Nueva Vida.-

.-.Esto se está poniendo peludo- la voz de Dean sonaba agitada

.-.Cállate, vas a llamar su atención- Harry a su lado le dirigió una mirada severa- cuando tiempo tenemos?- preguntó a Hermione, a su derecha.

.-.20 segundos para la explosión- respondió la muchacha asintiendo.

.-.Bien...- Harry no sabía que decir, estaba nervioso, más nervioso de lo que nunca había estado en su vida. Por primera vez él iba hacia Voldemort sin haber caído en alguna trampa y por primera vez había pedido compañía.

.-.Tranquilo- Ron puso una mano sobre el hombro de su amigo, al tiempo que una palabra ronca salía de su boca- estamos contigo-

Hermione asintió.

Harry los miró y le dio un vistazo a todos los muchachos que estaban detrás de él, siguiéndolo y apoyándolo en lo que podía ser la última noche de sus vidas.

.-.Tres..- murmuró Granger- dos.. uno..-

.-.Ahora!. Dean, Ron ya saben que hacer!-

A una sola voz ambos muchachos se pusieron de pié y silenciaron al par de mortífagos que estaban a su alcance.

.-.Desmainus!- con un certero movimiento, Harry los desmayó.

.-.Tenemos que seguir avanzando...- apuró Hermione, con nerviosismo.

.-.Luna, Ginny, Seamus, a la puerta de la derecha, ustedes cuatro a la de la izquierda, Neville, quédate aquí hasta que regresemos... si pasa algo... ya sabes que hacer-

Tragando saliva, el muchacho asintió.

.-.Ron, Hermione... vamos-

.-.NO!-

No, Ron, Hermione y todos los E.D. .. los acababa de mandar a la mismísima muerte.. era todo su culpa, su culpa y nada más que su culpa. Entre respiraciones entrecortadas y lágrimas de rabia que se escapaban de sus ojos, Harry terminó por comprender que todo era un sueño, que su conciencia le jugaba una mala pasaba y se vengaba de la mala pata que había tenido al no escucharla.

Se sentó derecho en su cama y dio un largo vistazo a la habitación. 5 muchachos que no conocía dormían plácidamente a su alrededor...

Bajó la mirada, jamás se había sentido tan solo.

Trató de respirar, pero el agujero de angustia era demasiado grande en su pecho y lo que le resultó fue un extraño gemido de dolor; jamás se había sentido así... estaba tan acostumbrado a despertarse con el aroma de sus amigos por la mañana, con las expectativas de una ligera conversación matutina que lo adelantara de las cosas de las que estaba al corriente, de que Dean, Seamus y Ron en ocasiones le recomendaran mirar a una chica de tal o cual casa que estaba buenísima.

A cambio de todo tenía a un puñado de extraños que no despertaban en él ni la más mínima sensación.

Se puso de pié en un solo movimiento, tenía la impresión de que si hacía todo más lento iba a sentir más y más pena por estar solo. Se acercó a su ropero, lo abrió y buscó algo entre los cajones interiores, lo había visto el día anterior y lo había guardado porque le había parecido tremendamente útil para lo que quería. Finalmente lo encontró: Una banda elástica enorme, una vincha gruesa que podía colocarse alrededor de la cabeza para cubrir completamente la cicatriz.

La llevó consigo hasta el baño, allí, se paró frente al espejo.

.-.Me ha crecido mucho- consideró, tomando una mata de cabello entre sus manos, en realidad bastante largo... sonrió, su tía Petunia acababa de llegar a sus pensamientos, ella y sus enormes tijeras persiguiéndolo por toda la casa para ponerle fin al bendito problema de su cabeza. Sonrió una vez más, pero esta fue con pena, esas habían sido épocas en las que ni en sus mejores sueños existía Hogwarts... ¿Cómo el maravilloso mundo que formaba parte de él podía haberle permanecido tan oculto?.

Giró la llave del agua casi inconscientemente y metió sus manos en ella.

.-.Demonios!-

Estaba helada. Las sacó de inmediato y tras unos segundos sacudiéndolas las volvió a meter, tenía que acostumbrarse a la temperatura... tenía que acostumbrarse a pasar todas las mañanas por ese lugar y repetir el mismo ritual.

40 minutos más tarde se volvió a ver en el espejo, esta vez en uno de cuerpo entero que estaba junto a su ropero. Parecía otro: Sus labios estaban algo morados, a lo mejor por la decisiva ducha con agua helada que había decidido tomar, su piel lucía blanquísima, más de lo que era... su cabello a medio secar se dispersaba a su antojo y caía curiosamente sobre la banda gruesa negra que le circundaba la cabeza. Sus hombros le daban forma por primera vez a su cuerpo bajo la túnica, estaban curiosamente tirados para atrás, rectos, todo él estaba derecho.. por primera vez en su vida; quiso adjudicarlo al quidditch, a los entrenamientos pero sabía muy dentro de él que era ese escalofrío constante en su médula el que lo hacía enderezarse de tal manera. Además la túnica era preciosa, como si estuviera bajo un cúmulo de tinta china, era profundamente negra y formaba ondas y pliegues en su cuerpo que jamás había visto con cualquiera de Hogwarts.

.-.Hola-

A través del espejo Potter pudo ver a un muchacho parado detrás de él.

.-.Buenos días- respondió Harry

.-.Bajas a desayunar pronto?

.-.Eh, sí.. ya terminé- admitió Harry, volviéndose.

El muchacho debía pensar que era una especie de.. nada de especies, un completo homosexual.

Ambos se miraron por un incómodo momento. Sentía que los ojos pardos claro del muchacho trataban de buscar su cicatriz bajo la banda que tenía puesta...

.-.Perdón- empezó el muchacho, bajando la cabeza- es que me acaban de cambiar de habitación y no conozco a nadie de aquí-

.-.Ah-

.-.Disculpa, si quieres me voy- el muchacho se volvió, dispuesto a irse

.-.No!- Harry lo detuvo... quien quiera que fuese, estaba tan solo como él- yo también soy nuevo-

.-.Oh, que agradable coincidencia- admitió, prolongando aún más que antes la sonrisa que por segundos había desaparecido. Había mucha franqueza en su gesto, en la combinación de dientes blancos como perlas y labios ligeros, pequeños.

Harry asintió.

.-.Me llamo Franz Zoff. Pero me puedes decir Franz o Zoff, todo el mundo me dice Franz o Zoff-

Potter sonrió de medio labio.

.-.Soy Harry-

.-.Harry?-

.-.Evans-

.-.Evans!... no eres de aquí verdad?- preguntó, iniciando la marcha, junto a Potter, ambos rumbo al comedor.

.-.No-

Con el asentimiento de Franz, Harry pudo darse cuenta que esto de la extranjería no era novedad, es más... parecía bastante acostumbrado al hecho y nada prejuicioso por ello.

En el camino al comedor, el muchacho trató de memorizar el camino de vuelta al lugar que podría relacionar con su Sala Común, el camino era bastante fácil a decir verdad, no habían atajos o escaleras que se comieran los peldaños, no había puerta secreta por la que podía entrar, solo era bajar el sin fin de escaleras que se presentaban ni bien cruzaba la puerta de la Sala, caminar a lo largo que un enorme corredor, al llegar a la esquina entrar al otro que lo cruzaba, recorrerlo de punta a punta, bajar un par de escaleras y voila! Estaba en el lugar al que llamaban Comedor Central.

Cientos de alumnos de.. cientos de alumnos de.. de donde eran todos estos alumnos? Pertenecían a casas? Porque a él no le habían hecho ninguna ceremonia de selección, además no veía mesas diferenciadas por estandartes o colores que distinguían a unos de otros, todos estaban de un profundo negro, azul o plomo.

Hey! Él no tenía el uniforme plomo. Donde tenía que pedirlo?

.-.Vamos a sentarnos, por allá han desocupado una mesa- indicó Franz, señalando a algún lugar al que Harry no prestó atención por andar perdido en sus pensamientos.

¿Cómo funcionaba esa institución? Si no tenían casas, de que manera se organizaba? O a lo mejor ese castillo era tan grande que todos los que estaban ahí eran de una sola casa y luego le tocaba el turno a otra, o podía estar en otro comedor o quien sabe cuantas cosas más podían pasar por su cabeza.

A penas reaccionó cuando, tras tomar asiento, una serie de alimentos empezaron a surgir de los platos que llenaban la mesa.. entonces notó lo hambriento que estaba y recordó que no había probado bocado en el almuerzo ni en la cena anterior, así que tomó una rebanada de un biscocho bastante grande que estaba al centro, lo untó con mucha mermelada y lo devoró con entusiasmo.

.-.Y en que vas?-

.-.Que?- Harry se puso el puño ante la boca, para que Franz no vea el asqueroso bolo de comida que se estaba formando en su boca.

.-.En que vas?-

Potter tragó, tomó un poco de agua y vaciló... no tenía idea de lo que le estaba preguntando.

.-.Vienes de otra escuela de Magia?-

El chico era visiblemente lento, Harry le había dicho que era nuevo y recién captaba que venía de otra escuela de magia... aunque, a lo mejor podía haber pensado que era nuevo de habitación, como él mismo. Ese caso era aceptable.

Potter asintió.

.-.De cual?- los ojos se Zoff se encendieron.

.-.Hogwarts- dijo mientras tomaba un pan, tratando de parecer totalmente relajado.

.-.Interesante... y en que año ibas allá?-

.-.6to-

.-.Primer o segundo semestre-

.-.Segundo-

.-.Entonces estás en el 12 aqui-

.-.El 12?-

.-.Sí, como yo-

.-.Y cuantos son?-

.-.15. Nos demoramos un poco más aquí que en tu escuela creo- estimó el muchacho con desdén, mientras sorbía un poco de leche- pero los profesionales que salen de aquí son excelentes-

Durante el resto de la conversación que abarcó el desayuno y gran parte del camino a la primera clase, Harry se enteró de que a parte de ser 15 cursos por los que tenían que pasar (que equivalían a 7 y medio en Hogwarts) habían 3 niveles por materia: A, para los mejores, B para los que estaban bien y C para los que necesitaban asesoría extra, "claro que hay cursos en los que los muchachos escogen obligatoriamente el nivel C para aprender más de la teoría y desempeñarse de una manera óptima en los siguientes años". También supo que los que iban con túnica ploma eran los que estaban en el 14 y 15, osea que los mayores de toda la escuela a quienes se les había dado una túnica extra; que esa era una escuela de magia electiva, abierta no solamente para los que circundaban la región, lo que explicaba la falta de sorpresa del muchacho al decirle que era de Hogwarts; que no se agrupaban en casas, que una habitación podía tener a chicos de tres cursos diferentes (1, 2, 3 o 4,5,6 o 7,8,9 y así) y que la torre que le había tocado le había tocado por suerte; que las chicas dormían en el mismo piso, también mezcladas así y no pudo continuar porque habían llegado a su destino.

.-.Esto es Pociones, la B. Tú en que estás?-

.-.Eh...- Harry trató de promediar sus notas en el curso de Snape- creo que B también-

.-.Pasamos entonces-

El aula de Pociones era parecidísima a las mazmorras de Hogwarts, los mismo asientos, las mismas mesas, un lavatorio en cada lado... Sintió que de pronto su corazón daba de tumbos y su mente lo llevaba muy lejos, al lugar en el que estaban Ron y Hermione. ¿Qué estarían haciendo sus mejores amigos en esos momentos? Una pelota se atracó en su garganta al recordar que no iba a volver ese mismo día junto a ellos, que no podía contarles en mucho tiempo todo lo que había visto... que a lo mejor no los volvía a ver nunca.

.-.Eh! Harry...-

La voz de Franz llamó su atención, Potter enfocó sus ojos en el muchacho que le separaba un asiento y sin querer, eso acrecentó aún más su tristeza... Franz era un desconocido a comparación de sus amigos, no podía confiar en él, no podía llorar con él... en suma no podía hacer con él nada de lo que tenía ganas de hacer en ese instante.

Con pasos de plomo e inmensas ganas de deprimirse, Harry avanzó hacia Franz, tomó asiento y esperó al profesor, como el resto de alumnos.

.-.Beckenbauer nunca se demora, no te preocupes-

.-.Beckenbauer- repitió Harry, memorizando.

En efecto, en segundos oyó una voz anciana pero potente que empezaba su clase desde atrás.

.-.Buenos días alumnos-

Todos se pusieron de pié alarmados.

.-.No puede entrar así... no lo vimos- musitó Franz- lo ha hecho a propósito-

.-.Que pasó?- preguntó Harry, mientras inflaba el pecho como los demás.

.-.Lo ha hecho a propósito para que no nos pongamos de pié y después aprovecharse de eso-

Hasta ahora, Beckenbauer y Snape podían ser hermanos.

.-.Muy educados, gracias, pueden tomar asiento-

.-.Viejo sardónico- oyó Harry por atrás

.-.Sht!- alguien calló a la muchacha que lo dijo.

.-.Treblinka!- protestó la silenciada- tu siempre dices...-

.-.Yo nunca digo estupideces a escondidas de los profesores, se los digo en su cara o cuando no están- la voz de muchacha se le hizo tan desvergonzada a Harry que llamó su atención y empezó a darse la vuelta para ver quien era.

.-.No te vuelvas- inmediatamente Franz se dio cuenta- no te vuelvas, no te metas en problemas...-

Potter asintió y cuando miró al frente, se encontró con los ojos enormes de Beckenbauer mirándolo. Era un hombre que empezaba a envejecer, tenía una mata orgullosa de cabello blanco corto que le caía sobre la cara y arrugas en las mejillas, patas de gallo y profundas ojeras cercándole los ojos que eran de un verde muy parecido al de Harry, con matices más claros... su expresión tenía algo vil, como la de Snape, solo que a diferencia de él, el anciano parecía ser más valiente y a la vez conservador, parecía no perdonar ni el más mínimo error y regocijarse con el dolor que el castigo pudiera darle a sus alumnos. Miraba a todos con desdén, como si él supiera un gran secreto y los demás fueran un conjunto de gusanos babosos que se arrastraban por ahí, chocándose entre ellos.

La respiración de Harry se agitó cuando los ojos de Beckenbauer hicieron aún mayor incidencia en los suyos y sintió miedo, del que nunca había sentido con Snape.