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¡Todo esto es de JKR, no mío! Excepto por unos pocos personajes que agregué.
Y también, la idea original del fic le pertenece a NieA-29. Es mi propia verción de su fic "Nueva Indentidad" Tengo permiso y sabre utilizarlo.
Nota de la autora:
Todo lo que este entre "" (ejemplo: - "¡Hola!" - ) esta hablando en Parcel
Sin más que agregar, ¡qué empieze la función! y si quieren que continue con la historia ¡envienme Reviews! pues la peor critica de un autor de Fanfics, es que no haya critica.
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Cap. I
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Los mortífagos habían tenido un nulo movimiento desde la batalla en el departamento de misterios, había notado Albus Dumbledore. Eso, como fuese que se viere, era un mal, pero muy mal presagio. Era por así decir que, después de todo, intentase ellos en el futuro algún otro ataque, sin embargo, era igual improbable pues las bajas fueron muchas y conociendo a un enemigo, tan inteligente como Lord Voldemort, no sería estúpido para intentarlo tan pronto.
Un engaño, era que lo más probable. O también forma plan para obtener el arma. O, mejor decir, obtener a Harry Potter.
¿Cuál sería la forma de que atacaría Voldemort para la próxima vez?
La verdad no lo sabía, pero había muchas formas. Y cada idea era más loca que la última. Y eso no era todo. Al mismo tiempo que pensar en la guerra contra Voldemort, La Orden del Fénix, hasta las cosas, por no decir estúpidas, que ocurrían en el ministerio, tenía que ocuparse de un colegio.
Definitivo, estaba viejo para hacer tantas cosas. Y esas cuatro eran sólo unas cuantas de toda la lista.
Y ahora otra pregunta, ¿de dónde podría conseguir a un maestro para la Defensa Contra las Artes Oscuras, confiable y seguro, para que enseñe?
Cuando intento en primero, Quirrel tenía en su turbante a Voldemort. Luego Gilderoy Lockhart; terminó en San Murgo. Lupin... ¡eso era, Lupin! ¡Un buen posible candidato!: Miembro de la Orden, confiable aunque... había renunciado al decirse que era una amenaza y si no hubiera sido así, los del comité de los Padres de Familia le habían exigido que lo despidiese o él sería sacado del colegio. Alastor "ojoloco" Moody: nunca fue el verdadero Umbridge: maldita embustera, ni la quería mencionar...
Uno muerto, uno en el hospital, otro renunció, un secuestrado, y una estafadora eran su lista de Maestros de Defensa (¡Por algo decían que estaba maldito!).... ¿quién más podría, entonces? pensó en Snape... ¡Pero él era el mejor y más capacitado para pociones en todo el colegio, y se extendía por toda Gran Bretaña! no podía cambiarlo... ¡no, pero por Merlín, guarde a encontrar a otro mejor! Él también era el mejor, en todo el colegio, en Artes Oscuras. ... Y también en pociones... ¿Y si lo cambiada? ¿Podría impartir las dos materias?... No. Las dos son materias por decir básicas y es crucial para la mayoría de todos los años. Y también era Jefe de Casa. Y Pomfrey tenía mucho en la enfermería.... y aun así no era tan buena en pociones como Poppy... ¿o tal vez sí? Aunque Severus le prepara muchas de sus pociones...
¿Algún alumno, para que enseñe? No, imposible, claro que no.
Y total, Severus ya tiene taaaanto que hacer: y sin contar que era espía, sin contar que lo mandaba a misiones suicidas, sin contar que casi lo cachan como traidor... No, era mucho que arriesgar y trabajo extra es todo lo que menos necesita.
Bueno, haría lo que había estado haciendo en los últimos cinco años (con este seis), buscaría a otro profesor. Y si era necesario, utilizaría la legeremancía para saber si era seguidor de Voldemort o no.
Pero, por supuesto, este último ya tenía sus planes y si todo funcionaba a la perfección tendría todo el conocimiento de Albus Dumbledore a la palma de la mano.
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- Señor, lo que pidió ya... ya se lo trajimos.
- ¿En serio? ¿Tienen todo? ¿Los libros, las pociones... la piedra?
- Sí... sí mi señor. Fue difícil, pero ellos están listo para comenzar....
- Tengo entendido que, si se empieza ahora, estará listo para mañana.
- Sí, señor...
- De acuerdo. Iré en media hora.
- Sí, señor, iré a avisarles...
El nervioso mortífago dio una profunda reverencia y salió de la habitación.
Lord Voldemort se miró en el espejo, por última ves gravando su forma antes de salir él también. Con paso decidido caminó por los tétricos corredores haciendo crujir la madera hueca de la mansión . Estaban el lo que se podría decir como en el cuartel de los mortífagos. Bulltrone, el mortífago que acabada de hablarle, estaba seguramente ya esperándole en la cámara secreta donde se haría todo. El plan era algo arriesgado, pero, decidido desde la batalla en el Departamento de Misterios, comenzó a usarlo como alternativa. La batalla y mucho menos la guerra aun no la podría ganar con un Harry Potter en el medio. Tampoco con un Albus Dumbledore. Sabía lo suficiente que el chico tenía mucho que ver; al ser Heredero de Gryffindor, era su principal impedimento para el poder. Pero antes de llegar a Harry Potter, tenía que enfrentarse a Dumbledore. Único mago rival... es decir que, para llegar a Harry Potter se tiene que pasar antes por Albus Dumbledore. Así que la pregunta era: ¿había alguna manera de llegar a Harry Potter pero a la vez pasar desapercibido por Albus Dumbledore? ¿era posible eso? ¡por supuesto que sí!
El próximo.... 'ataque' (pues no era un ataque literalmente) estaba hecho principalmente para hacer eso. Pasar inadvertido para el viejo y llegar directo a Harry Potter. No era la primera vez que se usaba. Era algo que sutilmente había hecho Barty Crouch, en el año del Torneo de los tres Magos.
Voldemort interrumpió la charla de los cinco mortífagos cuando entró a la habitación donde se haría el primer paso del plan.
Todos se inclinaron, y uno de ellos, Bulltrone, quien había sido el jefe de la misión, habló.
- Señor, estamos listos; acá, como ve, están todas las cosas - de eso la misión - Leímos minuciosamente el libro para seguir exitosamente las instrucciones y... y... y que rejuvenezca su aparecía.
- Me alegro. Y debo de suponer que consiguieron la Piedra de la Proyección.
- ¿La cosa esa... ¡digo! la piedra esa que hace que las apariencias duren en el sujeto a vista de otros? - preguntó entrecortadamente otro de los mortífagos sintiendo el corazón en su garganta.
- Qué inteligente - sentenció sarcástico Tom Riddle.
¡Ese era su plan! Una manera perfecta para pasar sobre Dumbledore y llegar a Harry Potter era siendo parte del personal. Pero para eso, tenía que ser él mismo quien lo fuera hacer. Y para eso también tendría que cambiar su aparecía, parecer más joven y hacer una entrevista para ser un maestro.
El libro era el instructivo y las pociones las herramientas. Decenas de estas últimas serían usadas; riesgosas, en las manos equivocadas. Todo ocuparía magia negra, mucha cantidades de magia, demasiadas, pues no sólo cambiarían su cara, si no todo su cuerpo (y cuando digo todo ¡TODO!) brazos, manos, torso, estatura, cabello... lo cambiarían a su aspecto de joven. Y, con la Piedra de la Proyección, evitaría que personas como Dumbledore o alguna que lo haya visto de joven lo reconozcan. Eso hacía la Piedra, engaña a los seres en no reconocer, impidiéndoles que por arte de Magia Negra, al sujeto que la llevase puesta. Era conservadora por si sola, así que mantendría esa forma todo el tiempo que quiera siempre y cuando la llevase puesta.
Pero aun así, si todo lo anterior ya estuviera listo, no había la garantía de nada por que podría Dumbledore si bien no darle el empleo o reconocerlo por algún error. Tendría que usar todo el tiempo en la entrevista la Occlumancia y sería crucial bajar la guardia en algún momento. No sólo eso: él tiene una gran aura mágica que bien podría delatarle, y sólo con los hechizos adecuados parecerían bajos.
Pero, aparte de todo, si todo funcionara los mortífagos no tendrían en el momento ninguna supervisión. Pero ya tenía ordenes claras que Bulltrone les trasmitiría de que un grupo, hábilmente seleccionado y sorteado temporalmente, atacaría una o dos (si es necesario) veces a la semana en alguna parte de Londres ó Inglaterra.
- De acuerdo... - musitó un mortífago, el encargado de todo el procedo de la trasformación. Arrastró el gran escritorio lleno de pociones hacía él y esperando que cada uno de los otros tres mortífagos estén en su lugar. Uno daría las palabras, instrucciones y usaría la magia, otro ayudaría y haría lo mismo que el encargado; suministrar y echar pociones, otro en meterlo a una especie de ataúd (o cámara) para el cambio y asimilación en la blanca piel y así sucesivamente...
Pero eso no impedía que ninguno de los cuatro sintieran un asco enorme con sólo pensar tocar la piel de su Señor.
El quinto, el que sobrada, Bulltrone, 'supervisaría' todo, sentado desde una parte lejana, a un lado de la puerta cerrada.
Impaciente, Voldemort se sentó en la silla inclinada, quedando semi-acostado y semi-desnudo
- ¿Pueden empezar ya? - demandó.
Con varios gemidos (ahogados) empezaron todo al pie de la letra del libro.
