Sakura había odio muchas historias de amor en su corta vida pero nunca había odio una real, tal vez por eso estaba tan emocionada cuando su primo acabo de contarle su historia de amor imposible con la reina. No importaba si su primo no se la había contado antes o si todos lo sabían menos ella, lo que en esos momentos le preocupaba de sobre manera era lo que ocurriría si el rey descubriría que aquel hijo no era suyo.
- Pero si realmente es tuyo¿qué pasara si no se parece al rey?- se angustio Sakura – ¿No llamara mucho la atención que en vez de al rey se parezca más al capitán de la guardia de la reina?.
- No te preocupes por eso- murmuró Toya revolviendo el pelo de su prima, por algún motivo se sentía mil veces más tranquilo después de haberle contado toda la historia su inocente prima ahora solo esperaba que Yukito, que había vuelto a palacio volviera par a confiarle que la reina estaba en perfectas condiciones y que el niño había nacido sin problemas- Si realmente se parece tanto a mi Kaho hará que nadie lo note nunca.
- ¿Y como se hace eso?- se intereso la joven pintora con curiosidad, en aquellos momentos parecía más una niña inocente que una adolescente.
- Sabes magia Sakurita- gruño Kero sentado a su lado en la mesa- Seguro que recuerdas que hay innumerables hechizos para cambiar el aspecto de una persona.
- Pero, la reina es humana ¿no¿Cómo puede hacer un hechizo? – se extraño la semi-elfo confundida.
- Tal vez ese elfo chalado que es tan amigo suyo, lo haga por ella – murmuró Toya indiferente ocultando la cabeza tras los brazos, esa situación estaba punto de acabar con él .
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- Una niña – murmuró Tomoyo con alegría pasándole el recién nacido a la exhausta madre .
- Una niña – murmuró Kaho con sorpresa acogiendo a su pequeña en sus brazos – Creí que iba a ser un niño – rió, pero realmente le daba igual si aquella pequeña fuera una niña o un niño, tampoco le importaba si ella heredaría el trono o no, solo le importaba la idea de que era suya, era su hija, su pequeña y sintió unas inmensas ganas de llorar cuando la pequeña agarro en su manita su dedo y entre abrió un par de ojos verdes con curiosidad para mirar por primera vez a su madre , la cual ya no pudo evitar las ganas de llorar.
- No será necesario cambiar nada de su aspecto- le sonrió Tomoyo divertida sentándose a su lado en su cama – Es igual a ti. ¿Cómo se llamara?
Kaho sonrió emociona limpiándose algunas lagrimas de los ojos, llevaba todo el día de parto y estaba realmente exhausta.
- Masaki – murmuró – Se llamara Masaki.
La noticia del nacimiento de aquella niña llego con rapidez al rey el cual no pareció tan emocionado como su esposa.
- ¡Una niña!- le grito furioso a la pobre Erika que había sido quien había corrido a informar al rey de que su hija ya había nacido- ¡Una niña¿Y para que quiero yo una niña? Tendría que haber nacido varón. ¡Un hombre al que poder heredar mi reino¡No necesitaba una niña¡Quería un niño¡Un hijo!
- Mi... mi señor – murmuró la joven apabullada – Lo ...lo siento mucho . Ya... ya vera como la próxima vez tienen un niño. La reina es joven, podrá darle más hijos .
- ¿La próxima vez¿Cuál próxima vez?- le grito, estaba tan furioso que no se daba cuenta lo que gritaba - ¡Han pasado muchos años hasta que mi esposa se ha quedado en cinta¿Cuántos años más tendré que esperar para que me de un hijo varón?
Erika intento pensar algo que decir, pero el miedo no le dejo hablar, aquel hombre la aterraba, era horrible sentirse el objeto de sus gritos y comprendió apabullada el triste destino que le esperaba a la hija de la reina, condenada solo por haber nacido mujer. Pero si realmente Kaho no daba ningún hijo varón al rey sería esa pequeña la que heredaría el reino y esa idea le hizo agachar la cabeza aún más angustiada, es posible que solo tuviera trece años pero comprendía que una niña maltratada por su padre desde el momento que nace no podía llegar a ser nunca una reina fuerte, seguramente durante toda su vida esa pequeña estaría sometida por los hombres, primero por su padre y después por el esposo que su padre le elegiría.
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Margaret no se había sentido tan triunfal desde que sus artimañas la habían llevado a convertirse en la primera amante del rey, pero no se sintió feliz, la felicidad era algo que había olvidado hacía mucho tiempo. Pero si sabía lo que era el triunfo.
Y acababa de triunfar, Kaho había tenido una niña contra todo pronostico, lo que le aseguraba que seria su hijo quien estuviera un paso más cerca del trono.
Había sentido horror cuando descubrió que la reina estaba embarazada, pero cuando comprendió que el hijo no podía ser del rey sintió el triunfo recorrerla por completo. Y esa niña desde luego no podía ser hija de Alen por que ella misma se había ocupado de que tras el nacimiento de su hijo su amante no pudiera tener hijos.
Su hijo Bran, había nacido hacía dos años y desde luego era hijo bastardo de Alen pero desde entonces temerosa de que la reina pudiera dar a luz un hijo del rey había envenenado la comida de este hasta que al cavo de un año este quedo estéril. Así de simple, el rey era estéril, no podría tener más hijos que Bran, lo que le aseguraba a este el puesto al trono.
Pero todo pareció venirse abajo cuando Kaho informo con la cabeza bien alta que estaba embarazada. ¡Embarazada¡Y la maldita hizo creer a todo el mundo que el hijo era del rey¡Cuando hacía un año que este no podía tener hijos! Sabía que el hijo no era del rey, pero eso no evitaba que este no creyera en la mentira de Kaho¿quién creería que la tranquila y sabía esposa del rey fuera en realidad una adultera que sostenía una mentira para salvar su vida¡Nadie! Todo el mundo adoraba a la reina. Nadie creería nunca que el hijo no era del rey y eso Margaret lo sabía muy bien. Aunque intentase hacerle ver a Alen que su esposa lo engañaba este simplemente la haría callar acusándola de estar celosa, lo único que podía hacer era esperar, una mentira como esa se descubriría con el tiempo y ahora con el nacimiento de esa niña, Margaret saboreo el triunfo . Aunque fuese un bastardo su hijo Bran tenia preferencia a la hora de heredar el trono frente a una niña . Pero por si el sentimiento de paternidad llegaba afectar al rey, Margaret decidió que lo más sensato seria ir moviendo los hilos del destino desde la sombra para que tanto esa niña como su madre despareciesen y para ello solo tenia que demostrarle al rey que su esposa lo engañaba. Obligar a este a repudiarla y convencerlo para que se desposara con ella y reconociera como su hijo legitimo a Bran.
Y todo en su vida seria perfecto y por fin recordaría lo que es la felicidad con su hijo en el trono y ella reinando desde las sombras.
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- ¡Toya¿a dónde crees que vas? – chilló Sakura cuando vio a su primo ponerse de nuevo la capa dispuesto a salir de la casa .
- No se como lo veras pequeño monstruo , pero no puedo quedarme todo la vida en casa, tengo que ir a trabajar- gruñó el soldado algo molesto - ¡Y no me mires así! Es cierto, mi turno volvía a empezar por la tarde después de comer ¡y ya llego tarde! Así que adiós.
Y sin ninguna contemplación Toya le cerro la puerta en las narices a su joven y angustiada prima , que miro impotente la puerta por la que su primo acababa de desaparecer.
- Tengo miedo Kero – le susurró al guardián que flotaba junto a ella mirando también la puerta – Tengo la sensación de que va a ocurrir algo malo.
Kero no contesto, pero en sus pensamientos se dijo así mismo que ahora que la reina iba a tener al bebe todo se precipitaría al desastre sobretodo si Toya era incapaz de disimular frente a este niño, pero aun así ellos seguían sin saber si este niño era de Toya o del rey .
Pero Kero tuvo que dejar de meditar puesto que vio incrédulo como Sakura se abrochaba su capa y se disponía salir de la casa .
- Voy a asegurarme de que no le pasa nada- murmuró Sakura con aire decidido.
- ¿Qué?- se escandalizo el guardián- ¡TU no vas a ninguna parte!
- ¡Pero Kero!- se molesto la pintora- no puedo quedarme aquí mientras mi primo puede meterse en algún lió.
- Tu primo ya esta en un lió – gruño Kero furioso – Lo único que ha de hacer es evitar que lo descubran y si tu te presentas ahí. ¡Lo descubrirán!
Pero Sakura no tuvo tiempo de replicar pues justo en ese momento llamaron a la puerta con violencia y la joven se apresuro a ir abrir . Era Yukito.
- Ha sido una niña – sonrió nada más ser recibido por Sakura.
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Quien podría decir que el nacimiento de esa pequeña podría causar tantos males y a la vez tantos bienes, estaba destinada a convertirse en una gran mujer, pero la pregunta ahora era si todas aquellas sombras que se volcaban sobre ella como buitres podrían ser superados, pero por suerte había demasiadas personas a su alrededor para dejar que algo mala le sucediera ...
Toya había entrado con una tranquilidad alarmante a la habitación donde la reina y su hija descansaban rodeadas de doncellas y las damas de compañía de la reina que no dejaban de hablar como cotorras.
- ¡Toya! – gritó Nakuru emocionada al verlo entrar lanzándose literalmente al cuello del soldado.
Toya se aparto a la mujer con un gesto brusco ignorándola por completo y con la expresión más serena que encontró se acerco hasta la cama en la que Kaho descansaba, estaba hermosa con el pelo suelo sobre la almohada y gesto cansado. Estaba tan hermosa que por un segundo Toya tuvo el impulso de besarla delante de todas aquellas mujeres .
- Quería felicitarla por su hija, mi reina – murmuró el soldado haciendo una profunda inclinación ante esta – Como el capitán de su escolta juro que protegeré a vuestra hija con mi vida.
Kaho tan solo sonrió al tiempo que hacía un gesto a una de sus damas para que acercarán a la niña .
- Creo que eso deberías jurárselo a ella- rió Kaho incorporándose en la cama al tiempo que cogía la niña de brazos de su dama .
Toya miro durante unos segundos en silencio a la niña en brazos de Kaho y la dudas lo saltaron como si se trataran de miles de agujas clavándose en su corazón. ¿De quien era esa niña¿Era suya o por el contrario era la hija del rey? Pero hija suya o no, era preciosa, tan pequeña y tan parecida a su madre que casi daba miedo pensar en lo frágil que era. Realmente deseaba protegerla con su vida, como acaba de prometer.
- He de darle el pecho- murmuró Kaho, aquello sobresalto a todos los que la rodeaban .
Sus damas casi chillaron histéricas al tiempo que las criadas parpadeaban confundidas.
Una reina nunca daba el pecho a sus hijos, casi estaba mal visto, al nacer el niño era entregado a una matrona que lo amantaba. Una reina nunca daría el pecho a su hijo.
- ¡Pero mi señora! – gritó la más mayor de sus damas - ¿Se ha vuelto loca¡No esta bien visto!
- ¡Tonterías!- medio chilló Kaho molesta - ¿Qué tiene de malo¡Es mi hija!
Ante el grito de la reina las criadas prácticamente huyeron de la habitación mientras que las cuatro cotorras que tenia por damas excepto Nakuru retrocedieron asustadas.
- Ella es mi sangre y yo tengo leche¿que problema ahí en eso? - gruño la mujer si no queréis verlo no tenéis más que salir de la habitación.
Y como si hubiera sido una orden todas excepto Nakuru abandonaron la habitación totalmente escandalizadas .
Al ver que se había quedado sola con los dos amantes Nakuru entorno los ojos divertida.
- Me encantaría dejaros a los dos solitos, pero como entonces se notaria mucho, podéis armar vuestra escena sentimental conmigo delante. Además mi amo prácticamente me ha prohibido que abandone esta habitación por lo que vais tener que aguantarme – rió Nakuru alegremente sentándose en el marco de la ventana frente a ambos.
Al oírla la pareja la fulmino molesta con la mirada antes de entornar los ojos y girara a verse el uno al otro con una sonrisa.
- Es tuya – susurró Kaho tras unos segundos en los que Toya había estado contemplando a la niña con melancolía.
- ¿Qué?- se sobresalto el aludido parpadeando confundido.
- Lo comprobé- la sonrisa de la reina se había agrandado considerablemente – es tuya ...
Flash Back
- Entonces solo hay una manera de comprobar quien es su padre – sonrió alegremente Eriol que sujetaba a la recién nacida en brazos . Masaki acababa de nacer y en la habitación solo estaba Tomoyo, Kaho, la niña y él.
Como si hubiera leído sus pensamientos Tomoyo había acercado hasta ellos un barreño con una extraño liquido de color azul.
- ¿Qué prendes hacer?- se molesto Kaho demasiado débil como para gritar demasiado fuerte.
- Prepare esto anoche – comenzó Tomoyo con tranquilidad – sentía que la niña estaba apunto de nacer así que prepare esto, justo anoche . Si lanzamos un cabello de la niña junto con otro tuyo al barreño el agua nos mostrara el rostro de su padre .
De inmediato el rostro de la reina cambio incorporándose rápidamente sobre la cama.
- Hazlo- el ansia de saber no solo se mostró claramente en su voz , sino también en sus ojos.
Fin del Flash Back
- El agua te mostró a ti – murmuró una emocionada Kaho antes de sentir como la boca de su amante se hundía en la suya llena de felicidad.
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Eriol sonrió para si mismo cuando junto a los otros sacerdotes en la biblioteca localizo lo que andaba buscando.
- Sabía que no podían ser mas que urgalos – sonrió el joven elfo llamado la atención de los sacerdotes a su alrededor .
- ¿Los has encontrado? – la anciana sacerdotisa Orwen se encaramo al libro que leía Eriol .
- No lo vi, pero oí las descripciones ... – murmuró casi con pesar señalando la ilustración – Hace demasiados siglos que los urgalos abandonaron estas tierras, tantos que los humanos prácticamente los habéis olvidado ... Incluso yo solo vi un urgalo una vez en mi vida cuando no era más que un niño. Pero según esta ilustración los urgalos se parecen mucho a las descripciones que los supervivientes dieron de esos monstruos que atacaron mi templo ...
Alrededor de Eriol ya se había formado un corro de curiosos sacerdotes entre ellos Tomoyo .
- Así que lo que ha dominado mi región no son más que urgalos – gruño la sacerdotisa molesta, cada vez que recordaba el estado en que había quedado el lugar donde creció prácticamente toda su vida la furia hacía presa fácil de ella .
Un fuerte murmullo se apodero de toda la biblioteca y pronto el miedo había echo presa de todos .
- No tiene sentido – la anciana Orwen parecía más enfada que asustada- ¿Estas seguro de que se trata de urgalos?
Eriol asintió con pesar .
- Antes tenia mis dudas, pero ahora estoy completamente convencido.
- ¡Pero no es posible!- se asusto otra elfa – Los urgalos se recluyeron en las montañas como animales hace siglos¿por que vuelven atacarnos ahora?
- Solo hay una explicación- murmuró otro anciano sacerdote con gran pesar- Alguien ha roto el sello ...
Ante aquello entre todas las voces exaltadas y asustadas de los sacerdotes Tomoyo y Eriol se miraron con preocupación, ellos sabían perfectamente lo que había atacado sus tierras desde el principio, pero habían tardado a que todo estuviera preparado para dar la voz de alarma entre los sacerdotes. Ahora simplemente debían intervenir rápido, el problema estaba descubierto ahora solo podrían solucionarlo rápidamente .
- Informare al rey de esto- murmuró Eriol lo suficientemente alto como para que todos callaran dándole la razón .
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Alen se lo tomo tal y como Eriol esperaba, monto en furia . ¡Urgalos! Monstruos abominables que según contaba la leyenda una poderosa hechicera había sellado en las montañas para que no siguieran dañando a las demás tribus de la Diosa. Exiliados de aquella tierra para siempre, encerrados en las montañas, custodiados por los enanos. Habían escapado, no solo de una maldición milenaria sino también de los propios enanos¿dónde estaban estos pues¿Por qué no habían informado de que el sello se había roto?
- Mi señor- murmuró Eriol con tranquilidad rompiendo la meditación del rey de los hombres – Debemos evitar que sigan avanzando por nuestra tierra, llevan años encerrados en las montañas la sed de sangre que sienten debe ser terrible ...
Alen lo miro durante unos segundos antes de asentir con tranquilidad con la cabeza, aquel maldito elfo tenia razón.
- Mandare a uno de mis mensajeros a las montañas en busca de los enanos. Quiero un explicación de todo esto y esperare la llegada del escuadrón que mandamos a Terum antes de intervenir directamente , de momento preparare a conciencia las defensas del reino . Los sacerdotes tenéis ordenes de volver a vuestros templos hasta nuevo aviso si realmente se trata de urgalos necesitaremos vuestra maldita magia para acabar con ellos. Tu y la otra sacerdotisa os quedareis aquí ya que os quedasteis sin templo . Informa a los demás.
Y sin más abandono la sala del trono para reunirse con sus consejeros, dejando a Eriol con la palabra en la boca . Alen podía ser la persona que más odiaba en el mundo pero dejando a tras su despreciable persona era, un buen rey. No era justo, pero se hacía respetar, todos los nobles lo temían y desde que el había ascendido al trono había reinado una cierta calma en el reino. Pero sin duda su mejor cualidad como rey era la defensa y la batalla. A su pesar Eriol tenia que reconocer que frente a aquella situación , Alen era el mejor rey que aquel reino podía haber tenido .
Podía reprocharle muchas cosas a aquel hombre, que le hubiera quitado a la mujer que quería como a su hermana pequeña, que le hubiera echo a esta la vida imposible, que hubiera despreciado a la Diosa o que creyera que la única raza que podía persistir era la raza humana. Odiaba la religión a su diosa y a las criaturas mágicas que esta creo, pero aún así amaba su reino, a su tierra y no permitiría que esta cayera presa de los urgalos .
- ¿Qué ha dicho?- se intereso Tomoyo cuando lo vio salir de la sala del trono, lo estaba esperando .
- Que quiere saber que ha ocurrido con los enanos, algo que yo también me pregunto ...- murmuró el elfo pensativo .
La joven elfa lo miro molesta al tiempo que se cruzaba de brazos .
- Debemos avisar a los elfos y a los dragones de esto. Él no puede ocuparse de ellos solo. Los hombres no son lo suficientemente poderosos.
- Ha dicho que no moverá ni un dedo hasta que el escuadrón que mando, no vuelva , no se fía de mi, quiere pruebas. Y por lo tanto no moverá ni un dedo hasta que sus hombres vuelvan y aun menos va informar a nadie ...
Tomoyo asintió comprendiendo la situación perfectamente.
- Entonces dejemos que los hombres se ocupen de los urgalos, nosotros tenemos algo más importante que hacer- murmuró la elfa tan suave que Eriol casi no la escucho .
- ¿Cómo crees que Alestar se tomara lo de Sakura?- preguntó de repente Eriol cambiando de tema .
- ¿Alestar?- se extraño la elfa alzando una ceja - ¿Qué tiene que ver con Sakura?
- ¿No te lo he dicho?- se extraño el elfo- Es su padre...
- ¿Qué!- el grito de Tomoyo resonó tan fuerte que Eriol tuvo la sensación de que lo había escuchado todo el castillo.
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Pese a que desde un momento se supuso que la noticia de la invasión de los urgalos iba a mantenerse en secreto este se rompió estrepitosamente cuando el único superviviente del escuadrón que el rey mando a investigar apareció gritando de manera histérica en medio de la ciudad. El encuentro con aquellos monstruos había hecho que perdiera por completo la razón. El hombre había reconocido muy bien lo que eran aquellos seres y a su vuelta a la ciudad de Loth no tuvo ningún reparo en gritar a los cuatro vientos lo que había visto oído y sufrido. Con todo ello se confirmaron las sospechas de los urgalos y el rumor de la invasión de estos al reino de Loyer se extendió como la pólvora y con ello el miedo y el terror invadió el reino. Los rumores comenzaron a ser cada vez peores y más temibles y la ciudad comenzó a llenarse de gente que huía de sus casas en el campo temerosos de que los húrgalos los atacaran a ellos.
Frete aquella oleada de terror y rumores a Alen no le quedo de otra que comenzar a organizar la defensa de su ciudad en caso de un posible ataque pero aquello era infinitamente remoto, los urgalos nunca atacarían Loth, no eran un ejercito armado y organizado, solo eran monstruos sin sentimientos habidos de sangre y venganza, aunque bien mirado aquello posiblemente fuera aún más peligroso que lo primero, nunca sabías como podía reaccionar un animal salvaje.
Pero pese a todo, aquello no altero la vida de Sakura, siguió yendo todos los días a palacio para terminar el cuadro de Eriol y en poco tiempo se hizo amiga de medio castillo, hablaba sin parar de todo con Eriol y después comía con Tomoyo, la elfa le caía francamente bien y ambas se hicieron bastante pronto muy buenas amigas. A ella se les solía unir una alegre Nakuru que no hacía otra cosa que hacer sonrojar a Sakura con sus comentarios subidos de tono y su manera de ser.
Ya hacia tres semanas que Sakura pintaba el cuadro de Eriol, tres desde que la princesa había nació. El cuadro ya prácticamente estaba terminado y aquello preocupaba horriblemente a Sakura. Le gustaba aquel lugar mucho más que su puesto en el gremio, se sentía cómoda con las personas a su alrededor y no tenia que aguantar los continuos desplantes y desprecios de su jefe que prácticamente la trataba como a una esclava, tal vez por eso se había retrasado todo lo que había podido, pero ya no podía pintar más lento, su vuelta al taller estaba próximo y eso la angustiaba.
Nakuru había entrado como un huracán a la habitación donde Sakura terminaba el cuadro de Eriol.
- ¡Sakura !- gritó la mujer de manera alegre, llevaba puesto un escotadisimo vestido de terciopelo negro y se había recogido el pelo en un moño para evitar que su larga melena tapara la vista de su cuello - ¡Tengo una gran noticia para ti!- informa la dama lanzándose a abrazar a la pobre Sakura.
- ¿Qué ocurre?- se intereso la joven y espachurrada pintora .
- ¡La reina quiere que la retrates con el bebe!- chilló la escandalosa mujer - ¿No es genial?
Pero Sakura no tenia muy claro si eso era genial. ¿La reina quería que pintara un cuadro suyo¡Pero si ni siquiera sabía como debía comportarse delante de ella!
Pero conociendo el carácter de Nakuru no es de extrañar que a lo que Sakura se dio cuenta de lo que pasaba estuviera en la habitación de la reina frente a esta y su hija .
Sakura no tenía muy claro que hacer que decir o como comportarse. Había esperado encontrar a una mujer majestuosa cubierta de lujos y con la figura altiva de una reina. Pero no fue aquello lo que encontró. Frente a ella no había una reina altiva, simplemente descubrió a una mujer, a una mujer muy hermosa, eso nadie lo negaría pero en aquellos momentos carecía de su porte de reina y era simplemente una mujer . Kaho había recibido a Sakura sola en su habitación con el pelo suelto y con Masaki amantando de su pecho y fue aquella imagen lo que le dio a conocer a Sakura el motivo por el que su primo se había enamorado de aquella hermosa mujer.
- Así que tu eres Sakura – le sonrió la reina – He oído hablar mucho de ti. Tu primo te adora. Eriol cree que eres la mejor pintora que ha conocido nunca y te has convertido en la mejor amiga de Tomoyo .
- Me halaga majestad- murmuró la muchacha haciendo un esfuerzo por apartar la vista de ella.
- Supongo que Nakuru te habrá explicado para que te quiero – le sonrió Kaho con tranquilidad , cuando Sakura asintió la reina acentuó su sonrisa – Me encanto el cuadro que pintaste para mi cumpleaños, siempre quise que la persona que lo pinto me retratara pero nunca supe que fuiste tu hasta que Tomoyo se tomo la molestia de buscarte. Créeme querida tu cuadro ha sido una pieza clave en tu vida. Ahora dime¿me pintaras junto a Masaki?
Sakura no dudo ni un segundo en asentir con fuerza con la cabeza al tiempo que asentía decidida. Ya no se sentía avergonzada delante de aquélla mujer sino todo lo contrario , tenia un aura tan cálida que al los pocos segundos de oír su voz Sakura sintió como si su corazón se calmara.
- En cuanto acabe el cuadro de Eriol, pintare el vuestro majestad .
Cuando por fin salió del cuarto de la mujer Sakura ya sabía como iba a pintarla. No iba a pintarla como una reina altiva iba a pintarla tal y como la acababa de ver, como una mujer como una madre con su hija colgada del pecho y de fondo aunque fuera una simple sombra o el reflejo de un espejo que nadie podría ver o notar dibujaría la sonrisa de su primo ante su mujer y su hija, pues no había dudado ni un segundo que la niña que estaba colgada al pecho de la reina fuese su sobrina.
Al día siguiente Sakura finalizo el cuadro de Eriol. Fue un cuadro muy alegre y a la vez sereno muy acorde con el carácter de Eriol. Sakura decidido pintarlo con la sonrisa burlona que el elfo siempre le dedicaba a Tomollo y que tantas cosas parecía decir al mismo tiempo. Lo dibujo sentado junto al fuego con un libro en las manos y la cabeza ladeada mostrando su sonrisa y sus ojos cerrados, pero aun así aunque daba la sensación de que Eriol leía el libro parecía estar realmente mirando algo a su lado y el suave reflejo de una sacerdotisa morena en el espejo sobre la chimenea dio a entender claramente que Eriol estaba mirando realmente a Tomollo. Cuando los interesados se dieron cuenta del detalle tardaron unos segundos en responder.
- ¿Esa soy yo?- pregunto Tomollo extrañada señalando el borroso reflejo del espejo al lado de Eriol.
Sakura tan solo asintió divertida y satisfecha por su pintura .
- No quería hacerte muy evidente pero ayer se me ocurrió dibujar en el reflejo de un espejo algo que no pude estar en cuadro- explico orgullosa – No se te distingue la cara pero si el pelo, tu cabello es único Tomollo.
La aludida se sonrojo furiosamente apartando la mirada de su amiga¿qué hacía ella en ese cuadro?
Por su parte Eriol se había quedado momentáneamente sin habla debido a la indirecta que Sakura había mostrado en aquel cuadro. ¡Y él que la había creído una chiquilla despistada¿Cómo podía haberse dado cuenta de algo así¿Tanto se notaba?
Pero tuvo que abandonar su mutismo pues Nakuru que se había colado en su habitación con Spinel en brazos miro con curiosidad el cuadro y lo único que pudo hacer fue sonreír abiertamente. Por una vez en su vida parecía una mujer seria y conciente de si misma .
- ¡Felicidades Sakura! – gritó la recién llegada rompiendo aquella ilusión por completo soltando al pequeño guardián para lanzarse abrazar a Sakura- ¡Eres la persona que mejor ha sido capaz de captar en un cuadro la relación de mi amo y Tomollo!
Ante semejante comentario Tomollo se disculpo y salió medio corriendo de la habitación totalmente sonrojada, algo que hizo que Eriol sonriera burlón de nuevo, replica exacta del cuadro.
- Has hecho un buen trabajo Sakura, no todos los día puede ver uno a Tomollo sonrojada como una adolescente ...- cometo el elfo divertido.
Ahora fue Sakura quien se sonrojo instintivamente todavía en brazos de Nakuru, la guardiana no estaba muy por la labor de soltarla.
Sakura no era una mujer perspicaz, tardaba siglos en notar una relación entre dos personas y seguramente aquella era la única vez que lo había notado, pero es que simplemente Tomollo y Eriol eran muy diferentes a todos los seres que había conocido, elfos o no ambos eran realmente fáciles de comprender a sus ojos o al menos eso era lo que ella creía. Había pasado poco tiempo con ellos pero desde el primer día se fijo en que Tomollo solo perdía la calma cuando estaba Eriol y que este solo sonreía de verdad cuando se trataba de Tomollo, al principio no le dio importancia, eran detalles en los que ni siquiera se fijaba pero el pasar de los días le hizo comprenderlos sobretodo comprendió a Eriol pues había querido fijar en su mente todos sus gestos para plasmarlos en su cuadro. Cuando por fin vio todos los gestos y encontró sus significados fue capaz de darse cuenta de que él estaba enamorado de Tomollo, y fue aquello lo que le hizo desear comprobar si su amiga le correspondía y finalmente se dio cuenta de que así era. Por eso decidió incluirla en el cuadro , le gustaba jugar con los sentimientos, un cuadro no debía ser un mero retrato debía dar a mostrar una parte del que aparecía en el y la parte más importante de Eriol era Tomollo.
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Tomollo por su parte nunca se había sentido tan avergonzada en su vida y no tenía ni la menor idea del porque. Esta allí en la terraza mirando la ciudad en pleno movimiento y los guardias en las murallas vigilando el posible ataque de urgalos y de lo único que era capaz de pensar el motivo por el que Sakura la había metido de aquella manera en aquel cuadro. No es que le molestara, es que simplemente le gustaba demasiado.
- Así, que estabas aquí- Tomollo supo de quien provenía aquella voz antes siquiera de volverse y encontrar a Eriol parado en medio de la puerta para salir a la terraza.
Tomollo quiso preguntar, explicarle que ella no había tenido nada que ver con aquel cuadro, pero Eriol ya no parecía recordar el tema o tal vez es que no quisiera hablar de ello en aquellos momentos .
- Es hora de comenzar el viaje¿no te parece? – murmuró el elfo caminado hacía ella en silencio , había borrado su sonrisa.
Tomollo tuvo que apartar los ojos de él y aspirar hondo antes de contestar .
- Supongo que si, no podemos seguir aquí mucho tiempo más sin hacer nada – murmuró ella con serenidad – Yo iré con los dragones tu debes ir al bosque Prohibido para recoger el báculo...
- NO – el gritó de Eriol sonó más bien horrorizado- Yo no voy con Alestar , vas tu, yo avisare a los dragones.
Aquello hizo sonreír a Tomollo divertida.
- Eriol, los dragones te odian¿recuerdas?- se burlo ella – Si te ven atravesando su territorio te calcinaran sin ninguna contemplación .
- Algo muy similar a lo que me hará Alestar cando le informa que pretendo mandar a su única hija a los brazos de la muerte .
- ¡No vamos a mandar a Sakura a los brazos de la muerte! – se ofendió Tomollo – Y Alestar no va a matarte por eso. Te matara porque pretendes enviar Sakura para que cruce medio mundo con un dragón como único acompañante. Odia los dragones casi tanto como ellos a ti- río Tomollo aquello era tan gracioso que no se podía contener.
Eriol la fulmino molesto con la mirada .
- ¿Es por eso por lo que no quieres ir con Alestar¿a ti también te da miedo?
- ¡Clow! –se molesto Tomollo llamándolo por su nombre elfico – Sabes que estoy hablando en serio. Se que Alestar puede dar mucho miedo a veces pero el no va a matarte, comprenderá perfectamente la situación y nos ayudara. Los dragones por otra parte te mataran en cuando te vean, te odian, ni siquiera y te darán la opción de abrir la boca para explicar tu presencia allí.
- Lo prefiero a Alestar – se encabezono el elfo – El si me odiara después de esto. Además el que da las ordenes aquí soy yo encontré al primer elegido .
- ¡En primer lugar él te encontró a ti y en segundo lugar yo encontré al segundo!- le gritó la elfa molesta.
- Me da igual – contesto Eriol de nuevo sereno – Yo iré con los dragones mañana .
Tomollo iba a protestar pero al ver el gesto decidido y serio del elfo se dio por vencida , nada de lo que dijese le haría cambiar de opinión, así que dando por concluida la discusión Tomollo decidió irse de aquel lugar, justo cuando estaba apunto de salir de la terraza Eriol la volvió a llamar .
- Lithet – murmuró y Tomollo se detuvo en seco, hacía siglos que Eriol no la llamaba por aquel nombre – Cuando todo esto termine y los dos dejemos de ser sacerdotes, tenemos una conversación pendiente .
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A pesar de haber acabado ya el cuadro de Eriol, Sakura no salió del palacio en todo el día, paso la tarde en la habitación de la reina, comentando con esta los detalles del cuadro que estaba apunto de pintar además de que Sakura descubrió que la niña, Masaki, era un encanto, en un momento dado Kaho le había dejado coger a la niña en brazos justo en el momento en que alguien abrió la puertas sin ninguna ceremonia y Toya entro a la habitación solo para encontrar a su prima babeando como una tonta con Masaki en brazos y a Kaho reír alegremente a su lado.
Las dos mujeres miraron divertidas la cara de estupefacción que Toya les dedico.
- ¿Qué esta haciendo ella aquí?- pregunto Toya molesto señalando a su prima .
- Nos va a pintar a mi y a Masaki – rió Kaho volviendo a coger a Masaki de brazos de Sakura .
Toya nunca tuvo muy claro como debía reaccionar ante aquello, tan solo asintió confuso aceptando la idea. Pero nunca llego a decir nada al respecto pues la puerta volvió a abrirse con menos ceremonia que antes y Alen entro por primera vez a la habitación de su esposa con la intención de conocer a la hija que esta había alumbrado para él .
Lo primero que hizo fue mandar una mirada despótica a Toya junto a la puerta , el cual agacho la cabeza con odio y abandono la habitación los la mandivula apretada. Odiaba a aquel hombre pero no podía hace nada contra él por eso siempre que él estaba en la misma habitación que él desaparecía, lo celos eran algo que no podía controlar muy bien . Sakura que fue muy capaz de reconocer al rey frente a ella también quiso salir corriendo de allí pero Kaho la retuvo a su lado a garrándola de un hombro.
- Bunas tardes majetad – murmuró Kaho con respeto frialdad, no había nada en su actitud que recordara a una esposa- ¿Ha venido a conocer a su hija?
Alen la fulmino con la mirada antes de posar su mirada en una asustadidisima Sakura frente a él .
- ¿Otra dama de compañía? No recuerdo haberte dado permiso ...
- Eres tu quien elige a mis damas esposo, sin embargo me diste permiso para un cuadro, ella es la pintora .
Sakura noto la burla en los ojos Alen, la menospreciaba, como todo el mundo que la conocía por suerte aquel día Sakura había anudado una cinta de pelo en su frente para apartarse el pelo de la cara por lo que su marca quedaba fuera de la vista .
- ¿De todos los pintores de este reino, tu has elegido a un niña?- se burlo .
- Esta niña fue quien pinto el cuadro de La Diosa de los Astros para mi cumpleaños de parte del gremio de pintores. Pese a que no crees en lo que el cuadro representa seguramente si creas que fue una pintura magnifica .
Alen sonrió burlón a su mujer. Sin duda lo que más le gustaba de ella era que siempre sabía que decir sin perder la calma . En circunstancias normales este era el momento en que Alen se olvida de todo y la lanzaba sobre la cama para recordarle quien era su esposo y que le debía respeto, pero aquel día no podía hacerlo uno por la pintora y dos porque Kaho sujetaba junto a ella el bulto que debía ser su hija , la inútil niña que ella le había dado que no serviría para nada¡nada! Pero aquello tenia solución , si le había dado una hija podría darle un hijo¿verdad? Era algo que llevaba tanto tiempo esperando que no le importaría tener que esperar diez años más , porque finalmente ese niño nacería.
Sin decir una palabra más Alen abandono la habitación con la cabeza bien alta , para tener un varón primero debía asegurarse de que su esposa estuviera en condiciones de procrear y aquel no era el momento, desde luego.
Como de costumbre todo lo que hacía la reina llego pronto a los oídos de Margaret¿un cuadro? No había nada de malo en aquello y no le hubiera importado en lo más mínimo si no hubiera descubierto a Sakura primero y hubiese visto la marca de su frente con sus propios ojos, una mestiza , una hija de las Estrellas, pensó y decidido descubrirlo todo sobre ella. Para su sorpresa resulto ser la prima del amante de la reina además de la mujer que había pintado el cuadro de la Diosa de los Astros colgado del pasillo que llevaba al jardín, donde todo el mundo podía verlo. Aquel cuadro le había llamado la atención desde el principio y desde luego sabía perfectamente que aquel era el culpable de que la muchacha hubiera caído en palacio justo en las manos de aquellos elfos intrigantes y de la reina, pero lo que le preocupaba de aquel asunto era el porque aquel cuadro había levantado tanta expectación, solo era eso un cuadro. Margaret decidió bastante pronto que ella averiguaría el motivo. No por nada en particular, simplemente por curiosidad.
Fue también aquella tarde cuando el escuadrón que el rey había enviado con los enanos regreso al palacio . Prácticamente todo el palacio se revoluciono con la llegada de este, todos morían por saber lo que había ocurrido, tanto por curiosidad como por miedo. El rey fue desde luego quien los recibió después de haber abandonado a Kaho en su habitación con la niña y Sakura.
- iInforma! – le gritó el rey al capitán del escuadrón una vez lo recibió a solas en la sala del Consejo.
En hombre arrodillado ante a Alen tenia tan solo dieciocho años había accedido a aquella posición por herencia familiar por lo que era comprensible que se sintiera tan horriblemente nervioso frente a aquel hombre y que al hablar tartamudease .
- No encontramos a los enanos mi señor – consiguió explicarse el soldado sin atreverse a mirar al rey a la cara, sobre todo Alen sabía intimidar – Su refugio esta vació, buscamos durante días por los túneles pero no encontramos nada, es como si hubieran desaparecido ...
Los enanos eran ser extraños, seguramente había muchos de ellos que ni siquiera había conocido el sol, vivían bajo tierra consagrado su vida a los túneles bajo las montañas creando una extensa red de subterráneos que algunos creían atravesaban todo el país pero aquello desde luego solo eran leyendas. La Diosa había sido caprichosa cuando repartió el mundo, entrego a los humanos la tierra, a los elfos la naturaleza a los dragones el aire y a los enanos el subsuelo reservándose el inmenso mar para ella .
Si un enano desaparecía de su refugio natural eso solo quería decir que habían encontrado otro debido a un fuerte temor. Aquello resultaba muy posible debido a la amenaza de los urgalos, pero no explicaba el porque no habían informado a las demás razas de ello. ¿Qué había ocurrido pues, con los enanos?
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Alen se había tomado la molestia de convocar a su consejo en pleno tras el informe del soldado.
- ¡Hemos de informar a las demás razas!- gritó un consejero ciertamente alterado- ¡Esto ya no es solo un rumor, por fin hemos confirmado que no se tratan de hombre, sino de urgalos! Los enanos han fallado, debemos pues nosotros informar a los demás...
Alen le dedico una mirada molesta, aquella situación lo irritaba.
- Esta es la situación señores – comenzó ignorando al consejero- los urgalos andan sueltos por mi territorio y en el proceso ya han destruido un región. Pero lo más preocupante es que no sabemos donde se encuentran ahora, es pues necesario avisar a las demás razas, enviare un mensajero con los dragones y otro con los elfos. Los dos nos ignoraran pero al menos estarán prevenidos ... ¿Alguien se ofrece para avisarlos?
Alen había pronunciado aquella pregunta más por inercia que por otra cosa, era obvio que ninguno de los presentes iba salir voluntario, por eso se sorprendió tanto cuando noto como dos figuras abandonaban sus asientos. Un hombre y una mujer elfos , Tomollo y Eriol .
- Como elfa que soy, yo avisare a los de mi raza – murmuró Tomollo con tranquilidad.
- Yo avisare a los dragones , hace mucho que no los visito ...- murmuró Eriol sin ninguna ceremonia.
Ninguno de los dos parecían creer que nadie les llevaría a contraria. Alen que había olvidado que estaban allí debido a que eran los últimos sacerdotes que quedaba ya en palacio, los miro divertido sin creer su suerte. Librarse de la presencia de Eriol era algo que tendría que agradecer a la Diosa si hubiera creído en ella.
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Eriol y Tomollo encontraron a Sakura y a Kaho todavía en la habitación de esta, definitivamente Sakura había perdido todo el miedo que había sentido por ella al principio. Encontrarlas juntas fue un alivio así los dos no tuvieron que despedirse más que una vez, partirían aquella noche.
Sakura fue sin duda la que peor se lo tomo de todos, le horrorizaba lo que estaba pasando y aunque se sentía segura dentro de la ciudad todo aquello le horrorizaba, no quería que sus amigos viajaran solos por la noche pudiendo ser atacados por un escuadrón entero de urgalos.
Pero como estos la tranquilizaron finalmente solo pudo desearles suerte y jurarles que terminaría el cuadro de Kaho a tiempo para cuando ellos volvieran.
Cuando finalmente Sakura se fue a casa Kaho miro a los dos elfos con suspicacia.
- Veo que habéis encontrado la excusa perfecta- les sonrió – Pero sigo sin explicarme el porque el que va con los dragones es Eriol.
Ante aquellos los dos elfos gotearon .
- Le da miedo Alestar – explico Tomollo con tranquilidad.
- ¡Alestar no me da miedo! Simplemente quiero ser yo quien vaya con los dragones – se encabezono el elfo, ambas mujeres sonrieron burlonas.
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Sakura volvió al palacio al día siguiente sola para descubrir que Eriol y Tomoyo ya habían partido, aunque sintió una extraña punzada en el pecho cuando le informaron de la partida de los sacerdotes, decidió no darle mayor importancia al fin y al cavo ambos ya se habían despedido de ella la noche anterior.
Tomoyo partía con los elfos, aunque nadie se lo había dicho Sakura sabía perfectamente que Tomoyo partía al bosque de los elfos, donde encontraría a su padre y aquello le dio un poco de envidia Tomoyo conocía a su padre iba a encontrarse con él, mientras ella, su hija se quedaba confinada en un castillo sin la posibilidad de conocerlo nunca . Pero no le dolía, decidió. Ella nunca lo había conocido y nunca lo haría además ella ya había tenido un padre una vez, su tío Fujitaka .
Y por otra parte Eriol partía con los Dragones, la idea resonó unos segundos en su cabeza, había oído tantas historias de los dragones, tantas ...
La raza preferida de la diosa , se había murmurado siempre. La diosa creo a las razas sin distinción , pero tuvo una con los dragones , les otorgo la sabiduría y la magia que negó a otras razas como la humana. Caprichosa como ella sola la Diosa creo las razas a su antojo pero sin duda su obra preferida siempre fueron los dragones, ser orgullosos de gran sabiduría incapaces de perdonar. Sakura deseaba saber si realmente aquello era cierto. Conocía a elfos humanos e incluso enanos pero nunca había conocido a un dragón al contrario que el resto de las razas no se mezclaban con los humanos.
Tal vez era por eso la punzada que sintio en el pecho .
Sakura entro con timidez a la alcoba de la reina con el pelo suelo por los hombros y la marca de su frente al descubierto , aquel día vestía completamente de gris y negro un tanto acorde con su estado de animo, pero pese a los colores tristes de su vestimenta , Kaho tuvo que reconocer que se veía encantadora , aquella muchacha tenia una mirada tan luminosa e inocente que resultaba difícil , no verla encantadora .
- Vengo a pintar vuestro cuadro majestad – sonrió la muchacha mostrando sus útiles de pintura con alegría, pintar era una de las pocas cosas que alegraban su existencia. Solo pintando podía dejar la mente en blanco y soñar despierta ser otra persona que tiene una vida más divertida y animada que la suya . Una vida llena de riegos y aventuras . La vida con la que siempre había soñado .
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Dos semanas después:
Había sido un largo viaje, se dijo Tomollo a si misma mirando con nostalgia el increíble bosque que empezaba formarse ante ella. Los árboles siempre había sido el refugio natural de los elfos tal vez por que la vida de estos era a menudo tan larga como la de los elfos, hasta tal punto que cuando un elfo nacía se plantaba un árbol en forma de celebración y estos morían cuando el elfo moría de tal forma habían vinculado sus vidas.
Tomollo tamben había nacido en aquel bosque y su padre planto un árbol para ella, sin embargo este había muerto hacía tiempo, en el momento en que se convirtió en sacerdotisa. Los elfos más ancianos vieron esto como un mal augurio y quisieron negarle para siempre la entrada al bosque, pero el rey no lo permitió. Y sabia que debía estar siempre agradecida con él por ese motivo, Alestar era sin duda un hombre que imponía respeto y miedo pero Tomollo siempre lo había visto como su salvador, por eso por primera vez en su vida tenia miedo de encontrarse con aquel elfo. Tal vez Eriol no se confundía tanto al creer que le asustaba Alestar. Pero respirando hondo suspiro en busca de tranquilidad espiritual al tiempo que suplicaba a la Diosa ayuda para poder encontrar las palabras adecuadas, lo único que la tranquilizaba es que tardaría tres días más en llegar a la ciudadela.
El viaje sin duda no había sido fácil, había tenido que prescindir de su caballo hacía cuatro días debido a que este se había roto una pata y había tenido que seguir andando pues se había negado en redondo a entrar a alguna aldea en busca de ayuda, seguramente ante la perspectiva de un ataque de urgalos una flecha le atravesaría el corazón antes siquiera de pisar un centímetro del suelo de la aldea . Las noticias corrían rápido y tal como le había informado un pobre pastor hacía unos días los urgalos habían comenzado a atacar de nuevo otros pequeños pueblos cercanos a las montaña, se movían, lentamente, pero se movían y aquello sin duda era lo que más miedo le daba . Tenia que llegar con Alestar cuanto a antes.
Y sin dudarlo más dio un paso hacía el abrupto bosque, sabiendo que los tres días que la aguardaban de camino serían los más difíciles de todo el trayecto .
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Eriol contrariamente tenia frete a si un paisaje muy diferente al que Tomollo se enfrentaba. Los pocos árboles que llenaban ese lugar daban un aspecto moteado de negro sobre una tierra plateada rodeada de altas sierras, el Valle Negro , lo llamaban, el hogar de los dragones.
El elfo sintió un nudo en el pecho al enfrentar una vez más ese devastador paisaje desprovisto de los altos y abruptos bosques que el tanto amaba. Pero sin duda no era un paisaje horrible, la tierra era de un color blanquecino, casi plateado que parecía imitar el color de una luna llena, pero no se trataba de un desierto a pesar de que ningún río atravesara aquel valle. A lo lejos las sierra estaban pobladas de pinos y sabinas que daban un oscuro color a la tierra plateada , era sin duda la negrura de las sabinas y los matorrales que llenaban de forma dispersa aquel terreno lo que había dado nombre a aquel valle de Valle negro.
Aunque Eriol no disfrutara excesivamente de aquel lugar tenia que reconocer que era el sitio ideal para los dragones. Un dragón no podía vivir entre enormes bosques como los elfos pues los árboles sin duda supondrían un autentico estorbo para sus enormes cuerpos y tampoco vivirían al lado de una gran extensión de agua pues simplemente no necesitaban tanta agua para sobrevivir como las demás razas .
Los dragones eran animales de aire y tierra y aquel lugar era sin duda lo que habían buscado toda su vida, tal vez por eso, casi nunca abandonaban el extenso lugar de paisaje lunar en el que habían convivido durante siglos.
Rompiendo su extraña meditación sobre el paisaje, el elfo se obligo a concentrarse en las dos enormes piedras circulares que marcaban la única entrada al valle de los dragones . Sabía lo que le esperaba cuando las pasara, cinco dragones , cinco guardianes de la puerta se lanzarían contra él impidiéndole el paso, pero¿es que acaso , no había ido allí para hablar con los dragones?
Sin darle mayor importancia atravesó las dos piedras con una de sus sonrisas burlonas¿por qué no admitirlo? Todo aquello le resultaba tremendamente divertido .
Y tal y como lo supuso nada más cruzar aquella puerta invisible tres enorme moles de diferentes colores se materializaron ante él impidiéndole dar un paso más.
Muchas veces se había comparado a los dragones como enormes lagartos con alas, pero esa descripción no llegaba ni a describir la más mínima parte de un dragón. Eran seres enormes con cabezas triangulares de las que partía un cuerpo grande y alargado que termina en una escamosa y fuerte cola y de el sobresalían cuatro enormes garras que podrían haber arrancar un enorme árbol de un solo golpe, además de dos fibrosas alas en su lomo .
Pero lo que muchos no sabían de los dragones es que cada uno tenia tenía un color diferente , por ejemplo los que tenia en frente suyo eran, uno azul , otro marrón y otro blanco y los tres le enseñaban los dientes de forma amenazantes , de la manera en la que lo hubieran hecho tres perros de caza .
- No eres bien recibido elfo- sonó una voz de mujer del dragón azul, a pesar de que este seguía enseñándole sus grandes dientes sin mover su boca.
- Créeme, me he dado cuenta- sonrió burlón a la dragona – Pero e venido hasta aquí por un buena razón...
- ¿Qué es lo que quieres?- pregunto el dragón marrón sin mover un gesto de su amenazante rostro.
Pero Eriol no llego a contestar nunca aquella pregunta pues de repente sintió como el frió metal de una espada se colocaba contra su cuello amenazando su vida . Cuando miro hacía abajo, no encontró nada, pero sentía la punta de aquella espada invisible apretarse con suavidad sobre su cuello haciendo una pequeña e insignificante herida que dejo escapar un pequeño hilo de sangre que resbalo por su cuello.
Unos segundos después la espada dejo de ser invisible para volverse completamente visible y cuando Eriol busco frente a él a la persona que lo amenazaba se encontró de cara con un rostro que hacía al menos cincuenta años que no veía. Se trataba de un hombre, casi un muchacho, no parecía tener más de dieciocho años, pero la expresión de sus ojos ámbar sin duda revelaba su verdadera edad. Cualquiera podría haberlo confundido con un elfo debido a sus orejas puntiagudas casi tapadas por su pelo marrón, pero el circulo verdoso en su frente lo descubría como un dragón.
Había otras dos pequeñas cualidades que Eriol nunca había podido olvidar de los dragones, que podían volverse invisibles a voluntad y que nadie nunca había conseguido decidir cual era la verdadera forma de estos , si aquella apariencia casi humana o por el contrario la de las enormes bestias tras aquel muchacho de ojos ámbar, sin embargo si le preguntabas a un dragón te contestaría que las dos formas eran autenticas y que no había nada extraño en ello.
- Buenos días Shaoran – saludo Eriol alegremente ante el muchacho ante él, no parecía tener en cuenta que la espada de este estaba todavía sobre garganta.
El aludido le dedico una mirada fría al tiempo que apretaba con más fuerza la espada contra su cuello sin llegar realmente a cortar la carne del todo .
- Dame una razón para que no te mate aquí y ahora. Maldito ladrón – gruño el dragon con forma humana .
- ¿Por nuestra antigua amistad?- probo, la mirada de odio se acentuó- ¿Por qué no puedes matarme sin la autorización del Consejo?
- El Consejo dicto tu muerte hace cincuenta años- le recordó la dragona azul tras ellos.
Contrariamente a lo esperado Shaoran retiro su espada del cuello del elfo y lo miro con gravedad. La mirada más que la espada hizo tragar saliva al elfo. Eriol tuvo la sensación de que su antiguo amigo iba atravesarlo así que decidió ser rápido con sus palabras .
- Los enanos han desaparecido y los urgalos, has escapado de las montañas- murmuró a toda prisa , pero ninguno de los cuatro dragones pareció tomarle en serio , así que continuo – Y la hemos encontrado ...
- ¡BASTA!- gritó una nueva voz femenina haciéndose oír en la nada y de ella surgió la figura de una mujer morena con el pelo recogido en dos moños y un traje similar al de un guerrero.
La mujer tenia los ojos y la marca de su frente que la identificaba como un dragón tan rojos roja como la sangre.
Todos la miraron con molestia, Eriol no se sorprendió mucho de su intromisión, desde el principio había sentido a cinco dragones .
- Mei Lin – saludo el elfo alegremente al verla – Cuanto tiempo.
La mujer le dedico una mira cargada de odio y se volvió hacia Shaoran.
- Los ancianos sintieron que se aproximaba, quieren que lo lleves ante ellos ... vivo.
Ante las palabras de la mujer los otros cuatro dragones lo miraron cargados de odio y Eriol celebro su suerte con una gran sonrisa que se borro unos instante después con las palabras de Mei Lin .
- Uno, no me gustas, no le gustas a nadie ladrón. Encuato los ancianos terminen contigo te matare y dos intenta meter de nuevo una idea extraña en la cabeza de mi primo y antes de matarte te cortare la lengua – susurró amenazante en su oído cuando paso junto a él, para llegar junto a su primo, Shaoran que la miraba furioso como si ella tuviera la culpa de que él siguiera con vida, cosa que sin duda era cierta .
Eriol, suspiro pesadamente¿cómo podían seguir enfadados con él por aquello¡Habían pasado cincuenta años! Todas las razas perdonaban, los humanos, los elfos y hasta los orgullosos enanos pero un dragón no perdonaba nunca. Y hacía cincuenta años se había atrevido a ofender a la única raza que jamás perdonaría su crimen y eso que solo había robado un objeto sagrado.
Pero no era momento de recordar su pequeño crimen que en su momento lo había condenado a muerte sino que debía centrarse en el presente en la reunión que estaba apunto de ocurrir con los ancianos y en las miradas furiosas de Mei y las heladas de Shaoran .
Tal vez debía haber echo caso a Tomoyo y haber tenido en cuenta que los dragones lo odiaban, tal vez y solo tal vez deberían haber elegido otro emisario .
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Notas de la autora:
Bueno, como podéis comprobar, sigo viva (ni yo misma me lo explico)
Realmente tengo una excusa razonable para no haber actualizado antes esto, durante el curso tuvo que enfrentarme a selectividad, lo que ya habéis pasado por eso me comprenderéis, y cuando termine y llego el verano me encontré con que no sabia como continuar la historia. No se si ya lo había explicado antes o no, pero tengo una forma extraña de escribir , me siento delante del ordenador y voy escribiendo a la vez que se me ocurre algo , no hay ninguna clase de idea fija en mi cabeza por eso el increíble lío que he montado en este capitulo. Aún asi creo que no ha sido tan malo, ya me diréis .
Ahora hablemos de fic . ¡Al fin me dignado a introducir a Shaoran! Felicidades a los que supusieron que él era el dragón .
Kaho y Toya realmente tienen una niña preciosa y desde luego Magaret le va suponer un problema (creo)
Bueno, como veo que me alargo mucho simplemente me queda agradecer a todos los que me habéis dejado un review . ¡MUCHAS GRACIAS! Realmente los necesito a la hora de ponerme a escribir .
Solo deciros que no os olvidéis de esta historia ya se que me tardo siglos en actualizar pero es que soy demasiado hiperactiva como para hacer una sola cosa a la vez. ¡Lo siento mucho!
Y ya sabéis todo lo que no os haya gustado decírmelo¡POR FAVOR! Acepto las criticas constructivas .
Yuen Li
