Capítulo XIV
En los brazos de un ángel
Se quedó sin saber que decir por algunos instantes, deseaba abrazarla tanto, ella probablemente no se lo permitiría, pero no pudo contener su deseo de apresarla, dejándose llevar, para tomar de ella aquella anhelada caricia, protegerla, eso es lo que quería, pero ella se recogió nuevamente alejándose algunos centímetros de él, temerosa como un niño desvalido, como momentos antes, su rostro tan pálido que parecía incluso transparente, recogió sus dedos en el aire, ante la caricia rechazada sintiendo como se le recogía el corazón en dolor al verla así…
-He venido a cuidar de ti… y de tu niño…- afirmó lo que Kagome le preguntara momentos antes, notando como la voz se le quebraba ante sus propias palabras.
-Que bueno… acá todo esta muy solo… y la soledad te hiela el alma…- respondió mientras que frotaba sus propios brazos en señal de frío, observando perdida a su alrededor, como si no hubiera nadie más que ellos dos, InuYasha recorrió con su mirada el desolador paisaje al igual que ella, notando como las almas vagaban sin rumbo y solitarias.
-Ven aquí y no tengas miedo…- pidió extendiendo su mano para que Kagome se aproximara, ella lo miró de reojo, con sus propias manos pegadas a su regazo, algo en este extraño hombre la inquietaba, pero le entregaba tranquilidad, era como si sintiera que el motivo de toda su tristeza radicara en el dorado color de sus ojos, que la observaban con una infinita ternura, tanta que incluso le pareció reconocer algún sentimiento de amor dentro de su propia alma… pero ella no podía amar a nadie más que al hombre por el que dejó de ser inmortal, ese que había venido a este lugar, escapando de la soledad de no tenerla.
-InuYasha…- murmuró con un pesar tan inmenso asido a sus cuerdas vocales que él sintió el dolor en su propia garganta, mientras que Kagome volvía a perder su mirada en algún punto desamparado de éste lugar.
-Ven…- insistió InuYasha, aún con su mano extendida -… yo te ayudaré, no debes encontrarlo, él también te esta buscando…y llegará a ti…- concluyó con una lógica certeza en sus palabras, notando como ella no lo miraba, sin saber si quiera si lo estaba escuchando - …Kagome…- volvió a insistir intentando llamar su atención, tenía miedo, tanto miedo de perderla, ahora comprendía perfectamente por qué su fuerte poder espiritual no había sido capaz de protegerla de perderse en este sitio… ella protegía al hijo de ambos… sintió como los ojos comenzaban a humedecerse al imaginar aquella noticia en una situación menos adversa, esto era finalmente lo que ella deseaba contarle cuando volviera de aquella salida junto a Sango, su hijo… concebido del amor que ambos sentían… apretó su puño y se enfocó en los confusos ojos de ella, que ahora lo observaban…
-¿Dijiste mi nombre?...- consultó algo incrédula, este extraño hombre al que no podía reconocer, pero que sin embargo calaba tan profundo con su mirada dorada en ella, la había nombrado… y le pareció el susurro más hermoso que jamás escuchó…él solo asintió- repítelo…- le suplico con la voz suave, buscando algo en aquella forma de escuchar su nombre.
-Ven acá…Kagome…- susurró nuevamente suplicando también por ser oído, necesitaba tanto sentirla entre sus brazos y de ese modo poder proteger a ese ser maravilloso que había dado tanto por él…
Spend all your time waiting
Gasta todo tu tiempo esperando
for that second chance
Por esa segunda oportunidad
for a break that would make it okay
Por un rompimiento que podría hacer bien
there's always one reason
Siempre hay una razón
to feel not good enough
Para no sentirse lo suficientemente bien
Ella sintió de pronto una pequeña luz de esperanza en el susurró de aquel hombre, que logró entibiar su alma con su suave tono, tierno y amoroso, como si deseara entregarla una caricia con solo nombrarla, no supo cómo, ni por qué, pero se acercó hasta él, dejando que el piso agrietado se le marcara en las manos y en las rodillas, se acercó suavemente, aún como un animalito herido, InuYasha se sentó sobre la tierra árida e infértil, dejando que ella se acunara en su pecho, percibiendo lo fría que se encontraba la pegó más a sí, notando cono Kagome exhalaba casi sin emitir sonido, ante la presión que él ejercía, comenzó a mecerla, tal como hiciera con su cuerpo sin vida anteriormente, reconociendo entonces el frío de su piel.
-¿Crees que él me encuentre?...- susurró con la voz roída por la lagrimas que se acumulaban en su garganta.
-Lo hará… lo sé…- le besó el cabello, y continuó balanceándola, Kagome solo se dejaba, como si aquello fuera algo realmente añorado, pero al mismo tiempo, como si ni siquiera lo percibiera -… te contaré una historia…¿quieres?...- preguntó, notando como ella asentía suavemente, mientras que su mano se aferrada con igual debilidad de su camisa.
and it's hard at the end of the day
Y es difícil al final del día
I need some distraction
Necesito alguna distracción
oh beautiful release
Oh hermosa liberación
InuYasha la acomodó entre sus brazos de forma que su rostro se le hiciera más visible, acarició con suavidad su frente, el contorno de su rostro, y acomodó el cabello húmedo que a pesar del tiempo, que ciertamente él ya comenzaba a perder, sin saber cuánto llevaban en ese lugar, no se secaba. Kagome comenzaba a sentirse perdida en la extraña calidez del dorado de esos ojos, sintiendo que los rememoraba de siempre, de antes de volver para estar con su amado InuYasha…
-Cierra los ojos e imagina…- le pidió mientras que con sus dedos acariciaba los parpados de sus ojos oscuros - … Amo a una mujer…- comenzó con su relato – la amo desde hace tanto… desde que era solo una niña…- Kagome apretó más aún su mano contra la tela de la camisa, entonces él puso su mano sobre la de ella infundiéndole seguridad, y continuó- …la vida nos separó cuando comenzábamos a vivir nuestro amor, era mi dulce ángel… me gustaba mucho llamarla así y ciertamente siempre lo ha sido, a pesar de lo poco que pudimos compartir entonces, nuestros corazones se fundieron en uno solo, sin permitir que nada nos separara…
-¿Ella esta contigo?...- consultó con un hilote voz, escondiendo nuevamente su rostro entre el pecho de él.
-Cada día… vive dentro de mi corazón…- respondió, abrazando más el cuerpo aún frió de Kagome que fruncía el ceño, experimentando una extraña sensación de bienestar acompañado con dolor, mucho dolor…y la imagen de los ojos dorados de un joven, de no más de dieciocho años… se sentía sumergida en el agua fría… se hizo un ovillo dentro del abrazo…
memory seeps from my veins
La memoria filtrándose desde mis venas
let me be empty
Déjame estar vacía
and weightless and maybe
E ingrávida, y quizás
I'll find some peace tonight
Encontraré un poco de paz esta noche.
-Ella se alejó de mí por varios años…- InuYasha continuó con el relato, sin saber si las reacciones de Kagome serían favorables para él, quizás ella desearía irse junto a Dios, a ese hermoso paraíso que un día le describió, pero aunque sentía un profundo pesar en su corazón, notando como este se comprimía en su pecho ante el solo pensamiento de no tenerla más junto a él, lo prefería mil veces a verla sumida en el dolor que ahora le embargaba… no quería perderla… debía salvar su alma…
-Pero ella te amaba cuando se fue…- aseveró Kagome, logrando que InuYasha fijara su mirada en ella, buscando su rostro escondido…
-Lo sé…- respondió algo ansioso, pensando en que talvez ella había recordado algo.
-¿Ella aún te ama?…- preguntó, arrancando un suspiro en él, que comprendió que no sería tan fácil…
-Oh sí…- aseguró, con la voz suave - … viajó desde un hermoso y lejano lugar, para salvar mi vida…
-¿Tu vida?...
-Sí…la que yo intenté dejar de vivir…- continuó acariciando con suavidad el cabello de ella -…la que no tenía sentido si no estaba a mi lado, a pesar del tiempo…- cuando dijo aquello, notó que Kagome comenzaba a sollozar sobre su pecho - …Kagome…- pidió suplicante intentando ver su rostro, pero ella parecía ocultarse más aún -…Kagome…- volvió a insistir y entonces ella lo miró, con los ojos cristalinos y suplicantes.
-InuYasha murió…- confesó ella a su salvador, llevando su mano hasta la mejilla de él, acariciando con suavidad, mientras que se observaba a sí en los ojos ambarinos -… él vino hasta aquí… y no he podido encontrarlo… no puedo dejarlo aquí solo… me necesita… yo debía salvarlo…- suspiró sintiendo tanto pesar y culpabilidad en su alma, sabiendo que ella era responsable de su felicidad, ella era su ángel… suyo…
-Tranquila… lo haz salvado ya…- le aseguró, tomando la mano con la que Kagome acariciaba su rostro-… ella… mi ángel, se casaría conmigo muy pronto… íbamos a tener un bebé…
-InuYasha no supo del bebé…- Kagome se tocó el vientre, abocándose al lugar en el que el hijo de ambos estaba gestándose, InuYasha no pudo evitar que las lagrimas se asomaran por sus ojos… sentía que ya todo comenzaba a perder sentido, ¿tal vez no lograría sacarla de este lugar?...y el pensar en ese hijo que quizás no conocería le embargaba el alma de dolor, sintiendo como el frío del lugar comenzaba a colarse en su interior, formando una coraza alrededor de su corazón, congelando el tiempo justo en el momento de pesar en el que vivía… una luz de conciencia aún le hablaba de lo que Kagome debía de estar experimentando, sintiendo que comenzaba a perderse, las almas a su alrededor se iban deshaciendo en el aire, alejándose cada vez más y más…
-No llores…- le pidió, y observó sus ojos castaños, tan conocidos y añorados, e intentaba aferrarse al recuerdo de ellos, sintiendo como su corazón se iba perdiendo en su propio dolor…
in the arms of an angel
En los brazos de un ángel
fly away from here
Volar lejos de aquí
from this dark cold hotel room
De esta fría y oscura habitación de hotel
-No quiero perderte…- le confesó, aferrándose más a Kagome, que le respondió el abrazo con la misma intensidad, sintiendo que si no lo hacía él desaparecería como el resto de las personas -… no quiero perderme…- susurró, sabiendo con la conciencia que aún le quedaba, que su fuerza se estaba debilitando, que se quedaría en este lugar sin lograr que Kagome saliera… sin salvarla…sin salvar al bebé… y ese dolor lo estaba consumiendo…
-No lo harás… yo te protejo…- dijo ella con tal suavidad y convicción, que InuYasha no pudo menos que calmar por un instante su inquietud, ella era su ángel, siempre lo sería y solo su fe, sería capaz de entregarles la luz de esperanza que estaban a ciegas buscando en este lugar.
and the endlessness that you fear
Y aquello sin fin que temes
you are pulled from the wreckage
Eres empujado desde los restos
of your silent reverie
De tu silencioso ensueño
you're in the arms of the angel
Estás en los brazos del ángel
may you find some comfort there
Quizás encuentres algo de bienestar ahí.
-Tan tranquila, como la luna, tan necesaria como el sol…- InuYasha había comenzado a susurrar una canción, con la voz algo cansada, sin poder mantener una clara entonación, pero no le importaba, era una canción que le había dedicado a su niña, cuando apenas comenzaba a fluir en amor entre ambos, algo que reflejaba por completo su sentir, y mientras iba entonando, sentía como ella se aferraba más y más a él - tan simple, como una mirada que me hace ver el cielo… Me recuerdas, lo que es mirar…- no alcanzó a terminar esa parte, cuando Kagome en un murmullo lo interrumpió.
-No debiste hacerlo…- se escuchó la voz suave de la mujer, InuYasha sintió como ella comenzaba a descubrir su rostro del escondite que le había creado en su pecho, se incorporó saliendo de su regazo y con el rostro bañado por las lagrimas que continuaban cayendo silenciosas, poso sus manso pálidas y pro alguna razón ya no tan frías, en las mejillas de él -… me asustaste…- le susurró, mientras que se comenzaba a acercar fijando por un segundo sus ojos oscuros en los labios de InuYasha, que notó de inmediato lo qe sucedía, atrapando su cintura y pegándola a él.
Lo besó, suavemente al inicio, sintiendo como los labios de InuYasha le respondían con la misma delicada caricia, que se apasionaba cada vez más por el deseo de que sus labios se fundieran en un beso que no se rompiera jamás, notó bajo su tacto, como las ropas mojadas de Kagome comenzaban a secarse y abrió los ojos con asombro al ver que su cabellos también lo hacía, rizándose levemente, mientras que comenzaba a flotar el en aire, al igual que él… entre sus brazos… y al aferró, sintiendo que finalmente su Kagome, había vuelto…
you're in the arms of the angel
Estás en los brazos del ángel
may you find some comfort there
Quizás encuentres algo de bienestar ahí
you're in the arms of the angel
Estás en los brazos del ángel
may you find some comfort here
Quizás encuentres algo de bienestar aquí.
Una extraña sensación lo embargó, todo a su alrededor dejaba de verse, solo ella permanecía, aún besándolo, traspasando a su alma una calidez maravillosa, podía sentir el calor de su alma en la de él, como si estuviera traspasándole un sentimiento de amor de un modo tan diferente, de un modo inmaculado y puro, lo estaba amando y aquello lo llenaba de gozo, volvió a cerrar los ojos, profundizando el beso y concentrándose en encontrar la fuente de amor dentro de él y de ese modo brindársela a Kagome.
De pronto InuYasha notó que todo se tranquilizó y se sintió flotando, como si estuviera recostado sobre las nubes, sentía que su cuerpo no pesaba nada, era como si no lo tuviera incluso, no quería abrir los ojos, en parte por temor a que la sensación de paz que se albergaba en este momento en su corazón se desvaneciera al tocar con su sentido lo que lo rodeaba, sabía perfectamente en donde estaba… en su habitación…movió los dedos de sus manos, sintiendo los dedos delgados bajo su mano derecha, infundiéndole aquello la seguridad que necesitaba. Comenzó a abrir los ojos girando su cabeza casi de inmediato hacía su costado derecho, encontrando la figura dormida aún de Kagome, hermosa, tal como la dejara Yeialel, volteo su cuerpo de medio lado, para intentar contemplarla en su sueño… pero Kagome comenzó poco a poco a desvanecerse ante sus ojos, formando cientos de pequeñas luces de color rosa que comenzaban a ascender como si se tratara de luciérnagas, oscilantes.
-Pe… pero…- habló con notoria desesperación en su voz, enderezándose sobre la cama sin dejar de observar las luces…
-No debes angustiarte...- escuchó la tranquilizadora voz del arcángel que permanecía a lo que le pareció metros de él - … ella debe transmutar la energía que trae consigo, en amor…en los brazos del Padre… y luego decidir…- sus palabras tan dulcemente armónicas, que por más desesperación que le produjo segundos antes el ver a Kagome desvanecerse, ahora estaba en paz…sabía que tal vez ella jamás volvería… si su decisión era estar en el paraíso junto a Dios… pero él la esperaría… eternamente…
Continuará…
Hola a todos… después de mucho esperar la continuación de este fic, espero que lo que han leído les haya gustado, al menos a mí me pareció con bastantes más augurios que los dos anteriores… espero sus mensajitos y gracias por leer…
Anyara
