🅓 - Derek Hale / Jordan Parrish

Derek abrió la puerta para encontrarse con la amplia sonrisa del ayudante del sheriff y aunque no lo esperaba ver, no tardó mucho en devolverle el gesto.

—¿Qué haces aquí? pensé que hoy era tu cita —pregunto haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

Jordan se veía increíblemente bien. Se notaba que se había esmerado en la elección de su atuendo, incluyendo la en apariencia descuidada barba consecuencia de unos días de no afeitarse, Derek tuvo que reprimir el impulso de tocar la aspereza de su rostro con sus dedos, pero no fue capaz de controlar la fugaz sensación de celos, al verlo tan feliz sosteniendo un ramo de flores.

—Necesito un último consejo —pidió cambiando su atrayente aroma al que Derek estaba tan acostumbrado, por uno que denotaba incertidumbre, emoción que no debería sentir con él, especialmente no, después de los últimos meses, en los que habían forjado una improbable, pero sincera amistad, cuando el hombre lobo había regresado para instalarse en Beacon Hills esta vez de forma permanente.

Estaba resignado a mantenerse aislado, hasta que su presencia fuera requerida por la manada, pero con la mayoría de los chicos en la universidad y una relativa tranquilidad para un lugar que aun funcionaba como un faro de seres sobrenaturales, sus oportunidades de ayudar eran limitadas, por lo que agradecía a Jordan por recurrir a él para solucionar sus casos en la comisaria.

Derek intuía que el oficial pudo resolver la mayoría por sí mismo, pero no puso ninguna resistencia en ayudarlo, porque era agradable pasar el tiempo con alguien de su edad, (o al menos alguien que lo aparentaba) y con el tiempo empezaron a reunirse para otras cosas, como hacer ejercicio, ir a comer, o ver alguna película, pero las últimas semanas Jordan le había hablado de una persona que le gustaba y aunque Derek se consideraba literalmente la peor opción para dar consejos de amor, lo escucho con paciencia descubriendo en el proceso que tenía muchas cualidades que le atraían, como su inteligencia, valentía, amabilidad, lealtad, lo fácil que era hablar con él y su fuerte sentido de la responsabilidad y justicia.

—¿Crees que esto es demasiado para una primera cita? —pregunto Jordan señalando con su mano libre el arreglo de flores y a él mismo, trayendo a Derek de vuelta al tiempo presente.

—No. Pero supongo que al final todo depende de la otra persona.

—Y... ¿A ti te gusta? —pregunto Jordan extendiéndole las flores y mirándolo expectante. A Derek le tomo un segundo aceptar el ramo siendo recompensado con una brillante sonrisa que de inmediato correspondió. —Genial. Ahora solo espero que eso signifique que aceptas salir conmigo.


🅥 - Chris Argent / Theo Raeken

Ignorar las suplicas y pasar de largo hubiera sido más fácil. No sería la primera vez y ciertamente tampoco la última, Chris intentaba mantenerse lo más alejado posible de las poco ortodoxas prácticas de su hermana, como si ignorarlas de alguna forma lo eximiera a él de la culpa. No era así.

La voz del chico entonces adquirió un tono particular, ese que solo pueden transmitir aquellos que ya no tienen nada que perder, así que ignorando su buen juicio entro a la sala de interrogatorios, donde vio a un joven y atractivo castaño empapado retorcerse de dolor en la reja electrificada.

Chris apretó la mandíbula al darse cuenta que no había nadie a cargo del interrogatorio, como si solo hubieran decidido encender el interruptor al máximo de su capacidad esperando que el chico eventualmente muriera agonizando, apago el voltaje y miro su expresión, el húmedo cabello se le pegaba a la frente y la ropa al cuerpo.

—¿Cuántos años tienes? —pregunto para no ofenderlo al preguntarle algo absurdo como: ¿Estas bien? Al chico le tomo un momento ser capaz de contestar y si no estuviera sujeto seguramente ya se hubiera desplomado.

—19 —dijo después con cierto esfuerzo sin levantar el rostro.

Era un año menor que Allison, o lo sería si aún estuviera viva. Después de que su esposa e hija murieran en un incendio, Kate asumió el liderazgo de la familia Argent y desde entonces muchas cosas cambiaron. El código y el lema familiar eran algo que apenas se mencionaba actualmente y el abuso y los asesinatos injustificados eran cosas de todos los días. Chris era el único que aún desafiaba a su hermana, pero desde el ingreso de su nueva aprendiz llamada Monroe, había sido relegado de la mayoría de sus funciones impidiéndole hacer alguna diferencia real.

—¿Qué buscas en Beacon Hills? —pregunto con voz firme, suponiendo que se trataba de otro omega que había sido capturado en su camino al territorio de la manada del alfa verdadero, donde buscaría protección, pero el chico cerro los ojos dejando caer la cabeza atrás mientras una sonrisa arrogante se apoderaba de su rostro haciéndolo lucir más atractivo.

—No importa lo que diga, vas a matarme de cualquier forma ¿no?

—¿Qué no tienes miedo de morir? —pregunto con verdadera curiosidad.

—Cualquier cosa es mejor que el infierno que viví.

Chris detecto el dolor en sus palabras a pesar de la frialdad con que las decía y de inmediato relaciono sus rasgos con la terrible historia que había escuchado hace un par de semanas. Frente a él estaba Theodore Raeken, el chico que había sido el sujeto de pruebas de los dread doctors por casi 10 años donde habían experimentado con su cuerpo y su mente de formas inimaginables.

El cazador asumió que había sido liberado, después de todo solo era una víctima, pero al parecer la retorcida y sádica mente de su hermana pensó que conservarlo y continuar con la tortura de forma indefinida era mejor idea. Sintió repulsión por seguir formando parte de esto, tomo las llaves y se acerco para liberarlo, pero el chico retrocedió instintivamente, Chris lo miro con comprensión no quería que el chico siguiera sufriendo, solo quería ayudarlo ponerlo a salvo.

—Puede que ahora no me creas y entenderé si no confías en mi, pero te prometo que voy a ayudarte a salir de aquí —dijo quitándole el cabello del rostro con suavidad y el chico lo miro con una confianza que no se merecía.

—Esta bien, te creo.