Disclaimer: Nada, absolutamente nada es mío… Los personajes pertenecen a JK Rowling, a Scholastic y a WB Studios. La historia fue escrita por Sam Starbuck, quien amablemente me dejo traducir su fanfiction. Para leer la versión en inglés pueden ir a:

http:oojahs. snoo. Org / stealingharry stealingharry.htm

Capítulo 5

Remus no tenía una conexión flu en su departamento; había una en Sandust, en la parte trasera, y era peligroso para él tener una en casa – ocasionalmente tenía que encerrarse en el departamento las noches de luna llena, y uno nunca sabe lo que puede pasar. Así que Sirius terminó yendo a Sandust otra vez, para negociar por flu con Molly Weasley, quien estaba comprensiblemente nerviosa por tener a Harry Potter en su pequeña e informal escuela. Aún así, Sirius estaba dispuesto a pagar – Sirius tenía mucho dinero para pagar, especialmente después de la muerte de su madre – y Molly le tenía cariño al pequeño niño que pasó toda su vida entre Muggles.

Remus, mientras tanto, estaba limpiando su oficina, pasando los libros al living, volando el escritorio con dificultad a través de la puerta, mostrándole a Harry dónde su cama estaría, el armario, y los estantes; inclusive un escritorio si Harry quería uno. Harry estaba extasiado.

Apretados en la pequeña cocina del departamento de Remus, los tres comieron su cena, Harry en silencio y exhausto, Sirius pensativo y Remus preocupado.

"¿Adónde fue Canuto?" pregunto Harry finalmente. Sirius suspiro por lo bajo.

"Creo que tenemos que decirle," le dijo a Remus, quien asintió.

"¿Decirme qué?" La voz de Harry sonaba curiosa.

"Harry... vos pensabas que Canuto era un perro mágico," dijo Remus. "Y no queríamos mostrarte mucha magia junta, es difícil acostumbrarse a..."

"Lo sabía! Canuto puede hablar!"

"No exactamente," dijo Sirius. "Harry... tienes que guardar el secreto."

Harry asintió. Sirius se limpió la boca con una servilleta, se levantó, y miró a Remus, quién asintió.

"No te asustes," le dijo.

Remus, que había visto el Cambio antes, miraba la cara de Harry mientras el cuerpo de Sirius se movía cambiando lentamente a la forma de un enorme perro negro quien había salvado a Harry de caerse el primer día.

"Sirius es Canuto," dijo Remus sintiéndose algo inseguro. "Y Canuto es Sirius."

Harry miró al perro otra vez. Cuidadosamente, agarró una salchicha de su plato, y la sostuvo. Canuto, delicadamente, la comió. Harry le acarició la cabeza.

"Mi padrino es un perro," dijo.

"Bueno, sólo de vez en cuando."

"¿Era un perro y vos lo transformaste en una persona?" preguntó Harry.

"No."

"¿Es un hombre lobo?"

Remus sintió como algo lo apretaba en el pecho. "No," logro decir. "Es un Animago. Es un mago que se puede transformar en un animal."

"Oooh," dijo Harry. Lo acarició nuevamente en la cabeza. "Puedes volver ahora." Un segundo después, Sirius estaba parado, con los brazos a los costados, expectante.

"Siento no habertelo dicho, Harry," le dijo. Harry lo miró.

"Buen perro," dijo. Sirius sonrió algo preocupado. "Sabía que eras mágico."

Se bajo de su silla y se acerco a la canilla. "¿Me levantas?" preguntó. Sirius lo levantó y le dejo llenar su vaso nuevamente. "Necesitamos un banquito," murmuró Harry.

"Harry, tu padrino es un perro," señaló Remus. Harry volvió a subirse a su silla.

"Sabía que Canuto era mágico," repitió con calma. "¿Vos también te transformas en un animal?" le preguntó a Remus, quien se ahogó con un pedazo de pollo y tuvo que ser golpeado en la espalda por Sirius.

"Remus no es un Animago," dijo Sirius, mientras Remus se recuperaba de su encuentro cercano con la asfixia. "Escucha Harry, hablé con Molly Weasley, la esposa de Arthur, y ella dijo que le gustaría que la visites mañana."

"Mm, está bien," dijo Harry terminando su cena. "¿Puedo ir a leer?"

Remus asintió, y Harry corrió al living. Lo escucharon saltar sobre el sillón.

"Yo erm... ¿vas a quedarte otra vez esta noche?" preguntó Remus, cuando se recuperó totalmente. Sirius estaba empujando la comida en su plato.

"Me gustaría quedarme. Puedo dormir en el sillón esta noche."

"Creo que Harry es más feliz cuando Canuto comparte con él la cama."

"Tu sillón no es apto para dormir," dijo Sirius seriamente.

"Nunca tuve problemas antes. Escucha... ¿Qué vas a hacer ahora¿Con la casa de Privet Drive?"

"Bueno, creo que podría venderla.. no es que quiera mudarme acá si es que crees que no hay espacio..."

"... no, no es eso..."

"...sólo que, sabes, no hay necesidad de quedarse con la casa, ahora que Harry esta aca," agregó Sirius.

"Quiero decir, Harry va a tener mi oficina y vos y yo podríamos... hay suficiente espacio en la habitación para dos camas..."

Sirius arqueó una ceja. "Suena como si hubieras estado pensando al respecto."

"Bueno, alguien tenía que hacerlo¿no?" Remus bebió agua de su vaso. "Mientras que no te moleste compartir una habitación otra vez."

"Sufrí tus ronquidos siete años, creo que podrí acostumbrarme otra vez."

"Mis ronquidos!" se mofó Remus. "¿Te olvidaste de tus caminatas dormido?"

"Eso fue UNA vez, y todavía creo que James me hechizó."

"Puedes tener una canasta para perros," dijo Remus magnánimamente. Sirius frunció el ceño. "Y... ¿Qué harás con tus cosas?"

"Voy a vender los muebles, la mayoría de las cosas en la casa no son importantes de todas maneras."

"Y..." Remus luciá incómodo. "Bueno."

Sirius esperaba pacientemente.

"Si Harry esta ac� sabes... no puedes traer mujeres todo el tiempo," dijo Remus rápidamente. "Digo, ya es lo suficientemente malo cuando tengo que llevar un libro y ahí una chica desconocida andado por ahí des..."

"Pasa TRES VECES y él nunca olvida..."

"Bueno, imagina qué es lo que pensaría Harry."

Sirius se balanceó en su silla. "Esta bien. Pero en ese caso, vos no podes traer hombres a casa tampoco."

Remus lo miro fijo.

"Te conozco desde hace diecisiete años, no soy ciego ¿sabes?" dijo Sirius sonriendo. "¿Piensas que Canuto nunca notó esos coleccionistas de libros raros?"

Remus seguía mirándolo fijamente.

"Ah, por Merlín, Remus, no me preocupa," dijo Sirius finalmente. "Era sólo una broma."

"Ah," dijo Remus. "Bueno, nunca lo haría de todos modos."

"Ahora sé porque estas ansioso todo el tiempo."

"No es gracioso, Sirius."

"Lo es en esta silla," sonrió Sirius. Remus movió la cabeza y sonrió ligeramente.

"Canu y Harry pueden usar la cama esta noche. Tenes que comprarle a Harry su propia cama y arreglar el resto mientras él esté en la escuela, yo tengo que trabajar mañana."

"Sirius Black, el Ama de Casa del Año," respondió Sirius, saludando.

"Y por el amor de Dios, si traes esa horrible pintura de tu living a mi departamento, voy a quemarla," agregó Remus, mientras colocaba los platos en el lavadero. Un toque en la mesada y los platos comenzaron a lavarse solos. Escucharon una risa infantil desde el living, y Sirius se levantó.

"Si me disculpas," dijo seriamente, "Tengo un ahijado a quien leerle."

"¿Almuerzo?"

"Sip."

"¿Libros¿Pluma? Sirius te dió algunos pergaminos¿no?"

"Sip."

"¿Tienes todas las golosinas que Sirius te estuvo dando?"

"Se suponía que no tenías que ver eso."

"Yo veo todo, Harry."

"¿Todo?"

"Bueno. Casi todo. Tienes que ser amable con Molly, ella es tu maestra ahora."

"Bueno."

"Y no pelees con los otros chicos."

"¿Y si ellos no me quieren?"

"Harry, van a quererte. Son especiales. Son pequeños magos, igual que vos. Por supuesto que van a quererte."

"¿Pero y si no lo hacen?"

"Bueno... dales algo de las golosinas que te dio Sirius."

"¿Eso funciona?"

"Le funcionó a Sirius cuando empezó la escuela. Le dio a tu papá un fizzing whizzbee y fueron amigos de por vida."

"Tengo gomitas, y una barra de chocolate, y unos caramelos raros."

"Estas armado y listo. Vas a estar bien. Vete."

"¿Lunático?"

"¿Mmm?"

"¿Van a reirse?"

"No, Harry."

"¿Incluso si tengo a Rana en mi mochila?"

"Te garantizo, Harry, que con tu rana de peluche, vas a ser la envidia de todos los chicos."

El tiempo pasó, parecía que lenta y rápidamente a la vez. Encontraron una rutina, difícil de adaptarse al principio, pero como todas las rutinas, se volvió familiar y no recordaban tiempo en que haya sido de otra manera. Remus y Sirius tenían sus camas a los lados opuestos de lo que había sido la habitación de Remus, con los armarios en el medio, sutilmente dividiendo el espacio; Harry tenía su habitación en el pasillo, y algunas veces Canuto, si Harry tenía un día particularmente ansioso, dormía a los pies de la cama de Harry. En las mañanas, Remus llevaba a Harry a Sandust, y lo veía irse en flu a La Madriguera; en las tardes, Harry regresaba, para el tiempo en que Sirius (o Canuto) estaba para cuidarlo mientras estudiaba en la librería o jugaba con los otros chicos.

No lo dejaban irse muy lejos, y definitivamente no tanto como para no escucharlo, y Harry no estaba del todo contento, pero había sido criado para ser obediente y callado. Y de todas maneras, había pocos lugares a los que podía ir y que Canuto no lo siguiera.

Un día lo vio a Dudley, comprando con su madre en el mercado, pero se escondió detrás de Canuto, y el enorme perro negro gruñó tan amenazadoramente que varios caminantes se detuvieron para ver si Harry estaba bien.

Se acostumbraron tan rápidamente, y sin problemas, que Sirius casi se sorprendió cuando Remus, en la cena, le recordó que en dos días sería luna llena. Sirius no había notado la cara algo demacrada que Remus siempre tenía unos días antes; Harry no sabía que nada estuviera mal. Normalmente era simple, Remus lo invitaba a Sirius a cenar, y Sirius se daría cuenta de que era luna llena, y por dos días y la noche de luna llena se quedaría en el departamento, como Canuto, para hacerle compañía a Remus. No era perfecto, el lobo a menudo estaba tenso, pero nadie salía herido, y Remus sobrevivía con su salud intacta.

"¿Qué significa?" preguntó Harry, masticando unas papas. Todavía estaba fascinado con la magia, aunque había visto suficiente de ella. "¿Vas a hacer un hechizo en la luna llena?"

Remus parecía incómodo. "No, no exactamente. Es algo de adultos, Harry."

Harry se entristeció, y cortó su bife agresivamente.

"Tal vez tendríamos que hablarlo después," dijo Sirius cuidadosamente, y Remus asintió. "Harry¿cómo te esta yendo en La Madriguera?"

"Ron me mostró como deshacerse de los gnomos," murmuró Harry. "Y Ginny me tiró del pelo."

"Las chicas hacen eso a veces," estuvo de acuerdo Sirius. "¿La estas pasando bien?"

Harry se encogió de hombros. "Supongo."

Remus se estiró hacia atrás, manteniéndose fuera del asunto, mientras Sirius le preguntaba sobre la escuela, sobre sus estudios, sobre lo que estaba leyendo de la librería. Ese era el trabajo de Sirius; Sirius le recomendaba los libros que tenía que leer, le preguntaba por los estudios y lo arropaba en la noche.

Remus, mientras tanto, tenía que encontrar un lugar a dónde ir para la luna llena, no podía convertirse en un monstruo asesino y tratar de comerse al ahijado de su mejor amigo.

De algún modo sentía que esto era algo injusto.

Después de la cena, cuando Harry se había lavado, cepillado los dientes y acostado a leer, Sirius se apoyaba en la puerta el living. Remus estaba trabajando en su escritorio, haciendo las cuentas del mes de la librería.

"Me tendrías que haber dicho antes," dijo en voz baja. Remus negó con la cabeza.

"No lo había pensado, tampoco... todo este asunto con los Dursley me sacó del esquema, tener a Harry acá y todo eso."

"Podríamos mandar a Harry con los Weasleys."

"No por dos noches seguidas, sabes como estoy la noche anterior a la luna llena, podría ser un lobo de todas maneras." Remus suspiró. "Lo que quiero decir es. ¿Qué es lo que van a pensar? Van a hacer preguntas." Puso la cabeza en sus manos. "Tienes que llevarte a Harry lejos," dijo. "Podemos poner las protecciones en cualquier otro departamento. Conseguirte tu propio lugar, para vos y para él."

"¿Eso es lo que quieres?"

"Por supuesto que no. Quiero a Harry acá. Donde pueda cuidarlo también. Pero lo que quiero no es lo que se hace. Es tu ahijado, y vos no eres el que se vuelve loco cada veintiocho días."

Sirius considero lo que se había dicho. "No podemos proteger otro departamento como este. No sin tu conexión sanguínea con James."

Remus apoyó la cabeza sobre la mesa y se la cubrió con las manos. "Bueno, estuve pensando mis opciones. Esperaba que tuvieras algunas. Yo sólo tengo una."

"¿Mandar a Harry fuera?"

"No. Pero vos tene las llaves y sabes como funciona el negocio, podes cuidar a Harry. Creo que voy a volver a Hogsmeade."

Sirius se tiró en el sillón. "¿Qué hay en Hogsmeade?"

Remus levanto la cabeza y lo miró. Los ojos de Sirius crecieron enormemente.

"No existe la más mínima probabilidad de que vuelvas a ese chiquero, Lutánito," dijo con urgencia. "No después de todo este tiempo."

"Es la única forma segura."

"No vas a volver ahí!" insistió Sirius.

"No seas ridículo al respecto."

"Sé como eran tus transformaciones, te veía después de eso," continuó Sirius. "Y no pasé dos años aprendiendo cómo ser un Animago para que volvieras a la Casa de los Gritos y pases por eso otra vez."

"Entonces sugerí otra cosa, Sirius, no tengo inconvenientes." Remus miró sus manos. "No es que quiera volver ahí. Merlín sabe que no es así."

Sirius podía contar las noches de luna llena que Remus pasó solo, después de la primera vez que se transformó en Animago, con una sola mano. Una vez, cuando el túnel colapsó cuando todavía estaban en la escuela, y ninguno de ellos excepto Remus pudo llegar a la Casa; otra, después de que terminara la escuela, cuando Sirius estaba en San Mungo con una horrible neumonía mágica. Dos veces cuando estaba viajando, en la búsqueda de Peter, y no pudo llegar a tiempo al departamento con Sirius. Cuatro veces en doce años, en ciento cincuenta lunas llenas.

"No puedes porque no hay," dijo Remus con calma. "Esta bien. El día después de mañana voy a ver a Harry ir a la escuela y Aparecerme en Hosgmeade. Puedo llevarle a Dumbledore una oferta de paz, todavía esta enojado con nosotros... podría haber incluso un juego de Quidditch."

"Y después encerrarte en la Casa y tratar de arrancarte tu propia piel," gruñó Sirius.

"Es mejor la mía que la de Harry," replicó Remus.

Harry no veía porque no podría ir con Sirius a buscar a Lunático dondequiera que se había ido. Lunático había estado fuera por dos días, y Harry lo extrañaba, lo que era raro, porque Lunático era tranquilo y nunca decía mucho, no como Sirius. Lunático era como un perro, Harry había decidido; no lo veías mucho cuando estaba ahí, pero cuando no estaba extrañabas su presencia.

En lugar de eso, se quedo hasta tarde en la casa del Sr. Y la Sra. Weasley, hasta que Sirius vino a buscarlo. No fue tan mano, Fred y George le enceñaron a abrir cerraduras, y Ron y el compartieron una manzana, y Ginny le tiró pintura encima, lo que era siempre divertido, porque podía ver a la Sra. Weasley limpiarlo mágicamente.

Cuando Sirius abrió la puerta, Harry soltó su mochila y corrió inmediatamente a la cocina a buscar a Lunático; cuando vió que no estaba ahí, empujó del camino a Sirius y corrió hacia la habitación.

Las manos de Sirius lo agarraron antes de que pudiera llegar a la cama de Lunático y saltara en ella. Harry le dio un vistazo a Lunático, acostado de costado y sin remera, pero fue suficiente. Había largos rasguños en su pecho, feas heridas que Harry nunca había visto antes. Lunático estaba temblando, sus brazos rodeaban su cuerpo. Había lastimaduras en su cara también, y lo que parecían mordidas en sus manos.

"¿Qué le pasa a Lunático?" le pregunto fuerte mientras Sirius lo cargaba fuera de la habitación. Se movía entre los brazos de Sirius. "¿Qué le pasó? No lo mordiste¿no?"

"Shh, vas a despertarlo," respondió Sirius, sentando a Harry en su propia habitación, y cerrando la puerta. Se sentó. Harry golpeaba el piso con sus pies.

"¿Por qué esta lastimado?" Gritó Harry.

"Harry, es una enfermedad. No hay nada que puedas hacer gritando. Yo no lastimé a Luntático¿esta bien?" dijo Sirius, con una voz tocando el pánico. "Esta bien. Va a estar bien. Va a estar bien por la mañana, espera y verás."

"Esta todo mordido y eso!"

"Parece que es así, lo sé, pero te prometo, Harry, que en la mañana va a estar bien. Confía en mí¿si?" le suplicó Sirius. Harry frunció el ceño.

"¿Seguro?" pregunto finalmente. Sirius asintió.

"Esta a salvo. Sólo esta enfermo, nada más. Lunático... él va a enfermarse a veces. No es tan fuerte como vos y como yo."

Los ojos de Harry lo miraron sorprendido.

"Tienes que entender que a veces no puedes estar con Lunático¿si?"

Harry se sentó en la cama, y se cruzó de piernas, parecía pensativo. Sirius siguió sentado, esperando un signo de aceptación.

"¿Quiere a Rana?" preguntó Harry, levantando la rana de peluche, de una caja casi vacía de juguetes y extendiéndola en dirección de Sirius.

"¿Duele?"

"Sólo cuando esta... sanando. Va a ser rápido. Usualmente no... toma más de un día."

"¿Cuánto más?"

"Unas dos o tres horas. Creo. Jesucristo en stilettos..."

"Estuviste mucho tiempo con Muggles como para adquirir su profanaciones así."

"Ja Ja. Ow."

"¿Puedo hacer algo?"

"Si. Matarme"

"Te dije que era un error."

"Ooooh, o dime que tonto que soy, y eso, Canu."

"Perdón."

"..."

"¿Qué?"

"Harry me vió¿no?"

"Sólo un vistazo. Le dije que era un resfrió mágico."

"Me tendría que haber quedado en la Casa hasta estar totalmente curado. No te tendría que haber dejado Aparecerme de regreso. El mes que viene. El mes que viene."

"No podes hacer esto, no tenes treces años."

"Puedo hacerlo. Argh."

"Te van a quedar cicatrices."

"Sirius, vete y déjame morir en paz."

"Sólo quería dejarte algo. Harry lo manda."

"Voy a sangrar en él."

"Lo vamos a limpiar entonces. Tómalo."

"¿Cuán estúpido me veo?"

"Muy estúpido. ¿Te sientes mejor?"

"...si."


Notas de la Traductora:

Volví a la vida después de muuuuuucho tiempo. Entre mis exámenes en la facultad, las fiestas, mis vacaciones en la costa, la destrucción total de mi pc y el problema con la conexión, no pude traducir nada antes. Mil disculpas por la demora, no hay nada de lo que diga que pueda mejorar la situación excepto, prometo un capítulo por semana desde hoy. Y para remendar un poco las cosas. En dos días subo el próximo. ¿Me perdonan?

Capítulo especialmente dedicado a: Maniática Lovegood, Urisk, Loly, HermioneGranger91, Aliena-Wolf, The Angel of the Dreams, Aminaoko, Javi-fernandez y Ginger por sus reviews en el capítulo anterior. Los amo!

Sean amables y dejenme un comentario¿Siiiii? Aunque sea un Howler por la tardanza. P