Bueno, gracias a todos por los reviews que me han dejado. Aquí les dejo el
capitulo 10, donde, a partir de ahora, llegara lo mas interesante.
Espero que les guste el capitulo, y ya saben, dejenme algun review, porfi,
jaja.
S J R O
I A E L
R M M I
I E U V
U S S E
S - - R
- - - -
B P L W
L O U O
A T P O
C T I D
K E N -
- R - -
. . . .
Capitulo 10
Ataques
Se quedaron toda la noche en el salón charlando. Bella, entendiendo que tenían mucho que contarse, puso un hechizo silenciador al salón y se acostó.
Harry le contó como era su vida con sus tíos, que al fin y al cabo también eran tíos de Laura, lo de la piedra filosofal en primer año, lo de la cámara de los secretos de Slytherin en segundo, lo que ocurrió con Sirius en tercero y todo lo ocurrido el curso anterior en el Torneo de los Tres Magos.
-Pero Harry, tu no eres culpable de la muerte de ese chico – dijo Laura
-Pero si no le hubiera dicho que cogiéramos la copa juntos – se repetía afligido
-Mira Harry, fue un acto muy noble de tu parte hacer que los dos cogierais la copa juntos, eso demuestra que eres una buena persona y que no eres envidioso y tienes buen corazon – sonrió
-Pero aun así me siento culpable
-Basta Harry! – alzo un poco la voz – Tu le mandaste el Aveda Kedabra? – el joven negó – Entonces de que te culpas? No fuiste tú quien lo mato, fue Peter y sobre su conciencia debe caer la muerte de ese chico, no sobre la tuya. Mira Harry, no vale la pena que te culpes por algo que no has hecho, porque es sufrir sin razón.
Continuaron hablando hasta las cinco o las seis de la madrugada. Había sido un día muy duro, pero a un así, no tenían sueño, querían saber mas el uno del otro.
. . . . . .
-Mi señor, Wortmail quiere verle – dijo un hombre encapuchado
-Dile que pase Nott – dijo una voz fría y siseante
Un hombre bajito, vestido completamente de negro y encapuchado, entro en la sala. Hizo una reverencia y beso la túnica del Lord Oscuro.
-Que quieres? – pregunto Voldemort
-Mi... Mi señor... la hija de los Po... Potter esta vi...viva – tartamudeo
-QUEEE?? ¿CÓMO QUE ESTA VIVA??? TE DIJE QUE LA MATARAS!
-Y así lo hice mi Lord, le juro que la mate – se arrodillo y empezó a sollozar
-Si la mataste, como demonios PUEDE SER QUE ESTE VIVA?? – grito furioso – IMBECIL! CRUCIO!
Peter empezó a retorcerse de dolor y grito a pulmón vivo. El sabia que había matado a la niña, la vio dormida en la cuna. No podía ser que estuviera viva. Pero claro que esa muchacha era ella, era la viva imagen de Lily.
-Estas seguro de que era ella, Wortmail? – pregunto Voldemort un poco más calmado
-Sí.. Si señor – dijo jadeando – Ahora mismo esta en Privet Drive junto con su hermano.
-Bien, los pillare desprevenidos y matare a dos pájaros de un tiro – rió – Pero esto no va a quedar así, pagaras por tu estupidez CRUCIO
***
Harry se despertó de golpe, le dolía la cicatriz. No sabia que había soñado, solo recordaba que Voldemort quería matar a dos pájaros de un tiro, pero no sabia a quien.
Le costó un poco saber donde estaba. Recordó que estaba en casa de Bella, su madrina y vecina. Estaba en el salón de la casa acostado en el sofá. A su lado estaba Laura, su hermana. Miro la hora, pero se dio cuenta de que su reloj estaba estropeado desde la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos.
-Vaya, por fin te despiertas dormilona – rió Harry al ver que su hermana abría los ojos.
-Por la cara que tienes, creo que tu no te has despertado mucho antes – rió
-Muy graciosa – dijo sarcástico – Que horas es?
-Las 10 – dijo mirando su reloj
-Será mejor que nos levantemos – dijo Harry levantándose del sillón
-Tengo hambre, que tal si preparamos algo para desayunar mientras baja Bella?
Los dos se levantaron y arreglaron un poco el salón. Cuando terminaron, se fueron a la cocina a preparar el desayuno. Prepararon tostadas, galletas, hicieron zumo de naranja natural, huevos fritos, beicon, etc.
-Vaya que bien huele! – dijo Bella entrando en la cocina
-Que quieres para desayunar, Bella? – pregunto Laura
-Tostadas y un café – dijo sentándose – Tengo trabajo hoy
-Que vas a hacer? – pregunto Harry sirviéndole el café
-Gracias. Voy a acompañar a Carol a Gringotts – dijo mordiendo una tostada – Hum! Esta buenísima! – sonrió
-Que es Gringotts? – pregunto Laura
-Es el banco de los magos – explico Harry – A que vais?
-Carol va a recoger la llave de otra cámara que tenían tus padres, la parte de Laura – explico
-Tan ricos eran mis padres? – pregunto Harry
-Si, muy ricos, casi diría que más que los Malfoy – dijo Bella
Durante todo el fin de semana, Harry y Laura se conocieron mas a fondo. Eran muy parecidos, a ambos les gustaba mucho las aventuras, las bromas, el Quidditch.
Cuando llegaron los Dursley, Harry tuvo que irse con ellos ya que nadie debía saber nada aun. Laura se quedo en casa de Bella, pues Carol, Remus y Sirius estaban en una misión de Dumbledore, algo relacionado con la Orden del Fénix.
Una noche, Harry estaba en casa de Bella porque los Dursley tenían una cena de negocios y como no, el no estaba invitado. Estaban cenando los tres cuando de pronto a Harry empezó a dolerle la cicatriz.
-Que te pasa Harry? – pregunto preocupada su hermana
-Marchaos! – grito Bella asomándose a la ventana – Rápido!
-Que? ¿Dónde vamos a ir? – pregunto Laura asustada por la reacción de Bella – Que pasa?
-Mortifagos! – grito – Coged Polvos Flu y marchaos a casa de Carol
-Y tu que harás? – pregunto Harry sacando la varita – Son demasiados.
-Dentro de poco vendran los Aurores a ayudar – dijo empujándoles hacia la chimenea – Marchaos y no salgais de alli. Tranquilos, todo saldra bien.
-POTTER, NO ESACAPARAS OTRA VEZ DE MI – grito Voldemort quien se abria paso entre sus mortifagos y se acercaba a la casa de Bella, pero no pudo pasar porque choco contra un escudo mágico – FIGG, NO CREAS QUE UNO DE LOS ESTUPIDOS ESCUDOS DE ESE VIEJO LOCO VAN A DETENERME PARA MATAR A POTTER Y A SU HERMANA – rio fuerte
-Cómo sabe de mí? – pregunto Laura
-Peter – dijo furioso apretando los puños
-Que? – pregunto
-Ves a ese Mortifago bajito con una mano de plata que esta a su lado? – dijo Harry señalando a través de la ventana – Ese es Peter, el que traiciono a nuestros padres y intento matarte a ti. Apuesto que fue él quien le contó que estabas viva
Harry se tapaba la cicatriz con las dos manos. Le dolía como nunca, no sabia si podría soportarlo, estuvo a punto de desmayarse, pero Bella que lo vio, los empujo a los dos a la chimenea otra vez
-MARCHAOS! YA HAN LLEGADO REFUERZOS! – grito Bella
Aparecieron por la chimenea de casa Carol. Laura estaba asustada, había visto al ser que había matado a sus padres y al que los traiciono.
-Que estará pasando? – pregunto asustada mientras iba a la cocina a preparar algo de té
-No sé, espero que todo este saliendo bien. Gracias – dijo Harry tomando la taza que le ofrecía su hermana
De pronto, apareció alguien por la chimenea. No se podía saber quien era, pues iba encapuchado. Instintivamente, tanto Harry como Laura sacaron sus varitas al mismo tiempo y apuntaron al individuo.
-Tranquilos – dijo quitándose la capucha
-Sirius! – los dos se acercaron a abrazarlo – Que te ha pasado? Tienes una herida en el brazo
-Tranquila Laura, no es nada, solo un rasguño – dijo quitándole importancia
-Cómo que no es nada? Estas sangrando! – se fue al cuarto y al rato llego con un maletín en la mano – Dame el brazo.
Saco unas botellas y empezó a curarle la herida a Sirius. Cuando termino, le vendo el brazo
-Mañana por la mañana le echare un vistazo – dijo guardando las cosas
-Dónde has aprendido eso? – pregunto Sirius sorprendido
-Carol me enseño – sonrió – Cuando estas con niños pequeños en el orfanato que se pasan el tiempo peleando, tienes que saber primeros auxilios.
-Que ha pasado Sirius? – pregunto Harry
-Como sabréis, ha llegado Voldemort junto con sus mortifagos, pero por suerte han llegado los Aurores del Ministerio y los de la Orden del Fénix – explico
-La Orden del Fénix? – pregunto Harry
-Si, es un grupo formado por magos que luchan en contra de Voldemort – explico Laura – Lo leí en un libro
Al rato, llegaron Bella, Carol, Remus y Dumbledore. Algunos tenían alguna herida, pero nada grave. Laura le ayudo a Carol a curar las heridas que tenían.
-Chicos, Privet Drive ya no es un lugar seguro – dijo Dumbledore dirigiéndose a Harry y Laura – Voldemort ha conseguido pasar los escudos que pusimos por tu seguridad Harry. Será mejor que os quedéis aquí, nadie sabe de este lugar. . . . . .
En los siguientes días, la casa de Carol era un ajetreo total. Todos entraban y salían, y nadie les decía a los chicos nada de lo que estaba pasando o de lo que estaban tramando. Lo único que sabían, era lo que decían el Profeta
ATAQUE EN PRIVET DRIVE
La pasada noche hubo un ataque en el barrio muggle de Surrey, Privet Drive. No ha habido ninguna victima mortal, solo algunos heridos, por suerte, los
Aurores del Ministerio llegaron a tiempo.
El Ministro de Magia, Cornelius Fudge no ha dicho mucho al respecto, solo que no hay de que preocuparse, solo ha sido un acto de gamberrismo y que
los culpables han sido detenidos.
No sabemos muy bien que es lo que ha pasado, pero ha habido muchos ataques últimamente y esto ya es un poco sospechoso. Algunos ya rumorean que El-que-
no-debe-ser-nombrado, ha regresado. Esperemos que ese rumor sea falso.
Corresponsal del Profeta
Michael Walsh
-Un acto de gamberrismo? – grito Laura indignada – Pero el idiota del Ministro de que va? No se da cuenta de que fueron mortifagos?
-El no cree que Voldemort haya vuelto – explico Harry – Se piensa que Dumbledore y yo estamos locos
-Jajajajaj ¿locos? El loco en todo caso es él. Esque no se da cuenta de que todo es evidente? – dijo Laura – No me extrañaría que fuera Mortifago, a ellos no les interesa que se sepa.
-Lo raro esque no haya escrito la Skeeter esa – dijo Sirius, y a Harry le entro un ataque de risa. Tuvo que pasar casi media hora para que se pudiera calmar.
-Rita tardara mucho en escribir – rio el joven Potter – Digamos que esta de "vacaciones"
-Tu sabes algo? – pregunto Remus – Sabes donde esta?
-La tiene Hermione – sonrio – El año pasado descubrio como hacia para escuchar las conversaciones y luego contar todas esas mentiras en el Profeta.
-Y como lo hacia? – pregunto interesada Bella
-Es animaga no registrada – explico – Se convertia en un escarabajo.
Dos días mas tarde del ataque, Dumbledore estaba reunido con la Orden del Fénix en casa de Carol. A Harry y a Laura los enviaron al cuarto y pusieron un hechizo silenciador para que no escucharan nada.
De pronto, una lechuza negra entro por la ventana del cuarto donde estaban los dos hermanos.
-De quien será? – pregunto Laura cogiendo la carta
Nada mas tocarla, sintió un escalofrió. Cerro los ojos muy fuerte y empezó a ver unas imágenes de unos tipos vestidos de negro y encapuchados, para ser más exactos, eran mortifagos. Caminaban por las calles destrozándolo todo, matando a gente inocente, a niños, hasta que llegaron a una casa, que reconocio como la de Carol. Era una imagen aterradora.
-Que te pasa? – pregunto Harry preocupado al ver a su hermana que se había puesto pálida, con los ojos cerrados y con una expresión de terror en su cara. De pronto, abrió los ojos, soltó un grito y empezó a respirar muy rápido.
-Estas bien? – pregunto – Que te paso?
-Vi algo – dijo con miedo – Creo que nos van a atacar. La carta va a nombre del profesor Dumbledore.
-Será mejor que bajemos a dársela – dijo Harry cogiendola de la mano y saliendo del cuarto.
Abajo en el salón no se oía nada, pero estaba llena de gente, porque se veían siluetas a través del cristal, al parecer, estaban discutiendo. Harry llamo a la puerta, y Carol fue quien abrió, pero muy poco, ni siquiera se podría saber quienes estaban dentro.
-Que te pasa? – pregunto al ver a Laura tan pálida
-Una lechuza trajo esto – dijo Harry enseñando el sobre negro – Es para el profesor Dumbledore.
-Muy bien chicos, subid, ya se la daré yo – dijo mirando de reojo a Laura que estaba como ida
-Ocurre algo Carol? – pregunto el profesor Dumbledore saliendo y cerrando la puerta tras de sí.
-ha llegado una lechuza con un sobre para usted – dijo Carol.
Dumbledore miro la carta y la cogió. Laura la miraba con miedo y cada vez que lo hacia, se ponía más pálida, no podía quitarse las imágenes de la cabeza, toda esa gente muerta, esos niños. Carol los mando a los dos arriba.
Harry la miraba preocupado, pues no había vuelto a hablar desde que le paso lo de la carta. Enseguida, entro una Carol apurada en el cuarto y les ordeno que lo recogieran todo muy rápido y que bajaran a la sala lo más rápido posible con los baúles y todo.
-Lo viste, verdad? – pregunto Dumbledore serio mirando a Laura – Viste lo que iba a pasar, no es asi?
La chica lo miro a los ojos. El director en esos momentos estaba examinándola, como si pudiera hablar con ella a través de los ojos. Cuando aparto la mirada, sonrió.
-Tranquila, ya paso todo – sonrió – Esto de aquí es un trasladador – enseño una taza de café rota – Con solo tocarlo con un dedo bastara. Sirius, ve tu también con ellos.
-Dónde vamos? – pregunto Harry
-A Hogwarts, nada mas lleguéis, tenéis que ir con la profesora Mcgonagall, ella os estará esperando. Tranquilo Sirius, ella sabe de ti, pero será mejor que vayas transformado en perro.
Los tres desaparecieron en el momento en el que tocaron la taza rota, mientras que los otros esperaban a los Mortifagos. Llegaron al Bosque Prohibido.
Cogieron los baúles reducidos y seguidos por Sirius-perro entraron en el castillo que en esos momentos estaba desierto, no se veían ni los fantasmas.
-Potter – dijo la profesora Mcgonagall corriendo apurada
-Hola profesora – saludo Harry pero ella no le hacia caso a el, sino miraba a Laura con los ojos como platos
-Cuando me lo dijo Albus no me lo podía creer – sonrió – Eres igual de hermosa que tu madre. Bueno, seguidme.
La profesora los llevo a las cocinas para que comieran algo. Sirius también fue, pero convertido en perro.
-Señor Harry Potter! – chillo una vocecita estridente – El señor Harry Potter ha venido a ver a Dobby en verano!
-Hola Dobby – sonrió el muchacho
-Lo conoces? – pregunto la chica con curiosidad
-Casi me mata en segundo año intentando salvarme la vida – rió
-Quiero que algunos de vosotros vayan a preparar la habitación de invitados del segundo piso – ordeno Mcgonagall – Ustedes esperen aquí hasta que la habitación este lista. Comed lo que deseéis.
Comieron hasta hartarse hasta que llego la profesora diciendo que la habitación ya estaba lista. Los llevo hasta allí. Era enorme, parecida a la Sala Común de Griffindor. Tenia unos sillones con tapizado rojo y una chimenea en esos momentos apagada. Había dos escaleras que iban a los dormitorios. Había una puerta a la que Mcgonagall dijo que conducía a una pequeña biblioteca con unas mesas para estudio.
En esos momentos, entraron unos exhaustos Carol, Remus, Bella, Carol y Dumbledore y Sirius se transformo en humano. Les explicaron que en realidad había habido un ataque pero que no pudieron salvar a toda la gente.
-Ya no es seguro que volváis – dijo Dumbledore
-Y donde iremos? – pregunto Harry – Nos vamos a quedar aquí?
-No, aquí no, seria el primer lugar donde os buscarian – dijo Dumbledore – Aunque hay un lugar muy seguro y que nadie sospecharia de que estais alli.
-Y donde es? – pregunto Sirius
-Es una sorpresa – sonrio mirando especialmente a Sirius – Pero primero tengo que planearlo todo. Por ahora os quedareis aquí, hasta que lo arregle todo.
El director salio dejando a los adultos y a los dos jóvenes un poco mosqueados. Querian saber cual era ese lugar, y Dumbledore siempre iba con sus sorpresas, se podia esperar cualquier cosa de el. Pronto se acostaron todos. Estaban muy cansados.
A la mañana siguiente, Dumbledore les dijo donde era el lugar donde pasarian el resto del verano antes de empezar las clases.
-Ya esta todo solucionado – sonrio satisfecho el mago – No han puesto ningun problema en ello, es mas, les ha encantado la idea.
-Albus, porque no vas directo al grano? – pregunto sonriendo Sirius
-Ireis a Grimmauld Place – anuncio y a Sirius se le borro la sonrisa de la cara
-No, me niego a ir – dijo alterado levantándose de la silla
-Tienes que afrontarlo de una buena vez Sirius – le dijo Remus – Creo que has esperado demasiado.
-NO, no pienso ir – insistio – Como crees que podre mirarles a la cara, eh?
-Que pasa? – pregunto Harry – Que tiene de malo esa casa?
-No hay otra solucion Sirius – le dijo el director ignorando la pregunta de Harry – Quieras o no, los chicos y sobretodo tu, ireis alli.
El tono en el que lo habia dicho, no admitia discusión. Sirius se sento abatido y enfadado en la silla. No queria ir alli, habian demasiadas cosas que explicar y no sabia si estaba preparado para hacerlo.
-Esta tarde partireis, asi que recoged vuestras cosas – anuncio el director
-Mis cosas estan en Privet Drive – dijo Harry
-Y las mias en casa de Carol – dijo Laura
-Eso no es problema, nosotros pasaremos a por ellas – dijo Arabella.
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Que les ha parecido? Os gusta como esta quedando? Dejenme su opinión en algun review, please.
capitulo 10, donde, a partir de ahora, llegara lo mas interesante.
Espero que les guste el capitulo, y ya saben, dejenme algun review, porfi,
jaja.
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Capitulo 10
Ataques
Se quedaron toda la noche en el salón charlando. Bella, entendiendo que tenían mucho que contarse, puso un hechizo silenciador al salón y se acostó.
Harry le contó como era su vida con sus tíos, que al fin y al cabo también eran tíos de Laura, lo de la piedra filosofal en primer año, lo de la cámara de los secretos de Slytherin en segundo, lo que ocurrió con Sirius en tercero y todo lo ocurrido el curso anterior en el Torneo de los Tres Magos.
-Pero Harry, tu no eres culpable de la muerte de ese chico – dijo Laura
-Pero si no le hubiera dicho que cogiéramos la copa juntos – se repetía afligido
-Mira Harry, fue un acto muy noble de tu parte hacer que los dos cogierais la copa juntos, eso demuestra que eres una buena persona y que no eres envidioso y tienes buen corazon – sonrió
-Pero aun así me siento culpable
-Basta Harry! – alzo un poco la voz – Tu le mandaste el Aveda Kedabra? – el joven negó – Entonces de que te culpas? No fuiste tú quien lo mato, fue Peter y sobre su conciencia debe caer la muerte de ese chico, no sobre la tuya. Mira Harry, no vale la pena que te culpes por algo que no has hecho, porque es sufrir sin razón.
Continuaron hablando hasta las cinco o las seis de la madrugada. Había sido un día muy duro, pero a un así, no tenían sueño, querían saber mas el uno del otro.
. . . . . .
-Mi señor, Wortmail quiere verle – dijo un hombre encapuchado
-Dile que pase Nott – dijo una voz fría y siseante
Un hombre bajito, vestido completamente de negro y encapuchado, entro en la sala. Hizo una reverencia y beso la túnica del Lord Oscuro.
-Que quieres? – pregunto Voldemort
-Mi... Mi señor... la hija de los Po... Potter esta vi...viva – tartamudeo
-QUEEE?? ¿CÓMO QUE ESTA VIVA??? TE DIJE QUE LA MATARAS!
-Y así lo hice mi Lord, le juro que la mate – se arrodillo y empezó a sollozar
-Si la mataste, como demonios PUEDE SER QUE ESTE VIVA?? – grito furioso – IMBECIL! CRUCIO!
Peter empezó a retorcerse de dolor y grito a pulmón vivo. El sabia que había matado a la niña, la vio dormida en la cuna. No podía ser que estuviera viva. Pero claro que esa muchacha era ella, era la viva imagen de Lily.
-Estas seguro de que era ella, Wortmail? – pregunto Voldemort un poco más calmado
-Sí.. Si señor – dijo jadeando – Ahora mismo esta en Privet Drive junto con su hermano.
-Bien, los pillare desprevenidos y matare a dos pájaros de un tiro – rió – Pero esto no va a quedar así, pagaras por tu estupidez CRUCIO
***
Harry se despertó de golpe, le dolía la cicatriz. No sabia que había soñado, solo recordaba que Voldemort quería matar a dos pájaros de un tiro, pero no sabia a quien.
Le costó un poco saber donde estaba. Recordó que estaba en casa de Bella, su madrina y vecina. Estaba en el salón de la casa acostado en el sofá. A su lado estaba Laura, su hermana. Miro la hora, pero se dio cuenta de que su reloj estaba estropeado desde la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos.
-Vaya, por fin te despiertas dormilona – rió Harry al ver que su hermana abría los ojos.
-Por la cara que tienes, creo que tu no te has despertado mucho antes – rió
-Muy graciosa – dijo sarcástico – Que horas es?
-Las 10 – dijo mirando su reloj
-Será mejor que nos levantemos – dijo Harry levantándose del sillón
-Tengo hambre, que tal si preparamos algo para desayunar mientras baja Bella?
Los dos se levantaron y arreglaron un poco el salón. Cuando terminaron, se fueron a la cocina a preparar el desayuno. Prepararon tostadas, galletas, hicieron zumo de naranja natural, huevos fritos, beicon, etc.
-Vaya que bien huele! – dijo Bella entrando en la cocina
-Que quieres para desayunar, Bella? – pregunto Laura
-Tostadas y un café – dijo sentándose – Tengo trabajo hoy
-Que vas a hacer? – pregunto Harry sirviéndole el café
-Gracias. Voy a acompañar a Carol a Gringotts – dijo mordiendo una tostada – Hum! Esta buenísima! – sonrió
-Que es Gringotts? – pregunto Laura
-Es el banco de los magos – explico Harry – A que vais?
-Carol va a recoger la llave de otra cámara que tenían tus padres, la parte de Laura – explico
-Tan ricos eran mis padres? – pregunto Harry
-Si, muy ricos, casi diría que más que los Malfoy – dijo Bella
Durante todo el fin de semana, Harry y Laura se conocieron mas a fondo. Eran muy parecidos, a ambos les gustaba mucho las aventuras, las bromas, el Quidditch.
Cuando llegaron los Dursley, Harry tuvo que irse con ellos ya que nadie debía saber nada aun. Laura se quedo en casa de Bella, pues Carol, Remus y Sirius estaban en una misión de Dumbledore, algo relacionado con la Orden del Fénix.
Una noche, Harry estaba en casa de Bella porque los Dursley tenían una cena de negocios y como no, el no estaba invitado. Estaban cenando los tres cuando de pronto a Harry empezó a dolerle la cicatriz.
-Que te pasa Harry? – pregunto preocupada su hermana
-Marchaos! – grito Bella asomándose a la ventana – Rápido!
-Que? ¿Dónde vamos a ir? – pregunto Laura asustada por la reacción de Bella – Que pasa?
-Mortifagos! – grito – Coged Polvos Flu y marchaos a casa de Carol
-Y tu que harás? – pregunto Harry sacando la varita – Son demasiados.
-Dentro de poco vendran los Aurores a ayudar – dijo empujándoles hacia la chimenea – Marchaos y no salgais de alli. Tranquilos, todo saldra bien.
-POTTER, NO ESACAPARAS OTRA VEZ DE MI – grito Voldemort quien se abria paso entre sus mortifagos y se acercaba a la casa de Bella, pero no pudo pasar porque choco contra un escudo mágico – FIGG, NO CREAS QUE UNO DE LOS ESTUPIDOS ESCUDOS DE ESE VIEJO LOCO VAN A DETENERME PARA MATAR A POTTER Y A SU HERMANA – rio fuerte
-Cómo sabe de mí? – pregunto Laura
-Peter – dijo furioso apretando los puños
-Que? – pregunto
-Ves a ese Mortifago bajito con una mano de plata que esta a su lado? – dijo Harry señalando a través de la ventana – Ese es Peter, el que traiciono a nuestros padres y intento matarte a ti. Apuesto que fue él quien le contó que estabas viva
Harry se tapaba la cicatriz con las dos manos. Le dolía como nunca, no sabia si podría soportarlo, estuvo a punto de desmayarse, pero Bella que lo vio, los empujo a los dos a la chimenea otra vez
-MARCHAOS! YA HAN LLEGADO REFUERZOS! – grito Bella
Aparecieron por la chimenea de casa Carol. Laura estaba asustada, había visto al ser que había matado a sus padres y al que los traiciono.
-Que estará pasando? – pregunto asustada mientras iba a la cocina a preparar algo de té
-No sé, espero que todo este saliendo bien. Gracias – dijo Harry tomando la taza que le ofrecía su hermana
De pronto, apareció alguien por la chimenea. No se podía saber quien era, pues iba encapuchado. Instintivamente, tanto Harry como Laura sacaron sus varitas al mismo tiempo y apuntaron al individuo.
-Tranquilos – dijo quitándose la capucha
-Sirius! – los dos se acercaron a abrazarlo – Que te ha pasado? Tienes una herida en el brazo
-Tranquila Laura, no es nada, solo un rasguño – dijo quitándole importancia
-Cómo que no es nada? Estas sangrando! – se fue al cuarto y al rato llego con un maletín en la mano – Dame el brazo.
Saco unas botellas y empezó a curarle la herida a Sirius. Cuando termino, le vendo el brazo
-Mañana por la mañana le echare un vistazo – dijo guardando las cosas
-Dónde has aprendido eso? – pregunto Sirius sorprendido
-Carol me enseño – sonrió – Cuando estas con niños pequeños en el orfanato que se pasan el tiempo peleando, tienes que saber primeros auxilios.
-Que ha pasado Sirius? – pregunto Harry
-Como sabréis, ha llegado Voldemort junto con sus mortifagos, pero por suerte han llegado los Aurores del Ministerio y los de la Orden del Fénix – explico
-La Orden del Fénix? – pregunto Harry
-Si, es un grupo formado por magos que luchan en contra de Voldemort – explico Laura – Lo leí en un libro
Al rato, llegaron Bella, Carol, Remus y Dumbledore. Algunos tenían alguna herida, pero nada grave. Laura le ayudo a Carol a curar las heridas que tenían.
-Chicos, Privet Drive ya no es un lugar seguro – dijo Dumbledore dirigiéndose a Harry y Laura – Voldemort ha conseguido pasar los escudos que pusimos por tu seguridad Harry. Será mejor que os quedéis aquí, nadie sabe de este lugar. . . . . .
En los siguientes días, la casa de Carol era un ajetreo total. Todos entraban y salían, y nadie les decía a los chicos nada de lo que estaba pasando o de lo que estaban tramando. Lo único que sabían, era lo que decían el Profeta
ATAQUE EN PRIVET DRIVE
La pasada noche hubo un ataque en el barrio muggle de Surrey, Privet Drive. No ha habido ninguna victima mortal, solo algunos heridos, por suerte, los
Aurores del Ministerio llegaron a tiempo.
El Ministro de Magia, Cornelius Fudge no ha dicho mucho al respecto, solo que no hay de que preocuparse, solo ha sido un acto de gamberrismo y que
los culpables han sido detenidos.
No sabemos muy bien que es lo que ha pasado, pero ha habido muchos ataques últimamente y esto ya es un poco sospechoso. Algunos ya rumorean que El-que-
no-debe-ser-nombrado, ha regresado. Esperemos que ese rumor sea falso.
Corresponsal del Profeta
Michael Walsh
-Un acto de gamberrismo? – grito Laura indignada – Pero el idiota del Ministro de que va? No se da cuenta de que fueron mortifagos?
-El no cree que Voldemort haya vuelto – explico Harry – Se piensa que Dumbledore y yo estamos locos
-Jajajajaj ¿locos? El loco en todo caso es él. Esque no se da cuenta de que todo es evidente? – dijo Laura – No me extrañaría que fuera Mortifago, a ellos no les interesa que se sepa.
-Lo raro esque no haya escrito la Skeeter esa – dijo Sirius, y a Harry le entro un ataque de risa. Tuvo que pasar casi media hora para que se pudiera calmar.
-Rita tardara mucho en escribir – rio el joven Potter – Digamos que esta de "vacaciones"
-Tu sabes algo? – pregunto Remus – Sabes donde esta?
-La tiene Hermione – sonrio – El año pasado descubrio como hacia para escuchar las conversaciones y luego contar todas esas mentiras en el Profeta.
-Y como lo hacia? – pregunto interesada Bella
-Es animaga no registrada – explico – Se convertia en un escarabajo.
Dos días mas tarde del ataque, Dumbledore estaba reunido con la Orden del Fénix en casa de Carol. A Harry y a Laura los enviaron al cuarto y pusieron un hechizo silenciador para que no escucharan nada.
De pronto, una lechuza negra entro por la ventana del cuarto donde estaban los dos hermanos.
-De quien será? – pregunto Laura cogiendo la carta
Nada mas tocarla, sintió un escalofrió. Cerro los ojos muy fuerte y empezó a ver unas imágenes de unos tipos vestidos de negro y encapuchados, para ser más exactos, eran mortifagos. Caminaban por las calles destrozándolo todo, matando a gente inocente, a niños, hasta que llegaron a una casa, que reconocio como la de Carol. Era una imagen aterradora.
-Que te pasa? – pregunto Harry preocupado al ver a su hermana que se había puesto pálida, con los ojos cerrados y con una expresión de terror en su cara. De pronto, abrió los ojos, soltó un grito y empezó a respirar muy rápido.
-Estas bien? – pregunto – Que te paso?
-Vi algo – dijo con miedo – Creo que nos van a atacar. La carta va a nombre del profesor Dumbledore.
-Será mejor que bajemos a dársela – dijo Harry cogiendola de la mano y saliendo del cuarto.
Abajo en el salón no se oía nada, pero estaba llena de gente, porque se veían siluetas a través del cristal, al parecer, estaban discutiendo. Harry llamo a la puerta, y Carol fue quien abrió, pero muy poco, ni siquiera se podría saber quienes estaban dentro.
-Que te pasa? – pregunto al ver a Laura tan pálida
-Una lechuza trajo esto – dijo Harry enseñando el sobre negro – Es para el profesor Dumbledore.
-Muy bien chicos, subid, ya se la daré yo – dijo mirando de reojo a Laura que estaba como ida
-Ocurre algo Carol? – pregunto el profesor Dumbledore saliendo y cerrando la puerta tras de sí.
-ha llegado una lechuza con un sobre para usted – dijo Carol.
Dumbledore miro la carta y la cogió. Laura la miraba con miedo y cada vez que lo hacia, se ponía más pálida, no podía quitarse las imágenes de la cabeza, toda esa gente muerta, esos niños. Carol los mando a los dos arriba.
Harry la miraba preocupado, pues no había vuelto a hablar desde que le paso lo de la carta. Enseguida, entro una Carol apurada en el cuarto y les ordeno que lo recogieran todo muy rápido y que bajaran a la sala lo más rápido posible con los baúles y todo.
-Lo viste, verdad? – pregunto Dumbledore serio mirando a Laura – Viste lo que iba a pasar, no es asi?
La chica lo miro a los ojos. El director en esos momentos estaba examinándola, como si pudiera hablar con ella a través de los ojos. Cuando aparto la mirada, sonrió.
-Tranquila, ya paso todo – sonrió – Esto de aquí es un trasladador – enseño una taza de café rota – Con solo tocarlo con un dedo bastara. Sirius, ve tu también con ellos.
-Dónde vamos? – pregunto Harry
-A Hogwarts, nada mas lleguéis, tenéis que ir con la profesora Mcgonagall, ella os estará esperando. Tranquilo Sirius, ella sabe de ti, pero será mejor que vayas transformado en perro.
Los tres desaparecieron en el momento en el que tocaron la taza rota, mientras que los otros esperaban a los Mortifagos. Llegaron al Bosque Prohibido.
Cogieron los baúles reducidos y seguidos por Sirius-perro entraron en el castillo que en esos momentos estaba desierto, no se veían ni los fantasmas.
-Potter – dijo la profesora Mcgonagall corriendo apurada
-Hola profesora – saludo Harry pero ella no le hacia caso a el, sino miraba a Laura con los ojos como platos
-Cuando me lo dijo Albus no me lo podía creer – sonrió – Eres igual de hermosa que tu madre. Bueno, seguidme.
La profesora los llevo a las cocinas para que comieran algo. Sirius también fue, pero convertido en perro.
-Señor Harry Potter! – chillo una vocecita estridente – El señor Harry Potter ha venido a ver a Dobby en verano!
-Hola Dobby – sonrió el muchacho
-Lo conoces? – pregunto la chica con curiosidad
-Casi me mata en segundo año intentando salvarme la vida – rió
-Quiero que algunos de vosotros vayan a preparar la habitación de invitados del segundo piso – ordeno Mcgonagall – Ustedes esperen aquí hasta que la habitación este lista. Comed lo que deseéis.
Comieron hasta hartarse hasta que llego la profesora diciendo que la habitación ya estaba lista. Los llevo hasta allí. Era enorme, parecida a la Sala Común de Griffindor. Tenia unos sillones con tapizado rojo y una chimenea en esos momentos apagada. Había dos escaleras que iban a los dormitorios. Había una puerta a la que Mcgonagall dijo que conducía a una pequeña biblioteca con unas mesas para estudio.
En esos momentos, entraron unos exhaustos Carol, Remus, Bella, Carol y Dumbledore y Sirius se transformo en humano. Les explicaron que en realidad había habido un ataque pero que no pudieron salvar a toda la gente.
-Ya no es seguro que volváis – dijo Dumbledore
-Y donde iremos? – pregunto Harry – Nos vamos a quedar aquí?
-No, aquí no, seria el primer lugar donde os buscarian – dijo Dumbledore – Aunque hay un lugar muy seguro y que nadie sospecharia de que estais alli.
-Y donde es? – pregunto Sirius
-Es una sorpresa – sonrio mirando especialmente a Sirius – Pero primero tengo que planearlo todo. Por ahora os quedareis aquí, hasta que lo arregle todo.
El director salio dejando a los adultos y a los dos jóvenes un poco mosqueados. Querian saber cual era ese lugar, y Dumbledore siempre iba con sus sorpresas, se podia esperar cualquier cosa de el. Pronto se acostaron todos. Estaban muy cansados.
A la mañana siguiente, Dumbledore les dijo donde era el lugar donde pasarian el resto del verano antes de empezar las clases.
-Ya esta todo solucionado – sonrio satisfecho el mago – No han puesto ningun problema en ello, es mas, les ha encantado la idea.
-Albus, porque no vas directo al grano? – pregunto sonriendo Sirius
-Ireis a Grimmauld Place – anuncio y a Sirius se le borro la sonrisa de la cara
-No, me niego a ir – dijo alterado levantándose de la silla
-Tienes que afrontarlo de una buena vez Sirius – le dijo Remus – Creo que has esperado demasiado.
-NO, no pienso ir – insistio – Como crees que podre mirarles a la cara, eh?
-Que pasa? – pregunto Harry – Que tiene de malo esa casa?
-No hay otra solucion Sirius – le dijo el director ignorando la pregunta de Harry – Quieras o no, los chicos y sobretodo tu, ireis alli.
El tono en el que lo habia dicho, no admitia discusión. Sirius se sento abatido y enfadado en la silla. No queria ir alli, habian demasiadas cosas que explicar y no sabia si estaba preparado para hacerlo.
-Esta tarde partireis, asi que recoged vuestras cosas – anuncio el director
-Mis cosas estan en Privet Drive – dijo Harry
-Y las mias en casa de Carol – dijo Laura
-Eso no es problema, nosotros pasaremos a por ellas – dijo Arabella.
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