Miroku estaba en la punta de un árbol, era difícil creer que habían destruido por fin a es imbécil que había puesto la maldición en su familia, que había causado tanto mal sobre la tierra.

Naraku por fin murió, ¿Y ahora que? Kagome volvería a su mundo, pero nunca se olvidaría de venir a visitar a sus amigos, por lo menos una vez a la semana, lo había prometido. Shipo se quedaba con la anciana Khade, Inu Yasha, para proteger de cualquier peligro a la aldea, y estar siempre cerca del pozo, para estar cada que pudiera con Kagome. Sango se iba a ir a su aldea, a rendirles homenaje a sus padres, y él, Miroku, el monje libidinoso que no tenía mas misión en la vida que vengar a su familia terminando con la maldición de su mano, no tenía idea de que sería de él, que haría. ¿Volvería a su hogar? No podía, no tenía hogar, su casa siempre fue donde el viento lo llevara, su familia eran Kagome, Inu Yasha, Shipo, Kirara y Sango.

-Miroku – sama, ¿estas ahí? – Shipo subía donde el monje

-Si… aquí estoy, ¿Qué pasa?

-Nada, sólo que no te vi y quería saber como estabas…

-o.0? ¿Y eso?

-Kagome ya se fue, y el malvado de Inu Yasha está molestándome… (

-Ah… Shipo… dile a Sango – sama que te defienda

-No puede, esta preparando sus cosas para irse…

-¿I… irse? ¿Tan pronto?

-Pues dice que ya no hay nada que la detenga así que mañana en la mañana se va… su familia la necesita…

-Pero están muertos

-Eso ya lo sé, pero ella quiere re…

-Rendirles homenaje, lo sé – Mientras bajaba del árbol seguido por el zorro - ¿Tienes hambre?

-¡Si!

-Vamos, ha de haber algo en la cabaña… - Caminaron un poco, después el Shipo preguntó

-¿Qué vas a hacer ahora Miroku – sama? – No hubo respuesta

-Toma, es algo de fruta, con esto sobreviviremos…

-Miroku – sama ¿No sabes lo que vas a hacer ahora, verdad?

-No…

-¿Porqué no vas con Sango – chan?

-¿Qué te hace pensar que quiero ir con ella?

-Uy, que enojón eres… lo que pasa es que ella te estima mucho y va a necesitar de un amigo que la acompañe, después de todo, Kirara y ella se saben cuidar solas, pero no le vendría mal algo de apoyo moral cuando vuelva a su aldea, claro mientras decides que es lo que vas a hacer…

-Amigo… - casi susurró – sólo amigo

Estaban sentados en la parte inferior de un árbol, comiendo. A los pocos segundos de silencio, llegó Kirara, y se puso a jugar con Shipo, después volteó a ver a Miroku y se fue a echar en su regazo, tenía una patita vendada, fue la única que se lastimó en la última batalla. Él la acarició detrás de las orejas, ella bostezó y se quedó dormida en él.

-¿Sabes Shipo? Siempre quise tener una familia…

-Ni que lo digas, todos nos dimos cuenta… en cada aldea pedías un hijo a cada mujer que se te pasaba enfrente

-Fhe! Siempre fuiste mujeriego… tal vez ya hasta tengas hijos y tu un en cuenta- Inu Yasha se unía a la conversación

-Ah? – Con una gota en la cabeza – ¿Y tu a que hora llegaste?

-Siempre he estado aquí, durmiendo… te importa

-Ah, no claro que no… pero porque piensan que me voy de acostón en acostón

Inu y Shipo se quedan viendo y luego sueltan carcajadas. Miroku se limita a bajar la cabeza y seguir cuidando un poco de Kirara, que sigue dormida, pues está cansada.

-En cada esquina que hay una mujer, estás ahí…

-Deben de saber que… sólo soy coqueto, con tantos problemas que pasamos ni tiempo de estar con alguna de esas mujeres, no tengo tiempo ¿Entienden? Además no hay mujer en el planeta que me hubiera aceptado con mi maldición, puede que si de broma, porque se sentían importantes, pero hablando en serio, nadie me aceptaría a mí, con mis manías raras y mi Kazana…

-Pero ya no tienes la maldición…

-Da igual, nadie me aceptaría con mis mañas- Baja la cabeza y con una gota continua – soy guapo e irresistible, pero todas juegan conmigo, nadie me toma en serio

-Ay, si serás idiota. Eso es porque tú tampoco las tomas en serio…

-¿Ah?

-¿Alguna ves haz intentado ser bueno con una mujer? – Shipo le pregunta mientras se trepa a la cabeza de Inu Yasha

-Si…

-¿Y que pasó?

-Nada

-¿Pues con quien lo intentaste?

Miroku se paró con Kirara en los brazos y sin decir nada se fue

-Este tipo si que es raro

-Tú lo has dicho

Se quedaron ahí unos minutos y después llegó Sango.

-Oigan, ¿No han visto a Kirara?

-Si, esta con Miroku… - Shipo mientras bajaba de la cabeza de Inu

-¿Y donde están?

-Se fueron por allá… estate quieto Shipo

-¡Ay! ¡Bájame! Le voy a decir a Kagome

Sango se fue con una gota en la cabeza por el sendero que Shipo le señaló, a los pocos minutos de caminar, vio al monje y a Kirara sentados en junto a una roca, Ella durmiendo mientras él la acariciaba tiernamente, después que él alzara la vista y la viera, sonrió y Sango se acercó a él.

-Su excelencia ¿Qué hace?

Miroku sonrió –Kirara estaba cansada y el ruido de Shipo e Inu estaban perturbándola

-Y yo que la buscaba para que durmiera un poco – mientras se acomodaba junto a él.- ¿Y bien, que vas a hacer ahora?

-¿Ah? ¿yo? no lo se...

-Juraría que ibas a buscar esposa y... tener un hijo

-No! bueno, es que no se si eso sea para mi, la paternidad no se me da, sólo lo necesitaba para tener a quien pasarle la maldición, pero ahora... no se si este listo. Primero habría que encontrar una mujer adecuada a mi....

-Lo dice por hermosa y de buen cuerpo ¿Cierto?

-No, para nada - Sango lo mira con cara incredula, luego él se da cuenta de que ella espera algo mas que eso por respuesta - quiero a una mujer linda, si, pero también inteligente, hábil y que me acepte - Mira al horizonte y después a Kirara - Toma, está cansada todavía, tal vez deberías irte hasta que ella esté bien, podría ser un viaje peligroso con ella cansada... -mientras le entregaba a Kirara, después se va dejandolas solas

Sango era una chica linda e inteligente, y hay que aceptarlo, Miroku la quiere mucho, todos lo saben, hasta ellos, saben que se aman, o por lo menos estan seguros de lo que ellos soenten por el otro, pero Miroku es un maniatico, no va a dejar que ella esté con él, pues ya tomó una decición. Ella merece alguien con futuro propio, educado y valiente que siempre este para ella y con ella. Si él cree que no puede mantener quieta a su manita, no va a dejar que hiera a su querida Sango, aunque eso signifique renunciar a ella.

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Hoola!! este es mi primer fic de Inu, espero les guste hasta ahora, no se enojen ¿va? escriban sus comentarios