ECOS DEL PASADO

CAPÍTULO 9

AMOR AGRIDULCE

Después de escuchar el que creía sería el último click de la cámara fotográfica, Rei Hino se puso de pie para ir junto a Darien y mirar las fotografías, pero lo que no esperó es que tras caminar hacia él, de la cámara escapara un nuevo disparo capturando aquel momento no planeado.

—¡No!— Exclamó Rei con fingida molestia—¡Borrala!— Ordenó

—¡No lo haré!— Exclamó Darien con una sonrisa burlona

—¿Cómo de qué no?— Cuestionó ella— ¡Dame eso!

Rei intentó quitarle la cámara, pero él, aprovechando su altura levantó en alto la mano con que la sostenía, y ella bufó fastidiada al saber que con su diminuta estatura le era difícil arrebatarsela.

—¡Eso es trampa!— Lo acusó ella al tiempo que comenzaba a hacerle cosquillas para desestabilizarlo; y aunque por un par de segundos él contuvo la risa, pronto se rindió y atrapó inesperadamente entre sus brazos a la senshi del fuego, impidiéndole seguir torturándolo de aquella manera.

—¡Suéltame, barbajan! Primero me tomas una foto no pedida y ahora me impides moverme

—¡Y aún así te mirabas tan bella!

Rei se sonrojó al escuchar aquel halago por parte de su amado, y entonces, se rindió y entrecerró los ojos cuando sintió la calidez de los labios de Darien besando con suavidad los suyos.

—¡Te amo!— Susurró Darien cuando se vieron obligados a interrumpir aquel beso.

Rei entonces aprovechó que él había bajado la guardia, y sin que se lo esperara,le arrebató la cámara y escapó de los brazos que la aprisionaban para echarse a correr por aquel bosque.

—¡Eit, pequeña tramposa, vuelve aquí!— Exclamó Darien corriendo tras ella.

—¡Eres muy lento, Chiba!— Gritó ella burlona; sin embargo, aunque Rei era rápida, Darien no tardó mucho en alcanzarla, y de nuevo la aprisionó en sus brazos

—¡Te alcancé, ahora dame esa cámara!

Rei entreabrió los labios para darle una respuesta, pero entonces un desconocida los interrumpió.

—¿Gustan que les tome una foto juntos?

Rei y Darien se sorprendieron ante la pregunta de aquella mujer que debía estar en sus cincuenta; y entonces Darien respondió con un "sí", mientras que Rei se limitó a asentir.

Cuando entregaron la cámara fotográfica a la mujer, Darien pasó sus brazos por alrededor de la estrecha cintura de Rei, y segundos después escucharon el click de la cámara. Después otro, seguidos de otros tantos más .

—Hacen una linda pareja— Comentó la mujer devolviéndoles la cámara.

Los dos agradecieron el cumplido, y cuando la desconocida se retiró, se sentaron en una de las bancas de aquel parque y comenzaron a ver una a una las fotografías que aquella mujer les había sacado, y que eran las primeras que se tomaban en meses de tener una relación, pues dado que Rei estaba empecinada en que escondieran el romance que tenían, Darien no se había atrevido a pedirle que se tomaran fotos juntos por mucho que lo deseara.

—Te ves tan preciosa cuando no estas posando para la cámara.

—¿Me estás queriendo decir que no sé posar?

—¡No!— Exclamó Darien— De cualquiera manera eres bella, pero te ves radiante cuando la cámara te enfoca sin que estés en una pose estudiada.

—Esta bien. Tú ganas.

Darien pasó un brazo por alrededor de los hombros de ella, y por un momento, ambos se quedaron en silencio disfrutando de aquel momento, hasta que de pronto, un gruñido proveniente del estómago de ella los interrumpió .

—¡Qué vergüenza!— Exclamó ella apenada.

Darien soltó una sonora carcajada.

—Es normal tener hambre, mi amor— Le respondio él — ¿Qué te apetece ir a cenar?

—Preferiría que me sorprendas

Darien se puso de pie, y después le ofrecio su mano para ayudarla a levantarse de la banca.

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Tras abandonar el parque, Darien llevó a Rei a un pequeño restaurante italiano donde preparaban una pizza vegetariana que dejó encantada a la senshi del fuego, y aunque estaban disfrutando de aquella cita en la que podían comportarse como una pareja normal sin tener que esconderse, Rei debía llegar ese mismo día a casa, así que con pesar, emprendieron el regreso desde Kioto hasta Tokio.

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—¡La pasé genial!— Exclamó Rei cuando luego de cinco horas de regreso a Tokio, Darien detuvo el auto ante la luz de un semáforo en rojo.

Darien sonrió y tomó una de las manos de Rei para llevarla a sus labios y besar con delicadeza su dorso.

—A mí me encantó no tener que escondernos del mundo— Susurró él— Me encantaría no tener que negar que te amo

—¡Bobo!

La luz del semáforo de pronto cambió a verde, y Darien puso en marcha el auto.

—Por cierto, bájame en la siguiente avenida.

—¿Para qué?— Cuestionó Darien

—¿Cómo para qué?— Le respondió ella con otra pregunta — Ya estamos a cuatro calles del templo. No podemos llegar juntos.

—Rei, ve la hora que es— Comentó Darien— Casi es media noche. No puedo bajarte en medio de la nada y dejarte ir solas.

—Esta es una zona segura, y ademas traigo mi pluma de transformación . ¿Qué podría pasarme?

—No puedo permitir que mi novia llegue sola a casa

—Lo que no podemos permitir es que alguien nos vea, así que me bajas

—Rei, no seas exagerada. ¿Quién nos va a ver ahorita de noche?

—Darien, si no me bajas juro que soy capaz de bajarme aunque el carro vaya andando.

Darien bufó fastidiado, y sabiendo lo terca que podía ser Rei Hino y que era capaz de cumplir sus amenazas, estacionó el auto justo en un parque que se encontraba en la avenida donde Rei había pedido ser bajada y apagó el motor.

Rei, al ver la molestia en el rostro de Darien se acercó a él, le echó los brazos alrededor del cuello y buscó la tibieza de sus labios que correspondieron a su beso con pasión.

—¿Estás enojado conmigo?— Preguntó Rei con voz melosa

Darien no pudo evitar sonreír, y besó su frente cariñosamente.

—No, Rei—Le Respondió — Es sólo que me canso de tener que escondernos y fingir que no hay nada entre nosotros.

—Debemos esperar un tiempo. Aún es pronto—Le dijo ella— Y ahora, mi amor, buenas noches. Te veo mañana

Rei abrió la puerta del auto y bajó para dirigirse al templo, pero entonces se sorprendió cuando tras de si escuchó unos pasos, y al voltear a su derecha miró a Darien, cuyo rostro iba cubierto con un pasamontañas.

—¿Qué crees que haces, bobo?

—Acompañando a mi novia— Dijo él tomándola de la mano.

Rei, que le tenía prohibido acercarse al templo Hikawa o al Colegio donde estudiaba iba a protestar, pero él le ganó la palabra.

—Con el rostro cubierto nadie puede reconocerme, así que no tienes de que preocuparte.

Rei, sabiéndose derrotada ante ese argumento, no dijo más. Después, él soltó su mano para pasarla alrededor de la estrecha cintura de la sacerdotisa, y juntos caminaron rumbo al templo.

Cuando llegaron a Hikawa, se quedaron un poco más de tiempo de pie en las escalinatas compartiendo besos, abrazos y palabras de amor.

—Cada vez se me hace más difícil fingir que me eres indiferente— Susurró él

—Debes de poder.

—¿Y si al menos le pido permiso a tu padre y a tu abuelo y te presento con mi familia?

—No necesito permiso de mi abuelo y mucho menos de mi padre para estar contigo— Respondió Rei

Darien inhaló y exhaló.

—Cariño, no creo que tu padre se oponga.

Por supuesto, Rei sabía que su padre más que nadie estaría encantado si su hija tenía una relación con uno de los herederos Chiba, pero también tenía claro que de saberlo, su padre querría aprovechar aquel romance juvenil para sus intereses y que los reflectores estuvieran sobre ellos, y Rei, por respeto a la amistad que había tenido con Serena no estaba dispuesta a hacer de conocimiento público su relación.

—Piensa en Serena

—¿Acaso ella pensó en nosotros? — Le preguntó Darien molesto— A ella no le importó que en esta Era primero haya sido novio de la que llama mejor amiga y me engañó haciéndome creer que habías estado con Yuichiro.

—Tú y yo no somos precisamente las personas adecuadas para juzgarla— Defendió Rei a su ex amiga— Yo le mentí diciéndole que no te amaba

—¿Y eso qué? — La interrumpió Darien— Eso no se le hace a una amiga. Cuando estaba en la preparatoria me gustaba una chica que había sido novia de Andrew, y tiempo después cuando ellos cortaron ella comenzó a coquetearme y no se me hubiera ocurrido salir con ella aún cuando Andrew juraba que ya no le importaba.

— Pero no tenían un destino y una misión que…

—¿Otra vez con lo del destino y la misión? — Le interrumpió Darien— Ni tú ni yo pedimos tener poderes, y honestamente Rei, ya han pasado meses desde que corté con Serena.

—Necesitamos que pase tiempo.

—¿Cuánto más, Rei? —Le cuestionó Darien—Llevó meses escuchándote decir lo mismo, y honestamente comienza a fastidiarme no poder hacer contigo lo que hacen las parejas normales. Como pasar por ti al colegio, visitarte, pasear por la ciudad, conocer a tu familia, presentarte a la mía y…

—¡Pues es lo que hay de momento!— Exclamó Rei

—¿Cuánto tiempo, Rei? ¿Un mes? ¿Seis meses? ¿Cinco años? ¿Cuánto tiempo más tenemos que seguir escondiendonos?

Rei se cruzó de brazos y apartó su mirada de él. Desde que habían iniciado su relación, Darien había querido darle formalidad presentándola a su familia y amigos como su novia, pero hasta ahora había accedido a mantenerlo en el anonimato cuando ella pedía un poco más de tiempo.

—Rei. Te estoy hablando—Insistió Darien— No quiero un noviazgo a escondidas toda la vida.

—¡Pues es todo lo que puedo ofrecerte!— Exclamó molesta— Tú decides si lo tomas o lo dejas

—Rei. Estoy hablando en serio. No quiero una relación así

—Pues ya está — Respondió Rei antes de dar media vuelta para entrar en casa.

Darien apretó los puños de frustración al verla recluirse en el interior del templo y dejarlo ahí afuera sin más.

Pese a que tenía suerte con las féminas, no podía jactarse de no haber sufrido a causa de una mujer, pues mucho antes de Serena y Rei, una ex novia de preparatoria le había causado una desilusión amorosa, y pese a que a Serena nunca logró amarla como se supone que debía, le había dolido hacerla sufrir las dos veces que la terminó, sin embargo, ninguna de esas dos relaciones había dolido tanto como el desplante que le acababa de hacer la orgullosa y fría heredera del fuego.

De pronto se preguntó :¿Y si acaso ese era su karma por haberle sido infiel a Serena en dos ocasiones y tratarla con aspereza cada que lo sacaba de sus casillas?

La respuesta que se dio en silencio fue un "quizá"; pues él que muchas veces se burló de Andrew por desvivirse por Reika, ahí estaba, desviviendose por una mujer.

Por la vanidosa Rei había tomado un curso de fotografía y se había comprado una cámara fotográfica profesional para capturar su belleza, por ella era capaz de aceptar un romance a escondidas aunque muriera de ganas por presumirla como su novia, por ella era capaz de comer pez fugu e ir a un restaurante vegetariano a comer lo que él llamaba "comida de conejos", e incluso sólo por ella sería capaz de mantenerse en abstinencia si era preciso.

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Poco había podido dormir Rei después de su cita con Darien, pues aunque solía aparentar frialdad, lo cierto era que ella también anhelaba poder hacer las cosas que solían hacer las parejas de novios normales; sin embargo, aunque lo amaba con locura, se sentía entre la espada y la pared, pues así como le dolía lastimar los sentimientos de Darien, tampoco quería lastimar a Serena por mucho que hubieran terminado su relación de amistad.

Para su desgracia, cuando por la mañana apenas se estaba quedando dormida, recibió una llamada. Era del secretario de su padre.

—¿Qué quiere el Senador Hino tan temprano? — Cuestionó Rei fastidiada.

Hoy por la tarde debe acompañar a su padre a una cena, señorita Hino— Le dijo el hombre del otro lado de la linea— Le haremos llegar el vestido que debe usar.

—Ok— Murmuró Rei fastidiada.

Cuando la llamada terminó. Rei miró el buzón de entrada de su móvil. Era la primera vez en meses que Darien no le enviaba un mensaje de buenos días.

"¿Y si acaso se hartó de mí?" Se preguntó.

La sola idea de pensar que así fuera le asustó, y llegando a la conclusión de que la noche anterior había sido un poco grosera dejándolo afuera tras una ríspida despedida, le marcó a su móvil, y para su suerte, él de inmediato contestó.

Te habló en otro momento. Estoy ocupado.

Antes de colgar, Rei escuchó una risita femenina del otro lado de la línea, y la sola idea de pensar que le estuviera siendo infiel, provocó que sintiera su corazón romperse y que un par de lágrimas escaparan de sus ojos.

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Si Rei creía que vestirse con aquel vestido amarillo era lo peor que podía pasarle, se equivocó cuando vio que el chófer de su padre llegó sólo al templo, y que en vez de conducirla a un restaurante, la llevó directo a Villa Hino, en donde de inmediato reconoció a algunos de sus tíos y primos paternos, a quienes no soportaba, pues siempre estaban cuestionando su fe sintoísta y que fuera una "mala hija" que prefería vivir en el templo en lugar de hacerlo en Villa Hino.

Tras bajar del auto, Takahashi Hino, en su fingido papel de amoroso padre, fue a su encuentro, y además de elogiar su belleza, le ofreció su brazo para conducirla al interior, donde para su sorpresa, Rei vio incluidos a Kagome Nakari, la atractiva joven de ondulado cabello negro y ojos color avellana que hasta hace poco había sido la secretaria de su padre, además de un hombre y una mujer a los que les calculó debían rondar los cincuenta años, y los cuales, tan pronto como se los presentaron, supo eran padres de la ex secretaria.

Tras estar la familia completa, todos pasaron al comedor estilo occidental y tomaron los lugares que le habían asignado, y cuando Rei miró que Kagome se sentó a la derecha de su padre, le quedó claro todo.

—Familia, está noche los he invitado para anunciarles mi compromiso con la señorita Kagome Nakari— Anunció el senador Hino.

Pese a que todos fingieron entusiasmo, Rei gracias a su sexto sentido percibió que sus familiares ya estaban haciendo juicios sobre lo interesada que pudiera ser Kagome Nakari, sin embargo, Rei para sus adentros no podía sentir más que lástima por aquella joven mujer que posiblemente no sabía el calvario que sería convertirse en la esposa del senador Takahashi Hino.

—Y tú, hija. ¿No tienes nada que decir? — Se dirigió Takahashi Hino a Rei después de que todos lo felicitaron.

—Pues, felicidades — Respondió Rei— Les deseo mucha felicidad.

Un silencio incómodo se formó en la mesa por un momento, hasta que entonces, Mika, la tía paterna que más detestaba Rei se entrometió.

—Pero al menos sonríe un poco, Rei. No puedes ser egoísta y pretender que tu padre siga guardandole luto a tu madre después de casi doce años de que falleció.

Rei apretó los puños hasta herirse en un intento por controlar su furia. Si bien fuera del núcleo familiar se pensaba que Takahashi Hino había sido un esposo devoto y que era un padre ejemplar que había decidido no volver a casarse por volcar su atención en su hija, Rei sabía que cada uno de los Hino sabían que Takahashi le había sido infiel a Risa, y que en el lecho de muerte poco había estado con ella, sin embargo, debía guardar la compostura.

—Si mi padre no se ha casado en tantos años es porque no había querido, yo no soy un impedimento, Mika— Respondió Rei hoscamente.

La tía Mika la miró furiosa, pero Rei, que ya no era una niña y no le tenía miedo, le sostuvo la mirada de manera desafiante.

—Hija, por favor, compórtate— Pidió Takahashi de manera amable.

—Dile a tu hermana que se comporte, Takahashi— Respondió Rei, que ante la furia que sentía se olvidó de llamarlo "papá".

—Rei. ¿Qué sucede contigo, hija?

Un carraspeó se escuchó, y entonces, antes de que Rei pudiera decir palabra alguna, la madre de Kagome Nakari habló.

—No sabía que en esta familia se acostumbraba que los hijos y los sobrinos se dirijan a los padres y tíos por su nombre de pila.

—No se acostumbra, señora Nakari— Respondió Mika— Es sólo que mi sobrina es algo rebelde. No recibió la mejor educación por parte de mi difunta cuñada Risa, y ese abuelo que…

Rei, que podía tolerar cualquier cosa, menos que hablaran mal de su difunta madre o de su abuelo, en un arrebato de furia tomó la copa de vino tinto que estaba a la derecha de su padre y aventó el líquido en la cara de su tía Mika, obligándola a callar.

—¡Qué sea la última vez que te llenas la boca insultando el nombre de mi madre y de mi abuelo, estúpida!— Exclamó — Aquí el único mal padre…

—¡Rei, te exijo que subas a tu recamara ahora mismo! — Le ordenó furioso Takahashi Hino

—¡Tú no eres nadie para darme órdenes cuando eres incapaz de defenderme y defender a mi difunta madre de la vieja bruja de tu hermana! —Le respondió Rei— Aquí el único mal padre que conozco eres tú y…

Las palabras de Rei de pronto se vieron interrumpidas cuando Takahashi Hino, en un arranque de furia se olvidó de guardar la compostura y la calló metiéndole una sonora bofetada.

¡Hola! ¿Qué tal?

Pues bien, me tardé poco más de un mes en actualizar este fanfic por muchas cosas: Una de ellas fue que en octubre me dediqué al flufftober, y pasada la mitad de dicho mes, tuve un problema personal que me robó la inspiración, pero por suerte mi problema ya se resolvió y la musa anda volviendo.

Les comento también, que la escena con Takahashi no es relleno que saqué de mis ovarios, sino que es importante para la trama mostrar cómo es la relación de Rei con su padre, y ya verán más adelante porque.

En fin, agradezco mucho sus reviews a Hospitaller Knight, Vientoaguamarina, Marijo San Lucar, Clarissa de Shields, Rei Videl; y a Irais Celis por agregar el fanfic a su lista de favoritos.

¡Saludos!

Edythe