Silver Card: Regresé y... qué puedo decir??? Absolutamente nada... me encuentro completamente apenada por esta ausencia taaaan prolongada y no tengo excusa por mis acciones. Solo puedo ofrecerles mis humildes, humildes, humildes disculpas a los que aun siguen conmigo e (increíblemente) a todos aquellos nuevos lectores (sobre todo a los que leyeron este fanfic en un solo día... o en algunos casos, horas) y decirles que no volveré a demorarme tanto en escribir el resto de caps.
Se que ni los exámenes finales, ni los viajes, ni el ligero bloqueo mental, ni nada por el estilo puede justificar la demora y por eso este capítulo va dedicado a todos los que estaban esperando mi regreso y dejaron sus reviews animándome a continuar con mi historia y deseándome lo mejor para el resto de situaciones en mi vida... =) GLACHIAS!! Aless... luz... esto también es para ustedes!
El siguiente capítulo es algo muy especial para mi, ya que fue escrito después del comienzo de una etapa bastante curiosa de mi existencia; de pronto noten algunos cambios en mi manera de escribir y espero que les guste ya que, personalmente, hace raaaato no escribía un cap. con tan variadas situaciones y matices. Y por último les digo que pasarán muchas cosas que los lectores estaban esperando... y no pasarán otras que los lectores tendrán que seguir esperando, jeje...
Sin más demoras...
Capítulo 13
Un beso, una partida.
"Eso es... comestible?" –preguntó el pequeño hobbit con cierta preocupación en sus ojos, no estaba muy seguro de las aptitudes culinarias del enano- "No se ve muy saludable"
"Pero cómo puedes decir semejante cosa Sam Gamgy! No conoces las delicias de la cocina de los enanos y os sugiero no insultes tan magno arte"- respondió Gimli con cierto toque de exasperación.
"Estoy seguro de que no ha querido insultar la cocina de tu pueblo, Gimli" –reflexionó Pippin mientras fumaba un poco de hierba- "Creo que su comentario se basa en las directas observaciones que ha hecho nuestro querido Sam"
El enano guardó silencio mientras intentaba comprender las palabras del mediano frente a él.
"Quiere decir que la cocina de tu gente no está mal... pero que como cocinero puedes morirte de hambre" –continuó Merry aclarando la situación; lo cual, no ayudó mucho viendo la expresión que ahora tenía el señor enano en sus ojos.
"Apártense de esta olla antes de que cocine sus pies por insolentes! Cómo osan dudar de mi comida!" –exclamó levantando el cucharón de palo con el que mezclaba el extraño menjurje dentro del pequeño recipiente.
"Qué es lo que sucede aquí?!" –exclamó Kate interrumpiendo la pequeña discusión, acababa de llegar de recolectar ramas secas para una nueva fogata. Para estos momentos, Legolas, Aragorn y Boromir seguían explorando el terreno- "Por qué tanta algarabía?" –continuó mientras dejaba a un lado la carga de leña que traía.
Todos guardaron silencio por un momento; parecían niños regañados por haber hecho alguna travesura... "Y bien?"-indagó la joven una vez más.
"Fue culpa de la sopa" –murmuró Pippin para si- "Si a eso se le puede llamar sopa"
"Peregrin Tuk... retráctate" –dijo Kate escuchando perfectamente el comentario del hobbit- "Te gustaría que insultaran tu comida?"
'Cómo escuchó eso?' –Pensó el mediano confundido, su voz había sido demasiado baja como para que alguien la hubiesen escuchado- "Yo... eh... lo siento..." –respondió con la cabeza baja. Aunque casi al instante levantó la mirada con una sonrisa pícara- "Tu sopa debe estar debe estar deliciosa señor enano! Tanto que me parece justo que nuestra querida Kate la pruebe!"
Gimli sonrió con satisfacción crédula, mientras servía un poco de la sustancia en un pequeño plato hondo. "Verás lo exquisita que está joven Kate"
La maga sonrió con satisfacción pensando que por fin enderezaría un poco a los inquietos hobbits. Ni si quiera sus nuevas habilidades semi-élficas adquiridas por la práctica y el combate avecinaban lo que estaba a punto de suceder.
Ahora no solo Pippin, sino Merry y Sam sonreían abiertamente; el único que parecía no interesarse mucho era el joven Frodo. Kate tomó el plato en sus manos y sin dudarlo dos veces tomó un poco de 'sopa'.
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..."Diablos! Qué es esto?!" –exclamó casi ahogándose de tos, mientras los hobbits reían a carcajadas y Gimli miraba extrañado a la joven maga- "Gimli ... que le echaste a esto?!" –repetía mientras corría al río.
"Qué sucede?" –indagó Boromir llegando junto con Aragorn y Legolas- "Kate?"
"Orco!!.. Orco!!" –Continuaba exclamando Kate desde la orilla; no muy lejos, los dos hombres y el elfo la miraban completamente extrañados- "Yrch! Eso fue lo que le echaste a esto!"
"Yrch?" –repetía Legolas aún más confundido. Veía a los hobbits reventados de la risa y a Gimli con un rostro lleno de frustración y rabia- "De dónde sacó la palabra?"
"... No tengo ni la menor idea..." –respondió Aragorn igualmente confundido- "Creo que ni los Valar entenderían este comportamiento..."
"Qué importa la palabra!..." –exclamó Kate acercándose a los recién llegados- "Lo que importa es que él –señalando a Gimli- no vuelva a tocar ni un solo implemento de cocina... casi muero por intoxicación!" –agregó mientras trataba de deshacerse del amargo sabor en su boca.
"Gimli..." –preguntó Aragorn volteando su mirada al enano- "Qué le diste?"
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"Lo siento Gimli!" – rogaba Kate por la enésima vez desde el incidente de la mañana. Ahora la compañía descansaba bajo verdes árboles que los protegían del sol de medio día- "Pero fue mi instinto lo que hizo que respondiese así!"
"Kate... le dijiste que su sopa tenía carne de Orco..." –interrumpió Legolas recordando el pasado accidente, sin poder evitar una sonrisa al revivir las imágenes de Kate lavándose la boca.
"...Cállate elfo... no me estás ayudando" –susurró Kate con mirada asesina.
"Solo menciono los hechos..." –razonó el elfo una vez más.
"Me agradabas más callado y remando..." –respondió la joven maga recordando el tiempo que estuvieron en el río grande en donde Legolas casi nunca hablaba y solo remaba. Algo que le sirvió mucho para dejar que las cosas entre los dos se calmaran y volvieran a su vieja amistad llena de comentarios irónicos y sarcásticos.
"A mi en cambio me hubiese gustado un poco más de ayuda con el remo..." –respondió el elfo con mirada retadora, todavía no olvidaba las veces en las que le tocaba remar por horas porque Kate se dormía tan profundamente que despertarla se volvía inútil- "Ya que ALGUNAS personas se encontraban durmiendo placenteramente"
La joven sonrió sin remordimiento alguno –"De eso no hay duda, hacía mucho tiempo no dormía tan bien"
"Eso quiere decir que no te importa el hecho de que YO haya tenido que remar durante casi toda la jornada" –indagó el elfo comenzando a molestarse
"...Si" –respondió Kate después de 'pensar' la respuesta- "Realmente no es que me importe de a mucho... no dizque eres el súper elfo?"
"Súper qué?" –interrumpió Legolas levantando una ceja.
"Claro que... según lo que tengo entendido... los súper elfos no se caen de los árboles" –dijo la joven aparentando razonar- "Creo que ni a los elfos comunes y corrientes les pasa... eso"
Legolas sentía la rabia subir por su rostro –"Fue un accidente!"
"Suficiente!" –interrumpió Aragorn que llevaba un largo rato tratando de descansar- "Comprendo la importancia de su GRAN conversación pero la verdad es que desearía muy amablemente que-
"Se callaran" –terminó Boromir que estaba a punto de colgar a Legolas.
Ambos, el elfo y la joven guardaron un momentáneo silencio; sus miradas llenas de orgullo y resistencia, se notaba la necesidad de ambos de seguir discutiendo... al parecer comenzaba a gustarles aquellas peleas.
"... Gimli en serio no me perdonas?" –preguntó Kate con una dulce sonrisa.
"KATE!"
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...
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Las risas habían cesado... los juegos entre Kate y Legolas habían quedado nuevamente en el olvido. Ahora el tiempo oscuro se apoderaba nuevamente de la compañía, y la incertidumbre y la duda volvían a rondar por las mentes de aquellos nueve seres. El silencio era incómodo y la joven maga comenzaba a inquietarse al mirar a su alrededor. Por un momento había pensado que las cosas mejorarían; que el resto del viaje sería mejor para la Comunidad; pero sus anhelos fueron truncados y la realidad tocó a su puerta; frente a ella se encontraban seres cansados y desilusionados... llenos de melancolía y preocupación; las sonrisas que en algún momento de aquel trágico día habían aparecido en sus rostros ahora se habían convertido en cenizas que dejaban a su paso despojos de sueños destruidos y heridas nuevamente abiertas.
"Cómo están tus manos?..." –Indagó Aragorn en voz baja mientras tomaba las débiles manos de la maga.
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"Fue a dar un paseo no muy lejos de aquí" –respondió Gimli pensativo, ahora no estaba de ánimo como para recordar su pequeño problema con Kate- "Ese pobre hobbit tiene un gran peso sobre sus hombros; no sé cómo podrá tomar tal decisión"
"Sé que escogerá lo mejor para la Comunidad..." –respondió Kate mientras miraba a su alrededor- "Por algo es el portador del anillo" –agregó sintiéndose un poco perturbada por lo que ahora sucedía; la compañía se encontraba ante dos caminos y la elección de cuál seguir estaba en manos de Frodo, alguien al que últimamente se sentía muy ligada; como si la incertidumbre del pequeño ahora fuese compartida con ella.
"Cómo estás tan segura de eso, joven Kate" –indagó el enano mientras seguía la mirada de la maga.
Kate sonrió levemente; más por melancolía que por felicidad –"No es saberlo, querido Gimli... es sentirlo"
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"Duelen un poco" –mintió la maga mientras mostraba las palmas de sus manos al montaraz- "Nada grave..."
"Deben ser tratadas..." –respondió el hombre de rostro agotado
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"Dónde está Boromir?!" –exclamó la joven mirando a todos lados- "Dónde está?!" –indagaba con visible preocupación; su corazón le decía que las cosas no estaban bien y que Frodo corría grave peligro. Las escenas de Boromir cerca de Frodo cuando subían al Caradhras, y la avarícia en los ojos del guerrero al mirar a El Único ocupaban sus pensamientos en aquel instante.
"Ni él ni Frodo están..." –dijo Merry comprendiendo la gravedad de la situación- "Frodo está solo afuera"
-.:.- End of Flash Back-.:.-
Gimli miraba a lo lejos; necesitaba sobreponerse a todo lo vivido en las últimas horas. Su mirada recayó en la joven frente a él. Ahora no solo la pérdida agobiaba su corazón, sino nuevos misterios que aquella humana encerraba dentro de ella. Cosas que aún no lograba comprender el enano.
'Qué ha sucedido?' –pensó bajando la mirada.
-.:.- Flash Back -.:.-
"Cuánto tiempo pasó desde que viste por última vez a Frodo, Boromir? –preguntó Aragorn con preocupación,
"Media hora quizás" –respondió Boromir con duda- "O quizás una hora, no sé. Estuve caminando un poco desde entonces"
"Una hora desde que desapareció!" –exclamó Sam- "Hay que ir a buscarlo en seguida... vamos!"
La confusión llenó los corazones de la compañía. Todos comenzaban a partir del vado del río para internarse en el bosque; la voz de Aragorn se perdía entre exclamaciones y Kate comenzaba a sentir que la angustia traicionaba su confianza. Sea lo que sea que hubiera pasado, ella sabía que no era lo que Boromir había dicho en su historia... había algo más enterrado en el corazón de aquel hombre.
"Sea lo que sea que hayas hecho, Boromir..." –dijo acercándose al guerrero- "Reza a los dioses para que corrijan tu error, porque tu y yo sabemos que jamás tuviste dicha conversación con el portador del anillo... ni tus intenciones velaban por la protección de Frodo" –agregó con mirada penetrante.
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Uno por uno habían caído y aún no se conocía el desenlace de tan trágica historia. El elfo intentaba retener sus emociones, calmar su corazón... pero los sentimientos no podían retenerse cuando el corazón se sentía tan derrotado. No entendía cómo había sucedido todo tan rápido y cómo estuvo a punto de perderla... no lograba asimilar la situación... primero Gandalf y ahora ellos. Quién seguiría después? Jamás permitiría que fuera ella.
"Legolas, amigo... no pierdas la esperanza" –dijo Gimli mirando lejos- "Al menos uno de los que quedan de esta compañía debe conservarla"
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La espada resplandecía entre los rayos del sol. Los sentía acercarse... ya no había marcha atrás. Dónde se hallaban los demás?... no lo sabía. Pero ya no podía regresar al río; no podía abandonarlos. El ambiente cambió y una vez más la fétida energía invadía sus sentidos. Su cabeza comenzaba a dar vueltas con el hedor que emanaban; sin pensarlo dos veces corrió entre los árboles... sabía que no eran pocos sino muchos; que no podría hacerlo sola.
'Necesito que regreses a mi' –imploró en una plegaria silenciosa mientras sus piernas trataban de abarcar la mayor distancia en el menor tiempo posible- 'Dónde est-
Una flecha negra cruzó cerca de su brazo derecho; estaban aquí y era hora de pelear. 'No huyas de la guerra... no te arrepientas del paso dado... pide fuerza y voluntad en la batalla... no te rindas sin antes haber peleado por tu vida' –pensó la joven maga tomando la espada élfica en su mano e iluminando el lugar con una tenue luz violeta.
....por tus ancestros... por tu pueblo...
La brisa traía el eco de voces antiguas que pregonaban una canción de antaño. Sus ojos brillaron de energía mientras su corazón palpitaba con rapidez. No sentía miedo o duda; estaban aquí y ella los enfrentaría.
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"Iré a lavarme las manos antes de curar las tuyas" –dijo el montaraz levantándose monótonamente- "No te muevas"
"Está bien" –respondió Kate sin despegar la mirada del horizonte; si sus manos dolían, no lograba sentir nada- "Esperar
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Eran demasiados y uno a uno caía frente a ella. Sentía repulsión por sus gritos, por su hedor, por su figura, por su energía... pero nada podía hacer.
"AHH!" –Gritaba con cada estocada de su espada- "No pasarán!" –continuaba la joven mientras Orco por Orco aparecía en su camino.
Sus brazos dolían por el esfuerzo y comenzaba a tambalearse un poco. Segura pero débil sería la mejor forma de describir el estado de Kate; quería correr y tratar de encontrar a alguien... pero sus contendores no lo permitían.
'Debo seguir...' –pensó mientras buscaba una forma de huir. No sin antes darse cuenta que eran sus enemigos los que la abandonaban.
'Gane??' –pensaba con cierto entusiasmo; algo que duró segundos en su existencia. En una batalla como esta, el ganar era algo tan variable como el tiempo mismo; no había vencido a nadie... sus contendores se retiraban a un campo de guerra donde eran más necesitados.
'FRODO!' –pensó la joven mientras daba una vuelta y volvía a correr aún más. Sus piernas dolían y el aire se le acababa; pero por más que avanzaba, más perdida se encontraba. Nadie se hallaba cerca.
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Sangre... a eso sabía su boca. No debió haberla mordido tan duro; pero era preferible callar el dolor a tener que gritar y preocupar a los demás. Una pequeña lágrima corrió por su rostro al sentir la suave presión que Aragorn ejercía con su ungüento sobre las palmas adoloridas de la maga.
"Cómo te hiciste esto?" –Indagó con preocupación y curiosidad el hombre frente a ella; ahora casi como un padre para la joven que no veía acabar su historia en Tierra Media.
"No lo sé" –respondió después de un corto silencio... aún no... no estaba lista para decir la verdad, sería mejor mantenerla oculta; algo que había aprendido a hacer muy bien desde su llegada a esa era.
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'Corre, Kate... corre' –pensaba la joven maga siguiendo el fétido rastro de los orcos tras ella. Poniendo a prueba sus habilidades élficas y mágicas; tratando de ocultarse entre los árboles y pisar tan levemente como su cuerpo permitiera. Su mirada aguda buscaba a sus amigos desesperadamente mientras intentaba mantener su aura lo más cerrada posible- 'Demonios!... dónde están??'
Lejanos gritos de batalla se oían como ecos que resonaban entre los arbustos. Una fría brisa corrió atravesando a la joven maga como una daga; no eran gritos de batalla, eran gritos de miedo... un miedo proveniente de las criaturas más inocentes de la Comunidad.
"Pippin, Merry!" –exclamó reanudando su búsqueda para llegar al sitio menos esperado.
Decenas de Orcos corrían a través de la ladera del bosque. No muy lejos se hallaban Gimli y Legolas combatiendo desesperadamente contra los oscuros recién llegados. Desesperada por unirse a la batalla y ayudar a sus amigos, Kate corrió una vez más con todas sus fuerzas hacia donde se encontraban el enano y el elfo.
'Algo no anda bien...' –pensó la maga divisando a un orco en especial; traía consigo un arma de la cual no había escuchado hablar- 'Hacia quién apunta?'
Sus ojos se abrieron de par en par. Una sagita apuntada hacia su compañero... una negra sagita que pondría fin a su larga vida. Demasiado lejos como para alcanzarlo a tiempo; demasiados gritos como para ser escuchada... demasiada energía como para prevenir el daño.
"NOO" –gritó con voz de guerrera. Acelerando su carrera y rogando por un milagro; no podría soportarlo... no podría perder a alguien más. Nadie le había dicho que él moriría- 'Regrésa!!! Regresa!!' –repetía como un mantra deseando que su magia regresara de una vez por todas; la energía se acumulaba en sus manos mientras corría en dirección al gran Orco arquero.
"Gimli!!!" –continuaba mientras sentía que sus manos ardían cada vez más; no podría permitir que el enano muriera bajo las garras del mal... no como Gandalf; debía evitarlo. Olvidó el dolor en sus piernas y la falta de oxígeno en sus pulmones... se olvidó de pedir ayuda, de tomar su espada; nada de eso serviría en aquel instante... frenó en seco.
"AHHHHH!" –exclamó cayendo de rodillas; sus manos... las palmas de sus manos... qué sucedía?- 'Energía... energía acumulada!'- pensó mientras las observaba brillar; sus ojos se abrieron nuevamente en sorpresa y una vez más levantó su mirada para encontrarse con la imagen que tanto detestaba: La oscura sagita volando directo a Gimli- "Elemental... Fuego!".
Sus palmas encendidas señalaban la flecha lanzada, y una vez más la energía perdida en el tiempo y recuperada con esfuerzo regresó a ella. Su magia ancestral había vuelto a nacer y había logrado encontrar un nuevo camino para manifestarse... el fuego se abrió paso entre las ramas incendiando en el instante a la mortal flecha justo cuando alcanzaba a su destino... las lágrimas cubrieron el rostro de la maga mientras sentía sus manos arder bajo el fuego enérgico de su magia... Gimli levantó la mirada... un cuerno se oyó sonar.
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"Gimli vio fuego de la nada..." –dijo Aragorn en voz baja- "Debe estar preguntándose de dónde provino"
Kate levantó la mirada cansada; ya no le importaba quien conociera su verdadera identidad –"Si lo sabe no hay nada que pueda hacer... era eso o su muerte"
"Legolas estaba presente" –agregó Aragorn.
"El elfo no vio nada... se encontraba peleando por llegar a dónde se oían los gritos de Pippin y Merry" –respondió Kate mirando al príncipe del bosque Negro.
"... entonces... ha regresado" –dijo el montaraz entre afirmación y duda
"Ha regresado" –respondió Kate una vez más; apagando cualquier señal de alegría en su voz- "Muy tarde..."
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"Kate!" –exclamó Gimli al verla bajar con las manos ocultas. Dolor impreso en su mirada. Los orcos huían al norte- "Pero-
La joven se detuvo frente al enano, obviando la inquisitiva mirada de Legolas. Había sacado fuerzas de donde no había para seguir batallando; ahora el cuerno no dejaba de sonar.
"Dudas son las que quedan y obtenemos pocas respuestas, señor enano" –dijo resguardando sus manos en la tela élfica de su capa- "Pero no es tiempo de preguntas o respuestas pues temo que hay alguien que necesita de nuestro apoyo en estos instantes" –continuó mirando al elfo cerca de ella.
"Los escuchaste... eran gritos por sus vidas" –dijo con la mirada firme
"Debemos seguir" –fue lo único que respondió el elfo dando la espalda y corriendo a toda velocidad.
"Vamos!"
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"La compañía no ha acabado..." –dijo el hijo de Arathorn levantándose y dejando a Kate sola, sus manos ahora cubiertas por una fina gasa.
"Frodo ha partido!" –exclamó Kate levantándose- "Legolas lo dijo! Está al otro lado del río junto con Sam!... no sabemos si Pippin y Merry sigan vivos!"
"Lo sé..." –dijo Aragorn en voz baja- "Y Boromir..."
"Boromir fue asesinado! Masacrado por esas inmundas flechas" –terminó Kate recordando aquellas imágenes- "Pippin y Merry correrán con la misma suerte... tu escuchaste sus alaridos, Legolas" –continuó la joven mirándolo con fuerza.
Los ojos azules del elfo, oscuros como la noche, mostraban frustración y tristeza en ellos. No podía evitar pensar en qué hubiera pasado si hubiese llegado más rápido.
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Ahí estaba... agonizando lentamente debajo de la sombra de un viejo roble amarillo. Los gritos habían cesado y ahora un gutural silencio rondaba por el lugar. Todos guardaron silencio mientras veían cómo Aragorn trataba de acomodar el cuerpo del guerrero caído.
"Boromir..." –Dijo Gimli con pesar en su voz, ni una palabra más fue mencionada desde ese momento.
Ya no había más lágrimas en los ojos de Kate. Juró a los Valar no llorar más por los seres que partían de este mundo y mantenía su promesa en pie; un extraño sentimiento de vacío llenaba su corazón. Veía a Aragorn hablar con el hombre de Minas Tirirth pero no lograba escuchar una sola palabra... su mirada yacía en las flechas que atravesaban el pecho de Boromir.
Legolas se acercó lentamente a Kate, en parte consciente pero a la vez como un impulso difícil de contener. Queriendo abrazarla con fuerza solo consiguió llegar a tocar su hombro; se debatía entre el dolor y la razón... entre el corazón y la cabeza... entre la melancolía y la desesperación. Demasiadas emociones para el corazón de un elfo. Vio las palmas de Kate que ahora se mostraban nuevamente; estaban rojas en ciertos puntos y rosadas en otros, no había rastro de quemadura pero sin duda alguna algo había pasado por las delicadas manos de la joven.
Kate sintió su mirada angustiada y guardó sus manos una vez más. Ahora no quería discutir o dar explicaciones, lo único que deseaba era despedirse de Boromir. Casi enseguida comenzó a caminar en dirección al cuerpo caído de aquel caballero.
Aragorn levantó la mirada al ver llegar a Kate. A unos metros se hallaban Gimli y Legolas de pié observando la escena. Su corazón dio un salto al ver las manos de la maga; como si hubiera visto a un hijo herido frente a él... con el paso del tiempo; aquella joven había llegado a convertirse en una de las personas más importantes en su vida; alguien a quien sabía, debía cuidar como si fuera su propia sangre.
"Mellon..." –susurró Kate arrodillándose frente al cuerpo de Boromir- "debes... resistir" –dijo como intentando darle fuerzas al que ya estaba desahuciado. Rozando con su mano una mejilla del hombre.
Boromir sonrió; era como si viera a un ángel en medio de la agonía. El delicado rostro de la joven iluminaba lo que era el día más oscuro de su existencia y el roce de su mano era como la suave caricia del viento. Por un momento se sintió en el bello bosque de Lórien... entre el pasto verde y los grande Mallrons de hojas doradas.
"Kate..." –dijo casi en un susurro- "Cómo una estrella brillando en la noche has aparecido para iluminar la oscuridad que ronda cerca a mi..." –continuó tomando la mano de Kate entre las suyas.
"No temas a la muerte pues debe estar honrada de recibir un alma tan bondadosa como la tuya" –respondió la joven aceptando la muestra de afecto de Boromir.
"Traicioné a la comunidad... traicioné a mi pueblo... traicioné tu confianza" –dijo con mirada apesarada.
Kate sonrió melancólicamente- "Humano eres Boromir; y perdonado serás por tus errores; pues has peleado con valor y coraje por quienes son tus amigos. Te enfrentaste al mal en vez de huir y serás recompensado por ello" –respondió Kate dando un último aliento al hombre de rasgos duros y cabello castaño.
Boromir sonrió, esta vez ampliamente. Las palabras de la maga había entrado hasta lo más profundo de su alma, iluminando los rincones más oscuros de su ser. "Has traído alegría a este pobre corazón, joven Kate..." –dijo respirando pesadamente- "Una sola cosa queda por pedir..."
Kate sonrió con cierta alegría mientras acercaba su rostro al hombre frente a ella, se sentía muy honrada de cumplir con los últimos deseos de tan gran hombre- "Que quede en tu memoria como todos aquellos tiempos felices en la Ciudad Blanca"
...
De lejos lo vio; sus labios rozando los de aquel hombre. Los labios que él deseaba sentir una vez más cada vez que cerraba sus ojos y recordaba aquel instante sobre un Talan remoto. Por qué sentía eso? Tan solo eran los deseos de un hombre a punto de morir... pero entonces por qué sentía que una parte de él moría lentamente al verla con alguien más. Entre sorpresa y desesperación se encontró deseando tener una flecha en su pecho para probar una vez más aquellos labios sobre los suyos.
...
"Magia..." –susurró Boromir mirando a los ojos de Kate- "Tu secreto estará a salvo conmigo..."
Y vio sus ojos apagarse, su pecho dejar de subir y bajar... su mirada perderse en el infinito horizonte- "Descansa en paz Oh noble guerrero! Qué tu alma halle el reposo que merece"
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"Hubiera seguido a Frodo a Mordor hasta el fin. Mi corazón habla con claridad. El destino del Portador ya no está en mis manos" –exclamó Aragorn mientras miraba a sus tres compañeros- "Pero no podemos olvidar a nuestros compañeros mientras nos queden fuerzas. Vamos! Partiremos enseguida. Dejad aquí todo lo que no nos sea indispensable! Marcharemos sin detenernos día y noche!" –estaba decidido. Partirían en busca de Pippin y Merry. La compañía, aunque incompleta, no estaba acabada.
Kate sonrió una vez más. Seguirían... aún había esperanza. Después de todo, eran tres libros escritos y algo le decía que faltaba mucho para que esta historia acabase por ahora. Miró al enano al lado de ella; se veía renovado y hasta en cierta forma aliviado. Ahora la miraba con ojos llenos de comprensión y aceptación; y aunque nunca hubo explicaciones ni respuestas a las obvias dudas de su compañero, Kate sabía que él comprendía su situación y que su identidad estaba a salvo con el.
"Con que maga no?" –dijo con voz baja pero animada, cuidando que Legolas no escuchara- "Agradable sorpresa joven Kate... espero volver a ver otro ataque como el anterior... solo que sin quemarse las manos" –dijo con un sonrisa.
"Nadie dijo que era una experta... y me temo que sin mi báculo tendré que esforzarme un poco más" –respondió Kate limpiando su ropa y acomodando su espada.
"Bueno..." –señaló el enano mientras observaba a la joven ahora ajustar una daga escondida en su bota derecha- "Por lo menos me alegra saber algo que el elfo no conozca aún"
Kate no pudo evitar reír ante el comentario. La sola idea de que cuando Legolas se enterase Gimli comenzara a burlarse de él, le encantaba... pero todavía no era hora de decirle la verdad al Rubio Elfo.
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"No!" –exclamó Kate frenando en seco- "Me niego a continuar así! No hemos descansado desde que salimos! Qué no se sienten exhaustos?" –continuó indagando la joven mientras hacía que sus compañeros se detuvieran por tercera vez desde que comenzaron su cacería de orcos.
Nadie respondía a sus preguntas "Mis piernas ya no duelen! Arden! No es eso un gran signo de cansancio?"
"Kate..." –dijo Gimli tratando de razonar con la maga- "Todos estamos cansados, pero si nos detenemos ahora no lograremos alcanzarlos" –dijo explicando lo obvio.
"Es la tercera vez que me dices eso Gimli hijo de Glóin" –respondió la joven recordando las anteriores dos veces en las que el enano le había dicho exactamente lo mismo- "Pero en el remoto caso de que los lleguemos a alcanzar, no estaremos demasiado cansados como para pelear con ellos?" –razonó esta vez con cierta lógica- "No creo que un elfo sonámbulo –haciendo alusión a la extraña forma de dormir de Legolas- Un hombre con mínimo cuatro kilos de menos por correr sin si quiera tomar agua; un enano con las piernas entumecidas y una joven que desde hace rato dejó su alma tirada en alguna llanura pasada, le sirvan de mucho a Merry y a Pippin" –dijo finalizando su gran discurso.
Aparentemente, hasta Legolas parecía encontrarle sentido a las palabras de Kate. Esta vez tenía razón.
"Pienso que podríamos tomarnos unas cuantas horas para descansar" –finalmente dijo Aragorn sentándose en una roca cercana.
"Les daremos demasiada ventaja a los orcos de Saruman" –fue lo único que dijo Legolas.
"Siempre tienes que ir en contra de lo que yo digo no?" –irrumpió Kate con cierta exasperación. Aquel elfo no podía aceptar que ella tuviese la razón en algo- "No todos aquí dormimos con los ojos abiertos ni descansamos de pie como tu"
"Y gracias a los Valar que no duermen tanto como tu!" –respondió Legolas orgullosamente- "Si así fuese, dudo que si quiera hubiéramos llegado a Lórien para estás fechas!"
"AAAYYYY Por qué no te callas orejitas? Más bien vez y cuélgate de un árbol a ver si no te caes" –dijo volviendo a mencionar lo que era lo más vergonzoso que un elfo del Bosque Negro pudiese escuchar.
Ante esto ni Gimli ni Aragorn pudieron contener la risa. Legolas comenzó a sentir sus mejillas encenderse ante la vergüenza- "Que ha sido un ACCIDENTE!" – Dijo otra vez; como las tantas veces en las que Kate mencionaba su caída.
"A mi parecer necesitas práctica en el arte de escalar... quizás algún día puedas subirte a un árbol sin poner en peligro a cualquier pobre transeúnte que pase desprevenido... como yo" –prosiguió la joven recordando que precisamente el elfo había caído sobre ella aquella vez.
"Mira quién habla de escalar... por ti nos demoramos dos veces más el tiempo requerido para subir a los Talans de Lórien!" –interrumpió Legolas tratando de salirse con las suyas
"No te metas con mis fobias! Al menos yo las acepto!" –respondió Kate sin dejarlo terminar.
"Suficiente los dos!" –interrumpió Aragorn como tratando de controlar a dos niños- "El próximo que hable hará la primera guardia!"
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"...El accidente fue tu culpa" –murmuró Legolas sin poder contenerse.
"Hojaverde! Eres el primero!" –Ordenó el montaraz casi con la paciencia colmada.
Kate no pudo evitar morirse de la risa al ver y escuchar lo sucedido "Ahí tienes Orejas!!"
"Kate! Haces la segunda guardia!" –remató nuevamente el montaraz.
"Demonios..."
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'Dios mio'-pensaba Kate no pudiendo cerrar los ojos; tres noches habían pasado desde su salida y aún no llegaban a ningún lado aparente. Se encontraba rendida, exhausta... acabada. Su espalda le mataba y sus piernas hacía mucho habían decidido no moverse. No entendía cómo el resto parecían tener fuerzas para continuar... al menos el elfo.- 'Legolas' –pensó volteando su mirada hacia el rubio personaje. Ahí estaba, de pie como un árbol joven mirando hacia el horizonte; parecía nunca dormir y siempre estar resguardando el improvisado campamento; cada vez que la joven abría sus ojos para revisar sus alrededores lo encontraba canturreando alguna tonada de su pueblo o simplemente mirando a las estrellas.
Tan solo el día anterior habían encontrado una pista bastante alentadora: Un broche de plata con forma de hoja perteneciente a una capa élfica... una capa que solo Merry o Pippin podían tener. Pero también debido a eso aumentaron la velocidad de su recorrido, descansaron menos y hablaban poco; hacía rato la maga no se sentaba a hablar con Gimli o Aragorn pues a penas se recostaban caían dormidos, aparentemente; ya que ninguno de los miembros de la compañía dormía placenteramente estando en el medio de la nada.
La joven maga decidió levantarse y caminar un poco 'Hey... si a Legolas le funciona, tal vez a mí también' pensó riendo para si. Fue acercándose al elfo lentamente.
"Hola" –dijo Legolas sin si quiera voltear, había sentido a Kate acercándose... los pasos de la maga grabados en su memoria como el canto de los árboles.
"Buenas noches..." –Respondió Kate entre sorprendida y alegre; ya había llegado casi a acostumbrarse a las extrañas reacciones y observaciones del elfo- "Te importa la compañía?" –indagó deseando escuchar que no.
"No..." –respondió el elfo sin quitar la mirada del horizonte, sus ojos azules brillando con la luz de las estrellas, como la primera vez que Kate lo vio en un balcón de Rivendell- "Siempre es bienvenida"
La joven sonrió quedándose a un lado del elfo. No hablaron por un rato, cada uno inmerso en sus pensamientos y propias preocupaciones. Kate fue la primera en romper el silencio.
"Feliz año nuevo" –Dijo con una leve sonrisa, ahora miraba al rostro del elfo al lado de ella.
Legolas junto sus cejas expresando confusión en su rostro; despegó la mirada del horizonte para ahora enfocarla en la cara de Kate. No entendía el significado de esa frase- "Cómo?"
La maga rió momentáneamente, al menos ya sabía que en tierra media no se celebraban ese tipo de fechas aún. "Es una costumbre de mi pueblo, el de desear un feliz año a quienes están contigo, cuando dicho período de tiempo termina"
"Extraño pueblo el tuyo" –respondió el elfo aún más confundido- "Pero si ese es el caso, Feliz año nuevo"- agregó con una leve sonrisa. Encontraba una tácita fascinación en ver a la joven maga.
Sus cuentas no estaban mal; desde su partida del siglo XXI había pasado el tiempo suficiente como para que llegase el 31 de Diciembre; pronto acabaría un año en su época y se preguntaba cómo serían las cosas sin ella de regreso. Los ojos de la maga se entristecieron al recordar a aquellos que dejó atrás; a Elizabeth y a Dave, que probablemente la esperaban de regreso; a Alan que ahora mismo debía estar batallando con dos hemisferios... los extrañaba.
"Los extrañas?" –indagó Legolas leyendo la mirada de la joven- "A tu gente..."
Kate miró una vez más las profundas órbitas azules de su acompañante- "Pienso en ellos todos los días... a veces temo no volverlos a ver" –respondió perdiéndose en la mirada del elfo.
"Los volverás a ver" –respondió Legolas con seguridad- "Si no en esta, tal vez en otra vida... pero los volverás a ver" –agregó.
Kate suspiró desalentada- "No puedo darme ese lujo... regresar es mi única opción; mi pueblo me necesita" –dijo mientras sentía una leve brisa nocturna correr a su alrededor.
Legolas calló; no podía evitar sentir el pesar en su corazón al pensar en la partida de la joven. Sentía rabia consigo mismo por no poderla retener; y más frustración aparecía en su alma al darse cuenta de lo egoísta de sus ideas.
"Lo siento..." –interrumpió Kate.
Legolas juntó las cejas confundido- "Lo sientes?"
"He sido una completa niña en esos últimos días y mi comportamiento no tiene excusa" –aclaró la maga tratando de disculparse... algo que nunca había hecho muy bien- "He descargado mi frustración en ti, sin ni si quiera merecértelo... y me siento muy mal de haber actuado de tal manera"
Otra vez los labios de Legolas mostraron una sonrisa, algo que no podía evitar cada vez que estaba con la joven- "No hay nada de qué disculparse, Kate... pues yo he actuado de igual forma contigo"
"Entonces creo que ambos lo sentimos" –propuso la joven sonriendo también.
"Si..." –respondió el elfo respirando el aroma a hierba que rondaba en el lugar. Hacia día y medio que habían entrado a un territorio mucho más vivo y verde que en el que habían estado al salir del río grande.
... Fue entonces cuando su corazón palpitó con rapidez al sentir su aliento tan cerca. Por qué se sentía tan loco por ella? Nunca en su vida se había visto temblar por un roce... nunca había soñado con su voz. Jamás pensó llegar a caer tanto; golpear su alma tan fuerte como para no poder levantarse. Cómo podía querer y desear hasta el punto de rogar por dejar de sentir? Ella representaba lo que él más anhelaba... y al mismo tiempo a lo que más le temía.
... solo un beso; un beso suyo bastaba para que bajara la guardia y dejara el corazón sin armadura... y ni si quiera fue eso... su boca jamás sintió sus labios y su aliento solo rozó su mejilla... pero eso fue suficiente para quitarle el alma y entregársela de nuevo.
"Gracias..." –dijo con sinceridad la dama; sin saber que aquel beso en la mejilla había despedazado el corazón del elfo.- "Legolas Hojaverde, grande es el corazón de aquel que vela por sus amigos y no descansa hasta verlos a salvo" –continuó partiendo del lugar.
El príncipe cerró sus ojos por un momento, solo para abrirlos al instante- "Nunca lo suficientemente grande como para ganarme el vuestro..."
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'Amanecer rojo?' –pensaba Kate entre abriendo los ojos lentamente; solo lograba definir a un Legolas caminando rápidamente entre los miembros restantes de la compañía. La joven levantó una ceja entre cansada y confundida.
"Despertad! Despertar!" –gritaba el elfo- "Es un amanecer rojo. Cosas extrañas nos esperan en los lindes del bosque. Buenas o malas no lo se, pero nos llaman. Despertad!"
'No por favor... no' –rogaba Kate mentalmente, sentía como si solo hubiese dormido cinco minutos- 'Dejenme y los alcanzo más tardecito...'
"Kate...vamos!" –exclamó Aragorn jalando el brazo de la joven. Todos estaban listos menos ella.
Entonces comenzó la rutina del día una vez más. Sin si quiera arreglarse o tomar agua; solo recogiendo su manta y su mochila, desarrugando sus pantalones y recogiéndose el cabello. Una vez más comenzaba a correr tras la pista de los orcos; comiendo un poco de lembas en el trayecto.
'Creo que aprendí a comer corriendo' –pensaba la joven mientras iba detrás de Aragorn y Legolas... Gimli siempre cuidado la retaguardia- 'Siempre tenemos que comenzar el día así!... por qué?" –se quejaba Kate recordando que siempre era levantada con un jalón, sin poder abrir sus ojos completamente... comenzaba a pensar que corría dormida y apostaba a que Legolas podía hacerlo.- 'Nunca duerme...'
Con el pasar de las horas se detuvieron. Otra escena volvía a repetirse.
"Si escuchará algo de esa manera?" –preguntó Kate en voz baja al enano cerca de ella.
"Fue criado por elfos y aprendió dicho arte" –respondió el enano riendo levemente ante la inocente pregunta de la maga- "Creo que casi puede escuchar tan bien como ellos"
"Tiene una oreja pegada al suelo... qué tan bien puede escuchar?" –volvió a indagar la joven casi en tono de burla.
"Temo que el corazón te haya dicho la verdad, Legolas"- dijo Aragorn levantándose del piso; no escuchaba los pasos de los Orcos en la distancia, ni veía huellas frescas cerca de él- "Han pasado tres veces doce horas, creo, desde que los orcos pasaron por aquí. Si siguen ese paso, mañana a la caída del Sol, llegarán a los lindes de Fangorn"
'Si escucha...' –pensó Kate olvidándose de la importancia de las palabras del montaraz; el cansancio le hacía divagar entre pensamientos irrelevantes.
"No veo nada ni al norte ni al oeste; solo unos pastos entre la niebla"- dijo Gimli tratando de divisar lo más lejos posible- "Podríamos ver el bosque si subimos a esas colinas?"
"Está lejos aún" –respondió Aragorn señalando las pequeñas alturas- "Si recuerdo bien, estas lomas recorren ocho leguas o más hacia el norte, y luego al noroeste se extienden otras tierras hasta la desembocadura del Entaguas; otras leguas quizás" –agregó haciendo cálculos mentalmente.
'Nooooo' –pensó Kate abriendo los ojos con terror- 'Más recorrido? En qué momento paramos y decidimos esperar a que alguien venga por nosotros?' –continuaba su inútil monólogo mental.
"Pues bien, partamos"-Dijo Gimli sin emoción alguna- "Mis piernas tienen que ignorar las millas. Estarían mejor dispuestas, si mi corazón pesara menos"
'Ahora todos a favor de Legolas! Qué nadie piensa apoyar mi idea de quedarnos a descansar?' –pensó una vez más la joven maga levantando una ceja mientras cruzaba sus brazos.
"Kate... deja de hablar sola y corre" –interrumpió Legolas mirándola con confusión, juraba haberla escuchado quejarse por la caminata... claro, que podría ser solo su imaginación repitiendo alguna frase de queja que la joven otras veces había utilizado.
"Caray... dije eso en voz alta?"- preguntó Kate más confundida que Legolas- "Con gusto correría" –dijo señalándose a si misma- "Pero ellas no quieren hacerlo" –continuó ahora señalando sus piernas; el elfo sonrió y comenzó a correr una vez más.
...
El viento sopló fuerte mientras Kate veía correr a Aragorn, Legolas y Gimli frente a ella. Algo la detuvo y le impedía correr. El cielo pareció oscurecerse momentáneamente, como augurando un mal presagio... un aura densa se sintió alrededor mientras el corazón de Kate se aceleraba en su palpito.
'Qué sucede?' –pensó cerrando sus ojos para concentrarse. Sentía una poderosa presencia frente a ella; oscura y amenazante merodeaba a su alrededor. La joven maga apretó sus puños... no sentía miedo... no tenía temor... se preparaba para atacar a lo que viniera.
... El tiempo corre con cada paso que das...- se oyó decir a una voz fría y opaca traída por el viento.
La maga abrió los ojos sin ver a nadie; su magia alerta a cualquier movimiento.
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... Ash Nazg Durbatulûk, ash nazg gimbatul, ash nazg thrakatulûk, agh burzum- ishi krimpatul...
Su sangre se heló al escuchar tan maligna lengua... en su mente dibujaba aquel oscuro ojo incandescente que jamás dejaba de vigilar... buscando a su único tesoro
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... El Anillo mío será... Ha caído uno más bajo la oscuridad... y pronto el tercero caerá...
'No' –pensó la maga apretando los puños.
... Sé que estás aquí hechicera...
"NO!" –gritó con imponente voz. Juntó sus manos haciendo brillar la insignia en su muñeca... la espada élfica brillaba en tonos violetas...una invisible barrera áurica fue creada entre ella y la oscuridad- "Jamás ganaras esta batalla"
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Silver Card: WOW! Al fin está terminado (el capítulo), cosa que me alegra realmente. Dios! Espero que les haya gustado y todavía escriba tan decente como antes de tomarme mi descanso... Bueno... después de esta larga ausencia se que lo que voy a pedir es un descaro... pero aquí va... ¿me van a enviar sus opiniones no? Porque realmente quisiera ver quién sigue leyendo a esta pobre escritora que abandonó a sus lectores. Gracias y nos leemos pronto! =)