Disclaimer: ningún personaje me pertenece, son de su autor y respectivos socios comerciales. La realización de este fic no tiene por objeto conseguir lucro alguno.
Advertencias: Como ya dije en el capítulo anterior es un universo un tanto alternativo, donde hay yaoi (relaciones homosexuales) y violencia en los capítulos siguientes. Si algo de lo mencionado te ofende o no te agrada por favor no continúes. Muchas gracias.
CAPÍTULO 1: LOS DEMÁS
Los llantos del bebé le despertaron de su sueño. Instintivamente se dirigió a la cuna, comprobando que todo estuviera en orden, o al menos eso intentaba después de todo era una padre primerizo. Acunaba a la niña con cierto temor, a pesar de que ya tuviera tres meses, y hubiera estado prácticamente todo el tiempo que podía con ella desde su nacimiento, no podía evitar la sensación de que aquella criatura tan frágil podría sufrir algún daño por su inexperiencia, algo que no se perdonaría en la vida.
.-Natacha¿qué te pasa mi pequeña?. ¿Tienes hambre mi pequeña?. Díselo a papá - le decía en su tono más suave, casi un susurro.
.-Hyoga- él se giró al reconocer la voz de la joven mujer que mostraba signos de cansancio, se acercó a ambos y miró a la pequeña envuelta en su mantita blanca. - La niña quiere que la cambien. Vuelve a la cama, ya lo haré yo, tú necesitas descansar.
.-No, gracias, ya lo haré yo mismo - dijo el hombre de cabellos rubios que procedía a cambiar a la pequeña. - Por favor, regresa a la cama. Es muy tarde y mañana será un día muy duro para ti.
Su vida había cambiado mucho en los últimos seis años, después de sobrevivir a innumerables combates, estos no habían sido nada en comparación a las nuevas experiencias que había tenido que vivir. Se había casado con una bella princesa, como las princesas de los cuentos que su madre le leía y tenían una hija, que cada día se parecía más a él , salvo que su piel era un poco más clara, como la de su madre. Había heredado la armadura de su maestro, por tanto guardián de la onceava casa del Santuario, este hecho lo hacía todo más complicado, pues desde que meses antes que su pequeña naciera a finales del invierno, había dejado el Santuario, para estar al lado de su mujer en ese momento tan importante para los dos, su diosa le ordenó que fuera, pues ahora estaban en tiempos de paz, e incluso le dijo que podía estar todo el tiempo necesario.
Él quería ver crecer a su hija, pero también quería regresar al Santuario que se había convertido en su hogar desde la última Guerra Santa contra el dios Hades. Es también cierto que en esto años había aprendido que no sé puede tener todo lo que uno desea en esta vida, y alguien decidió por él...- Ella te ama, y tú la quieres.
.- Pero contigo es amor lo que siento y si tú me aceptaras ...- los dedos fino y largos no le permitieron seguir, los manos de un pianista, las manos de un cirujano.
.- Yo no te amo, sólo eres mi mejor amigo, mi hermano de batallas. Con ella tendrás una familia, serás feliz. Yo estaré contigo, apoyándote en los momentos que más lo necesites.
Sí, la persona que realmente amaba le había rechazado y había alentado a que se casara con una persona que quería pero no amaba. Lo único que consiguió fue que aceptara ser el padrino de su boda, como el de su hija, ya que no podía ser lo que le deseaba, al menos seguiría siendo su mejor amigo. Básicamente se caso porque él se lo pidió y por su ilusión era tener una familia, comprendió que todo no es posible.
.- .¿Dónde estás amigo mío?. Tienes que volver a ver a tu ahijada, ella te echa de menos como yo- decía a la nada mientras intentaba que la niña volviera a dormirse.
El padrino de Natacha sólo había visitado una vez a la niña en sus tres meses de vida, llegó el día que nació y estuvo con ellos cuatro días. Pero siempre que podía le enviaba regalos desde las tierras tan lejanas de Asghar, escribía largas cartas para la niña, las cuales eran cuentos de esas tierras donde se encontraba el padrino de la niña, cartas que releía una y otra vez el padre a la niña, incluso cuando la pequeña ya se había dormido, era una forma de sentir que estaba con él.
.- Mi niña no quiere dormirse otra vez- cogió unos papeles escritos, en seguida reconoció la escritura pequeña de él .-Quieres que te lea el cuento del pescador, es tu favorito.
La niña le sonrió y él entendió que eso era un sí, procediendo a leer las hojas. Antes de terminar el relato se había dormido, se dirigió a la cuna estaba cerca de la cama de matrimonio, dejando a su hija con cuidado que no se despertara de nuevo . Después se dispuso él a continuar con su descanso al lado de su mujer.
.- Hyoga.
.- Perdona¿te he despertado?
.- Sé que llegó un emisario del Santuario. ¿Cuándo te irás?.- se volvió hacia ella, a pesar de la falta de luz podía distinguir su expresión, parecía tan triste y aquello que brillaba era una lagrima.
.- Dentro de unos días, lo siento Flareng. Soy un caballero de Atenea.- se abrazó a ella -. ¡Venid conmigo las dos!
.- Sabes que no puedo, eso significaría dejar a mi hermana sola, yo no puedo dejarla sola. Además Natacha es muy pequeña para viajar aún.
El caballero de acuario se había olvidado de su cuñada, una mujer querida por todo su pueblo, comprensible, amable y sabia. Las cualidades y virtudes de la princesa Hilda son muchas, siempre está ayudando a su pueblo a seguir adelante, siempre ocupada, lo hace de todo corazón. Pero detrás de todo, cuando no hay nadie, cuando su mente no está ocupada, los remordimientos le acechan, a pesar de los años transcurridos, a pesar de que todo el mundo le dijera que no era culpable de nada, ella no puede dejar de sentirse la responsable de la muerte de todos aquellos jóvenes, los Guerreros Divinos, si ella hubiera sido más fuerte ellos aún estarían vivos. Esta situación tenía sus épocas, pero desde hacía en mes había recaído más fuerte que nunca, ni siquiera las hierbas de los curanderos conseguían calmarla algunas noches.
.- Tienes razón.
.-Tal vez, al final del verano antes de que el frió regrese. ¿Qué te parece?- dijo ella con una sonrisa.
.- Me parece maravilloso.
Abanándose los dos a brazos de Morfeo, el caballero de los hielos sueña con una niña que crece, también con un amor no correspondido con la esperanzas de que cambie de parecer. Mientras que la hermosa princesa sueña con un futuro incierto, algo raro le sucede a su hermana y eso le preocupa.
Se sentaba en el mismo sitio que lo hizo su maestro antes que él. Se pasaba horas contemplando el flujo continuo del agua , la cascada de Rozan siempre le había producido serenidad y calma, en ocasiones le parecía escuchar las palabras de su maestro, sus consejos, sus historias.
. - Shiryu, Shiryu, la comida ya está lista - la joven estaba hermosa resplandeciente y con una vitalidad extraordinaria dado su avanzado estado de gestación.
.- Gracias, Sunrey. Ahora voy.
Hacía más de un año que se había casado con la mujer que quería, nunca creyó que fuera posible, pero los años le hicieron ver que podía casarse con aquella que siempre había estado a su lado, tanto en los tiempos buenos como en los malos, a pesar de la distancia, siempre la sintió cerca de él.
Después de la última Guerra Santa contra el dios del inframundo, la Tierra se encontraba a salvo, pero les había quedado un gran trabajo que hacer, la reconstrucción del Santuario, los nuevos aprendices... Sí, demasiado trabajo como decía Seiya, quien consiguió la armadura del arquero, y lo más importante, seguía vivo. Los demás han continuado con su vida, algunos más alejados como es el caso de Ikki y de Shun. El mayor de los hermanos nuca fue mucho del equipo, en cambió el pequeño sí, pero la última gran contienda había provocado que dejará de luchar de una vez, solicito a la diosa que aceptase su renuncia de caballero y ella le dijo que siempre sería un caballero, aunque él lo negara, le concedió la posibilidad de llevar la vida que quería, que es lo que ahora tenía.
Pero Sirius siempre se ha preguntado muchas veces que pasó en los últimos momentos de la gran batalla, todo siempre lo recuerda de una forma poco clara, la sangre que brotaba de la herida abierta en el pecho de Seiya, Atenea corriendo para evitar que el fluido vital escapara de aquel caballero. Oyó el grito de la diosa de que Seiya estaba muerto, y luego la otra voz susurrante, familiar y diferente al mismo tiempo.
.- Aún no es su momento. No me puedes hacer esto, me lo debes.
Seiya sobrevivió, Atenea consiguió salvarle, no se sabe muy bien cómo. Pero todo había resultado mejor que desde un principio cabía esperar. En realidad tenían que haber muerto todos, hasta los caballeros de oro estaban con vida, algunos y eso si fue realmente extraño. Se dirigía hacia la caso cuando escuchó algo.
.-La más temible de todas las guerras va a continuar. Antiguos enemigos serán grandes aliados.
Esa voz.
.- Maestro.
Pero allí no hay nadie, ni nada, sólo la cascada de Rozan y la naturaleza¿verdad? En ese momento supo que volvería antes de lo previsto al Santuario, todos volverían al Santuario incluso aquellos que habían jurado no luchar, incluso los que juraron neutralidad.
Sólo hacía una hora que había amanecido y ya se encaminaba hacia las sala de reuniones, o como el la llamaba la sala de torturas soporíferas, especialmente a esas horas. A pesar del tiempo seguía odiando despertarse tan pronto, sobretodo cuando tenía que tener una reunión con los patriarcas y restantes caballeros de oro que se encontraban en Grecia. Sobretodo detesta asistir a esa reunión cuando sus mejores amigos no están para soportar en equipo las largas y tediosas reuniones¡cómo en los viejos tiempos¿no habían soportado juntos las batallas¿Por qué no eso también¡Estar casado y con hijos no es una excusa! - Vosotros también tendrías que estar aquí- reclamó el joven a la nada.
Sus amigos, compañeros en las aventuras que jamás hubiera imaginado de niño no estaban en el Santuario a pesar de que dos de ellos son caballeros de oro, y eso era una reunión de los Caballeros de Oro. Además si eran tan pronto eso significaba una sola cosa, sería una muy larga .
.- Buenos días- saludo el niño como lo llamaba aún el caballero de sagitario.
.- Buenos días Kiki - no podía evitar sonreía cuando le veía con la armadura dorada . Todavía no creo que seas el caballero de la primera casa, me hace sentir viejo.
.- Te haces viejo Seiya, ya has cumplido 22 años, muy viejo- el más joven de los caballeros de oro sabía que el caballero del arquero era muy quejica a esas horas, cosa que encontraba muy divertida .
.- ¡Eh, qué sólo tengo 20!. ¡No quieras echarme años!
.- Más vale cumplirlos, que no celebrarlos Seiya.
.- Sí, pero cuando veo críos como tú, siendo caballeros de oro -el tono de su voz era bromista.
.- ¡Ya tengo 17 años! .¡Ya era hora que mi maestro me dejara vestir la armadura de Aries!. De esta manera puede realizar perfectamente sus funciones de patriarcado con Shaka.
.- ¡Por favor, no me lo recuerdes! Desde hace un año, esos dos no hacen más que reuniones semanales, proyectos nuevos... ¡Sólo me falta que me asignen un alumno!. O peor qué nos comuniquen que Shun decide vestir la armadura de oro de Virgo. De esta manera tendríamos dos patriarcas dispuestos a hacer más reuniones - nada más decirlo el caballero de tez morena no puede reprimir un escalofrío.
.- Tendría que pasar algo muy grave para que Shun llevara esa armadura. Bueno, para que él volviera al Santuario, desde la última batalla santa no es el mismo, y ahora él tiene una vida totalmente diferente a la nuestra, una vida que quiere.
.- Hablas como Mu y Shiryu. Sigo pensando que Shun huye de algo, no puede venir únicamente cuando alguien se casa. ¿O sólo viene para eso?. Menos mal que de vez en cuando decide escribir y cuenta como le va .- Seiya se ríe.- Si de pequeño dudaba que Ikki y Shun son hermanos, ahora estoy seguro que lo son, les encanta tenernos en ascuas.
.- Yo también extrañó a Shun. Seguro que la asistencia y todo lo relacionado a las reuniones se le daría mejor que a ti y de esta manera ya no oiría tus quejas.
Siguen caminando juntos, el camino al la Sala de reuniones nunca les ha parecido tan largo, o al menos ellos no quieren llegar tan pronto. Cuando se han levantado han tenido esa sensación rara que tenían antes, esa que no habían tenido en mucho tiempo.
.- A veces me da envidia.
.- ¿Quién?- pregunta desconcertado Kiki.
.- Shun. Porque me parece que es feliz- dijo Seiya mirando la imagen de Atenea que adorna la imponente puerta que da entrada a la sala de reuniones.
.- Somos humanos Seiya, es algo que no podemos olvidar nunca .- colocando una mano sobre el hombro de Seiya, mientras que con la otra empujaba la puerta de madera. - ¿Tú crees que Shun es feliz? Porque cuando le miró a los ojos parece triste
Ya estaban esperándolos los demás.
A ella le gustaba desayunar en el jardín que se había construido al lado del Palacio, antes de empezar su jornada laboral como decía ella. Llevaban unos años de relativa paz en el Santuario, no habían tenido ninguna batalla como las primeras de su despertar. En cambio la Tierra sólo empezaba conflictos bélicos, si eso no era suficiente en los últimos años el hambre, las enfermedades y las catástrofes naturales se cebaba con su querida humanidad. ¿Por qué ocurría todo aquello? .¿Acaso tanta muerte no había servido para nada? Son las preguntas que siempre se hace.
A parte de esas que ni siquiera se atreve a pensar, aquellas que dice que son resultado de un milagro, por qué sólo los milagros pueden hacer resucitar a los muertos¿verdad?
Atenea- una vieja voz conocida.
.- ¡Hermes!- exclamó Atenea, desde cuando estaba allí, no se había dado cuenta de su presencia hasta que no había pronunciado su nombre.
.- Traigo un mensaje para ti, Atenea, del Rey de los Dioses, las nuevas órdenes de Zeus. Se hará mi voluntad y mi voluntad es que no intervengas mientras instauro un nuevo orden en este mundo, en caso contrario me veré en la penosa situación de destruirte hija.
Dichas estas palabras Hermes desapareció de la misma forma, Atenea los dejó de mirar un segundo y al siguiente ya no estaba. Acaso sus sandalias le habían elevado al cielo, seguramente hacia el Olimpo.
Después de escuchar esas palabras la diosa de la sabiduría sintió un frió que le congela el alma, no podía creer lo que sus oídos acababan de escuchar, solo dijo.
.- Padre¿por qué?
.-Por favor, dejame arreglar las cosas antes de irnos.
.-El tiempo es fundamental, señor.
.-Radhamantis no soy tu señor. Soy simplemente Shun, un caballero que se enfrentó a ti.
.-Puede decir lo que quiera, pero usted siempre ha sido y será nuestro Señor, el mismísimo emperador lo decidió desde antes de ser lo que es. Además recuerdo muy bien el pasado, alteza.
Shun decidió que no era el momento de discutir con el más testarudo de los jueces del inframundo, y encima recordaba seguramente más que él de sus anteriores reencarnaciones. Lo primero era lo primero, no podía desaparecer por las buenas, no podía permitir que creyeran que había sido emboscado, capturado o muerto, y perdieran el tiempo y vidas en su búsqueda. Presentaría una baja por estrés, algo muy frecuente y habitual, y si sobrevivía a lo que se le presentaba volvería aquí o puede que si vencían, el mundo podría recuperar un poco de sentido común, porque después de su corta conversación con Hades, sus dudas de que algún dios estuviera detrás de los acontecimientos que estaban sucediendo en la zona, se habían reafirmado.
Entró en la tienda montada para la doctora, para su jefa.
Creo que debes irte cuanto antes.
Un momento¿cómo sabía ella?
.-No hacía falta de que vinieras a presentarme una excusa. Tan oxidados estáis que ya no me reconocéis, ni tú ni el juez del inframundo.
.-¿Eres una diosa?
La mujer se echo a reír, era la primera vez que la escuchaba.
.-No, estoy relacionado con ellos . En esta vida me ha tocado ser mujer pero en el pasado fui un hombre y tú eras una mujer.
Entonces el joven pensar todo lo que le habían contado de esta mujer, los milagros que hacías, decían que podía resucitar a los muertos, y recordó.
.-Zeus hace movimientos desde antes de nuestro nacimiento y lo tiene todo muy calculado.-los ojos azules de ella se fijaron en los verdes de él.-Antes de que me lo preguntes, yo siempre estoy al lado de la humanidad y mis servicios son para con ella, lo cual no es lo mismo que servir a Atenea- ella se limitó a sonreírle tristemente.- Desgraciadamente nos veremos muy pronto. Ahora márchate, un helicóptero esta a punto de salir al aeropuerto, curiosamente sale un avión a Grecia dentro de una hora, más vale que viajes como humanos, no levantaréis sospechas.
.-Muchas gracias, Ascl...
.-No ahora sólo soy Anna, como tú eres Shun.
.-Ya nos veremos Anna.
El joven salió.
.-Esperemos que Zeus tarde en darse cuenta de que has regresado, esperemos que Atenea no te mate en esta ocasión- se puso a mirar los informes.
Nota de la autora: muchas gracias por leer.
Agradecimientos a Shadir: espero que te haya gustado este capítulo.
