¿Ke pacha gentuza¿Cómo va todo por vuestros lares, jusjus, pos nada, siento mucho haberme retrasado pero eso de ser estudiante es lo que tiene (¡voy de maldito culo!) --' y dicen ke luego trabajar es lo peor…pues no se ke decirles …..bueh, en cualkier caso, cada uno a lo suyo ;-P

Bueno, pensé que tal vez os iría bien unas pequeñas aclaraciones en cuánto a los caballeros, pues hasta yo me hago un enorme lío para distinguirlos a veces, así que supuse que para vosotros la cosa todavía estaría peor, jejeje.

Bueno, pues aquí os dejo con esto, espero que os sirva de algo:

Primer Caballero: Betsy la Ciega

Segundo Caballero: Darla y sus hijos.

Tercer Caballero: Simon

Cuarto Caballero: Jesuis

Quinto Caballero: Saucer

Sexto Caballero: Tom

Séptimo Caballero: Raphael

Nos leemos más abajo chikillas! Besos!

YaS ;-)

#13# Primer paso

.- ¡Vamos vamos vamos! – Tom abría camino a hachazo limpio cortando todo aquello que osase barrarle el paso. Donatello, detrás de él, agarraba con fuerza a Simon que no dejaba de llorar descontrolado mientras intentaba deshacerse de aquellos monstruos que aparecían por sorpresa y pasaban desapercibidos por el hombretón:

.- ¡Mickie¡Aquí! – Michelanggelo emitió un agudo grito cuándo una de las puertas de su lado reventó apareciendo un numeroso grupo de no-muertos que se le abalanzaron. Con su hermano mayor en brazos, sacudió un par de patadas desesperadas intentando alejarlos de él antes de salir corriendo detrás de Donatello que entraba con prisas dentro de una de las habitaciones la puerta de la cual era sostenida por Tom que evitaba que algún mal invitado se colase.

Sacando fuerzas de flaqueza, Michelanggelo logró alcanzar el umbral respirando con dificultad y con los músculos de sus brazos temblándole a causa del esfuerzo de soportar a Leonardo en una carrera desesperada por salvar el pellejo.

Tom cerró la habitación de un portazo antes de sellarla de nuevo mediante una barrera de sangre que aprovechó de una de sus heridas.

Don lo observó arqueando ambas cejas:

.- ¿Eso funciona?

.- Apuesta por ello duendecillo – desesperadamente, Mickie desplomó sobre la cama de la habitación a su hermano mayor que cayó a peso sobre el colchón. Palpó un par de veces su cara intentando despertarlo pero le resultó en vano. Leonardo permanecía inconsciente a causa del golpe en la cabeza contra el cristal:

.- Está bien, no te preocupes – tras indicarle eso a Mickie, Don tumbó también a Simon y empezó a limpiarlo levemente con un pequeño pañuelo que sacó de su inseparable mochila. El bebé había quedado salpicado por completo por motitas de sangre. Donatello sólo deseaba que esa sangre no fuera suya:

.- ¿ahora qué? – Mickie se impacientó tras escuchar los primeros golpes en la puerta – hemos perdido a Mink, hemos perdido a Raph y estamos atrapados cómo imbéciles.

.- Esperemos que alguien vuelva a por nosotros….- Donatello se incorporó y no pudo evitar lanzar una mirada curiosa a Tom que permanecía sentado contra la puerta con su enorme hacha descansando a su lado apoyada en la pared.

El hombretón no pudo evitar esbozar una sonrisa cuándo cruzó la mirada con la tortuga:

.- Diablos…¿de dónde habéis salido vosotros?….¿también sois demonios del Séptimo? – Mickie arrugó la nariz sin comprender:

.- ¿demonios? Puah….ya hay mucho demonio por aquí suelto cómo para empeorar las cosas….

.- ¿Entonces?….¿sois duendes? – Mickie entornó los ojos y cedió la palabra a Don:

.- ¿Te suenan tortugas? – Tom soltó una enorme carcajada que retumbó en la cerrada habitación bajo la despechada mirada de ambos hermanos:

.- ¿Tortugas gigantes¿y con un bebé humano¡Bwahahahahahahaha!

.- Bueh, para que contárselo…..- susurró Michelanggelo más para sí mismo que para el hombretón.

De repente, unos golpes estremecedores aporrearon la puerta con fuerza. Todos se voltearon nerviosos asiando sus armas con rapidez por miedo a que la barrera de sangre no surtiera efecto.

Tras un gran empujón, la puerta se abrió desplazando violentamente a Tom que se recostaba contra ella y acabó por los suelos.

El umbral fue cruzado por una desesperada y nerviosa Mink que se apresuró a cerrarla de nuevo dejando a decenas de zombies arañando la dura madera. La diablesa se secó la sudor de la frente con un suspiro antes de fijarse en Tom que permanecía en el suelo a causa del golpe:

.- Vaya ¿descansando?

.- ¿La puerta no te pesó mucho? – soltó este con una pizca de ironía mientras se levantaba. La diablesa se encogió de hombros antes de acercarse a las tortugas. La ceñuda mirada de Donatello la dio por aludida y la chica se apresuró a explicarse antes de que le reprochasen algo:

.- Vale vale. Vuestro hermano está en el sótano. Pero no podemos llegar ahí, resultaría imposible contando que cargamos con un bebé.

.- Y un medio muerto – soltó Michelanggelo con picardía señalando a Leonardo tendido en la cama.

.- ¡Ooooowww! – Mink saltó con delicadeza extrema hacia el otro lado de la cama y se sentó en el borde de ésta - ¡hasta cuándo está inconsciente es una monada! – jugueteó con los dos extremos de la bandana de Leonardo mientras canturreaba algo para ella misma. Donatello la observó curioso sin comprender como podía mantenerse tan fría frente a una situación cómo aquella, incluso parecía no importarle lo más mínimo que se encontrasen ahí encerrados, que Raphael permaneciese perdido por la casa con todas aquellas cosas volteando, que cargasen sobre sus hombros a un bebé y que Leonardo, el único capaz de encontrar una vía razonable para salir, permanecía desmayado.

Sacudió la cabeza con fuerza para desquitarse de sus profundos pensamientos y pensar en alguna buena estrategia para salir de ahí, pero tras repasar de nuevo en la situación en la que se encontraban desistió dejándose resbalar por la pared hasta quedar sentado.

Tom se encontraba exhausto y estaba más pendiente de terminar su pelea con Jesuis que no de salir con vida de allí. Michelanggelo no podría cargar a Leonardo ni 10 minutos más contando en que sus primeras heridas comenzaban a crearle estragos, y ni si quiera él mismo se veía capaz de poder pelear sosteniendo a Simon.

Únicamente Mink, que parecía la más capaz, era la más desinteresada en todo.

Michelanggelo empezó a pasearse nervioso por la habitación canturreando él también la cancioncita de Mink para evitar ponerse aún más histérico. Pero el método pareció fallarle y acabó estallando en una fuerte patada a la mesita de noche:

.- ¿No puedes sacarnos de aquí? – le preguntó a la diablesa extendiendo los brazos con desesperación. Mink lo observó de reojo sin darle mucha importancia mientras seguía jugueteando con la cabeza de Leonardo reposando en sus rodillas.

.- Claro que podría. La pregunta es ¿saldréis vivos cargando con un crío y con un enfermo? – Michelanggelo se desplomó también en la cama dándose por vencido y señaló vagamente a Donatello sin siquiera mirarle a la cara:

.- Me rindo genio. Te toca. – con un gesto despectivo Don también se dio por vencido y se recostó aún más contra la pared:

.- si al menos ese estuviera en pie os sería mucho más sencillo. He visto cómo peleáis, y cargar con ese niño no os sería un problema si vais todos juntos – la sugerencia de Tom sorprendió a todos. Don lo miró vagamente:

.-Bien¿cómo despertar a un herido de su inconsciencia pues?

.- ¡Buah! – Mink sonrió picarona antes de agarrar el cojín y tapar la cabeza de Leonardo con él. Apretaba fuerte no dejando pasar ni una partícula de aire a través de la tela:

.- ¡eh eh eh! – Michelanggelo se alarmó y se incorporó para salvar a su hermano de la asfixia. Pero tras comprobar que el cuerpo de Leo empezaba a contorsionarse débilmente se detuvo observando sorprendido.

Segundos después, Leonardo se arrancaba el cojín de un tirón y, completamente pálido, se incorporaba en la cama agarrándose el cuello con desesperación y respirando con muchísima dificultad grandes bocanadas de aire.

Completamente traspuesto, permaneció quieto unos segundos antes de arrearle un sopapo a la diablesa con el mismo cojín:

.- ¡Estás loca! – se incorporó de un salto - ¿es que pretendes matarme? – Mink le sonrió con malicia de nuevo:

.- No tenía yo esa intención contigo….- el tono insinuante de la diablesa provocó que Leo desviase la mirada con brusquedad.

.- Tranquilo hermano, el cuerpo humano siempre reacciona antes de ahogarse incluso cuándo se encuentra inconsciente. Ha hecho bien – Donatello le sonrió mientras se levantaba del suelo – bien, ahora que estamos todos ¿cuál es el plan?

Durante unos instantes todas las miradas se entrecruzaron buscando alguna que pudiera darles las buenas respuestas, pero todo era nervio, intranquilidad y indecisión.

Leonardo lanzó una fugaz mirada a Tom que se había recostado de nuevo contra la puerta, comprobó que el hombre se encontraba algo herido y su cansancio aún no le había dejado respirar con tranquilidad:

.- ¿qué tal andas de fuerzas para una ofensiva a lo bestia? – Tom levantó la mirada descubriendo la analizante vista de Leo que lo estudiaba milímetro a milímetro ponderando su capacidad de atacar. El hombretón agarró con fuerza su hacha:

.- Puedo abrir camino y cubrir retaguardias hasta dónde sea. Yo sólo quiero a ese maldito de Jesuis todo mío.

.- En el estado en el que te encuentras si sales ahí va a matarte en un abrir y cerrar de ojos.

.- El destino así lo habrá querido, pues – Leonardo arrugó la frente maldiciendo de nuevo al destino y a todo lo que le rodeaba. El hecho de que muchos de los allí presentes, muchos de los caballeros, ya hayan aceptado su muerte por lo que ellos creen que es una buena causa le repugnaba.

Le repugnaba el tan sólo pensar que estaban dispuestos a aceptar su fin fuera cual fuera y de la forma que fuera. No sólo porqué Raphael se encontraba en medio de todo el embrollo, si no porque a esas alturas todos su hermanos habían quedado marcados ya en toda la batalla, ya fuera por libre a cómo protectores de Simon, el destino también iba a influirles a ellos. Así pues, aceptar lo que se les echaba en el plato no le resultaba la mejor opción, porque si así fuera, iban a acabar todos muertos en ese caos.

Se giró observando a sus hermanos que permanecían expectantes a alguna solución:

.- Lo primero es encontrar a Raph. Pero no podemos ir todos, seríamos demasiado vulnerables.

.- ¿Vulnerables?….eso lo somos cuándo estamos por separado ¿no? A mi es lo que me han estado enseñando toda la vida …- soltó Michelanggelo con una risita nerviosa intentando encontrar algún fundamento factible para oponerse a la decisión de su hermano.

.- No. Tiene razón. Si sólo un par van a por Raph, tienen las posibilidades de encontrarlo más rápido….- Donatello agarró a Simon de nuevo de encima la cama – yo me quedaré con él.

.- ¡Y yo contigo! – Mickie se apresuró a agarrarse de los hombros de Don.

.- Está bien. Buscaré a Raphael – Leo se giró en redondo buscando a mirada de Mink – quédate con ellos – la diablesa frunció el ceño y se apresuró a detener a la tortuga antes de que abriese la puerta.

.- ¿Vas a ir tu solo, chico? – le preguntó Tom levantándose del suelo.

.- No. Irá conmigo – contestó Mink secante y seria sin dejar oportunidad a oposición alguna. Leo se giró traspasándola con la mirada.

.- Es algo que no te incumbe, demonio.

.- ¿No me incumbe? Mi vida pende de un hilo sabiendo que la vasija está en manos de un idiota cómo tu hermano. – Mink pasó por el lado de Leo sin mirarle a la cara y con aires de superioridad. La tortuga fue a responder algo más pero la chica no se lo permitió - ¡además! Soy la protectora del Séptimo caballero, así que aunque me importe una mierda que puedan patearle el trasero a Raph, no dejaré que lo maten.

.- Vaya – Don posó sus manos en la cintura y sonrió – bonito por tu parte preocuparte así por él.

.- ¿Bromeas? Nadie va a matarlo porque voy a ser yo quién lo haga.- dicho eso Mink se aventuró fuera del pasillo seguida por Leonardo que no pudo evitar entornar los ojos en un suspiro.

Antes de partir, lanzó una mirada fugaz a sus hermanos con preocupación:

.- ¡eh¡Tranqui Leo, el señor barbas nos protege! – la última sonrisa de Michelanggelo fue lo que último que Leo alcanzó a ver al cerrar la puerta y meterse de nuevo de lleno en una alocada carrera por los pasillos evitando ser desgarrado por esos mosntruos.


Noté como la sangre me subía a la cabeza evitándome pensar con claridad. Los calores se apropiaron de mi y mi pulso empezó a temblar apenas pudiendo sostener su muñeca envuelta en mi mano.

Aquella sobre dimensionada garra me aplastaba contra la pared y me estrujaba el cuello con insistencia. No podía ver nada, ni siquiera podía alcanzar a ver si el muy bastardo me sonreía…apuesto a que si…

Algo metálico se clavó a escasos centímetros de mi cara. El silbido del aire al ser cruzado por ello me llamó la atención y fue lo último que escuché antes de empezar a perder la consciencia víctima de una asfixia repugnante.

Inconscientemente, palpé con mi mano el sólido de detrás de mi buscando a ciegas aquello clavado en la dura piedra.

Lo encontré. Recuperé uno de mis sais que había perdido entre la oscuridad.

Agarrándolo con fuerza traspase con su extremo más largo el ante brazo de aquel endiablado chaval provocando que me soltase con brusquedad mientras un agudo y estridente chillido delataba la enorme herida que había recibido. Fueron unos malditos segundos que tardé en recuperar mi aliento del todo, que el maldito se deslizó por a oscuridad retirándose en lo más profundo para recuperarse.

Únicamente esos agudos gritos que soltaban era lo que se escuchaba. Me volvían loco. Completamente loco….

La multitud ahí atrás no dejaba de gritar cómo una desgraciada al saber que algo les estaba atacando. Bueno, más bien me atacaba a mi, pero el hecho de no alcanzar a ver lo que era y el quedarse completamente a oscuras en un lugar tan estrecho, había esparcido la histeria a modo de plaga y parecía que en cualquier momento fueran a matarse entre ellos.

Me incorporé de nuevo y cerré mis ojos por no necesitarlos. Intenté escudriñar todo a mi alrededor, ruidos, rasguidos, arañazos, gruñidos….cualquier cosa. Cualquier cosa que delatase la posición de aquellos malditos demonios que no dejaban de atacarme.

Lo oí. Algo se acercaba veloz y silbante en mi dirección y me giré a tiempo de recibirlo entre mis manos…..diablos. Era mucho más grande de lo que había creído.

Sin percatarme sostenía en mis brazos el cuerpo a peso de Sou que, tras intentar dar batalla a uno de los malditos bichos, había acabado recibiendo y permanecía inmóvil sin siquiera importarle la faena que me estaba dando:

.- Si te tienes que desmayar que sea en el suelo, aquí molestas – se apartó de mis zarpas de un tirón y se colocó de espaldas estudiando la oscuridad:

.- Son muy rápidos…no consigo alcanzarlos por ningún lado y esos malditos gritos me confunden…- completamente rabioso y con una brecha sangrante en mi frente, me giré hacia la multitud que se amontonaba a nuestras espaldas:

.- ¡Malditos seáis todos¿¡Queréis callaros de una puta vez joder! – la gente pareció hacerme caso al instante y el silencio se repartió por la zona delatando a uno de los hermanos que saltó directo hacia Sou sacando las garras con fuerza. La china logró esquivarlo y lo mandó de una patada contra la pared:

.- Vaya, parece que tu eres más Mesías que yo. A ti te hacen más caso …- aún y a pesar de su aspecto desaliñado y cansado su ironía seguía intachable y continuaba atacándome repetidas veces aprovechándose de mi situación de debilidad con mi aspecto humano.

Creyendo que todos los gritos se habían apagado, uno de ellos resonó fuerte, desesperado y ahogado al otro lado de las masas. Justo al final de la enorme cola de gente. La desesperación se contagió de nuevo y, cómo una oleada, avanzó hacia delante llenando el lugar de gritos de nuevo:

.- ¿pero que…?

.- ¡Algo pasa por ahí delante! – Sou no esperó orden alguna y se abrió paso cómo pudo entre la multitud para conseguir llegar al otro lado. Cuándo la perdí en la escasa luz de algún mechero, algo me golpeó con fuerza por la espalda tirándome al suelo de boca.

Sabiendo que volvería a atacar otra vez, me volteé rápidamente en el suelo blandiendo mi sai que llegó a bloquear una de las malditas bocas de aquellos dos niños. Unos blancos y largos colmillos chocaron cómo metal contra mi arma y, de un abanico, desgarré sus comisuras haciendo que volviera a esconderse entre la oscuridad lanzando aullidos de dolor.

Me incorporé jadeante y sudando a más no poder. Me estaban dando mucha faena y ni siquiera yo mismo sabía si podría quitármelos de encima en aquella oscuridad y con ese aspecto. No sabía a cuál de ellos había atacado y a cual no….uno debía de estar herido de esa enorme mano, y el otro debía de sangrar por la boca….diablos, parecía que se multiplicasen y cuándo se ponían de acuerdo me atacaban a más no poder jugando conmigo cómo si fuese un estúpido pelele.

Me empujaron contra la pared y respondí con un nuevo sablazo que golpeó al aire, tras bajar mi defensa me volvieron a atacar de frente haciendo que me doblase sobre mis rodillas.

Se desplazaban cómo sombras invisibles que me estocaban una y otra vez en la oscuridad sin darme si quiera la oportunidad de devolverme.

Me agobié…y mucho…aquello no podía continuar así si lo que pretendía es que acabase bien….y para colmo los gritos se extendían y los primeros desesperados empezaban a correr por delante de mi perdiéndose en la oscuridad y arriesgándose entre las sombras de ambos hermanos.

Cayeron.

Sus gritos al final del oscuro pasillo delataban que los demonios de Darla despedazaban a todo aquél que se les acercase y, aún y escuchar una y otra vez cómo caían uno tras otro entre gritos, gruñidos y berreos, la multitud seguía abalanzándose por delante de mi huyendo de fuera lo que fuera que ocurriera por allí detrás…..

Sólo deseé que Sou fuera capaz de contenerlo, pues no me apetecía verme encerrado entre dos focos con un montón de imbéciles que se movían cómo ovejas hacia su muerte más próxima:

.- ¡Quietos! – les grité una y otra vez con mucha desesperación, pero no me obedecían y la sangre de metros adelante empezaba a correr bajo mis pies cada vez que algún desesperado corría presa del terror hacia la oscuridad.

Todo se me iba de las manos y me encontré sumergido en una asquerosa pesadilla de muerte y destrucción masiva…horroroso….deseé poder ser alguno de esos inconscientes y morir para evitar más sufrimiento.

Cuándo las víctimas de los hermanos parecieron acabarse, volvieron fugaces a por mi aullando y gritando con estridencia.

Bloqueé de nuevo con mi sai uno de los golpes y conseguí colocar una patada mientras bloqueaba otro ataque….por unos instantes parecí espavilarme mucho mejor de lo que lo había estado haciendo antes….pero la gloria no duró mucho y a causa de un empujón de una de las personas que aullaba desesperada, me desconcentré y me lanzaron con violencia contra la pared.

Noté cómo mi cráneo quebraba bajo la dura piedra y, casi con los ojos completamente en blanco, me dejé deslizar hasta quedar sentado.

Notaba como todo me daba vueltas con un vértigo impresionante. No lograba enfocar la vista y mi cabeza empezó a dolerme mil demonios mientras notaba cómo algo caliente de desplazaba por mi frente y mi cuello.

La sangre me tapó los ojos y, si antes no podía ver, ahora muchisimo menos.

Me estremecí intentando levantarme en tan solo pensar que un golpe más y me quedaría allí para siempre. Pero mis rodillas fallaron y caí nuevamente apoyado contra la pared….miedo….eso fue lo que tuve…y la verdad es que no me importa para nada aceptarlo….

Estaba aterrorizado y luchaba por poder saber lo que ocurría a mi alrededor. Miles de sombras pasaban por delante de mi huyendo de algo con desesperación…gritos, llantos, golpes…empecé a notar cómo el río de sangre llegaba a mis manos empapándolas por la palma por completo….

Enfocando la vista tanto cómo pude, alcancé a distinguir una pequeña sombra delante de mi que se acercaba con tranquilidad….mierda….

Volví a intentar moverme pero me fue inútil, el golpe me había dejado anonado y tardaría largos minutos en recuperarme. Iba a ser capaz de ver cómo uno de esos malditos bichejos acababa conmigo sin ni siquiera yo oponerme a ello….diablos……

Levemente levanté mi mano derecha y, con un ruido seco, chasqueé los dedos.


La voracidad con la que ambos atacaban solo se veía superada por la preocupación que a esas alturas Leonardo estaba desarrollando por el paradero de Raphael. El ambiente no era nada bueno y el Motel se encontraba completamente tomado por los zombies de Jesuis que se habían encargado de destrozar cualquier cosa que se mantuviera en pie.

Desquiciados por su hambre y conducidos por un pleno instinto animal que únicamente desaparecía por la manera de pelear, los guerreros del Cuarto Caballero aparecían por cualquier esquina cerrando todas las posibles salidas al sentirse atraídos por el barullo y los gritos de un par de inconscientes que se había aventurado por los numeroso pasillos del Motel intentando alcanzar la recepción y, una vez allí, la puerta hacia el sótano.

Mink no podía evitar tener en el rabillo del ojo a Leonardo que, a pesar por su gran capacidad en la lucha y por su velocidad de movimientos, le tenía inmensamente preocupada a causa de los múltiples arañazos y del golpe en la cabeza que había recibido.

Aún y así se vio tremendamente sorprendida por cómo la tortuga llegaba a blandir con estupenda sincronización ambas katanas sin ni tan solo vacilar en ningún movimiento:

.- Hermano de Rapha tenías que ser – Mink se sacudió de encima a unos cuántos atacantes acercándose a Leo de espaldas – eres bueno.

.- Todos lo somos – la tortuga reventó de una patada la puerta hacia las escaleras de emergencia por considerar que el camino por allí podía resultar más corto.

Pero su reacción fue inmediata al comprobar que la trampilla se encontraba inundada de una horda de zombies que parecían haber estado esperando que alguien abriera esa puerta.

Alguno de los caballeros había untado la maneta de barreras de sangre y a los monstruos les había resultado imposible seguir accediendo por las escaleras de emergencia:

.- ¡Salida equivocada!

.- ¿La tuya? Genial, pues la mía también – acorralados entre dos focos ambos juntaron espalda contra espalda y por unos segundos, todo pareció detenerse hasta que todos los atacantes decidieron abalanzarse a la vez.

Mink y Leonardo se deshacían de ellos impidiendo que entrasen en el círculo que formaban con tal de mantener una libertad de movimientos y no caer envueltos por completo de monstruos.

Leo blandió sus espadas a su alrededor obligando a Mink a agacharse para salvar su cuello, ese repentino movimiento provocó que una decena de zombies cayera al suelo a su alrededor víctima de los destajos de los filos.

Pero la segunda fila no tardó en abalanzarse y, cubriendo a Mink por completo por encontrarse ésta en el suelo, se abalanzaron sobre Leonardo impidiéndole de mover ni un solo músculo a causa de la presión.

Cómo pudo, la tortuga se deshacía de sus enemigos pero su proximidad le escaseaba los movimientos. Tras tumbar a algunos a base de rodillazos, no pudo evitar que otro se le agarrase pegándole un bocado en la misma herida que antes Zardath había abierto con sus fauces.

Mink, en la misma situación recostada en el suelo, se sobresaltó tras escuchar el grito de la tortuga y luchó por sacarse de encima a los depravados que se le tiraban a montones. Harta y completamente agobiada, su mano empezó a brillar con un fulgor rojizo conocido y, antes de desatar su tremendo ataque, rebuscó entre las masas de pies los de Leonardo para tirar de ellos y lanzarlo al suelo.

Segundos después, toda la planta se iluminaba de un resplandor que cegaba a más no poder para luego, tras volar por completo el techo y haber creado una claraboya en él, la conocida lluvia de sangre y entrañas se precipitase sobre ellos.

Completamente anonado, Leonardo se incorporó tras encontrarse en el suelo repentinamente y, agarrándose con fuerza el antebrazo, rebuscó sus katanas entre los charcos rojos que se habían esparcido por el pasillo salpicando con insistencia las habitaciones:

.- Diablos…realmente ese ataque es efectivo – Mink sonrió risueña aún sentada en el suelo y no tardó en abocarse encima de la falda de la tortuga. Agarró el antebrazo de Leonardo y, usando la palma de su mano que aún continuaba ardiente, quemó la superficie herida desprendiendo un olor a quemado:

.- ¡OW!

.- Es la mejor manera de evitar la infección de la mordedura de una de esas cosas… - Mink se incorporó aún quedando sentada a cuclillas sobre él que se soplaba el antebrazo con algo de resignación – no quieras saber la de cosas que llegan a comer cuándo tienen hambre.

Tras pasarse el dolor, la tortuga se apoyó hacia atrás mirando curioso a la diablesa. Esbozó una sonrisa a modo de pedirle que se levantase mientras arqueaba ambas cejas:

.- ¿Molesto?

.- Pues en estos momentos sí.

.- ¿Vaya, eso significa que en otros momentos no molestaría?- la chica se recostó aún más buscando la cara de Leonardo que, sorprendido, se echó hacia atrás huyendo con precaución de la contoneante demonio.

Fue a decirle algo cuándo Mink fue víctima de una endiablada descarga eléctrica que la sacudió entera haciendo que la chica gritase antes de, llevada por una fuerza invisible, desapareciera a gran velocidad por el pasillo casi levitando:

.- ¡Eh! – confundido, Leo recogió sus katanas y corrió detrás lo más rápido que pudo aprovechando el vacío momentáneo de monstruos a causa del ataque de Mink.

La diablesa se desplazaba a tal velocidad que, tan solo bajar al piso inferior, la perdió de vista sin saber que dirección había tomado:

.- …¿qué mierda fue eso?….¡Mink! – de repente, una enorme explosión reventó en mil pedazos una de las paredes contiguas. Leonardo se cubrió algo sorprendido y levantó la vista entre la nube de polvo sin comprender - …¿y ahora qué…?

Por el boquete abierto en la pared, una mujer delgada, vestida completamente de negro y con el pelo bastante corto, apareció cruzándolo con rapidez mientras se cubría para esquivar un armario que salió volando del agujero para reventar en la pared del pasillo.

La chica se detuvo observando jadeante el boquete abierto. Leonardo no tardó en acercarse convencido de que se trataba de alguna víctima de los zombies:

.- ¿Estás bien? – sobresaltada, la mujer se giró acertando con pura perfección la mirada de Leonardo.

Unos ojos blancos, nulos de cualquier visión, pusieron las escamas de punta a la tortuga:

.- …No…..tu no eres el Séptimo…pero tu aura es muy parecida a la suya…

.- …¿qué?..- rápidamente ambos se giraron sobresaltados al escuchar cómo los despojos de la pared rota crujían bajo las botas de alguien.

Un esbelto y corpulento hombre joven se abrió paso entre las ruinas vistiendo con él una negra gabardina desabrochada hasta los pies.

Leo abrió los ojos como platos y desenfundó con fuerza sus espadas:

.- …tú….- el hombre continuó en su eterna seriedad mirándolo levemente. Esbozó una débil sonrisa al reconocerle – tu…nos atacaste para matar a Simon….

.- Sigue vivo¿verdad?

.- No por mucho tiempo – Betsy habló seca y fríamente, ese comentario izo dudar a Leo si la chica se encontraba de su parte o no. Al fin y al cabo, seguramente se trataba de otra caballero que, si era la vencedora, mataría a Simon igualmente…- vete ahora.

.- Olvídalo, tengo cuentas pendientes.

.- ¡Yo cobraré tus cuentas, vete ahora! – la rabia se reflejó en los vacíos ojos de Betsy que se giró momentáneamente para encarar a la tortuga antes de devolverle la atención a su atacante.

Por unos instantes, Leonardo vaciló ponderando la idea de seguir allí o partir en busca de Mink y Raphael.

Su orgullo acabó venciéndole y, tras sonreírse a sí mismo por estar actuando de la misma manera que su hermano perdido, apretó aún más la empuñadura de sus espadas:

.- Nadie rinde mis batallas.

.- Vas a ser una nueva víctima innecesaria en esto, pues.


Volvía a caminar nerviosamente por la habitación rodeando uno a uno todos los muebles de la zona y entreteniéndose en descolocar la alfombra con los pies para luego volverla a colocar:

.- Me estas poniendo nervioso.

.- ¡Ah! Bien ¿qué todavía no lo estás? – Michelanggelo se apretó con fuerza las sienes - ¡por tu madre Donny¡Haz que Simon se calle!

.- Aquí eres tú el dedicado a los niños, no yo- Don echó un nuevo vistazo el bebé que seguía tumbado en la cama berreando a más no poder - …debe tener hambre…dejamos la leche en la van.

.- Pues ves a buscarla.

.- ¿Bromeas? Si salgo ahí se me comen vivo.

.- Pues llama a Leo y dile que cuándo se traiga a Raph se traiga la leche ya de paso.

.- ¿Pero tu que te crees que es esto¿un supermercado?

.- ¡Lo sé¡Lo sé! – Michelanggelo volvió a agarrarse la cabeza con desesperación - ¡estoy bajo mucha presión¿vale?

Donatello entornó los ojos con un suspiro antes de sentarse en el borde de la cama con la cabeza entre las manos. Su mirada perdida fue a encontrarse con la de Tom que seguía sentado contra la puerta. Todos los presentes se encontraban realmente asqueados por los llantos de Simon, los arañazos en la puerta, y los gruñidos y gritos que provenían de todas partes del Motel.

El hombretón barbudo fijó, una vez más, su mirada sobre el bebé que seguía dando pataletas al aire pidiendo algo de atención:

.- No puede ser vuestro.

.- Y no lo es – se apresuró a contestar Don aún fijando la mirada en el humano.

Por primera vez después de mucho rato, Tom se levantó del suelo crujiendo todos sus huesos e irguiéndose en toda su estatura. A paso lento y cauteloso, se acercó a Simon y lo observó milímetro a milímetro. Curioso, Donatello no le sacó el ojo de encima, aún sin llegar a fiarse demasiado de Tom, le parecía que se trataba de un hombre algo inofensivo cuándo se encontraba en sus cabales. Pero tal y como se encontraba la situación no se fiaba ni de su sombra.

El hombre agarró con delicadeza la manita de Simon y observó el tatuaje de las 7 estrellas que, tras reunirse todos los caballeros en el motel, se encontraban todas alrededor de la estrella roja en un perfecto círculo.

Tom suspiró con contundencia antes de cerrar los ojos pensativo por el descubrimiento. Retrocedió unos centímetros antes de agarrar su hacha apoyada en la pared:

.- Lo sabía…algo me temía. Ese crío no podía estar por aquí en medio así cómo así….- alertado, Donatello agarró a Simon con rapidez y siguió observando a Tom con la mirada ceñuda temiéndose al completo lo que estaba por venir - …no entiendo cómo alguien puede tener tanto morro de encargar la tarea de Caballero a un maldito bebé…des de luego ese desalmado se merece la muerte más que él…- Tom levantó levemente el hacha por encima de su cabeza - …pero aún y así..

.- ¡Ni se te ocurra! – alarmado por el grito de su hermano, Michelanggelo dejó atrás su desesperación y prestó atención a la situación. Donatello se levantó desenfundando su bo con una mano mientras sujetaba a Simon con la otra.

.- No hay otra opción…si no lo hago yo lo hará cualquier otro…el niño ya no va a poder salvarse de ello. Tarde o temprano acabará muerto en esto y casi prefiero asegurarme de que se trate de una muerte rápida, antes de que alguno de los desalmados de Jesuis o él mismo se encargué de ello….- tras la negativa de Don, Tom bajó el hacha e intentó calmar la situación dando a conocer que sólo pretendía lo mejor – escucha…me sabe tan mal a mi cómo a ti…pero…

Donatello lo comprendía. Des de luego que sí.

En un principio fue Raphael el encargado de matarlo, pero por no atreverse, les encomendó la faena a ellos creyendo que tal vez pudieran hacerlo…aunque bien sabía que tampoco serían capaces así que, de alguna manera, únicamente les buscó unos canguros a Simon para intentar protegerlo de todo lo que se le vendría encima…

Pero eso no había servido de gran ayuda, pues el bebé iba a acabar muerto de todas formas y…sí, cuánto antes mejor. Le sabía realmente mal pensarlo, pero tal vez si Simon moría, ellos tendrían la posibilidad de salir con vida de aquel lugar, pues la carga que suponía llevarlo con ellos les restaba movimientos y atención….

Poco a poco, Don entristeció el rostro y sus músculos se destensaron para acabar enfundando de nuevo su bo.

Tras lanzar una última mirada fugaz y ceñuda a Tom, dejó a Simon de nuevo encima de la cama:

.- Al menos…espera a que se duerma…

.- ¿Qué? – Mickie se alarmo - ¡ah no¡Ni hablar¡Las hemos pasado putas para conseguir que el maldito crío siga con vida, no podemos matarlo ahora! – Michelanggelo buscó respaldo con la mirada a su hermano que pasó por su lado sin inmutarse cómo alma en pena para volver a quedarse sentado en el mismo rincón de antes - ¡Don!

.- ¿qué¿Prefieres que lo degolle a sangre fría alguno de esos malditos zombies?…ya que va a morir igual, al menos que sea rápido e indoloro…- Don escondió el rostro entre sus manos – si esperamos a que se duerma no va a notar nada…

Mickie notó como caía en una inmensa fosa sin fin. Todo se le venía abajo y la situación había llegado a ser tan desesperada cómo para llegar a matar a un bebé. Ya fuera para hacerle un favor a Simon, o para hacérselo a ellos mismos…la cosa era inhumana y no se veía capacitado para poder abarcar semejante recuerdo en su mente.

Así pues, viéndose completamente impotente, se apoyó al marco de la ventana tratando de olvidar por completo la tensión que se desprendía en aquella habitación.

.- Sois buena gente…después de todo – Tom se apoyó de nuevo contra la puerta esperando que Simon acallase sus llantos en un profundo sueño.


Aún continuaba con la vista nublada cuándo un fulgor estrepitoso se coló entre la opacidad de la sangre sobre mis párpados…diablos, no se porqué pero me tranquilicé al saber que había algo de luz en la zona.

Fuego.

Era fuego. Llegué a notar el olor a humo y cómo ardía desprendiendo un calor casi inhumano dentro de aquél espacio tan reducido.

Con un agudo aullido, los hermanos demonio retrocedieron mientras alguien, a juzgar por el sonido, blandía con insistencia alguna antorcha de fuego.

Segundos después, alguien se arrodilló frente a mi y me limpió la frente manchada en mi propia sangre. Después de tener la cara medianamente limpia, mis ojos volvieron a funcionar con normalidad descubriendo a la chica rubia del Motel.

De alguna manera me relajé al saber que no había sido tan estúpida cómo el resto y seguía con vida. Noté su cálida mano en mi hombro. Todavía seguía temblando…vaya, si me hubiera encontrado en su situación des de luego que yo también estaría aterrorizado….bueno¿quién dijo que no lo estaba ya?

.- ¿Estás bien? – la chica me observó con aquellos enormes ojos azules mientras lanzaba miradas furtivas a la oscuridad del pasillo dónde ambos hermanos aún removían las tripas y los cuerpos de los muertos.

.- ¿qué coño ocurre por allí atrás?

.- Los monstruos lograron pasar por la puerta y atacaron a la gente por las espaldas…hay muchos de ellos…pero la chica que te acompañaba parece defenderse bien…- bueno, al parecer Sou cumplía con mis expectativas pero no dejaba de pensar que tal vez debería ir a echarle una mano…diablos…si tan solo pudiera partirme en dos….

.- Parece que les asusta el fuego….- susurró sin dejar de observar al largo del pasillo

.- Hasta que encuentren la manera de cómo apagarlo….- hablé demasiado rápido, y incorporándome tambaleante, no alcancé a ver lo que se nos venía encima.

Antes de percatarme, uno de los cuerpos muertos nos había sido lanzado y apenas pude agarrar a la chica por la cintura para apartarla de en medio atrayéndola hacia mi. La rubia soltó un grito estridente al descubrir qué era lo que nos habían lanzado.

Pero la cosa no quedó allí.

Otro muerto y otro más caían cómo nosotros intentando darnos. Conseguí apañármelas para salvar a la muchacha que seguía agarrando con fuerza la antorcha cómo agarrándose a su propia vida y, aterrorizaba, no podía dejar de temblar cómo una hoja.

.- ¿Qué están haciendo?…¿porqué nos tiran muertos? – las escamas se me pusieron de punta cuándo hallé la respuesta a la pregunta de la rubia e instintivamente agarré de nuevo mis sais del suelo para luego fijarme en la antorcha.

El fuego se estaba consumiendo a causa de la sangre que habían derramado los cuerpos que habían lanzado. El trapo se encontraba completamente húmedo y segundo a segundo la llama se volvía más pequeña devolviéndonos a la eterna oscuridad de nuevo.

La chica luchó por mantenerla encendida pero no lo logró y, segundos después, noté cómo seguía temblando de terror mientras me agarraba la mano.

Mierda.

No solo volvía a estar completamente ciego si no que además ahora tenía que ocuparme también de ella.

Mi reacción inmediata fue retroceder cuándo escuché que los gruñidos de ambos demonios empezaban a escucharse más cercanos entre la oscuridad. Sus pasos chapoteaban sobre las fosas de sangre y parecían reírse a causa de nuestra desgracia.

Tiré a la chica a mis espaldas y, luchando contra mi malestar general y mi enorme dolor de cabeza, agarré con fuerza la empuñadura de mis sais dispuesto a ser apaleado de nuevo.

Antes de que pudiera atacar, un agudo y lejano grito vino a mis espaldas. En un principio creí que se trataba de Sou, pero tras escuchar gracias al eco de la zona que incluso ésta se sorprendía cuándo aquél grito alcanzaba su zona, no pude evitar sonreír cínicamente:

.- ¡Pero qué …!

.- ¡pasoooooo!

Pasó cómo una sombra justo por mi lado antes de pegarse de nuevo a mi brazalete que, durante unos instantes, brilló en la oscuridad víctima del apego del otro brazalete:

.- Has tardado mucho.

.- ¡No me jodas Rapha¡Ha sido el viaje más largo que he hecho en mi vida¡he traspasado toda la maldita mansión a una velocidad sobre humana y lo único que me encontraba por el camino eran zombies y más zombies que no se creían lo que veían cuándo yo pasaba! – el brazalete cedió y dejó caer el cuerpo de Mink al suelo. La diablesa parecía muuuuy irritada y eso sólo provocó que mi sonrisa aumentase.

Finalmente dejé de sentirme solo.

De una revolada me agarró con fuerza de la solapa de mi camisa hecha trizas y juntó su cara contra la mía:

.- ¡Voy a matarte por esto¡Aaaargh¿en qué momento te dio por llamarme? Tenía a Leonardo justo en dónde quería!

.- ¡Quéeeeee! – …mierda, mierda y más mierda - ¿están aquí? – la muy perra no me contestó y al instante dirigió su mirada hacia la oscuridad en la que los hermanos demonios emergían pateando los cuerpos muertos:

.- ¡Sí¡Están aquí¡Y esto no te lo perdonaré en mi vida maldito demonio-tortuga! – a medida que me iba berreando, la diablesa se lanzó contra los demonios destajando por doquier a cada uno de ellos. La rabia que había acumulado en su camino hacia mi por haberla interrumpido de vete-tu-a-saber-qué con Leo explotaba justo en ese instante sin mostrar un ápice de terror o reparo en sumergirse en las sombras para combatir a gran velocidad y con perfección de movimientos….diablos…que mujer…y aún y así seguía gritándome…- ¡ahora te las apañas tú solo para volver a conseguirme una oportunidad cómo esa¡No me ha rechazado y eso es un punto importante¡Pero no¡Tenía que aparecer la abuelita en apuros para pedirme ayuda para combatir a dos estúpidos demonios nacidos de Darla por culpa de la idiotez y la corrupción de esa mujer¡por satán¡Esto está lleno de mierda!

.- Acéptalo Mink, Leo nunca te dará una noche cómo la pasada – con ese comentario la chica pareció mosquearse aún más y, sin previo aviso, el conocido y devastador fulgor rojo empezó a emerger de su mano iluminando el callejón e indicándonos a mi y a la rubia en dónde se encontraban los hermanos demonio.

La muy puta no avisó y únicamente envió ese terrorífico rayo hacia delante arrasando por completo todo el pasillo:

.- ¡A un lado! – grité con todas mis fuerzas deseando que a causa del eco del lugar, todos los del pasillo me hubieran escuchado y, con un movimiento fugaz, agarré de nuevo a la chica del Motel y la pegué junto a mi contra la pared.

En aquellos momentos me alegré de no tener caparazón, pues de haberlo tenido, seguramente lo hubiera perdido cuándo ese devastador rayo pasó rozándonos la espalda desprendiendo un calor insoportable.

Segundos después, un silencio sepulcral se esparcía en la zona. Monstruos, demonios y…¿quién sabe? Tal vez humanos, habían quedado hechos un amasijo de carne revuelta a causa del ataque. El silencio fue roto por el eco des del principio del pasillo de Sou:

.- ¡Me cago en tu puta madre Mink! – observé a la demonio con una sonrisa en la cara y con unas tremendas ganas de abrazarla. Me miraba frunciendo el ceño y agarrándose la muñeca de la mano humeante mientras jadeaba a causa del cansancio:

.- ¡Me-acostaré-con-él! – me reía carcajadas a causa del alivio de haber salvado el trasero.

.- Lo que tu digas, Mink. Felicidades – se cruzó de brazos y me dio la espalda aún algo cabreada. Miré furtivamente a la camarera del Motel que, completamente sorprendida y anonada, aún temblaba después de haber visto pelear a Mink de aquella manera. No pude evitar rodearla por los hombros con mi brazo - ¿todo bien?

.- …..si…..- miró hacia atrás aprovechando la iluminación que otorgaban los cuerpos calcinados que aún ardían en el suelo – deberíamos sacar a la poca gente que queda de aquí…antes que el humo nos ahogue….- por su propio pie, la chica rubia retrocedió en dirección a Sou algo temerosa intentando encontrar supervivientes….algo me decía que, si había sobrevivido alguien, serían pocos:

.- ¿quién es ella? – la voz de la diablesa se presentó a mis espaldas aún con los brazos cruzados. La miré divertido arqueando una ceja.

.- La chica del bar¿no la reconoces?

.- ¡Oh! Vaya. No has tardado en encontrar sustituta ¿nah? – entorné los ojos en un suspiro cuándo pasó por mi lado.

.-¡je¿me lo reprochas aún y cuándo tú pretendías follarte a mi hermano en todo este barullo? – me gruñó mirándome de reojo a la vez que se agachaba a recoger algo.

Cuándo se incorporó, sostenía en sus manos y por un escaso pellejo de carne a uno de los hermanos demonio, específicamente al de la mano enorme. Se encontraba completamente quemado y había perdido una pierna. Aún estaba inconsciente a pesar de su estado y gruñía con deblidad lastimosa:

.- ¿Tienes por ahí la vasija? – la saqué de mi mochila y, por primera vez, abrí el tapón en rosca. Su interior se encontraba vacío y únicamente tuve que depositarla bajo el miembro mutilado del pequeño demonio para que los borbotones de sangre que desprendían cayesen por si solos en su interior.

No pude reprimir una mueca de asco cuándo me manché las manos de su asquerosa sangre, pero a causa de todo lo que había estado ocurriendo, la sangre de mis enemigos había pasado a ser una delicia para mí. Pues verla derramada suponía que yo me encontraba fuera de peligro.

Mink acabó con la lastimosa vida del demonio partiéndole el cuello antes de lanzarlo al suelo de nuevo:

.- Tus hermanos te están buscando…bueno, más bien perdí a Leo en batalla cuándo me llamaste. Veníamos a por ti – la miré pensativo mientras volvía a meter la vasija en el interior de la mochila….se nos presentaba un gran problema…alguien tenía que sacar de allí a los supervivientes, pero alguien también tenía que ir al ¿rescate? De Leonardo al haber quedado solo por el Motel….diablos. Me sentía realmente impotente:

.- ¿qué hay del resto¿Mickie y Don?

.- Encerrados en una habitación del segundo piso junto al Sexto Caballero y a Simon.

.- ¿Tom esta vivo?…bien.

.- Simon también lo está – abrí los ojos como platos – el bebé. El Tercer caballero al que no pudiste matar. Tus hermanos lo han utilizado para rastrearte hasta aquí. ¿lógico no? – me golpeé la frente con la palma de la mano.

.- ¡Mierda¿Cómo no caí en ello?


¡Guaka! Me han cambiado la configuración de la página y ando medio loka. Hay que ver, espero ke todo haya sido para mejor, porqué mira que me ha costado poder entrar...buah, ya ni cuestiono las cosas, esta página cada día está más rara, apuesto que en cualquier momento me explota el ordenador o algo así...

Bueno bueno, perdonada por tu tardanza Samara, jejeje, ya se me hacía raro no leer tus locuras por mis reviews! (ke metiste la pata con un tío? jusjusjus, por lo poco ke puedo conocerte estoy segura ke si yo hubiera estado ahí me hubiera reido de lo lindo XD, naa nada, ke no kiero ser portadora de malos momentos, jejeje, haber si la cosa se arregla.

¡Wooo! Bienvenida al ruedo de nuevo Karliña (pensé que nos habías abandonado, buhubuuuu --') ya imagino que te habrás empachado con todo lo que te ha tocado leerte de sopetón, jusjus, aquí la cosa sigue ardiendo de lo lindo, y no solo lo digo por mi fic, si no por cómo está la sección de calentita (yyyey! mal pensadas! ke hablaba sobre la gran cantidad de fics que se suben últimamente!...aix...si eske...ke mal acostumbradas que os tengo...jusjusjus)

Tranki Xan-chan! nadie se interpone en el camino de Kska a la hora de actualizar¡Ja¿se han creído que unos fallos técnicos pueden conmigo¡ja¡Ja! (bueh, aki digo mucho, pero luego las pasé canutas para subir los caps...hay que ver...) Me alegro de que te esté gustando chikilla ;-P

Aixxxx Medeah Medeah, ke cumpliste con tus dos reviews en poco tiempo! jejeje, así me gusta! Dedicada hasta el final! Pues ya ves que la cosa entre Mink y Leo sigue ahí pendiente (bueh, me parece que pasa más por una fantasía de la chika ke no por una realidad ...nose nose...aunque a estas alturas ¿quien sabe?.) Te bajoneaste por un tiempo ¿nah¡venga hombre! Estando en la flor de la vida una no puede ponerse así! Buuuh! Los malos momentos que te quedan por pasar aún y te vas a hundir por un par de ellos? no no no, ahí a reírse de lo malo en la mismisima cara y a vivir la vida a tope que son dos días (y caen en fin de semana ;-P). Por cierto! grácias por tus ánimos hacia la sociología (bueh, ironía pura, aún nose pa ké sirve) ahora al menos me siento algo más motivada para hacer los exámenes (si si...pero nose ké demonios estoy estudiando...pero bueno, algún sitio llegaré ¿no?) jejejeje.

pues nada chikillas, akí os dejo. ¡Ah! Ánimos des de aquí a la nueva escritora de la sección que nos deleita con un nuevo fic yaoi (uuuuh! Sexo Sexo Sexo Sexo! yipieeee! XD) ánimos a Ludra-Jenova con "Family Time"!

Ahora sí (que yo también veo burros verdes, juasjuasjuas) ya me despido y haber si consigo actualizar pronto (bueh, cuando acaben los exámenes...verás verás...) besos des de la penísnula!

YaS :-P