CAPITULO 4
LA ARBOLEDA
- ¿ Con la muerte?- preguntó sorprendida y temerosa.
- Sí...
Ninguno de los dos habló durante un rato, sólo unos momentos después Lily habló:
- Harry... supongo que muchas personas ya te lo habrán dicho pero me gustaría decirte que siento mucho lo de tus padres... sé lo que sientes...
El chico la miró sorprendido.
- No creo que realmente sepas lo que es no tener padres...
- Harry Potter, no solo tú eres huérfano- dijo en tono de reproche.
- ¿ Tu...?- preguntó Harry atónito sin poder acabar la frase.
- Sí, yo soy de familia muggle y ellos murieron antes de que tuviera dos años... por lo menos eso me han dicho en el orfanato... he sido adoptada por otros estúpidos muggle muchas veces pero luego me devolvían al orfanato porque decían que yo era extraña... los últimos eran los Calhum y con ese apellido me quede... pero aun así me gustaría haber conocido a mis padres...
Harry lo sintió verdaderamente por ella.
- Y no sabes quiénes fueron tus padres? No sabes su nombre ni nada?
- Nada... no tengo ninguna referencia de ellos y creo que siempre me quedaré con la duda- dijo con tristeza.
- Vaya...lo siento, de verdad...
- No pasa nada... la magia podría arreglarlo y aún sigo buscando un hechizo que me pueda resolver algunas dudas...
- Yo nunca pensé que serías muggle... lo digo por tus orejas... tienen cierto parecido a la de los elfos o las hadas, según las pinturas...porque nunca e visto ninguno en le realidad.
- Ya... a muchas personas les llaman la atención, incluso a mi y por ellos alguna vez me he planteado poder ser hija de magos pero es casi imposible.
- Nada es imposible, créeme- dijo sarcásticamente.
- Supongo... Harry...- dijo sentándose junto al chico- ese Sirius Black... era tu padrino verdad, no me preguntes como lo sé, ni yo lo sé... pero quiero que me lo confirmes.
Harry la miró atónito.
- Si... pero es imposible que lo sepas... como podrías saberlo?
- Ya te he dicho que no lo sé... es como si... lo supiera desde siempre, no se como explicarlo, es extraño.
- Oye Lily¿ cuantos T.I.M.O s sacaste?
- 6 T.I.M.O s... tu?
- 7, las pociones y la historia de la magia es lo que peor que se me dan...
- Vaya a mi historia se me da bastante bien, si quieres este curso te ayudo; yo tengo un poco atravesada la astrología y la defensa contra las artes oscuras... con la ultima profesora... la Umbridge esa ¡ Qué mal me caía!
- Dímelo a mi... bueno si tu me ayudas en historia yo te ayudo en astrología y en defensa, vale?
- ¿ En serio?
- Claro... ¿ quieres?
- Me encantaría- dijo ella entusiasmada- pero tu tienes entrenamientos de quidditch y no tendrás tiempo para nada.
Harry sintió ganas de decirle que la ayudaría aunque tuviera que dejar el quidditch
"Pero en que piensas? No darías nada por el qudditch"
- No te preocupes seguro que sacaré tiempo... tu juegas al quidditch?
- Nunca he jugado pero creo que este curso me presentaré para guardiana, dice Ron que el va a renunciar, que todo es demasiado para él.
- Ron va a dejar el puesto?- preguntó extrañado.
- Sí, eso me dijo- dijo encogiéndose de hombros.
- Bueno pues ya veremos como lo haces...
- Creo que me voy a mi habitación a dormir unas horas más... hasta mañana Harry- dijo levantándose de la cama mientras su ondeante camisón de raso blanco dejaba al descubierto sus piernas. Harry se puso rojo al pensar algo que no debía.
- Adiós Lily.
Los siguientes cinco días fueron geniales, se pasaba el día junto a Lily quien era una de las personas más simpáticas que Harry hubiera conocido y a veces, cuando sus manos se rozaban, sentía como su estómago se comprimía intentando que no saliera algún sentimiento que estaba creciendo ahí entro... algo que nunca le había pasado, ni siquiera con Cho. El último día decidió ir al cementerio a hacer la ultima visita a sus padres y a su padrino y propuso a Lily que fuera con él, la cual aceptó encantada.
Usando los polvos flu llegaron hasta la vacía capilla de que había en le antiguo cementerio y ambos salieron al exterior. El muchacho miró a Lily, llevaba una larga falda negra y un top negro y naranja ( hacía mucho frío ese día) y por encima una capa larga, negra con capucha, la cual le cubría la cabeza, sus sedosos cabellos le caían sobre los hombros y sus endrinos ojos parecían tristes.
- Lily ¿ estás bien?
- Sí, no te preocupes, solo que pienso que podría estar pasando cerca de mis padres y nunca lo sabría.
Harry se cayó y ambos siguieron caminado silenciosamente, hasta que llegaron a el rincón donde los tres amigas estaban enterrados. Elisabeth no estaba aquella vez pero no le importó, estaba más pendiente de Lily. Miró a la tumba de sus padres y dejó una rosa roja en cada una y otra en la de Sirius. Para la sorpresa de Harry, Lily se puso a hablar sola.
- Hola señores Potter, soy Lilian, amiga de su hijo... y creo que debería felicitaros por el magnífico hijo que tenéis... supongo que estaréis muy orgullosos de él- la chica se paró y miró a Harry sonriendo luego continuó- me gustaría decir que si podéis... saludéis a mis padres y decirles que les echo de menos y- dijo mientras comenzaba a sollozar- que me gustaría que estuviesen ahora conmigo y que me apoyaran porque... aunque no todo el mundo se de cuenta... los que no os tenemos cerca no lo pasamos bastante bien y...
Lily no pudo continuar y empezó a llorar amargamente, Harry se acercó a ella y la abrazó con ternura, ella por su parte rodeó el cuello del chico con fuerza. Estuvieron un rato así hasta que Lily se separó y le sonrió tímidamente.
- Lo siento... no pretendía...
- No importa... creo que será mejor que nos vayamos, antes de volver a Londres quiero hacer una parada en Irlanda.
- ¿ Irlanda?- preguntó extrañada.
- Sí... a la "arboleda"
- " La arboleda"- susurró Lily- está bien...
Ambos chicos fueron hasta la pequeña capilla y se acercaron al fuego que allí había y utilizaron los polvos flu uno después del otro para viajar a su siguiente destino. Primero entró Harry y dijo a la arboleda, Irlanda y en gran fuego verde se lo tragó, mientras desaparecía de la chimenea. Luego llegó el turno la Lily que hizo lo mismo. La chica apareció en un salón oscuro, sólo un poco de luz se colaba por las cegadas ventanas. Se levantó del suelo y buscó a Harry con la mirada pero no estaba allí...
- Ha- Harry...?- preguntó ella temerosa, esa casa le resultaba extrañamente familiar, pero no le gustaba, había algo allí, como una maldición... lo sentía.
- Lily... ven, no hagas ruido- dijo la voz de Harry mientras la agarraba de la mano y la sacaba de la oscura salita y la conducía al hall.
- Tienes que estar callada... no se que podremos encontrarnos aquí.
- Pero ¿ que hacemos aquí?- preguntó Lily.
- Resolver dudas.
Harry empezó a recorrer el pasillo mientras Lily le seguía aún agarrada de su mano. Subieron las escaleras cubiertas de polvo mientras crujían horriblemente. Llegaron a el piso superior y el chico entró a la habitación de la derecha... abrió la puerta y vio aquella habitación... la habitación donde ya dos veces antes había entrado. Lily por su parte sintió escalofríos al entrar en ese cuarto tan hermosamente adornado y decorado... allí había pasado algo, ella lo sabía, la cabeza le dolía terriblemente y borrosas imágenes se le cruzaban por la mente pero no podía distinguirlas y cuando no pudo más soltó involuntariamente la mano de Harry y se desmayó. El chico se dio la vuelta y se arrodilló para intentar reanimarla... pero era inútil. La cogió en sus brazos y bajó las escaleras despacio y entro de nuevo en la salita. Echo polvos flu de nuevo y entró en la chimenea junto a ella.
- Al caldero chorreante- gritó.
Al de pocos segundos ya estaba allí y con ayuda de Tom ( el tabernero) la llevó a su habitación. Se sentó en una silla y espero a que despertara. Pero hasta el día siguiente no lo hizo y Harry se quedó dormido junto a ella. Cuando Lily despertó y le vio allí no pudo menos que sonreír... nuca se hubiera imaginado esto, que el gran Harry Potter estuviera preocupado por ella de tal manera que se hubiera quedado durmiendo en su habitación...
"No digas tonterías Lily, él nunca será para ti, además a ti te gusta otra persona... a ti te gusta Kevin... él no, él no... además no serás correspondida" pensó ella.
