CAPITULO 2

EL PASADO OCULTO

Harry no estaba seguro de lo que acababa de oír ¿ esa era la tumba de Sirius? Qué hacía ella allí? No comprendía nada. Salió de su escondite con rapidez y se acercó a la muchacha deprisa, esta se asustó y se volvió a ver quien era. Harry se paró en seco... realmente era hermosísima... su largo cabello plateado adornado por extrañas flores le caía hasta la cintura, no era muy alta pero si delgada... de facciones exóticas y delicadas. Sus ojos color perla bañados de lágrimas le miraron asustados pero luego cambiaron... ahora parecía haberse tranquilizado... incluso parecía haberse alegrado un poco.
- Mira Sirius... Harry ha venido a visitarte- dijo suavemente mientras le miraba con cariño.
Él estaba atónito ¿ la conocía? Iba a preguntarle de que le conocía pero ella, mientras le sonreía, se convirtió en aquel cálido viento suavemente perfumado que antes le había animado, esta vez no fue diferente. Se quedó un momento parado hasta que reaccionó y se acercó a la tumba donde la chica había descargado sus penas.

Sirius Black
5-1-1965 18-6-2003
Devoto amigo... amado padre... querido padrino
Su hijastro luchará por él , sus amigos rezarán por él y su hija llorará por él.

Realmente era la tumba de Sirius... de su padrino; la lápida le nombraba a él, a Harry, diciendo que lucharía, que vengaría su muerte y sin lugar a dudas él lo hará cuando llegue el momento. Cogió otra flor del seto y la depositó junto a la negra rosa de la desconocida mujer. Miró con más detenimiento la lápida.
Dice " amado padre" ¿ Sirius había sido padre? La joven también la había mencionado y había dicho que era su esposa, su mujer... Sirius nunca me había dicho que se había casado Decidió marcharse de allí, pues sus tíos ya llevaban un rato esperándolo. Salió de lugar y todos se montaron en el coche. Llegaron a la hora de comer y en cuanto llegaron se pudieron a ello.
El silencio era terrible en salón comedor, nadie hablaba. Súbitamente tío Vernon, rompió ese silencio.
- Chico... Petunia y yo... bueno nos gustaría saber cómo murieron tus padre... las condiciones y todo lo demás y quien fue... - dijo su tío con esfuerzo.
Harry dejó la cuchara en el plato con la cabeza gacha.
- Realmente... creo que este no es el momento.
Sus tíos no dijeron nada, se limitaron a mirarse.
- Me voy a mi habitación- dijo el chico. Se levantó de la mesa y subió las escaleras hasta su cuarto. Se tumbó en la cama y pensó en Sirius y en sus padres... pensó en la chica fantasma, la mujer de su padrino ¿ Por qué nunca la había hablado de ella?
Quizás era demasiado duro para él... pensó Harry. Pensando se quedó dormido.
Estaba delante de una gran casa abandonada. Las ventanas estaban cegadas, en el jardín crecían las zarzas por doquier, la antes blanca fachada es ahora gris. Avanzó por el camino de tierra y abrió la verja de madera para entrar en el jardín y avanzó hacia la entrada. La puerta estaba abierta y Harry entró. Al chico le parecía todo tan familiar... como si él ya hubiera estado allí hace mucho tiempo. Avanzó por el pasillo, todos los muebles estaban tapados por telas blancas cubiertas de polvo. Subió las escaleras y entró en una habitación. Era muy espaciosa y muy bonita... una cama de dosel blanco y dorado resaltaba en la estancia. Las paredes fueron un día hermosamente empapeladas, pero ahora se caían por el deterioro. Salió de la habitación y salió a la que había junto a esta. Abrió la puerta y entró. Era mucho mas bonita que la anterior, las paredes fueron pintadas de colores del mar simulando el hábitat de las sirenas... había una pequeña camita y los peluches de aspecto suave estaban encima de esta, cubiertos de polvo. Sin duda era la habitación de un bebe... Había una estantería caída y muchas cosas tiradas, Harry avanzó hacía allí... cogió una pequeña pintura polvorienta, en ella se reflejaban a una mujer muy bella de ojos azules y pelo rubio con una mirada penetrante y nariz aguileña. Sonreía al pintor y en sus rodilla estaba sentada una niña de poco más de un año, esta tenía los ojos negros y el pelo del mismo color... sonreía feliz, como si supiera que nada podría quitarle esa felicidad. Harry las conocía pero no sabía de que... de pronto un cálido viento llenó la habitación y...
Harry despertó de aquel extraño sueño... recordaba todo lo que había visto y sabía quien era esa mujer, la del cuadro... era la muchacha del cementerio... la supuesta esposa de Sirius. Decidió no pensar más en ello, le escribiría una carta a Lupin y le preguntaría. Se levantó de la cama con rapidez y cogió un trozo de pergamino. Mojó su pluma en el tintero y comenzó a escribir. Estaba anocheciendo cuando acabó de redactarla. La releyó para asegurarse de que estaba bien:

Querido Remus:

¿ Qué tal?
Te escribo por que quiero saber, principalmente, quien es Elisabeth ( nombrada en la tumba de mis padres) y su paradero para poder hablar con ella.
Por otra parte me gustaría saber si Sirius se casó alguna vez y si tuvo alguna hija... tengo extraños sueños sobre eso y no se que pensar.
Espero que me respondas pronto.

Harry

Si, así está bien pensó Harry. Dobló la carta con cuidado y se la puso en la pata de Hedwig.
- Tienes que llevar esta carta a Remus Lupin ¿ de acuerdo? Es importante... vuela lo mas rápido que puedas- le dijo a la blanca lechuza mientras la conducía al alfelizar de la ventana.
Ella le respondió con una suave mordedura en la mano y echo a volar tan rápido como sus alas se lo permitían.
Harry sabía que Remus no iba a ser muy explícito y que él debería buscar algo por su cuenta... quizás debería ir a casa de sus padres, sabía que estaba derruida pero igual entraba algo. Decidió preguntarle a sus tíos haber si sabían donde vivieron sus ellos y después cogería el autobús noctámbulo e iría hasta allí. Sabía que era arriesgado pero necesitaba saberlo, tenía que averiguar las cosas que no quieren decirle los demás.
Bajó corriendo al salón donde seguramente estarían reunidos sus tíos viendo la televisión, cosa que así era. Harry se sentó en uno de los sillones junto a los muggles.
- ¿ Sabíais dónde vivían mis padres?
Sus tíos se miraron temerosos.
- Si... más o menos.
- Dímelo.
- ¿ A qué vienen esos humos, chico?
- Necesito saberlo... tengo que entender lo que pasa a mi alrededor.
Tía Petunia se fue del salón y volvió poco después con una pequeña caja de madera e indicó a Harry que se acercara.
- Mira Harry... tu madre me envió esto hace muchos años para que te lo diera algún día si les pasaba algo a ellos... yo no tenía intención de dártelo antes, pero ahora si – dijo ella mostrándole una foto de su madre cuando iba a Hogwarts.
Luego sacó una carta arrugada y vieja y se la tendió a Harry.
- Léela- le animó su tía.
El chico desdobló la carta y comenzó a leer:

Querido Harry: 7 de octubre de 1989

Si lees esto lo más probable es que esté muerta... me resulta muy duro escribir al que ahora es un bebé de un año y que está a mi lado pero debo hacerlo...para recordarte unas cuantas cosas:
La primera es que tienes que saber que aunque no estemos ahí tu padre y yo siempre te querremos... no nos olvides ¿vale? Nosotros nunca lo haremos aunque no estemos cerca de ti; también quiero recordarte que todo el oro de nuestra cámara de Gringgots es ahora tuyo, úsalo bien; otra cosa, quiero que bajes al sótano de nuestra casa, la contraseña es Godric Gryffindor y quiero que cojas los pergaminos que allí hay, son de suma importancia, no lo olvides.
Tu padre dice que te diga que su capa invisible es ahora tuya ( por si aún no te la ha dado Albus) y que consigas como puedas el mapa del merodeador, dice que está en el despacho de Filch, que lo uses para lo quieras y que si tienes alguna duda sobre como funciona que le preguntes a Remus o a Sirius, que a Peter no, que el no sabría decirte, este James, siempre haciéndome reír. En mi opinión creo que Sirius nunca superará lo de su mujer y su hija... creo que Sirius no querrá revivir esta época... pobres Lily y Beth... las echaré de menos yo también; tu padrino quería mucho a su familia incluyéndote a ti, Harry... como te reías cuando él jugaba contigo.
Bueno basta de lamentaciones ya sólo me queda despedirme y mandarte besos desde el pasado. Te quiere:

Lilian Evans

P.D: Harry, sin que se entere tu madre te diré una cosa... se malo y machaca a Snivelly cuando le veas ( S. Snape, pelo grasiento) y también a Filch, pero siempre obedece a Albus, Sirius y a Remus ( a Peter no hace falta jeje) y bueno a todos los mienbros de la orden el general. Te apoya:

James Potter ( cornamenta)

Harry volvió a doblar la carta de sus padre y la metió al bolsillo de sus pantalones vaqueros. Sus tíos lo miraban con insistencia.
- Sólo eran mi madre y mi padre diciéndome que tuviera cuidado y bueno... las cosas que dirían unos padres normales- dijo él con tristeza- ¿ me das la caja?
Petunia no puso objeción, se la dio y el muchacho subió escaleras arriba. Abrió la puerta de su habitación y se sentó en su cama. Sacó el viejo contenido de la caja y lo extendió por la cama. Había desde fotos de sus padres hasta pequeños objetos personales de su madre. No había mas cartas pero si pequeños trozos de pergamino escrito; desdobló uno de ellos:

Canuto y Beth
"La arboleda"
Co. Louth (Irlanda)

¿ Sirius vivía en Irlanda con esa tal Beth? Ojalá tuviera polvos plu para ir hasta allí... pero harry no tenía nada de eso o que se le pareciera, siguió mirando las notas, pero la mayoría era hechizos y recetas mágicas que su madre y su padre escribieron.
Abrió la ultima nota y pudo ver otra dirección:

Remus y Dánae
Mauran´s Park
Nº 23 Londres

¡ Esto si que es nuevo! Remus y Dánae... ¿ quién será esa Dánae? ¿ Remus también se casó?
Harry ya tenía dolor de cabeza , decidió guardar todo y dormirse.