CAP1:
LA ALEGRIA DE RECIBIR UNA CARTA
Sirius Black estaba tumbado sobre su cama contemplando el techo. Era casi la una de la madrugada del primero de septiembre. El día en que volvería a Hogwarts.
Para la mayoría de niños el final de las vacaciones era triste, para Sirius era todo lo contrario. Estas habían sido las peores vacaciones en familia.
Cuando regreso de Hogwarts fue recibido por el mayordomo de la familia, eso no le dio buena espina. Ya se imaginaba lo que se le venia. La familia de Sirius, ósea los Black venían de una larga tradición de Slytherin, y para el padre de Sirius: Davis Black, no le hizo nada de gracia que su primogénito haya sido enviado a Gryffindor.
Al llegar nadie se molesto en saludarlo, ni en preguntarle como le había ido ese año en el colegio. Sirius también los ignoro y subió a su habitación hasta la hora de la cena.
El comedor era inmenso y lleno de lujo. Sirius se sentó junto a su hermano: Regulus Black. Regulus era todo lo que sus padres siempre quisieron que él fuera.
El único motivo de conversación de sus padres durante la cena era el ingreso de Regulus a Hogwarts. Regulus era menor a Sirius y ese año, en septiembre él entraría a estudiar.
– Regulus si nos llenara de orgullo –dijo su madre. Por fin miro a Sirius y dijo– no como tú.
– me alegro –dijo sin prestarles atención.
– Regulus si sabe que es ser un Black –continuo ignorando a su hijo.
– tienes razón –dijo su padre. Miro a Sirius y agrego– si ya terminaste de comer retírate de la mesa. Tu presencia nos molesta.
Sirius sin inmutarse, y como si su padre le hubiera pedido que se retirase de la forma más amable, cogió un pan y se fue comiendo.
Entro a su habitación y se tumbo en su cama, se quedo contemplando el techo de su habitación sumido en sus más profundos pensamientos. Había comprendido que ya no pertenecía a esa familia. Los odiaba, ¡sí!... pero era su familia. Y eso era lo que más dolía. El dolor y la tristeza se apoderaron de él. ¿Por qué no podía tener una familia como la de sus amigos? ¿Por qué sus padres pensaban de una manera tan distinta a él?. Tenia ganas de llorar, pero no le iba a dar ese placer a sus padres. En aquel momento pensó en que tal vez... ellos tenían razón.
Un ruido lo saco de sus pensamientos. Una lechuza marrón había entrado a su cuarto y se encontraba posada sobre el respaldar de la silla de su escritorio. Al verla salto de su cama, no de susto sino de alegría, él conocía esa lechuza. Era Neti, la lechuza de James. La lechuza ululo y se poso en el brazo que Sirius extendió, le quito la carta y leyó:
Querido Sirius:
Si ya se que vas a decir: ¡Pero James sino acabamos de ver hoy! Bueno, que quieres, extraño tus locuras y que alguien me saque de quicio.
Les pedí permiso a mis padres para que me visites, pero ellos dicen que si, siempre y cuando termine la tarea. Los muy aguafiestas. De todos modos la invitación esta hecha. ¡O tal ves salgamos a algún sitio!. Ya se adonde podemos ir. Los muggles casi siempre van a un lugar llamado "Mine" o "Line", no recuerdo bien. Pero si sé que allí ven "Pelilulas" y parece divertido. Ya les escribí a Remus y Peter. Cuando me conteste te aviso.
No te dije esta antes porque se me olvido, bueno ahí te va: gracias por haberme ayudado a hablar con Lily, claro que no me gusta, solo quería hablar con ella nada más, una conversación inocente entre dos amigos, dos amigos que se quieren como AMIGOS sin ninguna doble intención de ninguna clase. ¿Entendiste?. Que bueno que hayamos aclarado ese punto.
Sirius respóndeme y dime si te parece una buena idea la salida al mine.
Tu amigo que te extraña como no tienes ni idea.
James Potter
p.d.: Espero no haberte importunado con mi carta.
Si se había sentido mal, eso ya había pasado. ¿Cómo se le ocurrió que sus padres tenían razón?. Se sintió muy feliz leyendo y releyendo la carta de James. Él era el mejor amigo que alguien podía tener en el mundo. Con una sonrisa de oreja a oreja cogió pluma, papel y escribió:
Querido james:
¿Estas loco? ¡Claro que no me importuno tu carta! ¡No sabes la alegría que me dio recibirla!. Tus padres tiene razón, será mejor acabar la tarea primero. En cuanto a la salida.....
En esta parte de detuvo. No creía que sus padres lo dejaran salir, además, James menciono que ya les había dicho a sus padres quien era él. No sabia como eran los señores Potter, tal ves reaccionarían mal al saber que clase de familia tenia. Él no se iba a arriesgar a que los padres de james le prohibieran su amistad. Siguió escribiendo:
... no creo que sea buena idea la salida James, mis padres me han castigado por lo "mal" que me porte en este curso.
No quería mentirle a James pero no tenia otra salida.
Pero prometo escribirte dejando dos días, un día, cada día. ¡Tu casa reventara de tantas cartas que te escribiré!.
En cuanto a lo de Lily; si tu dices que son amigos, te creo, te creo.
Un momento ¿Yo te desquicio? ¿Qué no es al revez?.
Te estaré escribiendo. Tu amigo que te extraño mucho.
Sirius Black
p.d.1: no creerás que te creí lo de Lily ¿o sí?
p.d.2: Si tu ves a Lily como una amiga, yo veo a Snape como mi mejor amigo.
Cerro la carta y la coloco en un sobre. Se acerco a Neti que estaba junto su lechuza: Romeo.
– Romeo, Neti nos visitara mucho –le coloco la carta en el pico– pero ahora se tiene que ir.
Neti ululo y salió de la habitación.
Solo las cartas de sus amigos le alegraban su estadía en "su casa". Sus padres no le hablaron desde aquella noche en la cena y no lo llevarlos a las reuniones familiares. Hacia su tarea, estudiaba y comía en su habitación.
Sirius recordó aquella primera visita de Neti a su cuarto. Durante las vacaciones también recibió las cartas de Remus y Peter. Ellos también deseaban volver a verlo.
Miro su reloj: ya casi eran las dos de la madrugada. Coloco su despertador y se cubrió con las mantas. Antes de cerrar los ojos contemplo el cajón donde estaban todas las cartas de sus amigos. Entre ellas, la primera que recibió de James. Con cariño recordó el 30 de junio de ese año. El día que Neti le enseño la alegría de recibir una carta.
