Lincy y Alice estaban en la sala común acabando sus deberes de historia de la magia. La redacción se les hacia insoportable, así que decidieron dejarla un rato.
- No puedo más, como esto siga siendo así, dimito. – dijo Alice.
- ¿De que vas a dimitir? ¿De estudiar? Tus padres te matarían, ya lo sabes.
- Oye, que te parece si vajamos a las cocinas a comer algo?
- Des de cuando sabes entrar a las cocinas? – preguntó Lincy extrañada.
- Des de que Remus nos enseñó. Los tres fantásticos y él siempre bajan. – respondió la morena. - Oh, mira que tengo: es una foto de Mark Diggory, el cazador de los tornados, ¿¿no es genial?
Lincy lo miró asombrada:
- Es tan guapo y atletico! Y tan fuerte, y sus ojos negros son fantasticos!
- ¿Guapo y atletico? – dijo una voz detrás suyo. - ¿No hablareis de mi?
Las dos amigas se giraron. Black estaba con la que él consideraba su mejor sonrisa, mirando a la castaña embelesado.
- Quando hablemos de ti, - corrigió Alice. – nos referiremos a algo egocentrico, creído y de nariz deforme.
El moreno la miró como si estuviera loca.
- Bueno, da igual, tampoco quería hablar con tigo.
- Menos mal. – respondió Alice
- Lincy – la llamó el chico. – Juegas al quidditch? – ella asintió sonriendo. – La semana que viene, el dia 2, hacemos las pruebas para el nuevo cazador, ¿Te apeteceria probarlo? Seguro que lo harías muy bien.
Ella lo miró.
- Bueno, probar-lo no estaria mal. Aunque no creo que me escojaís,no soy demasiado buena.
- Falsa modestía. – sonrió él.- Nos vemos en clase.
Las dos amigas lo observaron ir-se.
- Es tan… - empezó Lincy.
- … Creído, egocentrico, arrogante? – la ayudó Alice.
La castaña se rió.
…….
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Lincy estaba preparando un trabajo de cuidado de criaturas magicas con su pareja (no elegida por ella), James Potter. A ella no le desagradaba el muchaco. Era listo, muy listo, y siempre se reían juntos; aunque ella hubiera preferido ir con una de sus amigas, o con Remus o Severus, con los que tenía más confianza.
- A ver, - dijo Potter. – aquí està: Kilpie. Clasificación, peligroso, requiere mano de un brujo adulto cualificado.
- Es un monstruo aquàtico. – continuo leyendo Lincy. – Originario de irlanda i Inglaterra, puede adoptar diversas formas, aunque normalmente aparece en forma de caballo… Aquí nos podemos morir. ¿Qué prefieres, presentación oral o escrita?¿Potter?¿James, me estas escuchando?
El muchacho estaba mirando a otra pareja: Lily y Remus. Sus ojos desprendían chispas: estaba celoso.
- Oye. – james la miró, saliendo de su embalsamamiento. – Ya sé que lily es mucho más guapa e interesante que yo, así que cuando acabemos vas i le dices que te gusta, pero ahora acabemos antes de que empiezen las pruebas de quidditch, que tú eres el capitán, y yo me quiero presentar, ¿¿vale?
- Sí.. ¡oye! ¡A mi Evans no me gusta! – exclamó James ruborizándose.
- Ya, por eso te pasas el día mirandola.
Acabaron el trabajo y se encaminaron al campo de quidditch, después de despedirse de Remus y Lily. Lincy se puso con los otros candidatos a cazadores. James les explicó en que consistirían las pruebas. Sirius la miraba mucho, y ella no lo miraba; bueno, solo un par o tres de veces, y de reojo.
Las pruebas empezaron, y Lincy tuvo la sensación de que no lo estaba haciendo del todo mal. Al fin acabaron, y James les dijo que mañana les dirian quien se quedaba con el puesto.
Lincy recogió su mochila y se encaminó hacia la sala común, y Sirius la siguió.
- Los has hecho muy bien.
- Gracias. – la chica notó como se ruborizaba.
Caminaron un rato en silencio, hasta que llegaron a la sala común, que estaba desierta: todo el mundo estaba cenando.
Ella se encaminó hacia su dormitorio, però Sirius la cogió del brazo, la atrajo hacia si, y la besó. Lincy sintió el contacto de sus labios contra los de él, y le entró un escalofrio. Sus manos rodearon el cuello de Sirius, y él le rodeó la espalda. Sus bocas se movían a la perfección, y el podía oír su respiración. Lincy abrió los ojos y se dio cuenta de lo que estaba piando, y enseguida se apartó, y corrió hacia su habitación: no quería ser un trofeo más en la memoria de Sirius, ella lo quería, pero sabía que para él solo era un juego, un juego de niños.
……….
Mientras tanto, James estaba buscando a Lily. Quería aclarar las cosas. Quería hacerle sabes que él no la había olvidado, que no había olvidado lo que sintió el año pasado. Ella se distanció y lo olvidó, pero él no podía, la amaba demasiado.
La encontró en la escalera que subía a la torre de adivinación. Estaba sentada en la ventana, y su pelo brillaba con la luz de la luna.
- Lily…
Ella se giró.
- Ah, eres tú. ¿Qué quieres?
Él se lo pensó mucho antes de responder.
- Te quiero a ti. – ella lo miró extrañada, se levantó y se le acercó. – No puedo olvidarte aunque te prometí que lo haría, me importas demasiado, te quiero. Quiero volver a rozar tus labios, quiero tocar tu cuerpo, sentir tu risa. ¿No lo podemos volver a intentar?
- James… lo siento, pero yo ya no siento nada por ti.
La chica se dirigió al pasillo, però él la llamó.
- Lily. – la pelirroja se giró. – No me quedaré aquí. Te quiero, y aré lo que sea para conseguirte.
