🅥 - Derek Hale / Liam Dunbar (7)
Liam era el hijo de Scott, el dios de la agricultura; amado por los mortales por haberles enseñado con paciencia y diligencia a sembrar y después a cosechar los frutos que brotaban de las fértiles tierras griegas. Y también era hijo de Stiles, el poderoso dios que se vanagloriaba llamándose a sí mismo padre de todos los dioses y hombres, quien, al momento de repartir el mundo, se quedó con el cielo, le dio a Cora los mares y le dejo a Derek el inframundo.
A Derek no le molestaba ser el rey del mundo de los muertos. Ese puesto quedaba bien con su reservada, melancólica e incluso arisca personalidad, o al menos era algo que Peter se encargaba de repetirle constantemente después de guardarse en la túnica los óbolos para conducir a las almas a su último destino a través del Aqueronte.
Liam y Derek no tenían nada en común, además de su inmortalidad, sus existencias eran fundamentalmente contrarias, dos fuerzas opuestas, pero de alguna forma complementarias. Liam era luz y Derek oscuridad, Liam era amado y Derek odiado, Liam representaba la vida y Derek la muerte.
Tal vez era por ese motivo que el dios del inframundo encontraba tan fascinante a Liam, a quien había observado desde las sombras por años, se contentaba solo con admirarlo de lejos, o así fue hasta que un fatídico día se acercó demasiado y aunque en un principio su intención no había sido raptarlo, cuando abrió por error una grieta en el suelo donde Liam se hallaba recolectando flores, no dudo en subirlo a su carro y llevarlo a su reino subterráneo.
Al principio Liam no entendía lo que había pasado cuando aterrizaron en el inframundo, pero Derek si comprendía la gravedad de sus acciones, solo que ahora que por fin estaba frente a él no tenia intenciones de dejarlo ir, sabía que era egoísta y también entendía que no pasaría mucho tiempo antes que sus padres exigieran su liberación, pero hasta que eso pasara Derek se aferraría a cada segundo a su lado y encontrara la forma de convencerlo de quedarse voluntariamente.
—Derek, dios del inframundo ¿Por qué me has traído aquí? —pregunto Liam con la ceremonia y respeto con los que seguramente lo habían educado cuando entendió en donde estaba.
—Te salve. Estabas por caerte en la brecha que se abrió en el campo de Enna —mintió el dios y por unos instantes, Liam frunció ligeramente el ceño como decidiendo internamente si le creía, finalmente se decidió por sonreírle y de alguna ese simple gesto hizo que el inframundo pareciera un lugar menos lúgubre. El hijo de Scott irradiaba una luz y calor que contrastaba con el ambiente frio y sombrío del lugar, y para Derek resultaba casi imposible apartar los ojos de él.
—Te lo agradezco Derek —dijo mientras su mirada asombrada viajaba por todo el lugar y agrego —¿Te importaría que recorra este lugar antes de irme? El inframundo es hermoso.
Entonces le llego a Derek el momento de asombrarse, el mismo nunca usaría ese adjetivo para describir su reino, aunque es verdad que hay algo de bello en la mortalidad de los hombres y en lo efímero de sus existencias, incluso a él le tomo tiempo entenderlo, así que no espera que los demás lo puedan ver, pero que Liam lo crea, hace que su admiración por él crezca y lo quiera convertir en su rey para permanecer a su lado por la eternidad.
Universos alternos con Derek: Mitología griega.
Los personajes:
🅥 Derek: Hades
🅥 Liam: Perséfone
🅥 Stiles: Zeus
🅥 Scott: Deméter
🅥 Cora: Poseidón
🅥 Peter: Caronte
🅓 - Scott McCall / Jackson Whittemore
—Sr. Whittemore ¿Me estaba buscando? —pregunto el moreno asomando su cabeza en la puerta de la oficina de su jefe con una sonrisa amable.
—Pasa y cierra la puerta —indico el mayor con voz severa, sin siquiera levantar la vista de su computadora, Scott obedeció y su cuerpo se estremeció brevemente anticipando lo que pasaría, pero sin saber porque—. ¿Qué hacías con Theo?
—El señor Hale me pidió que hoy asistiera al señor Raeken...
—Y tu definición de asistir a alguien es comportarte como toda una zorra —dijo Jackson con veneno en su voz mirándolo por fin.
—¡¿Qué?! —reclamo Scott ofendido.
—No me levantes la voz, no volveré a advertírtelo.
—Entonces no me diga así —respondió Scott apretando los dientes.
—¿Cómo quieres que te diga? Si te portas como una zorra te llamaré de esa forma.
Scott sintió como su respiración se aceleraba y de forma inconsciente apretó su inhalador en el bolsillo de su pantalón, odiaba la forma en que Jackson a veces lo trataba. Su mejor amigo le había repetido muchas veces que su jefe estaba abusando de su autoridad y que si le dejaba decirle a su padre estaría en graves problemas, pero la verdad era que Jackson no siempre lo trataba mal y al moreno le gustaba mucho.
—¿Quieres que te recuerde a quien perteneces? —pregunto y la mirada del moreno hizo que Jackson sonriera con satisfacción—. Estoy seguro que me dejarías follarte aquí mismo contra mi escritorio, pareces tan ansioso por regresar a tu lugar con mi semen escurriendo entre tus piernas.
