Jamás imaginé que me enamoraría de una chica de 17 años. Nuestro encuentro fue espontáneo y sin precedentes, con un golpe de por medio que me dejó dislocado, y, por alguna extraña razón, fascinado.

La primera vez que nos encontramos me cautivaron sus ojos verdes parecidos a la piedra jade, centellantes e inocentes.

La segunda vez que nos vimos, fui espectador de su inquietante y hermosa sonrisa.

La tercera vez que estuvo frente a mí, ella estaba en medio de mi departamento tartamudeando debido al nerviosismo.

Y supe que a partir de ese momento Sakura sería mi perdición.

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Dicen que el amor duele.

Siempre lo percibí como una metáfora, pensando que era una estupidez en donde uno intenta justificar el escozor y pesadez de un supuesto corazón herido después de una ruptura amorosa.

Jamás le tomé importancia a esas palabras, hasta ahora, tendido en la entrada de la compañía, con voces a mi alrededor llenas de preguntas sobre mi estado.

El amor duele. Y lo comprobé físicamente cuando llegó el golpe en la cabeza con un balón amarillo, no advertí de él por estar atento al itinerario que planteaba mi secretario y caí en lleno al suelo maldiciendo entre dientes.

Cuando comencé el día jamás imaginé este giro de acontecimientos y tampoco que así conocería a la chica que robaría mi corazón: fue espontáneo e inesperado. No lo busqué, ni tampoco me esforcé, había otras cosas en las cuales ocuparme, que preocuparme por un aspecto tan banal, que —a mi parecer— no valía la pena considerar.

—¿¡Te encuentras bien!?

Unos ojos verdes mirándome desde arriba, tan cautivadores y llenos de ansiedad a que respondiera. Sus mechones rosas me hicieron cosquillas en las mejillas y el pesar agradable de mi pecho me alertó.

—Rosa...

Una chica con un peculiar cabello rosado y ojos tan verdes como las piedras jade resaltando su rostro agraciado rostro, fue lo primero que pensé al enfocarla mejor. Lo segundo que noté fue su uniforme de preparatoria, evidenciando en rango su posible edad.

Y lo tercero, que el nombre de mi amor resultó ser Sakura, como las flores de cerezos.

¡Hola!

Sí, sé lo que piensan: ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO ALE? si sí. Publicar otro fic cuando tengo otros dos en proceso es mi pasión -risas-

Bueno, y aquí comenzamos de nuevo con otro fanfic de esta hermosa pareja aclarando que es un AU un tanto cliché de romance de diferencia de edad. Y aquí es dónde quiero marcar los siguiente dos puntos:

Primero, la diferencia entre Sasuke y Sakura será de 6 años (para que no les agarre desprevenidos).

Segundo, si no es de tu agrado tal dato, por favor, abstente de dejar comentarios hirientes y destilando odio.

Y ya aclarando estos puntos, podemos seguir con programación habitual -risas- en fin, espero que me acompañen en esta nueva travesía. Este fic no tendrá una trama tan compleja como El Sonido del Silencio o Descendientes del sol; más bien, será un fic dulce lleno de romance y algo de drama. Estaré publicando el primer capítulo en un rato para que le echen un vistazo.

Alela-chan fuera.