Capítulo 2: Broken Dreams

O:o:o:O:o:o:O FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

"Solo... vete..." La muchacha miraba hacia la ventana. Sus ojos enrojecidos de tanto llorar, la tristeza plasmada en su alma... y por sobretodo un corazón destrozado.

"Como quieras" Le respondió su hermano, saliendo de la habitación y cerrando la puerta con fuerza. Ella sintió el golpe en todo su cuerpo. Y tras dejar de mostrarse fría, se desplomó en la cama, rindiéndose al llanto que la amenazaba desde hacía rato. Las lágrimas se derramaron en su rostro, impasibles. Y ella lloró todo el dolor que en aquel momento destrozaba su vida.

No podía creerlo... no podía ser cierto... era una mentira que ella no debía de creer...

Él no podía estar muerto...

O:o:o:O:o:o:O FIN FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

Draco despertó de golpe. Tenía la manía de abrir los ojos en cuanto escuchara algo que perturbara la tranquilidad. Instinto de supervivencia, lo llamaba él. Dirigió su vista a la puerta del cuarto. Descubrió que el ruido extraño que lo había desvelado era nada mas ni nada menos que Salem... su gato...

El animal corrió hasta la cama y de un salto se subió.

"Me diste un buen susto..." Le recriminó Draco, mientras le hacía mimos en la barbilla y el gato negro comenzaba a ronronear de placer. El muchacho volvió a acostarse, pero ya no podía dormir.

El sonido de automóviles en las calles era una buena causa de su insomnio. Intentó cerrar los ojos, pero aunque intentara pensar en otra cosa, siempre terminaba imaginando lo mismo.

A ella.

Salem intentó meterse entre sus brazos cuando se dio cuenta que el rubio había cesado sus caricias, y como respuesta obtuvo unas palmaditas en la cabeza. Resignado, se durmió en un rincón de la cama sin mayor dificultad...

Por suerte, los gatos no son rencorosos...

"Hasta él puede dormir..." Murmuró Draco molesto.

Sin más remedio, siguió preguntándose el porqué estaba en aquella situación. Porqué no estaba con ella... o porqué no estaba muerto...

Se llevó una mano a la cabeza y se movió de modo que ahora miraba al techo.

"Si no fuera por el imbécil de Potter..." Siguió hablando solo. Sin lograr conciliar el sueño, se levantó de la cama. Se asomó a la ventana de su habitación y pudo ver como la nieve se agolpaba en las calles. Los automóviles que vagaban a altas horas de la noche, pasaban veloces por la avenida.

Pero por más que trataba de sacarla de sus pensamientos, allí estaba ella. Como si el solo vivir le recordara su persona. Sonrió al pensar en una cosa. Por mas que los años habían pasado y las personas que la rodeaban habían intentado alejarla de él, ahora ya no existía nadie para impedir su amor.

"No, Ginny... Potter ya no está... ahora te tengo para mi solo..."

O:o:o:O:o:o:O

Ella despertó de un largo sueño. En donde su príncipe azul la rescataba de las tinieblas y le otorgaba la mayor de las felicidades. En donde todo era perfecto. El bien vencía al mal, y nadie salía lastimado.

Y despertó.

La suave brisa que entraba por la ventana abierta la despabiló y ya no pudo volver a dormir. Encontró su bata a los pies de la cama y se envolvió en ella para no sentir el frío que amenazaba con colarse entre sus huesos. Observó su reloj y descubrió que era demasiado temprano como para salir a la calle. Apenas eran las seis de la mañana...

Se dirigió al baño y pensó en tomarse una ducha. Abrió el grifo y dejó que el agua llenara la bañera. Lentamente se desvistió y con la misma lentitud, se metió dentro. El calor del agua la embargó. Sintió que todos sus músculos se relajaban, haciendo que su mente se despabilara un poco.

Y de pronto, su imagen se le vino a la cabeza.

Draco.

Cerró los ojos como tratando de que las cosas se asimilaran solas. Había pasado mucho tiempo buscándolo... ansiando volver a verlo para saber qué era de él. Aún recordaba el momento en que su hermano Ron, minutos antes de morir, le había confesado que Draco estaba vivo... y que su muerte había sido un engaño de Harry para mantenerla con él...

Ginny abrió los ojos bruscamente. El odio que había sentido en aquel instante por Harry había sido tan inmenso como el amor que le profesaba a Draco. Y el dolor de la muerte de su hermano había sido muy parecido al que había sentido al saber de la muerte del ser que más amaba...

Pero eso había quedado en el pasado. Aunque aún sintiera las cicatrices marcadas en su cuerpo por el dolor, la herida ya no le ardía. Tras pasar unos treinta minutos sumergida, salió del agua y se envolvió en la toalla. Se secó el pelo rápidamente y puso la mano en el picaporte de la puerta.

Sin embargo, un ruido extraño la sobresaltó. Intentó no respirar muy fuerte para poder oír mejor lo que ocurría en el otro lado de la puerta.

Nada.

'Que extraño...' pensó, sabiendo que no podía bajar la guardia. Años de batallas le habían enseñado que nunca estás completamente seguro... ni siquiera en tu propia casa...

Sin darse cuenta, sus manos comenzaron a temblarle. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan sola. Y tan desprotegida. Se preguntó a sí misma qué haría en caso de tener que defenderse.

Y no supo qué contestar...

Escuchó pasos y su respiración se agitó aún más. El frío que antes había perdido por la tibieza del baño volvía a atacar su cuerpo desnudo, y sintió un escalofrío en su espalda.

Vió con espanto cómo se movía la perilla de la puerta y no tuvo tiempo de correr hacia algún lugar, porque la figura que de pronto apareció ante ella la dejó perpleja.

Ambos se miraron con detenimiento. El silenció se resquebrajó cuando ella le preguntó:

"¿Qué haces aquí?"

"Tenía que verte de nuevo... temía volver a perderte si no lo hacía..."

Draco avanzó hacia ella, pero Ginny se alejó. Todavía no estaba preparada... aunque deseaba tenerlo como antes, temía que el tiempo realmente hubiera cambiado la relación que antes los unía.

Temía lastimarlo...

"Entiendo que necesites tiempo... pero yo te necesito a ti..." Le dijo él, clavándole aquellos ojos grises que eran capaces de atravesarla como dos puñales en los de ella. Estaba confundida. Y eso la asustaba aún más. No quería perder la poca cordura que le quedaba cediendo ante sus deseos... pero su cuerpo le decía que no podría aguantar mucho. Ya no sentía frío. Ahora un intenso calor inundaba su pecho.

"¿Cómo entraste?" Inquirió en un desesperado intento de cambiar de tema. Él le sonrió vanamente.

"Las cerraduras muggles no son muy difíciles de abrir... y más cuando has pasado gran parte de tu vida irrumpiendo en ellas y asesinando a sus ocupantes..." Respondió con una expresión de frialdad. Ginny esquivó su mirada como pudo y se dio la vuelta. Cada vez que él evocaba su pasado como mortífago se le helaba la sangre.

"Draco... yo no sé..." Balbuceó ella, pero se vio opacada por dos brazos que la rodearon. Su cuerpo tembló ante el roce, y un escalofrío la recorrió entera. Como cuando era apenas una niña en brazos de un mortífago. Como cuando su vida aún no se había oscurecido. Como cuando la inocencia de su alma permanecía intacta...

"No hables..." Le pidió él, mientras la volteaba suavemente y sellaba aquellos labios con un beso. Ella supo que todos esos años de separación no habían significado nada. Él seguía entregándole su alma, como en aquellos tiempos en donde su pasión era prohibida y castigada. Él continuaba amándola por sobre todas las cosas, a pesar de que muchos habían intentado impedirlo.

Sus lenguas se unían al ritmo de sus respiraciones, mientras las manos del rubio recorrían su espalda mojada. Ella se separó un poco y sonriéndole por primera vez en le día, le susurró:

"Te amo... " Él la besó tiernamente y ella se apoyó en su pecho buscando la protección que hacía tanto tiempo ansiaba. Cerró los ojos, como queriendo fijar ese momento en su mente. Como queriendo detener el tiempo, y que nunca más volviera a arrancar. Quería quedarse con él, junto a él, por el resto de su vida...

"También te amo, mi pequeña Weasley..."

O:o:o:O:o:o:O FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O

El mortífago caminaba en círculos nervioso. Demasiado. Su varita en su mano iba de un lado al otro, y él intentaba serenar sus ideas. Tenía que hacerlo. Iba a hacerlo. Pero no podía... ¿Por qué simplemente no podía hacerlo? Observó a la muchacha inconsciente que se hallaba en el suelo, atada ferozmente. Le sangraba el labio inferior, producto del golpe que uno de sus captores le había propinado.

Y de pronto , la chica despertó.

Al principio simplemente observó a su alrededor buscando algo familiar. Pero la oscuridad de la habitación le impedía ver algo. Se retorció en el suelo tratando de liberarse de sus ataduras, pero le fue imposible.

Él se había quedado en una esquina tratando de no ser visto. Sus ojos se posaron en los de ella. Observó el temor que los invadía. Sonrió. Y sin decir ni una palabra, encendió una vela que iluminó vagamente el lugar. Ella tembló al encontrase en su presencia. Una vez más se revolvió intentado liberarse. En vano.

"¿Asustada, Weasley?" Le preguntó aún con la sonrisa de superioridad surcando su rostro, y respirando el temor de la chica que lo miraba aterrada. Sin embargo, él pudo notar un haz de altivez en sus ojos que lo sorprendió.

"Tú no me asustas"

"¿De verdad lo crees?" Volvió a preguntar al mismo tiempo que se le acercaba lentamente. Lo que más le gustaba de sus víctimas era torturar sus mentes. Había aprendido que el dolor no era permanente. Pero las heridas de alma quedan allí grabadas como terribles advertencias.

"No te acerques a mí, Malfoy..." Susurró ella arrastrándose hacia la pared. Sintió la fría piedra pegarse a su espalda y supo que aunque peleara, jamás vencería. Estaba derrotada...

"No pensaba hacerlo... ¿Qué crees que haría yo con alguien como tú?" Exclamó divertido. Soltó una carcajada y ella tembló al oírla. No sabía si sentirse aliviada o insultada.

El rubio se agachó hasta tenerla cerca de sí.

"Mira Weasley... por tu culpa estoy hasta el cuello con mi señor... por lo que me las vas a tener que pagar..."

"Si tú eres un estúpido que no sabe hacer bien las cosas... no veo porqué tengas que meterme a mí..."

Draco cerró los ojos por unos segundos y suspiró como meditando la respuesta. Volvió a abrir sus ojos y se encontró con los de ella. Levantó el puño para golpearla y ella corrió el rostro. Sin embargo, la bofetada nunca llegó.

"Cuando averigüe el porqué maté a uno de los míos para salvarte... voy a cobrarte todo lo que me debes..." Sentenció y acercó su boca a la de ella.

Ginny contuvo la respiración. Si el lugar hubiese estado más iluminado él podría haber apreciado el intenso color de sus mejillas. Draco tuvo el impulso de comenzar su venganza besando aquellos labios... pero supo que eso sería traicionar todas sus convicciones y tras mirarla a los ojos un buen rato, se alejó de ella.

"¿Qué va a pasar conmigo?" Le gritó cuando vio que él abría una puerta.

"Para empezar, puedes tener el honor de ser mi prisionera..."

Y diciendo esto, desapareció...

O:o:o:O:o:o:O FIN FLASHBACK O:o:o:O:o:o:O