Yey, volvemos a vernos. Esta vez he tardado algo más en actualizar...pero es lo que tiene el fin de semana (ke a una se le va mucho la azotea ;-P )Nos leemos más abajo!
YaS ()
#05# Huye
Mi estómago seguía haciéndome pasar atrocidades. Incluso el conocidísimo olor despreciable de las alcantarillas me revolvió el cuerpo entero…..encontrarme mal sólo era una simple expresión con lo que estaba pasando.
Todo se me mezclaba: el malestar, el hecho de que me persiguieran una horda de zombies para descuartizarme, el poseer a una diablesa que a la que me daba la espalda maquinaba cómo matarme y el hecho de tener que encontrar a esa chica antes de que llegase el día marcado….por dios…una faena indescomunable….y yo que apenas hacía un par de semanas me comía la cabeza por las discusiones con Leo.
Ahora eso me sonaba a algo tan trivial…….las cosas no iban bien, ni para mí ni para nadie que me rodease….pocas veces en mi vida me había sentido tan preocupado y tan estresado sobre algún problema.
Alcancé la guarida a pasos lentos…mis pies me pesaban una tonelada cada uno, la resaca ya había aparecido y mi estómago seguía sin sentarse correctamente. Necesitaba dormir un buen trecho. Unas horas, un día entero…tal vez fuera la solución. Dormirme y sudar de todo. Así cuándo me despertase yo ya estaría muerto y Mink habría desaparecido de mi vida.
Morir o luchar….nunca me había costado tanto decidirme por algo así. Todo se veía tan complicado:
.- ¿Dónde te habías metido? – Leonardo fue el primero en darme los buenos días…que agradable. Su mirada ceñuda continuaba taladrándome a cabeza. No le contesté, pasé por su lado cómo una alma en pena, completamente destrozado y hecho polvo – Casey ha llamado muy preocupado. Aseguraba que te habías vuelto loco.
Lo miré de reojo. ¿de verdad se había tomado en serio las palabras de ese descerebrado? Sí Casey apenas sabía lo que decía:
.- Sólo…tuve que salir a tomar el aire de una manera muy apresurada…
.- Has estado bebiendo otra vez ¿verdad? – una mueca de asco y cansancio adornó mi rostro mientas intentaba sacar una débil sonrisa con la que provocar a Leonardo.
Me continuó observando mientras yo saltaba al piso superior para tumbarme en la cama y morirme en paz de una vez. Me topé con Mickie que salía de su habitación:
.- ¡Oh¿Dónde está Mink¿No iba contigo? – arqueé ambas cejas y inconscientemente eché una mirada a mis espaldas….joder…..me froté la frente con algo de preocupación:
.- Mierda……
.- ¿Qué? – preguntó Mickie sorprendido.
.- Nada nada….volverá enseguida – la muy puta había logrado escabullirse. Ya no sabía ni cómo enfrentarme a mis propios hermanos con esa mentira acuestas. La verdad es que me moría de ganas de contarlo todo : "no es nuestra prima, se tata de una diablesa que se me ha pegado al culo por equivocación y ahora pago por curioso y gilipollas"
Michelanggelo me continuó mirando mientras me metía en mi habitación:
.- ¿estás bien Raph?
.- estaría mejor muerto
.- Déjale. Sólo está resacoso – Leo estaba dispuesto a hacerme la vida imposible hasta el último minuto. Sólo gruñí en respuesta deseando una vez más poder estrangularlo.
Me sentía demasiado cansado cómo para ofrecer algún tipo de resistencia hacia él.
Me desplomé en la cama. Ni siquiera pensé en encontrar una buena posición. Tal y cómo caí, así me quedé.
Notaba como mis músculos sobre utilizados empezaban a destensionarse por primera vez en mucho tiempo. Las cosas parecían más bonitas cuándo empezabas a dormirte y, en aquellos instantes, ya podían darle por culo a todo. A Mink, a los caballeros de las tinieblas y a Leonardo.
A todo.
Saltó encima de unos contenedores quedándose a cuclillas. En tan sólo fruncir el ceño recuperó su imagen verdadera y permaneció allí, atenta, escrutando la oscuridad con aquellos ojos amarillos capaces de detectar cualquier movimiento.
Unos pasos resonaron por el fondo del callejón. Caminaban con tranquilidad hacia la luz dirigiéndose lo más cerca razonable del contenedor en dónde se encontraba Mink, que no perdía la vista ni un momento de la silueta:
.- Cuánto tiempo – la demonio se rió ante ese comentario.
.- Ni que lo digas, empezaba a echarte de menos – soltó irónicamente sentándose de un bote en el borde del contenedor.
Sou empezó a materializarse des de la sombra bajo el débil foco que alumbraba el principio del callejón. Su pelo seguía suelto sobre sus hombros, negro y liso, brillaba con la escasa luz, y sus ojos parecían cerrarse aún más de lo que sus facciones los cerraban de por sí a causa de la rabia y el odio que desprendía por todos sus poros. Pero aún y así se controlaba apretando con fuerza los puños.
Uno de ellos empezó a sangrar por haberse clavado las uñas a causa de la presión. Mink la miró divertida con una sonrisa vacilante:
.- Creí que ya no estarías por los alrededores.
.- y yo creí que no vendrías a buscarme.
.- No te confundas Sou, sólo te olí y me acerqué para saber que es lo que buscas aún por estos lares….vuelve a casa antes de que te mate. – Sou soltó una carcajada cínica mientras sacudía su mano a un lado salpicando toda la pared de motitas de sangre:
.- Ya no te interesa hacerlo.
.- Pero sabes que me gusta la sangre, tal vez lo haga para reírme de ti al verte agonizar – Mink le sonrió provocándola. La chica china no tenía oportunidad alguna de sobrevivir si la diablesa la atacaba, pero ahora eso no era lo que más le preocupaba. Prefería morir a deshonrar su familia de aquella manera:
.- No me voy a dar por vencida Mink.
.- Estás fuera, acéptalo – Sou negó con consistencia con la cabeza para luego señalarse la sien:
.- Todo está aquí. El cómo, el cuándo, el porqué y sobretodo el dónde. No me rendiré tan fácilmente, todavía tengo una oportunidad – Mink la miró con algo de asombro por la insistencia de la muchacha:
.- Van a matarte y lo sabes….no pintarás nada allí.
.- Él tampoco lo pinta. – Sou se encaminó acercándose más al contenedor des de dónde Mink seguía todos sus movimientos mientras jugueteaba con sus garras- Jesuis ya sabe dónde andáis. No duraréis ni dos segundos. Mucha gente te quiere muerta Mink….y lo sabes. – la diablesa se rió a carcajadas dejando que sus blancos colmillos brillasen bajo la luz de la farola:
.- Por favor, algo de seriedad.
.- Ríete si quieres, pero Zardath te la tiene jugada. No se detendrá hasta matarte, ni siquiera Jesuis le detendría….- Sou se cruzó por delante del contenedor y siguió caminando dándole la espalda a la diablesa que había congelado su rostro en una indescriptible mueca de seriedad. Se giró antes de cruzar la esquina entrando a la calle principal que se encontraba vacías a esas horas - …de verdad te lo mereces. Rezo por que sea él el que te destaje de una vez por todas.
La rabia se apoderó de Mink que, de un movimiento veloz, acorraló a la chica contra la pared mientras sus ojos brillaron en una luz amarilla y enseñaba los dientes gruñiéndola. Le agarró el cuello con fuerza en un ademán de ahogarla.
Aún y así, Sou la sonreía.
Mink pareció perder fuerzas por unos momentos y la soltó quedándose cabizbaja apoyada eN la pared mientras Sou continuaba su camino dándole la espalda:
.- Desgraciada. Ya no puedes hacer nada por él
.- ¡Lárgate!
.- Volveremos a vernos – la china continuó su camino por la calle completamente vacía. Mink la miraba de reojo respirando con dificultad. Antes de girar una nueva esquina, Sou volvió a girarse – no va a conseguir el hechizo. Dile esto de mi parte.
.- ¡Lárgate!
.- Me voy
.- Piénsalo bien hijo mío, puede que no sea la mejor solución sólo por ser la más sencilla – agaché la mirada no soportando el aguantar los ojos entristecidos del maestro que me observaban esperando poder arrancarme algo de racionalidad y que cumpliera su deseo de quedarme con ellos.
Negué con la cabeza.
.- Yo me he metido en esto maestro, y yo me sacaré de ello – me levanté del suelo en dónde me había sentado con las piernas cruzadas y empecé a dirigirme a la puerta - ….las cosas se ponen muy feas, y se que el cuarto no parará hasta matarme…..no creo que por entonces tengáis que estar rodeándome…..:
.- ¿eso es lo que quieres Raphael?…..¿quieres morir solo? – lo observé largamente intentando encontrar algo de rabia en ese comentario, pero apenas logré captar una pizca de ironía entristecida que deseaba hacerme entrar en razón.
Negué otra vez con la cabeza aún dándole la espalda:
.- No moriré….al menos no todavía…..si no consigo el hechizo….pelearé – Splinter golpeó el suelo con las palmas de sus anos algo desesperado por no conseguir que le hiciera caso:
.- ¿Pelearás?….y en caso de que vencieras….¿pretendes hacerte cargo del inframundo Raphael¿Crees que lograrás llevar a cabo una faena así?……- sensei no quiso escuchar respuesta a sus propias preguntas, por lo tanto, yo no se las dí. De todas formas tampoco hubiera sabido qué contestar….¿cómo iba a saberlo?….ni siquiera yo tenía claro lo que en realidad quería hacer…..una cosa era segura, debía desaparecer de allí cuánto antes, al menos todo el tiempo que durase esta locura. Mis hermanos no iban a pelear mis batallas y, si me quedaba, se verían obligados a ello.
.- …Raphael…- me giré. Pues estaba a punto de marcharme por la puerta por o alargar más este momento – no sé cuánto tiempo voy a poder aguantar esta enorme mentira sobre Mink a tus hermanos…..pero de antemano ya te advierto que, si la cosa se descubre o, si por otro lado, te encuentras en apuros….no esperes que yo los retenga.
.- Pues tal vez debería.
.- No. Tu serías el primero en desobedecer alguna de mis órdenes con tal de ayudar a cualquiera de tus hermanos….así que no esperes un trato distinto por su parte. No los podré detener – me quedé ahí. Plantado en la puerta dándole la espalda al maestro….¿para qué tanto rollo?….si yo precisamente me iba para no ponerlos en peligro y luego ellos me seguirán hasta la muerte si es necesario con tal de ayudarme….bueno, es lógico…sí, yo también lo haría….
Entreabrí la puerta de la habitación de Splinter indicándole que ya me iba:
.- Pues si las cosas van a ser así……primero van a tener que encontrarme.
.- Sabes que lo harán…..- odio cuándo tiene razón, y siempre la tiene. Huir era mi mejor opción, pero si algún día mis hermanos se percataban de lo que estaba ocurriendo me encontrarían….siempre lo hacen….pues bien, no iba a ponerles las cosas fáciles.
Antes de salir el maestro volvió a hablarme:
.- …..¿cuándo?……
.- Esta noche – escuché como sensei respiraba profundo en forma de suspiro sabiendo que a partir de esta noche, iba a desaparecer de sus vidas hasta que las cosas no se calmasen.
Tardó en contestarme y lo izo cuándo ya estaba cerrando la puerta:
.- …ten cuidado hijo mío….. – otra vez no le volví a contestar
Todo aquello me estaba resultando más amargo de lo común. En numerosas ocasiones había deseado desaparecer de allí, poder hacer mi vida alejado de todo lo que suele rodearme siempre, sobretodo solía pensarlo cuándo me discutía con Leo y éste conseguía ponerme en contra a los otros dos…….diablos, no pensé que el momento de independizarme iba a ser tan difícil…….podría decir que…en pocos minutos, había pasado de ser un maldito adolescente a ser un aburrido adulto que marchaba para buscarse la vida. Y en mi caso, más bien era para salvaguardar mi vida….o tal vez para perderla….vete tú a saber. Ahora eso no me importaba lo más mínimo, solo deseaba desaparecer.
Sumido en mis pensamientos no me percaté de que alguien me agarraba fuerte del brazo cuándo salí de a habitación del maestro.
Me giré algo asustado descubriendo a Donatello apoyado en la pared justo en la esquina. Me observaba frunciendo el ceño con una seriedad poco habitual en él.
Por unos segundos deseé que la tierra me tragase, de seguro que llevaba ahí un buen rato:
.- ¿Des de cuándo llevas ahí?
.- Des de lo de "me voy" – no me contestó nada más, con solo eso me daba a suponer que se había enterado de todo y, a juzgar por su rostro, la cosa no le parecía muy adecuada…..genial, yo intentando huir a escondidas y me habían cogido antes de marcharme.
Don me asió con fuerza del brazo y me empujó contra la pared en un intento de no dejarme huir:
.- ¿Qué esta pasando Raph¿Dónde te vas y porqué? – negué con la cabeza.
.- Aunque quisiera no podría contártelo. Ni siquiera yo lo entiendo muy bien.
.- ¿Quién te quiere muerto? – Don me taladraba con la mirada. Por unos momentos me recordó a Leo, supongo que había heredado algo de él….la manera tan nítida de interrogar a sus hermanos - ¡Contéstame!
.- ¡Sht! – mi hermano empezaba a desesperarse hasta el punto de no comprender nada de nada y lo mandé callar temiendo que llamase la atención del resto.
.- Oye Donny, no ocurre nada ¿vale?. Bueno, al menos nada de lo que yo no pueda salirme con facilidad. – lo agarré por los hombros – te prometo que estaré de vuelta en poco tiempo. Ni siquiera sabréis que he marchado….¿entiendes?
.- Pretendes que no les diga nada al resto ¿verdad?
.- Veo que si que me entiendes – Don apartó su mirada ceñuda perdiéndola en algún punto recóndito detrás de mi caparazón.
.- quiero que me lo cuentes todo…..¡todo!…. qué está pasando, quién es Mink y porqué siempre que sales vuelves herido. Todo……..siempre te empeñas en escondernos tus problemas.
.- Porque son míos y no vuestros por eso – suspiré intentando calmarme de puros nervios – Don…..mira, no me ocurrirá nada. Ahora mismo no puedo contártelo, pero cuándo vuelva lo haré. Todo estará bien……..no les digas nada al resto….¿ok? – no acabó de contestarme, pues volvió a girarme la vista con enfado. Lo conozco y sé que nunca traicionaría a uno de sus hermanos, así que confié en que no diría nada sobre el tema….pero también me ponía las escamas de punta pensar en qué sería capaz de hacer Donatello con tal de tenerme vigilado. Me resultaba extraño que no hubiera insistido en el tema….a saber que se traía entre manos.
Se dio media vuelta sin protestar y apenas mirándome a la cara….su cerebro maquinaba algo y me daba miedo. Tendría que ser lo más cauteloso posible al salir de la guarida.
Seguía en el mismo callejón, sentada en una de las esquinas de las zonas más oscuras. A sus narices, a pocos metros, la gente paseaba sin cesar por la calle principal sin siquiera mirar a la callezuela.
Se agarraba las rodillas con los brazos y escondía su rostro en ellos. Levantó la mirada unos centímetros haciendo que sus ojos brillasen en la oscuridad del callejón. Miraba la gente pasar, metida de lleno en sus ajetreadas vidas, tranquilos, felices…..apenas se imaginaban lo que ocurría a sus espaldas.
Habían visto las calles teñidas de sangre, y no lo imaginaban.
Últimamente olían demasiado a muerto por las noches, y tampoco se paraban a pensarlo.
¿Cómo los humanos pueden haber evolucionado tanto y no percatarse de las verdades que se les presenta? Muy fácil. No les interesa. Simplemente no quieren saberlo, son felices tal y como son y se niegan a imaginarse cosa que les aleje de su monotonía.
Mink recostó la cabeza hacia la pared a sus espaldas, tragando una inmensa bocanada de aire.
Estaba cerca, lo notaba y eso la ponía más nerviosa aún……:
.- ¿Qué pretendes? …vuelves a las andadas de nuevo…..- una voz en su cabeza empezó a reírse con desprecio – Zardath, basta.
.- Te sigo oliendo….huelo tu miedo Mink….es lo que más me atrae – la chica volvió a esconder su rostro en sus brazos mientras ahogaba un rugido de rabia – no vas a poder huir, sé lo que piensas y sé dónde quieres ir…..vas a morir de todas formas, el miedo sólo me excita más.
.- Pues ven a por mi desgraciado – esa voz volvió a reírse con insistencia a la vez que Mink se incorporaba husmeando a su alrededor.
Se preparaba para buscarle, sería ella la que lo mataría, y tenía pensado hacerlo con lentitud.
La voz continuaba riéndose provocándole un grave dolor de cabeza que la chica intentó disipar agarrándose con fuerza las sienes. Pero continuaba ahí, taladrante, ronca y amenazadora.
.- Mink……..- apretaba los dientes con fuerza deseando cortar el contacto pero no lograba sacárselo de encima- ….Mink….
.- ¡Qué! – gritó con fuerza desesperadamente.
.- Mira a tus espaldas – la sangre de la demonio se congeló por unos instantes antes de darse la vuelta enseñando los colmillos y las garras.
No hay cosa en el mundo que odie más que el pasar desapercibido y menos, cuando se trata de huir intentando que mis hermanos no se percaten de ello. Intentas no hacer ruido, caminar de puntillas, controlar tu respiración, pues sabes que al mínimo estruendo Leo bajará y me colocará la katana en el cuello tomándome por algún tipo de intruso.
Resulta incómodo, es cierto, y mucho más cuándo llevas una maldita mochila. Joder, no estoy acostumbrado a llevarla, suele ser Don, pero aquella vez él no estaría conmigo para poder guardarme las cosas.
Me deslicé con rapidez por el piso inferior hasta alcanzar la puerta de entrada. Una vez allí, pensé que si la traspasaba cómo si nada, la alarma que Donny colocaba por las noches saltarían despertando al resto, así que me encaminé hacia otra de las salidas secundarias que sólo nosotros y April solíamos usar.
Agarré la trampilla con las manos cuándo un débil silbido llamó mi atención. Me giré pálido, creyendo encontrar a Leonardo a mis espaldas, pero en ves de él, Don ocupaba su lugar apoyado contra el marco de la puerta principal.
Me indicó con un gesto con la mano que me acercase, le obedecí a regañadientes pensando que el muy espavilado sabía que iba a marcharme aquella noche:
.- Mierda Don, me asustaste – le susurré
.- ¿Ya te marchas? – asentí con la cabeza mientras sostenía con fuerza la mochila por ambas asas. Don agachó su mirada antes de entregarme uno de los comunicadores.
.- Llévatelo- miré el aparato para luego mirarlo a él mientras esbozaba una sonrisa maliciosa:
.- ¿Me tomas por tonto?- le dije. Él pareció no sorprenderse y entornó los ojos:
.- Le quité el detector, si es lo que te preocupa….mira – encendió su receptor en mis narices demostrándome que en la pantalla, únicamente parpadeaban tres puntos relativamente juntos.
Vaya, juzgué mal a Donatello creyendo que iba a jugármela para tenerme controlado.
Agarré de una volada el comunicador de su mano, pero él lo apartó siendo aún más rápido:
.- Sólo quiero que me prometas una cosa, Raph – lo miré abriendo los ojos como platos….¿una promesa?…vaya, hacía mucho tiempo que ninguno de mis hermanos me hacía jurar por nada...- si estás en apuros.…..promete que llamarás – Don vio mi reacción e intentó suavizar las cosas – pero sólo si las cosas se ven realmente feas….¿ok? – suspiré con contundencia sin dejar de mirarle a los ojos. Entonces agarré el comunicador metiéndolo en la mochila:
.- Está bien….sólo si tu prometes no decir nada al resto de todo esto. – Don asintió.
.- Pero no se que demonios quieres que les diga…..se levantarán y ni tú ni Mink vais a estar….
.- Pues dí que me he fugado con ella, yo que sé. ¡imaginación, hermano, es lo único que te falta – me dió una palmada en la espalda a la vez que me marché por la puerta grande suponiendo que Don había desactivado la alarma. Me despedí meciendo con vagancia mi mano a mis espaldas sin girarme hacia él.
No quería verle la cara…..sé que no me volteé por eso. El dolor punzante que sentía en aquellos instantes, cada vez que daba un paso más, cada vez que me sumía más en la oscuridad de las alcantarillas al alejarme de la puerta de la guarida en la que sabía que Don esperaba a perderme por completo antes de entrar de nuevo. Dolía….¡Diablos si dolía!……
La chica permaneció sentada en la enorme butaca de aquél enorme camión. Pálida, con la mirada perdida en algún punto del salpicadero y sin apenas moverse. A su lado, un niño pequeño la observaba mientras se ajustaba el cinturón.
Fijó la mirada fríamente en ella, repasándola milímetro a milímetro, esperando alguna respuesta por parte del cuerpo de su compañera.
Lucía unas facciones demasiado adultas para tratarse de un chaval.
De golpe, el cuerpo de la mujer se convulsionó violentamente haciendo temblar el camión entero volviendo de su estado de trance:
.- ¿Tienes algo, madre? – el cuerpo de la mujer entreabrió aún más los ojos y agarró una fuerte bocanada de aire volviendo a la vida mientras se agarraba con fuerza al volante del vehículo. Tras quedarse respirando con dificultad y algo aturdida, se miró la palma de la mano derecha:
.- …Sí….se mueve….están atacando……
.- ¿…y……..el séptimo…?- la voz del chaval sonaba pausada, tranquila y relajada. Dulce por completo con algún punto de estridencia al final de la frase.
La mujer giró su cara con una elasticidad sobrehumana hasta el punto que su propio cuello, por querer encararse demasiado a la derecha, acabó cediendo en un sonoro "clack" que había descolocado por completo las vértebras. La mujer dibujó una diabólica sonrisa en la cara mientras una lágrima bajaba por su rostro:
.- Se acerca a ellos…..y a gran velocidad……
La noche estaba siendo más fresca de lo normal por aquella época. Tal vez por el aire frío que ya envolvía la zona de por sí, o tal vez por viajar encima de la lona de uno de los camiones.
Sí, resulta extraño, pero es un medio de transporte muy útil para desplazarse por la ciudad con velocidad.
No sabía dónde me dirigía….tampoco quería saberlo, pues no podía evitar dejar de pensar que, a parte de no saber dónde dirigirme para encontrar a Sou, me reconcomía por dentro el saber qué me dirigiera dónde me dirigiera, en realidad era porqué es allí dónde tenía que estar.
Mi maldito destino me arrastraba hasta el conocido punto de reunión que estallaría por los aires en un par o tres de días. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo en tan solo pensar en una cosa tan grotesca cómo el no poder huir a ninguna parte, ya que tarde o temprano acabaría en el mismo lugar.
Así pues, me dejé llevar por el conductor. Él sabría dónde tenía que llevarme y cuándo, menos faena para mi y para mi cerebro, al fin y al cabo, él también formaba parte del destino ¿no?
Girando una de las esquinas con algo de brusquedad, me percaté de una espesa columna de humo que sobresalía entre los edificios de el final de una calle con a que nos cruzamos.
Fruncí el ceño….que raro, algo me decía que, por alguna extraña razón, Mink se había metido en líos de nuevo.
Ya decía yo que hacía mucho rato que no la veía.
Salté hacia lo alto de una de las farolas cuándo el camión cruzó con esa calle. Allí arriba, levanté mi brazo derecho y me dispuse a chasquear los dedos. Pero antes de hacerlo, una nueva explosión resonó por la zona dando paso a una nueva columna de humo aún más espesa que la anterior…..
No estaba seguro si se trataba de algo conocido…pero por dentro me decía a mi mismo que, si iba hacia ahí….ya si que no volvería.
¿Y qué?
Tampoco iba a volver de todas formas.
Corrí todo lo rápido que pude dirigiéndome hacia la zona afectada desistiendo a chasquear los dedos por miedo…..no sé qué tipo de miedo….pero no quise hacerlo.
Tal vez no deseaba volver a ver a esa demonio….al menos, no todavía
Bueeeeno, pues nada, aquí ha estado lo último. Podríamos decir que hemos entrado de pleno en la etapa del desarrollo de la historia (supongamos que los 4 primeros capitulos eran de introducción ;-P). No solo por el hecho de que Raphael se marche a su suerte va a significar que Mickie, Leo y Don vayan a dejar de salir en el fic (lo anuncio para todas aquellas fans que se podrían negar a leer un fic entero sobre Raph, jejejejeje, además, se le hecha salsilla a la história¿o no:-P)
pues si Karliña, almenos, por lo que yo pueda saber (ke no suele ser mucho), sacaron hace unos años una serie de televisión de TMNT que se llamaba Next Mutation (bastante pésima por lo que he leído, pues no duró mucho tiempo en el aire). En aquella serie si que aparecía una tortuga hembra (Venus de Milo) (me parece que era una hermana perdida).
Aquí en el fic he usado eso cómo excusa de Raph para no contarles la verdad sobre Mink a sus hermanos. La única putada esque Splinter detectó a la chica al instante y encubrió a Raphael siguiéndole la bola. Pero no, Mink no es ni prima ni hermana lejana(sólo una mentirijilla que se supone que Leo, Don y Mickie tiene que creerse).eso me sirvió para contestarte Medeah, ke lo preguntaste en el cap pasado y no me acordé , jejejeje (y mira que ya quería explicarlo) Por cierto, estoy contigo con lo del Raph borracho (um! Sexy XD), y bueh, relación con Mink de revolcón revolcón, pues podría ser posible...jejejeje (¡Shhht!)
Bueno nenitas, nos estamos leyendo! Y espero no tardar mucho en actualizar!Besossssssssssss!
YaS ;-P
