Reencuentro con Vernon y Marge Dursley


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Prompt: Ginny vs Dursley


Año 2022

Era un día tranquilo de verano en casa de los Potter cuando sonó el teléfono fijo. Albus descolgó el auricular y se lo acercó al oído.

— ¿Diga?

— Hola, Albus. Soy Dudley. ¿Está Harry?

— Sí.

— ¿Puedes decirle que se ponga?

Albus dejó el auricular a un lado y se fue a la cocina donde estaban sus padres y hermanos desayunando.

— ¿Quién era, hijo? — preguntó Ginny.

— Dudley. Dice que quiere hablar con papá.

Harry, sorprendido miro a su esposa, esta se encogió de hombros demostrando que tampoco sabía qué quería el primo de su esposo. Finalmente, Harry se levantó de la silla y se fue al recibidor, donde tenían el teléfono.

— ¿Dudley?

— Hola, Harry. — Dudley sonaba nervioso.

— ¿Qué ocurre? — Harry intuía que el motivo por el que lo había llamado Dudley no le iba a gustar, así que quería terminar con esto lo antes posible.

— Es Vernon. — Dudley, empezó a llamar a su padre por su nombre de pila cuando se distanciaron. — Uno de los perros de tía Marge lo mordió y ahora está en el hospital.

Harry no entendía que tenía que ver esto con él hasta que lo comprendió.

— ¿Quieres que te acompañe, verdad?

— Por favor. Fiona no va a ir. Lo cual es del todo entendible después de lo que le hizo Vernon. Y yo tampoco iría, pero me guste o no, es mi padre y está en el hospital.

— Ya... — Harry entendía la tesitura en la que se encontraba su primo.

— Pero también sé que se pondrá a hablar mal de mamá. Desde que supimos que mis hijos son... Ya sabes... Magos — está última palabra la dijo en un tono más bajo — la culpa de ello.

— Hombre, ella tenía una hermana bruja. Así que el gen mágico de tus hijos viene de ella a través de ti. Pero no es culpa suya. Nadie puede decidir si sus hijos o nietos heredan la magia o no.

— Ya bueno... Si Vernon se pone a hablar mal de mamá no sé si podré contenerme...

— Y quieres que te acompañe para que en caso de que pase eso, sea yo el que te contenga.

— Sí.

— Sabes que si Vernon se pone a hablar mal de mis padres, serás tú el que tendrás que contenerme a mí.

— Por supuesto.

Harry anotó el número de la habitación de Vernon y el hospital donde se encontraba y le dijo a su primo que le esperara, que iba enseguida. Desde que se encontraron años después en un parque de Londres, Harry y Dudley se reconciliaron y tenían una relación bastante cercana. Sus esposas, Ginny Potter y Fiona Dursley, se llevaban de maravilla. Y los hijos de ambos también. De hecho, las que permitieron el acercamiento entre ambos fueron Lily y Edelweiss, quienes se hicieron amigas en el parque sin saber que eran familia. Los Potter enseñaron a los Dursley el mundo mágico cuando les llegaron las cartas de Hogwarts a Benjamin y a Kenneth Dursley.

— ¿Qué quería Dudley? — preguntó Ginny dándole un sorbo a su café.

— A tío Vernon lo mordió un perro de tía Marge y ahora está en el hospital. Dudley me ha pedido que le acompañe.

— ¿Por qué? — preguntó Lily Luna con curiosidad.

— Porque Vernon es el padre de Dudley y tiene que ver si está bien.

— Vernon empujó a Petunia por las escaleras dejándola paralítica solo porque sus nietos eran magos y la rama mágica venía de Petunia por ser la hermana de la abuela Lily. Y cuando Fiona intentó defender a su suegra, Vernon la empujó también. Aunque fuera por accidente, eso provocó que el embarazo de Eddy — Lily siempre se refería a Edelweiss por el diminutivo — fuera de riesgo y que ambas casi murieran en el parto. Vernon perdió todo derecho a que su hijo, nuera y nietos sientan misericordia por él. Y tú tampoco deberías tenerla, papá.

Nadie dijo nada. Ginny usó la taza de café para esconder la sonrisilla que se le estaba escapando. Como padres tenían que regañar a Lily por decir eso, pero ¿cómo podían regañar a alguien por decir la verdad?

— ¿Irás al hospital? — preguntó Ginny a su esposo. Aunque ya sabía la respuesta.

Harry se encogió de hombros.

— No veo por qué no. — de paso Harry podría mofarse de tío Vernon porque ahora su sangre estaría ligada para siempre en el mundo mágico por sus nietos.

— Te acompañaré entonces. — Ginny terminó su taza.

— ¿Qué? — Harry se sorprendió. Eso no se lo esperaba.

— Si Vernon habla mal de tus padres, de mí o de los niños y te enfadas, Dudley no podrá contenerte si usas magia porque es un muggle. Además, podría salir lastimado. En cambio, yo sí. Aunque sé que tú eres más de usar puñetazos. — Ginny recordó el momento en el quinto año de él y Ron en el que Harry le pegó un puñetazo a Draco por burlarse de la muerte de su madre y del físico de Molly Weasley.

— ¡Ah! — Harry no había pensado en eso. Se había imaginado que reaccionaría propinándole un puñetazo. — Eh... sí, puede que tengas razón.

— ¿Podemos ir nosotros también? — preguntó James.

— ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! — corearon Albus y Lily.

Harry y Ginny se miraron y dijeron a la vez:

— ¡No!

Acto seguido subieron a cambiarse.

Como conocían a sus hijos y sabían que los seguirían al hospital pese a prohibírselo, los dejaron en casa de los abuelos Weasley. Les dijeron a Molly y Arthur a donde irían y ambos estuvieron de acuerdo en quedárselos, pues odiaban a Vernon y no querían que sus nietos se acercaran a ese hombre. Aunque intentaron convencer a los adultos de que no fueran, pues recordaban los malos tratos del muggle a su yerno, pero no pudieron convencerles. Así que tras escuchar protestas y lamentos por parte de sus hijos, Harry y Ginny se fueron por la red flu.

...

Cuando llegaron al hospital, se dirigieron directamente a la planta donde estaban ingresados los pacientes por ataques de animales. En una de las habitaciones vieron un cartel con el nombre "Vernon Dursley" y a Dudley esperando delante.

— Harry, Ginny, que bien que habéis llegado. — Dudley se acercó a ellos.

Estaba igual que la última vez que le vieron. A causa de la paraplejía de su madre por el empujón de Vernon en el que Petunia estuvo varios meses en la UCI al borde de la muerte y al embarazo de riesgo de Fiona en el que casi no sobrevive junto a su tercer hijo, Dudley adelgazó muchísimo debido al estrés y desarrolló un trastorno de la conducta alimenticia. Al regresar de llevar a sus hijos mayores a la escuela, vomitaba todo lo que había comido. Además, contactó con un colega abogado que conoció en la universidad, que defendió a su madre en el juicio contra el que durante muchos años fue su esposo. No podían revelar el motivo real del empujón, descubrir que sus nietos eran magos, así que Vernon tuvo que decir que fue por accidente pero eso no le libró de la cárcel y acabó entre rejas algunos años. Al salir se fue a vivir en casa de su hermana Marge. Durante todo el proceso judicial, en el que Dudley tuvo que aguantar a Vernon y a Marjorie Dursley insultar a su madre, a su esposa y a sus hijos, aumentaron los vómitos. También le hizo empatizar con Harry pensando en cómo su primo se sintió cuando tenía que oír a Vernon, Petunia y Marge insultando a James y Lily y no poder hacer nada al respecto. Eso le hizo ver que tenía que cortar lazos con Vernon y Marge, por su propia salud y por el bienestar de sus hijos.

Benjamin y Kenneth notaron el mal estado de sus padres. Mamá todo el día en la cama sin poder hacer esfuerzos, y cuando nació su hermana, madre e hija tuvieron que estar ingresadas varios meses. Y, aunque papá no vomitaba delante de ellos, sabían que algo malo le pasaba. Durante todo ese período de tiempo, Dudley desfogaba el estrés, la angustia y preocupación que sentía con el boxeo y el vómito. Así que un día pasó lo que tenía que pasar: se desmayó por deshidratación. El ultimátum que le dio Fiona fue ir a un psicólogo a tratarse. Cuando le dieron el alta a Petunia, fue justo al terminar el juicio sentenciando a Vernon a prisión coincidiendo con el primer cumpleaños de Edelweiss, cuando finalmente Dudley pudo superar su trastorno alimenticio. Aumentó de peso pero sin llegar tener la apariencia que tuvo de niño. Actualmente, su físico era mucho más parecido al de Petunia.

— ¿Cómo está? — preguntó Harry estrechándole la mano.

— Me preguntaron si tenía la vacuna del tétanos y les dije que sí. El doctor Smith me dijo que eso minimizaba los daños y posibles secuelas. Después entró y aún no ha salido.

Harry y Ginny asintieron. Los tres se quedaron mirando la puerta esperando noticias.

Unos minutos después salió el doctor Smith, quien se dirigió a Dudley.

— Señor Dursley, su padre se encuentra bien. Al estar vacunado del tétanos evitará posibles enfermedades infecciosas fruto de la mordida del can. Sin embargo, para prevenir posibles infecciones le he recetado un antibiótico.

— Gracias, doctor.

— Lo tendremos un día más para ver cómo evolucionan las heridas. Si todo sale bien, mañana podrá irse.

— Gracias, doctor.

El doctor Smith, se despidió de Dudley, saludó a los señores Potter y se fue.

De la habitación de Vernon, salió una mujer muy parecida a él físicamente, incluso el bigote.

— ¡¿Tía Marge?! — exclamaron Dudley y Harry sorprendidos. Dudley no veía a su tía paterna des del juicio en el que sentenciaron a su padre y Harry des de 1993, la cena en la que la hinchó como un globo en un estallido de magia accidental, harto de que hablara mal de sus padres.

— ¡¿Dudley?! — Marge estaba sorprendida de ver a su sobrino. Fue ella quien le llamó por teléfono comentándole sobre el accidente que sufrió Vernon pero no esperaba que viniera al hospital. — ¡¿Tú?! — Marge se refirió a Harry de forma completamente despectiva. E hizo una mueca al verle.

— Tía Marge — saludó Harry intentando ser cortés — ¿cómo está tío Vernon?

— Bien, el doctor Smith hizo un buen trabajo pese a ser joven. Cuando le den el alta volveremos a casa. Ya le he pedido al coronel Fubster que le pegue dos tiros al perro que lo mordió.

Ginny abrió los ojos como platos al escuchar a esa mujer hablar de matar a un animal como si nada. Harry y Dudley ya estaban acostumbrados a oír los comentarios de Marge sobre pedirle al coronel Fubster que le sacrificara las mascotas que no cumplían sus estándares, como cuando le pidió que asfixiara a uno de sus perros por estar raquítico.

Marge se quedó mirando a Ginny, pues no sabía quién era. Harry se dio cuenta, así que las presentó.

— Tía Marge, te presento a Ginny o Ginevra, mi esposa. Ginny, te presento a Marjorie Dursley, la hermana de tío Vernon.

Ginny iba a decir la típica frase "es un placer conocerla" más por educación que porque fuera verdad, pero como vio que Marge no decía nada y empezó a mirarla de forma despectiva, cerró la boca.

— Dudley, ¿por qué Harry ha traído a su esposa pero la tuya no ha venido?

Dudley se quedó con la boca abierta sin saber que responder. ¿Marge no recordaba lo mal que ella y Vernon hablaron de Fiona? ¿Después de que Vernon la empujara sin querer cuando ella intentó poner paz entre él y Petunia y le provocara un embarazo de riesgo en el que ella y Eddy casi no sobrevivieron como quiere que vaya a visitarlo?

— Es difícil quiera visitar a alguien que le empujó estando embarazada provocándole un embarazo de riesgo en el que ni ella ni su hija casi sobreviven. — Ginny defendió a su amiga. — Y Harry no me ha traído aquí. Yo vine porque quise. Para apoyarle al tener a un familiar, — Ginny recordó que al estar Vernon y Petunia divorciados, Vernon dejó de ser tío de Harry — o el que durante muchos años fue un familiar, ingresado en el hospital. Además, como si Fiona quisiera estar cerca de las personas que hablaron mal de ella cuando no tiene la culpa de nada relacionado con que sus hijos sean como Harry o como yo.

Marge se la quedó mirando. No le había caído nada bien esa cría. Y no se relacionaba mucho con sus sobrinos nietos. Vernon solo le dijo que salieron como la hermana de Petunia, así que los imaginaba como pequeños delincuentes. Se fue a tomar algo a la cafetería del hospital sin despedirse de su sobrino ni del matrimonio Potter, después de soltar gruñidos y blasfemias sobre los tres jóvenes presentes y los padres de Harry.

Los tres se miraron y entraron a la habitación donde descansaba tío Vernon. Tenía el mismo aspecto que en 1998 cuando les dijo que la guerra había terminado, pero con más canas.

Lo vieron tumbado en su cama con el brazo vendado y gruñendo. Puso los ojos como platos al ver la identidad de las personas que entraron al verle.

— No pensé que vendrías. — le dijo Vernon a su hijo con tono mordaz. Después se dirigió a Harry con ese mismo tono haciendo una mueca. — Ni tú tampoco.

— El sentimiento es mutuo, tío Vernon.

— Desde que me divorcie de la hermana de tu madre ya no eres mi sobrino.

— Lo sé, pero son muchos años llamándote así. — con una mano señaló a Ginny — te presento a Ginny, o Ginevra, mi esposa.

— ¡¿Estás casado?! — preguntó Vernon incrédulo.

— Por supuesto. — respondió Ginny. — ¿Quién se pensaba que era yo? ¿Su secretaria?

Vernon hizo una mueca al oír a Ginny. La ignoró.

— Creo recordar que tu mujer estaba embarazada cuando tu madre me dio la espalda. Dime que al menos tengo un nieto normal.

Se hizo un silencio incómodo. Dudley se puso rojo.

— Es una niña, se llama Edelweiss Petunia y... También asiste a la escuela a la que fue Harry. — esto último lo dijo en un tono más bajo.

— Sí, tío Vernon. Benjamin, Kenneth y Edelweiss van a Hogwarts con nuestros hijos, al igual que fuimos Ginny, mis padres y yo — Harry remarcó mucho el nombre del colegio y el de los hijos de su primo — y TUS nietos son unos Slytherin muy felices.

— Edelweiss es la mejor amiga de nuestra hija Lily. Y tanto Benjamin como nuestro hijo James son un verdadero dolor de cabeza para la directora McGonagall. Albus está muy feliz de tener algún familiar en la misma casa.

— ¡¿QUÉ?! ¿Tú también eres un fenómeno? — Vernon señaló a Ginny con la mano temblorosa.

— No somos fenómenos, señor Dursley. Somos magos. Como lo fueron la hermana de su ex mujer y su marido, Harry y yo. Y como lo son sus nietos. Por mucho que quiera negarlo el apellido Dursley está ligado al mundo mágico y no solo por ser familiares de Harry. — soltó Ginny.

Dudley se envalentonó. Hablar de la caída de Petunia, la separación de sus padres, del embarazo de riesgo de Fiona y el hecho de que casi murieran su esposa y su hija en el parto, que Petunia quedara en silla de ruedas después de estar muchos meses en la UCI, el juicio y posterior ingreso de Vernon en la cárcel era muy duro para él. Recordar esos momentos podría provocarle una recaída en el trastorno de la conducta alimenticia, como le dijo el doctor Johnson, su psicólogo. Pero se envalentonó al oír como Harry y Ginny defendían a su esposa e hijos. No podía quedarse callado. Por mucho que quien los hubiera insultado fuera su propio padre. ¿Qué clase de marido y padre era si no podía defender a su familia? No podía permitirlo que solo Harry y Ginny les defendieran.

— Mi madre no te dio la espalda, tú la empujaste por las escaleras. Y mi esposa tiene nombre. Fiona. Y Benjamin, Kenneth y Edelweiss son muy buenos estudiantes pese a que a veces se metan en líos. Estamos muy orgullosos de ellos.

Vernon puso la cara roja de ira. A Harry esa imagen le recordó a su infancia con los Dursley cuando hacía enfadar a su tío.

— ¡FUERA! ¡FUERA DE AQUÍ! ¡NO QUIERO VEROS NUNCA MÁS! ¡A NINGUNO! — les tiró el vaso de plástico que tenía en su mesilla.

Harry, Ginny y Dudley salieron de la habitación casi corriendo.

— Bueno, mirémoslo por el lado bueno, cariño. No hemos hecho magia delante de unos muggles. El Ministerio no nos sancionará y no saldremos en el periódico. — se alegró Ginny.

— Lamento lo ocurrido. No pensaba que ocurriría eso. — se disculpó Dudley.

— No es culpa tuya. Es normal que te preocupases por él cuando te dijeron que lo ingresaron, al fin y al cabo y nos guste o no, es tu padre. También es normal que quisieras que un familiar te acompañara. Y yo soy tu único familiar vivo a parte de Fiona y los niños. Hemos aprendido que la próxima vez que ingresen a Vernon, no debemos sentir culpabilidad por no visitarlo al hospital. Nos acaba de echar de su vida. — dijo Harry encogiéndose de hombros.

— ¿Qué os parece si vosotros vais a casa de Dudley, yo traigo a los niños y pasamos el día todos juntos? — propuso Ginny.

— Me parece una idea estupenda, cariño.

— A mí también. — dijo Dudley.

Los tres se dirigieron a la salida del hospital.


Seguramente el prompt de Ginny vs Dursley se refería a Ginny contra Vernon, Petunia y Dudley pero no podía dejar de lado mis headcanons sobre lo que fue de los Dursley, todo lo que se dice en este fic. Me gustaría que me dieras vuestra opinión sobre ellos y contadme los que tenéis vosotros.

Sé que JKR dijo que Dudley no tendría hijos magos porque los genes de Vernon son tan muggles que repelen la magia, pero me da igual. Pienso que un hijo de Dudley mago desarrolla mucho la construcción de personaje de Dudley y haría realidad el sueño de Petunia de ir a Hogwarts. Además, Vernon es el Dursley menos importante. Si Petunia se divorcia de él ahora mismo, Vernon deja de ser familiar de Harry.

Vi una imagen de Harry Melling, el actor de Dudley, de adulto y estaba muy delgado. Incluso los directores se plantearon cambiar de actor de Dudley en la última película de Harry Potter de lo mucho que adelgazó. Me alegro que no lo hicieran, soy incapaz de imaginar a Dudley con una cara que no sean la de Melling. Ni siquiera puedo imaginarlo rubio. Me gusta poner headcanons sobre los actores en la vida de sus personajes, por ejemplo, para mí Petunia es zurda como Fiona Shaw (nombre en quien me inspiré para crear la esposa de Dudley), Pomona Sprout es lesbiana (yo la shippeo con Poppy Pomfrey), al igual que Miriam Margolyes. Después de reflexionar mucho sobre si adelgazar o no a Dudley (y de buscar fanarts del personaje siendo adulto, pero todos eran de niño excepto un Pansy x Dudley de la cuenta a.louveunlaced en el que no estaba ni muy delgado ni muy gordo, quizá algo musculado por el boxeo) decidí dar luz verde a mi headcanon. Pero no quería que Dudley adelgazara por salud o por estar guapo porque me parecía gordofobia. Así que decidí que tendría un trastorno de la conducta alimenticia. A raíz de la agresión de Vernon a Petunia y el embarazo de riesgo de Fiona y tener dos hijos pequeños a su cargo, Dudley tuvo que exteriorizar su estrés e impotencia ante la situación mediante el vómito y el boxeo (otra persona podría tener un ataque de ansiedad, por ejemplo). El hecho de no ingerir comida nueva, hizo que su organismo rescatara los nutrientes necesarios de su organismo para poder sobrevivir. Hasta que se desmayó y su esposa le aconsejó ir a un psicólogo. Después de eso, su físico quedó más parecido al de Petunia.

El nombre de Edelweiss, la hija de Dudley, es el nombre de la flor de las nieves, siguiendo la temática de nombres de las hermanas Evans (Petunia y Lily). Además es la flor favorita de Fiona.

Y después de estas notas de autora eternas y preguntaros si os ha gustado, me despido.

Hasta la próxima