto, los demás pueden ir derivando en sus opiniones, pero la mayoría verá que ha sido una traidora al ayudar al enemigo, sea quien pueda ser. En todo caso... su imagen ante el anciano de su propio clan quedará muy magullada y esta clase de conflicto interno no le beneficia ni a usted ni al Consejo ni a mi, pero si a esa persona que intenta algo en contra de los clanes"- La mujer asimiló el discurso de Sakura y de ella pudo observar que al referirse a clanes quería decir que ya había ocurrido algo antes que en el suyo y que posiblemente estaba vinculado con ella. También pudo sacar en claro que esa mujer, aún siendo ciega tenía mejor vista que un lince, veía más allá de lo que los simples ojos podían ver.

- "Si así fuera, sigo sin entender porque me ayuda. Tampoco sé cual es el provecho que saca de todo esto y mucho menos entiendo que tiene que ver usted en los clanes"- La mujer miró a las dos y Tomoyo permaneció en todo momento callada y seria, sin mostrar ningún dato aprovechable de la expresión de sus ojos o de algún movimiento de los músculos de su faz.

- "No se equivoque conmigo, personalmente aborrezco a los clanes y en mi opinión deberían de ser eliminados de las calles"- Una contundente verdad que sorprendió a todos- "Pero en este asunto hay cierta información aprovechable que podría usar para un asunto personal, como ya dije. Si usted me ayuda a responder y a cazar a ese hombre que a jugado con usted para que este responda a mis preguntas, yo le ayudaré a corregir todo este malentendido"- La mujer miró a Jack y le indicó con la cabeza que saliera, el hombre tomó los papeles y se marchó.

- "¿Y por qué debería de confiar en usted?"- Sakura levantó la cabeza con seguridad y desafío y contestó.

- "Porque yo puedo proporcionarle información para cazarle, dudo mucho que después de este altercado pueda confiar en sus informadores, además de que no estamos hablando de una mercancía corriente, por el tiempo que ha pasado, ya no puedo confiar en recuperarla, pero aún así, si esto saliera al mercado y usted se viera involucrada, le aseguro que no solo quedará dañada su imagen y la del clan sino que se verá en un asunto muy turbio, de traición y manipulación"- La mujer levantó una ceja algo impresionada. La mercancía que ella fue a tomar del puerto ruso, era de caviar, bueno... en realidad era un gran alijo de drogas de alta calidad que querían traer al mercado chino bien camufladas entre el caviar, pero aún así, era algo totalmente legal entre clanes. Pero si lo que allí había era algo mayor que un simple alijo de drogas podía verse en un gran apuro.

- "¿Y cómo puedo saber que no me va a engañar? ¿Qué no me va a manipular para algo mayor? ¿Qué no me va a traicionar cuando menos me lo espere? Igualmente, usted me ha dicho que esta interesada en esa mercancía que no sé cuál es o por lo menos ya no. En todo caso, no puedo confiar que no me vaya a engañar o me esté manipulando, tampoco puedo saber si no intenta hacer lo que usted me ha dicho que ha hecho esa otra persona"- Dijo la mujer levantándose de su asiento y paseándose a un lado y otro.

- "Es cierto, no tiene garantías, no puedo ofrecerle nada a cambio, no puedo asegurarle que no voy a traicionarle, en cambio en una cosa se ha equivocado"- La mujer se paró para mirarla a la cara- "No voy a manipularla, ya la estoy manipulando"- La mujer se quedó callada por un segundo pero inmediatamente se echó a reír. Era verdad, ya estaba manipulándola con todo descaro, al decirle que la quería para arreglar cierto asunto personal. De alguna manera había interpretado su tono sobre las consecuencias de su error como una nota informativa, pero lo que no había percatado era que en su tono, lo que había realmente era cierta condescendencia que la hacía ver que con su ayuda o sin ella, la diferencia podía ser enorme. La estaba manipulando con un chantaje.

- "Muy astuta sin duda, señorita Tomonoki"- Tomoyo estuvo callada en todo momento y en su mente solo podía pensar en el cambio de Sakura. No era ajena a ello, no, en todo caso, ella la conocía muy bien, incluso este aspecto de ella y pensaba que con el tiempo lo había olvidado, pero no era así. Sakura no podía cambiar cómo era, tampoco podía borrar esas pesadillas hasta que acabara con esos fantasmas, por eso debía actuar y al parecer esa noche en la mansión de los Giovanni había encontrado su llave para abrir la caja de Pandora.

- "Gracias. En todo caso no me he planteado en ningún momento el hacerle ningún mal, solo quiero una colaboración, puedo reunir la información que necesite, pero escaseo de los medios para atrapar a ese hombre"- La mujer volvió a su escritorio y se sentó en su silla de forma descuidada, como si no importara que postura fuera la que tomara.

- "Sin duda sabe que terreno pisa, pero le advierto que yo no soy de las que se dejan manipular"- Dijo inclinando su cuerpo hacia delante.

- "En ningún momento he pensado eso, no quería que se sintiera presionada por mí, solo quería su ayuda y la vida me ha enseñado que si no se da un empujón a las personas, estas no suelen apoyarte. La caridad ya no existe y la gente ya no confía sin ser o presionada o satisfecha de alguna manera, ya me entiende"- Claro que Faith comprendía.

Las palabras de Sakura no eran falsas, en ese mundo nada se hacía gratis, nada se hacía sin sacar beneficio alguno. Uno de ellos podía ser el beneficio de un dinero bien pagado o una satisfacción personal y otro podía ser el beneficio de que algo escondido siguiera permaneciendo en la sombra. La líder del Clan Pirata no era una mujer que se dejaba dominar por nadie, pues era libre como los pájaros, había nacido en el mar y criada junto a las olas que rompían en un barco. Llegada la edad aprendió de su padre como dominar ese terreno, las incontables olas de mar que envolvían ese mundo y sacar provecho de él. El principal negocio del Clan Pirata era el transporte marítimo, transportaban mercancías de todas clases: alimentos, ropa, muebles, bienes personales de algunas personas y de vez en cuando... armas, drogas e incluso personas, siempre que el negocio fuera rentable ellos se aseguraban que la mercancía llegara a su destino a salvo.

- "Digamos que acepto este absurdo plan... ¿quién me dice que usted no hará algo para después tenerme en sus manos?"- La mujer se volvió a levantar, andó hacia el otro pico de la mesa y allí se paró para mirar a Sakura sobre el hombro.

- "Ya tengo algo que la tiene atada a mis manos, pero... le garantizo que puede confiar en mi, si en algún momento duda de mi... si cree que mis intenciones pueden acarrearle problemas... si tiene la sospecha de que voy a traicionarla para sacar un provecho de ello..."- Sakura paró, inspiró aire y Tomoyo cerró los ojos, sabía de anticipación lo que iba a decir pues Sakura le había dicho que en ningún momento se preocupara, que todo saldría bien... pasase... lo que pasase- "... le juro y le prometo que tendrá mi vida en sus manos y podrá hacer con ella lo que más le plazca"- La mujer se giró en redondo con el rostro perplejo.

- "¿Habla en serio?"- Era la primera vez que le hacían esa clase de intercambio, ¿su propia vida? ¿a la más mínima duda? Eso podía ser ahora mismo y... ¿la mujer ni se resistiría? Miró a la acompañante de Sakura y vio como daba un suspiro de resignación, entonces vio que levantaba la cabeza y que su mirada coincidía en la suya, veía preocupación y algo de temor, pero por la vida de su prima. En este mundo la vida de uno mismo era lo más importante, lo cual fue el paso decisivo para empujar a la líder de los Piratas a este loco asunto- "Entonces le tomaré la palabra"- Miró a la joven y aún no podía entender como podía ser ciega, parecía tan segura de sí misma, tan fuerte y tan serena que era imposible decir que su vista fallara pues miraba a la cara con ojos determinantes y llenos de fuego, un frío fuego que escondía algo entre las cenizas de sus llamas. Sakura sabía que esa sentencia que había pronunciado sobre su propia cabeza calmaría a la mujer, si ella no vivía no tendría de que preocuparse y aunque todo saliera mal, no importaría, al menos habría logrado acercarse a su objetivo.

- "¿Ve como tenía razón?"- Dijo Sakura con una sonrisa inocente- "Al final me ayudará"- La mujer sonrió con una sonrisa suave y con aire irónico. Tomoyo dejó caer sus ojos al suelo y su mirada se tornó algo triste, sabía que al final esto tendría unas repercusiones fatales, lo presentía en todo su cuerpo.

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Shaoran se hallaba en un despacho de suelo embaldosado, brillante y relucientemente negro. Las pareces eran de tono blanco que contrastaba con el suelo. La oficina en la que se hallaba era amplia y decorada con lujo, en las paredes escaseaban los adornos, solo había un par de cuadros, ninguna clase de placa o algún otro adorno. Él se encontraba sentado en un gran sillón que superaba la altura de su cabeza, miraba la ciudad distraído ya que las ventanas eran tan amplias que con solo un botón podía descorrer las cortinas largas, de forma rectangular que se trasponían una al lado de otra; y ver la parpadeante ciudad de Hong Kong bajo sus pies, aunque en ese momento la ciudad estaba bajo el sol y lo que podía ver era los rascacielos grises y las pequeñas hormigas que eran en realidad las personas de la ciudad.

Detrás de él se hallaba un escritorio grande y negro resplandeciente como el suelo del despacho, brillante por el barniz. En la mesa había unos papeles desperdigados sobre los cuales había una pluma cerrada con su capuchón, además sobre la mesa estaban esparcidos otros elementos como: un abrecartas de plata a mano derecha; una lámpara delante a su derecha; un teléfono negro y cuadrado, con los picos curvados y con la parte interior del auricular blanca, situado a su izquierda; un estuche, al lado izquierdo de los papeles, estaba abierto y su interior estaba almohadillado y en él había un bolígrafo y un hueco vacío donde debería haber otro bolígrafo o una pluma; no había retratos de nadie, tampoco una agenda ni un diario; en la mesa también había un ordenador portátil negro que estaba abierto y encendido, pero no lo utilizaba.

En el despacho, más adelante del escritorio, alejado de la mesa, contra la pared de la derecha, había un mueble negro, a simple vista parecía un mueble pulido cualquiera, pero donde guardaba un gran alijo de bebidas. Al otro lado también había un mueble que ocupaba toda la pared, donde había libros a los lados de una chimenea discreta. En la pared al frente de la mesa había un sofá grande de cuero negro y entre este sofá y la mesa había un par de sillones también de suntuoso cuero negro. La habitación tenía un toque muy claro, blanco y negro, donde la frialdad se pegaba a cada rincón del cuarto y donde ese claro contraste de colores daba a una intención muy evidente... la gélida muerte. Esto se debía a que en China, el color en los funerales era blanco y negro, el blanco que se ponían los más allegados a la familia y el negro que vestía la gente que venía a dar sus condolencias, así lo había deseado el líder del clan Dragón.

Shaoran tenía las piernas cruzadas y la mirada entrecerrada puesta en la calle, en esa enorme ciudad de Hong Kong. El hombre permaneció silenciosamente pensativo, la sangre le bullía e incluso parecía palpitarle por las venas. Aún podía ver el rostro de esa mujer, aún podía sentir con que suavidad se resistía en sus brazos y ahora se había atrevido a dejarle, no podía permitirlo, eso era algo intolerable y que no escaparía sin sus consecuencias. En la mente del joven imaginaba lo que podría hacer a esa mujer cuando estuviera en su poder, en sus manos, en como cogería ese dulce cuello y apretaría con fuerza con la lentitud de un placer mortal. No toleraría que esas dos malditas fugitivas quedaran impunes. Shaoran apretó el puño con fuerza e intentó calmarse. En su corazón se mezclaban una intensa furia, una desesperación, un dolor y una angustia que le apretaban las venas para dejarle casi sin circulación. Sentía todo eso porque se sentía: Primero, furioso por su huida. Era como si no hubiera podido tener control sobre ella, como si ella hubiera podido jugar con él como se le antojara y eso era algo que no soportaba y no toleraría. Estaba angustiado por su bienestar, que aunque él se encargaría de dañarlo con un castigo, eso no significaba que él no se preocupara por ella en esos instantes. Dolor por haberle abandonado, por haberle despreciado de aquella manera, por haber huido de sus manos cuando él la había deseado de esa manera. Si quería escapar de sus garras tendría que ser muerta y si para ello tuviera que ser él el que se encargara de ello no tendría escrúpulos ni remordimientos para ello, si con eso se hacía dueño y señor de su cuerpo y su alma eternamente.

Si la encontraba lo primero que haría sería encadenarla o enjaularla, ya no tendría mas contemplaciones con ella, ya no le importaba si le odiaría, le maldeciría o desearía su muerte, solo importaba que se quedara a su lado y para eso emplearía todo lo que estuviera en su poder para retenerla. Shaoran estaba tan ensimismado que no notó cuando Eriol entró al despacho y se sentó delante de él. Cuando Shaoran alzó la mirada y vio el reflejo de la sonrisa de Eriol en el cristal se dio media vuelta, se acercó a la mesa y posó sus manos en ella.

- "Tengo datos fiables"- Dijo Eriol sacando de un portapapeles un gran número de folios- "Ha sido duro, ha sido difícil, algo caro pero lo he encontrado"- Eriol le pasó unos papeles y un disquete que metió en el ordenador. En él halló nombres y cifras.

- "¿Todos estos?"- Dijo mirando con severidad el contenido del disquete- "Está muy extendido"- Miró en los papeles que Eriol le dio y vio fechas, fechas que no eran de nada un buen augurio- "¿Qué significa esto?"- Miró por encima de los papeles a Eriol que permaneció con una sonrisa.

- "Al parecer no fue destruido, sino todo lo contrario, sus movimientos han ido aumentado, solo que si te das cuenta..."- Eriol se acercó a la mesa y con un dedo le indicó unos datos en un papel- "... No han sido tomados en cuenta porque no han sido realizados en el país"- Shaoran lo miró con detenimiento mientras que Eriol volvía a sentarse- "Al no estar a nuestro alcance se decidió dejar por olvidado este asunto"- Shaoran miró otros datos del disquete y se paró en algunos nombres, dio un doble click y aparecieron unas fichas.

- "Al parecer siguen utilizando indigentes y personas sin hogar, pero..."- El hombre seguía explorando en esos datos- "... cada vez se arriesgan más"- Eriol se cruzó de piernas y se apoyó a un lado del asiento.

- "Y no solo eso, he oído que llegan a hacer encargos personales"- Shaoran siguió contrastando datos- "Pero aún nos falta un dato que conseguir"- Dijo con un suspiro, sabía lo que ahora venía.

- "No solo un dato Eriol, sino el dato más esencial, lo quiero para ayer así que como no lo consigas tu cabeza será lo que vaya después de esos datos no conseguidos"- Su mirada fría, su voz callada en las sombras y sus labios finos y rígidos formando una línea- "¿Qué me dices de lo otro?"- Eriol se puso algo erguido, pero aún con aire descuidado.

- "Nothing"- Dijo en su inglés. Shaoran juntó las cejas y su mirada se tornó la de una bestia, mientras que su cuerpo se ponía rígido y su puño se volvía a cerrar con fuerza.

- "No puede ser posible"- Dijo con voz baja y siseante- "No pueden haber desaparecido así sin más"- El joven se sumía en una profunda oscuridad.

- "Pues lo han conseguido. Tenemos a la mitad de los hombres buscando en la ciudad como mandaste. En ningún hotel han recibido mujeres de esa descripción. Policías, hospitales, parques, restaurantes, todos los lugares han sido recorridos y ellas no han dado pista de vida alguna"- Shaoran se levantó y se inclinó hacia delante.

- "Es imposible que hayan desaparecido. ¡¿Y los aeropuertos?! ¡¿Coches?! ¡¿Transporte público?!"- Eriol negó con la cabeza.

- "No han salido de la ciudad, al menos eso creemos por ahora"- Shaoran se dirigió por su lado derecho mientras que por el camino halló algo en la mesa que cogió en sus dedos.

- "No pueden haber salido, no pueden haberse escondido sin que nosotros lo supiéramos, no pueden correr sin haber sido vistas..."- Shaoran se acercó a Eriol y le cogió del cuello de su camisa y le echó hacia atrás, apoyando la espalda del inglés en el asiento- "... es imposible ser invisible ante el Clan Dragón"- Cogió el objeto de su mano y lo acercó al cuello de Eriol, era el abrecartas.

- "Pues ellas dos han conseguido lo imposible"- Dijo Eriol jovial y sin preocupaciones.

- "Te doy 2 días, uno por cada una de ellas, si en ese tiempo no has encontrado ni un cabello suyo espera saludar a la muerte antes que yo"- Dijo cada palabra despacio y con cuidado de que le entendiera.

- "Deberías dejar que hicieran lo que les plazca, puedes conseguir otras mujeres"- Dijo Eriol gracioso.

- "También puedo conseguir otras personas... más eficientes que tú"- El cuchillo se apretó en el cuello de Eriol lo justo para que le hiciera una pequeña herida, que sangraba con lentitud.

- "Ya sabes que tus órdenes son mis deseos, amo"- Eriol entrecerró la mirada, aún con tono gracioso, pero con la seriedad dibujada en su mirar.

- "Dos días por cada una de ellas y otro por Meiling, 3 días. Tendría que bastarte e incluso sobrarte tiempo"- Shaoran se alejó de su amigo, cogió el cuchillo, alzó su brazo con rapidez para bajarlo con más velocidad, clavando el abrecartas en la mesa. Eriol sabía que Shaoran estaba enfadado pero su enfado era tal que estaba de un humor incontrolable. Había notado ese aura asesina y ahora que había visto el talante de su jefe decidió tratarle con más cautela.

- "Para ese tiempo tendré todo lo que me has pedido. Ahora si me disculpas..."- Sacó un pañuelo del bolsillo y se llevó la mano al cuello, pero antes de marcharse por la puerta le dijo algo- "Ha venido Ruikawa"- Shaoran se giró y miró a Eriol, que volvía a su sonrisa habitual.

- "No deseo verle"- Eriol le miró e hizo una reverencia con la cabeza. Salió tras la puerta y Shaoran volvió a su asiento. Pero como una manifestación, Kaito Ruikawa entró al cuarto, el hombre entró con una sonrisa de malicia en sus labios y esperó una señal de Shaoran. Shaoran solo quedó quieto con los ojos helados de desprecio- "El famoso líder de los Escorpiones, que sorpresa tan poco grata"- Dijo moviéndose hacia su silla.

- "Li"- Dijo a modo de saludo mientras se quitaba la chaqueta. La secretaria de la puerta miró expectativa por una reprimenda pero Shaoran solo le indicó que saliera de la habitación.

- "¿Qué te trae a mi?"- Le preguntó con condescendencia mientras miraba al joven sentarse delante de él. Kaito Ruikawa era unos años mayor que Li, con más exactitud, era cinco años mayor. Un hombre sombrío de temple calmado, como todos los líderes de clan en este mundo. El hombre era alto y de buen parecer, su mirada era helante, a la altura de la de Li, en cambio el efecto de Kaito era mayor pues el iris de sus ojos se entremezclaba con su pupila negra formando un punto en sus ojos, una mirada tan negra como su alma. Sus cabellos castaños peinados con una raya a la derecha, bien ordenados e inmovibles, a diferencia de Shaoran que siempre llevaba el cabello revuelto y tenía la costumbre de peinárselo con los dedos. Los cabellos de Kaito eran también castaños pero de un tono mucho más oscuro.

- "Las malditas movilizaciones de los últimos días, supongo que el gran Clan Dragón está al tanto de lo que pasa en la ciudad y fuera de ella"- El tono altivo de Shaoran no llegó a irritar al joven, los dos ya estaban acostumbrados a estas absurdas peleas de poder verbal. De una pasada con la mirada vio la extravagante forma de Li de usar un abrecartas, ignoró el hecho como si no existiera el objeto.

- "Por supuesto Ruikawa"- Dijo Shaoran apoyando su espalda en el respaldo mientras se dibujaba una fría sonrisa.

- "Al parecer ya nadie respeta el Pacto, algo que me duele en el alma"- Dijo con falso dolor y con una sonrisa más traidora que la de Li- "Y a mi pesar tengo que actuar en todo este asunto en contra de lo que ha dicho el anciano del Consejo del Pacto"- Dijo mirando los ojos de su enemigo- "También me enteré de tu incidente con Xe Ming y que decir de tú espectacular presencia en la parte occidental en casa de los Giovanni, me dijeron que fue un tanto... explosiva"- El hombre se levantó de su asiento y se movió hacia la mesa, pasando por su lado y parando delante del gran ventanal. Shaoran siguió sus movimientos dándose la vuelta a la vez que su indeseable invitado se movía, también contempló la ciudad.

- "Solo es una leyenda, no entiendo tanta expectación por ello, además de que no sabéis que objeto se trata"- Comentó como si nada importara.

- "No es por la leyenda sino por la autorización de los viejos"- El hombre le miró de soslayo mientras levantaba una ceja, podía ver en Li la mirada de un zorro en caza, astuto y sagaz, alguien a quien no se debía subestimar. Sabía que esas palabras de desaliento eran falsas, tanto que daba asco el oírlas. Si quería engañarle con tal bajas artimañas es que se sentía demasiado seguro de sí mismo. Shaoran Li era un ser con demasiados humos que perseguía demasiado de ese mundo- "Aunque tú eso lo sabes muy bien"- Shaoran no movió ni un músculo- "Ahora, pongámonos serios..."

- "¿Quién ha dicho que estuviéramos bromeando?"- Dijo Shaoran con un tono malicioso y con su mirada brillante, parecía que ardía en su interior, al parecer estaba de mal talante ese día.

- "Sé mejor que nadie que sabes cual es el objeto que buscamos y no veo justo que esa información sea exclusivamente para ti"- El hombre cruzó sus brazos y se apoyó en el cristal con despreocupación.

- "¿Quién ha dicho que esta vida sea justa?"- Dijo Shaoran dando una vuelta a la silla de cuero negra hasta quedar con el cuerpo frente a frente con Kaito.

- "Mientras sigan las leyes en rigor, no puedes incumplirlas"- Dijo alzando la barbilla con dignidad.

- "Y es lo que hago ya que es una costumbre familiar y eso es algo que no se puede divulgar al exterior como si fueran las noticias de la prensa"- El joven Kaito se puso tieso, dejando de apoyarse en el cristal y quedó con los brazos aún cruzados.

- "Entonces solo me queda esperar a que algún pajarito me lo diga"- Dijo con mofa- "Como me han contado sobre tu nueva adquisición"- Shaoran le dedicó una mirada de furia mortal. El hombre no se sintió intimidado en ningún momento, pero si vio algo nuevo que le interesó bastante, ciertamente que le interesaba- "Ya sabes... cosas que se oyen por aquí... por allá..."- Acompañó estas últimas palabras con un movimiento de mano.

- "Claro... cosas que se oyen..."- Shaoran permaneció sosteniendo la mirada de ese hombre, aguantando una dura batalla- "¿Y qué tal tu esposa?"- Ruikawa se movió dejando en el aire un resoplido de molestia.

- "Los típicos problemas maritales nada más, aunque tú aún no entiendes de esos asuntos"- El hombre fue al sillón de nuevo y se puso detrás de él- "Ya veo que no estás muy hablador hoy"

- "Contigo nunca"- Respondió Shaoran con su sonrisa de hombre de nieve- "Espero que esta visita de cortesía haya sido provechosa"

- "Sin duda..."- Cogió su abrigo y se lo puso mientras se marchaba hacia la puerta- "Nos veremos en la reunión"- Dijo con un tono seco.

- "No te quepa duda de ello"- Dijo Shaoran bajando su mirada al momento que ese hombre salía de su despacho. Kaito Ruikawa había estado en el extranjero desde hacía mucho tiempo, de orígenes japoneses y chinos el joven se había instalado en China a su infancia, en Shangai más exactamente. En su adolescencia su padre vio el poco futuro que el joven tendría en ese país y se lo llevó al otro lado del océano donde tuvo más suerte, el señor Ruikawa se había hecho respetar entre los clanes latinos, había hecho varios negocios bien avenidos y creado aliados poderosos en las altas esferas. Aún con todo eso no evitó que 8 años antes fuera asesinado en esa noche fatídica, dejando a su hijo de 20 años a cargo de todos los negocios. Kaito no tuvo el menor reparo de mostrar su alegría a la muerte de su padre, ya que de este modo se hacía el líder del clan de los Escorpiones. Era un ser maquiavélico de malas entrañas. Un desgraciado que se interponía en el camino de Shaoran en cualquier ocasión que podía, después de todo los dos perseguían un mismo objetivo... hacerse con el poder de todo. Todo hubiera sido más sencillo si Shaoran hubiera cogido su pistola, la hubiera sacado para apuntar en su sien y luego disparado, volándole la cabeza, pero... era algo que no podía plantearse hacer sin que conllevara grandes catástrofes sobre su clan- "Maldito Pacto"- Dijo el hombre entre el rechinar de sus dientes.

Algo más que añadía a su cólera. Cogió el teléfono apretó un botón y avisó amenazante a la secretaria para que no lo perturbaran, no podía asegurar la seguridad de la siguiente persona que viera. La secretaria obedeció acongojada por el tono de su voz y tras hablar con ella, Shaoran se levantó, se dirigió al mueble bar, lo abrió y sacó una copa de él. En ese mueble se hallaban muy distintas formas de botellas que contenían muy variadas clases de licores, vinos o cualquier bebida que tuviera una sola gota de alcohol.

El vaso que había sacado era hondo, ancho por lo bajo hasta estrecharse en lo alto. Cogió una botella de cristal con un líquido amarillento el cual tenía algo en su interior, era un lagarto que se hundía en el líquido. El hombre cogió la botella, la destapó y muy lentamente vertió el licor en el vaso. Vertida una pequeña cantidad de ese líquido tapó la botella y la metió entre las demás. Shaoran agarró el vaso con sutil fiereza y cerró el mueble. Se tomó de un solo trago todo el contenido y fijó su mirada en el fondo de él con la mirada entrecerrada, escudriñando las gotas que quedaban. Sus dedos se habían aferrado con fuerza en el vaso al pensar en un ángel.

Levantó la cabeza dejando caer su flequillo sobre sus ojos y de un rápido movimiento tiró el vaso al aire. El vaso voló hacia lo alto del cuarto sin llegar a tocar el techo, su recorrido iba formando una parábola, ascendente y después descendente hasta llegar a una altura situada a mitad del suelo y el techo. En ese punto el vaso se hizo añicos, provocando que el cristal se dispersara por los lados, cayendo al suelo y rebotando en él hasta reposar en el frío mármol.

Shaoran tenía el brazo levantado con el arma desenfundada, humo salía de la boca del cañón, su dedo aún se hallaba tenso apretando el gatillo, lentamente fue relajando el músculo que le hacía tensar su dedo, pero aún así siguió en esa postura, sin inmutarse, ni la repentina llegada de su secretaria ante el sonido le inmutó. La mujer al ver a su señor se marchó en seguida con el rostro pálido y los labios algo abiertos del miedo y el asombro. Shaoran miró delante de sí, mientras que en las afueras del edificio bullía la gente con sus ruidos. Él solo permaneció con la mirada fija en la nada, levantó la cabeza unos meros milímetros para dejar ver un ojo reluciente, un brillo intensificándose mientras la mañana seguía avanzando. Solo podía ver ante él un ángel, un ángel que había partido sin despedirse.

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Dos días habían pasado, una noche lo había acompañado, aunque para la oscuridad que había sido sometida no podía saberlo. Permanecía sentada sobre esa jaula mientras su mirada divagaba por su alrededor. No había comido desde su llegada, la daban agua como consuelo, pero eso no mitigaba las ganas de querer llevarse un pan a la boca. Sabía esconder sus ansias de comida, sus ansias de libertad, sus ansias de venganza, había sido entrenada para ello y todo ese entrenamiento no había sido en vano.

Sus ojos ya se habían adaptado a la oscuridad del cuarto, bueno... en realidad estaba ciertamente iluminado, pero muy pobremente ya que apenas se podía apreciar las dimensiones de la tan 'acogedora' estancia. La mujer canturreaba de vez en cuando, para aliviar también el aburrimiento de su espera, pues no la habían ni torturado ni maltratado ni tampoco guiado a una charla que la explicara su destino, aunque supiera cual era. Solo la habían bajado para darla algo de agua, como a los demás prisioneros. Ellos eran todos hombres, algunos tan famélicos que daba la sensación de que llevaban una eternidad allí. Nadie hablaba, todos se sumían en su propia miseria, Meiling había conseguido robarles unas palabras a algunos de ellos, pero ninguno daba más de dos o tres palabras. Todos se hundían en sus locuras que rondaban ya la demencia extrema, un estado en el que ya no se discierne nada, ni lo que te rodea ni lo que debes hacer ni lo que puedes hacer. Muchos de estos hombres tenían ciertas magulladuras, algunas infectadas dado que no se las curaban, aunque sobrevivían, por el momento. En todo caso le era imposible escapar pues fue despojada de cualquier cosa que la hubiera podido ayudar y aunque hubiera podido abrir la jaula tenía el problema de la bajada.

Aún podía recordar el pasado como si fuera una hoja de un libro que acababa de pasar, la tinta aún húmeda, la sangre aún caliente. Pensaba en ello y pensaba en lo que la estaba sucediendo y no podía pensar en que Mai Fan hubiera tenido que pasar también por esta tortura, pero sabía que ella lo había pasado mucho peor, tanto física como emocionalmente. No le entraba en la cabeza todo lo que pudo haber sufrido antes de ser arrastrada a un final horrendo. Meiling estaba tan sumida en ese pensamiento que no notó el momento en que las cadenas chirriaron para bajar la jaula de la joven al suelo. Cuando abrió los ojos se encontró con esos dos sujetos que la habían traído, que la habían dado de beber durante esos dos días. Se preguntó si ya era hora de su turno de agua pero al ver que los hombres traían unas cadenas y a uno de ellos apoyándose hacia delante con las llaves sonrió para sí misma. Al fin su verdugo le daba fecha a su muerte.

- "El jefe quiere verte"- Dijo uno de los hombres, nada dijeron después ya que el silencio los abatió a todos. La mujer salió arrastrada por un brazo que la sujeta de la muñeca y apenas supo ponerse de pie. Tanto tiempo sentada acaeció sobre ella como una dura piedra sobre sus piernas, casi imposibilitándolas, pero tuvo que obligarse a mantenerse de pie. Los hombres cerraron los grilletes sobre sus pies y sus manos y con la cadena la empujaron hacia delante obligándola a andar. Meiling no se resistió y empezó a caminar, pero varias veces cayó al suelo casi deshecha. El hombre que la llevaba tiraba de las cadenas, incitándola a seguir, con lo que ella volvía a levantarse y proseguía el camino. La mujer volvía a caminar por esos muros de gruesa piedra que antes había recorrido en sentido contrario. No tardaron mucho hasta llegar a una puerta de madera, que antes no había visto Meiling, pues habían entrado por una bifurcación del camino pedregoso. La puerta, maciza y dura, fue golpeada para después esperar por una respuesta de su interior. Al oír un sonido desde el interior, abrieron y metieron a la mujer, que dio un par de pasos para caer al suelo delante de los pies de alguien, la persona del interior dio orden de que se marcharan y esperaran fuera. Los dos desaparecieron tras el mandato y cerraron para vigilar desde el exterior la única salida de la habitación.

- "Humillada ante mis pies"- Dijo con sonrisa socarrona- "Es como vivir el pasado"- Meiling levantó su cabeza con una mirada que brillaba por su odio y su rencor.

- "Grandísimo hijo de..."- El hombre la dio una patada y esta no pudo terminar su frase. El hombre se movió por el cuarto, dando a ver que era un dormitorio, con cierto aire a época medieval. El joven se llenó una copa con un líquido de color sanguinolento y se lo llevó a los labios. Meiling volvió a levantar la cabeza tras el golpe y le miró con más fiereza, si es que eso era posible- "Golpeas como una niña, Dominic"- Dijo con una sonrisa burlona. El hombre se agachó, antes dejando la copa en un mueble y la cogió de los pelos, la tiró hacia atrás y la dio un bofetón en la cara que hizo que le sangrara el labio. Ella se chupó la sangre que salía de él y sonrió- "¿A eso lo llamas pegar?"- El hombre se irritó ante su comentario y la levantó tirando de las cabellos que aferraba entre sus dedos. Ella se levantó, siempre arrastrada por la mano que tiraba de sus cabellos.

- "Te crees muy lista ¿verdad Meiling?"- De un fuerte movimiento la tiró contra la pared y esta golpeó su cuerpo con el muro de piedra- "Pero quien tiene aquí el poder soy yo, no lo olvides"- Meiling se reincorporó apoyándose en un codo y levantó la cabeza una vez más, haciendo que sus cabellos se echaran hacia atrás.

- "El gran dueño de un submundo de palurdos estúpidos"- Dijo mientras seguía sonriendo. El hombre se volvió a por su vaso y se quedó apoyado contra un mueble mientras giraba el contenido de la copa en su mano, una sonrisa dibujándose en su rostro.

- "A diferencia de ti, Mai Fan era mucho más sumisa, como la perra que era y se arrastraba"- Los ojos de Meiling se reavivaron con un fuego tan caliente que ni las llamas del infierno podrían abrasar de tal manera.

- "Cállate. No pronuncias su nombre con tu sucia boca"- La chica se levantó y fue a arremeter contra él pero por el peso de las cadenas y su cansancio, sus movimientos fueron lo suficientemente lentos para que la esquivase y darle la oportunidad de tirar de sus cadenas y devolverla al suelo.

- "¿A caso te molesta que diga como se arrastraba la perra de tu hermana, Meiling?"- La joven luchó por levantarse pero el hombre puso su pie en su espalda tumbándola en el suelo- "¿Cómo me suplicaba que la tomara como la zorra que era? ¿Cómo disfrutaba como una ramera de la calle mientras la daba placer?"- Meiling empezó a forcejar pero el hombre era más fuerte y estaba en mejor posición respecto a ella- "¿Cómo me rogaba que no la hiciera daño? Como una niña, llorosa y temblando por su mísera vida"- Dominic tiró la copa a un lado y bajó para sentarse a horcajadas sobre el cuerpo de Meiling, levantándole la cabeza tirando de sus pelos- "Era una zorra y murió como tal"- Susurró al oído de la chica. Meiling no pudo evitar el dolor y las lágrimas cayeron desde sus ojos, no por el dolor de las mentiras de ese hombre, ni por el suyo propio, sino el dolor y la impotencia de no haber podido hacer nada por salvar a su hermana de ese abominable ser cuando tuvo la oportunidad.

- "¡Mentiras, todo mentiras! ¡Mi hermana jamás hubiera rogado ni suplicado! ¡Mai Fan era una mujer de honor, de fuerza y voluntad! ¡Mi hermana murió digna! ¡Y ahora tú morirás también!"- El hombre la soltó, una carcajada salió de su garganta.

- "No me hagas reír. ¿Y quién me va a matar? ¿Tú? ¿Tú clan?"- El hombre siguió riendo mientras Meiling le miraba con resentimiento y lanzaba juramentos de venganza- "Si una vez no salvaron a tu hermana no esperes que ahora te salven a ti. Te han abandonado a tu suerte, como una vez abandonaron a tu hermana. No esperes que ese clan al que perteneces venga a por ti"- Dijo ahora apagando la risa cruel de sus labios.

- "No necesito al clan para matarte, me basto yo misma para sacarte las entrañas"- Dijo muy segura de sus amenazas.

- "Morirás como murió tu hermana. Mañana será el último día de tu existencia. Realizaremos tres juegos en esa noche, si la fortuna está a tu favor llegarás al último. Un juego muy especial, espero que te guste tanto como le gustó a tu hermana"- El hombre se dirigió a la puerta y llamó a los dos hombres para que se llevaran a la china.

- "Responde a una pregunta"- Dijo cuando la alzaron por los brazos los dos hombres- "¿Por qué mi hermana?"- Dominic se acercó a Meiling y la levantó la cabeza por el mentón.

- "Una Li. Una de las mujeres más cercanas al líder, su sobrina. Fue muy fácil hacer que se enamorara de mi y después abandonara su clan. Ha sido la zorra más dulce que he probado en toda mi vida, nadie hubiera dicho que fuera virgen cuando me la tiré. Deberías de haberla oído..."- Acercó sus labios a su oído y empezó a susurrar- "... gritaba y lloraba mientras gemía como una ramera. Me decía que no, forcejeaba como si fuera una maldita mojigata, para al final abrirse de piernas y dejarse tomar como una perra. Pedía que parara, decía que la hacia daño cuando disfrutaba y gozaba como nunca en su vida. Una vez tras otra disfrutaba como la más puta de las putas"- La joven sintió como se le desgarraba el corazón al oír como el hombre la confesaba el ultraje que hizo pasar a su hermana y dada la cercanía y la oportunidad dada, la joven no la desaprovechó y giró la cabeza. La mujer se abalanzó sobre el lado de la cabeza del hombre y se cernió sobre su oreja. Dominic se sorprendió ante el inesperado movimiento y no pudo apartarse a tiempo de que los dientes de Meiling se cerraran sobre su oreja, arrancándole un trozo de esta. Cuando se apartó de ella la boca de esta estaba cubierta de sangre. Tiró el trozo que había arrancado con su boca y vio como el hombre chorreaba sangre- "¡Jodida perra!"- Dijo con una inaudita furia- "¡A qué esperáis! ¡Pedid ayuda y apartad de mi vista a esta furcia! ¡Llevadla a su jaula!"- Los dos hombres salieron por los gritos de su jefe, uno de ellos se llevó a Meiling mientras el otro corría a pedir ayuda. Meiling caminaba por el pasillo ahora satisfecha de, al menos, haber podido infringirle ese daño, pero esto no se quedaría así.

- "Aún no sabes lo perra que puedo llegar a ser"- Murmuró con una sonrisa manchada de sangre.

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Dos inagotables días donde no estuvieron más que delante del ordenador buscando datos, información con sus nombres, fechas, cifras y lugares, interminables datos que parecían guiar siempre a un callejón sin salida, delante de un muro que te cerraba el paso a tu verdadero objetivo, un muro que te impedía ver la verdad de todas esas mentiras tan bien escondidas.

Tomoyo se había pasado esos dos días en la búsqueda de todo lo que Sakura le pedía, ella era la experta en tecnología y era la única en quien Sakura confiaba de todo corazón. Sakura también se había hecho con un ordenador con el cual tuvo acceso a toda la información, gracias a un programa al cual accedías a los demás programas mediante órdenes de la voz, un programa especial que Tomoyo consiguió y mejoró para uso de su amiga y así facilitarla el acceso a esa gran y basta red de información que era internet. También había sido dispuesta de un teclado y una impresora especiales para la invidencia de Sakura. Ninguno de estos accesorios fue pagado por el dinero del Clan Pirata pues Sakura no aceptaba su dinero manchado con las sucias manos de la delincuencia y la sangre para unos objetos los cuales ella tocaría y utilizaría, solo emplearía ese dinero si fuera necesario otras necesidades para cazar ese mercenario.

El dinero que emplearon las japonesas salió de las cuentas especiales que Saiko Hanasaka, la abogada de estas, había habilitado para cualquier gasto que sufrieran en Hong Kong. La abogada había hecho lo que las dos jóvenes le habían pedido que hiciera y uno de esos favores fue la creación de una cuenta para sus gastos en el exterior a nombre de la madre de Tomoyo, con la libre accesibilidad de su hija a ella. Todos estos pasos bien cubiertos y escondidos de toda persona que pudiera estar interesada en cubrirlas. Habían pedido a la abogada otros favores que por el momento no utilizarían, cada cosa para cada momento y cada momento a su debido tiempo.

La líder del clan, Faith, había hecho que las vigilaran las 24 horas del día, sin que sacaran los ojos de cada movimiento de sus músculos, si solo respiraban de alguna forma extraña mandarían que las ejecutaran sin ningún reparo. Desconfiaba de ellas como ellas lo hacían de ella, pero su instinto la decía que no la traicionarían, aún la eran necesaria. Mientras las dos mujeres se dedicaban a la búsqueda y captura de información, las mujer se dedicó a la búsqueda y captura de los traidores. Todo el mundo sabía que no era bueno jugar con un clan, pues traía ciertas repercusiones bastante fatídicas, todo eso siempre y cuando supieras jugar bien la mano que te tocaba, pero todos sabían que nadie tenía una mejor mano que los clanes, si jugabas con fuego, acabarías... no quemado, sino abrasado.

Jack, el tipo con el ojo rajado estaba en cada momento al lado de su señora, era un hombre fornido, muy amenazador pero que siempre estaba al lado de su señora, sin dudar en ningún momento de ella ni de su extraño criterio para con las invasoras. Ahora estaban en un cuarto sombrío, con una lámpara en el techo que dejaba caer la luz sobre un cuerpo magullado, que respiraba con rapidez. El hombre sentado tenía las manos atadas en su espalda, la cabeza baja y la sangre secándose en sus heridas, su labio cortado, su cara amoratada de los golpes, el hombre levantó la cabeza cuando la puerta delante de él volvía a abrirse, una mujer entró y un gran hombre detrás de ella.

La mujer era alta, de piernas largas y delgadas, curvas discretas y brazos fuertes, se podía apreciar años de ejercicio moderado en su cuerpo, no era una mujer musculosa, pero si se veían ciertos músculos en lugares necesarios. Su rostro era ovalado, carente de pómulos sobresalientes, era una cara algo plana, al igual que la expresión de su rostro. Su pelo era corto como el de un hombre, castaño de un color muy oscuro y los ojos como los rubís, rojos. Vestía de forma informal, con vaqueros y una camiseta que le quedaba ceñida en el pecho, en su cabeza tenía puesto un pañuelo, atado como los piratas lo llevaban en la antigüedad y en sus pies unas botas grandes, no para su pie sino que eran así, grandes, como si con ellas pudiera aplastar hasta los más insignificantes insectos. La joven llevaba en su brazo una marca un tanto especial, un tatuaje el cual estaba dibujada una calavera con un pañuelo y un parece, protegido por detrás por dos espadas cruzadas un tanto especiales pues su forma era muy curiosa. Ese tatuaje solo lo llevaban los líderes de su clan. Cada líder tenía un tatuaje especial que los identificaba y cada miembro de él llevaba también un tatuaje, pero diferentes los cuales indicaban su rango dentro del clan.

- "¿Vas a hablar o prefieres que sigamos con nuestro juego?"- Dijo la mujer caminando hasta llegar detrás de la silla, lo que inquietó al hombre.

- "No sé de que me habla señorita Kindlay, yo no he dicho nada a nadie"- La mujer cogió la cabeza del hombre y la echó atrás, cogió una cuerda que había en una mesa cercana al cuerpo y ató un nudo a su cuello.

- "Que mal mienten los hombres... no te ofendas Jack"- Dijo con una risa en sus labios al gran armario que estaba delante de ella.

- "No me ofendo"- Dijo con una sonrisa al ver como la mujer ataba el otro extremo de la cuerda por detrás de la silla hasta dejar bien quieta la cabeza, sin poder moverla hacia delante sin que se ahogara en el intento.

- "Bueno... James, James, James... ay... creo que hoy arreglaremos ese problema tuyo con las mentiras"- La mujer se puso detrás de la mesa y empezó a pasar su mano por los diferentes artilugios sobre ella. El hombre miró de soslayo los diferente objetos de metal que brillaban bajo la única luz del cuarto- "¿Qué tal te parece esto Jack? ¿O mejor este otro?"- La mujer le señaló dos objetos y el hombre señaló el de su derecha con la cabeza- "Como me conoces, a veces me das miedo..."- Dijo cogiendo el objeto. El hombre solo sonrió. Jack había sido su amigo y su ayudante desde hacía 11 años, cuando ella solo tenía 18. La mujer le había salvado de un mal destino aún siendo tan joven y además mujer, tenía una deuda con ella que hacía ya tiempo habían saldado, pero su admiración por la determinación de la mujer y se respeto por ella habían hecho que se quedara a su lado, para protegerla.

- "Le juro que no sé nada, por favor..."- Jack cogió una silla de un rincón en la oscuridad y la puso delante del joven, la mujer se sentó delante de él apoyándose con los codos en sus piernas, mientras que en su mano jugaba con algo largo y fino de brillo metálico.

- "He sido buena y te he dejado los dientes, solo te he hecho algunos moratones y algún pequeño corte que otro, pero la paciencia es una virtud que no poseo, así que... o me dices quien ha sido el que te ha pagado para que nos traiciones o te juro que tendré que resolver por métodos drásticos tu problema con las mentiras"- El hombre tragó saliva y no hubo respuesta, la mujer miró a Jack y este se encogió de hombros, ella también se encogió de hombros y se giró para alzar el largo objeto que era una larga punta de metal, similar a la parte punzante de un punzón de hielo. Bajó el objeto justo en el muslo del hombre, traspasando la tela y la piel y clavándose en la silla, el hombre dejó escapar un grito ahogado- "Ahora te voy a dar a elegir, o me dices quien ha sido o sacamos el punzón y nos dirigimos a otra parte de tu cuerpo, seré buena y te daré a escoger que parte"- Dijo apoyando su brazo sobre el respaldo de la silla y cruzando las piernas. El hombre no respondió, solo apretó los dientes en su dolor- "Mira Jack, parece que sigue negándose a hablar"- La mujer cogió el objeto de metal y lo levantó, el hombre intentó levantar la cabeza pero las cuerdas en su cuello se lo impedían, solo pudo aguantar el dolor en silencio. La sangre salía de la pierna.

- "Tal vez empiece a fallar tu encanto de convicción"- La mujer le miró con un mohín en sus escasas mejillas y entonces se giró hacia el hombre que respondía al nombre de James.

- "¿Piensas igual James?"- Dijo la mujer cogiendo la fina vara pasándola por la otra pierna del hombre- "Tal vez necesites un incentivo mayor para hablar"- La mujer subió sigilosa la vara hasta llegar a la entrepierna. Jack vislumbró una sonrisa- "He cambiado de opinión, mejor decido yo donde será el siguiente punto de tu anatomía que vaya a atravesar"- La mujer dio un par de golpecitos advirtiéndole el lugar a desear. La mujer alejó la vara y se decidió al siguiente punto- "Allá vamos"- Pero antes de poder hacer nada más el hombre la gritó y en el rostro de la mujer se dibujó una sonrisa satisfecha, mientras Jack intentaba contener la risa.

- "Señorita Kindlay me matarán si se lo digo"- La mujer se detuvo en el aire.

- "Ahora no deberías de preocuparte por ellos sino por mi"- La mujer quedó callada por un momento pero en seguida prosiguió con su maniobra, el hombre al ver que el brazo se movía decidió hacer algo.

- "Le diré lo que sé, se lo diré, pero por dios deje de seguir con esta tortura"- La mujer tiró la vara sobre la mesa y apoyó un pie entre las piernas del hombre acercando su cara a la de él.

- "¿Y bien?"- Preguntó expectativa.

- "Fue un hombre, un hombre extranjero, no sé de donde, no sé su nombre, pero me dijo que tenía que darle esos datos para un asunto importante. Le juro que no sé nada más señorita Kindlay"- La mujer se apartó y se giró a mirar a Jack.

- "¿Cómo era ese hombre?"- Preguntó dándole la espalda.

- "Rubio, alto, bien parecido, de ojos azules, con acento, una persona my educada, una persona bastante rica. No sé nada más, se lo juro"- La mujer miró a Jack con inquietud, ese no era el hombre ruso con el que había tratado, además de que esa descripción era de la clase de hombre que escaseaban en la ciudad, rubio y de ojos azules.

- "¿Cómo contactabas con él?"- Preguntó con voz más fría, ya sin ningún atisbo de diversión.

- "Él era el que se acercó a mi, él era el que contactaba conmigo, jamás me dio números ni direcciones, solo me llamaba y nos encontrábamos en un lugar escogido por él"- Dijo atropelladamente.

- "¿Sabes si respondía ante alguien o era él el que se encargaba de todo?"- Preguntó la mujer con sutileza.

- "Respondía ante alguien, lo sé porque siempre me decía mencionaba algo sobre un jefe"- Dijo mientras sentía aún la soga alrededor de su garganta.

- "¿Estás seguro de que jamás oíste nombres?"- Volvió a preguntar la mujer con cierta disconformidad. El hombre quedó callado, pensativo, después pareció que algo en su mente se abrió y dije.

- "Sí, alguien llamó a este hombre... mmm... Chevalier"- Dijo con complacencia, pensando que esta información salvaría su vida.

- "Gracias"- Dicho eso, la mujer se dio por satisfecha y salió con Jack. Ya paseando por el pasillo miró al hombre con inquietud- "Es hora de hablar un poco más con nuestras dos invitadas"- El hombre cabeceó de acuerdo.

- "¿Y James?"- La mujer se paró y le miró con suma distancia y frialdad.

- "No soporto a los hombres mentirosos así como no tolero las deslealtades, ya sabes lo que hacer"- El hombre comprendió y se separó de ella sin más que decir. Faith se dirigió al cuarto dispuesto para las dos mujeres mientras seguían con su parte del trato. Cuando llegó vio a los dos hombres de la puerta y estos se la abrieron dejándola pasar.

- "Buenas tardes señoritas"- Dijo entrando de golpe sin previo aviso, ninguna de las dos se molestó, simplemente levantaron la cabeza dejándola entender que sabían de su presencia- "Creo que necesitamos resolver algunos asuntos aún no aclarados"- La mujer se acercó a ellas y estas siguieron en su búsqueda.

- "Pregunte todo lo que quiera, pero no le puedo asegurar una respuesta, ni tampoco que sea de su agrado dicha respuesta"- La mujer se hizo con una silla y se sentó cerca de la invidente.

- "Es de comprender..."- Dijo con una mueca de diversión torcida- "Al parecer el traidor nos ha dado la pista de que hay otro hombre en el asunto, lo que hace que la trama de esta aventura se lie con más interés"- Sakura paró de teclear y se giró para atenderla- "Un misterioso hombre extranjero de ojos azules y cabello rubio atendiendo al apodo de Chevalier a entrado en escena"- Dijo con su tono jocoso. Tomoyo y Sakura se miraron curiosas.

- "¿Chevalier?"- Preguntó Tomoyo algo incrédula.

- "Sí, ¿ocurre algo?"- Preguntó sin entender la reacción de las mujeres.

- "No es nada, solo que es algo curioso que le llamen Chevalier"- Pensó Sakura mientras se llevaba los dedos a la barbilla- "Es decir... Chevalier... no creo que sea un chevalier por nada del mundo"- Tomoyo la miró con un brillo que parecía de diversión- "Mire... chevalier es una palabra francesa que viene a decir caballero, lo cual dudo que lo sea ese hombre"- Dijo con cierta aires de intimidad.

- "La verdad es que es muy curioso"- Comentó Tomoyo también con diversión, aunque dada la descripción del hombre, nadie dudaría que en otra época podía haberle llamado caballero, con sus ojos azules y el pelo dorado, sin duda era algo realmente curioso- "Tal vez sea el jefe de Iván"- Dijo ahora volviendo al asunto- "Sabemos que Iván trabajaba para alguien, seguramente este hombre"- Podía ser una explicación sencilla.

- "Probable, sin duda"- Dijo Sakura- "Pero eso no es lo que la traído aquí ¿verdad?"- La pirata sonrió.

- "Lo que me lleva comiendo el coco todo este tiempo es... que si me mintieron sobre el negocio que hice, es de suponer que la mercancía que traje también sea algo que no es lo que yo pensaba que era, antes no me urgía saberlo pero ahora..."- Sakura se echó atrás en su asiento y cruzó las piernas

- "La curiosidad la mata"- Contestó con una sonrisa.

- "Todo esto me lleva a suponer que si me han ocultado la verdad por esa mercancía... debe ser algo realmente importante"- Sakura sonrió, sabía que esa pregunta no tardaría en ser realizada, solo era cuestión de saber cuando iba a ser realizada- "A lo que me lleva al quid de la cuestión... ¿qué diablos he traído en mis barcos?"- Tomoyo miró de soslayo a las dos mujeres pero continuó a lo suyo.

- "Por lo que sé, lo que ha traído no es algo importante, si solo hablamos de lo que ha traído claro"- Dijo Sakura con cierto retintín de saber algo que nadie sabe- "Pero si resulta que esta mercancía es usada para otros fines, tenemos en manos algo muy peligroso y que decir valioso"- La mujer seguía el razonamiento, pero eso no acallaba la pregunta- "Lo que usted ha traído a este país es cierto compuesto que sirve para la realización de cierta droga"- La pirata entrecerró la mirada- "Esta droga es lo que se dice un éxtasis para los sentidos, tanto... que puede llegar a ser mortal"- La mujer se quedó ceñuda ante la respuesta.

- "¿Y por qué me mintieron? Yo no tengo reparos en traer esa clase de mercancías"- Dijo con aire resuelto.

- "No es el problema que pueda usted tener o no en traerlo, sino esconder la llegada a otras personas, que evidentemente no desean que sea descubierto"- La mujer se quedó pensativa y tras su silencio preguntó de nuevo.

- "¿Y cuál es esa droga?"- Sakura se giró y siguió tecleando, completamente sería.

- "El problema de esta droga es que no es única, ya que tiene tres derivados, según la distribución y la preparación de estas con los tres elementos principales que la componen pueden llamarse de 3 maneras diferentes"- Dijo ahora con tono frío- "La primera y por lo general menos mortífera es Edén [2], la segunda es Tártaro [3] y por último está Tánatos"- Dijo Sakura en tono bastante sombrío- "Todas estas drogas son mortales, si eres un maestro en su uso claro. Todas provienen de una misma planta y todas se combinan con otros tres elementos, según la cantidad de la composición se crean estas drogas, es todo lo que necesitas saber"- La mujer se quedó callada, no iba a decir nada, era muy común la llegada de una nueva sustancia al mercado, pero no sabía porque, había algo en sus nombres que le resultaba extrañamente familiar.

- "Un momento... si lo que dices es verdad, estas sustancias, si son tan peligrosas, serían un gran peligro entre los compradores"- Dejó de lado el pensamiento anterior para sustituirlo por este otro. Tomoyo que se había mantenido al margen, intervino.

- "El problema de esta droga es que produce adicción y con solo probarlo la primera vez, aunque sea solo un leve contacto con esa sustancia, te vuelves un adicto"- Sakura siguió a tomo justo en el momento que ella se paró.

- "Y es tal esa adicción que es imposible dejar de tomar más y en mayor cantidad hasta que..."- La mujer comprendió lo que quería decir la japonesa de ojos verdes.

- "Pero si se llega a saber esto la gente dejará de tomarlo, hay adictos, sí, pero hay toda clase de personas que compran estas drogas, los novatos y los más experimentados, por llamarlos así"- Tomoyo dejó escapar un suspiro.

- "El problema es que difícil demostrar que las drogas son las causantes de estas muertes"- Dijo Sakura con voz callada- "De estas 3 drogas, la primera, Edén, es la más blanda, para conseguir una muerte tienes que haberla consumido por mucho tiempo, pero como he dicho todo depende, de dosis, pureza del material y resistencia del sujeto"- Sakura quedó callada un momento y las dos mujeres la observaron, Tomoyo con preocupación y Faith con interés, esta mujer sabía muchas cosas de esta droga, demasiadas- "La segunda droga, Tártaro, es más dura y por ello más letal que la primera, si se abusa continuadamente de esta droga, está asegurada una muerte en... medio año, a lo sumo podría durar ocho meses o incluso morir en la primera dosis"- Para Faith el mercado de las drogas no era de su interés pues con su negocio de transporte ganaba lo suficiente como para sobrevivir y darse los lujos necesarios- "Y la última y mortal, Tánatos, la cual con solo una buena dosis te mataría al instante, lo cual es clasificada de veneno y no de droga, pero aún así, se puede vender como tal. Claro que, como ya he dicho, si sabes dominar estas tres drogas puedes utilizarlas de una manera un tanto diferente al uso que van a dar cuando se venda en las calles"- Faith miraba a Sakura a sus ojos y vio una extraña sombra de oscuridad.

- "Realmente no me importa lo que llegue a pasar con esas drogas, pero no me gustaría que con esto se formara un reguero de muertos por la ciudad, no sería conveniente"- Aunque la verdad fuera esa, que realmente le importaba muy poco o nada todo esto, era un gran inconveniente para algunos otros clanes y tampoco era como para quedarse aliviado, pues cualquiera de sus clientes podría morir, después de todo, no eran unos santos.

- "Aún así creo que me ayudará ¿verdad?"- La mujer la miró desconfiada, desde el principio había mostrado muchas de sus cartas sobre la mesa, pero resultaba que la joven escondía más de un as en la manga.

- "La verdad es que no me convendría esa situación, podría dejarme sin clientes"- Dijo con tono irónico- "A todo eso... ¿por qué dice que esto me hubiera causado un problema con el Consejo del Pacto?"- Sakura sabía que esa mujer no era tonta ni tampoco se mordía la lengua.

- "Creo que a estas alturas sabrá lo que ocurrió en la mansión Giovanni"- La mujer asintió para sí misma- "Pues la hermana melliza del joven Marco Giovanni fue envenenada con una de estas drogas y que relacionaran esto con su cargamento..."- No había que ser muy listo para ver a todas luces lo que conllevaría eso.

- "Sí. Eso hubiera provocado un conflicto entre nuestros dos clanes y cierta inestabilidad en el Pacto, sin duda. Aún así sigo sin entender que gana usted con todo esto"- Tomoyo paró de teclear y la pirata supo ver la intranquilidad de la prima de Sakura.

- "Muerte de inocentes, una batalla absurda y un conflicto a escala mundial, además de que no conseguiría lo que busco y al final tendría que resignarme a la nada y eso es algo que no me propongo conseguir, por nada del mundo dejaré que eso ocurra"- Una mirada inquietante era lo que se podía ver en los ojos de Sakura, una mirada que te dejaba helada. Faith Kindlay se había criado entre tiburones, pero no todos lo tiburones que enseñaban sus dientes eran los más peligrosos, a veces, los que no los mostraban resultaban ser los más letales.

- "Entonces tenemos que encontrar al bastado rubio de ojitos azules y al ruso"- Tomoyo quedó mirando la pantalla a medida que salían datos y su mirada fue empezando a ensombrecerse, con un par de tecleos le pasó los datos a Sakura que ya tenía las manos sobre el teclado braille, a medida que leía sus ojos se abrían.

- "¿Has confirmado estos datos?"- Dijo Sakura seria.

- "Sí, tres veces"- Faith las miró con interés y Tomoyo empezó a enumerar los datos que salían- "Iván Kornakov, mercenario, conocedor en las armas militares, experto en pistolas, ametralladoras, bazocas, misiles... también gran experto en batallas cuerpo a cuerpo, en pocas palabras, un ex soldado"- Sakura empezó a teclear y entonces las dos siguieron un ritmo acelerado en su seguimiento.

- "Entra en la base de la policía, en las fichas policiales y en el informe del forense"- Dijo Sakura acelerada. Faith se posó detrás de las dos mujeres y vio como estas invadían la base de la comisaría de Hong Kong, invadiendo sus entrañas con suma facilidad- "¿Lo tienes?"- Tomoyo entró por varios atajos y dejó alguno que otro señuelo de por medio, evitó trampas y deshizo contraseñas como la más experta de los hackers mientras Sakura entraba en otro lugar que desconocía la líder pirata.

- "Tengo los datos, no se puede saber mucho del hombre, murió carbonizado si mal no recuerdas"- La invidente sacó una lista en la pantalla de su ordenador y en un instante localizó un nombre entre ella

- "Te paso los datos"- Tomoyo analizó el contenido del documento recibido y los comparó con los de la ficha forense delante de ella- "¿Y bien?"- Preguntó Sakura.

- "Señoritas... Iván Kornikov está oficialmente muerto. El hombre es uno de los dos locos que murieron en la mansión Giovanni"- Los hilos del destino había tejido una tela muy complicada a su alrededor.

- "Entonces el rubio puede haber sido el tercero y único superviviente"- Dijo Sakura desconcertando más a Faith.

- "Si acabo de entender lo que creo que acabo de oír, esto es un lío mayor que una simple venta de drogas en el mercado"- Dijo Faith empezando a pasearse por el cuarto- "Esto no puede quedarse así, debo informar a los demás clanes, ya ha sido muy difícil ocultarle esto al anciano, pero esto... se está convirtiendo en algo de gran magnitud"- La mujer se iba a marchar cuando Sakura avanzó hacia ella con seguridad y la cogió de un brazo, guiándose por el ruido de su movimiento al rozar con el aire.

- "No puede informar a nadie de esto"- Dijo severa.

- "Se equivoca, puedo y lo haré"- Pero Sakura la giró y la hizo chocar contra la puerta, apretando su brazo en el cuello de ella.

- "No lo hará Kindlay, esto es un asunto mucho más grave de lo que cree, no lo ha pensado fríamente pero... ¿y si tiene más traidores a su alrededor? Antes de que pueda decir nada ya la habrán matado. Le aseguro que las cosas no son tan sencillas como para ir corriendo delante de su anciano e informarle de todo este maldito embrollo. Piénseselo bien... ¿está segura qué no hay más traidores?"- La japonesa la soltó, Tomoyo se había levantado mirando lo sucedido delante de sus ojos, la pirata la miró con algo de recelo, no la conocía, so sabía quien era en realidad, había entrado en su mundo de golpe como un misterioso relámpago en una noche despejada. Todo estaba en su contra pero su razonamiento no era equivocado y tenían pistas de que todo eso fuera un entramado tejido creado por una araña de veneno mortal, solo eran suposiciones pero necesitaban pruebas, a ser posibles bien sólidas en unos cimientos indestructibles, no podía presentarse con solo sospechas.

- "Empiezo a creer señorita Tomonoki que es demasiado sagaz e inteligente para ser una mera chica común y corriente"- Ese tono humoroso y como si todo le pareciera divertido volvió a su garganta.

- "No soy una chica común y mucho menos corriente, soy única, como todos en este mundo"- La mujer abrió la puerta detrás de ella y la sonrió con confianza y diversión.

- "Tiene razón al decir que somos únicos, pero no existe nadie tan especial como usted, créame, tiene algo que la convierte en una caja de sorpresas"- Sakura quedó parpadeando pero le dio una réplica antes de que se marchara.

- "La caja de Pandora era una caja de sorpresas no muy gratas"- La mujer rió con humor y añadió.

- "Pero al final quedó la esperanza en su interior. La esperanza que viste de verde, como sus ojos"- Una comparación bastante curiosa era la que había empleado, pero aún así, Sakura supo que esa mujer sabía en donde se había metido y sabía los pasos que no debía dar si quería que todo saliera perfecto, como su negocio de transporte, todo debía llegar sano y salvo a puerto firme.

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Dos malditos días, que ni en el infierno podría haber vivido nunca. Dos días donde su mente no hacía más que divagar en las torturas más horrendas y más dolorosas como las más pasionales y más fervientes que su mente podía imaginar. La locura de la separación y el dolor del abandono se habían mezclado en un torbellino de desenfreno en su mente. Jamás una mujer había tenido tal dominio sobre él, jamás una simple mujer le había hecho sentir, sentir con esa intensidad, sentir esos sentimientos jamás descubiertos hasta hoy. No sabía si darle muerte para así acallar sus sentidos más sensibles que antes o apagar de una vez esa sed de ella que tanto le mataba por dentro. No sabía que hacer pero si sabía una cosa, fuera lo que fuese a hacer lo haría de forma tan radical que no dejaría que ella dominara esa parte de él, que tuviera una baza de poder controlarle y convertirle en un ser dominado, porque él hacia lo que quería, cuando quería y con quien él quería, no iba a ser dominado por una muñequita rebelde y lo suficientemente audaz como para escaparse de su dominio.

Esa tarde la había pasado en su rincón de entrenamiento, en una sala amplia, acolchada en el suelo para entrenar. En esa sala había quedado sentado, con las piernas dobladas como un indio y con las manos caídas sobre ellas, su cuerpo erguido y su mente vacía o al menos eso fue a lo que iba, aunque no hubiera resultado. Durante dos días ninguno de los criados se atrevió a acercarse a él, pues iba por toda la casa armado, sin dejar ni un solo momento las pistolas de su clan. Eriol había percibido el aire de furia que le rodeaba y también se había acercado a él con cierto recelo que le llevó a pensar que en cualquier momento se atrevería a levantar una de esas pistolas y volarle la cabeza. Esa misma tarde cuando tuvo ya la noticia confirmada se acercó a sala de entrenamiento y vio a Shaoran practicando con la espada, con la mirada más ceñuda de lo que normalmente estaba. Dio unos ligeros golpes sobre la puerta y Shaoran giró la cabeza amenazante.

- "Si no traes novedades será mejor que salgas"- Le había visto enfadado, le había visto irritado, pero jamás le había visto encolerizado, irritado, preocupado y dolido al mismo tiempo, era muy peligroso acercarse a esa clase de fieras, podían arrancarte un brazo si se lo proponían.

- "He traído novedades que creo que te interesarán"- Eriol se acercó a Shaoran para entregarle los documentos pero Shaoran le señaló con la espada los pies, Eriol miró a sus pies y se descalzó, más tarde Shaoran le señaló una espada a un lado y le indicó que dejara los papeles al lado de un banco pegado contra la pared.

- "Infórmame personalmente, no me gusta el papeleo"- Shaoran se giró a un lado quedando al otro lado de Eriol que se había remangado y se disponía a coger la espada que había.

- "Me parece que no es justo, sabes bien que mi fuerte no son las espadas"- Dijo con el humor que le caracterizaba.

- "No te preocupes, todo dependerá de tu informe, no de tu manejo con la espada"- Por lo visto el plazo de 3 días había ido muy en serio. Eriol arrancó la espada de su apoyo y la levantó delante de él. De joven había dado esgrima, pero la esgrima no podía compararse a lo que ahora iba a suceder. Los dos se saludaron y tras unos minutos de silencio cada uno se abalanzó hacia el otro.

- "He encontrado información del posible paradero de Meiling"- Dijo tras sortear unos sablazos de su oponente.

- "¿Posible?"- Shaoran movió su manos hacia los lados de su oponente, estaba jugando con él, no iba a atacarle tan abiertamente y terminar con él con demasiada facilidad, sería muy aburrido y necesitaba entretenerse.

- "Mañana se celebrará una sesión, lo que no asegura que Meiling este presente, pero dado a que Dominic es un retorcido supongo que lo más probable es que haga jugadora a Meiling en los juegos de mañana, además..."- Shaoran empezó a retroceder a los, ahora, ataques de Eriol. El joven inglés se defendía decentemente, pero no era un experto, a diferencia de Shaoran que se había entrenado en casi todas las armas de lucha, así como la lucha cuerpo a cuerpo.

- "Sigue... no te interrumpas por mi"- El joven dio un giro repentino que hizo desequilibrar a Eriol que tuvo que recuperase a rápida velocidad cuando la espada se dirigía a su costado, el bloqueo llegó en el momento idóneo.

- "Además... el último juego que se realizará será el juego en el que murió tu prima Mai Fan"- Shaoran entrecerró la mirada al recuerdo.

- "Sigo sin entender porque Meiling, porque el riesgo y porque ahora después de tantos años"- Dijo mientras a cada estoque de su espada arrinconaba a su oponente de gafas.

- "Ya te dije que mi campo no son los contactos de la calle"- Shaoran le fue a dar otro golpe de espada pero este lo esquivó y se deslizó por el acolchado hasta quedar detrás de Li, que al parecer había preveído su movimiento.

- "¿Y el otro asunto?"- Eriol se dispuso a lo peor, pero no sabía que lo peor, no era lo que él imaginaba, sino algo mucho mayor.

- "Es como si jamás hubieran nacido. He investigado su pasado, huérfanas, mantenidas por sus propios medios, hasta que cumplan los 25 años no podrán tocar una herencia, que dejó la madre de Tomoyo que falleció hace 8 años. Sin dinero, sin medios para esconderse, pero desaparecidas como si jamás hubieran pisado Hong Kong"- Shaoran dio un golpe furioso a la espada de Eriol, que hizo que volara de sus manos, dejando al hombre de ojos azules desarmado. De una patada le tiró al suelo y le dejó la espada en su cuello.

- "Dame una razón para que no te mate"- Eriol vio en los ojos de Shaoran algo que jamás había visto, por lo menos no hacia él. Ya era la tercera ocasión en que lo amenazaba en lo que llevaba la desaparición de las chicas y cada vez que lo veía su expresión se tornaba más y más sombría.

- "No voy a suplicar por mi vida, pero sería de necios matarme sabiendo lo que te he ayudado y mi lealtad. Si con esto te sentirás mejor, hazlo"- Shaoran permaneció quieto mirándole con ira.

- "¿Cuándo será la sesión?"- Eriol le miró desafiante. Por primera vez en su vida creía que Shaoran se había vuelto loco.

- "Mañana en la noche"- Shaoran se separó y se marchó a por su toalla, apartando la espada de su cuello, que aún se encontraba levemente magullado por la punzada del abrecartas.

- "Pues reza para que mañana dios te ayude a hallar una señal de su rastro, porque si no mueres en esa sesión, no te muestres ante mi si aún amas tu propia vida"- Eriol le miró callado, sabía que en esos dos días había estado hablando muy seriamente en lo concerniente a su vida, tan seriamente que era alarmante, pues... era evidente que era una cuenta contrarreloj y aún no había estallado la bomba, ¿Cuándo lo haría?. Esa rabia que contenía cada vez se hacía más notable en su comportamiento, aunque reposado y tranquilo, se estaba volviendo más descuidado y peligroso, hasta ahora se contenía, a duras penas, pero lo lograba. ¿Le contenía la fuerza de voluntad? ¿u otra razón?

- "No creo que me vea en la situación de preocuparme por mi vida"- Fue la réplica de Eriol. Shaoran le dejó y se atravesó la puerta para ducharse, las criadas que se cruzaban en su camino retrocedían en el mismo instante en que su señor salía del cuarto y escapaban de la forma más discreta posible, desprendía un aura aterradora.

- "Más te vale Eriol... por tu bien"

- "Una vez oí de tu boca pronunciar una frase... mmm...."- Empezó a divagar dentro de su mente el joven inglés- "¡Ah, sí! 'Emociones simples de una mente débil' Fue lo que me respondiste cuando te pregunté si no tenías sentimientos. Ahora creo que tienes razón, tus 'emociones simples' te guían sobre una 'mente débil', pero..."- Shaoran se giró sobre sus talones y le miró ensombreciendo la mirada- "... tu fuerza exterior y tu determinación son más fuertes... en realidad creo que esas emociones han potenciado tu peligrosidad"- Se mofó con una risa. Shaoran ignoró el comentario y se marchó, dejando a Eriol con sus razonamientos, pero aún podía oír las palabras de Eriol- "Las emociones no te debilitan Xiaolang"- El joven ya se había marchado y ahora Eriol hablaba con el aire- "Sino que sacan tus puntos débiles. Sentir odio... amor... pasión... pena... compasión... o... tristeza... agudizan tus fuerzas sobre un objetivo y ellas delimitan tu verdadera fuerza, poniendo adversidades en tu camino. No, amigo, te equivocas si piensas que sentir es ser débil, pues tú te has dejado arrastrar por un sentimiento que ha demostrado que eres un ser realmente fuerte y que tu debilidad es el objeto de tu fuerza"- Eriol rió a carcajadas- "Es curioso que tu fuerza y tu debilidad estén concentrados en un mismo punto, o mejor dicho en una sola persona"- El hombre rió sin gracia, sin sentimiento, simplemente reía porque realmente era una situación que acababa de demostrar solo la punta del iceberg, pues iba a ser mucho más compleja de lo que ahora vivían, estaba totalmente seguro de ello.

Desde que le conocía muy escasas veces había montado en cólera como esos días, las podía contar incluso con los dedos de una mano y debía añadir que nunca hasta ahora había tenido la oportunidad de ver ese tatuaje legendario que solo se mostraba en la sangre de los Li.

Eriol se levantó del suelo acolchado y se palmeó los muslos echando la suciedad de sus pantalones, se colocó la ropa, cogió los papeles y se marchó.

Una noche pasaría y otro día llegaría y en ese día el juego comenzaría.

N. de A: Bueno..... creo que la gente sigue sin leer las notas de autora porque tengo explicado y reexplicado que las cards y sus guardianes no tiene poder activo en este fic, si no... creánme ya hubiera habido escenas de magia, entonces... ¿para que aparece Kero? ¿Y el libro? ¿aparecerá Yue? A lo primero y segundo lo comprenderán a medida que avance la historia, a lo último, no estoy muy segura pues sería algo complicado, pero si aparece no será para mostrar sus poderes. Como han visto a lo largo de la historia me refiero a Kero como guardián del libro y de su ama, pero no hago que demuestre ni su aspecto original ni sus poderes. Espero que la gente lea esto T_T.

Bueno, a lo que sigue con la historia... espero no haber puesto demasiadas palabras malsonantes pero esta historia es así, así que si alguien se siente molesto u ofendido que deje de leer el fic porque en la vida real se utilizan muchísimas palabras y peores, hasta el momento me he moderado, pero en un futuro no lo haré tanto, solo quiero que sepan que esperen algo más fuerte, si eso llega a ser posible.

A lo de las escenas S+S... creo que era evidente desde el cap anterior que no habría ninguna en este y no esperen ninguna en el siguiente cap, aunq confieso que estoy ansiosa de escribir una escena S+S XD.

Y por último, espero no haberme extendido en mis agradecimientos de arriba pero tenía que hacerlo, agradecer a todas esas personas que escriben sus reviews para que siga la historia, de verás lo agradezco mucho y les agradezco su paciencia ^^.

Aps!!! Recordar que tengo otros fics -.¬, sip, y donde en uno de ellos no ha llegado a los 5 reviews así que esperen una actualización algo tardía, puede q más de lo normal T_T.

Por último les voy a proponer un juego XD, así que la actualización del fic, por primera vez en la vida estará en manos de los lectores. Les voy a poner 3 adivinanzas y hasta que no adivinen las 3 no pondré el siguiente cap, en todo caso si lo adivinan, tendré un margen de una semana para subirlo (entiéndase... por si me pillan desprevenida y no lo he llegado a terminar). Es mi vena juguetona, O.o.

1*Una cosa quisicosa cruza el río y no se moja

2*Verde nace, verde se cría, y verde sube el tronco arriba.

3*Tengo dos niñas gemelas, que siempre conmigo van; las quiero como a mi vida; no tienen para mí igual.

Son fáciles, les deseo suerte ;)

Notas del fic:

[1] Lanzar el guante: Se hacia antiguamente para lanzar un duelo, normalmente de honor xD, algo que se realizaba solo pro hombres (¬¬ machistas... XD) y que se hacia cuando se ofendía a uno o alguien cercano para limpiar su honra (soy yo o esto parece una costumbre un tanto absurda O.o, eso de utilizar la violencia... TROGLODITAS!!! Q existe la boca para hablar) en lo general se hacían duelos de pistolas, pero tampoco era anormal ver duelos de espadas. Espero haber enseñado a las personas de ahora a jamás lanzar el guante no os vayáis a encontrar con un desalmado que os rete XD

El blanco y el negro: Esta nota es para aclarar que en los funerales chinos, la familia allegada al muerto siempre se viste con trajes tradicionales de color enteramente blancos, mientras que los amigos y familiares lejanos visten de negro, como en cualquier otro funeral.

[2] Edén: Palabra hebrea que significa 'Paraíso terrestre'. Según el Génesis en este lugar fueron colocados Adán y Eva. Es el símbolo de un lugar placentero y delicioso, también conocido como Paraíso.

[3] Tártaro: Conocido en las leyendas griegas como lugar donde moraban las almas de los condenados, según estas leyendas se esperaba que el Tártaro distara de la Tierra como esta distaba del Cielo. También conocido como abismo de los Infiernos. El Tártaro, según en la mitología clásica, era una de las cuatro regiones subterráneas o infernales, estas estaban compuestas, además del Tártaro, por: Hades, Erebo y los Campos Eliseos.

Para cualquier otra cosa eternal_phoenix_light@yahoo.es

Zai Jian