Ahora que vamos más o menos por la mitad de la serie, os recuerdo que os recomiendo ver el opening de Koiimo SWEET DAYS, "Colorful precious life", y el ending de Yuru Yuri Nachuyachumi!+, "Ohirune Universe" al principio y final de cada capítulo. Realmente creo que ayudan a meterse más en la serie.
GUÍA DE CHICAS
CLUB DEL ENTRETENIMIENTO:
-Akaza Akari: Nuestra querida protagonista. Tercer año.
-Yoshikawa Chinatsu: Nuestra linda yandere. Tercer año.
-Segawa Hikari: Cabello marrón ondulado hasta los hombros. Ojos marrón claro. Primer año.
-Aoyama Kokoro: Pelo negro liso hasta un poco más abajo de los hombros. Ojos azules con un tono parecido al del pelo de Himawari. Primer año.
-Nakamura Hitomi: Exmiembro del Club de Música, igual que Hibiki. Se unió al Club del Entretenimiento solo para fastidiar a Nanami. Cabello marrón, un poco más oscuro que Hikari, liso, casi hasta la cintura. Ojos púrpura, similar a Akari. Segundo año.
CONSEJO ESTUDIANTIL:
-Hideki Nanami: Presidenta del consejo. Cabello azul claro, liso, hasta la cintura. Ojos verde claros. Segundo año.
-Umeki Tsubasa: Vicepresidenta del consejo. Una chica que va a la misma clase que Nanami. Cabello de color como una mezcla entre morado y rosa. Ojos marrón claro. Su tono de piel algo más claro que la media, aunque sin llegar a parecer pálida. Segundo año.
-Hiroki Hotaru: Es muy amiga de Himawari, pero aun así, votó a favor de su destitución. Desde entonces, Himawari la odia. Cabello marrón claro, liso, hasta un palmo más abajo de los hombros. Primer año.
-Miyamoto Yukiko: Amiga de Hotaru, que va a su misma clase. Pelo castaño muy oscuro, casi negro, listo, hasta la mitad de su espalda. Ojos morados. Lleva gafas con los cristales rectangulares y bordes negros. Primer año.
-Sorato Hibiki: Llenó la plaza que quedó libre al destituir a Himawari. Tiene un corte de pelo igual que el de Yui, pero el color de este y el de sus ojos es igual que el de Kyouko. Segundo año.
OTRAS:
-Furutani Himawari: Expresidenta del consejo. Fue destituida por Nanami con la aprobación unánime del resto del consejo. Odia a Hotaru desde que esta votó a favor de su destitución. Tercer año.
-Ohmuro Sakurako: Al destituir a Himawari, ella debió convertirse en presidenta, pero rechazó el cargo. Tercer año.
–¡¿Que habéis hecho qué?! – Exclamó Ayano.
–Lo que habéis oído. – Contestó Himawari. – Hemos creado un consejo estudiantil alternativo. Y de momento ya nos han reconocido casi un cuarto de las alumnas.
Las chicas de primer año de preparatoria estaban alucinando. Todas las 8 amigas originales se habían reunido en una cafetería, para hablar y ponerse al día de cómo les iba a cada una, y obviamente salió el tema de que Himawari había sido destituida como presidenta del consejo estudiantil y que junto con Sakurako habían creado el consejo legítimo. Kyouko sonrió.
–Vaya, habéis ido en serio con esto, ¿eh?
Sakurako contestó.
–¡Por supuesto! ¡No vamos a dejar que Hideki-san se salga con la suya!
–¡Muy bien dicho, Saku-chan!
Las dos chicas sonrieron alegres, pero Ayano no estaba muy convencida.
–Pero eso os puede causar problemas.
–Lo sabemos. – Dijo Hima. – Pero estamos dispuestas a asumir ese riesgo.
Ayano no se veía muy convencida.
–Pero pensar que podéis salir perjudicadas por eso… ¿De verdad no podéis solucionarlo hablando?
–Imposible. – Dijo la peliazul. – Hideki-san se ha vuelto completamente irrazonable.
Ayano no sabía qué decir.
–Es raro… El año pasado no parecía una chica irrazonable.
–Pues se ha vuelto una cabezota. – Dijo Sakurako. – De hecho a mí nunca me cayó bien desde un principio.
Ayano bajó un poco la mirada, intentando pensar en algo.
–¿Qué estás pensando, Ayano-chan? – Le preguntó Chitose.
–Estaba pensando… ¿Y si intento hablar con ella? – Eso sorprendió a las demás. – Cuando era presidenta siempre me pareció una chica muy respetuosa. A lo mejor puedo convencerla para que se eche atrás y vuelvas a ser presidenta.
–No creo que puedas, senpai. – Dijo Sakurako. – No es cómo la recuerdas.
Himawari siguió.
–Además, hay otro motivo por el que no creo que puedas convencerla. Y es que está empeñada en cerrar el Club del Entretenimiento sea como sea. No importa que le digas que esa sala está vacía porque el Club del Té se disolvió hace años por falta de miembros. Quiere cerrarlo sea como sea, aunque Akaza-san y las demás no estén haciendo nada malo al ocupar esa sala.
–¡Akari, Chinatsu, no dejéis que lo haga! – Exclamó Kyouko. – ¡Manteneos firmes!
Akari asintió.
–Lo haremos. – Dijo con una sonrisa llena de determinación. – No vamos a permitir que el Club del Entretenimiento desaparezca. Iniciaste un legado cuando lo creaste hace 3 años, y no vamos a permitir que Hideki-san lo destruya.
–¡Muy bien dicho! – Exclamó la rubia.
Yui habló.
–Ayano, ¿de verdad crees que puedes convencer a Hideki-san?
–No lo sé, pero no perdemos nada por intentarlo.
–El tiempo perdemos. – Dijo Sakurako. – No se puede razonar con ella.
–¿Tan así es? – Preguntó Ayano extrañada, pues ella no la recordaba de esa forma.
–Ya lo verás tú misma si vienes, senpai. – Respondió Hima.
Kyouko habló.
–Bueno, ¿entonces qué os parece si venimos nosotras también a conocer a las nuevas miembros del Club del Entretenimiento?
–¿En serio? – Se sorprendieron Akari y Chinatsu.
Kyouko asintió.
–Sí, tengo ganas de conocerlas. ¿Tú no, Yui? – Preguntó mirándola.
–Ah… Bueno, un poco.
–¡Entonces decidido! ¡Mañana vendremos! – Soltó la rubia. – Además, con Akari y Hikari seguro que ahora en el Club del Entretenimiento ahora habrá mucha luz.
Nota: Tanto Akari como Hikari significan "luz".
–¡Mooo, Kyouko-chan, no te burles de mi nombre!
Las demás rieron. Ya tenían ganas de que fuera mañana para conocer a las nuevas miembros del club.
Yuru Yuri: La nueva generación
Yuru Yuri original: De nuevo en acción - Parte 1
–O sea, que el director ha dicho: "A mí no me metáis en vuestras mierdas. Aclaraos entre vosotras". – Dijo Hibiki.
–Con otras palabras pero sí, básicamente se podría resumir así. – Dijo Nanami molesta. – Es increíble. ¿Cómo alguien así puede ser el director? Debería asumir su responsabilidad y hacer valer su cargo. Menuda dejadez de funciones…
–Seguramente no quiera tener en contra a la mitad de la escuela. – Dijo Yukiko. – Sabe que Furutani-senpai es una chica muy popular, e ir en su contra sería ganarse la enemistad de la mayoría de chicas, a parte de dividir al alumnado. No interfiriendo y siendo neutral salva su imagen.
–Ser neutral en situaciones de injusticia significa estar del lado del enemigo.
–No te pases. – Dijo Hibiki seria. – La frase original es "Si eres neutral en situaciones de injusticia es que has elegido el lado del opresor", y la dijo Desmond Tutu en el contexto de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. No intentes aplicarlo aquí.
–No estoy comparando el apartheid con lo que ha hecho Furutani-senpai. Pero la frase es aplicable igual.
Tsubasa, viendo que había tensión entre ellas dos, decidió intervenir.
–Como sea, eso significa que no podemos contar con el director, sino que tenemos que conseguir por nosotras mismas que la mayoría de la escuela nos apoye. ¿Algún plan?
–¿Es que necesitamos un plan? – Dijo Nanami. – Somos el consejo estudiantil, el organismo encargado de dirigir la escuela. Las alumnas tienen la obligación de obedecernos. Tenemos que recordárselo y punto.
–Con eso no vas a ganar muchos apoyos, Nanami… – Dijo Tsubasa con una gota de sudor en la sien. – Lo que dices es cierto, pero muchas chicas ya no piensan así, y hay que convencerlas con argumentos, no con imposiciones.
Nanami miró a Tsubasa por unos segundos, para finalmente decir:
–Sí… Tienes razón. Pero es que no sé qué más argumentos pueden hacer falta. Para mí eso ya sería motivo suficiente.
–Por eso digo que necesitamos un plan.
–Entiendo… Está bien, entonces, ¿alguna propuesta? – Nadie dijo nada. – ¿Nadie tiene nada? ¿De verdad?
–Tú también puedes proponer algo, ¿eh? – Soltó Hibiki.
–Si he pedido ideas es precisamente porque no tengo ninguna.
–Entonces no te quejes si las demás tampoco.
Desde el principio de la reunión, Tsubasa y Yukiko habían notado que entre Nanami y Hibiki había algo de tensión. ¿Acaso había pasado algo entre ellas dos?
Hotaru se levantó.
–Voy un momento al baño. – Dijo antes de salir del aula.
Sin embargo, en realidad Hotaru no había ido al baño. En realidad había ido a la sala del consejo legítimo. Quería hablar con Himawari.
Delante de la puerta del aula, Hotaru se quedó parada un buen rato. Tenía miedo de entrar por cómo le respondería Himawari. Tras un rato de dudar, Hotaru tragó saliva y se armó de valor para llamar a la puerta.
–Adelante. – Dijo Himawari al otro lado.
Solo oír su voz hizo que se pusiera nerviosa. Con ese nerviosismo, la chica abrió lentamente la puerta. Al ver a Hotaru, Himawari mostró una cara de enfado que asustó a la pequeña.
–Tú. ¿Qué haces aquí?
–Hi… Hima…
–Vete.
–¿Eh?
–¡Que te vayas! – Gritó, asustando más a Hotaru. – Te dije que no quería volver a saber nunca más nada de ti. ¿Qué parte de eso no entendiste?
–Pero… Y-Yo quería…
–¡Que te calles! ¡No quiero oír tu voz! ¡No quiero ver tu cara! ¡No quiero tenerte cerca! ¡No te vuelvas a acercar a mí nunca más! ¡Y ahora desaparece de mi vista! ¡Esfúmate!
A Hotaru esas palabras le destrozaron el corazón. La chica huyó de allí mientras empezó a llorar desconsoladamente. Sakurako estaba algo sorprendida.
–Himawari, ¿no crees que te has pasado un poco?
–¿Ahora estás de su parte? – Dijo molesta.
–No, pero creo que no era necesario gritarle así. Ya sabes que Hotaru-chan es muy sensible. Creo que eso debe haberle afecto mucho.
–Pues que se lo hubiera pensado antes de votar a favor de mi destitución. Cierra la puerta, por favor. – Dijo como si fuera lo más normal del mundo.
Sakurako, aunque estaba decepcionada con Hotaru, pensaba que esas palabras de Himawari eran innecesarias. No muy convencida, la chica fue a cerrar la puerta del aula que Hotaru había dejado abierta.
En el consejo estudiantil
–¿Hotaru no tarda mucho? – Preguntó Hibiki.
–A lo mejor se encuentra mal. – Respondió Tsubasa.
Yukiko, algo preocupada, se levantó.
–Voy a ir a buscarla. A lo mejor le ha pasado algo.
La chica se dirigió al baño, a donde Hotaru le había dicho que había ido. Una vez dentro, escuchó unos llantos dentro de uno de los cubículos. La chica, algo sorprendida fue hasta ese cubículo y abrió la puerta, ya que no tenía el seguro puesto, encontrando a Hotaru sentada en posición fetal encima de la taza del váter, con la cabeza entre sus piernas.
–Hotaru-chan…
La mencionada levantó la cabeza, pudiendo ver que su cara estaba hecha un desastre, roja, llena de lágrimas y con mocos líquidos cayendo de su nariz. Hotaru rápidamente se lanzó a Yukiko y la abrazó con fuerza, llorando lo más fuerte que podía. Yukiko estaba impactada. Nunca había visto a alguien llorar así en la vida real. La chica, lo único que pudo hacer fue abrazar a Hotaru.
–Vamos, ya está, Hotaru-chan… Cálmate… Ya ha pasado…
Yukiko no sabía qué era eso que "había pasado", pero había oído varias veces que se tenían que decir cosas de esas, así que eso era lo que hacía, sin saber exactamente si lo estaba haciendo bien.
En el consejo estudiantil
Nanami empezaba a molestarse.
–¿Por qué tardan tanto? ¿Se puede saber qué deben estar haciendo?
Hibiki habló.
–A lo mejor…
Imaginación de Hibiki
Yukiko acorraló a Hotaru en la pared, dentro de uno de los cubículos.
–Je je je, ya te tengo, Hotaru-chan.
–¿De… ¿De verdad vamos a hacerlo aquí?
–¿No es emocionante? Hacerlo en la escuela mientras deberíamos estar en el consejo estudiantil. ¿No hace que tu corazón lata rápido?
Hotaru apartó la mirada.
–Yo… – Yukiko le dio un pequeño mordisco en la oreja. – ¡Kya!
–Ojojó… ¿Qué ha sido ese sonido tan lindo? ¿Tanto te gusta?
Hotaru, ruborizada y con la mirada apartada, asintió. Yukiko aumentó su sonrisa.
–Eres sincera. Buena chica. Como premio voy a recompensarte.
–Yukiko-chan…
Yukiko tomó las mejillas de Hotaru con sus manos y empezó a acercarse lentamente a su cara, mientras esta cerraba sus ojos.
De vuelta a la realidad
–Algo como esto…
Nanami y Tsubasa estaban ruborizadas y sorprendidas por lo que creía Hibiki.
–¡¿Qu-Qué dices, pervertida?! – Exclamó Nanami nerviosa.
–Podría ser. Tienen 13 años, a esa edad las hormonas están revolucionadas.
–¡B-Baka! ¡No digas cosas como esta! – Aunque Nanami intentaba calmarse, aquel pensamiento de Hibiki la inquietó bastante, así que tuvo que comprobar por sí misma que no fuera así. – ¡V-Voy a buscarlas!
Dicho esto, salió de la sala a paso rápido.
La peliazul caminaba a paso rápido hacia el baño, sin poder quitarse de la cabeza lo que se había imaginado Hibiki. Que Hotaru y Yukiko pudieran estar haciendo "eso" la había alterado bastante. El corazón de la chica latía con fuerza mientras pensaba en esa posibilidad. Sin embargo, al llegar a la puerta del baño, eso cambió. Sin necesidad de entrar, oyó a Hotaru llorando.
–Vamos… Ya está, Hotaru-chan. – Dijo Yukiko mientras con una mano la mantenía aferrada a ella para que llorara en su pecho y con la otra le acariciaba suavemente el pelo para tranquilizarla. – Vamos, ¿qué te ha pasado?
Entre sollozos, Hotaru pudo vocalizar.
–Hi-Himawari-chan me odia…
–¿Qué dices?
–He… Ido a hablar con ella… Pero ella no quería ni siquiera verme… Me ha gritado que me fuera y que… – Hotaru no pudo continuar y volvió a llorar, mientras Yukiko volvía a abrazarla y a acariciarla. – Me odia… ¡Himawari-chan me odia!
Yukiko no dijo nada. Solo siguió abrazando y acariciando a la chica. Nanami, por su parte, estaba fuera del baño, apoyada en la pared, con una expresión algo triste.
–Así que era eso…
Nanami pensaba que lo mejor que podía hacer era no intervenir, así que dejó que Yukiko siguiera consolando a Hotaru. Seguro que Yukiko podía hacerlo mucho mejor que ella. Mientras se iba de allí, la expresión de Nanami iba cambiado a molesta. No es que tuviera demasiada relación con Hotaru, pero le molestaba que estuviera así por culpa de Himawari. Hotaru había hecho lo correcto al destituirla. Que Himawari le dijera vete tú a saber qué para que estuviera llorando así la molestaba. De pronto, en el pasillo, se encontró a Ayano, caminando hacia ella, lo cual la sorprendió mucho.
–¡¿Su-Sugiura-senpai?!
–Buenas tardes. – Dijo Ayano.
–¡Bu-Buenas tardes! – Dijo, haciendo una reverencia, algo nerviosa, pues le sorprendió mucho verla. – Qué sorpresa verte. ¿Qué te trae por aquí?
–A decir verdad, tú. – Dijo calmada.
Eso extrañó a Nanami.
–¿Eh? ¿Qué quieres decir?
–Ayer me reuní con Furutani-san, Ohmuro-san y las demás. Nos dijeron que la destituiste.
–Así es. – Respondió Nanami mostrándose segura de lo que hizo. – ¿Te dijo el por qué?
–Sí, porque no quería cerrar el Club del Entretenimiento y tú sí.
–La cosa no fue así. Propuse votar si el Club del Entretenimiento debía ser clausurado, y ella se negó a permitir la votación. Una presidenta debe permitir cualquier votación por mucho que no le guste el resultado. Al no hacerlo, Furutani-senpai estaba actuando indebidamente, falta contemplada en el reglamento del consejo estudiantil para poder proponer su destitución. Eso hice, y todas las demás votaron a favor. Y como Ohmuro-san rechazó ser la presidenta, me correspondió a mí, como vicepresidenta, asumir su puesto. Yo me ceñí a las normas en todo momento, no hice nada ilegal.
–No digo que lo hicieras, ¿pero no crees que la cosa se pudo haber resuelto de otra forma sin tener que llegar a eso?
–Créeme que lo intenté, pero Furutani-senpai no quería permitir la votación, así que destituirla era la única opción que quedaba. Si no quería, solo tenía que permitir la votación. La culpa de que ya no sea presidenta del consejo es exclusivamente suya por actuar indebidamente.
–Pero Hideki-san, Furutani-san ya había decidido no cerrar el Club del Entretenimiento, ¿por qué tú decidiste llevarle la contraria?
–Porque las chicas del club están ocupando ilegalmente la sala del Club del Té.
–Pero el Club del Té se disolvió. Esa sala está vacía. No pasa nada por qué la estén ocupando. – Nanami se sorprendió mucho ante eso. – ¿Q-Qué pasa?
–Tú… Tú lo sabías, ¿verdad?
–¿Eh?
–Sabías que el Club del Entretenimiento estaba ocupando la sala del Club del Té…
–Así es. – Respondió Ayano.
–¿Y se lo permitiste?
–¿No me has oído? El Club del Té se disolvió. No pasa nada por qué estén ocupando su sala.
Nanami no daba crédito.
–Increíble… Tú lo sabías… Sabías lo que estaban haciendo y se lo permitiste.
Ayano se mostró entre confundida y molesta por eso.
–Oye, no lo digas como si hubiera hecho algo malo.
–Lo hiciste, senpai.
–¡¿Qué?! – Exclamó Ayano, empezando a molestarse.
–Les permitiste usar esa sala para no hacer nada más que perder el tiempo en vez de reservarla para el Club del Té. Qué decepción. Yo confiaba en ti…
Ayano empezaba a perder la paciencia.
–Oye, no me hables de esta forma. No hay nada de malo en que usen la sala del Club del Té.
–Claro que lo hay. Esa sala es solo para el Club del Té, y ellas la están utilizando para perder el tiempo.
–¡Pero es que el Club del Té se disolvió! Nadie más la está usando.
–Eso es indiferente. Las normas están para cumplirse.
–¿Sabes? A veces se puede ser flexible con las normas.
Nanami estaba flipando.
–Increíble… No puedo creer que estés diciendo eso…
–No pasa nada por ser flexible con las normas a veces, Hideki-san.
La peliazul no podía creerse lo que estaba oyendo.
–Ya lo entiendo. Dices esto porque son tus amigas. Eso te impide pensar con claridad.
–¡¿Perdona?! – Exclamó la pelimorada. – ¿Estás diciendo que no soy imparcial?
–Eso mismo. Dejas que tus sentimientos interfieran en tus decisiones.
Ayano se sonrojó al oír esto.
–¡¿Q-Qu-Qué dices?! ¡E-Eso no es verdad!
Nanami se extrañó por esa reacción, pero tras unos segundos ató cabos.
–Ya lo entiendo… No es solo amistad. Te gusta una de ellas, ¿verdad? – Ayano no dijo nada. – No hubieras reaccionado así si no fuera de esta forma. – Ayano siguió sin decir nada. – Así que realmente es así. ¿Quién es? Bueno, creo que es una pregunta estúpida, es obvio que es Funami-senpai, ¿verdad?
–¡Te equivocas, no es ella! – Ayano se tapó la boca rápidamente al darse cuenta de lo que acababa de decir, dejando a Nanami sorprendida.
–No puede ser… ¿Toshinou-senpai? ¿En serio? – Superada la sorpresa inicial, Nanami siguió. – Eso explica muchas cosas.
Ayano, avergonzada, bajó su cabeza.
–Ahora que lo sabes… ¿Qué vas a hacer?
Nanami se extrañó un poco ante esa pregunta.
–¿Eh? ¿A qué te refieres? No voy a hacer nada. – Ayano, algo sorprendida, volvió a mirar a Nanami. – ¿Qué? ¿Creías que iba a utilizar esa información para chantajearte o algo? Yo nunca haría algo así. Creía que me conocías. – Dijo algo molesta con Ayano por pensar que ella sería capaz de hacer algo así. – Y ahora, si no tienes que decirme nada más, me voy. Una de mis kouhais está llorando desconsoladamente por culpa de Furutani-senpai.
Dicho esto, Nanami se fue, sorprendiendo a Ayano por eso último que dijo.
Consejo legítimo
Nanami abrió la puerta, visiblemente molesta.
–Tú.
–Podrías llamar antes de entrar, ¿sabes? – Dijo irónicamente Hima.
–¡Cállate! ¡No me vengas con tonterías!
Nanami se acercó claramente enfadada a Himawari, que se había sorprendido de que Nanami le dijera eso. Nanami se acercó hasta quedar justo enfrente de Himawari, una a cada lado de la mesa. La chica apoyó sus manos en la mesa y miró a Himawari con enfado.
–Acabo de encontrarme a Hotaru llorando desconsoladamente en el baño. Sinceramente, si no quieres hacer las paces con ella me da igual. Pero que la hagas llorar de esa forma es intolerable. A saber qué le debes haber dicho para que estuviera así. No voy a tolerar que trates así a los miembros de mi consejo, ¿te queda claro? Como vuelvas a hacer llorar a Hotaru vas a desear que te hubieran expulsado.
Tras unos segundos de mirarse fijamente, Nanami se retiró, con la misma mirada de enfado. Por su parte, Sakurako se sorprendió. No sabía que Nanami podía preocuparse así por sus kouhais.
Nanami entró a la sala del consejo estudiantil, cerrándola detrás de sí.
–Vaya, ya empezábamos a preocuparnos por ti. – Dijo irónicamente Tsubasa.
–Lo siento, es que he tenido que encargarme de algo.
–¿Has encontrado a Hotaru y Yukiko? – Preguntó Hibiki.
Nanami asintió.
–Sí.
Hibiki sonrió pícaramente.
–¿Y estaban haciendo "eso"?
–¡P-Por supuesto que no! – Respondió Nanami algo nerviosa.
–¿Entonces? ¿Qué están haciendo?
–No es de tu incumbencia.
–Oh. ¿Es que tú también te uniste?
–¡¿Quieres llevarte una bofetada?!
–Paso…
–Entonces cierra la boca.
Hibiki fingió cerrar su boca con una cremallera y lanzar la llave, lo que hizo que a Nanami y Tsubasa les saliese una gotita de sudor, pues les parecía algo infantil eso.
En ese momento entraron Hotaru y Yukiko. Hibiki habló.
–Hotaru, Yukiko, por fin. Estábamos preocupadas por vosotras.
–¿Qué ha pasado con la cremallera? – Pensaron Nanami y Tsubasa.
–¿Qué ha pasado? ¿Por qué habéis tardado tanto?
–Hibiki. – La mencionada miró a Nanami, que la miraba con una expresión seria. – CIERRA LA BOCA.
Hibiki se asuntó un poco por la forma en la que Nanami dijo eso.
–Va… Vale…
–Hotaru. – Dijo Nanami mirándola. – Si alguna vez necesitas algo, quiero que sepas que estoy aquí para ayudarte. – Eso las sorprendió a todas. – Y lo mismo va para el resto. Soy la presidenta del consejo, es responsabilidad mía cuidar de vosotras, así que quiero que sepáis que podéis contar conmigo si necesitáis algo. Quería que lo supieseis. – Todas las chicas se sorprendieron, parpadeando un par de veces. – Bueno, seguimos con lo que íbamos. ¿Alguna idea para cerrar el Club del Entretenimiento?
