Capítulo 32: El artículo

***Rin***

No sabía muy bien cómo reaccionar, ella me seguía mirando con una sonrisa "cálida" mientras que esperaba mi contestación a su presentación. Sabía que no podía equivocarme sobre ella, estaba totalmente segura de que Inuyasha la nombro aquella vez y Sesshomaru también lo hizo cuando me explico con quien había ido a cenar.

-Mi nombre es Rin Takumi- hice una pequeña reverencia mientras que mi cabeza entera se hacía cada vez más líos. Lo mejor que podía hacer en ese momento era irme, ya que no quería imaginarme porque estaba ella aquí, ni tampoco qué importancia tiene como para que la dejaran estar como si nada en la oficina del CEO. También estaba tratando de respirar diciéndome una y otra vez que no me hiciera ideas cuando Sesshomaru no me había explicado la situación. Si dejaba a mi mente divagar, terminaría peor de ayer- Si el señor Sesshomaru no está creo que lo mejor es que me retire- mis palabras salían con dificultad y era porque cada segundo que pasaba me sentía más incomoda.

-Pero, si él te dijo que vinieras, ¿no crees que se enojara si no estas aquí?- ahora quería golpearme, ¿Por qué rayos había dicho eso? Sesshomaru si me dijo que volviera, pero había mentido cuando dije que hoy, al final me había metido en un problema por no saber cerrar mi boca.

-Pero viendo que está muy ocupado, no creo que sea prudente molestarlo, llamare más tarde para ver si necesita algo- ella me miraba con mucho cuidado, como miraba Sesshomaru cuando estudiaba a la gente.

-¿Llamaras más tarde? Vaya que los empleados en Japón han cambiado mucho- camino hacia una barra donde había agua, así que tomo un vaso y lo lleno- ahora parece que están los jefes a disposición de ellos y no al revés- estiro un vaso con agua para que lo tomara, así que me apresure a hacerlo mientras que le hacia una pequeña reverencia en agradecimiento- así que te aconsejo que esperes, no creo que a Sesshomaru le guste que no le hagas caso- y ahora definitivamente no podía irme. Estaba totalmente atrapada por ella, ya que desde su punto de vista tenía razón y si yo quería seguir guardando las apariencias sobre nuestra verdadera relación, tenía que hacerle caso.

-Entonces esperare- tome un sorbo sintiendo como el agua de alguna manera quemaba mi garganta, lo más seguro es que los nervios se habían apoderado totalmente de mi cuerpo.

-Buena chica- me dedico otra de sus amables sonrisas y después tomo su celular- ¿No eres muy joven para ser doctora?- me dijo después de unos minutos de silencio

-Por el momento solo soy una practicante- pareciera que estaba procesando mis palabras antes de volver a hablar

-¿Así que Sesshomaru te dejo trabajar para él cuando solo eres una practicante? Que irresponsable de su parte- hablaba de él con demasiada familiaridad y eso en alguna parte de mi mente me causaba molestia.

-Mi trabajo es supervisado por el doctor Totosai- no era del todo mentira, puesto que los informes que había hecho sobre Sesshomaru eran mandados al señor Totosai, siendo él el médico de cabecera de la familia.

-Totosai, hace años que no escuchaba hablar de él, tengo entendido que fue gran amigo del antiguo CEO de esta compañía- esa información no la sabia- entonces aun estudias- yo le conteste asintiendo- ¿Qué edad tienes?

-Cumpliré 24- se quedó pensando de nuevo, de alguna manera me sentía en una clase de interrogatorio y no sabía cómo salir de ahí.

-Te ves un poco más mayor, tal vez sea por tu forma de vestir o quizás tu pareja es más grande que tú y solo tratas de encajar a su lado- sentí un nudo en la garganta ante sus palabras

-¿Cómo?- no tenía idea si lo que estaba haciendo era solo por curiosidad o para sacarme información.

-Lo siento querida- hizo una cara de sorprendida, pero algo me decía que toda esas reacciones eran falsas- pero esas marcas en tu cuello me hicieron pensar otras cosas- rápidamente subí el cuello de mi suéter, sintiendo como el calor de mi cuerpo iba subiendo más por vergüenza que por otra cosa.

-Eso… eso es de mi vida privada- logre decir por encima de toda mi vergüenza e incomodidad. Ella se levantó de su asiento y se acercó a donde estaba yo

-Estoy totalmente de acuerdo- con sus manos tomo el cuello de mi suéter y lo acomodo gentilmente- pero no debes de olvidar que en un trabajo la imagen lo es todo, así que no puedes dejar que estas cosas se vean, no importa lo desesperado que este él de que el mundo se entere que eres suya- no tenía idea de si me estaba ayudando o no. A juzgar por sus palabras creería que sí, pero, su voz me decía lo contrario, como si de algún modo si se estuviera divirtiendo conmigo- lista

-Gracias- Me quite rápidamente de su contacto y antes de que ella dijera algo más se abrió la puerta de la oficina. Al principio me sentía aliviada al saber que ya no estaría a solas con ella, pero luego la sangre se me fue hasta los pies. La primera persona que entro era Irasue, quien me dedico una fugaz mirada con una mezcla de intriga y sorpresa. Detrás de ella Sesshomaru, no se veía sorprendido en absoluto, lo más seguro es que si alcanzara a ver mi mensaje, aun así se le veía incomodo. Y por último venia Jaken con ellos, fue él quien cerró la puerta.

-Kagura querida, ¿Hace mucho que estas aquí? La junta duro más de lo que pensábamos- como siempre la voz de Irasue era dulce y chillón, como una delicada dama.

-No ha sido nada, de hecho disfrute mucho de la vista- ella también sonreía alegremente, como una bella muñeca- y la compañía- dijo al final dedicándome una rápida mirada, la cual no supe como descifrar

-Veo que la señorita Takumi ha sido agradable- Irasue ahora me veía directamente y yo le dediqué una reverencia- ¿Acaso hoy te toca un chequeo?- sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo.

-Lo siento mucho Señora, ha sido mi culpa, me confundí en el horario y no le informe a la señorita del cambio- dijo Jaken, salvándonos de esta situación.

-Jaken se hará cargo de esto madre- dijo Sesshomaru con la misma voz fría que utilizaba en su modo de CEO

-Si joven Sesshomaru, de nuevo les pido una disculpa- Jaken me dedico una mirada y yo me acerque a él, los dos hicimos una reverencia antes de salir. Irasue volvió a hablarle a Kagura y pude notar como Sesshomaru me dedico una rápida mirada antes de que las puertas se cerraran, haciendo que mi corazón diera un brinco rápido, no sabía si era por excitación o felicidad. Tal vez eran ambas. Cuando nos quedamos los dos solos deje salir el aire que sin darme cuenta había estado conteniendo.

-Gracias señor Jaken- le dije al ver que él también la había pasado mal- y lo siento mucho

-El amo Sesshomaru alcanzo a ver su mensaje a tiempo, no sé qué hubiéramos hecho de no haber sido así- me sentía mal, de alguna manera los había metido en problemas a los dos.

-Creo que lo mejor es que me vaya- me sorprendió ver cuando Jaken negó con la cabeza antes de hablar.

-El amo me dijo que su reunión no duraría mucho tiempo, así que la llevare a mi oficina mientras esperamos- me quede unos momentos quieta- me dijo que no la dejara ir, ya que quiere hablar con usted- se separó un poco de mi señalándome con su mano abierta el elevador, indicándome que pasara primero.

-Pero ¿y si ella me ve aquí?- no quería decir su nombre por miedo a que alguien me escuchara, también sentía que si la mencionaba de alguna manera se aparecería en frente mía, como si invocara a algún demonio.

-Jamás va a mi oficina, si necesita algo solo me llamara, así que está segura Rin- confiaba en Jaken, así que le hice caso y me dirigí al elevador con él atrás de mí.

Cuando llegamos a su oficina, que para ser sincera, solo era un poco más pequeña que la de Sesshomaru. Jaken me ofreció algo de comer, a lo cual yo acepte ya que por alguna razón me encontraba con mucho apetito. Lo más seguro era que fuera mi cuerpo el que de alguna manera estaba tratando de que recuperar fuerzas por todos estos días que descuide de él, sin contar la enorme actividad física que había tenido la noche anterior.

El señor Jaken pidió la comida para después ponerse a trabajar, como no quería molestarlo me concentre en estudiar un poco de lo que había visto en las clases en estos días, ahí fue cuando me di cuenta de que realmente no había puesto mucha atención, así que me metí de lleno en mi lectura mientras comía. No tengo idea si pasaron 30 minutos o más de una hora, pero, salí de mi concentración cuando sentí la mano de Jaken en mi hombro.

-¿Rin?- me hablaba dudoso y yo me estremecí

-Lo siento, ¿pasa algo?- me miraba extraño, hasta sus ojos se entrecerraban un poco- ¿Señor Jaken?

-Lo siento, es que le estaba hablando y no contestaba, nunca la había visto tan sumergida en algo- me dio un poco de pena, puesto que no tenía idea de cuantas veces me había hablado antes de que yo pusiera atención.

-Lo siento mucho, pero era algo muy importante de la escuela, hacía tiempo que no me llamaba tanto la atención una lectura- le dije un poco avergonzada

-El amo la está esperando en su oficina- yo asentí y recogí mis cosas rápidamente. Después me dirigí hacia la puerta no sin antes dedicarle una reverencia a Jaken.

-Muchas gracias por la comida- Jaken me sonrió y yo hice lo mismo antes de salir.

Mientras subía por el elevador me fije rápidamente en mi reflejo, aun me encontraba arreglada, aunque el maquillaje de mis labios se había caído debido a la comida. Iba a arreglarlo , pero recordé que no había traído nada conmigo, así que me tenía que conformar con lo demás. Cuando llegue al piso lo primero que hice fue voltear con la secretaria, pero, ya no estaba, me sorprendió un poco no verla, entonces fue cuando voltee a las ventanas y me di cuenta de que ya era de noche. Entonces toque dos veces la puerta de la oficina de Sesshomaru.

-Adelante- de pronto sentí nervios, como si mi estomago estuviera revuelto, ¿acaso así se sentían las mariposas? Me reí por lo bajo de mis pensamientos, para después abrir la puerta. El gran CEO se encontraba sentado detrás de su escritorio terminando de firmar unos papeles. En cuanto se percató que se trataba de mi dejo de hacerlo y me indico que me acercara, yo dude unos instantes, para después ir hacia donde estaba él.

-¿Mucho trabajo?- le dije cuando estaba ya a su lado, él tomo mi mano y ese simple gesto hizo que todo mi cuerpo se estremeciera, instalando un calor ya conocido y agradable en mi corazón.

-Siento mucho no decirte que mi madre estaría aquí- seguía acariciando mi mano y pude notar en su rostro preocupación. Así que antes de contestarle, voltee un poco mi cuerpo para quedar de frente a él, recargada en el escritorio.

-Fui yo la que vino sin decirte, así que en parte es mi culpa- entrelazo su mano con la mía y me dio un delicado beso en ella

-¿Ella…te dijo algo?- me quede un momento pensando a quien se refería- Kagura- me dijo al darse cuenta de que no comprendía del todo su pregunta

-No, igual no conversamos mucho porque llegaron ustedes- quería hacerle mil preguntas, pero al ver el estado en el que estaba, sabía que no era el mejor momento para mostrar mis inseguridades- ella tiene un personalidad parecida a la tuya- vi como mostro una sonrisa de burla

-¿A si?- me miraba con cierta curiosidad

-Y es linda- estaba tratando de no parecer celosa, pero el tono de mis palabras decía lo contrario- una buena figura

-¿Debería de preocuparme?- me dijo mientras me jalaba un poco hacia él acercando su rostro a mi estómago, me miraba desde abajo, mostrándome esos bellos ojos dorados.

-¿Preocuparte? ¿Acaso estas celoso de ella?- deje salir casi una carcajada- lo siento señor CEO pero yo no bateo para ese equipo- note de nuevo como sonrió.

-Si te guste por mi personalidad, tal vez te agrade ella solo por eso, debo de estar atento a todo, el género masculino puede no ser mi única competencia- ahora sus manos iban por detrás de mi cuerpo acariciando mi espalda, aun cuando era por encima de mi ropa no pude evitar estremecerme.

-Tienes razón, tu único encanto es tu personalidad- sus ojos de nuevo se dirigieron a mi ahora con una mirada que me desafiaba a continuar sabiendo que me estaba metiendo en terreno peligroso. Me encantaba poder jugar con él de esta manera, los dos estábamos conscientes a donde nos estaba llevando todo. De pronto sentí como sus manos se abrían paso por debajo de mi blusa y al hacer contacto con mi piel di un pequeño salto hacia atrás, quedando ahora semi sentada en el escritorio. Puse mis manos en sus hombros y antes de que se volviera acercarse a mi lo hice un poco hacia atrás.

-¿Pasa algo?- había cortado todo de la nada, así que se le veía entre frustrado y preocupado por mis acciones.

-Solo quiero saber… yo- él me miraba atento, esperando mis palabras, aunque en el fondo de aquellos ojos dorados aún se podía ver el deseo por continuar lo que estábamos haciendo- ¿Yo no cause problemas cierto?- por unos segundos sus ojos temblaron y a mí me invadió el pánico

-Ella es lista, aun cuando no haya hecho ningún comentario estoy seguro de que no se le paso por alto que te encontrabas aquí- sabia a la perfección lo que le importaba a Sesshomaru las reacciones de su madre, ella era el principal obstáculo entre los dos, aun cuando no me había hecho nada todavía. Si bien era cierto el miedo que tenían los Taisho a ella, estaba segura de que no quería averiguarlo- de no haber sido porque ella estaba demasiado concentrada en… otros asuntos, sé que me hubiera cuestionado o ni si quiera te hubiera dejado salir de la oficina- otro escalofrió paso por mi cuerpo, pero ahora era totalmente diferente al de hace unos minutos, este no traía consigo el placer, sino una especie de instinto de supervivencia que me decía que corriera.

-¿Crees que algún día ella…?

-Rin- Sesshomaru no me dejo terminar mi pregunta ya que se levanto de su silla y en un movimiento rápido me tomo de la cintura para sentarme completamente en el escritorio. Su rostro se acercó hasta quedar a unos milímetros del mío y antes de hablar se acercó hasta mi cuello- lo único que importa en este momento es que ella no estará molestando al menos por dos semanas- su aliento y su voz hacían que una señal placentera fuera desde la oreja hasta mi parte baja- así que ni pienses que me voy a separar de ti ni por un segundo gatita- mordió suavemente el lóbulo de mi oreja y yo deje salir un suave gemido. Sentía su lengua en mi oído y bajando por mi cuello dejando un camino caliente a su paso. Una de sus manos volvió acariciar mi espalda por debajo de mi ropa, para después pasarse al frente hasta llegar a mi sostén.

-Aguarda- le dije alejándome de nuevo de él, escuché un leve quejido, ya lo había hecho dos veces en esta noche, sabía que si lo volvía a interrumpir así iba a terminar frustrado y enojado- ¿No pensaras hacerlo en tu oficina o sí?- lo había tomado de los hombros para que sus ojos me vieran directamente, así que antes de que me contestara supe cuál sería su respuesta.

-Eso es exactamente lo que haremos- antes de que pudiera objetar algo más estampo sus labios con los míos, no era un beso tierno, más bien era apresurado. Su lengua encontró rápidamente la mía y el beso se hizo aún más intenso, mis manos pasaron por detrás de su cuello y hundí mis dedos en su cabello plateado. Se separo de mí y yo aproveche para tomar un poco de aire- así que si vuelves a interrumpirme te aseguro que nunca saldremos de aquí- mis mejillas ardieron un más que antes y Sesshomaru sonrió al darse cuenta, me tenía completamente donde él quería y yo estaba dispuesta a entregarle todo. Sin esperar más de nuevo se dirigió a mi cuello, utilizo su mano para bajar un poco mi suéter para tener un mejor acceso a él, dejando besos, un recorrido húmedo y de pronto sentí sus dientes a lo cual yo me estremecí y sabiendo que tal vez seria mi final me quité por tercera vez. Aun antes de decir algo vi su cara de molestia.

-El día de hoy queda prohibido mi cuello- entrecerró un poco los ojos al no entender bien a que me refería- ¿Qué acaso no te diste cuenta como me dejaste la última vez?- baje el cuello de mi suéter dejando a la vista todos los círculos morados y rojos- estás loco si piensas que te dejare hacerlo de nuevo- no decía nada, solo se había quedado viendo mi cuello, ni si quiera pude notar si en realidad había algún arrepentimiento por lo que me hizo. Dejo salir un pequeño suspiro y se alejó un poco de mi cuerpo. No tenía idea de lo que iba hacer o si pensaba decirme algo, pero antes de que pudiera entender lo que pasaba, había tomado mis pantalones y los deslizaba fácilmente por mis piernas- ¿Pero que hac…?- se había agachado hasta que su rostro quedaba en mi parte baja y con sus manos había levantado mi suéter para pasarlo por encima de mi sostén, pero no quitármelo.

-Muérdelo- su voz era dura, llena de un deseo palpable y yo más por placer que por otra cosa le hice caso, aun cuando no entendía que era lo que estaba por hacer- si me estas excluyendo de algunas partes de tu cuerpo, es justo que me enfoque en otras- sus manos acariciaron lentamente mi abdomen desnudo y yo me estremecí dejando salir un gemido- y por ningún motivo vayas a soltar esto o me enojare en serio- sus manos hicieron énfasis metiendo un poco más el suéter a mi boca, su mirada era aún más tentadora que antes y yo me encontraba totalmente a su merced. Así que lo único que hice fue asentir mientras que el comenzaba a besar y acariciar mi piel desnuda. Comenzó el viaje por mis piernas, dejando pequeños besos y cada vez que me sentía suspirar o gemir mordía delicadamente. Después se fue por mi estómago, hasta que llego a mis senos, primero acariciándolos con sus manos, después comenzó a besarlos y como si lo hiciera para torturarme se llevó lentamente uno de mis pezones a su boca. Comenzó lentamente con uno para después pasarse al otro, estaba atento a cada una de mis reacciones, a cada uno de mis estremecimientos, de mis gemidos o de como mi cuerpo de alguna manera u otra le pedía más. Dejo de torturarme y sentí como sus manos se deshacían de mi calzón- recuerda no quitar eso de tu boca gatita- esperaba escuchar su voz cerca de mi oído, pero al contrario lo escuche un poco lejos de mí, aunque aún lo sentía cerca de mi cuerpo, había cerrado los ojos por todo lo que me estaba haciendo, así que los abrí rápidamente para ver su cabeza entre mis piernas. Antes de poder hacer o decir algo una señal fue enviada por mi clítoris al sentir el contacto de su lengua.

Mordí más fuerte el suéter tratando de tomar fuerzas de algún lado y quitarlo de ahí. Era una mezcla extraña entre vergüenza, timidez y placer lo que estaba sintiendo en ese momento, pero cuando trate quitar su cabeza con mis manos él las tomo rápidamente presionándolas en mi espalda. Mientras que su lengua volvía a lamer ese pequeño botón mi cuerpo entero se estremecía, sabía que ya me encontraba mojada por todo el juego previo, pero estoy segura de que ahora me encontraba peor. Ahora había tomado el pequeño botón en su boca y hacia círculos con su lengua, quería hacer algo, era una mezcla de placer que jamás había sentido antes y de alguna forma me daba miedo sentir algo tan maravilloso, trate de decirle que se detuviera, pero eso significaría soltar el suéter de mi boca para poder hablar, así que no lo hice. Una de sus manos al ser más grande que las mías, tomo mis muñecas para poder liberar su otra mano. Yo ya ni si quiera estaba poniendo fuerza, pero aun así el continuo con esa clase de juego y la verdad no sabría decir si eso era lo que hacía de todo esto aún más excitante. El pensar que en este mismo instante Sesshomaru Taisho me estaba haciendo sexo oral en su oficina, hacia que me volviera mucho más sensible a sus toques.

Su mano libre acaricio suavemente uno de mis senos mientras que su boca seguía haciendo maravillas con mi cuerpo. Estaba tan enfocada en eso que no sentí cuando su mano abandono mi seno para dirigirse a mi parte baja, adentrando un dedo en mi interior y eso era más de lo que podía resistir. Lance un gemido más fuerte cuando su dedo siguió el trayecto dentro de mi cuerpo hasta esa parte que el conocía tan bien, el gruño un poco al sentirme estremecer. Lo peor estaba por venir cuando su dedo comenzó a entrar y salir con cierta cadencia, haciéndome estremecer cada vez que tocaba de nuevo ese punto exacto en mi interior. Sentía la liberación cerca así que sin poderlo evitar aprete un poco mis piernas y cuando el orgasmo estaba atravesando mi cuerpo solté el suéter y dejé salir un gemido en toda la regla. Aun me sentía un poco mareada y extasiada por semejante orgasmo cuando sentí que salía de mi interior. Soltó mi mis manos y se quedó observándome unos segundos, me imagino que a que el placer fuera abandonando mi cuerpo, pero fue entonces cuando lo tome por la cara y estampe mis labios en los suyos, pude sentir como sonreía para después corresponder a mi beso.

-Lo soltaste, ¿sabes lo que eso significa?- yo estaba aún aturdida, no quería dejar de sentir todo lo que mi cuerpo y este hombre me estaban ofreciendo. Todo esto solo había ocasionado que mi mente se nublara, pidiéndome cada vez más.

-Si no continuas en este mismo instante ten por seguro que seré yo la que te terminara castigando- sus ojos se abrieron sorprendidos, estoy segura de nunca en su vida se imaginó que yo fuera a contestarle algo así, pero en este momento no me importaba nada.

-A la gatita lo que ordene- me volvió a tomar por mi cintura y estampo sus labios en los míos. Sentía que a pesar de querer ir lento él también estaba por perder la razón en todo esto. Éramos un intercambio constante entre gemidos y pequeños quejidos, solo se separó de mi unos instantes para ponerse el condón y luego volvió a mí. Yo volví a meter mis manos entre su cabello y estoy segura de que estiré un poco de él cuando sentí su pene entrar en mí. Al haberme venido hace unos momentos mi interior se encontraba mucho más sensible que de costumbre. Tuve que morder su camisa en un intento por controlar mis espasmos- Rin, tranquilízate, estas apretando demasiado- su voz se escuchaba contenida, pero no sabía identificar bien a que se debía. Yo no podía hablar, así que él espero unos segundos en los que mi cuerpo se acostumbraba a él para luego comenzar a moverse.

Las estocadas eran cada vez más intensas, no tengo idea de que ruidos estábamos haciendo y la verdad no me importaba en absoluto. Los dos estábamos disfrutando de todo, aunque no se bien si él se encontraba tan perdido que yo, muy apenas y me daba cuenta del cambio de posiciones, aun consciente estoy segura de que no podría recordarlo a la perfección. Recuerdo vagamente sentir el frio del escritorio en mi estómago, mientras que Sesshomaru besaba y acariciaba mi espalda, pero me perdí de nuevo cuando sus manos viajaron a mi clítoris y lo masajeaba con la misma intensidad de las estocadas.

Cuando volví a estar consciente de la realidad y de mi cuerpo, me encontraba aun gimiendo encima de él, con mis propios fluidos abandonando la parte baja de mi cuerpo. Traía la camisa desabotonada y mis manos la mantenían fuertemente sujeta en sus hombros, mientras que mi cara descansaba en su pecho desnudo. No me había dado cuenta de cómo estábamos hasta que comencé a ser más consciente de todo. Él estaba sentado en su silla y yo a ahorcadas en él. Me imagino que se percató de mi estado, así que con un movimiento ágil y rápido se salió de mi interior para después tomar su saco de no tengo idea donde y pasarlo por encima de mi espalda. Yo me encontraba agotada, casi muerta de sueño, pero me mantenía despierta por la vergüenza de pensar en todo lo que habíamos hecho.

-¿Así que te excitan estas clases de cosas?- soltó después de un rato de estar en silencio, yo rápidamente me enderece para quedar de cara a cara con él. Tal vez de no haber sido por sus manos que se encontraban abrazándome, al haberme movido tan rápido hubiera terminado en el suelo.

-¡Pero si fuiste tú!- sabía que mi cara estaba ardiendo, podía sentirla y ya no era por lo que habíamos hecho- realmente te volviste loco- sus ojos me miraban divertido, claro que estaba disfrutando de verme así.

-¿Yo? Recuerdo no ser yo el que pedía más y más- quise esconderme o pararme rápidamente, pero él no me dejo hacerlo. En cambio se rio fuerte y me beso tiernamente en los labios- adoro ser yo el que descubra lo dominante que te puedes poner por deseo- yo no dije nada más, aunque quisiera no podía hacerlo ya que me encontraba muy avergonzada por esa versión de mí.

-¿Piensas quedarte aquí toda la noche?- él se quedó pensando un poco antes de contestarme.

-No sería mala idea, aún hay muchas partes de la oficina por probar, ¿no crees?- ahora si me separe de él y me levante mientras acomodaba mi sostén y suéter en su lugar.

-Estás loco- él se rio y se acomodó su ropa, a diferencia de mi aún tenía puesto sus pantalones y lo único que mostraba de piel era una parte de su torso. Tomo mi ropa que estaba en el suelo y me la tendió.

-Estaba bromeando gatita, ahora iremos a descansar, lo necesitas- por un momento me quede viendo la ropa, parecía que no solo se refería a lo que acabábamos de hacer. Tal vez aun me veía mal por los días en los que no descansaba, pero sabía que si le pedía que me lo confirmara su rostro me mostraría preocupación, así que mejor evite hacerlo, no quería romper con esta atmosfera- vamos- me dijo cuando había terminado de vestirme, su mano me acaricio gentilmente el rostro y después se posó en mi cintura, claramente parecíamos una pareja.

Los días siguientes no fueron muy diferentes, la mayor parte de mi tiempo en el que no estaba en la universidad me la pasaba con él. Prácticamente en su oficina, cuando estaba ocupado en alguna reunión o en sus papeles yo aprovechaba para estudiar. Ninguno de los dos interrumpía al otro, aun cuando no hablábamos parecía que solo con tener nuestra presencia cerca bastaba. Por la noche nos íbamos a su casa, pero aun cuando hablamos varias veces con Inuyasha, nunca lo dejo acercarse al departamento de Kagome, nos aprendimos rápidamente su discurso cuando nos decía "Yo no pondré la seguridad de Kagome en peligro". Aun cuando él mismo nos había dicho que Irasue ya no estaba vigilando a Sesshomaru, aun así no quería arriesgarse. Así que los días en los que no me quedaba en su casa, siempre me dejaba en algún lugar cerca donde Inuyasha o el anciano Myoga pudieran recogerme.

Era fin de semana, el día anterior había estado con Sesshomaru y él me había dicho que lo más probable es que hoy no nos veríamos, pero aun así le mande un mensaje.

"Acabo de levantarme, ¿estás seguro de que no quieres que vaya hoy?" la respuesta no se hizo esperar

"No es necesario gatita, tengo que atender algunos asuntos y reuniones. No podre ponerte la atención que te mereces. Además te mostraste muy entusiasmada cuando me hablaste de la reunión en la casa de Kagome, así que disfruta el día con tus amigos"

No pude evitar sonreír ante su mensaje, todos estos días él se había comportado de esta manera y solo hacía que mi corazón siguiera estando cada vez más cálido. Estaba por contestarle cuando por estar tan distraída con el celular fui a topar con el pequeño escritorio que tenía en mi habitación, algunas cosas se cayeron haciendo un gran ruido a su paso. Puse el celular en la cama mientras que me sobaba la pierna por el golpe, después comencé a recoger las cosas que se habían caído, dejando para ultimo un calendario que tenía en un esquina, de pronto me di cuenta de que ni si quiera había puesto atención a él desde hace tiempo.

-Rin, se escuchó un ruido muy fuerte, ¿estas bien?- Kagome había entrado a mi habitación pero yo no voltee a verla por estar contando los días en él- ¿Rin?- me volvió a hablar ya que yo no había respondido, se acercó a mí.

-Kagome, estamos a 23 ¿verdad?- Vi la cara de confusión de Kagome pero aun así asintió- no puede ser- volteé la hoja del pequeño calendario mientras buscaba una marca característica en él

-¿Qué pasa Rin?- Kagome dirigía su mirada a mí y al calendario

-25, 26…- deje el calendario en el escritorio- imposible, Kagome, tengo un retraso- Kagome parecía no entender o tal vez estaba tratando de analizarlo todo como siempre

-Los retrasos son normales, a todas nos pasa, son solo unos días y…

-Kagome, hace más de un mes que debió haber llegado mi regla, no son un par de días- ahí fue cuando Kagome cambio el color de su rostro, estaba pálida, así que agarro el calendario rápidamente.

-¿Estas segura que no olvidaste registrarlo? Has estado muy ocupada, tal vez lo olvidaste- negué con la cabeza. Kagome se quedó unos segundos en silencio mientras que yo estaba a nada de entrar en pánico. Ella se dio cuenta así que dejo el calendario en el escritorio para después ayudarme a sentarme en la cama.

***Kagome***

No tenía idea de que hacer, un hijo debería de ser una gran noticia ¿no? O al menos eso era antes, en la actualidad ya no se sabe si la mujer tomara esto de buena manera o no. Pero al ver la cara de pánico de Rin, me daba a entender que no era algo por lo cual deberíamos de alegrarnos. Claro que no lo era, yo sabía a la perfección la clase de relación que tenía con Sesshomaru, al menos por el momento no podían decir que estaban saliendo, aun yo no estaba segura de si realmente terminarían juntos, me gustaba pensarlo, pero Inuyasha no dejaba de recordarme que eso tal vez jamás pasaría. Sin nada seguro ahora Rin se encontraba en esta situación, hasta yo entraría en pánico.

-Muy bien Rin, escúchame, tal vez solo se trate de un retraso y hasta no saber lo contrario necesito que te concentres en eso- Rin me miraba directamente y podía ver el miedo intenso en sus ojos marrón- mañana mismo iremos a la clínica y veremos qué es lo que está pasando, ¿está bien?

-Y si yo… si yo estoy…- tome sus manos que se encontraban heladas

-Rin, sea lo que sea no estás sola, así que tranquilízate- ella volvió a asentir y comenzó a respirar más tranquila.

-Tienes razón, claro que la tienes- se levantó y movió sus manos y piernas, como le hacías cuando terminabas de hacer ejercicio- no siento nada diferente en mi cuerpo, de estarlo estoy segura que ya me hubiera dado cuenta, además, Sesshomaru y yo siempre nos cuidábamos- era obvio que no estaba hablando conmigo, más bien, estaba tratando de tranquilizarse a sí misma- por hoy me olvidare de eso y me divertiré con los demás, que por cierto, ¿ya están aquí?- las dos sabíamos que ninguna iba a dejar de pensar en esto, pero, trataríamos de hacerlo aun así.

-Claro, Sango y Kohaku acaban de llegar e Inuyasha me comento que Miroku y él ya venían en camino- Rin dejo salir el aire y se arregló un poco el cabello para parecer que no había pasado nada, ella era experta en hacerlo, así que no le costó mucho.

-Entonces vamos- hasta su voz sonaba diferente, yo le sonreí y juntas bajamos junto con los demás.

La tarde transcurrió tranquila, Miroku llego solo diciendo que Inuyasha se había quedado en el auto por una llamada del trabajo. Aun así Sango comenzó a hablar del tema por el cual había pedido que nos juntáramos todos el día de hoy.

-Así que Miroku y yo estábamos pensando acampar en la montaña, es momento de divertirnos y olvidar un poco los pesares del trabajo y la escuela- se escuchaba sumamente emocionada mientras que Miroku lo único que hacía era asentir en todo lo que decía Sango.

-Pero las clases aun no terminan hermana- dijo Kohaku, a diferencia de Sango él no sonaba con el mismo entusiasmo.

-Eso lo sé, por eso es la reunión ahora- busco en su bolsa hasta que saco una pequeña libreta- estuve checando y faltan alrededor de tres meses para que todos estemos libres, así que estamos a tiempo para reservar todo, ¿Qué les parece?- los tres nos quedamos viéndonos unos a otros.

-Pues estando libres, no me parece mala idea- dije y la luz invadió de nuevo el rostro de Sango

-Creo que puedo ajustarme y pedir algunos días en el trabajo- dijo Rin y Sango dio un pequeño brinco esperando la contestación de Kohaku

-Si eso quieren hacer- Sango dio unos leves aplausos y comenzó a anotar varias cosas en su libreta. Estaba por comentarle algo cuando se escuchó la puerta y me dirigí hacia ella, llegué justo a tiempo para recibir a Inuyasha mientras entraba.

-Ya me había preocupado- le dije mientras me acercaba a él para darle un ligero beso en los labios, hacía unos días que habíamos tomado esa costumbre y estaba dispuesta a no dejarla nunca. Pero aun cuando respondió mi beso lo sentí demasiado tenso- ¿pasa algo?- volteo a verme a los ojos y de volada me di cuenta de que la respuesta era sí.

-Necesito hablar contigo, a solas- su voz parecía contenida, como si en cualquier momento fuera a explotar de ira. Yo asentí y salí con el del departamento, ya que estando todos en casa iba a ser imposible de tener algo de privacidad. Al salir el volteaba a todos lados, como si de esa manera encontrara la solución al problema- es sobre Sesshomaru

-¿Se encuentra bien?- mi primer pensamiento fue que le había pasado algo, algún atentado o accidente

-No le paso nada, ese estúpido tiene la suerte de estar lejos de mi ahora mismo- muy pocas veces lo había visto así de enojado- no pensaba contártelo, pero creo que es mejor que lo sepas y estes preparada- estaba comenzando a asustarme

-Inuyasha, no entiendo- saco su celular y comenzó a buscar algo en él

-Iba a mantenerme callado, pero no puedo dejar de pensar en Rin- mi corazón dio un vuelco en el momento en el que pronuncio su nombre, como si fuera alguna clase de mal presentimiento

-¿Inuyasha puedes decirme que es lo que pasa?- sin decir ninguna palabra más solo me paso el celular. Casi lo dejo caer en el momento en el que leí el título de un artículo, no podía creer lo que estaba leyendo y ni si quiera me quería imaginar lo que le podría pasar a Rin si lo llegase a leer. Aun así mis ojos no podían moverse del enorme título como si el mundo entero se hubiera detenido en eso…

¡BODA EN CAMINO!

LAS FAMILIAS TAISHO Y KATO SE UNEN EN SAGRADO MATRIMONIO

***Notas de autor***

Quiero pensar que esto ya se veía venir y también a estas alturas ya deben de estar acostumbrados a las altas y bajas con esta parejita… en algún momento mientras mi cabeza se llenaba de ideas sobre el capítulo me quedé pensando y me dije ¿Qué acaso ellos no pueden ser felices?

Pero lo cierto es que les queda un largo camino para eso…

Por el momento lo dejare hasta aquí… me iré actualizar mis demás proyectos, así que volveré después de unas semanas a este fic…

Aun así estaré atenta a sus comentarios y de nuevo muchísimas gracias por el amor que le dan a este fic :3

Saludoos :*