Parado frente a una pantalla creada de recuerdos, sentimientos, tiempo, se hallaba un rubio atado por hebras invisibles que caían de un cielo abstracto y oscuro.
La espesa neblina reinante entraba y salía a gusto por los poros del muchacho, dejando a su paso un desagradable y doloroso recuerdo marcado en la piel
Las imágenes pasaban inalterables frente a él. Un pasado en el cuál no encajaba ni podía cambiar se burlaba de él, solo y muerto en medio de la nada.
Kurapika quiso seguir fuerte frente a la pantalla, aunque no fuese para él una alegría desbordante el descubrir de una vez lo que hacia años atrás el viento había sepultado. Siempre había tenido una gran capacidad de deducción, y esta vez no sería la excepción. Quería de una vez por todas sacarse la maldita incertidumbre de su mente, aunque eso le costase el vivir la dolorosa experiencia que se había repetido una y mil veces en sus pesadillas.
Sin embargo, a medida que el tiempo se arrastraba agonizante por sobre la superficie de aquel cuarto oscuro y neblinoso, su cuerpo era roído por unas extrañas formas sin cuerpo que con risas burlescas y enfermantes enrojecían su alrededor.
Las células de su cuerpo pronto habían perdido su fuente de energía, y sus ojos, escocidos y melancólicos como estaban luchaban por mantener los alicaídos párpados en su lugar por más tiempo, aunque sea una pequeña cantidad de tiempo.
Lentamente y sin su consentimiento todo se desdibujaba de nuevo, frente una pantalla azulosa, alegre, rodeada de kurutas alegres que reían y hablaban, pero que con el paso de los segundos adquirían una deformación aterrante en los oídos del rubio.
Las arañas negras comenzaron a ascender por su cuerpo, picando y royendo de paso aquellos hilos invisibles que le ataban y sostenían de pie.
Cuando quedó sepultado por ellas, por la desesperación, por la tristeza agobiante, su conciencia exasperada trató de librarse de la atadura física, cayendo así el cuerpo inconsciente sobre el piso, arrastrando el último hilo adherido con él.
Senritsu miraba preocupada el rostro de Kurapika desde un lugar de la habitación.
Había encontrado al muchacho desmayado sobre su cama, con fiebre, sudor frío y pequeños espasmos que aparecían en intervalos de tiempos irregulares.
Ya llevaba casi 9 horas durmiendo y aún no despertaba. Se le vino a la mente el vago recuerdo de lo sucedido algún tiempo atrás, cuando había logrado acabar dos miembros del Ryodan por sí mismo, cayendo en una especie de paranoia y persecución imaginaria del que se veía preso cada noche.
-es muy inocente
Sin embargo, ahora era diferente. Hacía tiempo ya que estaban bastante ocupados con el trabajo en la mansión Nostrade, el solo hecho de pensar en la cantidad de cosas que habían logrado hacer en aquel tiempo le impresionaba. Con suerte y Kurapika se acordaba que aún existía el Ryodan vagando libre por las calles del mundo.
Trató de atraer a su memoria algún suceso extraño que hubiese llamado su atención, pero nada acudía. Si algo extraño estuviera pasando en relación a Kurapika ella sería la primera en saberlo. Estaba con él la gran mayoría de su tiempo, era imposible que en los segundos mínimos que no se encontraban junto al otro la historia pasada se volviese a repetir.
Negó con la cabeza.
Con movimientos firmes y silenciosos se acercó a la cama donde el muchacho dormía y cambió los paños húmedos de su frente.
-es que a ti siempre te tocará lo más difícil?
Exhaló un suspiro, derrotada. Los cortos años que había vivido su compañero habían sido de grandes tristezas si se analizaban.
En la ventana se posaron unos pequeños pájaros. A Senritsu le llamaron atención los colores de aquellos. Uno era castaño y pequeño, y cantaba como si recién hubiese conocido las maravillas del mundo. Otro era blanquecino y estaba a un lado del café, comiendo a escondidas sus semillas. El último, ya bastante mayor, se encontraba sobrevolando la ventana, persiguiendo a lo que parecía ser un ave bastante atractiva.
Los ojos de la mujer se enternecieron. Oh si, Kurapika le debía mucho a sus amigos.
Allá, a espaldas de los pájaros, se hallaba un sol que se negaba a salir aquel día. Aquel día los árboles parecían más alicaídos que de costumbre, aunque solo fuesen algunas ramas secas las que decorasen los troncos viejos.
Miró el reloj-despertador de su velador. Indicaba las 6.30 a.m.
Su vista se dirigió hacia el cuerpo de Kurapika, al parecer se hallaba mucho más relajado, y aquellos extraños espasmos se habían pasado casi tan rápido como llegaron.
Con una última mirada a Kurapika y con un suspiro abatido se dirigió a la puerta, dispuesta a soportar, como todos los días desde que había aceptado aquel trabajo, los berrinches y absurdas órdenes de Neón, su jefe.
El sol de mediodía pegaba directamente en su cara paliducha por el cansancio y, rezongando, abrió sus orbes azules.
El paño húmedo cayó de su frente al sentarse bruscamente en la cama y le hizo volver a su realidad.
Se hallaba en la habitación que compartía con Senritsu, en la mansión Nostrade, con los demás empleados, en una casa alejada de la ciudad de Nueva York.
Estaba ahí y no en un lugar donde la niebla parecía tomar forma y manejar a su antojo el entorno.
Entonces, había sido todo aquello un sueño? Las imágenes, las extrañas sensaciones, todo, habían sido creadas en una memoria traicionera y herida?
Se tomo la cabeza con sus manos. El solo hecho de pensarlo le producía jaquecas. Muchas peguntas y ninguna respuesta!
Desesperante.
Enojado consigo mismo miró el reloj-despertador de Senritsu. La lucecita roja intermitente adquiría la forma de los números 12 y 10, acompañados de la abreviatura 'p.m'
-no puede ser…
Maldiciendo a los mil demonios se levantó de un salto y corriendo se dirigió al baño anexo a la habitación. Se bañó y se vistió en un tiempo record, sin siquiera recordar aquello que durante toda la noche le había atormentado la mente.
No lograba explicarse el por qué Senritsu había obviado el despertarle, quizás estaba demasiado enojado como para pensar algo coherente.
Ahora debía concentrarse y prepararse sicológicamente para encargarse del jefe y de los asuntos del señor Nostrade, quien aún sufría trastornos mentales por la pérdida del poder nen de su hija
-Senritsu! – su voz resonó en el hall desierto. Ella se hallaba apoyada en el barandal de la ventana observando lo que alguna vez había sido un hermoso jardín de flores – por qué no me has despertado hoy?
-Ah! Kurapika! – sonrió amablemente – ayer ha sido un día muy agotador, sabes? – volvió a mirar el cielo despejado tras las ventanas.
-esa no fue mi pregunta
La mujer se volvió al muchacho y parandose sobre la punta de sus pies logró poner su mano sobre la frente de él. Aparentemente su temperatura había adquirido de nuevo el rango en el que se le podía decir 'normal'.
-ya estás mucho mejor – rió un poco de la cara de desentendido que había puesto Kurapika – llevas durmiendo un día… y algo más.
El rostro de Kurapika se contrajo de tal manera que en su frente se podían leer las palabras 'Asombro', 'Horror', 'Melancolía'. Ella pensó que jamás podría borrar aquella mirada triste de Kurapika. Cascadas de kunais tristes brotaban de sus poros.
-te sientes…
No alcanzó si quiera a terminar la frase, ya que a penas el muchacho había reaccionado y su mano había comprobado la ausencia del objeto en su oído, había iniciado una carrera escaleras arriba dejando una muy desorientada Senritsu en medio del hall.
Parada en la misma posición de hacía algunos minutos atrás, con las palabras en la boca y con una confusión alarmante en su cabeza, Senritsu se preguntaba si había hecho algo malo. Perofuera lo quefuese, el kuruta estaba actuando muy extraño últimamente.
Hies jeje :P me demoré un poquito jeje y como se habrán dado cuenta, el colegio me consume lo poco y nada que tengo de imaginación, así que no es mucho lo que puedo hacer.
ojalá les esté gustando, si es tan tieeerno mi Kura-chan y yo le hago sufrir, pero bueno. No saquen deducciones adelantadas de Senritsu ¬¬ no por que le tenga cariño a Kura-chan (y quién no?) significa que lo ama con toda su alma y que se yo u-u.
weno, weno. a ver si se me humedece un poco el cerebro y logro sacar algo mejor en los siguientes capis. y recuerden, cualquier comentario menos virus porfa :) y muuuchas gracias a todos los que dejaron mensajes :) me dan ánimo a seguir xD - enserio ¬¬
Adeus!
