ACLARACIONES los personajes y lugares acá mostrados pertenecen a J.K Rowling la historia sin embargo es escrita por diversión, gracias.
No todos los personajes siguen el tiempo del canon, se han adaptado a las necesidades de la historia.
Les agradezco su apoyo y espero sus comentarios.
Mi destino
BY SANDY HYUGA
La naturalidad con que es posible deslizarse hacia la locura. ANTONIO MUÑOZ MOLINA.
ARCO 1. PRIMERA GUERRA DE SANGRE
CAPITULO 1
1.
Lily no creía en profecías. El destino lo trazaba el hombre y punto, en honor a la verdad, diré que estaba muy inquieta y preocupada, no voy a pretender que preví entonces los acontecimientos de las semanas siguientes, pero su instinto le avisaba de la proximidad de tiempos llenos de sobresaltos y sinsabores. Creo poder decir con toda sinceridad que entonces todavía nada era tangible, sino una simple corazonada. Sin embargo en la vida no existen las coincidencias sino simplemente lo inevitable. La vida misma, el destino ¿A quién le importa? Nadie puede escapar pues cuando menos lo esperas te encuentra. No sé a ciencia cierta qué será de nuestras vidas, ahora se ha producido un cambio en el panorama. Uno radical debo decir.
Eran las cuatro de la tarde cuando James llego a casa luego de una reunión con la orden, lo habían llamado de improviso luego del desastre del día anterior, un pueblo completo de muggles fue prácticamente masacrado por los Morfifagos; para cuando llegaron los aurores e incluso la orden solo quedaba la marca tenebrosa en el cielo.
Albus Dumbledore había apartado a James y Frank luego de haber recibido los informes de todos los miembros que estuvieron presentes, hacia algunos meses poco antes de empezar el nuevo año escolar que cambió radicalmente su comportamiento; las parejas principalmente habían sentido su constante vigilancia; en el momento en el que ella y Alice anunciaron su retiro a la orden dada su inminente maternidad fue completamente evidente.
Aquella reunión dejo claro porque tenía ese mal presentimiento, le pareció de mal gusto que ellas no hubieran sido informadas directamente pero no discutió ese punto habiendo tenido un shock cuando James le conto. Automáticamente había dirigido su mano a su apenas perceptible bulto de bebe queriendo proteger esa nueva vida que ellos habían creado. Las lágrimas brotaron una tras otra aferrándose a James y queriendo que todo esto fuera apenas una completa pesadilla, tenía la esperanza que esta hubiera sido una información que solo ellos y el director supieran pero nada la preparo para cuando lo supo. Hubo un espía aquella tarde y a estas alturas Voldemort sabía una parte de aquella profecía. Era posible que su bebe fuera víctima por sospecha o certeza según lo crea el señor oscuro, el hará lo posible para evitar que esa predicción se haga realidad.
Lo que significa solo una cosa… estaban sentenciados a muerte, porque algo tenía claro ella, nadie tocaría a su bebe. James salió para dejarla sola un rato mientras procesaban todo.
Eso había sido hace varios días.
La luna había estado visible durante la mayor parte de la noche, pero apareció una nueva masa de nubes y, una vez más, se vio envuelta en la más absoluta oscuridad, por primera vez no importo, se dio la vuelta para ponerse cara a cara a la ventana, sólo se oían las ramas de los arboles rozando las paredes de la mansión, si ponías un poco más de atención podías escuchar incluso sus pensamientos… un destino incierto, continuaba pensando en ello, lo había analizado todo y llegado a la conclusión más lógica, no sabía si James estaría de acuerdo.
Una corriente helada le erizo los pelos de la nuca. Se volvió un instante y estuvo buscando en la oscuridad con desconfianza. Cuando puso la mano en el pomo de la puerta oyó un ruido en el interior de la estancia, un ruido que le pareció el de una ventana que se cerraba. Lo anoto maquinalmente, sin concederle importancia en aquel momento. Abrió y entro al despacho de la mansión, gotas de lluvia recorría los vidrios, la tormenta duraría toda la noche, la única luz provenía de los truenos en el exterior, en su mano un vaso de cerveza de mantequilla, ahora que estaba embarazada era lo poco en lo que podía darse el lujo de tomar pero deseaba demasiado un trago de whisky de fuego.
De un modo inconsciente, se preguntó si sirius estaría de visita en la mansión. Tomo un sorbo grande, el líquido relajaba su espíritu, detestaba que sus pensamientos viajaran hasta aquella maldita conversación con Albus Dumbledore, aquel día donde su vida cambio por completo, no quería que le recordaran su implicación en tan absurda profecía, más bien la participación de su bebe ¡es un bebe! Y pretendían que acabara con la guerra ¡absurdo! ¿Pero solo eso le molestaba? Había pasado de la angustia a estar completamente furiosa, Dumbledore creía por completo en ello, estaba convencido que era su bebe aun cuando los Longbottom tenían la misma posibilidad, tenía una sincera angustia por Alice pero no podía ayudarse ni ella misma, no podría ayudarla a ella, al menos ahora. James por increíble que fuera la apoyo en sus sospechas, no lo confirmo pero hubo algo en esa conversación que alguien tan crédulo y devoto como el sintiera que algo no estaba bien.
Si bien los padres de James no habían muerto por la guerra varios de sus amigos han sido asesinados o torturados por Mortifagos, la desaparición y posible bajas de Fabian y Gideon Prewet golpeo muy cerca de casa. Siendo compañeros aurores estaban juntos y hasta ahora dada la destrucción del lugar se cree, los cuerpos fueron completamente destruidos… sintió una punzada de simpatía por Molly. Pero ese era el punto hombres totalmente entrenados y mágicamente fuertes habían caído ante Voldemort e incluso Mortifagos y ahora todo dependía de una profecía… bueno ninguno era particularmente creyente de la adivinación, solo ser objetivo era una mala noticia y James siendo auror siempre lo ha sido.
Para distraer sus pensamientos de tan desagradables preocupaciones, más que por cualquier otro motivo, empecé a tratar de adivinar la causa del ruido en cuestión. Estaba todavía divagando en las mil opciones cuando alguien entró en la habitación.
— ¿Vienes? Realmente necesitas descansar amor- James se acercó a ella gentilmente posando suavemente su mano en su vientre.
— ¿Qué pasara ahora?
Nos ocuparemos de todo, Dumbledore dice que deberíamos escondernos en la cabaña de Godric's Hollow y el lanzara un fidelius, tendríamos que pensar en un guardián secreto.
No estoy de acuerdo, realmente no puedo en buena conciencia solo depender de un hechizo y tengo un mal presentimiento con esta insistencia de Dumbledore.- Veía muchos puntos oscuros en esta solución pero me abstuve de indicárselos.
— ¿Significa eso que has aceptado la veracidad de la profecía? - no acababa de creérselo el mismo.
Significa abandonar un lugar con más de siglos de protecciones por una cabaña con un solo hechizo, James realmente no ves que toda esta situación es demasiado conveniente- casi grito de frustración.
Voldemort sabe de la profecía lo creamos o no investigara y sabrá del embarazo, nuestro bebe estará en peligro. – afirmo intentando que entrara en razón
Buscaremos ayuda, debemos tener opciones… estar a la deriva no ayuda en nada, por favor James no podemos tomar esa decisión ahora.- suplico.
Le diré a Dumbledore que nos tomaremos unos días para pensar bien esta situación…
— ¿Han encontrado el espía?
— No
— ¿Cómo pueden estar quietos en una situación crítica como ahora? ¿Y por qué tienen que arriesgar a mi bebe de esta forma? – preguntó apretando el paso saliendo del despacho donde estuvo tantas horas en reflexión. Le hacía sentir que nada de aquello era real, cerró los ojos en un intento por ocultar su miedo y frustración, aunque sus rasgos, su postura y su simple presencia destilaban seguridad.
James lo buscare… le pediré perdón era mi mejor amigo… nos criamos juntos, es posible… solo tal vez podamos tener otra opción sabes que si nos ayuda tendrá una manera es la mirada al otro lado que necesitamos.
James la miro, no le gustó la idea. Pero bien podía tranquilizarla con ello. – lo haremos entonces… una reunión si no logras nada entonces no volveremos a buscarlo.
2.
Lugar desconocido
Era sábado la mañana, el sol apenas iba a salir, las aves hasta ahora comenzaban a cantar, avanzaron pesadamente sin apartar la vista de los charcos del suelo, y el último que había pisado accidentalmente le había dejado el pie empapado hasta el tobillo.
Los dos se adentraron aún más en los angostos túneles, rozando los muros con los hombros, se inclinó para meterse en el siguiente pasadizo, no podía ver nada y varios ladrillos se desprendieron del techo a su paso. Los esquivo todos. A partir de entonces avanzaron conteniendo la respiración por miedo a que el pasillo se derrumbara sobre sus cabezas y los dejara sepultados bajo los escombros. ¡Imagina la ironía que terminaran por morir por escombros que por Mortifagos!
Un halo de magia los guiaba. Con la varita toco un bloque y una puerta se materializaron en el muro del pasadizo. Sin titubear ingresaron.
Examinó la sala que había tras la puerta. Sencilla una mesa grande como el comedor de Hogwarts, los mismos muros, el mismo suelo de piedra. Un grupo de hombres y mujeres formaban un círculo alrededor de dos hombres. Una chimenea con el fuego encendido tan alto como una hoguera, le daba a la estancia un calor acogedor. El último hombre le causo una impresión indefinida, era como si lo analizara con ayuda de un conocimiento secreto que no compartían. El retrato del mismo Merlín los miraba.
— ¿Conocen la naturaleza de esta reunión?
— No veo por qué debemos volver a contestar lo mismo, no después de todo lo que ha pasado- respondió no retrocedió ante el cambio de postura de aquel hombre, pero se percató del peligroso silencio que acompañó su pregunta
— La orden de los guardianes no es un juego de niños, no todos los magos pertenecen a esta organización, tenemos una misión dada desde el origen de la magia misma, desde nuestros ancestros los druidas – resoplo una de las mujeres, tenía los cabellos canos y blandía un dedo hacia ellos mientras la mandíbula le temblaba de rabia- Se ha mantenido oculta por siglos, protegiendo el mundo mágico desde las sombras, el mismo Merlín fue uno de los más poderosos guardianes, nadie fuera de estos muros conocen nuestra existencia.
El retrato que hasta el momento había permanecido en silencio hablo — La magia misma ha comenzado los llamados estamos empezando una era de cambios, es peligroso al borde de la catástrofe tal como fue en mi tiempo.
— La era artúrica marco un antes y un después para la magia sin embargo no estamos acá para dar una clase de historia, más adelante conocerán los detalles si no lo saben aún. – intervino uno de los hombres.
— Sentimos el llamado, nuestra magia nos ha guiado a este lugar, no sabemos más allá de eso y sin embargo sabemos con certeza que este es el lugar al cual pertenecemos… -Pasaron la mirada por el grupo que formaba la tan aclamada orden de los guardianes. Varios de los presentes asintieron.
— Sabes que para el mundo… para tu familia ustedes acababan de ser asesinados por los autodenominados Mortifagos, renunciarías a ellos por esta misión, pasaran a las sombras, nadie volverá a saber de ustedes, sus misiones serán absoluto secreto, nadie sabrá nunca de sus sacrificios.- la misma mujer que hablo inicialmente les dijo.
— Fuimos aurores mucho tiempo sabiendo que nuestra vida la daríamos por el deber y el honor de proteger el mundo mágico, nos unimos a un grupo secreto cuando vimos que el ministerio no ha hecho nada en la actual guerra y sabiendo que cada misión podría ser la última, créanos cuando tenemos claro que esto es lo que queremos…
La mujer sopesó sus palabras durante unos instantes, Por muy sinceras que sean sus palabras, sus ojos siempre permanecen fríos y calculadores, dan la impresión de estar vigilando algo que ocurre a mucha distancia, como teniendo una conversación con la magia misma. Finalmente les ordenó:
— Están adentro muchachos, Fabian y Gideon Prewet bienvenidos a los guardianes ahora mismo comenzaran su entrenamiento.
3.
Los destellos de luz solar le daban un halo fatídico a las dentadas cimas de las montañas. El viento silbaba a través de los pinos y esparcía astillas secas y quebradizas. El incesante y abrasador aire caliente secaba los ríos y los arroyos, dejando a su paso peces muertos que flotaban en la superficie de camas de piedras de pozos turbios y abrevaderos.
La hierba y los arboles estaban sedientos, endebles y sufrían. Los animales vagaban y aullaban; buscaban algo para alimentarse dentro de los extensos límites de paisajes incomunicados.
Las leyendas de aquel lugar eran muchas, afirmaban que eran tierras malditas donde se decía se veían depredadores sin rostro, ojos flotando por la oscuridad, criaturas de otro mundo, los susurros de los fantasmas que resonaban en la tierra eran cantos y lloros por sus difuntos, era el lugar donde hace unos pocos siglos realizaban la quema de brujas.
Allí al lado se encontraba tumbas ocultas al mundo, lugares impregnados de magia y muerte. Se decía las maldiciones más poderosas acecharían al mundo por quienes interrumpían el equilibrio de la vida y la muerte.
Fueron pocos los que se les había enseñado a interpretar las señales: una guerra que no tiene fin, un desequilibrio a la magia, pero habían señales mucho más sutiles todos trasmitidos de generación en generación. Todos reunidos en secreto por quienes se conocen como guardianes, una orden secreta, cada uno entrenado en diferentes artes de la magia, cada uno con dones especiales que ponen al servicio del mundo su vida siguiendo pautas surgidas desde los confines del mundo, muchos de ellos aun con las artes druidas, ahora tan ampliamente incomprendidas.
Hacía muchos meses se le había encomendado la misión de investigar un aumento mágico en la zona, encontró algo mucho peor habían violado la seguridad a los templos y criptas. No podía estar segura si lograron sacar el libro y los pergaminos, pero los espíritus trataban de alcanzarla con sus dedos quebradizos y estirados y, cuando intentaban hablar, lo único que lograban producir era un hilo de voz estrangulado por la agonía que cortaba el aire. Era demasiado pronto. Necesitaban más tiempo para ser capaces de comunicarse. Sus cacareos agónicos astillaron el silencio, los espíritus siempre le suplicaban que los escuchase.
Se sacudió ese pensamiento y se arrodilló. Con suavidad coloco varios objetos en un círculo, con su varita invoco la magia, fuego verde surgió de las respectivas piedras. Necesitaba respuestas, así que convoco un llamado a un espíritu guardián, convoco al espíritu de su abuela.
—Abuela- dijo dulcemente aquí.
—ya lo sé cariño – la voz de su abuela sonaba distante y grave -. Ya sabía que vendrías.
—Sabes entonces ¿qué paso? Necesito ayudarla a ella que ya nació… el… nacerá y despertaran pronto, me necesitaran… el libro… los pergaminos ¡no están! Hemos fallado… - llorando amargamente.
—sí, mi vida. Y me temo que habrá más víctimas del mal, incontables antes que todo vuelva a su equilibrio, esto tendrá una pausa pero una segunda ola de muerte vendrá. – Su voz trinó - Hay rumores entre las almas que el despertar de un antiguo enemigo surgirá, uno que incluso el señor oscuro será incapaz de manejar.
—¿Ella lo reconocerá? ¿El podrá con el señor oscuro? ¿La profecía de Merlín?
—Tal vez sí. Tal vez no. Pero ella tendrá ayuda, mucha si todo sale bien… el me temo que fate ya puso en marcha su destino, en cuanto a la profecía se activara en el momento de su nacimiento, ambos realmente todo está borroso hay elecciones por hacer, hay más en juego de lo que inicialmente se pensó, fate tuvo otra idea… las arenas del destino se mueven de muchas formas.
Ella tragó saliva.
—¿Qué puedo hacer abuela?
—Hija mía, hiciste lo que podías, es hora que confíes y cree en el destino, esto está más allá de tu control, fue escrito hace siglos, Merlín lo advirtió, la muerte es solo el comienzo, vendrás a ayudar tal como lo hice yo, cuando sea necesario, no antes, ni después.
Ella se retorció las manos.
—Moriré ¿Cuándo?
Su abuela suspiro.
—Hoy y ahora.
Ella espero que siguiera hablando pero el dolor llego fuerte y claro, la voz y la imagen de su abuela ya se habían apagado. El miedo se apodero de ella se estremecía y se peleaba con la urgencia de hacerse con una varita para lanzar un hechizo y cortar las cuerdas, la sangre escapaba gota a gota llevándose su vida, la habían atrapado. Ya lo había intentado antes, con algún tipo de magia ritual. Además, entre sus ramas se escuchaban gritos lejanos que tal vez no fuesen otra cosa que los alaridos mortales de todos los que, desde hace siglos, habían perdido la vida en aquel lugar. Con su último aliento envió un mensaje cumpliendo así su misión, esperando poder convencerlos y que la escuchasen, ella no pudo salir de esta trampa, pero todo no pudo ser en vano. Y ella no quería que pesase en su alma, no poder advertir al mundo.
4.
El pasadizo estaba iluminado con luces fluorescentes que parpadeaban. Sus zapatos resonaban en el pasillo desierto, pero en el lugar de prestar atención al taconeo prefirió concentrarse en las sombras que proyectaba la luna plateada. Vio que el rastrillo de la puerta se levantaba, abriendo lo justo para que pasaran dos hombres cubiertos con una gran capa gruesa negra de aspecto cansado.
- ¿Te han seguido? - le preguntaron.
- No.
- comandante.
- Teniente - la saludo con un rápido asentimiento de cabeza. Con el pelo todavía mojado y los ojos somnolientos – hemos recibido un mensaje urgente… han sucedido incidentes de magia oscura peligrosa tienen prioridad…el templo fue profanado.
- Estoy en otra misión
- Es imperativo- le dijo sin una pausa - Estamos en el código 5 del estatuto de Merlín.
- sí señor
El rostro de él desapareció antes de que hubieran podido apartarse. Código 5 significa que debe informar directamente, que no necesita informes, ni evidencias. Básicamente, significaba que estaba solo. Dieron una oración silenciosa por el guardián caído, como había sido antes y como era ahora continuarían la misión, no había tiempo de llorar.
