Entre un mar de recuerdos

By: Guerrera Lunar

Cap. 4: …me vi atrapado por la oscuridad, por tu oscuridad…

Al momento en que el castaño trataba de calmar al albino, lejos de ahí, muy lejos de ahí, dos hermanos estaban reviviendo una pesadilla que ya antes los había echo caer en un abismo profundo y oscuro. Un abismo en donde la luz parecía no llegar jamás, un abismo que se tragaba todas las esperanzas embargadas en sus corazones…

Aquel mismo abismo que los había separado de niños, y que ahora estaba a punto de hacer lo mismo, sólo que para siempre. ¿Ya no podrían verse otra vez? ¿Acaso era su destino no estar juntos? ¿Tenían que pasar por aquel infierno que tanto los había atormentado, de nuevo?

Aunque, ahora que no estaba su madre con ellos para protegerlos, ¿qué es lo que iban a hacer? Y es que aunque duela admitirlo, esta vez estaban a merced de su padre, esta vez eran presos de su tormento…

Joey- entrando a la casa- ¡Hermana!

Serenity- Por favor papá, detente, snif... ya no me golpees...

Un gran temor recorrió todo el cuerpo del rubio que lo hizo estremecerse, pero es que el estar viendo a su hermana ser golpeada por su propio padre no era algo que deseaba encontrar. ¿Cuánto tiempo la habría estado hiriendo? Se maldijo en esos momentos, por haberse ido, por haberla dejado sola, ¡por no haber llegado antes, demonios! ¡En qué estaba pensando!

Joey- ¡BASTA!

Papá- ¡Maldita sea, Joseph! Quítate de una vez o te juro que a ti también…

Joey- ¡No padre! –interrumpió- Escúchame y escúchame bien, ¡quiero que dejes a mi hermana en paz! ¡Ahora!

Padre- ¡Ja! Tú no me mandas, ¡ahora hazte a un lado maldita sea!

Durante unos segundos, Joey estuvo a punto de perder la poca de paciencia que le quedaba, y sin dudarlo dos veces, se abalanzó contra su propia sangre; entonces, sintió que alguien lo halaba del brazo.

Joey- ¡Serenity!

Serenity- No, Joey... por favor... él aún es nuestro... padre...

Joey- ¡Pero cómo puedes decir eso después de lo que te hizo! –gritó cerrando sus puños en furia.

Serenity- Por favor, Joey, detente... no lo hagas...

Joey- …

Papá- Qué demonios esperan, ¡lárguense a sus habitaciones antes de que les vaya peor!

Joey- Kjj, "sí, padre"…

Serenity- Snif... papá, por favor...

Durante esos instantes, Joey no lo pensó más y se llevó a su hermana a la habitación de arriba. Una vez allí le dedicó unas cuantas palabras de advertencia a la pelirroja.

Joey- Serenity, quiero que pongas mucha atención, ¿de acuerdo?

Serenity- .Snif, no entiendo Joey, ¿qué es lo que tratas de decirme?

Al voltear hacia la mirada de su hermana, el rubio se percató de que en una de sus mejillas había unos pequeños y delgados hilos de sangre, no era una herida muy profunda aunque si se apreciaba lo suficiente, sí debía ser muy dolorosa.

Joey- ¿Él fue quien te hizo esto? –preguntó suavemente, tomando el rostro de a pelirroja.

Serenity- Sí, pero... no fue su culpa –respondió agachando la cabeza.

Joey- Serenity... -el rubio calló por unos segundos, mientras sus ojos se humedecían con perlas brillantes que dejaban desbordar toda su tristeza y el dolor que brotaba desde sus adentros, ya no podía reprimir más esa gotas cristalinas que revelaban sus más sinceros sentimientos-… mira nada más, todas las cortadas que te hizo...

Serenity- la chica solamente escuchaba atónita, sentía que se le partía el corazón al ver a su hermano derramar lágrimas por su culpa, ¿pero en verdad era su culpa? No, aunque ella lo negara todo, en el fondo sabía que fueron las garras de su amado padre las que le hicieron tanto daño- No, Joey, no llores.

Joey- Serenity yo... ¡yo no permitiré que mi padre te siga haciendo esto!

Serenity- ¡No! Joey por favor no vayas, ¡regresa!

Sin poder resistir más la furia ciega que lo invadía, el cachorro decidió tomar cartas en el asunto, ya no volvería a vivir bajo la sombra de su padre, ni él ni su hermana; no si podía evitarlo, pues ya era hora de que el pequeño cachorro hiciera respetarse como el gran lobo que en realidad era. No más dolor, no más sufrimiento, no más injusticia, ya no más... era todo lo que él quería y si pidiéndolo no lo conseguía, tendría que recurrir a la fuerza.

Mientras el rubio bajaba las escaleras a enfrentarse a su padre, atrás de él, en la puerta de la habitación podía verse a una chica que suplicaba a gritos a su hermano que por favor volviera. Ya se lo imaginaba, si ella que no le había hecho nada a esa bestia la dejó así, definitivamente, a Joey le iría mucho peor.

Tristán- Ryou, ¿por qué no nos dijiste antes? Pudimos haberte ayudado.

Ryou- Lo siento, sé que debí hacerlo, ¡quise hacerlo! Pero la delegación no lo permitió.

¿La delegación? Inmediatamente los recuerdos se hicieron aparecer en la mente de Tristán, ¡¿pero en que pensaban él y sus amigos?! La delegación sobre la que habían estado cuando cruzó aquella ambulancia, ¡era la misma donde Bakura estaba siendo juzgado!

Tristán- Si no mal recuerdo, me parece haber oído unos gritos o más bien amenazas cuando pasamos por allí... de seguro fue Bakura...

Ryou- Sí…

Tristán- Lo siento, mira estoy de seguro de que Yugi y los demás también nos ayudarán, pero ahora ya es muy tarde. Mañana a primera hora iremos a visitarlo, ¿ok?

Ryou- Mhmp –asintió con mirada triste.

Tristán- Viejo, si tú te pones triste, Bakura sólo se sentirá peor.

Ryou- Tienes razón, muchas gracias por todo Tristán -al parecer estas palabras por fin lograron tocar al albino y una pequeña sonrisa logró dibujarse en su rostro.

Tristán- Y que lo digas, no te preocupes, yo le avisaré a los demás.

Ryou- Entonces nos veremos mañana.

Tristán- Cuídate.

Y con esto, ambos chicos prosiguieron su camino cada uno por su lado, pero las cosas no serían tan fácil, no esta vez. A veces uno debe enfrentar lo que viene con todo su esfuerzo. ¿Pero qué sucede cuando todo el mundo se te viene encima y no hallas la solución? ¿Es que acaso todas las salidas han sido selladas?

Es curioso cómo puede haber dos accidentes o más, al mismo tiempo; aquella ambulancia era donde iba el abuelo Mutou y aquella delegación era donde estaba siendo juzgado Yami Bakura.

Nuevamente, sumiso ante sus problemas, Seto Kaiba decidió alejarse de tos demás, irse a un lugar que le permitiera un poco de privacidad, ¡momento! Ese lugar era... ¿la azotea? Bien, mejor dicho el techo de su casa; no era la gran cosa, sólo un techo igual a otro millón de techos, pero la comodidad del roble con el que estaba hecho era algo único, al menos para el joven CEO.

Kaiba- alzando su mirada al cielo se dio cuenta de que las estrellas brillaban más que nunca, era la primera vez que las veía, y de algún modo lo hacían sentir muy bien- Mokuba...

Yami- ¿Y ya no me invitas? –comentó tratando de subirse.

Kaiba- ¿Yami? ¿Qué no te basta con amargarme el día, ahora también quieres echarme a perder la noche?

Yami- Ja-ja-ja, muy gracioso. No te quedes ahí y ayúdame a subir, ¿quieres?

Kaiba- ¿Y por qué debería hacerlo?

Yami- Porque si no lo haces y me caigo y muero, mi espíritu te seguirá por toda la eternidad sin dejarte en paz.

Kaiba- ¿Tu espíritu? ¿Y qué no ya eres eso? De todos modos no me extrañaría, no sería la primera vez que me molestarías, ¿sabes?

Yami- Sólo cállate y ayúdame a subir.

Kaiba- Como quieras -le toma la mano a Yami e intenta subirlo-, ¿subiste de peso?

Yami- Voy a fingir que nací sordo.

Mientras Yami intentaba apoyarse con sus pies y Seto lo ayudaba a subir, el chico de cabellos tricolor se apoyó en una tabla floja, lo cual hizo que perdiera el equilibrio. Ahora sólo su mano derecha que estaba sujetada por su rival, era lo único que lo separaba de entre la delgada línea de una plena vida y una muerte segura, afortunadamente contaba con el CEO para salvarlo.

Yami- ¡Kaiba! ¡No me vayas a soltar! Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, no me dejes, ¡soy demasiado guapo para morir!

Kaiba- Por mí, muérete.

Yami- ¡Nooo!

Kaiba- ¡Ya cállate!

Y dando un tirón con todas sus fuerzas, Seto logra subir a Yami al techo, o más bien "a él", y una vez que ambos hubieron abierto sus ojos…

Yami- Muchas grac... -para su sorpresa, Yami se encontró con que estaba sobre Seto, ambos acostados, ¿quién lo diría? El chico sí que tenía una gran fuerza.

Kaiba- ¡Mi cabeza! ¿Yami? ¿Qué fue lo que...? -al fin el CEO se dio cuenta del panorama a su alrededor, en realidad no había mucho que decir excepto que el estaba recostado sobre el suave y cómodo techo de roble, y claro, encima de él, estaba Yami.

Kaiba- Disculpa... -apartando su mirada para no encontrarse con la de Yami-… ¿podrías?

Yami- ¡Ah, sí! ¡Perdón! -rápidamente Yami se levantó, una vez hecho esto, Seto se quedó ahí, sólo que ahora estaba sentado. Y ya sin más que hacer, Yami tomó asiento al lado derecho del chico más alto.

Por unos pocos segundos, ambos voltearon sus rostros para ocultar un pequeño rubor que matizó sus mejillas, así era, ambos jóvenes se habían sonrojado por la situación. A decir verdad, en el momento de la caída ambos rostros habían quedado lo suficientemente cerca como para dar la más obvia invitación a un apasionado beso.

Kaiba- "¡Demonios! ¿Qué es lo que me está pasando? Si sólo es el idiota de Yami, entonces, ¿por qué siento esto? Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración sobre la mía, se sentía tan cálido, ¡rayos! ¡¿Pero en qué estas pensando Seto?!"

Yami- "Ra, ¡por qué me haces esto! ¿Por qué me torturas así? ¡Se supone que Seto y yo somos rivales! Entonces, ¿por qué siento esto que aflora desde mi pecho? ¿Por que mi corazón regocijaba al sentir sus latidos y los míos tan cerca? ¡Por qué!"

Durante unos momentos nadie habló. Todo quedó en silencio, dejando oír nada más que no fuera el canto nocturno del velo de la noche; nadie más fue testigo de lo pasado, nadie excepto la blanca y pura luna, junto con la oscura noche y sus radiantes seguidoras, las estrellas.

Continuará…

Kaiba- ¡Cómo se atreven!

Sí Rex, ¡cómo te atreves!

Rex- ¿Yo? ¡Tú lo escribiste!

...Kaiba...

Kaiba- Dime.

Piérdete ¬¬

Kaiba- ¬¬

Nakano Ryu: Bueno todos se confunden…

Rex- Y ya vimos algunas imágenes de Wolf's Rain, así que nos damos una idea de cómo es

Lástima que no la pasen por tele, y no te preocupes por Yami y Seto, no se van a matar o algo así, será mucho mejor. ¡Y buenas noticias! ¡Ya me liberaron!

Rex- Sí, aunque anda bajo libertad condicional.

Es mejor que nada, muchas gracias por tu review Ryu, y por todos los ánimos que nos das :)

Rex- Te queremos mucho n_n

¡Eso! Cuídate, ¿eh? Y ojala que ya te liberen a ti por completo.

Queremos agradecer a todos los reviewers, lectores y lectoras que prestan de su tiempo para leer esta historia :)

Rex- Y ya nos despedimos.

Guerrera lunar & Rex.