"¿Dónde me escondo si no va a salir el sol, quizás mañana, tal vez me sienta mejor. Nunca estoy solo con nadie, y ahora me cuelgo del aire.
Todo da vueltas menos a mi alrededor. Nunca me entiendes cuándo te hablo con la voz. No necesito agarrarme; creo que pudo congelarme.
Ya me levanto, que ya no puede ser peor, y ya ni te miro no sea que me dé un dolor. Oigo unas voces: será que alguien me llama. Voy a buscarte y me caigo de la cama.
Nunca me encuentro cuando no quiero ser yo. Ya voy volando y se qué no soy un halcón. Si tu mirada me engancha de los pelos, sé que no aguanto y me estrello contra el suelo.
Y ahora me noto que no me late el corazón; ya ni me lavo y la mierda me da su sabor. Yo que empezaba a mirarte de mañana…sales corriendo y me quedo con las ganas.
Iba a la cama y me confundí con el colchón. Poquito a poco me voy royendo el corazón. ¡Cómo me alegro de verte tan temprano! Sólo me falta tenerte a cada lado.
Hago un esfuerzo y me meto en mi caparazón. Cierro los bares y se me abre la imaginación; cierro os ojos y el recuerdo me mata: vuelvo a la vida si te abres bien de patas.
Átame fuerte que estoy perdiendo la razón. Todas as drogas me dan un poco de calor – vente conmigo- me dice algún marciano- que éste planeta está lleno de enanos. Que éste planeta está lleno de humanos, que éste planeta está contaminado"
Extremoduro: "Volando solo"
Yeyy ¿ke hay? Cúanto tiempo la verdad. Culpa mía no fue! Ha sido todo cosa de esta maldita página que funciona cuándo le da la gana! Bueno bueno, nos leemos más abajo nenitas! Besos!
YaS:-P
#11# Llegó el kaos
La lluvia se había detenido de buena mañana, pero aún y así el rocío permanecía persistente en el ambiente sin dejar de levantar aquella espesa bruma que llegaba a parecer humo por su opacidad al ser traspasada por los primeros rayos de sol que, escasamente, se colaban entre las nubes.
Jesuis se paró a varios metros lejos del motel. Examinando con calma todos y cada uno de los detalles de la infraestructura. Se paró en seco, dejando que su gabardina volase con el viento mientras sus pies se perdían en la bruma. Esbozó una macabra sonrisa antes que, de su bolsillo, sacase una pequeña daga con la que se cortó la muñeca izquierda.
La sangre comenzó a brotar con desespero al haberse cortado las venas, pero fuera de cualquier dolor, Jesuis continuaba sonriente y clavo sus uñas en la herida para luego, en un abanico en el aire, lanzar su sangre salpicada a su alrededor en grandes cantidades.
Las pequeñas motas de sangre caían en el suelo árido mezclándose con la arena, pero no fue hasta pasados unos largos segundos, que las gotas del suelo empezaron a hervir con insistencia hasta emerger de ellas unas escalofriantes formas que se mal formaban al salir a la superficie.
Retorciéndose y colocándose cada uno de sus miembros en su lugar, centenares y centenares de siluetas humanas mal hechas y completamente putrefactas tomaban forma al instante mientras aparecían a montones rodeando por completo todo el edificio del motel.
La sonrisa de Jesuis se acentuó a la vez que Zardath asomaba el hocico colocándose a su lado.
.- Nadie va a salir ni a entrar sin perder la cabeza antes…
"Buenos días Mink. Llegó la hora"
La diablesa se levantó aturdida de la cama incorporándose con rapidez. Estudió y escrutó su alrededor recapacitando sobre su situación. Zardath ya había llegado, y con él Jesuis.
Se levantó de un salto y se asomó de nuevo al balcón. Miles de cuerpos mugrientos se agrupaban bajo sus pies intentando alcanzarla al oler a carne fresca. De un gruñido les enseñó los dientes antes de cerrar con fuerza y salir corriendo de la habitación.
Aquel portazo me devolvió a la cruda realidad de golpeNo pude evitar dar un respingo en la cama al asustarme y, inconscientemente, me levanté apretando los puños….mierda…falsa alarma otra vez….últimamente mis nervios se encontraban a flor de piel y me encontraba listo para pelear a cualquier indicio de violencia.
Pero no había ninguno.
En aquella habitación solo había una molida y destrozada tortuga que deseaba volver a meterse en la mullida cama…pero no podía…no se si por la incomodidad de aquellos momentos que me decían que se me escapaba algo importante, o por el conocidísimo malestar de la resaca tal vez por haber bebido tanto o tal vez por aquella sensación en la barriga….
De nuevo, algo no andaba bien. El saber que me encontraba rodeado de mis enemigos no calmaba la cosa y esa extraña sensación que había desarrollado en tan solo ser caballero volvía a martillearme la consciencia..
Mi consciencia…joder…cuándo la recuperé deseé cortarme las venas allí mismo….no me hacía falta preguntar ni oler la parte izquierda de la cama para saber que no había dormido solo. Mi cansancio y mi mal estado físico me lo explicaban todo…..diablos….una vez más la puta demonio se había salido con la suya y me había hecho tragar el orgullo aprovechándose de que andaba ebrio…
La muy perra….iba a pagar por ello….en cuánto supiera dónde diablos se había metido….bueno, al menos había recordado transformarme en humano de nuevo antes de marcharse.
Me senté al borde de la cama con el rostro ocultado con mis manos…¿porqué preocuparme tanto? Al fin y al cabo era ella la interesada en acostarse conmigo, así pues, debería estar orgulloso de haber tenido un polvo espontáneo…pero no…algo no me hacía sentir bien y no podía dejar de darle vueltas al asunto.
No fue hasta que inspeccioné mi aspecto en el espejo del lavabo que no lo descubrí. Tres bonitos y casi perfectos arañazos cruzaban simétricamente uno de los costados de mi espalda….vaya, lo dije acertadamente cuándo inquirí en un principio que esas uñas no me gustaban ni un pelo….al ser suficiente duras cómo para rasgar mi concha(ya que por entonces era tortuga) me estremecía pensar lo que podrían llegar a hacer si me arañaban la carne…
Esos arañazos…bueno, podría sentirme orgullosos de ellos, mucha gente lo haría…pero yo no, y no solo porqué Raphael siempre va al revés del mundo, si no porqué algo en ellos no iba bien….
" Mink apenas me dejó actuar por mi mismo durante toda la noche. Cuándo creía que era mi turno de hacerla rabiar un rato tenía que quitármela de encima de un buen empujón, pues por las buenas la diablesa no cedía y parecía haber decidido que aquella vez iba a ser ella la que me montase.
¡Ja!…vaya fe, lo lleva claro si se cree que voy a permitir que me tenga cómo un pelele toda la noche, yo me lo había buscado y yo me lo iba a comer. Así que me apoderé de su cuerpo bajo mis brazos impidiendo que se moviera para montarme de nuevo. Me miró con una sonrisa burlona en la cara estudiándome con la mirada. Le respondí con una muestra de mi arrogancia mientras me ahuecaba entre sus piernas que, con mucho gusto, abrió dejándome el camino libre.
Bueh, mejor así, casi creí que le gustaría que la forzasen…después de los jueguecitos preliminares me esperaba cualquier cosa de ella. Mordí su cuello con insistencia antes de, casi bruscamente, penetrarla de un tirón haciendo que ésta gimiera a la vez que me apretaba con fuerza mis hombros acercándome más a su cuerpo.
Sí bueno¿qué voy a decir? Por supuesto que no estuvo nada mal y por supuesto que me gustó. Hacer el amor con una diablesa que me llevaba centenares de años de ventaja en el sexo me era algo vergonzoso, pero en el estado en el que me encontraba me dio a parecer que a duras penas pudo ella notar mi poco avance en el tema. Así que únicamente ice aquello que deseaba hacerle y nada más. Los instintos suelen ser más fuertes que la racionalidad y, cómo en mi caso, la racionalidad es poca y más completamente borracho, pues no me costó mucho dejar florecerlos. Así pues, entre sus piernas, me encontré como en casa….solo que si siempre que estaba en casa me encontrase en semejante estado de placer, entonces pasaría a ser una tortuga casera en vez de una callejera cómo Casey solía llamarme.
Minutos después Mink se abandonó a su suerte entre mis brazos y era yo el que controlaba la situación.
Fue entonces, en el mejor momento para mí, que algo en ella empezó a ir mal. Frunció el ceño en una mueca de dolor mientras mantenía los ojos cerrados y, tras empezar a sudar con insistencia, me detuve algo anonado y sorprendido por la reacción que estaba teniendo. Fue allí cuándo, sin dejar que me alejase de ella, gruñó con fuerza antes de gritarme que no me detuviera. Me pareció realmente extraño y me dio a entender que en su interior se estaba produciendo algún tipo de lucha mucho más violenta que la que se llevaba a cabo en el exterior.
Continué haciendo caso de sus plegarias pero su estado no variaba. Fue cuándo la penetré con fuerza buscando su parte más profunda que me arañó en el caparazón mientras soltaba un grito"
Bueno….tal vez no debería darle mucha importancia al tema, pero la expresión de dolor de Mink en aquellos momentos no me pareció nada bueno y, en la parte más oscura de mi cabeza, escondía un leve presentimiento que me delataba una lucha feroz de los sentimientos que Mink podía seguir albergando por Zardath.
Inconscientemente me miré la palma de mi mano….mierda…todas las estrellas estaban juntas en un mismo grupo, únicamente dos se mantenían algo más alejadas, pero relativamente cerca.
Des de luego las cosas no iban bien y algo bastante crudo estaba por ocurrir. De nuevo la mala sensación de mi estómago no había fallado y me alertaba de un peligro inminente o de la llegada de un nuevo caballero.
Agarré mi mochila de una volada asegurándome que tanto mis sais, cómo mi bandana y la vasija se encontrasen en su interior y, tras vestirme, salí de la habitación corriendo cómo un desgraciado intentando encontrar a Mink.
Al salir tuve que frenar de golpe, pues justo por delante de mi puerta Betsy la ciega permanecía de pie. Impasable e inmutable. Retrocedí al instante, estudiando los movimientos de su delgado cuerpo y centrando mi mirada en aquella suya tan vacía pero tan observadora a la vez….:
.-Queda menos, séptimo…espero por tu vida que te hayas preparado para este momento…porqué ninguno de nosotros vamos a dar el brazo a torcer.
.- No contaba con ello – le contesté arrogante apartándome un mechón de pelo de la cara. Por unos segundos ella permaneció observándome, intentando guiarse por el ruido para averiguar mis movimientos. Pero no me moví, resté quieto contra la puerta cerrada de mi habitación - ….¿es aquí?……¿ésta es la Zona Cero?
Betsy agachó la cabeza antes de asentir con lentitud:;
.- Así es…yo también creí que sería distinto…pero cómo ya te dije, el destino es muy puto y juega con nosotros a sus anchas….- la ciega paseó su mirada vacía por la zona - …va a morir tanta gente….
No lo aguanté más y mis ansias de encontrar a Mink aumentaron. Con un gruñido me alejé de allí tomando las escaleras para bajar a la entrada, noté como los ojos blancos de Betsy me seguían los pasos aún y no saber en dónde me encontraba.
Cuándo alcancé el recibidor-cafetería en el que había estado anoche bebiendo, un pequeño grupo de gente se encontraba amontonada en él.
Un par de hombres vallaban con insistencia y nervio la puerta principal mediante montones de losas de madera. El grupo se encontraba nervioso y confundido y aguardaba en silencio a que aquellos dos acabasen su trabajo. Fue cuándo un fuerte golpe provinente del otro lado los alertó haciendo que éstos aligerasen su faena.
Otro golpe, y otro.
Fuera lo que fuera, algo estaba deseando entrar y la confusión y el pánico se había extendido por lo zona. Me uní al grupo de gente buscando alguna cara conocida, sólo alcancé a Tom que, sentado en uno de los taburetes observaba mientras sostenía una nueva jarra en la mano.
Diablos…¿éste hombre había dormido o había permanecido allí des de anoche..?
.- Buenos días chico – me saltó con una voz ronca y monótona, nada que ver con la estridente y taladrante voz de la noche anterior.
.- ¿Qué esta pasando ahí fuera?
.- El cuarto caballero a llegado y está causando estragos…..estamos atrapados cómo ratas Rapha.
.- ¿El cuarto? – fruncí el ceño en una mueca de asco – mierda….puto Jesuis – me dirigí hacia una de las ventanas y, tímidamente corrí una de las cortinas para mirar a través de ella. Únicamente me dio tiempo de echar un rápido vistazo en el exterior antes de que, una putrefacta mano, traspasase el cristal y me agarrase por la camiseta.
La pequeña multitud gritó frente al ruido de cristales rotos pero, ninguno de ellos excepto Tom, corrió por salvar mi pellejo. Aún y así no los necesité ni lo más mínimo. Para deshacerme de la garra que me aprisionaba asiándome con fuerza hacia el exterior, fui yo el que también traspasó el cristal con mi brazo para agarrarle su cuello que, con un poco de presión, su tráquea cedió bajo mi puño y el cuerpo cayó muerto sujetado por mi brazo.
Lo solté y me aparté de allí antes de que una decena más se acercasen al descubrir el meollo. Pero Tom fue más rápido y, acercándose a la ventana, se hizo un pequeño corte en el dedo y con su sangre repasó el marco de ésta.
Por alguna extraña razón, los malditos monstruos no pudieron pasar por la ventana rota y permanecieron al otro lado gruñendo con insistencia.
Todo el personal se quedó perplejo bajo esa actuación pero, aún y así, los gritos no cedieron y la histeria continuaba en el ambiente.
.- ¿Cómo coño has hecho eso? – pregunté arqueando ambas cejas completamente incrédulo.
.- La sangre de otro caballero es letal para los zombies de Jesuis y puede llegar a actuar de barrera – Tom se apresuró a hacer lo mismo por todas las ventanas de la planta inferior y me pidió ayuda por no caer desangrado por la falta de sangre. Así pues, también me dediqué a untar los marcos de las puertas y ventanas con mi propia sangre maldiciendo una y otra vez la madre que los parió a todos.
Cuándo quise darme cuenta me encontraba en la cocina del bar salpicando con fuerza los marcos de allí:
.- Mierda, si lo hubiera sabido des de un principio no me habría matado a descuartizarlos todas las veces que he peleado contra ellos….
.- Eres un inconsciente chico, es lo primero que un caballero debe saber. Por eso llevamos las vasijas – lo miré interrogándole con la mirada. Él entornó ambos ojos mientras se acariciaba la espesa y negra barba con insistencia – la única manera de poder vencer al actual rey del inframundo es con la sangre de todos los caballeros.
.- ¿Con la sangre?
.- Por eso nos hacen reunirnos a todos en un mismo lugar para que peleemos. Un consejo chico, cada vez que mates a un caballero guarda unas gotas de su sangre en tu vasija, de ésta manera, cuándo quedes vencedor nato de entre los 7, toda la sangre de tus enemigos quedará en tu vasija lista para ser utilizada cómo arma contra el rey del infierno. Intentar matar a ese bastardo con algo que no sea sangre es bastante difícil, por no decir imposible….
.- Vaya…por eso en menos cantidad también sirve contra esos monstruos del asqueroso de Jesuis. – Tom me sonrió.
.- Exacto. – el hombretón se desplazó de nuevo hacia el comedor dónde, a esas horas, todos los residentes del motel, unas 20 personas, se encontraban reunidas sollozando y completamente aturdidas por lo que estaba ocurriendo. A las afueras, los zombies gruñían y arañaban con fuerza las puertas y los cristales de las ventanas deseosos de entrar a por carne fresca…mierda….Jesuis había preparado una buena emboscada y nos había atrapado como ratones en un espacio reducido…diablos, si aquello continuaba iba a ponerme muy nervioso.
Cualquiera de los caballeros podría salir ahí y plantar cara durante al menos unos minutos, pero a juzgar por la gran cantidad de voces moribundas y por los numerosos cuerpos que se amontonaban pegados a la pared exterior haciendo que no se viera ni siquiera una pizca de suelo arenoso, me indicaba que el muy cabrón del Cuarto había sacado toda su artillería pesada y por lo menos nos encontraríamos rodeados por un par de centenares de zombies……genial, aquello era inmensamente genial….y la estúpida de Mink seguía sin aparecer…
Por unos momentos vacilé en si llamarla a través del brazalete o no….algo en mi interior me decía que esperase…que Mink no iba a faltar a una fiesta de aquél calibre…pero por otra parte el terror se apoderaba de mi en cuestión de segundos y, si había que pelear a lo grande, recuperar mi aspecto de tortuga me iría la mar de bien….
Sí…tenía miedo y la única en la que me podía apoyar medianamente no estaba ahí….entre los gritos de desesperación y entre los desmayos del personal que se encontraba reunido empecé a preocuparme y el terror del ambiente se me empezó a contagiar.
Aún y así mi orgullo continuaba estando intacto a pesar de todos los bajones que había sufrido. Así que no iba a dejarme vencer por un par de monstruitos y por un par de abuelas desesperadas……..
Mierda……cómo echaba de menos a los chicos…..
Permaneció agazapada en el tejado observando milímetro a milímetro cómo la espesa capa de cuerpos humanoides se apretaban entre sí alrededor del Motel luchando por entrar. Supuso que los caballeros habrían barrido la zona a base de barreras de sangre y los zombies de Jesuis morían de ganas de hincar el diente a carne humana todavía viva.
Volteó la zona saltando por el tejado dejándose resbalar por la pendiente de la entrada hasta caer en la caseta del recibidor. Fue allí dónde Jesuis le clavó la mirada descubriendo a la chica a cuclillas sobre su cabeza.
Le sonrió antes de bajar la mirada centrándose en la tarea del Motel.
Mink frunció el ceño sorprendida por aquella reacción pero no tardó en sentir que algo se avecinaba veloz y, antes de poder saltar para esquivarlo, la golpeó por la espalda con brusquedad lanzándola en medio del tumulto de zombies que se abrieron al verla caer.
Se incorporó a cuatro patas tosiendo a causa del polvo levantado y no pudo evitar estremecerse al comprobar que toda la avalancha de monstruos se le echaba encima al haberla olido desviando su atención de las ventanas por unos instantes.
Desgarró con las zarpas a su alrededor deshaciéndose de todo aquél que se le acercaba demasiado intentando morderla. No vaciló en destripar a uno para hacer que sus compañeros le prestasen atención a sus salientes tripas para conseguir algo de tranquilidad.
Casi automáticamente miró hacia arriba justo a tiempo para alcanzar a ver cómo una sombra saltaba sobre ella con pesadez. Se apartó con agilidad descubriendo a Zardath que hundía el suelo bajo sus pies al caer pesadamente.
Una enorme nube de polvo se levantó ocultando la zona y Mink recibió un bocado en el antebrazo, el cual mantuvo en la boca de la bestia para evitar que ésta desgarrase la carne de un tirón.
Tras enviarle una fuerte patada en las costillas del endiablado perro, Zardath la soltó y retrocedió observándola con aquellos ojos libres de movimiento mientras respiraba babeante.
Mink le gruñó sujetándose el antebrazo y se abalanzó sobre él con una velocidad sobre-humana extendiendo todas sus zarpas. Pero Zardath fue rápido y se apartó al ataque rebotando en la pared del motel para lanzarse de nuevo contra la diablesa que, de cuatro patas, no logró verlo venir a tiempo y fue golpeada con fuerza siendo lanzada por los aires a gran distancia.
.- Bueno…al menos dejó de llover.
.- Sí…genial Don, ya está todo arreglado – Michelanggelo seguía completamente pálido acunando a Simon entre sus brazos con la mirada perdida en el horizonte.
Ninguno de ellos había osado sacar tema alguno sobre lo ocurrido, pues ya estaban algo hartos de tener que buscarle la racionalidad a todo aquello extraño que les ocurría.
Sólo había que aceptarlo. Se enfrentaban contra algo no humano y completamente sobrenatural, así que ¿para que buscarle la explicación, las cosas eran como eran y únicamente debían salvar su pellejo y el de Simon…al menos hasta poder encontrar a Raphael.
Leonardo seguía igual o incluso más nervioso que en un principio y jugueteaba sin cesar con el pie temblando a modo de tic mientras se cruzaba de brazos con la cabeza recostada hacia atrás mirando el techo de la van:
.- Mierda….sigue oliendo a muerto …- Don husmeó el aire frente al comentario de su hermano y arrugó la nariz evitando una nueva arcada:
.- …diablos….y mucho más que antes….esa mancha en el suelo de la van es realmente mortal.
.- ¿La mancha?…No..- Mickie abrió la ventana antes de apartar la cabeza de una revolada - ¡joder!…viene de fuera ¡ostia puta que peste! – Donatello cerró todas las ventanas si atreverse a preguntar porqué de nuevo. Delante de sus narices el camino rocoso dejaba entrever una pequeña infraestructura que parecía perderse en el horizonte y se acercaba conforme iban adelantando hacia ella:
.- Vaya…ese debe de ser el Motel al que se refirió la mujer.
De pronto, algo se estrelló violentamente contra el parabrisas delantero hundiéndose en éste acabando de reventarlo del todo a causa de los múltiples rasguños que ya tenía.
Donatello giró el volante con brusquedad por el susto mientras el grito taladrante de Michelanggelo le ponía los pelos de punta antes de que la van derrapase con brusquedad cruzándose en el camino una vez más:
.- ¿Qué fue eso?…¡Ahora qué!
.- ¡Mickie cállate! – Leonardo miró a Don preocupado. Su hermano agarraba con fuerza el volante del vehículo ya detenido y, completamente pálido, tenía la mirada clavada en el resquebrajado cristal - ¿estás bien?
.- un culo….¡tengo un puto culo incrustado en el parabrisas de la van! …¿cómo voy a estar bien? – tras reaccionar unos instantes por el espanto, bajaron corriendo de la van descubriendo a una muchacha incrustada en el cristal de ésta.
Mink se incorporó lentamente saliéndose del hueco que había hecho y resintiéndose por su espalda y su trasero. Saltó al suelo tambaleante apoyándose en el morro del vehículo antes de mira a su alrededor confundida descubriendo que acababa de aterrizar contra una furgoneta:
.- Vaya……
.- ¿Estás bien? – la chica parpadeó anonada al descubrir a Donatello en frente de sí completamente pálido. No pudo evitar sonreír antes de buscar desesperadamente con la mirada a Leonardo que, al otro lado, observaba aterrorizado cómo la chica podía estar de una pieza después de aquél golpe tan brutal - ¿Estás….?
.- sí, sí, estoy viva¿cómo no? – Mink estiró los músculos husmeando a su alrededor intentando captar la presencia de Zardath, pero hasta entonces parecía lejana - ¿qué hacéis aquí?
.- ¿qué clase de pregunta es esa? – Michelanggelo se cruzó de brazos observándola a pelillo – eres tú la que has caído del cielo, no nosotros.
La chica estalló a carcajadas comprendiendo que no la reconocían bajo su real apariencia, pues siempre se había mostrado ante ellos cómo una tortuga. Desvió su atención momentáneamente hacia el Motel que, tras un agudo aullido, Zardath reclamaba su presencia:
.- Bueno, de todas formas…- la diablesa cambió de posado por completo y adoptó una infinita seriedad - …no deberíais estar aquí – Fue entonces cuándo Simon empezó a llorar, que Mink clavó su mirada en él descubriéndolo saltando frente a Don que acudió a él y lo traía en brazos.
La diablesa lo examinó detenidamente antes de darse en la frente con la palma de la mano:
.- ¡Mierda!…¿no lo matasteis?
.- ¿Qué…? – Mickie frunció el ceño sin comprender.
.- ……¿Mink?….- la chica se giró sorprendida por la capacidad que había tenido Leonardo en reconocerla por la voz y por las circunstancias de haber hablado con ella por el comunicador. Fue a decir algo pero las palabras no le pasaron por la lengua así que únicamente se abrió de brazos sonriendo.
.- ¡Oh, genial! – Donatello entornó los ojos en una mueca irónica - ¿ésta es la diablesa de la que nos habló sensei?…..bien, bien…..
.- Espera, espera….¿tu eres la tortuga de la guarida¿la prima perdida?- antes de que la chica pudiera responder a Mickie, algo cayó pesadamente encima de la van aplastando el techo de ésta haciendo saltar en mil pedazos todos los cristales que volaron como metralla.
Donatello protegió a Simon mientras observaba cómo su furgoneta quedaba hecha añicos en tan solo unos minutos.
Leonardo desenvainó sus espadas al instante siguiente antes de colocarse delante de Michelanggelo que también se ponía en guardia esperándose lo peor.
Zardath los examinaba uno a uno mientras bajo sus pies el metal de la van se resentía víctima de su golpe. Olfateó el aire intentando reconocer sus aromas pero ninguno de ellos le resultaba conocido a pesar de su familiaridad en apariencia….:
.- ¿qué es esa cosa? – Leo le susurró a la chica apretando los dientes mientras retrocedía lentamente. Mink le sonrió girando la cara hacia él:
.- Nah, un ex novio mío que está celoso….- Zardath se abalanzó con violencia contra Mickie que interpuso la cadena de su nunchaku entre las fauces abiertas del animal evitando que éste se acercase demasiado a su carne.
Quedó tumbado en el suelo forcejeando contra el diabólico perro que acercaba más y más sus colmillos a la cara de la tortuga:
.- ¡Una ayudita! – Leo no se izo de rogar y saltó hacia Zardath con ambas katanas en alto. Una de sus espadas silbó en el aire al no cortar a su víctima pero la otra logró destajar la pata de Zardath que, tras retroceder de un salto, aulló de dolor mientras luchaba por moverse sin apoyarla en el suelo.
Fue Mink la que apareció detrás de él y abanicó a su alrededor dirigiéndole un zarpazo que el animal esquivó cojeando, aún y así recibió de nuevo una fuerte patada en las costillas que lo envió contra un costado de la van con violencia haciendo que el vehículo volcase hacia ese lado:
.-…mierda….- las suplicas de Don por intentar mantener a salvo el vehículo no parecieron servir de nada y ésta vez fue Michelanggelo quién cayó con peso sobre la herida bestia hundiéndola aún más en el metal cortante. Pero antes de que lograse estocarla de nuevo, Zardath mordió el aire alcanzando la muñeca de Mickie que se echó a un lado al verse herido.
El enorme perro luchó con fuerza para salirse del costado de la van que, a causa del golpe, había quedado incrustado en el metal afilado. Forcejeando por salir, se rasgó una y otra vez la piel despellejándose largas tiras de putrefacto pelo que quedaron pegadas a los salientes del metal.
Dentro de su desespero por huir y salvar su vida, Zardath se vio atacado de nuevo por Leonardo que, blandiendo una de sus espadas, pretendió separarle la cabeza del cuerpo, pero el animal fue rápido y alcanzó de un bocado el antebrazo de Leo impidiéndole de estocar el golpe.
Durante unos instantes lo mantuvo apretado entre sus fauces haciendo que la tortuga gruñera de dolor y se viera obligada a soltar su espada. Fue Mink la que golpeó al animal con fuerza en la nuca provocando que éste soltase a Leo antes de que finalmente destajase su piel contra el metal de un último tirón y pudiera huir a gran velocidad de nuevo hacia el Motel.
Todos se quedaron anonados observando cómo huía y luchaban contra las hemorragias que el maldito animal les había causado.
Un incómodo silencio se repartió sobre la zona y las miradas se centraron en Mink que, voluntariamente, había aprisionado con fuerza el antebrazo de Leo evitando el desangre.
La chica se dio por aludida y entornó los ojos al descubrir la mirada ceñuda de Leonardo que la interrogaba palmo a palmo:
.- Bueh….está bien ….¿qué queréis saber?
.- ¿Dónde está Raphael? – Mickie fue el primero en preguntar mientras se levantaba del suelo sacudiéndose la arena de todas partes.
.- ¿No debería de estar contigo? – Donatello lo apoyó.
.- Sí bueno…en teoría….está bien. La mar de bien, creerme…debería…hum…estar durmiendo…..
.- ¿Debería? – Donatello arqueó las cejas mientras luchaba por acallar a Simon que berreaba con fuerza a causa del susto. Leonardo pareció perder la paciencia y, soltándose de Mink de un tirón, la agarró por la solapa acercando su cara a la suya:
.- Menos coñas, condúcenos de inmediato con él antes de que esa cosa vuelva – Mink le sonrió picaronamente mientras se soltaba con delicadeza de las garras de Leo:
.- Esa cosa ha ido a buscarle, así que sólo tienes que seguirle – Mink saltó del costado tumbado de la van hacia el suelo y se paró en seco delante de Simon que, al verla, dejó de llorar y empezó a juguetear con un mechón de pelo pelirrojo – es decisión vuestra si queréis ir allí o no…pero no os lo recomiendo. Con mucho gusto me llevaré al niño y os lo sacaré de encima – Mink miró a los presentes que la observaban atontados sin saber cómo tomarse aquellas palabras – os encontráis en la Zona Cero y nada ni nadie va a poder salir de ella una vez dentro.
Donatello bufó y perdió la mirada en el suelo antes de observar a Leo junto a Mickie en busca de soluciones. Leonardo vaciló unos instantes y de un saltó bajó también de la van aún sosteniéndose con fuerza el mordisco:
.- ¿Raphael está ahí verdad? – Mink asintió – pues nosotros también. ¿qué decís?
.- Pues claro, si hay que cortar cabezas lo haremos juntos – Donatello asintió con fuerza antes de intentar plasmar una falsa sonrisa en el rostro para mostrar seguridad.
.- ¿No hay segundas opciones?…no sé….yo puedo quedarme aquí con el crío. No me importa – sin esperar responder a Michelanggelo, Donatello junto a Leonardo empezó a ponerse en marcha hacia el Motel caminando a paso rápido pero precavido.
Mickie los observó frunciendo el ceño poniendo cara de asco por las decisiones tan desesperadas que sus hermanos solían tomar sin contar para nada con su opinión. Se cruzó de brazos antes de resoplar de rabia. Mink, a su lado, lo miró y le sonrió:
.- Tranquilo pequeño, yo cuidaré de ti. – la chica empezó a caminar detrás de las dos tortugas riéndose a carcajadas:
.- ¿Pequeño? – Miechalenggelo se ofendió por el comentario mientras les seguía de cerca - …..diablos….¿tanto se nota?…..
Leonardo se giró en redondo buscando a la diablesa que, en unos segundos le adelantó y no pudo evitar girarse de curiosidad:
.- Oye, si son 7 los caballeros, hay uno que falta por llegar.
.- ¿Uno?
.- Uno o un par…una cosa muy rara…- se mofó Don recordando el momento con la mujer destripada por una réplica exacta del niño que ya llevaba con ella.
.- No puede ser el momento si no están todos reunidos ¿cierto? – Mink se mordió el labio pensativa ante la acertada reflexión de Leonardo que, con las manos en la cintura, esperaba en frente de ella una respuesta clara y concisa.
La diablesa se encogió de hombros antes de pasarle por al lado a la tortuga para proseguir el camino:
.- Las cosas están negras, así que todo ya ha empezado. Lo que significa que tienen que estar aquí por huevos.
.- ¿qué?…pero, con nosotros no estaban ¿no? – Micealanggelo acudió a Leo caminando con prisa a su lado – tal vez…tal vez se hayan metido dentro del cuerpo de uno de nosotros cómo izo con aquella mujer. Y ahora en cualquier momento vomitaremos una especie de huevo-embrión que nos resquebrajará por dentro…
.- Mickie, cállate – Leo lo agarró de la nuca conduciéndole a su lado intentando que dejase de decir chorradas que, de alguna manera, no le parecían tan infactibles dada la gravedad de la situación.
.- ¿Cómo sabes que va a empezar todo? – Donatello se acercó a Mink con Simon en brazos sin perder la vista de enfrente por miedo de que Zardath volviera a aparecer.
Mink se paró en seco y señaló detrás de sí. Más allá de la furgoneta que ya quedaba lejos, más allá del principio del camino de piedras que se desviaba de la carretera.
Justo ahí, en el horizonte, una extraña capa de color oscuro se extendía des de aquél punto y les envolvía cómo si se tratase de una especie de cúpula. Una cúpula negra que no dejaba entrever el cielo y que lo bañaba todo de una eterna oscuridad encerrándolos en una boca del infierno.
Leonardo, Mickie y Donatello lo observaron embobados completamente incrédulos de aquél extraño espectáculo del cual no se habían percatado. Se veían cubiertos de un extraño mantel transparente que se bañaba con protuberancias negras y oscuras sin traspasar nube alguna.
.- Lo sé, porqué ya nos han encerrado dentro.
Bueeno, pues esto ha sido todo por el momento. Ya pedí perdón por la tardanza, pero eske la verdad es ke la ágina esta cada vez que la "reforman" se pone por los suelos. Durante un tiempo creí que nos habíamos vuelto todas perras y que no había nadie que actalizase, pero más tarde supuse(al no poder actualizar yo) ke setrataba de la puta página que ya volvía ahacer de las suyas ...bueeeeno, cosas ke pasan :-)
la canción de principio se trata de "Volando solo" de Extremoduro, un grupo punk-rock español la mar de bueno por estos lares. Y , vaya, escuchando el tema se me vinola situación de Raph a la cabeza y no pude evitar escribirla (jusjusjus, ya sabeis que yo prinero escribo y luego pienso (cogito ergo su) XD)
Bueno nenas, en el proximo cap os ody más diálogo! XD Besos a todas!
YaS;-P
