#24# Epílogo
Sabía que apenas acababa de amanecer y aún y así seguía vagando en la oscuridad….nunca me había sentido tan inútil y el pensar que debería permanecer así durante mucho tiempo más me conducía al lavabo de nuevo. Prácticamente me había apoderado de él, pasar las horas sentado devolviendo una y otra vez me hacía sentir escoria.
Diablos…si al menos fuera por haber bebido demasiado me sentiría mejor…pero ni siquiera las duchas de agua fría me hacían sentir bien.
Había demasiadas cosas por limpiar aún…y aunque nunca me había considerado buena persona mi alma estaba duramente maltratada y sucia….nunca imaginé que yo mismo pudiera sentirme así.
Tal vez en otra ocasión me hubiera dado completamente igual.
Permanecía sentado junto al saco sumergido en una eterna oscuridad en la que apenas se colaba la luz del estudio de Donatello. De seguro se habría dormido, el teclear del ordenador hacia minutos que no se escuchaba.
Todos andaban igual.
No dormían, tan solo esperaban a que el sueño les matase por completo…encerrarse en sus habitaciones no les parecía una buena idea y trataban de permanecer en espacios abiertos.
"Un trauma pasajero, nada más". Donny solía tratar de tranquilizarlos de aquella manera, pero de seguro incluso él se encontraba tan asustado y rendido como el resto. Incluso yo, si no fuera por el cargamento de medicamentos que recorrían mis venas hubiera permanecido en vela.
También tenía miedo.
El cerrar los ojos y volver de nuevo a aquel asqueroso Motel me estremecía. Me veía de nuevo envuelto en sus pasillos interminables, destajando monstruos a doquier y luchando por salir de allí con vida.
Sonreí.
.- Al menos lo conseguí…- pese al estado en el que me encontraba al menos había logrado salir de ese antro…aunque no sé del cierto si hubiera sido peor quedarme allí y seguir completamente sano.
Apoyado en la columna, observé una vez más mis manos. Magulladas, llenas de heridas que tardarían en cerrarse si no fuera porque las volvía a abrir de inmediato en cuánto trataba de darle al saco.
Las vendas que solía usar para protegerme los nudillos lo explicaban todo. Permanecían tendidas en el suelo, a un lado, completamente ensangrentadas por haber golpeado demasiado fuerte y durante demasiado tiempo.
Me daba asco.
Apenas lograba controlar mi respiración tras estúpidos ejercicios.
Si Maestre Splinter se percataba de ello de seguro me encerraría. Últimamente no hacía nada más que rondarme. Sí, claro, se preocupa por mí…..pero¡diablos, aprecio el poder estar solo y que no me controlen.
Ya tenía suficiente con tener a Leonardo pegado al culo insistiéndome en que comiera de una vez….mierda, no resulta tan sencillo….apenas puedo hablar ¿cómo podría tragar?
No sé qué diablos me hicieron cuando tomaron mi control, pero mi cuello seguía en carne viva y se resentía a cada movimiento….así como el resto de mi cuerpo….
…no sabía nada, tampoco nadie iba a contármelo porqué yo no iba a preguntarlo….pero me agonizaba cada vez que nuevos recuerdos se apoderaban de mi mostrándome lo que llegué a hacer sin tan solo saberlo….no resulta muy agradable el que te hayan usado en contra de tu propia voluntad…..¿fue en contra?….ya ni sé…solo recuerdo mi habitación.
Evito entrar ahí.
Es lo único que se me presentaba completamente claro y me estremecía en tan solo verla de nuevo. Me daba miedo correr las cortinas de nuevo…tratar de levantarme y no poder…..miedo a dormirme otra vez….
Unos pasos me alertaron y, tras encender la luz de la sala de entrenamiento no pude reprimir un gruñido al notar como mis pupilas dolían al encogerse.
.- ¿A quién tenemos aquí?
.- ¿es que estás ciego pedazo de tonto?
.- Vaya, casi mejor me voy.
Suspiré agachando la cabeza:
.- Perdona Case…no estoy de humor – Casey se acercó con sigilo tratando de no ser tan alborotador como solía serlo. Se colocó en frente de mi observando con desagrado el saco que aún se mecía.
Me hizo el favor de no decir nada al respecto y únicamente se agachó a cuclillas en frente de mi ofreciéndome un trago de la cerveza que llevaba entre las manos:
.- Tal vez te siente bien.
.- Lo dudo – en tan solo imaginarme el alcohol en la garganta me subía toda la saliva a la boca amenazadoramente.
Se sentó a mi lado, en silencio, mirando al frente perdiendo la vista en la nada:
.- Tus hermanos están…
.- ¿durmiendo?…eso creo.
.- ¿y tu?
.- Nah. No podría – también me izo el favor de no preguntarme nada sobre el asunto. Sabía del cierto que Casey estaba enterado. ¿Cómo no iba a estarlo? Tengo entendido que fue él quién nos trajo de vuelta a casa…sin duda debió sorprenderse por encontrarnos en un estado tan malo…….aún alcanzo a ver la preocupación en su rostro cada vez que mira a cualquiera de nosotros.
Pero no dice nada. Tan solo se calla.
El silencio se apoderó del lugar. Que extraño…Casey no sabe estar callado.
Lo miré de reojo, podía notar perfectamente como la curiosidad y la preocupación lo llenaban segundo a segundo cómo si se tratase de un baso que en cualquier momento fuera a derramarse.
Y se derramó:
.- ¡Diablos Raph¡No puedes seguir así! – se me encaró meciendo con peligrosidad la lata de cerveza de su mano. Las palabras le salían a trompicones, sin saber qué decir exactamente y tratando de no alterarme – llevas ya mucho tiempo vagando por la casa como alma en pena. No comes, no bebes, no hablas, dudo que pienses ahora cuándo nunca lo has hecho ….
Que delicado es Case cuándo quiere:
.- No haces nada más que maltratarte físicamente aún y cuándo ya estás lo suficientemente dañado…tal vez deberías….
.- ¿Hacerle caso al maestro? – mi vena irónica resaltó en el asunto – ¿quedarme todo el día en cama reposando y sorbiendo las sopas de April?
.- Ajá
.- Olvídalo.
.- ¡oh vamos! No es tan difícil. Solo te estoy pidiendo que pienses un poco más en tu salud y que dejes de golpearle a cualquier cosa que se mueva – Casey pareció perder los nervios. Cualquiera que trata de hacerme entrar en razón siempre los pierde, no importa quién sea.
Lo miré de reojo con desdén, pidiéndole con una sucia mirada que se callase de una vez si no quería ser él el golpeado. Pareció entenderlo y trató de calmarse. Con un suspiro volvió a apoyarse en la columna a mi lado y bajo el tono de voz.
.- Sé que tiene que haber sido algo horroroso Raph…yo…no he estado ahí para verlo, pero tan solo mirar a la cara a tus hermanos sé por lo que han pasado…y de seguro que van a estar un tiempo más así…pero no se rinden Raphael. No se quedan entre las sombras maldiciéndose una y otra vez por ser basura y por tener en mente todo lo que han vivido….al menos…ellos tratan de olvidarlo….
.- Ellos pueden hacer vida normal. Yo no…y tardaré en poder – volví a mirarme de nuevo la mano. Aún seguía ensangrentada pero apenas me dolía. Había estado soportando tanto dolor en mi cuerpo que se mezclaban y ya no apreciaba si realmente era algo grave o no.
Por alguna extraña razón, en aquellos momentos la situación me pareció mucho menos agria y el sentir que Casey se encontraba a mi lado me tranquilizaba enormemente.
¿Quién lo estaría pasado peor¿Yo¿O Casey que tenía que soportar de verme en aquél estado tan lamentable?…..diablos….¿des de cuándo me había vuelto tan egoísta?…bueno, ya, des de siempre….pero tal vez ahora estuviera madurando ¿no?…..un poco tarde, por cierto.
No pude evitar sonreír de nuevo y lanzar un leve codazo a Case en las costillas:
.- ¿No tienes nada que contarme sobre April? – mostré la sonrisa maliciosa que solía caracterizarme justo antes de que Case me dedicase otra mezclada con algo de vicio.
Fue a abrir la boca, pero el grito seco de uno de mis hermanos nos alertó a ambos.
Aún y sufrir por mis sobre-utilizados músculos, conseguí desplazarme al lugar más o menos rápido.
Cuándo me percaté de que debía de subir al piso de arriba me horroricé, en tan solo pensar en subir escaleras me desmayaba, así pues, aunque la opción no fuese muy acertada, opté por subir de un salto. Una única explosión de fuerza que me tambaleó entero en cuánto logré plantarme delante de la puerta de la habitación de mi hermano.
Allí estaba Leo.
Pasmado, de pie frente a la entrada a su cuarto, con la boca semiabierta por la sorpresa y sin tan solo tumbarse a vernos:
.- ¿qué pasa? – la curiosidad siempre había matado a Michelanggelo, y no importaba dónde estuviera, si había que ir, se iba. Que simple.
Leonardo se giró sobresaltado, percatándose por primera vez de que nos encontrábamos a sus espaldas.
.- Raph…no….- fruncí el ceño confundido al ver que se dirigía a mi. Me acerqué a él tratando de mirar por encima de su hombro, pero Leo se meció a lado y a lado sin dejarme ver nada. Finalmente optó por apartarse.
.- ¿Y a ti que te pasa¿Has visto una rata?
.- No es lo que parece…bueno…aunque ni siquiera yo lo sé….
Me adentré en su habitación pero no me hizo falta agudizar mucho la vista para alcanzar a notar que alguien permanecía tumbado en la cama de mi hermano completamente tapado con el edredón.
Me giré algo furioso y confundido alzando el nivel de voz sin llegar a preocuparme por despertar al inquilino:
.- ¡Te traes a alguien a casa sin decirnos nada cuándo siempre eres tu el que desconfía de mi!
.- Vaya hermanito - Mickie se apoderó del momento cómico apoyándose al marco de la puerta - ¿no habrás secuestrado a nadie verdad?
.- Eso no tiene grácia – gruñó Leonardo
.- Tampoco la tubo cuándo me culpaste tú por lo mismo – lo fulminé con la mirada recordando el momento en que Mink trató de llamar mi atención des del interior de la vasija llegando a llamar, más bien, la atención de Leonardo.
.- ¡eh¡No compares Raphael! Yo no me ando con tus historias…
.- ¿eso que significa?
Por lo tanto, alcancé a ver como Casey se mordía la lengua y optaba por entrar de puntillas en el lugar y destapar al inquilino de una volada.
Éste pareció tomado por sorpresa y, cómo si se tratase de algún gato, dio un bote en la cama gruñiendo a Casey con un sonido gutural bastante familiar.
Casey gritó.
Yo grité.
Y Mink soltó una carcajada.
Mientras Mickie dibujaba una ancha sonrisa y Leo se frotaba las sienes con histeria en el cuerpo.
Mierda….había pensado que la perdería de vista por siempre, pero por lo visto su extraña obsesión con mi hermano mayor la devolvía una y otra vez…maldita demonio…ni tan solo se preocupó por venir a verme antes….
Prácticamente me olvidé de mis heridas en cuánto me planté delante de ella y la agarré del cuello juntando su rostro al mío:
.- ¡Se puede saber que coño haces aquí¿No deberías estar por ahí haciendo el amor con algún monstruo o algo así¡Te dije que no te acercases a Leo!
.- ¡Calma chico duro! – se deshizo de mis garras con tremenda soltura y se incorporó de la cama sonriéndome – tan solo venía a devolverte algo.
Me quedé perplejo escrutando a Mink en sus interminables ojos amarillos y pensando en si realmente me había dejado algo….no sé…algo en mi interior me advirtió de que la puta de la demonio me devolvía alguna de mis jugarretas.
Pero incluso yo me sorprendí cuándo se desató de su cintura mi bandana roja y me la plantó en la mano:
.- ¿Es tuyo no? Creo recordar que es importante para un ninja y todas esas cosas – Mink se alejó de mi dirigiéndose fuera de la habitación y quitándole importancia al asunto con un movimiento de muñeca - se le debería de caer a tu hermano.
Vaya…estaba realmente limpia…aunque no recordaba haberla perdido y si lo hubiera hecho de seguro mis hermanos me habían dado otra….así pues, no la había echado en falta.
Bueh, que demonios, me resultó tremendamente raro que Mink volviera para devolverme algo mío.…semanas atrás tal vez lo habría quemado…
.-
No me hacía ni pizca de gracia tener a la demonio bajo el mismo techo que el mío y menos en el estado en el que yo me encontraba……bueno, realmente no estoy seguro si era por no mostrar signos de debilidad frente a ella - ¡eh! Trató de matarme ¿o no?- o simplemente por el hecho de que me viera en el estado tan maltratado en el que me encontraba…….al sentirme a mi mismo esquivándole las miradas supuse que sería esto último:
.- me alegra verte de nuevo , prima Mink – Michelanggelo no se cortó ni un pelo en plantarle un buen abrazo sin dejar atrás su inagotable sentido del humor – ¿dónde te metiste?
.- Bueno…la vasija ha desaparecido – Mink levantó la mano en la que antes se veía obligada a llevar el brazalete que la hacía esclava. Brazalete que yo también había tenido que acarrear…- y ahora vuelvo a ser libre. Disfruté del momento, eso es todo…..después de unos días de reposo para recuperarme…
me lanzó una mirada picarona que no me gustó en absoluto. Seguramente aún me reprochaba todo lo que le había hecho el Diablo a través de mi piel….¡mierda¿qué culpa tenía yo?
Tan solo le giré la cara de nuevo mientras me cruzaba de brazos:
.- Vaya. Así que la diablesa ha vuelto para hacernos una visita ¿nah?
.- No te equivoques Rapha, venía a devolverte tu cinta, eso es todo.
.- Pues para tu información, mi habitación es la de al lado, no la de Leonardo.
.- Pasé y lo vi tan dormidito que…- uno de esos escalofríos que solían recorrer a Mink cuándo pensaba en vete-tú-a-saber-qué con mi hermano la traspasó entera encendiéndome por completo y no pude evitar levantarme y sacudirle el puño en la cara pidiéndole que se callase.
Donatello supo salvar la situación:
.- ¿Y ahora qué?
.- ¿Ahora qué de qué?
.- Bueno, ya no tienes ni dueño ni caballero. Tampoco tienes casa ¿no¿qué vas a hacer? – Mink se cruzó de brazos airosa mientras se repasaba las uñas de una mano:
.- Lo mismo que solía hacer entonces.
.- ¿Acostarte con cualquiera?- yo mismo me reí mi gracia
.- ¡Oye Raphael te la estás ganando¡Podría patearte el trasero si no fuera por ese pésimo estado en el que te encuentras!
.- ¿a si¿Y gracias a quién estoy de esta manera si se puede saber?
.- Vaya, cómo te alegras de verme de vuelta ¿eh?
.- ¿Alegrarme? Des de que has aparecido en mi vida no hago nada más que meterme en líos una y otra vez. ¿Crees que me alegro de que andes por aquí de vuelta¡Si fuera por mi te mandaba de patitas a la calle de una patada!– cuándo Mink se tomaba las cosas con calma realmente me irritaba, y sí, lo hacía a propósito. Sacarme de mis casillas parecía ser uno de sus mejores pasa tiempos y no estaba yo para soportarla…..lo peor de todo es que siempre que se proponía hacerme rabiar lo conseguía, y aún y así seguía siendo yo el estúpido que se lo tomaba todo en serio.
Si no hubiera aparecido aquél día en medio de las calles de Nueva York nada de todo esto hubiera ocurrido. Yo estaría en plena forma yendo con Casey a beber cada noche y tratando de saltarme los entrenamientos de Splinter. Pero no, gracias a ella tenía el cuerpo hecho polvo y mi mente estaba tan desquiciada por el dolor y los malos recuerdos que ya ni siquiera me reconocía en el espejo.
Mink era como el genio de la lámpara, sólo que ella vivía en una vasija, no cumplía los tres deseos y llevaba la desgracia consigo.
Recuerdo haber hecho esa comparación anteriormente…la similitud me escama….
Antes de que pudiera ni siquiera percatarme de hacia dónde me dirigía con mi enfado, me encontré corriendo la cortina de mi habitación de un guantazo.
En cuánto entré todos los pájaros se me fueron de la cabeza y, de alguna forma, me quedé paralizado observándola.
Todo seguía igual…
Igual que en mis pesadillas, incluso el punch seguía en el suelo y nadie había recogido la silla rota des de hacía semanas…..
Me tambaleé entero al encontrarme allí de nuevo y el sudor frío se apoderó de mi.
Pero debía de ser valiente….las palabras de Casey me resonaban en la cabeza una y otra vez…tratando de ser como mis hermanos y olvidarlo todo, no vagar por las sombras y volver a empezar de nuevo….parecía tan sencillo a simple vista y tan duro en persona…
No me senté en la cama, no todavía….mi acción menos cobarde fue colocar de nuevo el punch en su lugar y amontonar los desperdicios en un rincón…curiosa manera la mía de recoger la habitación…:
.- No deberías – no me izo falta girarme para saber de quién se trataba. Haciendo caso omiso, como siempre, de mis insultos, Mink seguía entrometiéndose en todo sin importarle las consecuencias – no deberías.
.- Tu no deberías estar aquí – alcancé a oír como suspiraba profundo. Si no la conociera diría que trataba de calmarse y establecer un contacto menos violento conmigo. Pero se trataba de Mink, vivía de la sangre y de las penurias de la gente que la rodeaba…..por muy humana que pudiera parecer a veces…..
Pasó lenta por mi lado y se sentó en la cama del mismo modo que lo hizo la primera vez que la conocí. Noté que me examinaba músculo por músculo mientras yo volvía a concentrar mis fuerzas en el punch…me sentí tremendamente traspasado y no me gustaba….:
.- Has vuelto a equivocarte de habitación. Sigue siendo la de al lado.
.- No lo creo – me encogí de hombros renunciando a cualquier manera de echarla de allí, ella misma se daría por enterada en cuánto quisiera.
Comencé a darle al punch y ni tan solo pasaron cinco minutos que mis nudillos se abrieron de nuevo.
Chasqueé los dientes con desagrado y traté de vendarlos.
Fue Mink quién me alcanzó la mano con delicadeza:
.- Que chico más tonto. ¿nunca vas a hacer caso a la gente que te quiere no?- giré la cara con incomodidad mientras me hacía sentarme en la cama y me vendaba de nuevo los puños- no tienes buen aspecto…pero aún y así te veo tremendamente vivo.
.- Que graciosa – me froté el vendaje quedándome pasmado observando mis propias manos. Por unos instantes me sumergí de nuevo en un mar de pensamientos en tan solo verme sentado de nuevo en mi cama.
Tal vez tuviera razón….tal vez siempre me había estado maltratando sin hacer caso de aquellas personas que realmente se preocupan por mi…..cierto….puede parecer mentira, pero realmente hay gente que me soporta aún y ser tal y como soy….
Todos los que me rodean se han estado jugando la vida con tal de salvarme y, aunque en un principio me sonase a cursilada y a niñita….des de luego que estoy seguro que yo también lo haría por ellos…incluso lo hice por Mink.
Por ella y su libertad.
Solo por eso me encontraba en este estado…..aún recuerdo haberla visto llorar…
.- Oye…Mink – diablos, nunca en mi vida me había costado decir dos palabras, y no por el escozor de mi garganta – yo…
.- Sí sí, ya lo sé. Que sientes haber dicho todo eso y bla bla bla. ¡Puaj! Como si no te conociera.
.- Y no me conoces.
.- Más de lo que tú crees, por lo visto – tragué saliva. Me era tan difícil dialogar con ella como hacerlo con Leonardo pero, aún y así, me sentía tremendamente bien cuándo lo hacía.
.- ¿Cómo estás? – me cogió sorprendido por completo.
.- ¿No es obvio? Mi aspecto lo dice todo – Mink se rió. De seguro pensaba que realmente sí que tenía mal aspecto, pero me izo un favor al no recordármelo de nuevo – sin embargo…a ti te veo bien.
.- Me recupero rápido. Soy un demonio ¿recuerdas? – únicamente levantó su muñeca derecha enseñándome la venda que traía puesta. Leyendo en sus ojos supe de inmediato que había sido mi culpa:
.- Lo siento…..yo…no lo recuerdo…- volvía a sentirme escoria y notaba como el lavabo me llamaba de nuevo
.- Que mal momento….- Mink se incorporó risueña de la cama estirando sus músculos – me debes una Rapha.
.- ¿Perdona? – se inclinó hacia mi señalándome el morro con un dedo acusador:
.- Te salve la vida tortuga. Si no fuera por mi seguirías vagando en el Infierno.
.- Y tu conmigo – sonreí maliciosamente cuándo a Mink le dio un respingo. De seguro no había contado con la posibilidad de que a parte de mis numerosas lagunas, existían partes claras en las que recordaba haber querido tener a Mink a mi lado – Reina del Inframundo.
Un escalofrío la recorrió entera en tan solo recordarlo y únicamente me dedicó una de sus frías miradas:
.- ¿se puede saber cómo lo hiciste para deshacerte de mi?- no sé exactamente porqué, pero preferí preguntarle a Mink antes que a mis hermanos…tal vez porque fue ella misma quien lo consiguió.
La demonio me devolvió esa sonrisa maliciosa y se dio la vuelta dándome la espalda:
.- La sangre de los Caballeros que fuiste guardando en la vasija…era tan mala para los espectros de Jesuis cómo para el mismísimo Rey del Inframundo…¿o creíste que solo estaban las vasijas para combatir a los zombies?
La muy perra me sonrió risueña mientras yo no pude evitar agarrarme la garganta con fuerza….mierda…..sentía como la saliva volvía a subir y cómo el baño me llamaba a voces:
.- ¿Estás diciendo qué….?
.- Fuiste tu el que quisiste besarme.
Juraría que en la carrera hacia el lavabo jugué con todas mis cartas, pues a pesar del estado de mi cuerpo, la velocidad que llegué a alcanzar juraría que apenas era perceptible por el ojo humano.
No me hizo falta responder a ninguna pregunta a medida que cruzaba la guarida como una flecha.
Joder…de nuevo abocando mis penas al lavabo…que agradable es mi vida. No me era suficiente con concentrarme en no pensar en esa asquerosidad resbalando por mi cuello que encima la maldita demonio tenía que estar al otro lado de la puerta riendo a carcajada suelta.
Voy a matarla después de esto….
.-
Aguantarla durante un rato más se me hizo casi insoportable. Pero por alguna extraña razón las heridas habían dejado de escocerme, el estómago había dejado de dar vueltas y mi apetito justo empezaba a aparecer.
Permanecí sentado en la cocina mientras Mink, junto a Mickie, se empeñaba en prepararme algo…diablos…nunca había probado su comida pero des de luego debía de ser igual de picante que ella misma…
No pude evitar sonreír al verla.
Lo que antes había sido un demonio lleno de rencor, odio y venganza, se había convertido en una tierna señorita con algún que otro tornillo suelto en su cabeza.
Mink siempre había sido esa clase de persona entregada. Nunca sabría lo que realmente piensa sobre la vida, sobre ella misma, sobre su condición, sobre mi…sobre Suzu…..Nunca sabría nada de lo que hay dentro de su cabeza y aún y estar ocultándome cosas la miraría a los ojos y seguiría jurando que la conozco….
Y aún sin conocerla, apuesto a que esa sonrisa no se había dibujado en siglos….lástima que su presencia fuera tan pasajera como su alma.
Permanecer libre le sentaba bien y no tenía ningún problema en dejarlo todo atrás cuándo se marchaba….o cuando volvía. Vivía como un péndulo y verla de vuelta aún sonriendo tal y como se marchó me hacía sentir mejor.
Mink era como el genio de la lámpara; sólo que ya había dejado de cumplir deseos y ahora solo deseaba meterse en mi cama…
Bueno bueno, pues ahora ya sí que se da la saga de Caballeros por finalizada. Siii, lo sé, podría haber sido otro tipo de final y, tal vez, alguien se esperase algo más del epílogo. Pero me resultó interesante dejar un final tremendamente abierto para dejar que cada uno pensase lo que quisiera (además, eso siempre va bien por si algún día me coje la neura de hacer una segunda parte o algo así, jejejej, resulta mucho más fácil comenzar otra parte cuando el final no ha sido realmente claro)
Pues nada, ahora ya solo me keda agradecer a toda esa gente ke me ha estado siguiendo a lo largo de todo el fic, en especial a Samara, Medeah, Karliña, Kurai y Xan-chan. (y a toda esa gente que ha estado leyendo y le ha faltado aliento para poner un review ;-) jejejeje ).
Pues eso gentuza, MERCI por tener tanta paciencia y soportarme en tan largos ratos XD!
Ahora ya solo queda que me meta de nuevo en comerme la cabeza para un nuevo fic...buah, si esque tengo las ideas atrofiadas y mi imaginación ha quedado exprimida por completo...sob!...pero tranquilidad! que volveré a sentarme en el parque con el bloc de notas en las manos esperando a que algo se cruce por mi camino (y si es un buen morenazo mejor que mejor (yeps! que tienes novio perra!) uips! cierto XD)
Nos estamos leyendo gentuza! Nos vemos de aquí muy poquito! (en cuánto se restaure mi cabeza de una vez por todas...puede llevar algún tiempo...usjusjus XD)
Besos a todas des de la península ibérica!
YaS ;-)
