Capítulo 2:
Ya habían pasado cuatro meses desde que el restaurante de Shampoo y Cologne había sido cerrado, en ese tiempo pasaron muchas aventuras que no se contarán en esta ocasión. Mousse como era de esperarse, siguió a la Shampoo de regreso a China; Ryoga había partido hacia tres meses a entrenar a las montañas, aunque en realidad terminó entrenando en la playa. La salida del restaurante de Shampoo había dado muchos clientes mas a Ukyo por lo que contrato a Kasumi para que la ayudara en la mañana mientras iba a estudiar. Akane seguía peleando con su prometido cada vez que podía mientras entrenaba en el Dojo, y Ranma estaba tranquilo, demasiado según todos, a nadie engañaba, sabían que le pasaba algo, pero el no lo admitía.
Akane de camino al colegio: Ranma, ¿ya me vas a decir que te tiene así?
Ranma: Ya te lo dije Akane, no tengo nada.
Akane: No te voy a creer Ranma Saotome, se que tienes algo y lo dirás tarde o temprano.
En ese momento, un gato blanco muy parecido al Shampoo transformada paso frente a los muchachos. Ranma salió corriendo a alcanzarlo y tomarlo por el lomo.
Akane: ¿Por qué agarras a ese gato? No, mejor ¿desde cuanto te gustan los gatos?
Ranma no le puso atención y salió corriendo a buscar agua caliente, la encontró en un pequeño restaurante cruzando la calle y se la arrojo al gato.
Ranma: Shampoo, por favor dime que eres tú.
El gato comenzó a arañar a Ranma sin haberse transformado en una chica.
Ranma con ojos saltones: AAAA, un gato de verdad.
Sin meditarlo Ranma salió corriendo y se coloco detrás de Akane muy asustado por el gato.
Akane: ¿Qué fue todo eso?
Ranma: Nada, yo creo que alguien me hecho un maleficio para tomar todos los gatos blancos y luego salir corriendo.
Akane: Eso me suena a Shampoo.
Ranma: ¿Shampoo dónde?
Akane: Con que es eso.
Ranma: ¿Eso qué?
Akane un poco triste: Nada Ranma, olvidalo.
En eso se encontraron con un viejo conocido que no habían visto en unos cuantos meses.
Akane: Ryoga, ¿cómo estas?
Ryoga: Hola Akane, ¿muy bien y tú?
Akane: Muy bien también.
Ryoga: ¿Y ese milagro que no hablas Ranma?
Ranma despertó mientras soñaba despierto: ¿Qué paso? A Ryoga, que gusto verte.
Ryoga y Akane: ¿Gusto?
Ryoga: Te sientes mal Ranma, ¿te puedo ayudar en algo?
Ranma: A decir verdad, si. ¿Puedo hablar contigo a solas?
Ryoga: Por supuesto, ¿nos disculpas Akane?
Akane: Claro, a ver si a ti te dice que le ocurre.
Ambos muchachos continuaron caminando hacia el lado contrario que Akane.
Ryoga: ¿Qué te pasa Ranma?
Ranma: Respóndeme esta pregunta Ryoga, si Akane se fuera a vivir, no se, a China, ¿la seguirías?
Ryoga: ¿Qué pregunta tan extraña?
Ranma: ¿Si o no?
Ryoga: Pues yo, a decir verdad, si Ranma, si la seguiría.
Ranma: Como lo imagine.
Ryoga: Ahora me toca preguntar a mí, ¿a qué se debe esa pregunta? - en ese momento al despistado muchacho le llego la respuesta. - ¿Lo preguntas por Shampoo? ¿Quieres ir a buscarla?
Ranma: No lo se, la verdad es que la extraño mucho pero no quiero herir a Akane.
Ryoga: Eso es cierto, que suerte que no tengo ninguna prometida, y menos 4.
Ranma: No me ayudes.
Ryoga: Bueno, si quieres ir a China, y te agrada, yo puedo acompañarte.
Ranma: ¿En serio?
Ryoga: Por supuesto, para eso somos los amigos-enemigos, para apoyarnos en las malas y golpearnos en las buenas. Solo piénsalo bien.
Ranma: Sabes que yo no tengo ese don, así que acompáñame por mis cosas y de inmediato partimos.
Ryoga: Ranma, ¿estas seguro?
Ranma: Si, vamos corriendo a la casa.
Solamente pasaron, Ranma no tuvo tiempo de dar explicaciones, tomo sus cosas y dejo una nota en la cocina, ya que Kasumi se encontraba platicando con el Doctor Tofu en ese momento.
Ryoga camino a las afueras de la ciudad: Bueno Ranma, como piensas atravesar el mar si no tenemos dinero.
Ranma: No te apures por eso, tengo un plan, aparte tú de que te preocupas P-Chan.
Ryoga: No vas a hacer lo que esto pensando, ¿o si?
Ranma: Cuando lleguemos al mar lo verás.
Akane: Ya llegue. ¿Ranma está aquí?
Kasumi: Lo siento hermana, pero se fue de viaje.
Akane: ¿Cómo lo sabes a dónde?
En eso pudo escuchar los gritos de Genma.
Genma: Ese infeliz, prefirió ir a buscar la cura del manantial con ese maldito Ryoga que con su padre que ha hecho tanto por el.
Al entrar Akane a la sala donde se encontraba vio como su padre le arrojo agua helada a su amigo.
Soun: Lo siento amigo, pero estabas diciendo demasiadas tonterías.
El panda saco una tabla con un letrero que decía: "Gracias, lo necesitaba"
Akane: ¿A dónde fue Ranma?
Soun: A China en busca de la cura de su mal.
Akane: A bueno. (No lo creo, seguro fue a buscar a esa !.- de Shampoo) Yo creo que hoy no voy a cenar, voy a mi habitación.
Pasaron tres días en los que la familia no supo nada de Ranma, poniendo muy triste a su prometida #1.
Mientras tanto en un lugar cerca de la bahía, una joven pelirroja con su puerquito estaban buscando un barco para llegar a China.
Ranma con el escote mas pronunciado que consiguió: Hola señor, ¿usted es capitán del barco?
Capitán: Si jovencita. - respondió sin siquiera voltear a ver su cara porque no podía sacar los ojos del pecho de la chica. - ¿Puedo ayudarte en algo?
Ranma: Hay mire, es que mi puerquito esta muy enfermo. - En eso enseño a P-Chan entre sus manos fingiendo agonía. - Y la única cura se encuentra en China, pero no tengo dinero, ¿usted podría ayudarme? - dijo mientras se movía muy seductoramente.
Capitán: Claro jovencita, tome su boleto. - Saco de su bolso un boleto con letras japonesas y se lo entrego sin mover la vista de donde se encontraba.
Ranma: Hay gracias señor, es una maravilla de persona. - Le dio un beso en la mejilla y sin parpadear subió al barco a buscar su camarote.
Al llegar, Ryoga se metió a la regadera para volver a su forma normal.
Ryoga: Ya vi porque tienes tantos problemas, eres igual de zorra de mujer que de hombre.
Ranma: Cállate - dijo antes de convertirse en hombre. - Bueno, para salir por comida me transformare mientras tú te escondes aquí.
Ryoga: ¿Y porqué no voy yo por la comida y tu te escondes?
Ranma: Porque tu eres el puerquito enfermo de una bella pelirroja.
Ryoga sin poder responder solo se recostó en la cama sin decir nada.
No hubo problemas en el barco, llegaron a China y todo quedo perfectamente en paz, como si en verdad una sensual chica y su enfermo puerco hubieran estado allí todo el tiempo.
Al desembarcar en tierras Chinas, no hubo mas remedio que comenzar la búsqueda de Shampoo y de paso si encontraban los pozos encantados de Yusenkio.
Pasaron muchos días sin respuesta hasta que Ranma reconoció la villa que se encontraba frente a él.
Ranma: ¡Esa es la aldea de las amazonas, allí debe de encontrarse Shampoo!
Muy feliz iba a empezar a correr hacia allá cuando Ryoga lo detuvo.
Ryoga: Dos cosas, una, ¿qué le vas a decir a Shampoo? Y dos, recuerda que no puedes enfrentarte a nadie de ellas o tendrás mas prometidas de lo normal.
Ranma: Eso es cierto, y pues no se, lo que se me ocurra.
Ryoga: Bueno Ranma, te deseo suerte.
Así los dos viajeros continuaron con paso firme su camino a encontrar a la chinita con cabellos morados.
