Celebración por el fin de "El Principio y el final"

Fic:Aunque no estés más
"Historia de un sueño" (LODVG)

Por: Lunis Lupin

Ella arropó a la pequeña pelirroja a su lado, le cantó la canción de la mortífaga roja y el hombre lobo que no era feroz y le contó un cuento antes de dormir, los del niño que vivió eran sus favoritos. Al ver que su pequeña había caído profundamente en los brazos de Morfeo, Ginny bostezó, se acurrucó abrazando a su hija y murmurando un nombre se durmió. Por supuesto, no notó que era observada y sólo en sus sueños imaginaría por quién.

Perdona que entre sin llamar,

Varias, digámoslo así, personas vestidas de blanco hicieron su aparición en la habitación donde las dos pelirrojas dormían. Una joven pareja conformada por un hombre alto, delgado, con el cabello negro muy desordenado y los ojos de color avellana, y una mujer de espeso cabello rojo oscuro y ojos verdes; un hombre de unos treinta-y-tantos años, muy guapo y de cabello negro, un hombre muy anciano con barba, bigote y cabellos largos y plateados; y, en el centro, un hombre de unos veinte-y-pocos años, muy parecido al primero, pero con ojos verdes "como un sapo en escabeche". Todos miraban la escena en silencio.

No es esta la hora y menos el lugar.

- Oh, se parece a mí –dijo la mujer pelirroja, rompiendo el silencio- es tan linda…
- Sí, Lily, pero tiene la cara Potter –dijo el hombre que la tenía tomada de la mano
- Mmmm, pues, tiene cara de angelito, no lo sé… -dijo el otro hombre- no creo que mate una mosca la niña, James… -Los dos que se parecían le dieron una palmada en la cabeza.
- ¡Cállate Sirius! –dijeron al unísono.
- ¡Hey! –Se quejó el agraviado- ¡respeten a su padrino!
- Yo no me preocuparía –dijo el anciano- Es hija de un Potter y de una Weasley¡cómo me hubiera gustado verla en Hogwarts, sentada en mi despacho como los vi a todos ustedes… esperando un castigo por alguna magnífica demostración de magia e ingenio. -Todos guardaron silencio mientras Ginny se movía un poco y emitía un sonido inteligible.

- Me hubiera gustado estar con ellas… -dijo el hombre del medio, con el semblante triste. Lily y James lo rodearon con los brazos, con tristeza.
- Tanto como a nosotros nos hubiera gustado verte crecer con nosotros, Harry.
- Creo que ya están en fase de sueño profundo, muchachos, deberíamos irnos… nosotros ya tuvimos nuestros turnos, -dijo el hombre anciano, con una voz suave pero firme- dejemos que Harry tenga el suyo… además, Perenella y Nicolás están ofreciendo una fiesta que promete.

Los demás asintieron y fueron desapareciendo uno a uno, Lily se quedó al final, abrazando a su hijo.

- Tú te veías igual de tierno, aunque fuera en una alacena bajo las escaleras –le dijo- Ellas estarán bien, ella crecerá bien con su madre y Ginny se encargará de que no te olvide.
- Lo sé, es sólo que… -Harry parecía no encontrar las palabras.
- Entiendo, me sentía igual, pero ya verás que ella será feliz… -y se marchó.

Tenía que contarte que en el cielo no se está tan mal.

Harry suspiró y se dirigió a la cama donde su Ginny y su hija dormían ahora profundamente y se las quedó mirando un rato. Sus rostros emanaban paz y tranquilidad, no como cuando Harry pudo ver a Ginny anteriormente, cuando él… se acercó más y pasó su mano por la frente llena de pecas de la madre. Tal como la recordaba, podía ver dos pecas nuevas sobre las cejas… sus ojos descansaban, las pestañas rojizas caían graciosamente de sus párpados sobre sus ojos, su nariz, su cara de niña traviesa, ahora de una mujer hecha y derecha¡Cómo la extrañaba! Pasó entonces la vista a la niña que estaba en los brazos de su mujer. Tenía la nariz de su madre y la boca y los ojos de su padre. Su cabello rojizo caía descuidadamente sobre la frente llena de pequitas. Se sentía tan culpable… No había vivido lo suficiente para enterarse de que sería padre. Se culpaba una y otra vez por eso, pues él mismo había sido huérfano de padre y madre, y no quería que su hija pasara por lo mismo. La suerte fue que ella tendría madre, y crecería rodeada de sus tíos y sus muchos primos que la querrían mucho, no como él. Aún así, no dejaba de sentirse mal. Él quería ser parte de ello, y por la suerte de una maldición que decidió atajar, él ya no podría estar al lado de ellas como le hubiera gustado.

- Hola, princesas, cómo están –preguntó cuando halló voz- vine a darles una visita. ¿Saben? Nos las tienen restringidas, sólo tenemos dos veces para hablarles… luego sólo nos dejan verlas de vez en cuando. Y nunca despiertas… siempre dormidas… ¿Saben? Estoy con mamá, papá, Sirius y Dumbledore…

Mañana ni te acordarás,
"tan sólo fue un sueño" te repetirás.
Y en forma de respuesta pasará una estrella fugaz.

- Sí, lo sé, no es justo… mañana lo recordarán como un sueño, si es que lo recuerdan… pero es la única forma que tengo de verlas, de asegurarme que están bien… Las vi esta tarde, cuando fueron a dejarme flores… -miró a Ginny- te tardaste mucho en llevarla, pero estoy feliz de que lo hayas hecho… - unas fantasmales lágrimas plateadas rodaron por su rostro- Está tan grande… ha crecido mucho… y ya la vi usar magia "accidental", esa mezcla de hinchazón corporal con moco-murciélagos está genial, apuesto a que será la mejor de Hogwarts… o al menos competirá con los hijos de Hermione.

Y cuando me marche estará mi vida en la tierra en paz.
Yo sólo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más...

Ginny se movió entre sueños. Abrazó aún más fuerte a su hija y puso una expresión añorante.
- Harry, te extraño. –murmuró.
- Y yo a ti… no sabes cuanto. –le respondió, sabía que conversaba con su subconsciente y que quizás no lo recordara nunca más, pero valía la pena.
- ¿Por qué me dejaste¿Por qué te fuiste¿Por qué no me llevaste contigo? –le preguntó, algo inquieta.
- Sabes que jamás permitiría que te pase nada… y… -acarició la frente de la pequeña- tenías que traer a nuestra hija al mundo… Es muy linda…
- Lo es, siempre pregunta por su padre… tiene fotos tuyas por todos lados, y recortes, y… -unas lágrimas tibias comenzaron a caer por su rostro- adora oír historias de su padre y lo valiente que fue… quiere ser como su padre cuando crezca…

El orgullo llenó su pecho al oír esas palabras. Ella quería ser como su padre.

- Quisiera estar con ustedes todo el tiempo.
- Quisiera que estuvieras con nosotras.

Promete que serás feliz,
Te ponías tan guapa al reír.
Y así, sólo así, Quiero recordarte.
Así, como antes, Así, adelante, Así, vida mía, Mejor será así.

La niña entonces movió la cabeza y murmuró en sueños.
- ¿Papá? –A Harry se le removieron los sentimientos al oír esa simple palabra.
- Hija, estoy aquí, vine a visitarte…
- ¿Es verdad?
- ¿Qué, princesa?
- ¿Qué moriste para que mamita y yo estuviéramos bien?

Ahora debes descansar,
Deja que te arrope como años atrás.
¿Te acuerdas cuando entonces te cantaba antes de ir a acostar?

- Si pequeña, si lo hice, papá quiere mucho a mamita, y también te quiere a ti. –Le acariciaba el cabello- era la única forma de asegurarme que estuvieran bien.
- Papito, yo quiero ser como tú de valiente cuando sea grande… -Harry tomó los cobertores de la cama y las arropó para que no pasaran frió mientras dormían- pero quiero que vengas con nosotras…

Tan sólo me dejan venir
Dentro de tus sueños para verte a ti.
Y es que aquella triste noche no te di ni un adiós al partir.

Con todo el dolor de su corazón, Harry respondió.
- No puedo venir siempre… ya usé mis dos turnos de hablar… uno con tu madre, y el segundo ahora… pero si quieres… puedo mirarte mientras duermas… -el rostro de la niña se iluminó un poco- cuando sueñes conmigo, será porque vine a verte…
- Está bien… -dijo la niña.

Y cuando me marche estará mi vida en la tierra en paz.
Yo sólo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más...

- No se olviden de mí… pero no se detengan por mí… Ginny, sigue adelante, siempre estaré con ustedes. No te dejes vencer por nada, y cuida a nuestra peque.

Promete que serás feliz,
Te ponías tan guapa al reír.
Y así, sólo así, Quiero recordarte.
Así, como antes, Así, adelante, Así, vida mía, Ahora te toca a ti,
Sólo a ti, Seguir nuestro viaje.

Harry vio que por la ventana el azul noche del cielo comenzaba a diluirse en colores celestes, turquesas y rosas. Su tiempo se acababa. Las abrigó bien y le dio a cada una un beso.
- Ya me tengo que ir, pero recuerden que vendré todas las noches a verlas, aunque no pueda decirles nada. Las querré siempre…

Se está haciendo tarde, Tendré que marcharme. En unos segundos vas a despertar...

- Y ¿qué tal dormiste anoche, cielo? –le preguntó la madre a su hija, en la mesa del desayuno, mientras tomaba el jugo de naranja recién exprimido y meditaba sobre un sueño que había tenido la noche anterior…
-Tuve un sueño muy bonito, mami, -contestó la pequeña pelirroja- soñé con mi papi...

Finito


Ahí está... esperen a que venga el último capítulo de "El Principio & el Final"!