Silver Card: Sin motivo alguno decidí comenzar este fanfic; que, aunque con bases un tanto cliché; busca cambiar un poco la historia introduciendo a una joven maga del siglo XXI a la Tierra Media. Donde enfrentará su verdadero destino y cumplirá la misión cuyas consecuencias cambiarán por completo su existencia. Disfruten esta historia y espero que les complazca tanto como a mi; y decidan dejar sus opiniones más adelante.

Discúlpenme si al principio no menciono a ningún personaje del Señor de Los Anillos; pero es importante tener una trama lógica antes de comenzar la historia; y por lo tanto, los dos primeros capítulos hablaran de la vida y misión de la joven maga que formará parte indispensable en esta historia.

Gracias y.... comencemos!

Capítulo 1:
Bienvenida a casa

El avión finalmente aterrizaba después de tantas horas de vuelo y el inesperado ruido de las llamas contra la pista despertó a la joven Kate que después de tantos años fuera de casa, regresaba al fin a la ciudad donde vivió desde muy niña.

"Al fin en casa" –murmuró Kate mientras se asomaba por la pequeña ventana del avión- "Todo parece ser igual" –continuó con una sonrisa mientras el avión se detenía completamente. Era plena madrugada y se podían apreciar las estrellas con perfecta claridad en el cielo.

"Gracias por volar con Afrincan Airlines esperamos hallan disfrutado del viaje, pueden ahora bajar por la salida principal "–Decía la voz de la azafata mientras Kate tomaba la mochila y la laptop guardadas arriba de su puesto y hacía fila para salir del avión. "Me pregunto si habrá alguien esperando" –pensó Kate mientras bajaba del avión- "Después de todo, Dave dijo que era urgente que regresara, tal vez esté esperando."

Y efectivamente, mientras Kate recogía la maleta negra empolvada de tanto uso alguien la sorprendió tapando sus ojos con unas manos frías por el aire acondicionado del aeropuerto. "AHH!!" –gritó la recién llegada dando un salto hacia atrás llevando consigo al piso a quienquiera que hubiese tratado de sorprenderla.

"Kate, que diablos te pasa?!!, quítate de encima mío!" –Gritó una voz ahogada por el cuerpo de Kate mientras que la empujaba desesperadamente a un lado- "Ya ni siquiera se te puede sorprender sin hacerse daño, tanto te trastornó África?"

Kate regresó su mirada a la persona dueña de tal voz. "Elizabeth!!" –gritó mientras se abalanzaba a abrazar a su amiga- "Me asustaste! Qué haces aquí?, Dave te dijo que vendrías?".

" Primero quítate de encima mío"-dijo Elizabeth mientras acomodaba su ropa- "Y si, Dave me dijo; es más yo lo convencí de que te llamara. Ya debe estar llegando, fue por un par de cafés para ver si no nos dormíamos esperándote"

"Lo siento, el vuelo se retrazó por mal tiempo y tuve que quedarme un par de horas en el aeropuerto de la capital antes de poder partir"-Dijo Kate con una sonrisa en su cara; a pesar de todo era bueno regresar y encontrarse con viejos amigos- "Cuánto tiempo esperaron?"

"Unas 3 horas de más" –respondió Elizabeth con cara de poco amigos- "Créeme, no es nada agradable estar despierta a las 3 de la mañana, sabiendo que mañana tengo que trabajar" Kate rió levemente y abrazó a su amiga una vez mas "Es bueno estar en casa"- dijo en voz baja-. "Lo sé, bienvenida" –agregó Elizabeth con una sonrisa-.

"Bueno, bueno; ya era hora de que aparecieras niña. Ya te íbamos a dejar botada aquí" –dijo la voz de un hombre que se acercaba-. "Dave!"-dijo Kate con gran sorpresa dejando a Elizabeth a un lado y abrazando al hombre de unos 27 años con ojos verdes y cabello negro frente a ella- "Qué bueno verte de nuevo; ya estaba extrañando tus regaños"

"Y yo regañarte, Kate" –dijo Dave abrazando a la joven de 20 años en frente de él- "Es bueno que hallas regresado" –continuó con una notable sonrisa en sus labios.

"Ok, ok, suficiente con abrazos y bienvenidas; salgamos ya de este lugar antes de que me duerma de pié" –interrumpió Elizabeth mientras tomaba una maleta de Kate- "Ya es muy tarde para andar por las calles, entre más rápido lleguemos al apartamento, mejor"

"Me pregunto cómo estará mi viejo apartamento" –dijo Kate mientras recogía el resto de su equipaje-. "Igual como lo dejaste" –Respondió Dave- "Tratamos de mantenerlo limpio como estaba"

Kate miró a Elizabeth y Dave inquisitivamente "Me imagino que nada más lo visitaron dos veces en tres años" –Dijo mientras seguí de largo a la salida.

Elizabeth y Dave se miraron mutuamente y salieron corriendo detrás de Kate "Te juro que lo visitábamos todas las semanas"-gritó Dave alcanzando a Kate. "Si!, y siempre le hacíamos la limpieza!"-Dijo Elizabeth tratando de convencer a Kate de que ambos habían cuidado el apartamento tal como les fue pedido antes de su partida.

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"Bueno"-dijo Kate bajando la taza de café y colocándola suavemente sobre la mesa de vidrio. Ya era hora de ponerse serios- "Por qué la urgencia de mi regreso?, Qué está sucediendo? No he notado el clima muy apacible en la ciudad, diría más bien perturbador"

"Las cosas no andan bien, Kate" –Respondió Dave tomando otro sorbo de café- "Hay vientos oscuros que han comenzado ha hacer presencia en esta ciudad y en casi todo el occidente. Una vez más ha llegado una nueva amenaza y esta vez no viene sola"

"Dave no quería llamarte y hacerte venir hasta acá, Kate" –interrumpió Elizabeth recostándose en una pared cercana- "Y aunque no tengo ninguna clase de poder para ver estas cosas; tu guardián ha estado intranquilo y por eso te llamamos para que regresaras"

"Es eso cierto, Dave?"-Preguntó Kate mirando a su guardián. El hombre que desde los 16 años le ha estado enseñando todo lo que sabe sobre magia. Aunque hoy en día ella había superado los poderes de su maestro dejando una gran diferencia de poderes entre ambos magos; Dave se convirtió en un gran amigo de Kate que siempre la acompañó a toda clase de batallas contra las fuerzas malignas-.

"Lamento decir que sí"- Respondió Dave con mirada baja-"Ya han habido varios ataques en el oeste del planeta, liderados por un grupo de magos oscuros; al parecer unidos por una misma causa"

"Estás seguro de lo que dices?" –Indagó Kate no totalmente convencida de los hechos, ya que Dave, solía ser un guardián algo exagerado al describir un enemigo y se alarmaba fácilmente ante cualquier amenaza; por más sencilla que fuese.

"No estoy bromeando y no creas que estoy exagerando, Kate; esta vez me aseguré de investigar a fondo los ataques y encontré varias conexiones entre cada uno".

"Bueno, y los otros magos occidentales no pueden defendernos de estos ataques?!" –dijo Kate un tanto molesta- "Nunca hacen nada y ante la más mínima amenaza envían llamados para que los ayude! No pueden hacer nada por sí solos?!"

Hubo un momento de silencio en la habitación, luego Dave dijo en voz baja: "Todo el que se les ha enfrentado ha muerto". Kate abrió los ojos en sorpresa "Ya hemos tenido las bajas de 3 magos al sur de América y 2 en el norte. Sin contar los heridos"

Kate guardó silenció y luego habló: "Qué ha dicho el Concilio Blanco?" –preguntó con algo de desagrado al nombrado

"Dicen que no hay nada de que preocuparse" –interrumpió Elizabeth- "No sienten la presencia de nada fuera de lo normal y atribuyen los decesos de magos al hecho de que te fuiste África"

"Cómo?!" –Exclamó Kate levantándose bruscamente de la mesa- "Me están echando la culpa de todo esto?!"

"Cálmate, Kate" –Dijo Dave acercándose a ella- "Entiende que ellos te nombraron guardián del occidente y desde ese día, todo el Oeste del planeta ha estado bajo tu supervisión. Es normal que piensen que tu partida tiene algo que ver con esto; pero en ningún momento te han culpado"

"Tu más que nadie sabes que es mentira" –Dijo Kate volteando la mirada- "Detesto al Consejo y ellos a mi, siempre buscan la manera de hacerme sentir mal y nunca hacen nada bien! No lo hicieron y no lo harán!" -dijo golpeando la mesa con la mano abierta.

"Cuidado!" –exclamó Elizabeth acercándose- "La vas a romper si sigues con esa rabia, Cálmate ya y deja que Dave termine!"

"Entiendo que hayas perdido tu Fe en el concilio después de aquel trágico día. Y que hayas renunciado a formar parte de él" –Dijo Dave tratando de suavizar las cosas- "Pero creo que el Concilio no se ha dado cuenta de la verdadera amenaza y como no tiene respuestas están buscando una salida"

"Y esa salida soy yo" –dijo Kate ahora calmada pero con tono triste- "Estoy cansada del concilio y de sus estúpidos miembros. Se creen magos pero nunca bajan al campo de batalla, donde la verdadera guerra se presenta. Lo dejaron morir, Dave" –dijo casi como hablando consigo misma- "Lo dejaron morir y nunca hicieron nada por prevenirlo; ni siquiera me dejaron salvarlo"

"Era mejor perder a un solo mago que a dos, Kate. Tu lo sabes muy bien" –Dijo abrazando a la joven maga- "Debes dejar ese hecho atrás y seguir adelante"

"He seguido adelante pero mi Fe en tal orden a muerto" –Dijo Kate con lágrimas en los ojos.

"Aún así, creo que algo extraño le está pasando a ese grupo de locos"- Dijo Elizabeth sentándose en la mesa- "Y lo mejor es averiguarlo. Tal vez esto no sea nada; pero tal vez sea algo muy grande y peligroso"

"Si" –Dijo Kate separándose de Dave- "Y lo mejor es investigar a fondo"

"Pero creo que ha sido suficiente por hoy y lo mejor es dejar descansar a la viajera" –Dijo Dave tomando su mochila y partiendo hacia la puerta- "Elizabeth se va a quedar aquí para ayudarte con todo. Prepárate mañana para recorrer las calles y verificar todo"

"Chao, Dave" –Dijo Kate con voz monótona- "Dame así sea una mañana para descansar, luego puedes volver a dar órdenes"

Dave rió mientras abría la puerta "Cuida a la embajadora de la paz, Elizabeth; no sea que tome otro vuelo y esta vez se vaya a Vietnam a alimentar a los niños pobres"

"Cállate, Idiota" –dijo Kate cerrando la puerta- "por lo menos no me la paso sentado jugando Play Station todo el día"

"Hey! Eso ayuda a la mente!"- exclamó Dave al cerrarse la puerta.

Kate regresó y se sentó en la mesa con Elizabeth quien había estado observando la escena todo el tiempo. Ambas terminaron su café en silencio dejando que sus pensamientos fluyesen en la cabeza de cada una. De repente Kate habló al terminar su bebida

"Bueno, Eli. Desde cuándo tú y mi guardián están juntos?" –dijo con una sonrisa pícara en su cara

"Ahh?!"- exclamó Elizabeth en tono de sorpresa y dejando su taza a un lado- "Cómo lo-

"Vamos"- dijo Kate levantándose de la mesa- "Pensaste que era tan despistada como para no darme cuenta" –Dijo mientras se dirigía al cuarto

Elizabeth guardó silencio... "Bueno"- dijo levantándose de la mesa y siguiendo a Kate- "La verdad es que si lo pensaba"

"Hey!"- exclamó Kate tirándose en la cama- "A veces capto las cosas sabes?, sobre todo cuando son tan obvias"

"De veras es tan obvio?" –preguntó Elizabeth sentándose en el borde de la cama

"Con que lo admites!" –dijo Kate sentándose para poder ver bien la cara de sorpresa en su amiga. Estaba roja como un tomate

"Bueno si!" –Dijo rápidamente, como tratando de no darle importancia- "Por algunos meses, nada del otro mundo"

"Lo sabía" –dijo Kate mientras volvía a acostarse- "Tu y él no dejaban de mirarse; con razón fueron juntos al aeropuerto por mí".

"No tienes que restregármelo más en la cara sabes?" –dijo Elizabeth estirando los brazos en señal de sueño- "Ruédate madre teresa que me quiero acostar"

"Cuándo van a dejarme en paz con mi viaje a África?!" –suspiró Kate mirando al techo.

"Solo a ti se te ocurre irte con los cuerpos de paz a quien sabe dónde para salvar gente, y dejar botadas tus labores aquí" –dijo Elizabeth mirando a su amiga. Hubo un silencio momentáneo seguido por la repuesta de Kate "Necesitaba un tiempo para alejarme de todo y ser yo misma; a los 17 años me encontraba desesperada con todo lo que sucedía a mi alrededor"

"Te entiendo" –dijo Elizabeth en voz baja- "Y sabes que estuve de acuerdo con tu viaje... solo que no pensé que te fueras a quedar tanto tiempo allá"

Kate se volteó de manera que ahora estaba viendo a Elizabeth "Pude aprender y aclarar muchas cosas en mi mente... y olvidar malos momentos aunque ahora estén volviendo a salir a flote. África me enseño mucho y estos años me sentí en una burbuja en la que pude recuperarme"

"Y aquí estás de nuevo para seguir con tu trabajo" –Dijo Elizabeth mientras se levantaba para apagar las luces de la sala.

"Si" –dijo Kate en voz baja- "Para volver a enfrentar todo de lo que traté de escapar por tanto tiempo" –pensó mientras sus ojos se cerraban y caía en un profundo sueño.

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Todo estaba oscuro y frío. Un frío que helaba los huesos y quemaba la piel. Vacío... un vacío profundo en donde no existía nada; ni si quiera el más mínimo rayo de luz.

Sola en medio de toda esa oscuridad estaba ella... La protectora del occidente. Donde el Sol se pone y las sombras abundan. Sola y llena de frío se encontraba Kate en ese vacío. "De nuevo el señor de la oscuridad vendrá" –se oyó decir a una profundo voz que se esparcía por todo el vacío- "El único regresará a sus manos y de nuevo gobernará"

"Quién eres?!" –gritó Kate entre el miedo y el frío "Y vencerlo no podrás. Puesto que él vendrá a acabar con todo" –Seguía diciendo la voz "Muéstrame tu rostro!" –Gritó una vez más con voz temblorosa. El frío le llegaba hasta los huesos y el miedo de estar sola comenzaba a hacerse presente Se oyó un fría respiración en el ambiente y la voz volvió a escucharse "El gran ojo... el gran ojo" Kate miraba a su alrededor asustada y desconcertada ante la extraña oscuridad. "Quién eres?!... quién eres??!!!... habla!!!"

"Habla!" –gritaba Kate en su cama-

"Kate!! Levántate!, es una pesadilla!" –Decía Elizabeth tratando de sacudirla levemente para que abriera los ojos-

"NO!! NO!!" –Gritaba Kate desesperada, temblaba y estaba muy fría- "VETE!!! AYUDA!!!"

Elizabeth no sabía qué hacer para despertarla, parecía que cada vez más Kate se sumergía en la pesadilla. Ya estaba acostumbrada a que Kate soñara mucho, a veces cosas desagradables; pero todo eso era algo usual debido a los poderes que encerraba en su alma. Lo extraño era aquella pesadilla en la que Kate estaba sufriendo más de lo usual.

"Kate!"- gritó Elizabeth dándole una cachetada en la mejilla derecha, lo suficientemente fuerte como para despertarla- "despierta!"

"Ahh?" –dijo Kate con una voz entre sueño y miedo- "Dónde estoy?!" –repetía una y otra vez mientras miraba a su alrededor desconcertada y fuera de sí.

"Calma, calma Kate" –Decía Elizabeth mientras abrazaba a su amiga- "Estás aquí, conmigo, todo estará bien, ya verás... todo estará bien" –Elizabeth miraba preocupada a Kate, esto era algo muy inusual en ella- "No hay nada que temer, estás en tu casa" –susurraba lentamente-

"Eli... Eli..." –decía Kate entre murmullos- "Por qué tengo tanto miedo?, esto no está bien, no está nada bien". Elizabeth acariciaba la cabeza de su amiga; Kate estaba fría y temblando. "Fue sólo un mal sueño sabes?, una estúpida pesadilla"-decía tratando de calmarla-.

"No lo fue" –respondió Kate después de un tiempo- "Eso fue algo más que un mal sueño; lo que sentí no lo había sentido antes y por alguna extraña razón siento que no va a ser la última" –agregó levantándose de la cama- "No tiendo a asustarme de esa manera desde hace mucho tiempo"

"Qué crees que fue?" –preguntó Elizabeth viendo la preocupación en los ojos de su amiga-. Kate guardó silencio por unos instantes en donde parecía inmersa en sus pensamientos; luego miró a su amiga y dijo "Debo llamar a alguien".

"Ahh?"- volvió a preguntar Elizabeth mientras veía a su amiga correr a la sala- "A quién?". "A Adam, él tiene que saber algo al respecto" –respondió Kate buscando un número en su libreta-. "Te das cuenta de qué horas son?"-preguntó una vez más Elizabeth- "Son las 11 de la mañana, dormiste bastante; pero te aseguro que en el otro lado del mundo, él estará tratando de hacerlo en estos momentos!"

"No importa"- dijo Kate marcando el número- "Esto es algo que no debe esperar"

"Creo que es mejor que llame a Dave a su casa" –dijo Elizabeth mientras tomaba su celular- "Mejor dicho, voy a buscarlo inmediatamente" .Y con eso se fue del apartamento dejando sola a Kate.

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"Lo que dices no es nada bueno, Kate" –dijo una voz del otro lado de la línea- "Y me temo que el mismo tipo de energía oscura ronda por las tierras del este, ya lo he sentido en las plantas y el mismo cielo; aunque no hemos recibido ataques de ningún tipo"

"Occidente ya ha sufrido varias bajas de magos de menor nivel en la orden blanca; pero no supe nada de esto hasta mi regreso"-Dijo Kate.

"Tal vez no fue la mejor idea abandonar ese lado de la tierra; tu percibes los cambios en el ambiente mejor que cualquier otro mago terrestre; esa fue una de las tantas razones por las que te hicieron guardián del occidente del planeta" –Continuó la voz

"Pero necesitaba salir de aquí"-interrumpió Kate con una voz melancólica- "Después de todo lo sucedido... lo único que quería era huir"

"Y lo hiciste, en un buen momento, aparentemente; pero estos años de tranquilidad no eran sino la calma antes de la tormenta, Kate" –Ahora la voz se escuchaba aún más seria y mayor

"Adam... presiento que esto no va a ser un ataque normal. Esta vez no son fuerzas débiles cada una por su lado... esta vez es una sola que he envuelto a las otras" –Dijo Kate en voz baja

"Y ese sueño que tuviste representa lo que va a pasar si no hacemos algo. ¿Qué sabe el concilio de esto?" –Indagó Adam, mago guardián del Este.

"No han percibido ningún cambio en el orden de las cosas; eso es quizá lo que más me sorprende. No creen que haya nada extraño, cuando ellos son los primeros en quejarse de todo" –respondió Kate en son de burla

Sin embargo Adam, unos cuantos años mayor que Kate, no se llevaba tan mal con el concilio; aunque no aceptó ningún cargo como miembro de este, ya que nuca le habían gustado los altos mandos y a regañadientes aceptó el cuidado del Este del planeta; Aun así, a pesar de todo, respetaba más al concilio que Kate. "Esto no está bien, es posible que el concilio esté bajo algún tipo de hechizo" –sugirió entre algunas pausas

"Hechizos??!" –repitió Kate incrédulamente "Por qué no aceptas el hecho de que al fin se volvieron locos los ancianitos ah?"

"Kate Connors compórtate!" –gritó Adam por la otra línea; su colega a veces podría ser bastante infantil cuando se lo proponía- "Este no es un asunto de juego, y sabes muy bien que el Concilio puede estar en problemas!" –Continuó- "Hay qué averiguar lo que está pasando y si es posible, ayudarlos"

"Ayudarlos??" –Dijo Kate irónicamente- "Así como ellos lo hicieron con William cuando estuvo en problemas. No movieron un dedo y no me dejaron ayudarlo... y murió por su culpa!" –dijo Kate en un tono lleno de frustración.

"Deja de culparte a ti o a ellos, ya es muy tarde y sabes que lo más probable era que hubieras muerto tratando de salvarlo; ellos no podían afrontar la muerte de un mago tan importante como tu.... Sabes que debes ayudarlos; es tu deber y el mío; de nadie más" –dijo Adam con voz serena.

Kate guardó silencio y cerró los ojos. Cuándo podría dejar ese hecho atrás y seguir adelante?. Pero ahora no era momento para pensar en eso. Adam tenía razón. Era hora de enderezar este asunto.

"Mañana iré a verlos; espero encontrarte ahí, amigo" –dijo con un tono de tranquilidad en su voz

"Ahí estaré sin duda" –Dijo Adam antes de terminar la llamada.