Bueno Inuyasha y los demás no me pertenecen.

Debo decir que esta es la última historia que estoy escribiendo, he intentado mejorar bastantes aspectos en el relato, no soy perfecta, es una historia muy romántica y así como decimos con mi amiga Chibi (Chiisana Minako), con quien por cierto he escrito, es peligroso para la salud, ya que estas propenso a una enfermedad relacionada con el azúcar.

Esta historia es un Universo Alterno, sé que las personalidades de Inu y Kag, no son tan similares a los originales, pero bueno, solo les comento que este trabajo para mi es entrañable, lleva mucho de lo que soy en él y en lo que creo, intento quizás plasmar mi anhelo de hallar en algún sitio un ser maravilloso, solo para mi…

A quienes leyeron hasta aquí se los agradezco y disfrútenlo, a los demás no puedo decirles mucho por lógica.

Entre las alas de un ángel

Autor: Anyara

Capitulo I

Caminando por las nubes

El lugar en el que se encontraba irradiaba una hermosa luz blanquecina, que a pesar de ser tan intensa no resultaba molesta, se respiraban un sin fin de aromas florales, además de muchísima tranquilidad y todo estaba rodeado de un maravilloso canto que llenaba el aire, avanzaba con mucha alegría casi sin tocar el acolchado piso cubierto de un césped perfecto, que por cierto nadie se encargaba de mantenerlo de ese modo, todo en aquel lugar fluía de modo natural, manteniendo ese paraíso, sentía como múltiples gotitas del rocío de la tarde humedecían sus diminutas extremidades, siguiendo el llamado de su Señor, el que se había manifestado como un susurro en su oído, acudiendo de inmediato.

Se encontró frente a una gran escalinata de un blanco impecable, custodiada por un sin fin de seres de luz, que con sus hermosas voces eran quienes entonaban las alabanzas que llenaban el lugar.

A quienes hallo primero, fue a los Arcángeles, seres envueltos en vestimentas, que parecían hermosos suspiros alados, luego a continuación de una gran cantidad de ellos, se encontró con las Principalidades, seres en estatura mas altos, mas difusos a sus ojos, pues la luz que irradiaban la cegaba un poco, haciendo ellos una hermosa reverencia en conjunto, abriéndole paso, luego de ello y maravillada como se encontraba, paso entre las Virtudes, los Dominios y los Tronos, cuyas alas de cristal lograron asombrarla, los Querubines seres que superaban en magnificencia todo lo que había conocido hasta ese momento, cuando finalmente llego frente al muro hecho por los seres que preceden al Padre, los brillantes Serafines, envueltos en fuego y rubí, pero cubiertos por una ola embriagadora de amor, que inundaba ya su ser, permitiendo amorosamente su ingreso… como anhelaba poder crecer en amor, lo suficiente, para estar ahí a los pies de Dios…

Todo lo que lograba ver era un intensa luz que jugaba con los tonos dorados, rosas y azules y en su interior una paz enorme, esa sensación ya la conocía, la tuvo el día en que llegó a este mundo, en su alma, aspiraba a vivir cada segundo inmersa en esa misma paz, pero el recorrido era largo, debía alcanzar en amor a cada uno de los seres que le habían abierto paso hasta aquí.

Por alguna razón que no comprendía muy bien, su apariencia humana había evolucionado al paso del tiempo, claro que en este sitio era algo relativo, su apariencia actual era la de una mujer de unos veinte años y había conservado los recuerdos de su última vida, pero eso no debía de extrañarla mucho, ya que muchos de sus hermanos podían recordar mas de una vida.

Escucho una voz, salir de la luz, resonante y potente, dirigirse a ella, quien permanecía arrodillada y con la cabeza agachas, sus manos unidas, como en oración… mostrando un estado de calma… esta era la segunda vez que Él le hablaba, la primera fue el día en que dejo el mundo en el que vivía y temerosa como se encontraba, fue acogida en aquella misma hermosa luz rodeándola, lo que le produjo una emoción que apaciguo todos sus temores.

Mi amada hija…- dijo la voz, que se asemejaba en fortaleza a la de un soprano, pero con unas maravillosas notas que le acariciaban el alma con solo oírla -… desde que haz venido aquí, se te explico que podías volver cuando lo desearas, con otra forma humana, claro esta, nacer nuevamente,…- ella asintió - ...pero contigo algo es diferente, como lo haz podido notar… sé de tus preguntas…

Ella lo observo con sorpresa, relajando de inmediato su expresión, comprendiendo que Él lo sabía todo, incluso lo que habitaba en su diminuta mente.

Hay un mandato para ti…- continuo, en el momento en que sintió una suave mano acariciar su rostro y al levantar la mirada, frente a ella, la imagen cegadora de un hombre sabio, envuelto en luz – …algo que esta destinado a llegar a tus manos, pero tu eliges si deseas tomarlo…

Si quiero Padre…- simplemente dio su aprobación, sin siquiera saber de que se trataba, sintió en el alma la necesidad de efectuar lo que se le solicitaba, no había obligación, nada en este lugar era impuesto, solo sabía que debía hacerlo.

Tú iras hasta Gaia, como el ángel que aquí eres – explico – pero podrás adoptar la forma humana que haz conservado, debes rescatar un alma, sabes lo preciada que es cada una de ellas...? – pregunto con su voz acariciando sus tímpanos, suave y delicada, ella solo asintió – esta a punto de caer en las garras de la oscuridad infinita.

La muchacha no pudo evitar sentir temor ante aquellas palabras, la oscuridad, significaba dolor y abismo, sintió la urgencia de ayudar a aquella alma, debía hacerlo, ese no era un buen lugar para nadie.

Iré, la luz que le lleve será su salvación…- sus palabras guardaban una convicción asombrosa, sabía que el lugar que ocupaba en este paraíso era el menor, todos los demás eran sus hermanos mayores, espiritualmente eran mas fuerte ya, pero en ocasiones se preguntaba si todos los llegados en sus condiciones seguían conservando tantas emociones humanas como ella?... pero sus pensamientos fueron interrumpidos…

No amada hija… solo una parte de ustedes tienen esa cualidad especial – dijo Él irradiando tanto amor en sus palabras que aunque hubiera deseado encerrarlo en su alma no le sería posible -… conservarás tu nombre humano… siempre serás …Kagome…

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El departamento estaba en penumbras, recorrió la sala con su mirada buscando algo, solo le habían hablado de un alma llena de dolor y fue lo primero que sintió al entrar en aquel lugar, el padecimiento de aquel ser, en verdad la golpeó, sentía su dolor dentro de ella, esa era la conexión que tenía un ángel con su protegido?...se llevo una mano hasta el pecho, como sosteniendo su corazón por temor a que se cayera en trozos.

Cuando avanzo traspaso una serie de obsequios que se aglomeraban en la sala, todos hermosamente envueltos en su forma etérea podía pasar sin dificultad, a través, de los objetos y las personas, claro que las emociones contenidas en ellos alteraban su vibración, cuando entró en la siguiente habitación, vio una figura masculina, no sabía que se trataba de un hombre, su cabello oscuro caía por su espalda algo encorvada, como si llevara un enorme peso en ella, permanecía sentado en un banquillo alto de la cocina, tras de él en la mesa, una copa vacía junto a una botella prácticamente en las mismas condiciones, se acerco sigilosa, aunque sabía bien que él no podía verla si ella no lo deseaba, quedo frente a la figura desgarbada de aquel hombre y pudo notar que tenía entre sus manos firmemente tomado un cuchillo, que obviamente ante sus ojos había dejado de ser un utensilio, para convertirse en un arma, …Oh, Padre, que sentimientos tan funestos puede albergar su alma para decidir partir de este modo?...pregunto, cuando intuyo la presencia de seres oscuros en la habitación, que a pesar de transitar el lugar de modo fugaz estaban ahí como buitres esperando por él, para arrancar el espíritu de su cuerpo y llevarlo con ellos al abismo mas oscuro que pueda existir, un lugar en el cual el sufrimiento es eterno, vives en forma reiterada el dolor, no existe descanso, el sufrimiento que acompaño tus últimos momentos se va contigo, como un calvario, que logra que tu alma viva en una lúgubre sombra por siempre.

Cuando vio como él empuñaba con mayor fuerza el objeto y lo acerco a la piel de su muñeca, ella aprisiono con fuerza la mano que lo sostenía, con el fin de arrebatárselo, ciertamente su fuerza era mayor en estas condiciones, él se sorprendió de sobremanera al sentir un extraño contacto, levanto su mirada mientras ella arrancaba el arma y la arrojaba lejos, a un rincón de la habitación, entonces observo su rostro y un temblor inesperado la cubrió, al ver aquellos ojos dorados.

Inu…yasha…- logro musitar, aunque sus palabras sonaban como melodía, eran aquellos mismos ojos dorados que fueron lo ultimo que vio el día que partió desde Gaia para convertirse en un ángel de Dios.

Oh, Padre… sentía que se le iba a escapar el corazón, recordando las sensaciones que el ahora ya un hombre frente a ella le había despertado, cuando apenas era una niña… todo lo que había sentido, durante este tiempo se vio relegado por su amor por Dios y la humanidad

Hacía cuanto de aquello?... no lo sabía, comenzó a observar a su alrededor a buscar algo que le indicara el tiempo en el que se encontraba y fijo su mirada en un calendario adosado a la pared, … año dos mil cinco…

Siete años ya….

El joven quedo con los ojos desorbitados, observando el objeto que acababa de salir sin explicación racional de sus manos, se volteo y fijo su mirada en la casi vacía botella de licor, que se había convertido en su única compañía, ciertamente tenía un buen amigo, al que le había cerrado la puerta en la cara, cuando intento deshacerse de la botella la noche anterior, aludiendo que se encontraba bien, aunque apenas y se sostenía en pie y que lo dejara solo… solo, así era como se sentía y además estaba teniendo alucinaciones, observo su muñeca, pues le ardía un poco y noto que a pesar de que no cumplió con su cometido, un leve corte quedo sobre ella y borboteaba débilmente algo de sangre, se quedo observando la herida, como si con ello, pudiera hacerla mas extensa y finalmente por ahí perder la vida… suspiro… y se resigno, pues al menos por esta noche ya había perdido el valor para acabar con su sufrimiento.

¿Por qué me dejaste kikyo?...- pregunto casi en un hilo de voz -… yo te amaba…- algunas lagrimas amenazaron por caer por los mismos zurcos dejados por las ya derramadas, Kagome solo se quedo observándolo mientras el volvía a bajar su mirada, entonces ella en un acto de amor puro, ese que siempre llevo consigo, rodeo con sus brazos los hombros del hombre, cerrando los ojos y haciendo aparecer sus alas, las que se veían delgadas y hermosas como una tela agitada delicadamente como por una brisa , eran lo suficientemente amplias, como para cubrirlo, el se abrazo instintivamente a si mismo, como si pudiera sentir el calor emanado de aquel ser y de pronto un exquisito aroma inundo por completo la habitación, el aroma a la flor del cerezo.

Continuara…

Dejen mensajitos por favor, así sé que opinan, pregunten y comenten, para que tengamos de que "chacharear", en buen chileno, conversar.

Besitos

Anyara