Hola a todos los lectores! Siento mucho la tardanza, espero q no se vuelva a repetir! Weno, os dejos con la historia de una vez, no voy a ser muy pesada, jeje, y tmb con una canción que me encanta, el cover de Marilyn Manson, Tainted Love.

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Disclaimer: ninguno de estos personajes me pertenece, todos son de JKRowling.

Marilyn Manson - Tainted Love (cover)

Sometimes I feel I've got to
Run away I've got to
Get away
From the pain that you drive into the heart of me
The love we share
Seems to go nowhere
I've lost my lights
I toss and turn I can't sleep at night

Once I ran to you (I ran)
Now I'll run from you
This tainted love you've given
I give you all a boy could give you
Take my tears and that's not nearly all
Tainted love
Tainted love

Now I know I've got to
Run away I've got to
Get away
You don't really want any more from me
To make things right
You need someone to hold you tight
You think love is to pray
But I'm sorry I don't pray that way

Once I ran to you (I ran)
Now I'll run from you
This tainted love you've given
I give you all a boy could give you
Take my tears and that's not nearly all
Tainted love
Tainted love

Don't touch me please
I cannot stand the way you tease
I love you though you hurt me so
Now I'm going to pack my things and go
Touch me baby, tainted love
Touch me baby, tainted love
Touch me baby, tainted love

Once I ran to you (I ran)
Now I'll run from you
This tainted love you've given
I give you all a boy could give you
Take my tears and that's not nearly all
Tainted love
Tainted love
Tainted love

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

-Me parece que vas a necesitar mejorar ese imperius, lo veo muy flojo- le decía amablemente Blaise a Hermione mientras volvían a las catacumbas. Mientras, más atrás y algo rezagada, iba Leila que parecía estar muy pensativa.

-¿De dónde has aprendido a conjurar tan bien el cruciatus?- pregunto Draco que se había acercado a ella al verla rezagada. Leila se sorprendió ya que estaba muy ensimismada en sus pensamientos.

-Eso no importa. ¿Cuánto tiempo más necesitaremos estos entrenamientos?

-No lo sé. El tiempo que haga falta. ¿Dónde aprendiste tan bien las maldiciones imperdonables?- Draco parecía muy impaciente porque la morena no contestaba a su pregunta.

-Ya te dije que eso no importa, por lo menos a ti no te importa- le contestó Leila arrogantemente.

-¡Claro que me importa¡Yo soy el que te va a entrenar! Tengo que saber de dónde lo aprendiste tan bien, porque cualquier aprendiz de mortífago como ella- dijo señalando a Hermione- no hacen tan bien esas maldiciones.

-¿Y qué? Puedo tener talento- dijo Leila altivamente.

-No tiene nada que ver el talento en esto- dijo Draco seriamente.

-De todas maneras, a pesar de que seas el que me va a entrenar, no te interesa de donde lo aprendí, así como no te interesa mi vida- le terminó de contestar Leila, cortantemente, y se adelantó con Blaise y Hermione para evitar que el rubio le siguiera haciendo más preguntas.

Mientras tanto, Draco, que ahora era el rezagado, se quedó pensativo mientras veía alejarse a Salma. Esa morena le había recordado en algo, tal vez por cómo se había dirigido a él, a una chica castaña de ojos miel hija de muggles con la que había estado en Hogwarts.

------FLASH-BACK------

Draco se encontraba en su sala común pensando en lo que había pasado hacía tan sólo unos momentos en la biblioteca. Era increíble como se había dejado llevar por sus deseos. Tendría que controlarse, o sino Granger sabría lo que sentía por ella desde hacía poco tiempo.

Al tenerla tan cerca y tan nerviosa por estar en sus brazos, no pudo resistirse a besar su suave y blanco cuello, tan apetecible y hermoso, y no podía dejar de mirar sus labios. Cómo le hubiera gustado besarla, pero aquello era imposible. No podía volver a tener a Granger tan cerca, era peligroso. Quien sabe hasta donde le llevaría el deseo por aquella hija de muggles.

Pero algo no le había quedado claro, algo fallaba. Si ella le odiaba tanto como se suponía que él la odiaba a ella¿por qué no se había resistido a sus besos¿Por qué estaba demasiado tensa, nerviosa y colorada?

Decidió dejar estos pensamientos de lado y subir a dormir a su habitación. No quería que esa castaña se infiltrara más en sus pensamientos.

Como había supuesto, todo seguía como siempre al día siguiente. Ningún cambio por parte de ambos. Tampoco es que el quisiera que la situación cambiara, pero todo esto le traía dolor de cabeza. Ya en el comedor no sabía porqué su vista no se lograba apartar de la mesa de Gryffindor, mas precisamente de una castaña de hermosos y largos bucles que tomaba su desayuno sentada en medio de sus dos amigos. Sin darse cuenta, se había quedado mirándola medio embobado mientras ella sonreía ante las ocurrencias de sus amigos. De repente, sus dos miradas chocaron en una fusión de fuego y una lucha de a ver quien resistía más y se quemaba menos. Podía ver como la mirada de ella era mezcla de desconcierto y odio, mientras que la suya era de picardía y odio también. Era una lucha incesante en la que parecía que ninguno de los dos quería perder, pero para desgracia de ambos, el cara rajada de Potter la llamó porque tenían que irse a la siguiente clase. Ella tuvo que apartar la mirada de muy mala gana, mirando a Potter como con ganas de matarlo. Este la miró con cara de perro mojado y miró con cara de odio a Draco. Según el parecer del Slytherin, el "héroe" del mundo mágico se había dado cuenta de la situación, por eso interrumpió todo. "Pero esto no se quedaría así", pensaba Draco, ya se las iba a pagar Potter, y este juego con Granger no daría por finalizado tan pronto. Ante estos pensamientos sonrió malévolamente. Ya había pensado en un plan que seguro que no le iba a fallar.

------FIN FLASH-BACK------

-Bueno, por fin hemos llegado - dijo Blaise dirigiéndose a los demás amablemente. Draco estaba demasiado pensativo como para dar una de sus contestaciones irónicas.

-Supongo que ahora iremos a comer¿no?- dijo Hermione, que ya le sonaba el estómago terriblemente.

-Sí, pero me parece que antes que nada te voy a tener que curar un poco esas heridas del brazo, no puedo dejar que mi aprendiz esté en estas condiciones- respondió Blaise sonriéndole.

-Más adelante las heridas que le infligirás serán peores, hasta el punto de perder la conciencia, pero está bien que te preocupes por esos mínimos detalles- por fin hizo su aparición Draco, siendo tan "optimista" como siempre.

-Jaja, pero tengo que cuidar bien a mi aprendiz para que aprenda más rápido- dijo Blaise divertido. Ante esto Draco sonrió levemente levantando las cejas.

-No son nada las heridas que tengo- dijo Hermione. Estaba demasiado hambrienta como para pensar en simples moretones o heridas que apenas sangraban ya y que no le dolían tanto acostumbrada a otras peores.

-No importa, mi deber es cuidarte.- dijo Blaise empujando a la chica suavemente por la cintura.

-Bueno, yo me voy a mi habitación- dijo Leila retirándose en dirección opuesta.

-Eh, un momento¿a dónde crees que vas tu sola?- dijo Draco un poco enfadado agarrándola por el brazo, haciendo que ella se diese la vuelta y lo mirara.

-Si no lo habías oído, dije que me iba a retirar a mi habitación -carraspeó y se soltó del brazo de Draco, pero se paró cuando la voz de Blaise la interrumpió.

-Eh, Draco tiene razón, no puedes irte tu sola. Por si no lo sabíais - dijo mirando también a Hermione- nosotros tenemos que estar al lado vuestro las 24hrs del día prácticamente, según órdenes estrictas del Señor Oscuro. No os podemos dejar solas por que él todavía no confía en vosotras. Cuando se termine la etapa de entrenamiento y se haga la ceremonia en la que entrareis en el círculo de los mortífagos, entonces ahí os librareis de nosotros y podréis andar solas por la estancia a vuestro libre albedrío- terminó de decir Blaise seriamente.

Hermione y Leila se miraron con cara de espanto a la vez. ¿Qué significaba eso¿Tendrían que dormir con ellos también? No no¡no podía ser! Hermione daba gracias a dios de que su entrenador no fuera Draco, no sabía que hubiera podido pasar si lo tuviera tan cerca constantemente¡seguro que él la acabaría reconociendo y las descubrirían! Como un acto reflejo Hermione agarró con fuerza el medallón que les había entregado Harry en caso de que ocurriera algo grave. Por suerte nadie se dio cuenta.

-¿Qué significa esto¿Vamos a tener que dormir en la misma habitación?- dijo Leila perdiendo bastante la calma señalando a Draco con cara de indignación.

-Entre otras cosas sí- le respondió Blaise divertido viendo las caras de resignación que ponían Leila y Draco.

-Todo sea por nuestro bien, Salma- intervino Hermione para calmar un poco la situación, viendo que si no lo hacía Leila y Draco acabarían lanzándose maldiciones mutuamente.

-Tienes toda la razón Monnet- dijo Leila recuperando la compostura y soltando lentamente su varita.

-Dame tu varita- le ordenó Draco a Leila.

-¿Estás loco? Claro que no te la voy a dar- respondió Leila a la defensiva mirándolo con cara de odio.

-Dámela, es una orden.

-Yo no acato órdenes ni de ti ni de nadie.

-Muy mal, esa actitud hay que reprimirla ante el Señor Tenebroso- intervino Blaise quitándole rápidamente la varita a Hermione sin que ella se diera cuenta.

-¿Pero que voy a hacer yo sin mi varita?- preguntó Leila muy indignada y enfadada.

-Te la daré cuando la necesites. Acuérdate que el Señor Tenebroso no confía lo suficiente en ti- dijo Draco también enfadado perdiendo la poca paciencia que le quedaba- así que entrégamela de inmediato.

Leila se la dio de mala gana, para después seguirle por los pasillos oscuros resoplando y maldiciendo.

-Bueno, creo que nosotros también nos tenemos que ir- dijo Blaise empezando a caminar en dirección opuesta.

-Espera un momento¡tu me quitaste mi varita!- dijo Hermione mirándolo muy enfadada.

-¿Y qué esperabas? No quería que me montarás un numerito como el que tu amiga le montó a Draco. Es más rápido quitártela sin que te des cuenta así nos evitamos problemas como esos dos. No me quiero llevar mal contigo, me caes bien- dijo Blaise mirándola fijamente.

Hermione apartó la vista un poco avergonzada ante la mirada de Blaise. Y de repente a sus pensamientos volvió a aparecer el chico rubio que minutos antes había desaparecido por otro corredor con Leila. No podía ser, siempre estaba en todos sus pensamientos, siempre se aparecía como un fantasma que rondaba y no la dejaba en paz. Era hora de terminar eso y poder llevar a cabo su venganza, aunque le doliera hacer algo que a él le pudiera afectar.

Mientras caminaban por los largos corredores, Hermione empezó a recordar uno de sus momentos con Draco en Hogwarts.

------FLASH-BACK------

No entendía nada. ¿Qué habían significado esos jueguitos de miradas¿Por qué le había seguido el juego cuando en vez de eso tendría que haberle mostrado completa indiferencia? Sin darse cuenta, sus pies la habían llevado a la biblioteca, el lugar en el que había tenido su primer encuentro "especial" con Draco. ¿Y porqué le venía eso a la cabeza? Ella siempre iba a la biblioteca y no era su culpa que justamente estuviera él en aquel preciso momento, como estaba ocurriendo ahora. ¿Pero que hacía allí a estas horas en las que no hay casi nadie? Él nunca iba a esas horas, eso ella lo sabía muy bien porque se encargaba de ver si venía o no...Se estaba volviendo loca, hasta vigilaba por donde iba o no iba el rubio. Todo esta situación se estaba saliendo de sus manos sin quererlo. Tenía que pensar en Harry, nada más en él. Se supone que es él el que le gusta¿o no?

-¿Acaso te gustó tanto lo de la otra vez que vienes a por más?- una voz inconfundible le susurró en el oído, provocando en ella unos escalofríos que le recorrieron toda la espalda.

-No se a qué te refieres Malfoy- dijo Hermione secamente, intentando controlar su nerviosismo al tener tan cerca al rubio.

-Vamos, no te hagas la tonta conmigo. Sabes muy bien a lo que me refiero, además no hay nadie que nos pueda ver ahora. No te hagas la difícil, que yo se que no lo eres- le susurró Draco sensualmente al oído muy insinuadoramente.

-No juegues conmigo Malfoy- Hermione se dio la vuelta muy enfadada. No le gustó nada lo que le había dicho esa serpiente- yo no soy una cualquiera como las chicas con las que estás tu, así que no me

confundas porque yo no soy así- dijo una Hermione cada vez más enfadada. ¡La había llamado fácil! Eso no podía ser, no se iba a quedar así.

-Ya se que no eres una cualquiera- dijo Draco burlonamente.

-¿Y entonces?- dijo Hermione todavía enfadada esperando una disculpa del chico, que como supuso no llegaría nunca porque este enseguida unió sus labios con los de ella en un beso pasional, una mezcla de los dos fuegos incesantes buscando ganar. Y no les importaba quemarse en ese fuego, porque la pasión era tan grande que nisiquiera la podían controlar ellos mismos. No sabían cuanto tiempo habían estado así, pero no querían soltarse nunca más. Los dos disfrutaban el momento intensamente, sin importarles nada ni nadie. Hermione acariciaba el pelo de la nuca de Draco, mientras él agarraba fuertemente a Hermione de la cintura, acariciando su espalda. Tuvieron que separarse por la falta de respiración, pero aun así en los ojos de ambos se podían ver las llamas del deseo y la pasión que sentían mutuamente. Entonces volvieron a unirse en un profundo beso, tan pasional como el primero. Parecía como si todavía no hubieran descargado todo el fuego que los consumía por dentro, y al estar tan cerca no aguantaron más y se dejaron llevar por los caminos del placer.

De repente oyeron como un libro caía al suelo y se separaron inmediatamente. Después se escucharon unos pasos que corrían en dirección a la salida de la biblioteca. Lo que más temían había sucedido. Alguien los había visto, y seguro que en menos de lo que canta un gallo el colegio entero sabría de su romance en la biblioteca.

-Malfoy, nada de esto a nadie. Como si nada hubiera pasado, y si empiezan a circular los rumores, desmiéntelos.

-Es la primera vez que estamos de acuerdo en algo.

Dicho esto, los dos recogieron sus cosas y salieron de la biblioteca, tomando caminos distintos y un poco asustados y sorprendidos por lo que había ocurrido recientemente en la biblioteca. En ese lugar siempre le pasaba de todo con él, pensaba Hermione.

En el fondo, los dos se habían quedado insatisfechos y querían más, y más. Era como una droga, una vez que lo probaban, necesitaban más y era irremediable controlar ese torrencial de sentimientos en el que se habían visto inmersos.

Pero no podían seguir su romance, estaba prohibido para ellos, para una Griffindor y un Slytherin, para un Malfoy y una Granger. Pero lo prohibido es aun más tentador.

------FIN FLASH-BACK------

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N/A: COMPLETAMENTE INDIGNADA DQ NO PUEDA CONTESTAR LOS REVIEWS, igualmente muchas gracias por ellos! me animan a seguir escribiendo esta historia. Espero que os haya gustado este chap, ya que trata de la pasión y el deseo existente entre Draco y Hermione en Hogwarts, pa q os hagais una idea d komo se sentian, jeje. Esta semana voy a estar llena de examenes asiq tardaré en actualizar, lo sientooo pero sq no me kiero llevar ninguna materia :P

No os olvideis de leer "my heart will go on, and on" de Red Angel Eminemef.

Y os dejo con las preguntas para el próximo capítulo:

¿Hermione seguirá constantemente en los pensamientos de Draco o nada más es un recuerdo del pasado?

¿Qué pasa con Hermione y Blaise?

¿Cómo llevaran la convivencia Draco y Leila?

Y ahora si me voy, espero no tardar tanto para el próximo capítulo.