Capítulo V

- Ya te he dicho antes que no pienso dejar que me manipules a tus anchas, a partir de ahora aquí mando yo.

Draco se quedó impresionado, nunca antes había besado tan firmemente a una chica y ella le había rechazado, nunca, hasta que conoció a Ginny Weasley.

Vete – dijo Ginny enfadada.

¿Por qué debería irme? Es mi cuarto – respondió Draco saliendo de su asombro.

Hicimos un trato, tu no te acercabas a mí y yo no me acercaba a ti.

Pues está bastante claro de que no cumplimos con ese trato.

Entonces, a partir de ahora sí lo cumpliremos- y acabó diciendo- Vete, tengo que cambiarme.

Así que Draco se fue, sin decir una palabra más, tenía en los ojos dos lágrimas que no derramó. Se sentó en la cama pensando que Ginny habría hablado con ese Potter y que realmente se había enamorado de él.

De pronto derramó esas lágrimas que había guardado antes, Soy tan imbécil, nunca la voy a tener, nunca… . Se cambió y se acostó. Vio como la puerta del baño se abría, y como sin decir una palabra salía de allí la chica más bonita que había visto en su vida, la chica a la que de verdad amaba.

Ginny se despertó y miró a su lado, se veía tan tierno así dormido, respiraba lentamente. Ella concentró su mirada en los labios de él, y pensar que los había besado 4 veces… y nunca como realmente hubiera querido. Se quedó mirándole la cara a su compañero de habitación, ¿y si le contaba lo que había pasado con Harry? Mejor no, estaba segura que a él le daría igual. Así que simplemente se quedó observándole, para que nunca se arrepintiera de no haberlo contemplado lo suficiente, lo que ella necesitaba.

De pronto Draco se despertó, Ginny se asustó al ver que esos ojos grises de pronto se habían abierto, intentó disimular como si estuviera mirando la puerta, pero Malfoy se dio cuenta. Por un momento Ginny le volvió a mirar, se quedaron los dos, juntos en una cama, mirándose sin decir una palabra. Ginny de dio cuenta de que ese era un buen momento para decirle lo que sentía, para decirle que lo amaba, para contarle toda la verdad. Pero le dio tanto miedo el rechazo de él que simplemente le dijo Buenos días , se levantó y se fue al baño a ducharse.

Mientras iba lo miró un momento y le pregunto:

Malfoy, yo quería saber…

Dime – dijo Draco esperanzado.

¿Hoy tenemos ensayo?- no podía decírselo, era una cobarde.

Sí, sí tenemos…- soltó Draco en tono triste.

¿A que hora?- Ginny quería hablar con él, aunque fuera de un tema tan sumamente estúpido quería ver como él le respondía, como él estaba al caso de las palabras de ella, como sonaba su dulce voz.

A las 7, no llegues tarde como siempre.

De acuerdo… Allí estaré.

Y Ginny siguió andando y cerró la puerta. Ya estaba completamente segura, se había enamorado de Draco, ya le daba igual todo el mundo, lo que pensaran, le daba exactamente igual, ella lo amaba, pero le daba miedo ser rechazada por la persona de la que estaba enamorada.

Draco vio como se cerraba la puerta. Recordó cuando abrió los ojos y vio como ella lo miraba, era como un sueño despertarse y lo primero que viera fuera la cara de su amada.

Se levantó de la cama y se cambió de ropa, hoy no tenía ganas de ducharse, solo de irse lejos de esa habitación, por que si no la podía tener, como mínimo no quería verla y sufrir.

Se fue a dar una vuelta por Hogwarts, pero la pequeña de los Weasley no desaparecía de su cabeza. Se encontró con Petter, su mejor amigo de Slitherin. Estaba tan decaído, que por primera vez en su vida lo que pensaran los demás de él no le importaba, así que le dijo que tenía que hablar con él y se lo contó todo. Lo primero que hizo Petter fue soltar una pequeña sonrisa.

¿De que te ríes imbécil?- le dijo Draco enfadado.

Nada, nada. Me hace gracia ver como después de tratar a innumerables chicas que estaban enamoradas de ti, como un objeto, ahora te quejes de que te está pasando a ti.

No tienes derecho a restregarme todo lo que he hecho, aunque por más que lo digas no me voy a arrepentir de nada, no voy a cambiar solo por que la chica que me gusta pase de mí.

Vete tú a saber, a lo mejor es un castigo por todo lo que les has hecho a todas las demás, es muy raro que ella no se enamore de ti.

¿Un castigo?

Sí un castigo.

Pues, sinceramente, creo que no me lo merezco.

En eso no estoy del todo de acuerdo, pero bueno, espero que ye vaya bien con la pobretona esa.

No la llames así. Bueno, gracias por escucharme, necesitaba hablar con alguien.

Vale, vale, no la llamo así. De nada, para eso estamos los amigos.

No se te ocurra contarle nada de esto a nadie ¿entendido?.

Entendido, no abriré la boca.

Draco le volvió a dar las gracias y se fue a comer. Que sábado tan soleado y alegre, y él con una pena que no le cabía en el pecho.

Ginny salió de la habitación para ir a comer. Al salir del cuarto había encontrado la habitación tan vacía sin él… Estaba tan distraída que de pronto chocó con alguien, al subir la vista notó un aroma que le resultaba conocido, y al divisarle la cara se decepcionó, no era el chico de cabellos de oro.

Ginny…

Harry déjame en paz.

Ginny quiero hablar contigo.

Cállate, no quiero oír una palabra.

Te puedo explicar lo que viste el otro día.

No creo que puedas explicar nada.

Solo fue un momento de descuido, tú sabes que te quiero mucho, no siento nada por Hermione, fue un momento de pasión, ¡un momento que me gustaría borrar!

Pues tú lo podrás borrar, pero yo lo recuerdo y lo recordaré perfectamente.

Si me quisieras de verdad me perdonarías

Ginny se sintió un poco ofendida, encima la culpa iba a ser suya.

El problema es que yo ya no te quiero.

Harry se quedó consternado, era la primera vez que le decían eso. Ginny pasó por su lado para irse, pero Harry la cogió por el brazo y le pregunto:

Y ¿por que?

Por que me he dado cuenta de que siempre he estado enamorada de otro que no eras tú. De hecho, me hiciste un favor, yo ya no sabía como decirte que ya no te quería.

A Harry se le notaba muy hundido.

- Por cierto, tengo que devolverte algo.

Y le dejó en el bolsillo el anillo con las iniciales H&G yéndose hacia el Gran Comedor.

Ginny se sentía muy orgullosa de lo que acababa de hacer, realmente muy orgullosa.

Llegó al comedor y buscó a la persona que de verdad amaba con todas sus fuerzas.

Allí estaba, a 3 mesas de distancia hablando y riendo con sus compañeros de Slitherin.

Como siempre presumiendo, como siempre fardando de todo. Pero a Ginny le daba completamente igual, ella lo quería simplemente tal y como era.

Draco sonrió. Se sentía muy orgulloso de su facilidad para fingir que no pasaba nada. Que todo estaba bien, que siempre sería el más fuerte de todos.

Levantó su cuello en alto como siempre, pero al mirar adelante la vio, perfecta tan linda como siempre. Ella lo estaba mirando, y no con odio ni resentimiento, le brillaba la mirada y tenía una leve sonrisa en los labios.

Draco se quedó pasmado mirándola a los ojos, dos miradas entrelazadas. Se veía precioso.

Ginny miraba a Draco con ansiedad. Él la respondía. Para ellos dos, esa sala llena de gente hasta rebosar estaba vacía, solo se veían el uno al otro.

De pronto algo sonó en la sala. Ginny dejó de mirar a Draco para mirar a Dumbledore.

¡Queridos alumnos! Me da mucha satisfacción anunciar que dentro de poco se estrenará la tan esperada obra de teatro. Llegarán de todas las escuelas de magos a ver la obra, por favor, me gustaría que los respectivos protagonistas subieran aquí arriba.

Todo el mundo aplaudió loco de la alegría, todos gritaban y silbaban. Mientras, Ginny se levantó y vio como Draco hacía lo mismo. Subieron y se pusieron cada uno a un lado de Dumbledore, se miraron sin intentar ocultar lo que sentían el uno por el otro. Ginny apartó la mirada enseguida para mirar a su mesa donde sus compañeros de casa no paraban de repetir el nombre de Ginny, miró a Harry un instante, él estaba hablando con Hermione, parecía que Harry ya no se acordara de nada.

Sinceramente ahora se alegraba por Hermione, ella siempre había estado enamorada de él, y seguro que ella le daba todo el amor que ella misma no había podido darle por estar demasiado obsesionada con el chico que ahora se encontraba a su lado.

¡Silencio!- gritó Dumbledore. Enseguida todo el mundo se calló- Vamos a oír a los propios protagonistas de la obra hablándonos de que se trata. Por favor Draco empieza tú.

Los Slitherins empezaron a vitorear a Draco pasando de las miradas que les lanzaba Dumbledore. Éste se quitó de en medio dejando a Ginny al lado de Malfoy.

Ginny contempló como Draco empezaba a hablar, fascinada.

Buenas tardes- los Slitherins se callaron al momento al oír la primera sílaba que pronunció Draco- Estoy muy contento de estar protagonizando esta obra. Creo que el guión es muy bueno y que no podrían haber elegido a mejor protagonista - lanzó un guiño a la mesa verde que estalló en aplausos – Ya está casi terminada, hoy es el último ensayo antes de hacer el ensayo general donde estará ya todo montado para el gran día. Espero que todo el mundo haga bien su trabajo y ¡esta sea de las mejores obras representadas en el mundo de la mágia!

Todas las mesas aplaudieron y vitorearon, incluso la de Griffindor que esperaba con impaciencia a que hablara Ginny.

Ella estaba mirando a Draco, sin darse casi cuenta de que había acabado de hablar. Él la miró y ella se puso colorada. Era la hora de hablar, no se le daban muy bien estas cosas, pero no tenía más remedio.

Ehm… Hola a todos- la mesa roja aplaudió y chilló- yo solo quería decir que el mérito no es solo de los actores, hay mucha gente detrás preparando la decoración, los hechizos, el guión, el vestuario… Creo que a ellos deberían hacerlos subir y no a mi. Dicho esto, estoy muy contenta de haber sido la elegida para esto y espero no defraudar a nadie. ¡Gracias por todo Hogwarts!

Todo el mundo volvió a aplaudir y la gente se fue retirando del gran comedor. Draco y Ginny se fueron a su habitación.

Draco andaba al lado de Ginny hacia su habitación a toda prisa, sentía que tenía que hablar con ella.

Al llegar allí, se sentó en la cama y le dijo a Ginny:

Creo que tú y yo tenemos que hablar.

Estoy de acuerdo- dijo Ginny poco segura.

Estás jugando conmigo, ¿Por qué?.

¿Yo jugando contigo?- Ginny no entendía nada.

Me haces creer que me quieres, luego me rechazas, ayer me dices que me vas a parar los pies, hoy me miras como si me quisieras comer. ¿Tú de que vas?.

No puedo creer lo que oigo, ¡Tu eres el que juegas conmigo! Me besas, me insultas, me vuelves a besar y luego te apartas de mí.

¡Eso no es cierto!

Eres imbécil de verdad.

Cállate, no tienes derecho a hablarme así.

Ni tú a mi tampoco, realmente me haces sentir muy mal.

No se por que te preocupa tanto nuestra situación, tu ya tienes al cara-rajada.

Pues para tu información, lo nuestro se acabó hace poco, aunque lo se ni para que te lo digo, te odio, y a ti no debería importarte.

Tienes razón- dijo Draco levantándose- Ahora, ya no me importa.

Y se fue cerrando la puerta.

Como he tardado en volver no? Lo siento! Es que no tenía ganas de escribir… Espero que alguien lo lea y si eso, pues dejen Reviews :P.