Hola!!!! Como están mis lectores favoritos? Bueno, aquí les traigo el siguiente capitulo, no se quejaran, que estoy subiéndolos bastante deprisa, eh? Jajaja. Lamento decir que el Fic esta llegando a su Fin. Creo que ya es hora de terminarlo, principalmente porque creo que ya es demasiado largo y porque a la gente no parece que le guste, pero bueno, para mi ha sido todo un honor (y un reto) escribirlo y saber que hay gente a la que si que le ha gustado y que me ha dado ánimos para seguir. Gracias a ellos, y a la gente que no le ha gustado, pues darles las gracias también por haberlo leído.
Menuda tonta!! Esto parece una despedida y eso que aun no he acabado, jajaja. Se que parezco un disco rayado que siempre repite lo mismo, pero porfa, dejadme reviews, porfi, porfi, porfi, jajaja.
Vale, vale, no me enrollo mas, aquí esta el chap.
Besos
Laura Black
Miembro de la Orden Siriusana
Miembro de la Orden Severusiana
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Capitulo 26
-Harry, no seas cabezota – dijo cansadamente Godric Griffindor – Escúchate: te estas entrenando para matar a tu propia hermana.
-Mira Godric, ya estoy más que harto de reproches – dijo fríamente – "Ella" dejo de ser mi hermana desde que se unió con ese asesino.
-No se Harry, no me acaba de convencer a mi eso – dijo pensativo – Mira, las cosas no siempre son lo que parecen.
-Esta vez SI son lo que parecen
-También lo parecía lo de Sirius Black y mira como resulto todo. Harry, te quejas de que la gente que no te conoce tenga una opinión de ti que no es. Por eso precisamente te digo que, conociendo a tu hermana, no me creo que se haya unido a el.
-Bueno, ¡Basta ya, no? – grito exasperado – Godric, no quiero hablar mas de eso.
-Esta bien, esta bien – se dio por vencido – Pero recuerda lo que te he dicho: las cosas no siempre son lo que parecen.
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¡¡Maldito bastardo!! ¿¿Co… como se había atrevido a hacer eso?? Lo pagaría, ¡OH si! Lo pagaría muy caro. Laura caminaba de un lado para otro de su habitación, como un león enjaulado, con un brillo peligroso en la mirada. El primero que entrara por la maldita puerta de su cuarto, recibiría una dolorosa maldición que tan gustosamente Lord Voldemort le había enseñado.
-Potter, el amo quiere verte
-¡Crucio! – grito Laura apuntando con la varita a Bellatrix Lestrange, la Mortifago que habia entrado.
Lestrange se retorcia de dolor en el suelo, lanzando gritos horripilantes del mas fuerte de los dolores (nta:tengo que vengarme por lo que le hizo a mi Sirius, jaja). Al escuchar los gritos de su compañera, varios Mortifagos se acercaron al lugar de donde provenian, y cual fue su sorpresa, al ver a Bellatrix bajo los efectos de la maldición cruciatas. La joven Potter tenia ciertos privilegios, pero entre ellos, no estaba el de torturar o atacar a los Mortifagos. Al ver que muchos iban acercandose, Laura dejo a Bellatrix insconsciente y sangrando en el suelo y empezo a lanzar maldiciones a diestra y siniestra. Los magos oscuros no podian con ella, ni siquiera le habian hecho un solo rasguño, y eso que la superaban en numero. Irradiaba tanto poder, y su mirada era tan fria y cruel, que la mayoria de ellos se lo pensaban mas de dos veces antes de atacarla. Estaba furiosa, y daba miedo acercarse a ella.
-¿Qué ESTA PASANDO AQUÍ? – grito Lord Voldemort hecho una furia, viendo a la mayoria de sus seguidores en el suelo, inconscientes, heridos.
-¡¡TU, MALDITO CABRON!! – grito fuera de si Laura - ¿Cómo te has atrevido, eh? Es Anna, verdad? La perra de tu hija siempre metidiendose en mi vida, pero esta vez ha llegado demasiado lejos.
-Veo que te has enterado – sonrio divertido el Lord – Y respondiendo a tu pregunta, si, es ella. Digamos que las cosas no salieron como planeaba, el tiempo se acababa y bueno, Anna esta haciendo el trabajo que tenia reservado para ti.
-¡Canalla! Juro que pagaras por todo, maldito engendro de serpiente mestiza – siseo con todo el odio del que era capaz.
La sonrisa de Voldemort desaparecio, apareciendo un gesto de odio y desprecio tipìcos de el. Con la mano al reves, le pego a Laura a la cara, partiendole el labio con el enorme anillo en forma de serpiente que llevaba. Potter, que no se esperaba esa agresión, cayo al suelo del impacto. Levanto la cara inpasible, y con la manga de su tunica, se limpio la boca.
-Creo que he sido demasiado benevolente contigo. Te he dado libertad y privilegios para que te adaptaras a la situación, pero no has puesto las cosas faciles – siseo muy despacio y peligrosamente – Pero ese comportamiento tuyo se ha acabado.
-Juro que pagaras por todo, aunque sea lo ultimo que haga – siseo con los dientes apretados de la rabia, poniendose cara a cara con el.
De pronto, alguien desde detrás, le dio un golpe seco en la cabeza, cayendo inconsciente en el duelo. Voldemort la miro un momento con desprecio, les ordeno algo a sus seguidores, y salio hecho una furia del cuarto.
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-Una pocion de amor? – alzo la voz un incredulo Oliver Word. Enfrente de el, sentado en el sillon de su despacho, se encontraba el temido profesor de Pociones, Severus Snape.
-Si no me equivoco, la señorita Dawson… - empezo el profesor, pero Oliver le corto
-No me nombre a esa loca – dijo despectivamente
-Como iba diciendo, la señorita Dawson, le debio de dar una pacion para que se "enamorara" de ella, anulando asi los sentimientos que tenia hacia Laura Potter.
-A esa tampoco me la nombre. Esto es realmente increíble – murmuro sin creerselo - ¡Menudo imbecil estoy hecho! A ver si lo entido, yo estuve saliendo con Anna porque la muy loca me habia dado una pocion de amor? ¡Esto es de locos!
-SI que lo es – sonrio despectivamente divertido el profesor – L juventud de hoy en dia, no se lo que tiene en la cabeza
-Pero hay algo que no entiendo. No se, empece a comportarme con Laura con el mismo desprecio que lo hacia con Anna, pero no se, cada vez que veia o pensaba en Laura...
-Se sentia traido por ella – acabo por el, y el joven asintio
-Exacto, pero esque me sentia igualmente atraido por ella, tanto bajo los efectos de esa loca pocion como sin ella, pero con Anna nunca me senti atraido.
-Mira Word, no se si esto es verdad o no, porque lamentablemente o no, no tengo, digamos la experiencia sufieciente para darle un consejo sobre esto – empezo el profesor mirando seriamente a su alumno – Pero puede ser que lo que sientes por Laura sea mas fuerte de lo que piensas, por eso siempre te sentias atraido por ella.
-Espere, no me estara diciendo que Laura es el amor de mi vida, verdad? – rio esceptico – Porque para serle sincero, no creo que una Mortifaga sea el amor de mi vida.
-Usted puede negarlo las veces que quiera, pero cuando uno ama a una persona, no importa lo que sea o de donde venga.
-No, mire, no le voy a negar que verdaderamente me siento muy atraido por ella, y si la volviera aver, no me importaria repetir lo de la noche en la casa de los gritos – y se callo en seco al darse cuenta de lo que habia dicho. ¡¡Por merlin, habia confesado delante del profesor de Pociones que habia tenido relaciones con Potter!!
-Siento curiosidad por saber lo de esa noche en la casa de los gritos – dijo divertido – Mire Word, lo que haya pasado con usted y la señorita Potter, no es de mi incumbencia. Y vuelvo a decirle que usted puede negar lo que siente las veces que quiera, pero le juro que se dara cuenta de lo que verdaderamente siente, cuando este apunto de perderla. Ahora solo esta confundido.
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Abrio poco a poco los ojos. Le dolia tremendamente la cabeza, posiblemente debido al golpe que le habian dado ¡Cuando pillara al que le habia golpeado! Todo estaba frio, humedo, y con una insoportable peste a putrefacción. No estaba en su cuarto, eso estaba mas que claro.
Todo estaba oscuro, pero por lo que pudo ver cuando sus ojos se adaptaron a la oscuridad, estaba en una celda. Intento levantarse, pero cayo de bruces al suelo. La habian atado con cadenas de pies y manos y la habian amordazado. Tal y como le sucedió cuando desperto por primera vez después de que la raptara, sintio miedo. Escucho pasos que se acercaban hacia su puerta y abrieron la gruesa puerta de hierro. Ojala fuera Narcissa.
-Veo que has despertado. – no, no era Narcissa
Otra vez el. ¿Esque Voldemort no se cansaba nunca de molestarla? Estaba harta de el, de sus estupidos seguidores y de todo. Pero no iba solo, varios de sus seguidores mas fieles, entre ellos Lucius Malfoy, Peter Pettigrew, Kate dawson y su hija, Anna lo acompañaban. Uno de ellos, Nott, se acerco y de un tiron la levanto, quitandole la mordaza y las cadenas que la ataban.
-Sabes que me estoy cansando de tus visitas y tu horrible cara? – sonrio con burla Laura
Pero esa burla la pagaria muy cara. Dos Mortifagos la cogieron y la ataron de manos cara a la pared, con los brazos alzados. Le dolian mucho las muñecas a causa de las cadenas.
-Esto es para que aprendas a respetarme y para que te des cuenta de una buena vez, que conmigo no se juega – dijo Voldemort con desprecio – Adelante, toda para vosotros.
Sintio un golpe en la espalda. Crabbe, habia cogido un puñado de tiras largas de cuero y le empezo a golpear en la espalda. Enseguida, empezo a sangrar. Cada tira, tenia en la punta, un trozo de metal y se le clavaba en la piel cada vez que la golpeaban. Sentia que se moria, queria gritar, llorar, pero no iba a darles el placer de demostrar ningun signo de debilidad enfrente de ellos.
-No te reprimas los gritos, quiero escucharte gritar en toda tu esencia. No sabes como me exita eso – rio el Lord
Tanto Crabbe como Nott, la golpeaban sin piedad. Anna y su madre, sobretodo la primera, miraban la escena con verdadera delicia y alegria, con satisfaccion. Colagusano no miraba, sencillamente no podia mirar esa brutalidad. Estaba con la cabeza agachada. Laura ya no sentia dolor, no sentia los golpes ni el frio contacto del hierro sobre su piel. Era como si todo hubiese cesado, como si el tiempo se hubiera detenido. No escuchaba nada, absolutamente nada, como si todos se hubiesen ido y ella estuviera sola. Pero sabia perfectamente que esos hombres la golpearian hasta saciarse o hasta que su señor hubiera quedado satisfecho con la sesion de tortura.
No supo cuanto tiempo habia pasado, pero Nott la desato la dejo caer en el suelo. Laura se quedo ahí, sin moverse. No tenia fuerzas. El mismo Mortifago, la giro hacia arriba con brutalidad, haciendo que la joven soltara el primer gemido de dolor. Vio con horror que le quitaban la ropa que tenia y que el mismo tambien se desvestia. Potter se tapo enseguida, y como pudo, empezo a retroceder hasta quedarse pegada en la pared. Nott se acerco a ella y la agarro de los pies, acostandose encima de ella para que no se volviera a escapar.
Empezo a llorar y a gritar con todas sus fuerzas, pataleando como pudo, sacando fuerzas que ni sabia que le quedaban. Podia soportar maldiciones, torturas, pero una violación no. Era algo que se te quedaba grabado siempre. Empezo a patalear mas fuerte y a gritar, pero un furioso beso del hombre le hicieron callar.
Las manos asperas y frias del Mortifago acariciaban toda su piel, haciando que la joven se estremeciera de asco. La acariciaba, la besaba por todo el cuerpo de forma ruda, brutal. Sin que pudiera hacer nada, Nott la penetro hasta el final, haciendo que Laura lanzara un grito hasta quedarse sin voz.
Con los brazos le pegaba, lo arañaba, incluso lo mordio, pero no podia mas, iba a morirse del dolor. Los movimientos del hombre eran bruscos y fuertes. La cogia fuerte de la cintura y la cadera, al mismo tiempo que la besaba a la fuerza. Nott tambien gritaba, pero de placer. Al parecer, estaba disfrutando de lo lindo.
El resto que estaba contemplando la escena, tenian en sus caras una sonrisa sadica y de satisfacción. Ellos tambien estaban disfrutando. Colagusano no lo soporto mas y salio corriendo de alli. Corrio y corrio, con el aire golpeandole en sus humedecidos ojos. No lo habia podido soportar y empezo a llorar. Laura no se merecia sufrir de esa manera, al igual que sus padres no merecieron morir de esa forma, traicionado por uno de sus amigos. En ese momento, Peter Pettigrew se juro que enmendaria que error que cometio hacia muchos años, aunque ello le costara la vida.
-Dejadla ya – le ordeno Voldemort a Nott – Creo que ya ha aprendido la leccion.
El Mortifago le sonrio a su señor y se levanto de encima de Laura, no sin antes, besarla con brutalidad. La joven se quedo tirada en el suelo, desnuda, abrazandose con sus doloridos brazos, llorando desesperadamente. La volvieron a levantar y le pudieron una capa encima, atandola otra vez de pies y manos.
-Te quedaras aquí hasta que yo crea oportuno – dijo Voldemort – O hasta que mueras.
Y todos salieron, menos Anna, quien se acerco con aires de superioridad. Se agacho y le levanto la cara, mirandola a los ojos hinchados y rojos de tanto llorar. Le sonrio cinicamente, y le escupio en la cara, para después soltarla y marcharse riendose de alli.
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La casa de los Black era un completo desastre. Siempre estaba llena de magos yendo y viendo con prisa, agitados y agotados. La casa habia sido en las ultimas reuniones, la sede de la Orden del Fénix. Para mayor seguridad, ahora que Voldemort y los suyos habian vuelto a atacar, todos los Weasley, los Granger, los Chang y Draco, vivian alli. La casa en si era enorme, pero al haber tanta gente, se habia quedado pequeña.
Los mas jóvenes se pasaban el dia en la biblioteca, o en el gimnasio entrenando con Harry, o simplemente, pasando las horas muertas en sus cuartos. Ya no quedaba rastro de aquellos niños alegres, ahora estaban todos callados, no hablaban casi, y si lo hacian, era solo con monosilabos. La traicion de Laura les habia afectado muchisimo, sobretodo a Cho y Fleur, las mas allegadas a ella. Bueno, y Harry, pero el no lo demostraba.
La tradición y los ultimos acontecimientos, los habia unido mas, y les habia hecho mas fuertes. Parecian mas mayores y maduros que los jóvenes de su edad. Pero en medio de tanta desgracia y de esos momentos difíciles, habian recibido una feliz noticia: Carol estaba embarazada de un niño.
Remus estaba todo el dia encima de ella, pendiente de cada movimiento suyo. Le habia prohibido hacer esfuerzos, las alteraciones. La mimaba tanto que Carol, ya cansada de tanto empalago, lo encerro dos dias en un cuarto.
En cuanto a la Orden, las cosas no podia irles peor. Muchos de los gigantes que se habian unido a ellos, habian muerto a manos de los gigantes rebeldes que se unieron al Innombrable. Eso reducia en un numero considerable, sus aliados. La Orden de la Luz tampoco estaba para echar petardos. Su lider, Kimeran, resulto gravemente herido en el ultimo ataque y su vida corria peligro, al igual que muchos de los suyos. Las cosas iban cada vez peor.
-Por favor, decidle a los fénix que callen – gruño molesto Snape – Me duele la cabeza!
-Es Iris, el fénix de Laura, esta muy nervioso últimamente – dijo Bella acariciando al fenix que estaba en su percha, al lado de la ventana.
De pronto, solto un sonido muy raro, se puso en llamas y desaparecio. Se pensaban que estaba renaciendo de sus cenizas, pero no habian rastros de ellas. Un suceso un tanto raro, pero como todos estaban demasiado preocupados por la situación del Mundo Magico, no le dieron importancia.
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Dos dias. dos dias habian pasado desde aquel desagradable suceso. Aun estaba en la celda, tirada en el suelo, sin fuerzas para levantarse, estando quieta, esperando que la muerte fuera a por ella. Le habian traido comida, pero solo era un bol de sopa agria y un pequeño trozo de pan duro. No habia tocado la comida, sencillamente no podia comer. Ya no le quedaban esperanzas de salir viva de alli. No habian sido dos dias de infierno, habian sido 6 meses del mas horrible de los infiernos.
Una luz cegadora inundo la sala, y tuvo que cerrar los ojos. Un suave y precioso canto de un Fénix se escucho. Abrio los ojos llenos de lagrimas y vio enfrente de ella a Iris. Su Fénix, esplendoroso y bello. El ave empezo a cantar y Laura cerro los ojos con una sonrisa, escuchando el hermoso canto. Sintio como unas gotas caian sobre su boca, y abrio la boca para tragarlas. Sintio como las fuerzas volvian a ella, y poco a poco se levanto.
-Te he echado de menos – sonrio acariciando al ave – No puedo ir contigo, si lo hago, sabra que me he escapado y eso sera peor.
No supo como, pero una descabellada idea paso por su cabeza. Le vinieron a la mente las ratas que habian en la celda y con asco cogio una y de un golpe seco a la pared, la mato. Puso las manos sobre ella, murmuro unas palabras extrañas, viendo como poco a poco la rata se convertia en una replica suya. La dejo tal y como habia estado ella hacia un momento y escucho atenta para ver si se acercaba alguien. Luego se miro a si misma y decidio que, desde ese mismo momento, Laura Potter estaba muerta… muerta para siempre. Después, desaparecio con Iris.
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Bueno bueno bueno, no se que les habra parecido el chap, pero me ha costado bastante de escribir, sobretodo la parte de la tortura y la violación, era la primera vez que lo escribia y me costo. Asi que ya me diran que tal.
